ElGuapoylaBestia UnCuentodeHadasconCambiodeGéneropara Adultos PorAJTipton DerechosdeAutor©AJTipton2015ElderechodeAJTiptonaseridentificadacomolaautora de este trabajo ha sido confirmado por ella de acuerdo con los Derechos de Autor, Designs and Patents Act 1988 (Ley de Derechos de Autor, Diseños y Patentes de 1988) (u otra ley similar, dependiendo de su país). Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida,almacenadaenunsistemaderecuperación,otransmitidaenningunaformaoporningún medio(electrónico,mecánico,fotocopias,grabacionesuotromedio)sinelpermisoprevioporescrito delaautora,exceptuandocasosdecitasbrevescomopartedereseñasoartículos.Nopuedeser editado, modificado, prestado, revendido, alquilado, distribuido o circulado de alguna otra manera sin el consentimiento por escrito de la editorial. Los permisos pueden ser obtenidos de [email protected] Unafiguraempapada-de-lluviaentrópateandolapuerta,rociando deastillasyaguatodoelpisodeduelarecién-trapeado. —Bienvenida a casa, Mamá —Quinn dijo, sin levantar la mirada, mientras preparaba un conejo para la cena. Él resistió la urgencia de suspirar desanimado a causa del piso ahora-sucio, que él tendría que volver a lavar. Madre ya viene enojada; no hay necesidad de atizar su temperamentoconmisquejas. La casa que él compartía con su madre era modesta: solo una habitación principal que servía como cocina, sala y vestíbulo con una recámara pequeña por un lado. Quinn estaba orgulloso de ser capaz de mantenerla inmaculada, a pesar de los constantes esfuerzos de su madre paraserlomásabusivaydesconsideradaquelefueraposible. ConBeatrice,lamadredeQuinn,nosepodíaandarjugando.Ella erabajadeestaturaydeedadavanzada,peroteníaunladomalvadoyuna habilidad con el cinto, que le había servido bien siendo viuda con dos niños.Tambiénteníaunhistorialdevenderasuspropioshijoscuandosu cuentaenlataberna,seelevabademasiado.Quinnapenassirecordabaasu hermana,tansolounvagorecuerdodevocesfuertesyenojadasdesdela otrahabitación.Peroaquéldía,hacequinceaños,cuandosumadresefue con su hermana y regresó con cuatro cabras y una sonrisa victoriosa, quedómarcadoensumemoriaparasiempre.Elrecibíaunapostaldesu hermana cada año, más o menos, diciéndole que estaba bien, pero ella nunca contestó a la súplica de Quinn para llevarlo con ella. Después de unos pocos años, él dejó de pedírselo y en vez de ello, se concentró en hacersetanvaliosoeimprescindiblequesumadrenuncapudieradarseel lujodevenderlo. —Quinn, ¡ya termina de hacer la cena! —Beatrice gruñó a través desusdientesamarillentos.Dejócaersuchalenlodadohechobultoenel suelo—.Escuchamientrascocinas.Tengounasbuenasnoticiasparati— ella giró su cabeza hacia un lado, exprimiendo su largo cabello gris. El charcoformándoseasuspieseralodosoconunbrillograsoso. Mierda.AQuinnselehelólasangre.Laúltimavezquesumadre habíausadolafrase“buenasnoticias”fuecuandoélperdióasuhermana. Loúnicoquepuedoesperaresquepormí,deperdidohayaobtenidoseis cabras. —Miniño,tuviejamadresehaencontradoconunaoportunidad para ti. Estaba teniendo una encantadora caminata por el bosque cuando cayóesaterribletormenta—Beatricedijo. Quinn trató de mantener una expresión neutral en su rostro. Beatrice era un notable-cliente frecuente de la taberna del pueblo. Sus “caminatas por el bosque” para nada eran tomar aire fresco y hacer ejercicio,eramásbienunadesviaciónhaciaunatambaleante-borracheray todo mundo lo sabía. Quinn sabía que corregir ese punto solamente la enfurecería. —Encontré un castillo abandonado y me guarecí ahí hasta que lo peor de la tormenta pasó —ella miró al lodo, el charco, y la capa empapadaenlaentradayapuntóconsudedoretorcido—.¡Limpiaesto! Quinnsaltóparaponerseenacción,trapeandoeldesastre.—Meda gustoqueencontrasterefugio.Latormentafuebestial. —Estoy segura de que te sentiste enfermo de la preocupación — Beatriceescupió—.Nisiquierapensasteenirabuscaratupropiamadre en tremenda tormenta. ¡Yo estaba pensando en ti! —Ella se sentó a la pequeñamesademaderaenmediodelahabitaciónehizounademánpara queQuinnletrajerasusalimentos—.Ahí,habíaunfinoarcomontadoen la pared junto a una aljaba llena de flechas —Beatrice hurgó sus dientes con una de sus uñas mugrientas—. ¿Puedes imaginarlo? ¡Como alguna clase de decoración inútil! Era claro que tendría un mejor uso poniendo comidaenmimesa. Ohmierda,selorobó.Quinnlepasóasumadreunplatodeconejo yvegetalescocidos,dándosemediavueltaparalimpiarlasencimerasdela cocinadetrásdeél.Unimpresionantearconuevoseríaincreíble,perolos hombros de Quinn se tensaron. Beatrice era una astuta vieja bruja, pero teníaquehaberhabidoconsecuenciasporsaquearlacasadeunextraño. —La tormenta se tranquilizó y ya había terminado de tomar mi descanso así que me imaginé que solo tomaría el arco y me iría —ella empujó la comida en su boca mientras hablaba, enviando pedacitos volando a lo largo de la mesa—. Estas gentes llegaron de quién sabe dónde.Unamujereleganteconungeniodelocura… Miraquiénhabla.Quinnhizounamueca. —…yesararaquesiemprevienealpueblo.¿Mira? —¿Mirror?—LaesperanzasurgióenelpechodeQuinn.Mirror vivíaenalgúnlugarenelbosquequerodeabasupueblo,yocasionalmente lo visitaba para adquirir provisiones. Ella era una visitante bastante regularparaserunrostrofamiliar,perolosuficientementeforasterapara que los pueblerinos la hicieran pasar malos ratos. Quinn siempre había admiradoloamableypacientequeellaeraparaenfrentaralgunosdelos comentarios más idiotas que llegaban por su camino. El hecho de que Mirroreraunacompletamaravilla,ciertamentequenohacíadaño. —Loquesea.Nombretonto,chicatonta—Beatricesepusodepie ysesirvióunvasodealgodecolorcafé,tanfuerte,quehizoquelosojos de Quinn lagrimearan estando al otro lado de la habitación. — Aparentemente el castillo no estaba tan abandonado como yo pensé, y la dueñaestabairracionalmenteenojadapormipresencia.Perra—ellatomó unrápidotragoasubebida,consurostrocontorsionadoporelsabor—. LachicaMirrordijoalgoacercadetiydequetúysuamahacenbuena pareja,asíquesemeocurrió,esoeseso. — ¿Qué es qué? —la sensación de un presentimiento aumentó en Quinnconcadapalabra. —Tevasapoderquedarconeseelegantearcoqueyoqueríapara ti,soloquelotendrásqueusarenelcastillo—otrotragodesapareciópor lagargantadeBeatrice—.Elcastillodondevasavivir—ellíquidocafé desaparecióenuntrago—.Parasiempre. —¿Mevendisteporunarco?—Quinndeseóestarsorprendido. — ¡No! —Beatrice sonrió cálidamente—. No, mi niño, por supuesto que no. ¡Te vendí por esto! —Ella levantó un gran morral, pesadoyllenoconbrillantesmonedasdeoro. Esovalemuchomásquecuatrocabras.Eraunavictoriaextrañay triste, pero Quinn estaba listo para tomarla. Después de veinticinco años denegligenciayabuso,uncambio,aúnsieraparaobligarloporcontrato aserlaservidumbredeunextraño,sonabacomounaliviomaravilloso. —Carajo —finalmente él habló, lanzando al suelo el trapo sucio quetraíaensumano—Iré. *** Sophie estiró el espejo de aumento para acercarlo a su rostro mientras agarraba las pinzas como si fueran un arma para poder sacar todosesostercospelosnegros;nuncadesaparecían,noimportabacuantas vecesellaselossacaba. Jodidamaldición.Jodidohechicero. Unadamanodecíatalesobscenidadesenvozalta,peroellapodía pensarbastanteenellas,dentrodesucabeza.LamadredeSophielahabía entrenado agresivamente acerca de lo que una dama debía ser: hermosa, distante, recatada, aguzada. Como un cuchillo. —Una dama es como un escalpelo:afilado,perohermoso—noesexactamenteelconsejoquecada niñita espera aprender en el regazo de su madre, pero como su familia tenía mucho tiempo de haberse ido, todo lo que ella tenía eran los recuerdosdecrianzadehacemuchotiempo. NadahabíapreparadoaSophieparalamaldición,hacediezaños. Mierda.Mierda.Mierda.Laspalabrassesintieronbiendentrodesu cabeza,lasconsonantessordasacentuandosusjalonesenlosúltimostres pelos. Ella pasó la punta de sus dedos bajo su barbilla, sonriendo a su reflejo.Sucabellocastañoestabaamontonadoenestilosascapassobresu cabeza,suscejasmedias-lunasgemelas,ysubocarojabrillante,pequeña y femenina en vez del hocico de una bestia babeante. Gracias dioses del maquillaje. Ella suspiró y dejó el espejo a un lado. Tenía menos de dos horasparaapreciarlasensacióndeserhermosahastaquelamaldiciónla alcanzarayseconvirtieraenbestiaotravez. —Viene cabalgando hasta el portón —Mirror dijo, abriendo la puertasintocar.Enelcastillo,nadiemásseatreveríaaabrirlapuertade suhabitación,peroMirroreraunaexcepciónacasitodaslasreglas. —¿Estásseguraacercadetodoesto?—Mirrorpreguntó,cerrando la puerta para que nadie más pudiera oír—. Cuando avalé que él era un chicodecente,realmentenopenséquetúharíasuntratoconesahorrible mujerparacomprarlo.Vamos,¿realmentepiensasqueélpodríaromperla maldición?Hahabidotantospretendientes.Todoselloshubieronfallado. Algunavezhasconsideradoquequizás… Sophielevantósumano,cortandolaspalabrasdeMirrorantesde quecomenzaraconlamismaviejacantaletaacercadecómoSophieestaba malinterpretando la maldición. Mirror no hubo estado ahí. Mirror nunca podríaentenderloquesesentíaelvivirconunapoderosamagiaafectando cadamomentodesuvida. —Sé que tus intenciones son buenas, Mirror, pero por favor, guárdatetusteorías—Sophielediounaúltimamiradacríticaasureflejo ysepusodepie,enderezandolasfaldasdesuvestidoparaquecayeranen sedosas y gráciles ondas. —Este es el Número Trece. ¿No es el trece un númerodelasuerte? —No, no es —Mirror dijo, con un profundo suspiro y cruzando sus brazos mientras fruncía el ceño mirando a su ama. Sophie alzó una cejamirándola,unainvitaciónparaqueMirrordijeraloquepensaba.La mujersepondríainsufriblehastaquetuvieraoportunidaddedecirlosuyo. —Essoloquepiensoquetodoestoesunpocobarbárico.¿Enserio necesitas salir con estos chicos teniéndolos prisioneros aquí? ¿No sería más sencillo ir al pueblo, andar en unos pocos bares, o ir a algunos festivales de cosecha? —Ella caminó hacia Sophie para masajear sus hombros,susdedossesentíanimpresionantementepersuasivos,ySophie dejó escapar un pequeño gemido mientras se recargaba en las manos de Mirror—. Tú sabes, ¿simplemente conocer gente de la manera normal? ¿Realmentetienesquecontinuarconestetratodete-encarcelo-hasta-quete-enamores? Sophie se retiró de Mirror. —Se te olvida que, no soy normal. Seríaunabestiaasquerosaparacuandolleguealpueblo,túlosabes.¿Qué hombrepodríaenamorarsedealgotanhorroroso?Hagoloquetengoque hacer. Sophie podía oír los trotes secos de las herraduras sobre el empedradoquellevabaalcastillo.Élestabaaquí.Ellasujetósuabdomen, alasmariposasquerevoloteabanensuestómagocadavezqueunnuevo rompe-maldiciones potencial llegaba. Ninguno de los primeros doce había roto su maldición por medio de actos de amor verdadero, y probablementeestenoseríadiferente.Aunasí,Sophienopodíadetenerla bolita de esperanza que crecía en su pecho mientras soñaba en vivir con libertad,finalmente. —Nuncasesabe—Sophiedijo,tantoasímismacomoaMirror—. Puedequeélseaelindicado.Dimeotravez,¿cuálessunombre? —Quinn—Mirrordijo. —Megusta.Suenacomogin,ginebraenlenguaantigua.Esesilo recordaré—SophienopodíarepetireldesastrequetuvoconelNúmero Nueve,cuandoenlacama,ellagritóelnombredelNúmeroOcho.Fuetan vergonzoso—. Ve a abrir la puerta principal, estoy lista —Sophie dijo, dirigiéndosealapartesuperiordelasescaleras. —Sí, seguro. Se me olvidó lo de tu entradadramática. Solo que esta vez, no te tropieces con tus pies —Mirror dijo, sonriendo ligeramente. —Eso solo me pasó una vez —Sophie dijo entre-dientes. Con el NúmeroCinco;Mirrornuncaloibaadejarporlapaz. —Dos veces —Mirror dijo, bajando a saltos la escalera con sus prácticoszapatosdepisoantesdequeSophiepudierajalarleelcabelloen retribución. Sophieseagachódetrásdeunacolumna,escuchandoalsonidodel NúmeroTrece,Quinn,comogin,serecordóasímisma,golpeandoenla puertayMirrorhaciéndolopasar.Sophieesperóunmomentoparaquesu invitado pudiera admirar la rica decoración del vestíbulo y los grandes retratosdesufamilia,lasostentosasalfombrasimportadas,lasmolduras doradasalrededordelosmarcosdelaspuertas,loscandelerosdeplata,y el adornado reloj de pie. Entonces ella se deslizó desde atrás de la columnaydescendióporlasescaleras. Sophie abrió sus brazos ampliamente, consciente de cómo el movimientopresionabasuspechosempujándolosmásaltoensucorséy haciendoquesusbrazossevierandelicadosyfemeninosbajosusmangas colgantes. —Bienvenidoamihumildemorada.Esperoquedisfrutestutiempo aquí —ella dijo, profundizando su voz en un ronco ronroneo. A los hombres les encantan los ronroneos roncos. Todo estaba en los libros sobre seducción—. Sr. Quinn, es un honor