Bicentenario 2016: Un nuevo concepto de país para la Argentina del futuro E n 2016 se cumplen 200 años de la independencia nacional y nos es inevitable hacer una mirada retrospectiva que ayude a detectar aquéllas decisiones políticas que -acertadas o fallidas- formaron parte del conjunto de sucesos globales a lo largo de estos dos siglos. La historia demuestra que, a pesar de que hubo un importante número de Gobiernos Dictatoriales y de Facto desde 1930 en adelante, los gobiernos democráticos han generado, en términos de logros institucionales y republicanos, una marcada intención de impulsar iniciativas y avances en favor de los argentinos. No obstante, amén de estos logros, existen aún muchos objetivos por cumplir -o por terminar de realizar-, puesto que han sido trabajados solo parcialmente o en forma inconclusa. Ya desde los primerísimos años de la Argentina independiente hasta la Generación del 80’ el país padeció crisis políticas y administrativas, pues las eternas disputas entre Unitarios y Federales y las diferencias constantes entre el Gobierno de Buenos Aires y el resto del país no hicieron más que evidenciar una Nación novata, cuyo destino dependía más de los resultados de las batallas internas que de resoluciones consensuadas de sus políticos. Mitre, Vicente López, Rosas, Urquiza y por qué no también la Constitución de 1853 fueron parte de esa República cambiante hasta su consolidación con la llegada de Sarmiento y los liberales del 80´. En el plano netamente social, recién con la sanción de la Constitución Nacional de 1853, es decir, 37 años después de haberse logrado la independencia, se dictó la abolición de la esclavitud en Argentina. Surgieron grupos organizados integrados principalmente por descendientes de africanos que entre los gobiernos de Bernardino Rivadavia y Juan Manuel de Rosas lucharon por la liberación de sus pares implementando, entre otros recursos, la gestión de fondos para comprar la libertad de esclavos, además de asistir a viudas, huérfanos y enfermos. A fines del siglo XIX, momento gobernado por la Generación del 80’ y cuyo principal exponente fue Julio Argentino Roca, nacieron los primeros sindicatos del país. Fue una etapa de intensas luchas sociales donde una incipiente clase obrera ya peleaba por sus derechos. Ante este panorama, el Gobierno resolvió promulgar la primera legislación social basada en la regulación del trabajo de mujeres y niños, el establecimiento de los domingos como día libre y la reducción de la jornada laboral. En el plano electoral, la práctica del fraude en las urnas terminaría recién con la sanción de la Ley Sanz Peña en 1914, que declaraba el sufragio universal, secreto y obligatorio para todos los hombres mayores de 18 años. Si bien significó un avance importante en lo concerniente a normativas cívicas, las mujeres debieron esperar algunos años más para poder gozar del derecho a votar. Entre 1916 y 1930, durante los gobiernos de H. Yrigoyen y M. T. de Alvear, la cobertura previsional se expandió a la mayoría de los trabajadores de los sectores públicos, bancarios y compañías de seguro; luego, se sumaron periodistas, gráficos, marinos mercantes y aeronáuticos. Sin embargo, los siguientes 15 años estuvieron plagados de casos de asesinatos y presos políticos. La reincidencia en el fraude electoral denotaba una democracia débil. altura que los hombres, para que reciban la misma estima, que tengan los mismos derechos y que no sufran discriminaciones a causa de la diferencia de género. Así, el 23 de septiembre de 1947, el Poder Ejecutivo promulgó la ley 13.010, estableciendo que “las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos...”. Cuatro años más tarde, las mujeres votaban por primera vez. Entre 1944 y 1955, bajo los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón, se inició el primer gran proceso de industrialización autóctona. Asimismo, el sistema previsional tuvo un gran desarrollo. En ese período, se produjo la masificación de la cobertura legal que abarcó al conjunto de los trabajadores (vacaciones pagas y aguinaldo) y se crearon las cajas de empleados de comercio, trabajadores de la industria, trabajadores rurales (Estatuto del Peón) e independientes, profesionales y empresarios, y trabajadores del servicio doméstico. Hoy, tal vez uno de los principales temas pendientes sea el trabajo no registrado, ya que aparece