boletín de medicina - Hemeroteca Digital

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SEGUNDA SERIE.
BOLETÍN
DE MEDICINA,
CIRUJÍA Y FARMACIA
PERIÓDICO OFICIAL DE LA SOCIEDAD MÉDICA GENEHAI. DE SOCORROS BIÚTUOS.
Madrid 10 de Abril de 1 8 4 1 .
RESUMEN.
MEDICINA PRACTICA. Investigaciones sobre la auscultación del
celebro.=C1RUJIA PRACTICA. Observaciones sobre algunas operaciones de estrabismo hechas en Paris.=MATERIA FARMACÉUTICA.
Descripción é historia natural médica de la sustancia que viene del
Brasil con el nombre de guaraná.=SOC1EDAD MEDICA GENERAL UE
SOCORROS MUTUOS.=VARIEDADES.
MEDICINA PRÁCTICA.
Investigaciones sobre la auscultación
del celebro, por el Dr. Fisher de Boston.
(Concluye el artículo inserto en el número anterior.)
tí. Observaciones de ruido de fuelle cefálico en la simple
congestión cerebral.
Observación III.—Una niña natural de Watertown, de
edad de 4 años, cayó de una ventana de un piso segundo el verano de 1832 y se hirió la cabeza con una pared de
ladrillos, perdiendo el senlido de suerte que se la creyó
muerta. La vi en este estado á instancias de su médico el
Dr. Horsmer. El ruido que se oia en su cabeza era distinto
de los que se producen en la respiración y voz, siendo isochroño con el pulso arterial. Se pusieron en juego por espacio de toda la noche activos medicamentos, y á la mañana siguiente ya parecía mas aliviada. El ruido de fuelle
se oia aun en la cabeza, pero menos fuerte que la víspera .
El Dr. Horsmer continuó á instancia mia auscultando
la cabeza de la niña, y me dijo que continuó percibiendo el
ruido mientras duró la estilación, desapareciendo graduadamente con los síntomas inflamatorios.
La niña curó completamente y en el dia goza de buena
salud.
Observación IV.—Poco tiempo hace que fui llamado á
visitar un niño que acababa de caer de un piso segundo
sobre un tablado, subintrándosé los huesos del cráneo : le
vi una hora después de este incidente, y ya habían desaparecido parte de los primeros accidentes, no obstante le
duraba el sopor. Acercando mi oido á su cabeza oí fácilmente el ruido de fuelle áspero y bronco como en el caso anterior," correspondiendo á los latidos del pulso.
VARIEDADES.
Quien hag'a aplicaciones ,
con su pan se lo coma.
Hace mas de dos meses, reverendo padre Alpargatillas,
que escribí á usted cuatro parrafillos sobre nuestra antigua
correspondencia, incluyéndole ademas una esquelita para
el Sr. O. Bonifacio G. Bastilles, autor del artículo de 28
de noviembre de 1840, inserto en el Boletín de 10 de diciembre y algunas razones en satisfacción al Sr. A. R. T.,
suscritor de un comunicado que se halla en el Boletín de
:iO del mismo diciembre. He estado todo este tiempo aguardando que la Redacción de este periódico lo publicase todo, ú en caso de rio querer hacerlo , manifestase en estracto que yo habia contestado ; pero no habiendo sucedido ni
Tomo II.
A las veinte y cuatro horas habían desaparecido casi
todos los accidentes y también el ruido de fuelle.
He observado con mucha frecuencia este fenómeno de
auscultación en muchos casos que se notaba una congestión
cerebral bien manifiesta. Todos los prácticos saben que la
dentición, cuando se hace con lentitud y pena, produce una
escitacion cerebral y arteria! con cierta predisposición á
convulsiones. En toctos estos casos los órganos intracranianos se hallan en estado de congestión, porque se observ-a
el ruido de fuelle en la mayor parte de ellos, es decir,
en proporción de seis á diez, basta haberlo oido una vea;
para no desconocerlo jamás; por lo regular es bronco y áspero semejante al ruido que hace una escofina y se oyó
por toda la cabeza, pero especialmente al nivel de la fontanela cuando no está enteramente obliterada.
He anotado algunos c.isos interesantes en que existía este ruido de fuelle, en tanto que se hacia dificultosamente
la primera dentición. Esto me ha hecho ver que durante
esta función hay por lo regular una congestión cerebral
que se puede disminuir notablemente por medio de la incisión de las encías. Jamás he observado en los niños el
ruido de fuelle antes de principiar la dentición, á escepcion
délos casos de enfermedades cerebrales, y cesa inmediatamente que la dentición se ha verificado. En ios casos en
que media algún tiempo entre la aparición sucesiva de los
diferentes dientes, aparece y desaparece el ruido de fuelle
con el trabajo de la dentición. Cuando se lia acabado la p r i mera dentición , desaparece enteramente y aparece muy
raras veess durante la segunda. No obstante, lo he visto
en tres ó cuatro casos durante esta segunda époci, p e ro jamás en los adultos a no estar atacados de una verdadera afección cerebral.
En la dentición de los niños, cuando se presenta ests rui
do de fuelle, basta algunas veces hacer una incisión en las
encías para que desaparezca. Hace algunos días que fui
llamado á visitar á un niño que padecía convulsiones causadas por la aparición de los dientes. Le encontré pálido,
enteramente decaído y acababa de padecer una fuerte y larga accesión de convulsiones. Advirtiendo que se oia con mucha fuerza el ruido de fuelle en toda la cabeza, hice una
incisión inmediatamente en las encías que aparecían hinchadas y doloridas. El niño esperimenló un pronto alivio, y
pasó la noche con mas tranquilidad que las anteriores.
Auscultando la cabeza á la mañana siguiente ya no advertí el ruido de fuelle que en el dia anterior era tan fuerte.
También he observado el ruido de fuelle en los casos
lo uno ni lo otro ( i ) , me veo en la precisión de tomar de
nuevo la pluma, aunque mi cualidad de anónimo podría
dispensarme de la cortesía de responder; pero ademas de
que no lo soy para todos, mi amor á la verdad y mi d e seo de que no haya mala inteligencia entre los que aun sin
conocerse deben ser amigos, me impulsa á ello.
Ante todas cosas, quiero que tenga entendido el señor
D. Bonifacio que aprecio sobremanera sus buenos deseos y
su pundonor; pero permítamele diga que este ha prevalecido sobre su lógica, y le ha hecho sacar una inducción
general de una proposición particular, i Dónde ha visto
que yo traté á la clase toda de cirujanos con poco miramiento? ¿Dónde ha encontrado esos ataques bruscos que
hacen hervir la sangre de los cirujanos que tienen el debido y conveniente pundonor, inspirado por su profesión,
su educación doméstica y literaria y de gra% mundo? ¿De
dónde ha inferido que yo zahiero ni pongo en ridículo á
(I) La redacción no ha recibido el escrito á crua se refiere Fray
Anónimo, y mal pudiera haberlo publicado.
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