que haya venido a quedarse aquí—aloshombrestambiénlesgustaserhalagados. CuandoSophietuvounamejorvistadelNúmeroTrece,ellasintió quesusonrisaforzadaseampliabaenunasonrisamásgenuina.Este,era espléndido.Detodoslospretendientesquehabíanfalladopararomperla maldición, éste era por mucho, el más hermoso: alto, cabello castaño rizado,unafuertebarbilla,sumamentemusculoso,yunosojosmásazules queelcieloenprimavera. Hola,bonito. —Mi querida amiga, Mirror, me dice que eres tan bondadoso como guapo —Sophie dijo, tratando de evitar un estremecimiento. Demasiado expresiva, demasiado desesperada. Oh dios. Tratando de disimular,ellaextendiósumanohaciaélparaquelabesara. Quinn miró rápidamente, por un segundo, a Mirror, antes de plantar un beso en las puntas de los dedos de Sophie, lo que disparó deliciososcosquilleosporsubrazoyabajohastasuesencia. —Gracias,milady.Esperoserdeutilidadadicionalparasuhogar —Quinndijo,suvozgraveyseductoracomounarroyodelbosque. —Porfavor,señor,soyLadySophiaChase.Peroesperomellames Sophie —Sophie dijo, pasando su brazo por el codo de él y maravillándose por los duros músculos bajo su chaqueta—. Permíteme darteuntour—ellamiróaMirrorduramente—.ASolas. Mirror se encogió de hombros y le hizo una señal alentadora de “pulgares hacia arriba” a Quinn, quien por su mirada confundida, en realidadnosupocómointerpretarlo.Sophiegolpeóligeramentesubrazo. —Notepreocupesporella.Tengomuchascosasqueenseñarte. Quinnnoparecíamuyimpresionadoconlabibliotecadetrespisos dealtura,oeltamañodelascocinas,odelosjardines,odecualquierade las otras suntuosas áreas del castillo. Había habido un chico que amaba tanto la biblioteca que no tenía tiempo para Sophie y ella lo envió lejos conunanovelatodavíapegadaasurostro.Otroestabaencantadoconsus enormes jardines y plantó con coloridas rosas una sección entera. Ella había esperado en ese momento, que fuera una señal de que quería quedarse.Unaesperanzatonta,porsupuesto.Ellosnuncasequedaban. La única cosa en la que el chico nuevo parecía estar interesado eran las repetidas discusiones de los sirvientes. Los sonidos de otra discusión flotaron a través del castillo y él se detuvo a medio-paso, una expresiónpreocupadaensurostro. —¿Siempresegritanunosaotrosasí?—élpreguntó. NúmeroTrece,Quinn,necesitorecordarquesunombreesQuinn. —¿Dequéhablas?—Sophiedijo,mirandoalrededor.Lasúnicas otraspersonasenelpasilloeranelamadellavesylacocineradepie,en la parte superior de las escaleras principales. El ama de llaves, la Sra. Ladium,eraancianaysufamiliahabíaservidoenlacasadesdesiempre; suhijotrabajabaenlosestablos.Lacocinera,Macy,erabastantecoqueta, la clase de monada alegre que Sophie sabía ella nunca sería, aún con su intensorégimendiariodebelleza.SophieodiabaunpoquitoaMacypor su piel impecable, pero era difícil apegarse a esa emoción cuando Macy quedabaatrapadaenelfuegocruzadodelamaldicióndeSophie. — ¡Yo siempre ando limpiando tras de ti! —la vieja gritó, lo suficientementefuertequeloscristalesdeloscandileschocabanentresí. —Sinotegustacomomanejomicocina,¡entoncesnoentresahí! —la joven mujer le gritó en respuesta. Normalmente, tenía una voz encantadora como una campana, pero cuando se molestaba, lo cual era casitodoeltiempodesdequecayólamaldición,suvozteníaelraspante maullido de un gato en celo. Todos los sirvientes, con excepción de Mirror, estaban atrapados en un ciclo interminable de peleas repetidas, liandolasmismasdiscusionesunayotravez. — ¡Si pasaras menos tiempo enredándote con cada hombre que ves,tendríamenosdesastresquelimpiartodoslosdías!—LaSra.Ladium sacudióunsuciotrapoenelrostrodelamujermásjoven. Quinn tocó suavemente el brazo de Sophie y ella saltó. Sus pretendientescasinuncaerangentiles. — ¿No debería hacer algo al respecto? —Él dijo, haciendo un ademánhacialasdosmujeres—.Realmentesevenmuymolestas. Sophie se encogió de hombros. —Ellas siempre están gritando acercadealgo—ahoranoeraelmomentoparaexplicarlelamaldición.El momentoparaesasexplicacionesteníaqueserperfecto.ElNúmeroDos casicorríahacialapuertaantesdeellaterminardecontarleloquehabía pasadohacetantosaños,cuandoeltiempodejódeavanzarenestecastillo maldito. —¿Yeljardineroyelmozodelestablo?—Quinndijo—.Cuando estuvimos afuera en los jardines, ellos estaban gritando y peleando a golpes.Nisiquieralonotaste. Unestruendosonódesdelaotrahabitación,yQuinncorrióhacia él.Sophiesuspiróylosiguió,justocuandoelplatóndeplataquelaSra. LadiumlelanzóaMacy,volóhaciaabajoporlasescaleras. — ¿Por qué no simplemente lo admites? —decía a gritos, una mujerdesdelaotrahabitación,seguidodeunsegundoestruendo.Sophie hizounapausaenlaentradaparaarreglarsuvestido,mientrasQuinnnola veía. Hillary, la esteta de Sophie, estaba de pie con sus brazos en alto, sosteniendouncandelero,listaparaaventarloalhombreagazapadoenuna esquinadelsalóndebaileconsusmanosprotegiendosucabeza. — ¡Te juro que yo no tomé tu puto tinte de cabello! Soy el jardinero;¿paraquécarajosquerríatintedecabello?—élchilló. Grandioso. Hillary y Aarón están iterando, otra vez, Sophie suspiró. — ¿Esperas que te crea que tu cabello es de ese tono de negro naturalmente? ¿Piensas que simplemente puedes robarme, Aarón? — Hillary lanzó el candelero y rebotó en la pared, dejando una abolladura nueva, en la pared ya llena de marcas de cientos de abolladuras por la estúpidaiteraciónsinsentidodeHillaryyAarón. —¡Porfavor!¡Porfavor,deténganse!—Quinngritó,corriendoa ponerseentreellos—.Estoesunalocura.¿Quépiensasquehizoestejoven hombre?—élpusosusbrazosenaltoentreellos,peroHillaryestabaen unaiteración,asíqueellanopodíaverlo. —¿Porquénosimplementeloadmites?—Hillarygritó,sujetando un candelero idéntico que había reaparecido en el lugar donde hubo descansadoelprimeroqueellahabíalanzado.Sophiesesintióagradecida por un segundo de que la magia de la maldición reemplazaba todas sus posesiones rotas durante las iteraciones de la maldición. No le habría quedadonada,porlaformaenquelossirvientesdiscutíantodoeldía. — ¡Te juro que yo no tomé tu puto tinte de cabello! Soy el jardinero; ¿para qué carajos querría tinte de cabello? —Aarón volvió a decir. —¿Quélesestásucediendo?—Quinndijo,agachándosefueradel caminocuandoHillarylanzóelcandelero. Sophiesuspiró.—Estániterando.Esloquesucede. — ¿No puede detenerlos? —Quinn dijo, mirando a Hillary y Aarón. El estruendo del platón cayendo por las escaleras otra vez, en la otra habitación, lo hizo saltar—. ¿Las dos en las escaleras también están iterando? —¿Porquénosimplementeloadmites?—Hillarygritóotravez, sujetandoelcandeleroregenerado. — ¡Te juro que yo no tomé tu puto tinte de cabello! Soy el jardinero;¿paraquécarajosquerríatintedecabello? Quinncontinuómirandohorrorizadoalaestetayaljardinero. —Bien, si esto te está molestando… —Sophie suspiró y caminó adentrándoseenlahabitaciónhastaquepudocaptarlamiradadeHillary. Hillary se miró confundida por un segundo, y luego bajó el candelero. Sophie mantuvo el contacto visual con ella y dijo con voz firme: — Hillary,vearribaycomienzaaprepararelnuevolotedecremaparaojos. Senosestáterminando. Hillary asintió e hizo una reverencia, sonriendo como si todo estuviera bien con el mundo. —Absolutamente, mi lady, comenzaré con ellodeinmediato. SophieasintiómirandoaAarón.—Ytútambién,regresaatrabajar —ellameneósumanoyAarón,dificultosamentesepusodepie,haciendo unaprofundareverenciaantesdeesprintarporlapuerta.Ellasolodeseó que Aarón no viera al mozo del establo, Chad, antes de que regresara a trabajar.Suiteracióneraruidosa. Sophie se limpió las manos, una con otra y se dio media vuelta hacia Quinn. —Bien, ahora que nos deshicimos de ese desagradable asunto,quieromostrartelaúltimaparadaennuestrotour.—Ellacaminó saliendo de la habitación, dando un vistazo sobre su hombro para asegurarse de que Quinn todavía la seguía. Él no le estaba poniendo atención.Corriósusdedossobrelasecciónarruinadadelapared,donde el papel tapiz estaba cortado y los paneles de madera lastimados por los impactos repetidos del candelero siendo lanzado con toda la fuerza de Hillary. —Ven conmigo, Quinn —Sophie dijo, tratando de ocultar la impacienciadesuvoz. Ellateníalaintencióndellevarloarribaporlaescaleraprincipal. Erapormucho,larutamásimpresionanteasudestino,perotodavíapodía oíralaSra.LadiumyaMacycomenzandodenuevo. La vida es tan injusta. Ella suspiró, y extendió su mano para que Quinnlatomara.Éldudóporunsegundo,yluegopusosumanoenlade ella. Sophie esperó por el pequeño chispazo de calor que ella había sentido cuando él besó su mano, pero no estaba ahí. Él todavía estaba mirandohaciaatrás,alaparedabollada. Sophiepodíaoírensucabezalavozdesumadre,regañándola.Un hombre es como una cuchara: solo tiene un tanto de capacidad, así que asegúrate de llenarlo con pensamientos de ti. Mientras la cabeza de él estabavolteada,rápidamenteellajalólabasedesuvestidoasíestesebajó másaloanchodesuspechos. —Tedije,reservélomejorparaelúltimo—elladijo. —Mm, bien. Sabe que su castillo es un poco raro, ¿verdad? —él dijo,convozdistante. —Nosédequéhablas.Erestanfuerte.¿Hacesejercicio?—Sophie frotóunladodesubrazo. —Nuncapenséeneso—éldijo,suvoztensaconalgunaclasede emociónqueSophienopodíadiagnosticar.¿Enojo?¿Fastidio? Este tiene que ser diferente. Yo puedo hacer que esta vez sea diferente, se dijo a sí misma cuando abrió la puerta de su recámara y se hizoaunladoparaqueéllasiguiera. Surecámaraestabadecoradaenelestilodelapinturaqueellauna vez vio mostrando el interior de la botella de un genio: un valioso ambiente para una romántica y opulenta fantasía. La habitación estaba decoradaconcortinasdesedasazules,verdesymoradas,conunamplio sofáquecorríaporlaextensióndeunaparedyunagrancamacondosel que ocupaba la mayor parte del resto de la habitación. Suficientemente grande para acomodar a cuatro adultos, una docena de almohadas de terciopelocubríansusedosasuperficie,arregladosparahacerjuegocon lascortinas. —¿Quéteparece?—Sophiedijo,yadesenlazandoloscostadosde su vestido y jalando hacia bajo sus mangas colgantes para así caminar, deshaciéndose del vestido, sin tropezarse. Ella se desvistió rápidamente quedandoenligeraropadeencajequeapenascubríalapielalrededorde sus tetas y no llegaba más abajo de la parte superior de sus muslos. Conservó puestos los zapatos de tacón-alto y puso un coqueto contoneo extraensucaminar. Estotienequefuncionar.Pensóella,apretandosusdientes. Quinn se adentró en la habitación sin voltear detrás de él para verla.Apenaspasósumiradaporlaopulenciaalrededordeélysemovió directamentehacialagranventanaconvistaalbosque. —Este lugar es muy diferente al lugar donde yo crecí. Pero el bosque siempre se ve igual —su voz se apagó cuando él se dio media vueltayadmiróelcuerpocasidesnudodeSophie.Susojosviajaronsobre sus suaves piernas, Sophie mantuvo la expresión de su rostro neutral mientras recordaba todo el depilado que le tomó hace una hora, para lograr tener sus piernas tan suaves, su estómago firme, después de ejercitarcasitreshorasaldía,debeestarfirme,llegandohastaarribaasu rostroperfectamente-maquillado. Sophiecaminóhaciaéllentamente,ungatoacechandoaunratón, mientrasellaretirabasuropadeencaje,regalándoleunaprolongadavista de su cuerpo mientras levantaba los brazos sobre su cabeza y luego dejandocaerlafrágiltelaenelpiso. —Esperoquesepasque,aunqueaquíyosoyelama,quieroquete sientasconlalibertaddehacerdeestelugar,tuhogar.Yhagasusodemis —ellaalcanzóelrostrodeQuinnycorrióeldorsodeunadesusuñaspor uncostadodesumejilla—atenciones. —Oooh—Quinndijo,consusojosmuyabiertos—.Realmenteno estoymuysegurodequéesloquequieredemí,milady. —Oh,yopiensoqueesbastanteobvioloquequierodeti—Sophie dijo,corriendosusmanosporelpechodeQuinn,hastallegarasucinto. Ella comenzó a aflojar la hebilla cuando él dio un paso hacia atrás, con susmanosenaltoenformadefensiva. —Realmentelosiento,peroacabodeconocerlahacecomoquince minutos y, tengo que admitir que, hasta ahora, no creo que usted sea mi tipo—éltartamudeó,dandootropasohaciaatrás. Otravezno,otravezno,otravezno.Estonoestabasucediendopor latreceavavez. —¿Nosoytutipo?—Sophiegritó. ¿Quéeraloqueestabamalcontodosestoshombres?¡Lesestaba dando exactamente lo que ellos querían! ¡Pasó la mitad de su día poniéndosehermosa!¿Quémásteníaellaparadarles? —¡Losiento!—Quinndijo—.¡Noeramiintenciónmolestarla! Ellaagarróunadelasalmohadasdelacamaylaarrojóalacabeza deQuinn.Lerebotócuandoélsehacíaparaatráshacialapuerta. — ¿Cómo es posible que no sea tu tipo? —Ella dejó escapar un enorme rugido que hizo temblar y caer a la mitad de los retratos en la paredyagitólascortinasdeseda.Quinntapósusoídosconsusmanos. Las puertas de la recámara se abrieron de golpe y Mirror entró apurada, su rostro rojo y su pecho palpitante como si viniera corriendo desdeotrapartedelcastillo. —¡Sophie!