N° 24 Octubre de 2009 - Universidad Externado de Colombia

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OLETÍN VIRTUAL DE
DERECHO PROCESAL
NO. 24, OCTUBRE DE 2009
ISSN 2011-2750
ADVERTENCIA
Aunque la escogencia de los casos es obra de una decisión colectiva de los profesores del Departamento de Derecho
Procesal de la Universidad Externado de Colombia, los comentarios, citas y observaciones tratados en el Boletín
Virtual de Derecho Procesal en ningún momento reflejan la posición jurídica ni la opinión del Departamento, pues,
por lo general, aquí se reproducen providencias judiciales. Cuando el Departamento exprese un criterio suyo o el de
algunos de sus profesores, así lo hará saber en cada caso.
1. Si al ser requerido el demandante en un proceso ejecutivo para que impulse la
notificación a los demás deudores, so pena de dar aplicación al desistimiento tácito
de la Ley 1194 de 2008, éste sólo comparece a solicitar se le reconozca su calidad de
cesionario del crédito pero no realiza gestión tendiente a lograr la notificación
requerida ¿ese hecho será motivo suficiente para que no se termine el proceso por
desistimiento tácito?
La respuesta es negativa según el auto del 18 de marzo de 2009 proferido por la Sala Civil del
Tribunal Superior de Bogotá (Exp. No. 1100131030320020105801) con ponencia del Dr. MARCO
ANTONIO ALVAREZ GOMEZ en virtud del cual revocó la decisión del juez de primer grado y,
en su lugar, ordenó la terminación de un proceso ejecutivo por desistimiento tácito, porque el
demandante no adelantó ninguna gestión efectiva tendiente a notificar el mandamiento de pago a
los demandados tales como pago de expensas, envío de los citatorios, sino que compareció al
proceso para dar a conocer su calidad de cesionario del crédito y además pedir “… lo que ya
estaba ordenado desde que se emitió el mandamiento por auto de 30 de octubre de
2002”, esto es, la notificación a los demandados del mandamiento ejecutivo.
Adicional a lo anterior, “… luego de comunicado el requerimiento al cesionario,
conforme se dispuso en auto de 1° de julio de 2008 (fls. 11 y 12, cdno. 1 de copias),
transcurrieron más de 30 días sin que el ejecutante cumpliera con la carga de
notificar a los demandados”, razón por la cual, ese Tribunal ordenó dar aplicación a la Ley
1194 de 2008. Consulte providencia referenciada.
2. ¿Para que prosperen las pretensiones en una acción de repetición es necesario que
la sentencia que impuso la condena a la entidad pública demandante y la constancia
que ésta pagó las sumas de dinero que pretende repetir, hayan sido aportadas al
proceso en copia auténtica?
[1/3]
La respuesta a este interrogante es afirmativa de conformidad con lo señalado por la Sección III del
Consejo de Estado mediante sentencia del 10 de junio de 2009 con ponencia del Dr. RAMIRO
SAAVEDRA BECERRA (Expediente No. 36334 -Radicación No. 41001 23 31 000 2001 00157 01)
en la cual confirmó la sentencia que denegó las pretensiones de una demanda de repetición, pues
tuvo por no probado las afirmaciones del demandante que sirvieron de fundamento a su acción
teniendo en cuenta que éste aportó en copia simple tanto la sentencia que en una acción de nulidad
y restablecimiento del derecho condenó a la entidad a pagar unas sumas de dinero a favor de un
funcionario que declaró insubsistente, así como también las constancias de pago de esa obligación,
cuando lo procedente era aportar esa documentación en copia auténtica siguiendo los parámetros
del artículo 254 CPC, porque de no ser así tales copias carecen de valor probatorio.
Consulte providencia referenciada.
3. ¿En una acción de reparación directa es viable sumar los perjuicios que dice haber
sufrido cada uno de los miembros del extremo demandante, a fin de establecer si la
cuantía del proceso supera los 500 salarios mínimos mensuales vigentes, que exige el
artículo 42 de la Ley 446 de 1998 para que proceda el recurso de apelación contra la
sentencia de primera instancia?
La respuesta a esta pregunta es negativa teniendo en cuenta lo señalado por la Sección III del
Consejo de Estado en el auto del 27 de mayo de 2009 con ponencia del Dr. MAURICIO FAJARDO
GÓMEZ (Radicación: 520012331000200200492 01 - Expediente: 36508), que decidió un recurso
de queja estimando bien denegado el recurso de apelación pues la cuantía del proceso no superaba
los 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes previstos en la Ley 446 de 1998 para que el
tribunal conociera en segunda instancia del proceso, y concluyó que no es del caso admitir que se
sumen el valor de la petición de indemnización de perjuicio de cada uno de los actores para
verificar si se supera o no los 500 SMLMV, pues cada una de esas solicitudes constituyen
pretensiones autónomas, de ahí que, en aplicación del artículo 20 CPC se deba tomar la mayor de
ellas y no proceder a acumularlas.