como uno de los tantos inconvenientes cuando se comparan tasas laborales de Argentina con la de países industrializados. Si bien en los últimos años hubo avances significativos en materia de derechos para aquellos que lograron insertarse en el mercado formal, también sucede que quiénes han estado en el servicio informal continúan aún hoy sin acceder a tales beneficios. Permanecer en la sombra del mercado laboral no solo retrasa el desarrollo humano de una nación sino además convierte a esas personas en mano de obra barata y descartable, pues al carecer de derechos no disponen de ninguna protección ante el empleador y debe someterse a su voluntad si quiere obtener un puesto. Fue una época donde las mujeres también vieron ampliados sus derechos. Alicia Moreau de Justo tiempo antes y Eva Perón después, se convirtieron en baluartes históricos de una lucha incansable por poner a las mujeres a la misma A medida que transcurría el siglo XX, el país fue padeciendo una serie de gobiernos autoritarios que perdurarían hasta el año 83´. Desde 1930 con el Golpe de Estado liderado por Uriburu, pasando por las Dictaduras del 43’, 55’, 62’ 66’ y 76’, incluyendo además la proscripción del Peronismo como partido, las únicas excepciones a tales recu- de los residuos de la Dictadura que pretendían volver al poder a fuerza de armas y de levantamientos militares, ofendidos por los juicios por crímenes de lesa humanidad que estaba llevando a cabo el gobierno durante los primeros años de gestión. En lo económico, una hiperinflación sin precedentes asedió durante dos años el salario de los argentinos. Alfonsín renunció meses antes de que finalizara su mandato. Carlos Menem fue la figura con la que el Peronismo retornaría al poder. Fueron dos gestiones -una de seis y otra de cuatro- del mandatario riojano, pues el Pacto de Olivos de 1994 disminuyó por dos años los períodos presidenciales, donde uno de los hechos más destacados fue la Ley de Convertibilidad que igualaba la moneda nacional con el dólar estadounidense. En 2003, crisis político-institucional de por medio y con cinco presidentes en una semana, Néstor Kirchner se convirtió en el nuevo mandatario. Lo sucedería Cristina Fernández de Kirchner, quien gobernó por los siguientes ocho años. rrencias fueron el breve lapso democrático bajo manejo Radical en los años 60, del que Frondizi e Illia formaron parte, y el gobierno peronista encabezado primero por Cámpora y luego por Isabel Martínez de Perón tras triunfar en las únicas elecciones realizadas en la década del 70. La vuelta a la democracia en 1983 tuvo a Raúl Alfonsín como figura estelar. El líder radical debió lidiar con severos problemas en dos frentes: en el plano político con la presión Hoy, el país presenta un futuro auspicioso para mejorar el potencial del desarrollo humano, cuyo logro depende pura y exclusivamente de la decisión política por parte del gobierno sin prescindir de los sectores sociales-, que acepte y afronte esos desafíos y que establezca una serie de medidas tendientes a promover una significativa dinámica de expansión en materia de salud, educación, trabajo, igualdad y justicia para sus habitantes, y de calidad institucional hacia el interior del propio Estado. El inicio de un nuevo año trae consigo una gama de posibilidades para mejorar aunque sea mínimamente las condiciones de vida de nuestros conciudadanos. Es fundamental para ello que nuestros gobernantes tengan gestos concretos y tomen decisiones sólidas a favor de las personas sin tierra, techo, trabajo, de los enfermos, desamparados y de aquellos que no tienen satisfechas siquiera las necesidades básicas. Es tiempo de que se trabaje en pos de pensar la dignidad personal y la plenitud espiritual no solamente desde la autosuficiencia y desde la atribución derechos sino también, y principalmente, a partir de las obligaciones y deberes; que se dirijan desde la propia persona hacia afuera, que contemple al otro, y que permita cultivar una concepción de la vida en un sentido más colectivo que individual. “En el plano individual y comunitario, la indiferencia ante el prójimo, hija de la indiferencia ante Dios, asume el aspecto de inercia y despreocupación, que alimenta el persistir de situaciones de injusticia y grave desequilibrio social, los cuales, a su vez, pueden conducir a conflictos o, en todo caso, generar un clima de insatisfacción