¡Necesitastranquilizarte!—Mirrordijo,haciéndoleun ademánaQuinnparaquesepusieradetrásdeella. —¡Nimierdaquemevoyatranquilizar!—Sophiegritó—.¡Éles otro fracaso! ¡Mándalo al calabozo hasta que encuentre una forma de deshacermedeél! Mirrorvaciló,comosiestuvieraapuntodedeciralgomás,pero Sophie agarró almohadas con ambas manos y comenzó a golpear a MirrorconellashastaquesujetóaQuinnysemovieronparairse. — ¡Largo! ¡Largo! ¡Largo! ¡Todos váyanse a la mierda lejos de mí!Sophiegritó. Mirrorasintiólentamenteconsucabezaycerrólapuertadetrásde ella. Sophieescuchóatentamentealossonidosdesuspisadasmientras se alejaban por el pasillo. Tan pronto como estuvo en silencio. Sophie colapsóenllanto. *** Mirror miraba de reojo a Quinn mientras lo dirigía por los sinuosos pasillos del castillo. No parecía estar demasiado agitado por el exabruptodeSophie,peropodíaserquesimplementeestuvieraenshock portodoloquehabíavistohoy.Erademasiadoparadigerirlo. Mirror tenía grandes expectativas para Quinn. De hecho, él había rechazadolaseduccióndeSophie.NadienuncahabíarechazadoaSophie. Élestabauncortoratoaquíyyahabíarotoelpatrón. Despuésdetodo,puedequeélseaelindicado. Mirrorabriólapuertadelasuitedeinvitadosysehizoaunlado paraqueélentrara,cerrandolapuertatrasellos. —Para mí esto no se ve como un calabozo —Quinn dijo sospechosamente. Su voz hizo eco desde las paredes lejanas de la suite enorme. —Nada se te escapa, eres muy perspicaz —Mirror bromeó, sujetando la mano de Quinn y llevándolo más dentro de la habitación. Simplementeamoaunhombreconeldondeleufemismo. La suite para invitados ocupaba casi un ala entera del castillo y proveía casi cualquier lujo que una persona pudiera desear. Con tantos pretendientes viniendo al castillo, Sophie y Mirror habían diseñado el lugar para poder complacer con tantos pasatiempos como fuera posible. Lahabitaciónestabaforradadelibrerosllenosareventarconliteraturade casicualquiertema.Sillonessuavesyprofundosysillassúperacojinadas, acomodadas en círculos sociales, así como en rincones oscuros para mayor privacidad. La parte posterior de la habitación hasta incluía un polígono de tiro, de tamaño-mediano, con dianas dispuestas para lanzar cuchillosypequeñashachas.Cercanoalapuerta,Mirrorhabíainstalado un bien-surtido bar y una cocineta. Todos los diferentes pretendientes teníansusraraspreferencias,perotodosellosteníanunacosaencomún: todosnecesitabanunabebidafuerte. ElrostrodeQuinnseiluminómientrasmirabaasualrededor,pero su expresión decayó rápidamente. —No deberías estar haciendo esto. Tú mismavasaterminarenelcalabozosinoobedecesatuama. Que maravilloso hombre. Mirror sonrió. —Es muy dulce de tu parte el decirlo, pero confía en mí, conozco a Sophie mejor que cualquiera—Mirrorsedirigióhastaelbarycomenzóaservirunpocode susbrillantesycoloridoslíquidosfavoritosenunmezcladordecocteles —. Tiene un poco de mal genio, pero así como explota, se disipa rápidamente. Para mañana a esta hora, ella estará disculpándose por su comportamientodemierdaylanzartealcalabozoentuprimerdía—ella le ofreció a Quinn una copa llena de lo que ella llamó “El Especial de Mirror”, un coctel vaporoso con un brillo morado—. Me imaginé que sería mejor saltarnos el drama. A menos que, por supuesto, tu prefieras pasarlanocheenelcalabozo.Yonojuzgo… —No —Quinn dijo rápidamente, mirando alrededor de la lujosa habitación—.Estoestarábien—conprecaución,éloliósubebida,luego sonrió. Mirrorsesentóensucómodasillafavoritaysepermitiótenerla esperanzadequeestavezfueradiferente.Aéllegustóeltragoqueellale preparó,otrabuenaseñal. Cautelosamente,éltomóunasillafrenteaella,jugandoconeltallo desucopaporunsegundo,antesdevolverahablar. —AsíqueconocesaSophiemuybien—éldijo.Mirrorasintió—. ¿Puedes decirme para qué estoy aquí? Estoy asumiendo que ella no está buscando alguna clase de esclavo sexual. Con su apariencia, ella no necesitaría comprar uno. Y tiene más que suficiente personal, aun y que siempreestándiscutiendo.¿Paraquémequiere? —Sophie está maldita —Mirror trató de mantener su voz ligera, pero no podía evitar que los recuerdos la inundaran mientras hablaba—. De hecho, todos aquí están malditos —ella dio un rápido trago a su bebida, saboreando la forma en que el coctel danzaba alrededor de su lengua—.Todosmenosyo. —¿Cómoesquesucedióeso?—Quinnpreguntó,suvozsuavey llena de preocupación. Mirror sintió que se encariñaba aún más de él. Había pasado un largo tiempo desde que alguien, en realidad, le había importado un carajo lo de la maldición y lo que ésta significaba para todosenelcastillo.Porlogeneral,lospretendientesestabanpreocupados porasegurarsedequelamaldiciónnofueracontagiosa,oplaneandoun elaboradoescape. —Unhechicerovinoaestacasahacediezaños,disfrazadocomo unfeoanciano.ÉlpidiórefugioySophieledijoqueno—Mirrorapretó suspuños—.¡Fueunapendejada!Ellasoloteníadieciochoaños,yélera unperfectodesconocidopidiendoentrarensucasa.¡Porsupuestoqueella ibaadecirqueno!¡Élcontodopropósitoletendióunatrampaparaque ellafallara! —Yo no sé mucho acerca de los hechiceros, pero nunca he comprendidoélporqué,contodossuspoderes,ellossepasansutiempo haciendoestaclasedecagaderas—Quinncontestó,estandodeacuerdo. Mirror se inclinó hacia él y apretó juguetonamente el brazo de Quinn. — ¿Lo ves? Tú lo si lo entiendes. Es por eso que yo pienso que ustedesseránunabuenapareja. —¿Unabuenapareja?—Éldijo. —Discúlpame,meestoyadelantando—Mirrordijo—.Enaquéllos días, Sophie era hermosísima, aún más preciosa de lo que es hoy, pero extremadamente vanidosa. Ella simplemente era una chiquilla estúpida y probablemente habría dejado de serlo con la edad, eventualmente. El hechiceroestabatanenojadoporquenolodejóentrar,queélatacóloque Sophie atesoraba más. Él la maldijo para ser una bestia terrorífica, quitándole la apariencia de la que ella estaba tan orgullosa. Y él no solo maldijoaSophie;élhechizóalcastilloenteroyatodoslossirvientesque estabanenelinteriordelmismo,enesemomento. —Esapobregente.Asíque,poresoellosestánatrapadosenlas… ¿Cómolasllaman?¿Iteraciones? Mirror sintió una cuchillada de esa antigua pena. —Todos aquí están atorados en un ciclo. Ellos nunca envejecen, nunca maduran, y continúan teniendo las mismas conversaciones y discusiones por los últimos diez años. Ni siquiera pueden dejar la casa. Todos ellos están atoradosensuspropiosinfiernosprivados,incapacesdeseguiradelante, hastaquelamaldiciónsearota. —Perotúnoestásmaldecida.¿Cómoescapastedelamaldición?— Quinnpreguntó. —Fue pura suerte. Yo tenía diez años en ese entonces, hacía trabajos esporádicos aquí, a cambio de un lugar para vivir. Cuando el hechiceromaldijolacasa,yoestabaafueraenelbosquejugando,cazando una mariposa, si es que lo puedes creer —Mirror siempre se sintió culpabledeserlaúnicaalaquelamaldiciónnotocó. —Esoexplicaelporquénuncahabíavistoaningunodelosotros sirvientesenelpueblo—éldijo,conunamiradadeasombrohorrorizado ensurostro.Quinnsepusodepieycomenzóapasearseenlahabitación, tocandoconsusdedoslashilerasdearcosyaljabasalolargodelapared de tiro de arquería. Sophie guardaba las armas realmente grandiosas, en otrolugar,peroestaseranbastantebuenasparapracticar. —Eso es correcto. También es por eso que yo si envejezco — Mirrorterminósubebidaendeungrantrago—.LamaldicióndeSophie es diferente. El hechicero golpeó su apariencia. Ella tiene a su esteta, Hillary,lequitatodoelvelloyrebajasusdientesygarras,perosiempre vuelvenacrecerenunpardehoras.Elprocesoparadeshacersedetodo elloesintenso.Yolohevisto.Ellasiempresufredoloresterribles.Todo enarasdemantenerlasapariencias.Piensaqueesoesloqueellatieneque hacerpararomperlamaldición. —¿Puederomperselamaldición?¿Cómo?—Quinnseacomodóa unladodeMirror. —MirrortratódenoreírseporelentusiasmodeQuinn.Almenos quiereayudar.Esoesbueno. —No estamos completamente seguras —ella dijo—. El hechicero ledijoaSophie:“Cuandoelamormásverdaderoessostenidofirmemente en el corazón, la maldición debe ser rota”. Pero ya conoces a los hechiceros,siemprehablanconacertijos. —Hechiceros—Quinndijoburlonamente,estandodeacuerdo. Mirrorsesirvióotrabebida.—Sophiepiensaqueesosignificaque la maldición puede ser rota con un beso de amor verdadero. Bastante normal para las maldiciones. Así que ella ha estado trayendo aquí a hombresjóvenesyguaposenestaúltimadécada,tratandodeencontrara alguienquelaamelosuficientepararomperestamaldición. —Solamentehombresguapos,¿eh?—Quinnsonrió. —Cálmatetigre.Túeresmuybonito—Mirrorrio,yluegosepuso seria—.Ellahaestadoconestopordiezañosynoestáfuncionando.Yohe tratadodeconvenceraSophiedequelaideadelbesodeamorverdadero puedenoserloqueellanecesitapararomperlamaldición,peroellayano meescucha. —¿Sinimportarquetanguapoeselhombreencuestión?—Quinn bromeó. Mirror le sonrió, pero con una sonrisa triste. Hacía mucho tiempo desde que alguien en esta casa había estado de humor para bromear. Si este chico no funcionaba, Mirror temía que Sophie simplementeperderíalaesperanza,ytodosenlacasa,estaríanperdidos. Mirror caminó hacia Quinn, parándose tan cerca de él que ella podía sentir el calor irradiando de su cuerpo. Suavemente, inclinó hacia ellalacabezadeélparaasípodermirarloalosojos. —Quinn, tú debes sentirte con la libertad de poder besar a quien quieraquetugustes.Peroloquemiamanecesitaesdejardeodiarseasí misma. Prométeme que tratarás de hacer que Sophie se vea a sí misma comoyolaveo—Mirrorsealejódeél,caminandohacialapuerta. —¿Cómolavestú?—Quinndijomientrasellaseretiraba. —Hermosa—Mirrorcerrólapuertatrasella. *** Quinn estaba aburrido a más no poder y no sabía cómo remediarlo. Tan pronto como Mirror se fue, unas pocas horas antes, Quinnhabíaexploradocadaesquinadelaenormehabitación.Tantocomo élpodíaacordarse,Quinnnuncahabíatenidotiempoparasímismo.Desde el amanecer hasta el anochecer, él cazaba, cocinaba, y limpiaba, procurandotodoparasumadreconcadaonzadesuenergía.Ahoraélera unprisioneroenuncastilloprecioso,yeramáslibrequenunca. Él presionó una oreja a la puerta, escuchando por los sonidos de alguien que pudiera forzarlo a entrar al calabozo, pero todo lo que él podíaoíreraeldistanteestruendodelplatóncayendoporlasescaleras,de ladiscusióndelacocinerayelamadellaves.Élnoestabaseguro,pero pensóquetambiénoyóelgolpedelcandeleropegandoenunapared. Esmejorquepermanezcaaquí. Lashorasdelatardeparecíanextenderseporunaeternidad.Enel bar, Quinn mezcló cocteles extraños para sí mismo, y hojeó unos pocos libros de los libreros recubriendo las paredes. Sophie tenía un gusto bastante pícaro para la literatura, y ciertamente que Quinn no se estaba quejando.Despuésdequelaspalabrascomenzaronahacerseborrosas,él practicólanzandohachasycuchillosalasdianashastaquesushombrosle dolieron. Le habría gustado practicar con los arcos y flechas, pero la habitación no era lo suficientemente grande como para ofrecer blancos desafiantes. Aparentemente, no soy muy bueno teniendo tiempo libre. Gimió maravillado cuando, experimentando, giró las llaves de agua en la gran bañera, lo suficientemente grande para acomodar dos o tres personas cómodamente, y que ocupaba casi todo el espacio de su cuarto de baño contiguo a la suite. En nada se parecía a cualquier baño que él hubiera visto antes: una fuente de aguas termales burbujeando dentro de un gran óvalo cóncavo de piedra. Sus músculos no estaban acostumbrados al movimiento violento de lanzar hachas, y sus hombros adoloridos casi cantaronconlavistadelasburbujeantesaguastermales. Bienpuedometermeyprobarlo. Quinn sonrió con gusto mientras se desvistió hasta quedar desnudo. Él nunca antes había tomado un baño caliente,muchomenosunoqueélnotuvieraqueprepararse.Semetióen la piscina, inhalando vigorosamente mientras el agua caliente lamía su carne desnuda. El agua salpicó y burbujeó a su alrededor cuando él se sumió hasta que su espalda descansó en el suave asiento de roca tallada, dentrodelapiscina. Dejócaersucabezahaciaatrásyungemidoderelajaciónescapó desugarganta.Tratódeaclararsumente,denopensarenlalocasituación en la que se encontraba. Después de solo cinco minutos de tratar de concentrarse únicamente en el suave lamer del agua contra su piel, supo que era inútil. Su madre lo había vendido a una insípida mujer con un geniodepravadoparavivirenuncastillomalditollenodegenteatrapada enciclosinterminablesdedramaeira.Estonopodíaterminarbienpara