En el presente caso, la demanda se presentó en el año 2002 y el recurso de apelación contra la
sentencia se interpuso en vigencia de la Ley 954 de 2005, razón por la cual, el Consejo de Estado
consideró que si la cuantía del proceso no superaba los 500 SMLM vigentes al momento de la
presentación de la demanda,($154.500.000.oo) entonces no había lugar a la doble instancia, y que
para determinar esa cifra no es viable sumar el valor de las pretensiones de cada uno de los
demandantes. Consulte providencia referenciada.
4. ¿Puede prosperar la excepción previa de falta de jurisdicción cuando un juez
colombiano está conociendo de un proceso en el que se discute el incumplimiento de
un contrato de agencia comercial celebrado en Estados Unidos de América?
La Sala de Decisión Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá en auto de 27 de
marzo de 2009 (Rad. No. 11001310301120070015701), con ponencia del doctor GERMÁN
VALENZUELA VALBUENA respondió negativamente el anterior interrogante al afirmar que “el
conocimiento del presente asunto está reservado a la jurisdicción de los Estados Unidos de
América, pues, se reitera, a pesar de que dicho contrato haga parte de los fundamentos de hecho
de la demanda, en sí mismo no es el objeto de las pretensiones, y por ende, al anunciarse en la
demanda que la pregonada “agencia comercial”, cuya declaración de existencia persigue el actor,
se desarrolló en Colombia, según se extrae, entre otros, de los hechos 1º, 2º y 10 de la demanda, es
este dicho el que debe tomarse en cuenta para determinar la competencia en razón del lugar de
ejecución o cumplimiento del contrato cuya existencia afirma el actor.”
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El Tribunal diferencia cuando el contrato es el objeto de las pretensiones en un proceso y cuando lo
que se discute es la ejecución del mismo, al concluir que “debe revocarse el auto apelado, pues
equivocadamente parte de la aplicación de una estipulación contractual expresa, sin advertir que
el contrato que la contiene no es el objeto de las pretensiones, sino que integra los fundamentos de
hecho de la demanda, de lo que se concluye que al tratarse primordialmente de la discusión en
punto a la existencia y ejecución en nuestro país de un contrato de agencia comercial, en principio
deba aplicarse el artículo 1328 ibidem, a cuyo tenor: “(…) los contratos de agencia comercial que
se ejecuten en el territorio nacional quedan sujetos a las leyes colombianas”, a más del artículo
869 del mismo estatuto, pues, en gracia de discusión, el hecho de que lo contratos invocados como
antecedente se celebraran en el exterior, no obsta para que las consideraciones que
eventualmente correspondan acerca de la afirmada agencia mercantil, o de algún otro contrato
de intermediación, atiendan la legislación colombiana (lex loci executionis).”
En consecuencia, el Tribunal ha concluido que si el objeto del proceso es un asunto relacionado con
la ejecución en nuestro país de un contrato de agencia comercial, la competencia es exclusiva de los
jueces colombianos, mientras que si el contrato no es el objeto de las pretensiones sino que integra
los fundamentos de hecho de la demanda, no es asunto dirimible ante la jurisdicción colombiana.
Como tampoco seria de nuestra jurisdicción si se debaten las condiciones contractuales en las que
fue firmado el contrato en el país extranjero, en este caso en Estados Unidos de América.
Consulte providencia referenciada.
5. ¿En virtud de la competencia a prevención, es competente la Superintendencia de
Industria y Comercio para el resarcimiento de unos perjuicios por el incumplimiento
de un contrato cuando algún tiempo atrás ante ella también se había pretendido la
imposición de sanciones producto del incumplimiento del mismo contrato?
La Sala de Decisión Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá en auto de 16 de
marzo de 2009 (Rad. No. 11001 3103 018 2007 00165 01), con ponencia del doctor OSCAR
FERNANDO YAYA PEÑA respondió afirmativamente el anterior interrogante basado en el artículo
147 de la Ley 446 de 1998, en donde se establece que esta superintendencia y el juez competente
conocerán a prevención de los asuntos relacionados con protección al consumidor. La fijación de la
competencia a prevención fue definida por la Corte Suprema de Justicia en el auto del 11 de enero
de 2000, exp. No. 7911, de la siguiente manera: “responde a la idea de que, frente a determinado
asunto, puede haber una diversidad de jueces potencialmente facultados para asumir su
conocimiento, de modo que la selección que de uno cualquiera de ellos haga el actor, descarta
definitivamente a los restantes”.
En esta ocasión, como la superintendencia ya había conocido del incumplimiento del contrato para
la imposición de sanciones, la demandante no podía poner en conocimiento a los jueces civiles del
resarcimiento de perjuicios producto del incumplimiento del mismo contrato dado que ya habían
sido descartados para conocer del asunto en el instante en que la superintendencia avocó
conocimiento en la primera ocasión. Por ello, el Tribunal manifiesta que “como quiera que con
anterioridad al inicio de esta tramitación, la actora había solicitado ante la Superintendencia de
Industria y Comercio la efectividad de la garantía mínima presunta en los términos del artículo
29 del Decreto 3466 de 1982, quedó excluida la competencia del juez de primera instancia para
conocer de este asunto, de modo que la actuación surtida ante esa autoridad judicial está viciada
de nulidad.”
DEPARTAMENTO DE DERECHO PROCESAL
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