que corre el riesgo de terminar, antes o después, en violencia e inseguridad. En este sentido la indiferencia, y la despreocupación que se deriva, constituyen una grave falta al deber que tiene cada persona de contribuir, en la medida de sus capacidades y del papel que desempeña en la sociedad, al bien común, de modo particular a la paz, que es uno de los bienes más preciosos de la humanidad” Papa Francisco – 1 de enero de 2016 En Argentina, así como en el resto de América del Sur, se sufren diariamente las consecuencias de esa “globalización de la indiferencia”. Se trata de una dificultad social que se ha ido masificando con el correr del tiempo y cuya merma depende pura y exclusivamente de lo que puedan hacer las propias personas, pues son ellas las que gobiernan las naciones, dirigen medios de comunicación o tienen responsabilidades de tipo educativo y formativo. En este aspecto, en F.E.P.E.S.N.A. trabajamos en la consolidación de los conceptos que creemos incluyen a aquéllas deudas que obstaculizan el progreso democrático, desarrollando fundamentos con base en la pluralidad de voces -que involucre tanto a áreas de gobierno como a ramas de la sociedad civil- y priorizando siempre necesidades coyunturales, o sea, aquéllas más urgentes del momento. Expondremos algunos de los temas que serán de gran valor para la agenda anual de nuestra Fundación. Esperamos surjan oportunidades de trabajar en conjunto con políticos, funcionarios, académicos y sindicalistas de envergadura para analizar, evaluar y sopesar alternativas que nos permitan hallar las mejores soluciones a las problemáticas actuales del país. Ideas y propuestas para el fortalecimiento democrático Durante estos 200 años hubo un amplio abanico de líderes, formas y formatos de administración. Desde ya, hubo figuras que fueron más representativas que otras, sea por liderazgo personificado, por logros democráticos o por haber sido pioneros en procesos de crecimiento político y económico. Actualmente, presenciamos un cambio de gestión partidaria, ideológica y administrativa-, liderada por el presidente Mauricio Macri. La necesidad de que la ciudadanía recupere credibilidad tanto en la política como en quienes la ejercen es evidente, pues luego de los 90’ los argentinos han pasado a tener y mantener un visible descreimiento en sus funcionarios, dirigentes y líderes partidarios, producto de la crisis institucional de 2001 y de los innumerables casos de corrupción que saldrían a la luz tiempo después. Por eso, aquéllos que son hoy parte de la actividad política necesitan volver a ganar la confianza de sus dirigidos, y ello será posible únicamente si se reconoce con franqueza la intención de fortalecer la relación entre el Estado y la Sociedad Civil, remarcando el convencimiento de que esta alianza estratégica es imprescindible para concretar las reformas institucionales necesarias que llevarán al desarrollo de una democracia legítima, transparente y eficiente. Otra de las herramientas que podrían contribuir a la integración nacional es la elaboración de un nuevo esquema de Coparticipación Federal. Apuntar a establecer innovaciones en las políticas de distribución de recursos para las provincias -evitando a su vez que ésta sea su única fuente de ingreso- significaría para los gobiernos regionales, trabajando siempre en conjunto con el Estado Nacional, la posibilidad de fomentar el desarrollo de las economías autóctonas, promover su estabilidad fiscal e incentivar la producción propia. En cuanto al plano social y laboral, entendemos que el capital humano determina las posibilidades de crecimiento de un país y de construir una sociedad más equitativa. En Argentina, los cambios demográficos y etarios y las constantes modificaciones de las variables migratorias internacionales, reconfiguran el mercado de trabajo afectando notoriamente los índices de oferta y de demanda. Sin embargo, pese a estas alteraciones, hay una máxima que se mantiene: las desigualdades que afectan principalmente a mujeres y jóvenes, por un lado, y el trabajo precario e informal, por el otro. En materia de logros sociales, Argentina es un país que ha mejorado sus bases producto de la decisión de erradicar el sistema de capitalización administrado por las AFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) y unificar la estructura del sistema previsional en el régimen