él. Quizás solo debí haber dormido con la señora cuando ella me lo pidió. Sophie era innegablemente preciosa, pero se veía demasiado elaborada, casi plástica. La forma insensible en que ella simplemente ignorabaeldolordetodoslossirvientestampocoibabienconlamanera deserdeQuinn.AúnsiMirrorestabaenlocorrectoconrespectoaque Sophie se arrepentiría en unos pocos días del castigo que le dio, ella quería arrojarlo al calabozo por rehusarse a dormir con ella. Eso no estababien ¿CómopuedeMirrortenertallealtadporsuama? El pulso de Quinn se aceleró cuando pensó en Mirror, la única persona que había sido amable con él en años. Ella era ágil y graciosa, mezclóunapícarabebida,yteníaunasonrisabondadosaquesiemprelo hacía sonreírle en respuesta. Hasta había desobedecido a su ama para hacerlosentircómodoenunlugartanextraño. Recostándosedenuevoenlabañera,sintiócómoseleponíadura, pensandoenella.HubounmomentocuandoMirrorestabadepiecercade él, demasiado cerca. Él deseó haber aprovechado ese momento para entoncesdevorarsusperfectoslabiosrosados,probarelcoctelexóticoen su lengua. Ella habría gemido dentro de su boca con la sorpresa y el placerylohabríaenvueltoconsusbrazosalrededordesucuello. La mano de Quinn encontró su mástil completamente erecto y lo bombeó suavemente mientras la fantasía continuaba en su mente. Cerró susojos. La habría tomado, duro y rápido como ella lo querría, justo entonces y justo ahí. Quinn arrancaría el modesto vestido de su cuerpo, jalando la tela como si fuera un animal salvaje. La haría girar, presionando su pecho contra el respaldo de una de las sillas acojinadas, acariciando su culo desnudo con sus fuertes manos. Ella jadearía y gemiríaylesuplicaríaporelloyéllaharíaesperar,jugueteandoconsus dedosensusplieguesempapadoshastaqueélnolopudierasoportarmás. Entonces, él golpearía dentro de ella con un solo empujón, haciéndola gritar de alegría. Ella estaría tan apretada y mojada alrededor de él y gritaríasunombremientrasélsemovíadentrodeella. Quinn movió su mano sobre su polla más duro, sintiendo un torrentefamiliarviniendosobreél.Gimióyjadeóylossonidoshicieron ecodesdelasparedesdelapequeñacámara.Setensóconlaliberacióny gritó,derramandosusemilladentrodelaguaquelorodeaba. —Eseesunbuenespectáculo—unavozroncalotrajoderegresoa larealidad. Mierda.Sophie. Quinnluchóporsalirsedelapiscina,poniéndosedepie.Seacordó de su desnudez un poco muy tarde, y cerró sus manos cubriendo su entrepiernaexpuesta. —¡Losiento!—dijoél,pasandosaliva. Sophieestabadepieenlaentrada,seveíaradianteenunvestidode terciopelocolorciruelaquesehundíaalaalturadelcuello,enelescote. —Dejadetemblar.Dehechoyovineadisculparmecontigo—ella lelanzóelmontóndesusropasbien-dobladasyunamiradaprovocativa —. No debí perder la cabeza como lo hice, y estoy agradecida porque Mirrordesobedeciómiordendeencerrarteenelcalabozo.Tambiénestoy extremadamentecontentadequeteestásdivirtiendoaquí. Quinn brincó sobre un pie tratando de vestirse tan rápidamente comopudo.Pudosentiruncalientesonrojoinvadiendosurostrocuando pensó en lo que su captora acababa de ver. Al menos ella ya no estaba hablandodearrojarloalcalabozo. —Empezamos con el pie izquierdo —Sophie sonrió—. Si me lo permites,megustaríamostrartealgo—ellacaminófueradelahabitación sinesperarsurespuesta. —Muy bien, yo —Quinn deslizó su camisa sobre su abdomen mojado—. ¡Creo que ahí voy! —él dijo, tambaleándose detrás de ella, agarrando sus botas mientras la mantenía a la vista. Era un hecho que la mujerpodíacaminarrápido. La escalera y habitación principal estaban misericordiosamente libres de otros sirvientes, aunque, por lo que Mirror dijo, de cualquier forma,nisiquieralohabríannotado. ÉlsiguióaSophieatravésdelosjardinesysoloundébilsilbido enelaireleadvirtióqueseagacharacuandounrastrillopasóvolandopor dondeunsegundoantes,sucabezahabíaestado. —Que la… —él comenzó a decir, y entonces pudo ver a dos hombrescorriendoalrededordeunaesquina,unoeraeljardineroqueél había visto siendo golpeado antes con un candelero… ¿Aarón? Quinn recordó, y un ayudante del establo golpeado, su camisa cubierta con mierdadecaballo.Loshombresteníanexpresionesfuriosasyapasionadas en sus rostros mientras corrían, el ayudante del establo yendo a la delantera, se giraba para aventarle a Aarón lo que fuera que pudiera encontrar. —¡Teharépagarporloquetuscaballoslehicieronamijardín, Chad!—Aaróngritómientrasmásseacercaba. —Aarón, por favor detente. ¡Nunca dejaría que mis caballos lastimarannadadelotuyo!—Chadgritó,yasinaliento.PeroAarónnose detuvo.ÉlesprintódetrásdeChad,elrostrodeAaróncontorsionadocon furia. Quinn se detuvo para observarlos, anonadado, dándose cuenta de que esto debía ser otra iteración. Él había alcanzado a oír algo de esta mismadiscusióncuandoSophieledioelprimertourenlosterrenos,pero ahoraélviocómoelloscorríanporelmismosendero,elcualestabatan desgastadoquehabíaunalargalíneadecéspedmuertobajosuspies.¿Por cuántotiempohatenidoChadsuojomorado?¿Diezaños? Santamierda,estelugaresundesmadre. —Disculpa las desavenencias —Sophie dijo, saludando con su manoalosdoshombrescorriendo—.Loquequeríamostrarteestájusto poraquí. —¿Cuántasdeesasiteracioneshayaquí?—Quinndijo. Sophiehizounapausa,suexpresióntriste,yporunsegundoQuinn pensó que pudo ver un destello de alguien más detrás de su exterior coquetoyplástico:alguienquesepreocupabaporlosdemás. —Mirror me dijo que ella te explicó la maldición —Sophie suspiró—.Noestanmalo.Solohaytresiteraciones—elladijo—.LaSra. Ladium y Macy, Hillary y Aarón, a ambos ya los has visto. Esta es una continuacióndeHillaryyAarón;Chadseatraviesaensupeleaycomienza conAarón. —¿Yelloscontinuaránasítodoeldía?—Quinndijo.Élpensóen laparedmarcadadeabolladurasenelsalónyelsenderoprofundamente trillado. Sophie meneó su cabeza. —Ellos continuarán por unas pocas horas,perounavezqueChadinterrumpelaiteracióndeHillaryyAarón enelsalón,ylaiteracióndeAarónyChadcomienzaaquíafuera,Hillary queda libre para romper la iteración de la Sra. Ladium y Macy en las escaleras.YunavezquelaSra.Ladiumquedalibre,ellabajayhablacon Chad,suhijo,yesodetienelasiteracionesporelrestodeldía. —Peropodríasdetenerlossitrataras—éldijo. —No puedo estar en todos lados —Sophie dijo, con ojos brillantes,yélviodenuevoaesaotrapersonapreocupadadetrásdesus ojos—.Cuandodetengounaiteración,estavuelveacomenzarunaspocas horas más tarde, tan pronto le doy la espalda. Esa es la maldición. Ningunodenosotrospuedeseguiradelanteyningunodenosotrospuede hacernadaalrespecto—Sophierespiróprofundamente—.Peroyopuedo hacer algo por ti —ella lo guió unos pocos pasos más rodeando un recodoysedetuvoparaobservarsuexpresióncuandoélmirósuregalo. Elcampodetiroconarcoeramagnífico.Quinnnoseconsideraba asímismocomounhombresentimental,perolavistadelcampodetiro deprimernivel,juntoconfilasyfilasdelosmáshermososarcoshechos amanoqueélalgunavezhubieravisto,casillenódelágrimassusojos. —Tu madre mencionó que eres un arquero, así que pensé que quizás… —era la primera vez que Quinn había escuchado que Sophie dudara. —Estoessorprendente.Pensastebien—Quinnestabaencantado—. Si está dispuesta a permitirlo, me encantaría practicar aquí alguna vez. Traje mi arco conmigo, ciertamente que no es tan bonito como los que ustedtieneaquí,peroyopiensoquefuncionarábastantebien—éltratóde no mirar los arcos en exhibición, hechos hermosamente a mano. Yo sé cuálesmilugar,pensócondecisión. —No lo entiendes —los ojos de Sophie brillaron a través de las muchascapasdemaquillaje—.Estaesmiformadedisculparmecontigo pormiconductadeplorablecuandollegaste—ellamoviósubrazoenun amplioarco,abarcandoelcampodetiroylosarcos—.Esteesmiregalo parati.Ahora,todoestoestuyo. LamentedeQuinngirócuandoélasimilótodalainformación.Él casinuncarecibíaregalos,ydefinitivamentenuncahabíarecibidoalgotan grandiosocomoesto.Enestotienequehabergatoencerrado. — ¿Qué puedo hacer yo por ti en retribución? —él se atrevió a dejarquesusdedosbailaranporunparticularmentefinoarcodepalode rosaenlaperchacercana. —Estoesunregalo.Nohaynecesidadderetribuirnada.Aunque… —Sophie caminó una corta distancia, sonriendo mientras regresaba a un ladodeQuinn—.Siemprehepensadoqueesunapenaparamíeltenertan encantador campo de tiro en mis tierras sin tener el conocimiento de cómofuncionantalesarmas.Siquierespagarmedealgunaforma,quizás ¿podríasenseñarmecómodispararconarcoyflecha? —Seríaunhonorparamí—Quinnpusosumanosobresucorazón —.¿Cuándotegustaríacomenzar?Necesitarásusaralgomáscómodocon unpocomásdelibertaddemovimiento. Sophie cortó las mangas de su vestido con una pequeña daga de plata.Elexcesodetelacayóalsuelo,dejandosusbrazosypechoapenas cubiertos. —¿Asíestábien?—Sophiesonrió. —Sí —Quinn tragó saliva, sintiendo que la sangre golpeaba por susvenas—Sí,asíestábien. —Él caminó por la fila de arcos, finalmente seleccionando uno pequeño y ligero. Él lo examinó brevemente antes de entregárselo a Sophie. —Sostén esta parte con tu mano izquierda —él asintió mientras Sophie seguía su instrucción—. Y sujeta la cuerda del arco con tu mano derecha. Sophie apretó con su puño la cuerda del arco, mirando a Quinn paratenersuconfirmación. —Disculpa, nunca antes había tratado de enseñarle a alguien — Quinnseacercóaella,envolviendodelicadamenteconsumano,lamano deSophie,ajustandosusdedosenlacuerdaparaqueellalasostuvieracon laspuntasdesudedoíndiceymedio—.Sostenloasí—élseparódetrásde ella, alcanzando alrededor del cuerpo de Sophie para imitar su posición conelarco.Élrozóligeramentesusdedossobrelosbrazosyespaldade Sophie, enderezando sus hombros hasta que ella se paró completamente centradaconsubrazoestiradorectohaciaatrásdesucuerpo. Quinntratabadeconcentrarseenlalección,perocadamovimiento delcuerpodeSophiebajosusmanos,enviabaestremecimientosportoda su columna vertebral. Ella era tan tibia y suave junto a él, y tan sensible bajosusdedos. Con cada disparo, ella se acercaba un poco más a la diana, pero aunasínopodíapegarleasumeta. —Necesitas fijar tus disparos —él le dijo, dándose cuenta finalmentequeellaestabadescuidandounodelospasosmásimportantes. —¿Qué?—elladijo,susojosparpadeándoledesdetancercaque élpodíaverlasmotasverdesensusiris. —Cuando jalas el arco hacia atrás, debes tocar la comisura de tu bocacontudedoíndice—Quinnnopudoresistirlatentacióndemostrarle el punto, en la arruguita perfecta a un lado de sus labios—. Entonces, mientrassueltaslaflecha,dejaquetusdedossedeslicenhaciaatrásaun ladodeturostro—élacariciólamejilladeSophieysintióunacalidezen su estómago cuando ella se sonrojó tan furiosamente, que él pudo verlo aúnconsumaquillaje. —¡Lotengo!—Sophietragósaliva,ymandólaflechadentrodel anilloazul,lomáscercaquehabíallegadodeladianaentodoeldía.Ella segiróparaverdefrenteaQuinn,sonriendodeorejaaoreja. — ¡Eso fue fantástico! —él gritó y le sonrió, feliz de compartir conellasumomentodetriunfo. Entonces,lapieldeSophiecomenzóamoverse. Quinntratódecongelarsuexpresiónenunamáscaraneutral,pero supoqueerademasiadotarde.Subocayaestabatorcidaconhorrorconla transformación de Sophie: pelos brotaron por todo su rostro, cubriendo su piel como musgo creciendo en un árbol. Sus dientes se movieron dentrodesubocaporcuentapropia,transformándoseenpuntasafiladascomo-navajas,mientrassusmanoscambiaronparaconvertirseencrueles garrasnegras. —¡No!—Sophieenvolviósusbrazosalrededordesucabezapara protegerse,escudandosurostrodelavistadeQuinn. —Shh, está bien —suavemente, Quinn desenvolvió los brazos de Sophieytomósubarbillacubierta-de-pelaje,consumano.Asíqueestoes loqueelhechicerolehizo.Realmente,noeratanmalo.Tansalvajecomo lamaldiciónlahizo,innegablemente,ellatodavíaerahumana.Éltodavía podía ver a Sophie bajo todo ello. La curva de su labio, el brillo de sus ojos.QuinninclinóelrostrodeSophiehaciaatrásparaqueellapudiera verloalosojos.Lerompióelcorazónvercómosusojossellenabande lágrimas. —Túnotienesqueescondertedemí.Nunca—élledijo. Sophiesecongeló,suexpresiónimpresionadaporsuspalabras.— Mírame, Soy un monstruo. ¿No estás asustado? —ella susurró, sonando atormentada. —No,noloestoy. —Bueno, deberías estarlo —Sophie dejó escapar un rugido ensordecedor que hizo temblar los arcos en sus perchas. Ella regresó a casacorriendoagrandessaltos,dejandoatrásaQuinn,todotembloroso. *** Sophie limpió las lágrimas fluyendo por los crecientes bigotes atravesandosusmejillas.