¿Quién es mi prójimo? ¿Quién es mi prójimo? El Primer Pilar del Islam: Testimonio de Fe El Tercer Pilar del Islam: Dar Limosna Los católicos profesan el Credo como una declaración de su fe cristiana. Los musulmanes declaran su testimonio de fe con las palabras de la Shahada: “No hay más divinidad que Dios y Muhammad es el mensajero de Dios”. Éste es el primer pilar del Islam, y comienza con la creencia del musulmán en un solo Dios, y en la absoluta unidad de Dios. El lugar de Muhammad en la vida de los musulmanes completa la Shahada. El término Shahada viene de una palabra árabe que significa “testimoniar.” Los musulmanes creen que Muhammad es el testigo por excelencia y que su vida es la perfecta expresión humana de un testimonio. Los musulmanes recitan la Shahada todos los días, y cada vez que lo hacen, rezan para ser transformados gradualmente en un Shahid, un testigo de Dios, la expresión suprema de sumisión total a Dios. Este pilar es tan central que para hacerse musulmán, una persona tiene que hacer una simple declaración de la Shahada en presencia de dos testigos. (V.5 S.1 2009) Zakat, el tercer pilar del Islam, se refiere no sólo a dar limosna, sino también a la purificación del corazón y de la riqueza. El camino de sumisión total a Dios nunca es un sendero solitario para un musulmán. Esto significa que la sumisión a Dios requiere siempre responder a las necesidades de nuestro prójimo. Un musulmán no puede afirmar auténtica y total sumisión propia a Dios, si ésta no se expresa en relaciones genuinas con otros. Uno de los modos en los que esta preocupación por los demás se manifiesta es a través del Zakat. Aunque generalmente se refiere a dar limosna o ayudar a los otros, Zakat literalmente significa aumentar las propias bendiciones, en la medida en que uno comparte con los otros. Se cree que la práctica sincera del Zakat purifica al donador de la tendencia personal a la avaricia. El gesto del Zakat no es extraño a los cristianos que sinceramente escuchan y viven las palabras de Jesús, que prometió “una medida sobreabundante…y la vida eterna” (Lucas 18, 30) a las personas de corazón generoso; o las palabras del discípulo de Jesús, que dijo, “La caridad cancela una multitud de pecados” (1 Pedro 4, 8). (V.5 S.3 2009) Office for Ecumenical and Interreligious Affairs – Archdiocese of Chicago Archbishop Quigley Center, P. O. Box 1979, Chicago, Illinois 60690-1979 Phone: 312-534-5325 Fax: 312-534-0357 E-mail: [email protected] Office for Ecumenical and Interreligious Affairs – Archdiocese of Chicago Archbishop Quigley Center, P. O. Box 1979, Chicago, Illinois 60690-1979 Phone: 312-534-5325 Fax: 312-534-0357 E-mail: [email protected] ¿Quién es mi prójimo? ¿Quién es mi prójimo? El Segundo Pilar del Islam: Oración El Cuarto Pilar del Islam: Ayuno El Segundo pilar del Islam es Salat, el recuerdo constante de Dios en oración. Salat es una oración ritual que se practica cinco veces al día, que corresponden a los más importantes momentos transitorios del día (amanecer, mediodía, tarde, atardecer y noche). Salat incluye la recitación del Corán, acompañada de movimientos corporales, que los musulmanes pueden efectuar solos, con sus familias o en comunidad. En esta oración, los musulmanes recuerdan y recitan la guía divina contenida en el Corán y esperan conformarse gradualmente a la voluntad de Dios. Salat es distinta de suplicar o invocar la ayuda de Dios; esta última oración es espontánea por naturaleza y puede efectuarse en cualquier tiempo o lugar. Se llama Du’a y acentúa la total dependencia del musulmán de la beneficencia de Dios para todo. Por encima de todo, ambos tipos de oración, Salat y Du’a, sirven como elementos integrales en el camino de sumisión total a Dios. (V.5 S.2 2009) El cuarto pilar del Islam es el Sawm, o ayuno diario durante el mes de Ramadán. El ayuno no sólo incluye abstenerse de comida, bebida y relaciones sexuales desde que sale el sol hasta que se pone, sino también de pensamientos, palabras y acciones malvados. Sawn es obligatorio y se percibe como un balance espiritual y psicológico contra las pasiones humanas y los deseos mundanos. Cuando se emprende, la sumisión humana a Dios se convierte en una búsqueda apacible, como indica la raíz árabe de Sawm, “estar en reposo”. Los musulmanes terminan el ayuno cada día del Ramadán a la puesta del sol con un Iftar, o ruptura del ayuno. Aquí en Chicago, nuestros hermanos musulmanes invitan a los católicos a una cena de Iftar todos los años. Para los musulmanes, igual que para los católicos, el auténtico objetivo del ayuno es liberarnos para orientarnos más prontamente hacia Dios. Para los musulmanes, se expresa en seguir la voluntad de Dios tratando de alcanzar la sumisión a Dios. (V.5 S.4 2009) Office for Ecumenical and Interreligious Affairs – Archdiocese of Chicago Archbishop Quigley Center, P. O. Box 1979, Chicago, Illinois 60690-1979 Phone: 312-534-5325 Fax: 312-534-0357 E-mail: [email protected] Office for Ecumenical and Interreligious Affairs – Archdiocese of Chicago Archbishop Quigley Center, P. O. Box 1979, Chicago, Illinois 60690-1979 Phone: 312-534-5325 Fax: 312-534-0357 E-mail: [email protected]