público de reparto. No obstante, todavía no es suficiente. Como desafío para los años venideros, y más aún en el marco del Bicentenario, el sistema previsional se encuentra lejos de abonar el desarrollo económico-social en forma ideal, ya que actualmente la brecha de desigualdad social continúa extendiéndose cada vez más. En materia de Educación, es sabido el valor que tiene para una sociedad perfeccionar sus sistemas de aprendizaje. Hoy, es un servicio que parte de los presupuestos provinciales y donde, producto de las diferencias de recursos económicos y humanos que existe entre las mismas, los problemas en los procesos de educativos son tan numerosos como diversos. La Justicia es uno de los tres poderes que conforman el Estado. Por ello, debe estar al servicio de la ciudadanía, garantizar el cumplimiento de sus derechos y velar por el ejercicio de sus libertades. Estos valores son, desde siempre, puntales esenciales para el cumplimiento de la igualdad en los tratos sociales y fundamentales a la hora de pensar los cimientos para una modernización del Sistema Judicial. Tras doscientos años, las dificultades que giran en torno a la justicia continúan colocándola en el centro del debate, en una sociedad donde las desavenencias están a la orden del día. El abordaje de esta problemática refleja que, aún hoy, la Justicia es cuestionada por tres principales motivos: falta de celeridad, inmediatez y eficiencia. Tanto en niveles primarios, secundarios y universitarios, los bajos rendimientos y la falta de inversión en el campo de la educación marcan una tendencia deficitaria cada vez más acentuada. Las tasas de repitencia, sobreedad y abandono son en algunos casos alarmantes. Esto tiene como efecto principal una incidencia negativa en el desarrollo de los proyectos de vida de los ciudadanos porque dificulta el cumplimiento de objetivos y metas personales a futuro. En tal sentido, la reforma de la justicia argentina debe comprender una propuesta basada en lograr un acercamiento a la sociedad. Una justicia verdaderamente representativa sería la que promoviera la consolidación de las instituciones y que acompañe proyectos de desarrollo sostenido en relación a lo político, social, cultural y económico, planificados y ejecutado previamente por los poderes legislativo y ejecutivo. Asimismo, si los programas de aprendizaje flaquean y si merma el aumento de los índices de matriculación se torna tanto más difícil capacitar profesionales para insertar definitivamente a la Argentina dentro de la Sociedad del Conocimiento, condición fundamental para competir en la carrera global hacia la innovación de los procesos productivos En cuanto a la Política Internacional, nos encontramos ante el dilema de con quiénes relacionarnos hacia afuera. A principios del siglo XX, Gran Bretaña, y luego de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, fueron los socios económicos más cercanos hasta que Argentina comenzó a contemplar oportunidades comerciales con países vecinos -se es una gran oportunidad para acrecentar el desarrollo humano, Argentina debe tratar de abrirse hacia todas las regiones y, antes que generar confrontaciones, sería conveniente mejorar el trato con los referentes políticos foráneos. Aprovechando el año del Bicentenario de la Independencia Nacional y la llegada de un nuevo gobierno a la presidencia, resulta oportuno debatir sobre estas problemáticas y establecer una serie de prácticas que nos permitan saldar las cuentas pendientes que luego de 200 años todavía perduran; exigiendo un rol activo del Estado y fortaleciendo instancias de diálogo y consenso entre la sociedad política y la sociedad civil. creó el Mercosur en 1994- y a ver a Wall Street con buenos ojos al momento de acudir a préstamos e inversiones. Esa constante se mantuvo hasta entrado el nuevo milenio, pues por decisión del gobierno de turno se prescindiría de los consejos norteamericanos para iniciar tratativas con los países que habían conformado el BRIC (Brasil, Rusia, India, China). La globalización acelerada que atraviesan nuestras sociedades da como consecuencia una mayor interdependencia entre las naciones. Y esto se pone de manifiesto en la expansión y profundización del vínculo entre ellas, así como también en los efectos que produce en sus instituciones, grupos sociales y personas. Si la globalización F.E.P.E.S.N.A. - Año 2016