¡La maldición se apoderó de mí en el momento más inoportuno! Ella casi lo tenía, ella lo sabía. La forma en que él la miraba, la sensación de su mano en su cintura, su paciencia… él era increíble. Esolahacíacagarsedemiedo. Cuandosuprimerpretendientesefue,ellasesintióarruinada.No porque él fuera algo especial, él había manoseado a Macy, y Sophie lo golpeóenlacabeza,peroélfuelaprimerapersonaqueledijoqueellaera demasiadobestialparaalgunavezsermerecedoradeamor. Lospretendientespasaronporsuvidaunotrasotro,cadaunopeor que el anterior. Para cuando el Número Once robó la mitad de la plata mientrassalíacorriendoporlapuerta,Sophiecasiextrañólaslecturasde una hora del Número Dos, acerca del papel esencial de las ranas en los ecosistemas de tierras húmedas. Puede que él haya tenido un cuerpo con forma-de-perayunasglándulassudoríparassúper-activas,peroalmenos élnolahabíallamadoBestiacomosiesefuerasunombreverdadero.Los Números Cinco y Siete la habían llamado Sophie, pero resultó que el CincoeragayyelSieteestabaenamoradodeunachicadesupueblode origen. Y ahora estaba Quinn, quien no solo la llamaba por su nombre, sino también era amable con la servidumbre y continuó mirándola a los ojoscuandoelpelobrotóentodosurostro,y… Éltienequequedarse. Sophiesintióladeterminaciónenlomásprofundodesuser.Este eraelindicado.ElAfortunadoNúmeroTrece. —¡Mirror!—Sophiegritóalmomentoquecorríaentrandoenla casaysubiendolasescalerashaciasurecámara—.¡Tenecesito!—casise topóconlaSra.LadiumyMacyenmediodesuiteración. —¡Yosiempreestoylimpiandotrasdeti!—laSra.Ladiumgritó, recargándose pesadamente en el barandal para sostener su peso. La ancianaseveíacansada.Ellaapenassujetabaelplatóqueestabaapuntode lanzaraMacy. Sophiesedetuvo,preocupada.Ellasdebíanhaberestadoahídesde lahoraenqueellaestuvoafueraconQuinn. — ¡Si no te gusta como manejo mi cocina, no entres ahí! —la normalmenteagudavozdelamujermásjovenestabaroncayquedaporel desgaste. Mirrorcorrióhastaelladesdeunpasillolateral,sublusacubierta con harina. — ¿Cuál es la urgencia? Estaba ocupada con algo —Mirror dijo. Sophielevantósumano.—Esperaunsegundo—ledijo,ycaminó poniéndosefrentealaSra.Ladium,mirándolaalosojosycolocandouna mano en el hombro de la mujer—. Está bien. Haré que una de las otras doncellasseocupedelacocina.Ustednoestábien.Necesitairadormir. —Pero, mi trabajo… —la anciana dijo con voz ronca, parpadeandoymeneandosucabezacomosiestuvieradespertandodeuna pesadilla. —No, vaya a la cama. Es una orden —Sophie le dijo—. Puede terminarlotododespuésdequehayatomadounabuenaylargasiesta.¿Le parecebien? —La Sra. Ladium asintió. —Hoy me siento un poco mal. Muchas gracias,queridaSophie—laancianasonrióysealejó,mascullando:—La niñasiempreestanconsiderada. Sophie volteó hacia Macy. —Tú también. Ve a ocuparte de la cocinayluegoadescansar—Macyparpadeóycomenzóacaminarhacia lacocina,arrastrandosuspies. Mirror se inclinó y sujetó el brazo de Macy. —Espera, yo ya limpiélacocina—Sophielamiró,alzandounacejayMirrorseencogió de hombros—. Esperaba que si la cocina ya estaba limpia, ellas habrían dejadodediscutiralrespecto,peronisedieroncuenta. Sophie suspiró y dio unas palmadas en el hombro de Macy. — Entoncesveacomenzaraalistarlacena.Ybebealgodetéotomaalgo paratugarganta. Macy sonrió. —Gracias Sophie. ¿También mando que suban a tu habitaciónalgodetéparati? Sophiemeneósucabezaylediopermisopararetirarse,ycontinuó caminando hasta su habitación seguida de cerca por Mirror. Ella fue directohastasugabineteanti-bestia,dondeguardabatodassusprovisiones de afeitado, ceras de depilado, limas, pinzas y aseo y comenzó a sacar todoloqueHillaryibaanecesitarparadeshacersedetodoloquelecreció denuevoporcausadelamaldición. —Esofuebonito—Mirrordijo,tanprontocomolapuertaquedó cerrada. —¿Qué?—Sophiedijo,sosteniendosubotedeácidoparaversi quedaba suficiente crema para que Hillary quemara la capa superior de peloensusmejillasybarbilla. —Allá en las escaleras, el detener la iteración. Eso fue bonito. Deberías hacer eso con más frecuencia —Mirror dijo, acercándose a Sophieparamasajearsushombros. Sophie se encogió de hombros y sonó el timbre para llamar a Hillary. —Eso no importa. Ellas estarán mañana de regreso en los escalones, teniendo la misma discusión —Ella se dejó caer en su silla y frotóelnuevocrecimientodepeloensupecho—.Hastaqueestaperversa maldiciónserompa,nadadeloqueyohagoperdura. Quizásesporquenohashecholosuficientehastaahora—Mirror dijo,cruzandolosbrazos—.¿Algunavezhaspensadoeneso? — ¡Estoy haciendo todo lo que puedo! —Sophie gritó. Hillary entró por la puerta en ese momento y Sophie apuntó hacia ella—. ¿Tú creesqueyohagoestoporqueesdivertido?—Hillarysepusoatrabajar, cubriendo el rostro, pecho brazos y piernas de Sophie con la mezcla blanca de ácido para quemar la mayor parte del pelo más abundante. La pastablancalequemabayescocíadondeentrabaencontactoconsupiel—. ¡Hagoestoparaquetodospodamosserlibres! Mirror levantó la botella de ácido y la olió, y poniendo cara de desagrado, regresó el contenedor al gabinete. —Di a ti misma lo que quieras,Sophie.Tengootrascosasquepodríaestarhaciendo,ytúnome necesitasparapresenciartuauto-tortura.¿Quéestoyhaciendoaquí? SophiehizounamuecadedolorcuandoHillarylimpiólamezcla de su piel y comenzó a depilar con pinzas los remanentes de los tercos pelosnegrossobresulabio. —Necesito que me ayudes con Quinn —Sophie dijo—. Necesitas convencerloparaquesequede. —Porloquepudeveralláfueraenelcampodetiroconarco,por ti misma lo estás haciendo bastante bien para que Quinn se quede — Mirrorsonrió. ¡A eso me refiero! Estaba tan cerca de convencerlo para que me ame,yentoncessemeterminóeltiempoymevolvíaconvertiren…tú sabes —ella hizo un ademán a su cuerpo transformado. Sophie volvió a hacerungestodedolorcuandoHillarysacóelúltimopelo. —Señora,siahoratieneunminuto,megustaríahablarledeAarón, eljardinero,quiencontinúarobandomitintedecabello—Hillarydijo. —Ahorano,Hillary—Mirrordijo.Lamujernisiquieralavolteó aver,todasuatenciónenfocadasolamenteenSophie.Sophiesuspiró.Ella conocíaesamirada.Hillaryestabaapuntodeentrarensuiteración.¿Por quénopodemostenerundíanormalaunquesoloseaporunahora? —Élselapasadiciendoqueessucolornatural,peroyoséqueél está mintiendo. Aarón simplemente no quiere admitirlo —dijo la esteta, comenzandoaenojarse. —EnserioHillary,enmediodeunaconversacióncompletamente diferente—Mirrordijo,consusmanossobresuslabios. —Ellaestáiterando—Sophiedijo. —Grandioso—Mirrormasculló. Sophie se puso de pie y colocó sus manos sobre los angostos hombros de Hillary. —Relájate. Tendré una plática con Aarón acerca de esto,¿teparecebien?Ahoravearelajarteaalgúnladoynotepreocupes deeso—Sophiedijo,empujandoaHillaryhacialapuerta. —¡Peronosoloeseltintedecabello!—Hillarysequejómientras Sophie la arrastraba suavemente para que se fuera—. ¡Aarón necesita admitirsusmentiras! —Sí, sí, él está cambiando su color de cabello, lo entiendo — Sophie dijo, y empujó a Hillary afuera de la puerta, cerrándola con firmeza. Ella se dio media vuelta y miró a Mirror—. Si tan solo los zarandeoatodosunpoco,¿esoimpediríaqueiteraran? —Probablementeno,perotratardehaceralgoseríamejorqueno hacer nada —Mirror suspiró y dirigió a Sophie al baño, ya listo y vaporizando con agua caliente. Después de pasar por la tortura de “desbestiarse”,Sophiesiemprenecesitabaunbuenremojoparatraeralgode alivioasupieladolorida. Sophie se quitó sus ropas rápidamente y se metió en el agua, haciendounademánparaqueMirrorsereunieraconella.Despuésdeque tambiénMirrorsequitósusropas,ellasemetióenlabañeraysedeslizó en posición detrás de Sophie, deshaciendo su severo peinado y masajeandosucuerocabelludo. —DimecómopuedoayudarteconQuinn—Mirrordijo. SophiegimióconlasensaciónmaravillosadelasmanosdeMirror ensucuerocabelludo,frotandoyestirandosuavementesucabello.Como siempre,losdedosdeMirrorsesentíandivinos. —Sé que ustedes dos son apegados, necesito que me ayudes a mantenerlo aquí —Sophie dijo. Ella se recargó hacia atrás, más profundamente en el abrazo de Mirror, hasta que su cabeza se acomodó entresustetasdesnudas.MirrorcontinuófrotandolacabezadeSophiecon unamanomientrasconlaotrasujetóunabarradejabónhumectantedeun lado de la bañera y lo frotó desde el pecho de Sophie hasta sus pezones erguidos.Sophiegimió,expandiendosupechoparaanimaraMirroraque prestaramayoratenciónasusensiblepiel. — ¿Por qué no lo mantienes tú aquí? Tú también le agradas — Mirrordijomientrasellafrotabalabarradejabónalrededordecadauna delastetasdeSophiemientrasjugueteabaconsucabello—.Estenoparece tan superficial como muchos de los otros. Puede que nos sorprenda a todos. — ¡A eso me refiero! —Sophie gritó, enderezándose y girando para enfrentar a Mirror dentro de la bañera—. ¡Él es diferente a los demás!Élpuedeserelindicadopara,dehecho,romperlamaldición,pero necesito que él permanezca aquí el tiempo suficiente para probarlo. Despuésdehabermevistohoyenmiformadebestiaenelcampodetiro conarco,probablementesaldrácorriendodeaquí.Necesitoqueledesuna razónparaquedarse. SophierespiróprofundamenteyalcanzóaMirrorparaenvolverla en sus brazos, acercándola hacia sí, y luego moviendo sus manos hacia abajoparatomarsustetas,jugueteandoconsusdedosenlospezonesde Mirrorhastaquecomenzóajadear.Sophiemovióunadesusmanosporel estómago de Mirror hasta alcanzar su esencia y frotó suavemente su clítoris. Ella sacudió su cadera hacia delante, empujando con fuerza su clítoriscontralamanodeSophie. —Sé que tú puedes hacerlo feliz —Sophie ronroneó, frotando el clítoris de Mirror con más fuerza usando los movimientos circulares firmesqueellasabíaenloquecíanalamujer—.Túsiempremehacestan feliz,Mirror. —Tútambiénmehacesfeliz—Mirrorserpenteóhaciaabajouno desusdedosycomenzóafrotarelclítorisdeSophieenrespuesta—.Tú sabesqueyoharíacualquiercosaporti—ellametiódosdedosyempujó profundamentedentrodelaesenciadeSophie. — ¡Sí! —Sophie gritó, mientras empujaba sus dedos profundamentedentrodelosplieguesdeMirror—¡Sí,Mirror! Ellas cabalgaron en las manos de una y otra, incrementando la velocidad cuando sintieron que sus respiraciones aumentaban en velocidad, ambas en sincronía. Conociéndose de tanto tiempo, ellas ajustaronsusposicionesenlabañerahastamontarseenlosmuslosdeuna en la otra, sus dedos jugando con los clítoris de una y otra mientras sus dedosempujabanprofundamentedentrodesusvaginas. Sophiesintiócomosiestuvieraflotandoenaguatibia,elexquisito aromadeMirrorrodeándolayllenándola.Mirrorerahermosayvivazy Sophie sintió que el placer crecía floreciendo en estrellas explosivas cuandoMirrorsevino,gritandoelnombredeSophie. Ellasserecostaronsatisfechasyjadeantes,abrazadasporunlargo rato,mientrasrecuperabansualiento. —QuieroquesepasquecuandovayasacogerteaQuinn,loestás haciendoportodosnosotros—Sophiedijo—.Élnecesitaenamorarsede mí,ytúeresnuestramayoresperanzaparaasegurarqueesosuceda. Mirror alzó una ceja. —Quinn está súper ardiente y es un chico buenoydecente.Yo,tambiénteamoSophie,peroconfíaenmí,sitengo sexoconQuinn,lohagopormí,noporti. Sophie se inclinó hacia delante y la besó. —Entonces estoy muy felizporti. Mirror se vistió, con pensativa expresión en su rostro. Cuando estuvo completamente vestida, ella regresó a donde Sophie estaba recostadaenlabañera. —Diablos,¿porquéno?Loharé—Mirrordijo—.Perotúserásla quetendráquedescifrarquéhacerparainspirarloyqueélseenamorede ti,despuésdequeéltengaunabuenaprobadadeesto—juguetonamente, Mirror le dio una nalgada a Sophie y caminó contoneándose hacia la puerta. Porlosdioses,Mirroresincreíble.Sophiegimió.Ellasevolvióa recostar contra el borde de la bañera y pensó en Mirror y Quinn juntos. Sus cuerpos desnudos frotándose uno contra el otro, la musculosa-masa de Quinn sosteniendo la delgada figura de Mirror. Él la cogería duro, ¿verdad? Él haría explotar la mente de Mirror. El pensamiento hizo que unanuevacalidezflorecieraenlaesenciadeSophieynopudoresistirla urgenciadefrotarsusensibleclítorishastaqueellaseestabaviniendootra vez,viendoestrellasmientraselorgasmolagolpeabaportodosucuerpo. Quinn. Éleselindicado. *** —¿Quinn?—Mirrortocóconfuerzaenlapuertadelarecámara mientras entraba. Su vestido color verde esmeralda crujía arrastrándose por el piso de piedra inmaculado mientras buscaba por el masivo alojamiento de invitados. La vista de una pila de novelas románticas inclinándoseprecariamentecercadeunadelosasientosmáscómodos,la hizo sonreír. Me da mucho gusto que finalmente está disfrutando estar aquí. —Mirror, ¿eres tú? —Quinn salió de la habitación lateral, empapadodehabertomadounbañoyusandounabatalarga. —Holabonito—ellacaminóhastaélylediounrápidobesoenla mejilla,descansandosumanosobreelpechodeQuinnparaequilibrarse estirándoseparaalcanzarlehastasualtura.