Exitoso manejo de terrible mal social

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miércoles 18 de mayo de 2005
De acuerdo con la jueza Laura
I vette Ortiz Flores -izquierda-, a
través de las Cortes de Drogas se
hace justicia en un sentido amplio y
se reduce la conducta criminal
entre otros logros, mientras que
Diana Rullán Colón -derecha-,
coordinadora de la corte en
Carolina, explicó cuán celosos son
durante la evaluación de los
participantes.
Exitoso manejo
de
terrible mal social
MIRIED GONZÁLEZ RODRÍGUEZ
PRIMERA HORA
LAS CORTES de drogas en Puerto Rico
atienden anualmente a miles de convictos
por delitos no violentos relacionados con el
uso de sustancias controladas y su eficacia
es tal que las estadísticas disponibles muestran que sólo poco más del cinco por ciento
de los participantes reincide.
"Se hace justicia en un sentido amplio, no
solamente aplicando la ley y cumpliendo
nuestra obligación de implantarla, sino ver
cómo se reduce la conducta criminal y cómo
se añaden a la sociedad más personas con
mejores actitudes y valores que nos hace
tanta falta en Puerto Rico", afirmó la jueza
superior Laura Ivette Ortiz Flores, del
"Drug Court" que opera en el Centro Judicial de Carolina.
"Se nota el esfuerzo y ves cómo cambian
cuando los entrevistas antes y después",
indicó la magistrada.
La jueza Ortiz Flores lleva más de diez
años trabajando de cerca con este grave
problema social que toca tanto a hombres
como a mujeres, a ricos y pobres, a trabajadores y desempleados.
Más allá de esa experiencia, los archivos
de la Administración de Corrección (AC)
revelan que el año fiscal pasado, 2003-04,
ingresaron 1,447 reos a las cárceles del país
sólo por infracción a la Ley de Sustancias
Controladas y 997 por asesinato en primer y
segundo grado. La mayoría de los asesinatos también están vinculados a las drogas.
Anualmente se refieren a las ocho cortes
de drogas que existen en Puerto Rico sobre
1,000 personas que han cometido delitos no
violentos, pero estrechamente relacionados
con las drogas.
El análisis de una muestra de los graduados desde el 1998 hasta el 2001 determinó
que sólo un 5.29 por ciento de los graduados
reincidía.
Desde 1996, cuando se inició el programa,
hasta diciembre de 2004, se habían referido
10,096 participantes y habían sido admitidos 6,513 en las ocho Cortes de Drogas
establecidas a través de esos nueve años.
Del total de admitidos, 2,060 se han final
del período. Estos números reflejan un índice de participación de un 65 por ciento y
de retención de un 57 por ciento.
La Corte de Drogas de Carolina se es-
La jueza Laura
Ivette Ortiz Flores
trabaja en la Corte
de Drogas de
Carolina en
coordinación con
Assmca, la Oficina
de Administración
de Tribunales, el
Departamento de
Justicia, la Policía,
la Sociedad para
l a Asistencia Legal
y la
Administración de
Corrección.
tableció en mayo de 1996, siguiendo el mismo modelo de la "corte madre", que fue
inaugurada en 1989 en Miami.
La Corte de Drogas de Miami, que aún está
activa, se inició como un alivio al hacinamiento que existía en las cárceles, ya que
el 60 por ciento de los crímenes en esa
jurisdicción estaban relacionados con las
drogas.
Según explicó la jueza Ortiz Flores, la
función principal del programa es rehabilitar, pero la disminución del hacinamiento viene como un efecto secundario.
Junto a la coordinadora de la corte en
Carolina, Diana Rullán Colón, la jueza señaló que este programa funciona gracias a
la participación y el enlace entre la Administración de Servicios de Salud Mental
y Contra la Adicción (Assmca), la Oficina
de Administración de Tribunales, el Departamento de Justicia, la Policía de Puerto
Rico, la Sociedad para la Asistencia Legal
(SAL) y la AC.
Cómo funciona
Al individuo que se le condena por un
delito cometido bajo los efectos de las drogas se le brinda una especie de probatoria y
mediante una resolución se paraliza el proceso de sentencia y se le envía a un programa de dos a cinco años durante los
cuales recibe tratamientos de desintoxicación y de engranaje social y familiar.
El convicto no ingresa a la cárcel sino que
va a un centro privado, público o a un hogar
religioso reglamentado por el estado. Allí
recibe servicios médicos, terapias, tratamientos sicológicos, supervisión judicial,
se le ayuda a estudiar y a conseguir empleo.
Ninguna persona que haya cometido algún crimen violento o sea culpable de narcotráfico cualifica para el programa. Sólo
aquellos convictos por delitos de apropiación ilegal, escalamiento, robo de autos,
posesión de sustancias controladas o de
parafernalia para consumir droga, o por
consumir droga cerca de una escuela o un
parque.
Si el adicto logra rehabilitarse completamente, se gradúa y sus cargos son archivados. Recibe la oportunidad de comenzar de nuevo con un expediente limpio y un
certificado de buena conducta.
Durante su periodo de tratamiento la persona tiene que visitar la corte alrededor de
una vez al mes y discute su progreso con el
juez, el abogado y el fiscal, además de
someterse esporádicamente a pruebas de
dopaje.
Rullán Colón apuntó que los tratamientos
para la desintoxicación son ambulatorios o
internos.
Asimismo, hay opciones para mujeres embarazadas con educación prenatal y cuido
de niños.
De las 13 regiones judiciales en las que se
divide la Isla, el programa tiene salas en
Arecibo, San Juan, Bayamón, Humacao,
Mayagüez, Ponce, Guayama y Carolina. Se
pueden referir casos de las regiones donde
no hay corte de drogas hacia las que sí hay,
dijo Rullán Colón.
Además de Puerto Rico y Florida, existen
1,183 Cortes de Droga en Estados Unidos y
otras más en paises como Inglaterra, Australia, Canadá y África del Sur.
"Somos muy celosos en la evaluación (del
participante). Uno de los propósitos del
programa a nivel de Estados Unidos y de
nosotros es evitar la reincidencia, es lograr!
que la persona salga rehabilitada", explicó
la coordinadora.
Las cortes de drogas reciben anualmente
fondos por una asignación legislativa ascendente a $1.5 millones, más aportaciones
individuales de cada agencia participante.
Nuevo Código Penal facilita la
tarea
Bajo el nuevo Código Penal, explicó la
jueza Ortiz Flores, los convictos reciben
penas menores por muchos de los delitos
que cualifican para las cortes de drogas, ya
que el enfoque es menos punitivo y más
rehabilitador.
Rullán Colón, en tanto, dijo que el nuevo
Código Penal "nos abre las puertas para que
aquel cliente que acabó con nosotros y
terminó exitosamente pueda regresar si
reincide. En ese caso podemos nuevamente darle tratamiento, antes no".
Recientemente, el Departamento de Justicia contrató al Centro de Estudios en
Adicción de la Universidad Central del
Caribe para otra evaluación de las cortes
de drogas en la Isla. Se espera que los
hallazgos estén listos para junio próximo.
Durante estos nueve años, según las expertas, el programa ha logrado, además de
reducir notablemente la reincidencia y el
hacinamiento carcelario, que los participantes se reencuentren con sus familias, se
reintegren a la sociedad, se gradúen de
escuela superior y universidad, y hasta
conseguir empleo.
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