Élestabatibioyfirmebajosu toqueyolíamaravillosamentealimpio—.Veoquehasestadodisfrutando delasaguastermales. Quinnsonrióysacudiósucabellomojadocomosifueraunlobo, mandando gotas de agua en todas direcciones. Mirror dio un chillido y rio,apartándoserápidamenteparaquenolamojara. Mirror se tomó un momento para verlo, realmente. Quinn había llegadoalcastillocomounhombredestrozado,rotoenpedazosporuna vida sin amor ni esperanza. Ella pudo darse cuenta que él se esforzaba para proyectar una fachada de felicidad. Cada sonrisa había sido con intención; cada risa forzada para beneficiar a otros. Hoy su sonrisa finalmente,tambiénsereflejabaensusojos,formandopequeñasarrugas quehacíanquesurostrosevieraaúnmásadorable. — ¿Te puedo servir un trago? —Quinn caminó hasta el bar sin esperar por una respuesta y sirvió dos copas grandes con vino rojo oscuro. —Salud —Mirror levantó su copa—. Por Sophie, nuestra gran benefactora,quenospermitetenercosastanbuenas. —Por Sophie —Quinn hizo eco. La forma en que él dijo su nombre,unpocomelancólica,dioesperanzaaMirror. Mirrorvacilóantesdedecidirquelarutadirectaseríalomejor.— Sophie me contó que hoy viste su transformación. Dime, ¿qué piensas acercadetodoeso? Quinnsuspiróysesentóenunodelosbancosaltosalolargodel bar —Sophie me sorprendió. Ella es inteligente, generosa, y completamentediferenteacualquierpersonaqueheconocidoalgunavez. Estábamos pasando un rato grandioso en el campo de tiro. No puedo recordarlaúltimavezquemesentítancómodoconalguien,simplemente nosconectamos.Entoncessucedió—ungrantragodevinodespareciópor su garganta—. Estoy avergonzado por cómo reaccioné. Me dijiste cómo leafectabalamaldición,peroaunasí,metomóporsorpresa—fruncióel ceño, formando una línea en su frente, sobre su nariz—. Aún transformada, ella es preciosa, con una ferocidad hermosa. Es solo la transformaciónporsímisma,estanviolenta.Yopenséque…—suvozse apagó. —No,cuéntame—Mirrorsesentójuntoaélyleapretólapierna —.Puedesdecírmelo.¿Quéesloquepiensas? —Estaba realmente preocupado de que eso la lastimaba. Se veía comosiledoliera,ynohabíanadaqueyopudierahacerparaevitarlo— lavozdeQuinneraapenasunsusurro. —Ellamedijoquelatransformaciónnoesdolorosa.Bueno…no físicamente. —Sophiesaliócorriendocomosiestuvieraquemándose—Quinn dijo—.¿Realmentesepasaeldíatratandodeversecomoseveíaantesde lamaldición?Esapareceunaformaterribledegastareltiempopropio. —Estoydeacuerdo,yselohedichobastantesveces.Hemosestado discutiendoacercadeestoporaños—Mirrorsuspiró—.Túpensaríasque ellaescucharíaaalguienquesellama“Mirror”,reflejooespejoenlengua antigua,acercadecómoluceella. Quinnsonrióconunasonrisareal,otravez.Estosdossenecesitan, elunoalotro,Mirrorpensó. Los gritos hicieron eco desde el pasillo. — ¡…siempre estoy limpiandotrasdeti! —¡Hombre!Ellastodavíasiguenconlomismo,¿verdad?—Quinn sirviómásvinoensuscopasvacías—.Estaspobrespersonas,teniendolas mismasdiscusionesdíatrasdía. —Esa es la razón del por qué es tan importante romper la maldición.Todosestamosatrapadosenella. —Tú no lo estás —Quinn volteó para ver de frente a Mirror—. Después de todo este tiempo, pudiste levantarte e irte dejando atrás esta locura.¿Porquétequedaste? Mirror suspiró. —Lo decidí hace mucho tiempo, que no me iría sinohastaquelamaldiciónestérota.Nomemalinterpretes,memueropor viajar a tierras lejanas y ver qué es lo que hay allá afuera en el mundo, peroenestemomento,menecesitanaquí. QuinnseinclinóhaciaMirror,tomandosubarbillaylevantándola haciaélparaqueellapudieraverloalosojos.—Esoes…increíble. Mirrornosuposiellaqueríareírollorar.—Dehecho,esestúpido. Permitir que un equivocado sentido del deber me mantenga atrapada en estacasa—tardíamente,ellarecordóqueenprimerlugar,laúnicarazón por la que Quinn había venido aquí, fue por sentirse equivocadamente obligadoconsuperramadre,peroyaeramuytardeparaarrepentirsede loqueellalehabíadichoaesaseñora,enaquélmomento. La gran mano de Quinn se movió hasta un lado del rostro de Mirror,consupulgarlimpióunalágrimaqueellanosehabíadadocuenta había derramado. Él susurró: —Para nada es estúpido —antes de inclinarseparacapturarloslabiosentreabiertosdeMirror. El beso de Quinn fue eléctrico, comenzando como una suave caricia,perorápidamenteescalandoaunapasionadochoquedesuslabios. Metiósulenguaenlabocadeella.Mirrorgimióyserecargóenél,casi tumbandosubancoensuprisaportenermásdesucuerpopegadoalde ella. Quinn se puso de pie, envolviendo las piernas de Mirror alrededor suyomientrascaminabahastalacama,todavíabesándolaconunapasión sorprendente. La espalda de Mirror se hundió en el suave colchón, su sangre palpitabaensusoídos.LabatadeQuinnseabrióyellapudoversupolla dura:tanlargaygruesaquelahizoponersemojadacontansolopensaren tenerladentrodeella.EllaquitólabatadelosamplioshombrosdeQuinn, loqueloexpusocompletamente,lavistaeraembriagadora.Supechoduro ymusculosoteníaalgodevelloqueseguíaunsenderosencilloyoscuro bajosubiendefinidoabdomen,siguiendohastasuentrepierna.Susbrazos abultados con músculos que había ganado-duramente, lo sostenían sobre Mirror. Mirrorseenderezóenlacama,empujándolosuavementesobresu espalda, para quedar bajo ella. Ella retiró su vestido en un solo movimiento,exponiéndosecompletamentedesnuda.Quinnsesacudióbajo ella,susmanosalcanzandosucuerpodesnudo. Mirrorsoltósucabellolargoyrubioporsushombrosyseinclinó hastaelestómagodeQuinn,besandoylamiendosuabdomenmientrasse movíalentamentehaciaabajoporsucuerpo.Susmanossedeslizaronpor suscostados,sujetandolapartesuperiordesusmuslosmientraslebesaba másymáscercadesuduromástil. Ella sintió la sangre de Quinn apresurándose por sus venas, bajo las puntas de sus dedos, escuchando sus gemidos. El fluido seminal brillabaensudurapunta. —Mirror…porfavor—éllesuplicó. Ella se movió hacia abajo y tomó la punta de su polla entre sus labios, mirándolo mientras le chupaba el líquido seminal. Mirror lamió una línea hasta su base y luego regresó hasta la punta, manteniendo el contactovisualmientrassemovía. —¿Estoesloquequieres?—elladijoentonojuguetón. — ¡Sí! —la ahogada respuesta de Quinn, era todo lo que Mirror necesitaba. Ella lo hundió hasta su garganta, encantándole lo caliente y duro que estaba. La sensación de su endurecida longitud dentro de ella era increíble, y podía sentir cómo crecía la humedad entre sus piernas mientrasellalotrabajaba.Ellaselachupoylamió,meneándosearribay abajo, tomándolo más y más. Él comenzó a empujar suavemente y ella gimióalrededordesuverga,queriendomás. Ellalosoltóconunsonidodesucciónybesósuavementecadauno desussacoshinchados.Quinndejóescaparungruñidoyseinclinóhacia delante, sujetando a Mirror por la cintura y jalándola hasta posicionarla sobresurostro. MirrorsequedósinalientocuandoQuinnlamiósucoñomojado dejándolo limpio, su talentosa lengua lamiendo cada gota. Él la acercó más para poder chupar su clítoris, con una mano serpenteando por el cuerpo de Mirror para juguetear con sus pezones endurecidos. Frotó y masajeó sus tetas, dejando su clítoris para empujar su lengua caliente dentro de su entrada mojada. Mirror no pudo evitar sacudirse contra él. Las sensaciones eran demasiado abrumadoras para soportarlas. Su corazón golpeaba contra su pecho, su vista borrosa, y su cuerpo se estremecíaconelgozocuandosevinoconfuerza,gritandoelnombrede Quinn. Suavemente, Quinn rodó a ambos para quedar completamente sobre Mirror. Ella jadeó y maulló cuando él la salpicó con besos en su clavícula y mordisqueó la piel sensible de su cuello. Su erección duracomo-piedra, rozó contra la pierna de Mirror y su cuerpo completo se estremecióenanticipación. —Tedeseo—ellasusurró. En un solo empujón, Quinn estaba dentro de ella, estirando su todavía-sensibleesencia.Élsequedóquieto,esperandoparaqueMirrorse ajustaraasutamaño. —Estoy bien —ella sonrió antes de jalarlo para drogarlo con un largobeso. ÉlseenderezóyestirólaspiernasdeMirrorsobresushombros, empujando más y más profundo dentro de su apretado coño. Ella dejó escaparungemidoyseagarrósustetas,frotandosusdurospezones. —Estástanapretada—Quinnjadeó,empujandomásrápido—.Te sientes tan bien —se estiró para alcanzar el punto donde sus cuerpos se uníanycomenzóajugarconsuclítorisinflamado—.Venteparamí. Mirrorsehundíamásymásenlacamamientraslosempujonesde Quinn se hacían más y más fuertes. Ella gritó otra vez, con espasmos alrededordesupollacuandosuorgasmolaarrollóylacalientelechede Quinn inundó su cuerpo. Él la jaló hasta que sus bocas se encontraron, acunando su cabeza con sus manos mientras la besaba profundamente. Colapsaronjuntosenunamolesudorosa. Mirrorsaliódelacamayseparósobresuspiernastemblorosas, tratando de arreglar su cabello despeinado. Encontró su vestido y se lo puso,caminandoderegresohastalacamaparadarleaQuinnotrobeso, largoyembriagador. —Quédate—QuinnalcanzóaMirror,jalándoladeregresoaélya lacama. —Hoy tengo que ir al pueblo a hacer algunos encargos—dijo Mirror,arrojándolelabataaQuinnquienlaatrapóenelaire—.Yahora qué convertiste mis piernas en gelatina, me va a ser aún más difícil — Mirror le sonrió al orgulloso rostro de Quinn—. Definitivamente voy a regresarpormás. *** Un grito espeluznante hizo eco por las paredes de piedra del castillo,despertandoasustadoaQuinn.Élsaltóparaponersedepie.Este no era un grito de los sirvientes; Quinn ya conocía como eran sus iteraciones, línea por línea. Esto sonaba como una seria amenaza a su hogar. ¿Desde cuando comencé a pensar en este lugar como mi hogar? Pensó,mientrassedirigíaabajoporlasescalerasprincipales,saltandolos escalones de tres en tres. Un rugido increíble casi lo tumba al suelo cuandoibaamitaddeladistanciahastalapuerta,elsonidohizotemblar laspinturasenlasparedesyloscristalesdeloscandelabrossemecieron desdeeltecho. Quinn bajó corriendo el resto de las escaleras y se le cortó la respiración cuando vio a Mirror tirada en la entrada, sus hermosos ojos rodeados con moretones, sus mejillas normalmente rosadas, pálidas del miedo.Unagrancortadaensufrentesangrabaentorrentes,apesardelos esfuerzosdelaSra.Ladiumparalimpiarlaconuntrapoblanco. —¿Quiéntehizoesto?—Sophierugió,eloscurosonidoviniendo delomásprofundodesupecho. LavozdeMirroreradébilyllenadedolor.—Yosoloestabaenel pueblorecogiendonuestraordensemanal—unalágrimahizocaminopor su cara ensangrentada—. Ahí estaba este grupo de pueblerinos, todos alterados—ellabajósumirada—Quinn,tumadrelosdirigía. — ¿Qué? ¿Ella te hizo esto? —la garganta de Quinn estaba tan apretadaqueapenaspudodecirlaspalabras. —No exactamente —Mirror apartó a la Sra. Ladium y luchó por ponersedepie—.Aparentemente,tumamácomenzóelrumordequeyote secuestréparamiama.Todossabenlomuchoqueelladependíadeti— ellahizounapausa—.Másbien,queseaprovechabadeti. Sophieexhalótanfuertequeparecióencogerse.—Todoestoesmi culpa —sus ojos encendidos—. Si no hubiera hecho que todos quedaran maldecidos… —Esto no es tu culpa —automáticamente, la mano de Quinn encontróladeSophie.ÉlentrelazósusdedosconlosdeellaySophiese inclinóhaciaél,aceptandosuconsuelo. —Ellosmepidieronquelostrajeraalcastillo,asíellospodrían… bueno… —Mirror hizo un ademán a sus cortadas y moretones—. Yo no podía traicionarte —sus manos estaban temblorosas—. Sophie, no creo queellossevayanadetenerhastaquetehayanencontrado. —Ellos no tendrán que encontrarme —Sophie se dirigió hacia la puerta—. ¡Chad! ¡Mi caballo! —el ayudante del establo desapareció más rápidodeloqueQuinnpensaríaqueeraposible. —Yovoycontigo—elpulsodeQuinnseacelerócuandoesprintó detrás de Sophie—. Mi madre comenzó todo esto; tengo que ayudar a arreglarlo. —No permitiré que me retrases —Sophie dijo encolerizada—. Estonecesitasertratadoahora. Los cascos de los caballos golpeaban con un ritmo frenético el camino al pueblo. Quinn no podía haber estado a más de diez minutos detrásdeSophie,peroestabaapuntodeentrarenpánicoporloquepodía sucederleaunamujersolaencontradeunamultitudrabiosa. Entoncesoyóunrugido. Sophierugíadevezencuandoenelcastillo,cuandoéldeclinósu ofertaparatenersexo,cuandovioaMirrorherida. Ellasehabíaestadoconteniendo. Losárbolestemblaronylaspiñasdelospinosllovieronalrededor de él cuando la fuerza del golpe ensordecedor lo alcanzó. El viaje al pueblotomabamásdedoshoras;Sophiedebióhabersetransformadopor completoenalgúnmomentoenelcamino. Sucaballosedetuvoheladoconelrugidoynoqueríaavanzarmás, haciéndoseparaatrássobresuspatastraseras,aterrorizado.Quinnselas arreglóparabajarsedelacriaturaantesdequelolanzaraalsuelo,yuna vezqueelanimalestuvomáscalmado,atósucorreaaunárbolcercano. Yavoyatrasado,yahoraapie.Quinnhubieraechadodemaldicionessino estuvierausandotodosuaireparacorrerhaciaelpueblo. El sendero se ensanchó cuando se acercaba al pueblo. El paso de Quinnseaceleró.UnamasadegentedelpueblogritabayatacabaaSophie con antorchas y sartenes, zapatos y rastrillos, cualquier cosa que ellos pudieranconseguir. Sophie era magnífica, transformada en su condición maldita: una musculosa bestia gigante, cubierta con pelo largo, color café. Sus colmillosygarrasgoteandorojomientrassedefendíadelviolentoataque. — ¡Todos esperen! —Quinn gritó tan fuerte como pudo sobre el estruendo,tratandodeobtenersuatención,mientrasmovíasusbrazosen alto—.¡Yonofuisecuestrado!¡Mefuiporcuentapropia! —¡Matenalabestia!—lamuchedumbregritó,todassusvocesse mezclabanjuntasengritosacentuados. —¡Lacriaturasecomeráanuestroshijos!—Gritóunamujer. —¡ElDiabloestáentrenosotros!¡Ataquen!—Otrohombregritó, ylospueblerinosasualrededorlevantaronsushorquillasdelabradoren consentimiento. Quinn irrumpió en la trifulca, haciendo disparos no-letales a brazosypiernasconsuarcoyflechas,alagentequecorríahaciaSophie. Conlasarmasdesplegadas,elloscaíanalsuelo,aullandodedolor,lejos desuobjetivo.Sinofuerantanimbéciles,conservaríansusrodillas.Quinn pensó,mientrasdisparabatodaslasflechasdesualjabaalosatacantesde Sophie. Mientras tanto, Sophie aplastaba sus armas improvisadas con sus garrasybalanceabasusmusculososbrazosenampliascurvas,quitándose gente de encima lanzándola en todas direcciones. Más y más gente del puebloseapurabahastaella,amontonándoseenSophieenolas,peroella se los quitaba de encima sin lastimarlos, relativamente, reservando sus colmillosparabrazosypiernasenvezdegargantasycorazones. Quinnignoróeldolordelosgolpesdelamuchedumbremientras peleabaporhacersecaminoatravésdelamultitudyadebilitada.Élgirósu arco empujándolo hacia abajo para impulsarse, aterrizando en la cabeza deunhombreblandiendounacoladera. El hombre cayó con un fuerte golpe. La coladera rodó hasta los pies de Quinn y él la recogió, lanzándola duro contra el hombre en delantal manchado-de-sangre llevando una cuchilla, y a quien Quinn reconoció como el carnicero del pueblo. La coladera golpeó con un sonidometálicoyelcarnicerocayóalsuelo. Una extraña sensación cortante desgarró a Quinn a través de su bícepsizquierdoyéltratódevoltear,confundido.Algoestabaatoradoen su brazo, impidiéndole moverse. Un dolor agudo estalló por todo su cuerpocuandoélvolteóparamirar,viendouncuchillogoteanteensartado enél. Quinn pateó detrás de él, haciendo contacto con alguien, y sintió que la presión del cuchillo en su brazo se liberó. Se giró, usando el impulsoparalanzarungolpeatronadoralhombreenelsuelo,elaprendiz del carnicero. Un fuerte crujido hizo eco en las cercanías del pueblo, cuandolanarizdelaprendizsequebróbajoelpuñodeQuinn,yeljoven hombreensangrentadocayóinmóvil. Quinnvolvióagirar,listoparaelsiguienteataque.Peronadielo atacó. Solo Sophie y él continuaban de pie entre el montón de cuerpos gimientes,muchosdeellosgateando,arrastrándoselejosdeellos.Sophie sonrióycaminótemblorosahastaunladodeQuinn.Élsujetólamanode ellaysintióquelapresiónensupecho,serelajabaconsutacto. Buscóenlosalrededoresporcualquierseñaldesumadreentreel gentío, pero la mujer siempre sabía cuándo salir del camino, tan pronto ellahabíaalborotadounproblema. —No puedo creer que en realidad me seguiste —Sophie dijo, apretando su mano. Se veía impresionada de que alguien se preocupara porprotegerla. Éllesonrió,sinestarlistoparaponerenpalabrastodavía,porqué pensarquelalastimaran,lohizoquererdesangraralpueblocompleto. —Necesitabapracticar;esasdianasenmihabitación,realmenteno sonunreto. Ella le sonrió en respuesta. —En ese caso, ¿por qué te tardaste tanto?—lasangregoteabaporunladodelrostrodeSophieyQuinnpodía verlosmoretonesformándosealrededordesusojosypómulos. —Quise darte la oportunidad de que calentaras a la multitud — Quinn soltó su mano para rodear a Sophie con su brazo bueno, soportandoelpesodeellaensuhombro. Ellosrieron;juntosytambaleantessedirigieronderegresoacasa. *** Mirror trató de evitar que sus manos temblaran mientras atendía lasmuchasheridasdeSophieyQuinn. — ¡Auch! ¡Con cuidado! —Quinn se arredró cuando los ágiles dedos de Mirror envolvían con lino limpio la herida sangrante de su brazo. Mirrornopodíasoportarqueelloshubieransalidotanmalheridos porsucausa. —¡Esoesloquesacas!—ellaledijomientrasjalabalacamisade Quinn lejos de su herida, dejando permanecer sus dedos sobre sus abultados pectorales. Mirror corrió sus manos por el ancho pecho de Quinn,buscandoentrelosmoretonesmásoscurosporcualquierseñalde dañointerno.—Idiotas—ellamasculló,vaciandodesinfectantesobreuna cortadaparticularmentefeaenelmuslodeSophie,yluegoacariciandola rodilladelamujer. — ¿Disculpa? —la ceja alzada de Sophie, normalmente intimidante,casieracómicaensucondicióntransformada. Mirrorsabíaqueeramejornoreírse.Estaeralaprimeravezque ella había visto a Sophie tan cómoda en su forma bestial. Normalmente, Sophie se escondería para que nadie más que Hillary y sus tiras de cera depilatoria la vieran. Pero hoy, Sophie estaba sentada junto a Mirror y Quinn,despreocupadaporsumaldición.Largopelocafécubríaelcuerpo deSophieenpreciosasondas,ysusojosbrillabandecolordoradodetrás desusbigotes. — ¡Ustedes dos! ¡Son unos idiotas! —Mirror levantó las gasas sangrientasypedazossobrantesdevendajesdetelaylastiróalabasura, en un movimiento furioso. Ambos, Sophie y Quinn, se movieron incómodos en sus asientos—. ¿Cómo pensaban que esto iba a resultar? ¡Honestamente!—Mirrorcaminódeunladoaotroenlagranextensiónde larecámaradeSophie.MientrasMirrorcaminaba,ellapodíasentirelfrío delpisodepiedracontrasuspiesdescalzossirviendocomouncontraste bienvenido al calor de su enojo—. ¿Ustedes dos solo pensaron que podríansalircorriendoypelearconunpueblocompleto? Quinnabriósubocaparacontestar,peroMirrorrápidamentepuso sudedosobreloslabiosdeél,deteniéndoloantesdequepudieradeciruna palabra.Ellatratódenodistraerseporcómobrillabasuabdomendesnudo conlaluzdelalámpara. Hacíahorasquehabíaoscurecido,ytodosenlacasa,seguramente ya estaban dormidos, exhaustos por sus varias iteraciones. A Mirror le molestaba que el personal ni siquiera se hubiera dado cuenta de que SophieyQuinnnoestaban.Mirrorhabíasidoforzadaasentarsesolatoda latarde,esperandoaquesusamantesregresaran,escuchandoalosotros sirvientes en sus discusiones interminables, sabiendo que si algo les sucedía a ellos, la Sra. Ladium, Hillary, Aarón, Macy, Chad, y el resto, nunca serían capaces de detenerse. Cómo es que Sophie y Quinn se atrevíanaarriesgartantosóloporelbiendeella. Mirror dejó escapar un largo respiro y esta vez, habló más suavemente,sinquererdespertaralrestodelpersonal.—Yoséqueambos, solotratabandeayudar,perocréanme.Estoybien. —¡Noestásbien!—SophieyQuinngritaronalunísono. Mirrortratódemantenersurostroserio,yserecordóasímisma que estaba furiosa con estos dos. La risa continuó burbujeando en su pecho, sacudiendo sus hombros y explotando fuera de su boca, antes de queellapudieradetenerla. QuinnySophieintercambiaronmiradas.Ellosdebencreerqueme he vuelto loca. Mirror estaba riendo tan fuerte que lágrimas de alegría corrieronporsusmejillas. —Mirror, esas personas te lastimaron. Lo haría de nuevo para protegerte —Sophie dijo ferozmente—. Haría cualquier cosa para mantenertelibredecualquierdaño. La expresión de Quinn cuando él miró a Sophie era casi de veneración,yMirrorsintióquelaesperanzayelamorflorecieronensu pecho.Éleselindicado.QuinnmiróaMirroryasintió. —Loharíadenuevosinvacilación.Esteesmihogar,yarriesgaría todoparaprotegerlo. ¡Síiii!MirrorintercambiounamiradatriunfanteconSophie,yse inclinó hacia delante para poner sus manos suavemente en cada lado del peludorostrodeSophie.MirrortrajohaciasíloslabiosdeSophieenun besoapretado,deleitándoseencómoSophiesederretíaconella. Quinn se veía sorprendido, y antes de que él pudiera decir una palabra, Mirror volteó hacia él y capturó su boca con la propia, empujandosulenguadentrodesubocamientrassumanopermanecióen la mejilla de Sophie. Quinn gimió y jaló a Mirror más cerca de él, sus grandesmanosvagandoporsucuerpomagullado. Mirrorpudosentirsulargoyrubiocabellosiendoempujadosobre su hombro mientras los hábiles dedos de Sophie desabrochaban los botonesenlaespaldadelvestidodeMirror.Quinnsemovióparabesarel cuello de Mirror, mordiendo y lamiendo hasta que el pulso de ella se aceleró. Juntos,QuinnySophiejalaronhastaelpisoelvestidodeMirror, exponiendosucuerpodesnudoparaambos.ElpulsodeMirrorseaceleró aúnmáscuandoSophiehizouncaminodebesosdesdesushombroshasta lasensiblepieldesuscorvas,mientrasQuinnmasajeabaunadesustetas consumanocallosamientraschupabalaotra. La constante sensación era casi demasiado para aguantarla, y Mirror jadeó con las atenciones de ambos. La humedad creció entre sus piernas, y ella sacudió sus caderas hacia delante, desesperada por los dedosdeSophieolapolladeQuinndentrodeella. Lentamente, Mirror se deslizó por el cuerpo de Quinn, abajo, levantando su mirada para verlo mientras ella besaba su duro mástil. Él dejó escapar un gemido quedo, y miró detrás de la figura agachada de Mirror. Ella casi salta cuando sintió a Sophie deslizarse debajo de ella, estirandohaciaabajoelempapadocoñodeMirror,sobresulengua,que yaestabaesperándola. MirrorsequedósinalientoytrajosusmanosalrededordeQuinn para sujetar su culo, jalándose a sí misma hacia él mientras chupaba y lamíasulongitud.Ellalotomóprofundamentedentrodesubocahastaque pudo sentirlo contra el fondo de su garganta, mientras Sophie torturaba lentamentelaesenciadeMirror.LalenguadeSophiecorríaperezosaen lamidasalrededordelaentradadeMirror,golpeteandoocasionalmenteen su clítoris inflamado. Mirror gimió alrededor de la polla de Quinn y él gruñó en respuesta, pasando una mano por el largo cabello de Mirror, mientrasconlaotrajugueteabaconsuduropezón. Las manos de Mirror apretaron el musculoso culo de Quinn y lo soltó de su boca cuando ella se vino duro sobre el rostro de Sophie, gritandomientraslassensacionessacudíansucuerpo. Quinnayudóalasmujeresaponersedepie,vacilandosolamente paratraerelempapadorostrodeSophiehaciaelsuyoparaunlargobeso, yguiarlashastalacama. Sophie empujó a Mirror sobre su espalda en el suave colchón y atacó su esencia una vez más. Mirror podía sentir cómo se expandía cuando Sophie empujó dos dedos dentro de ella, torciéndolos de una maneraquelahacíaverestrellas.LarespiracióndeMirrorsehizopesada, y sus manos llegaron hasta sus propios pechos, masajeándolos para aumentarsuplacer. Quinn llegó por detrás de Sophie y serpenteó su mano alrededor desuscaderas,frotandoencírculossuclítoris.MirrorsintiócómoSophie se tensionó por la sorpresa, y luego se relajó rápidamente con la sensacióndelashábilesmanosdeQuinn. MirrorobservócuandolasmanosdeQuinnmasajearonelculode Sophie antes de alinear su gruesa vara con la entrada de Sophie. El corazón de Mirror golpeaba pesadamente en su pecho mientras vio a Quinn empujando dentro de Sophie en un solo movimiento. A Mirror le encantólamiradadepurasatisfacciónenelrostrodeQuinncuandoentró en Sophie, y Sophie comenzó a empujar sus dedos más duro, dentro de Mirror, al ritmo de los empujones de Quinn, añadiendo un tercer dedo cuandoQuinncomenzóamoverse. Alprincipio,Quinnsemoviólentamente,permitiendoqueSophie seajustaraasusustancialcircunferencia,antesdeestablecerunritmoque Sophie imitó con sus manos. Mirror apretó sus pezones con más fuerza mientrasSophiecomenzóafrotarfuertementeconsupulgar,elclítorisde Mirror, conduciéndola sobre el borde de su clímax. Mirror se vino otra vez, con espasmos alrededor de los dedos de Sophie, gritando mientras fijabasusojosenlosdeQuinn. Mirror nunca antes había visto algo tan impresionante como la vista de Quinn empujando dentro de Sophie. La forma fluida en que se movían juntos, las intensas expresiones de satisfacción en sus rostros; realmente estaban destinados el uno para el otro, y, por mucho que ella amabaaambos,loqueellosteníanjuntos,eraaúnmuchomásespecial. Mirror se bajó de la cama y guió suavemente a la pareja a acostarse,volteandoaSophieparaqueellapudieraveraQuinnmientras éllacogía.LosdossemovíanensincroníayMirrorpudooírlosgritos deSophie:¡Sí!¡Más!,ylosgruñidosjadeantesdeQuinn,cuandoellasalió delahabitación. Misióncumplida. *** Sophie parpadeó despertándose con el sol cayendo a través de la ventana. Ella flexionó sus dedos y sintió cómo sus garras bestiales se atorabanenlassábanascuandosesentó,tocandosurostroysintiendoel gruesopelajebajolaspuntasdesusdedos. Quinnhizounpequeñosonidorugientecuandovolteóhaciaellay abrió sus ojos. Ella se congeló, esperando para que su rostro se transformara impresionado con horror, temor, disgusto o una de la otra docena de expresiones que ella había visto en los rostros de sus pretendientes cuando se daban cuenta de que la hermosa mujer que ellos habían encamado la noche anterior, no era tan hermosa como ellos recordaban.HabíaestadotanocupadaconsupreocupaciónporMirror,su alivio porque Quinn había salido de la pelea con muy pocas y pequeñas heridas,ylaeuforiadesercapazdevenceralospueblerinosquedañaron a Mirror, que apenas se dio cuenta que anoche había olvidado por completorealizarsusprocedimientos“des-bestiales”. Quinn solamente sonrió con una sonrisa perezosa y la alcanzó, entrecerrando los ojos con el sol de la mañana, cuando, pegando la espaldadeellacontrasupecho,laacurrucójuntoaél. —¿Supongoqueestecastillomágiconopuedecerrarlascortinas por sí mismo? —Quinn dijo sobre el hombro de Sophie, metiendo su narizcariñosamenteenelcuellodeella. Sophiesonrióyseacurrucómáscercadeél.—Mepuedolevantar ycerrarlas—ledijo,sinlaintencióndemoverseenloabsoluto.Elcuerpo de Quinn se sentía perfecto junto al de ella, como dos piezas de un rompecabezassituadasjuntas. —Preferiría que la luz del sol me lastime los ojos que dejar de tocarte—élsusurróensuoído,mordisqueandoellóbulodesuoreja. Sophie sintió una calidez inundando su cuerpo y humedad juntándose entre sus piernas. ¡Él todavía la deseaba! Aun viéndose toda bestial, ¡él todavía la deseaba! Era como si ni siquiera le viera el pelo o los colmillos, él solo veía a Sophie. Estaba tan feliz; sintió como si una luz explotara desde su pecho, tan ardiente y magnífica como para ser contenida. Ella se volteó para verlo y lo besó y sintió que la luz se intensificócuandoélrespondióasubeso. —Entonces, no pares de tocarme —Sophie dijo mientras sus manosvagaronporlaespaldadeQuinn,disfrutandolasensacióndetodo él—.Nuncapares,Quinn—ellaledijo—.Quédateconmigo. —Sophie,yo… Unfuerteestruendolointerrumpió,elsonidoviolentodelapuerta principalcomosifueraunariete. —¡Sophie!¡Quinn!Vístanseyvenganacá.¡Necesitanveresto!— LavozdeMirrorsonabadesdeelotroladodelapuertadelarecámarade Sophie. SophieyQuinnsemiraronysevistierontanrápidocomolesfue posible. El vestido de Sophie se atoraba en su pelaje en distintos puntos, peroyanoleimportaba.Ellosbajaroncorriendojuntosporlosescalones principales hasta donde Mirror estaba de pie protegiéndose contra la puerta,batallandoparaasegurarelpesadocerrojo. —¿Quéestápasando?—Sophiedijo—.¿Quiénnosestáatacando? —Ellacorrióhastalaparedycomenzóasonarcadatimbre,llamandoa lossirvientesasuspuestosdedefensa. —Es un grupo de pueblerinos —Mirror dijo—. Ellos traen una bandera blanca y dicen que tienen un mensaje para Quinn, pero no me gustacómoseven—estamañana,losmoretonesenelrostroybrazosde Mirrorestabanmoradosynegros,loquehizoqueSophieseenfureciera. ElladebiómataracadapueblerinoquelepusounamanoencimaaMirror, envezdesolamentedejarlosrasguñados. —Ve,ponteasalvo—Sophiedijo,retirandosuavementeaMirror lejosdelapuerta—.Estásheridayhoytúnotienesporquétratarconesta mierda.Silascosasseponenserias,tellamaré—ellaledijo. Mirrorvaciló,luegoasintió.—Nohagannadaestúpido.Solovoya iralcuartodeartilleríaporunarco.Puedequeenestemomentonoestéen forma para una lucha cuerpo-a-cuerpo, pero todavía puedo cuidarte la espalda,Soph. Sophieasintió,esperandohastaqueMirrorsehubieraidoantesde levantarunamirillaenlapuertaparaverhaciaafuera.Cincopueblerinos grandotes estaban apiñados de pie en el pórtico frontal, sosteniendo una bandera blanca minúscula, obviamente cortada de una sábana de la cama de alguien y atada a una rama. Cuando ellos vieron los ojos dorados de Sophie,elmásgrandediounpasoadelante.Éldebióhabersidopartedela pelea del día anterior porque sus brazos y rostro estaban cubiertos de moretones y cortadas. Él se veía mucho peor que Mirror, y por un momento, Sophie se sintió complacida porque él había recibido su merecido. —No queremos ningún problema —dijo el grandote—. Solo necesitamosdecirleaQuinnquesumadreestámuyenferma.Ellarecibió un golpe ayer entre toda la violencia y ahora no puede levantarse de la cama.Nadiesabequéesloquetiene,perosevecomosiestuvieraapunto demoriryellaestállamándolo.Dicequequiereverasuhijoporúltima vezantesdemorir. — ¿Por qué tenían que venir cinco de ustedes a entregar el mensaje?—Sophiedijo. Elhombresemovióincómodoybajólamirada.—Bueno,mmm, ningunodenosotrosnossentimoslobastantesegurosviniendohastaacá solosy,mmm,todoestáaquí,enestacarta—élsacóunacartadelbolsillo de su chaqueta, ligeramente húmeda con su sudor, y la empujó por la ranuradelamirilla. SophieleentregóelpapelaQuinn,esperandoqueélsemofaray dijeraquenoqueríairse.Sumadreerahorrible.Y,despuésdelaincreíble nochequepasaron,seguramenteélquerríaquedarse. Éleselindicado.Éltienequequedarse. El rostro de Quinn quedó inexpresivo mientras leía la carta, sus labiosseapretaronysusmanossujetaronconfuerzasuficientealrededor delosbordesdelacarta,arrugándola.Elsilencioseextendiódemasiado, haciéndoseincómodoySophiesintióqueeltemorcomenzabaaaplastar susentrañas. Éleselindicado.Éltienequequedarse. —Quinn… —Sophie hizo una pausa, odiándose a sí misma, pero sabiendoqueloteníaquedecir—.Siquieresirteparacuidaratumadre, siéntete libre de hacerlo. Eres libre de ir y venir cuando sea que tú lo quieras —él no contestó, solo permaneció de pie, con su vista fija en la carta.No, no, no—. Pero si no quieres, no tienes que irte —ella dijo—. Puedesquedarteaquí,conmigo—ellapodíaoírensucabeza,lavozdesu madre diciendo, demasiado desesperada, a los hombres no les gusta cuandoestásdemasiadodesesperada. Cállate,Madre.Éleselindicado. —Sophie, ella es mi madre —él dijo, con sus hombros caídos, derrotado—.Siellaestáenferma,tengoquecuidarla.Mihermananunca lo haría, y yo no podría vivir conmigo mismo si mi madre muriera porqueyonoquiseayudarla. Sophiediounpasoatrás,sintiéndosevencidayadolorida. Suamorhabíasidotodaunamentira. Él realmente no la había querido en lo absoluto. Solamente había sidomejorquelosotrosocultandosuhorrorporlaaparienciadeella.Él vio como ella venció a la mitad del pueblo y había estado demasiado asustadoparadecirle“no”cuandoellalosedujo.Sequedóenelcastillo porque sintió una obligación moral para cumplir con el acuerdo hecho consumadre,solamente,yseestabayendoenlaprimeraoportunidadque selepresentó,justoigualqueelresto. Nuncanadiequerríaalabestia. Sophie arrancó la puerta para abrirla. Los cinco pueblerinos corrieron haciéndose hacia atrás, gritando de miedo cuando la vieron amenazante, bajo el marco de la puerta, pero Sophie solo miró a Quinn ferozmente. Élnomedesea.Éleselindicadoynomedesea. —Bien —ella dijo, con voz dura—. Si ya no quieres vivir más aquí,entoncesvete.Solovetealamierda—Sophielosujetóporlacamisa yusótodasufuerzaparaempujarloafueradelapuerta.Élsetambaleóy casi cayó al suelo, pero recuperó el equilibrio en el último momento—. Regresa a tu pequeña y jodida vida solitaria y nunca jamás vuelvas a pensarennosotros—élabriósubocacomosiestuvieraapuntodedecir algo, pero Sophie no quería oír más de las mentiras de Quinn. Cerró la puertadeungolpeyserecargóduramentecontraella,deslizándoseporla maderahastasentarseenelsuelo. Ellaesperóporlaslágrimas,paraqueeldolorsevaciaraporsus ojos,perolaslágrimasnollegaron.Sesintióvacía. Habíaperdido.Trecepretendientes.Trecerechazos.Hayunlímite parasoportarparacadapersona.Ellamirósusgarras.Normalmente,ella iríacorriendoderegresoasurecámarapararebajarlasconunalimahasta laspuntasdesusdedosyremoveríatodoelpelo,peroenvezdeeso,ella las clavó en el piso arrastrándolas, dejando surcos profundos en la madera. —Soy la bestia. Y siempre lo seré —se dijo a sí misma, quedamente. —Sophie, ¿estás bien? —Hillary dijo. Sophie ni siquiera había notadoquelossirvientessehabíanreunidofrentealasescaleras,ahorase veíanincómodos—.¿Quieresquealistetutratamiento? Sophiemeneósucabeza—No,yanotienecaso. Hillary dio un paso hacia delante, pero su mirada captó a Aarón antes de tener oportunidad de decir lo que fuera que estaba a punto de decirleaSophie. — ¡Tú! —Hillary gritó, apuntando al jardinero junto a Chad— ¿Porquénoloadmitessimplemente? Aarón levantó sus manos en el aire como si se estuviera protegiendocontraelcandeleroqueellaestabaapuntodearrojar—.¡Te juroqueyonotométuputotintedecabello!Soyeljardinero;¿paraqué diablosquerríatintedecabello? ConelsonidodelavozdeAarón,elrostrodeChadsecontorsionó en una miserable máscara. —Aarón, te juro que mis caballos nunca lastimantusjardines,¡tienesquecreerme! LacabezadeAarónsegirabaentreHillaryyChad,tartamudeando cuandotratabadecompletareldiálogodedositeracionesalavez. La Sra. Ladium también captó la vista de Macy y comenzaron a discutir acerca de la cocina sucia, y el vestíbulo hizo eco con los gritos furiososylosllantos. —¡Siempreestoylimpiandotrasdeti! —Sinotegustacomomanejomicocina,¡noentresahí! —¡Teharépagarporloquetuscaballoslehicieronamijardín, Chad! Sophie sintió como si estuviera cayendo a pedazos. Puso sus manos sobre su cabeza para tratar de ahogar las voces, pero solo comenzaronaaumentarelvolumen. Alcarajocontodo. — ¡SUFICIENTE! —Sophie gritó, poniéndose de pie y juntando susmanosenunaplauso. Todossequedaroncallados. —¿Noloentienden?—ellagritóasusrostrospasmados—.Todos estamos en esta casa juntos. Para siempre. Nunca envejeceremos. Nunca nosvamosair.Todaslasdiscusionesseacabaron.Ahora. Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo, sus palabras se apilabanunassobreotrascuandosusiteracionescomenzabandenuevo,al mismo tiempo. Ya ni siquiera se respondían el uno al otro, simplemente repetíanlasmismaspalabrasunayotravez. —¡Paren!—Sophiegritó—.Soloparen—elladijomásquedo.Se volteó hacia la Sra. Ladium—. ¿Por qué le molesta tanto la cocina de Macy?¿Porquéestanimportanteunpocodedesordenenlacocina? LaSra.Ladiumesnifóofendida,viendoaMacyferozmente.—Esa chicanoseocupadesusresponsabilidades. Bien,ellatodavíanoestáiterando. —¿Susresponsabilidadesenlacocina?¿Yaustedquéleimporta? —Sophiepresionó—.LaSra.Ladiumsemovióinquietaymiróasuhijo Chad,antesdevolveramirardeformaferozaMacy. —Ella es una desgracia para la confianza que le dimos —la ancianahizounapausa,yvolvióamirarasuhijo. Yahíestá,Sophiesuspiró. —Macy,¿discutisteconChat?¿Lolastimastedealgunaformaque haría que la Sra. Ladium esté molesta contigo? —Sophie dijo tan suavementecomopudo. LamiradadeMacyfuedeChadaAarón,viéndolosaambos.—No quiero hablar acerca de eso ahora, mi lady —ella dijo, la normal confianza-pícaraensímisma,ahoraseveíatristeyunpocolastimada. — ¡Ella me ama a mí, no a ti! —Aarón dijo, inclinándose hacia Chad.ChadleregresólamiradaardienteaAarón,acercándoseaúnmása Aarón hasta que sus pechos rozaron uno con otro y los labios de los hombresestabanseparadosporescasoscentímetros. —Entonces¿porquémedijoquemeama?Túnopuedespasarpor encimademirelaciónconella—Chaddijo. —Porlosdioses—Hillarysuspiró—.Ustedesdos¡yaqueesperan para besarse! Muchachos, ¿por qué no pueden admitir que están enamoradoselunodelotro? — ¡Pero nosotros amamos a Macy! —dijeron al unísono, volteandohaciaHillary,aunquesusojosnodejarondemirarseelunoal otro. —¡Yyolosamoalosdos!—Macygritó,conlágrimasrodando porsurostro. Mirror dio unas palmadas en el hombro de la cocinera en un ademántentativode“yapasó,notepreocupes”perorápidamenteretirósu manocuandoMacycayóderodillassollozando. Sophie miró a los sirvientes reunidos, quienes ahora no podían mirarse los unos a los otros directamente a los ojos. ¿Cómo es que ella nunca antes se había dado cuenta de esto? Ella miró a Mirror, que le sonreía con una expresión de confianza y amor en su rostro. Sophie le sonrióenrespuesta. Yopuedohaceresto.Volteóaveralossirvientes. —Muybienmuchachos,vamosallegaralfondodeesto.¿Quées loquehaestadosucediendoporaquí? *** —¡Quinn!—elgritoestridentedesumadresacudiólasparedesde lacabañita. Quinn ya había reparado el techo, matado algo de caza para la cena,limpiadolacasadearriba-a-abajo,yhastalavadoelmontónderopa empapada-en-ginebradesumadre.¿Quémáspodríanecesitarella? TanprontocomoQuinnllegóalacasadesumadre,supoqueera un error. Hasta que entró bajo el hacinado techo de su madre, él no se había dado cuenta de que el corto tiempo que pasó lejos de ahí, había hechomaravillasporél.Sushombros,normalmentetensos,finalmentese habían relajado para descansar por debajo de su barbilla, y casi había dejadodeinstintivamenteprotegersedeungolpe,cuandofueraqueoyera vocesagritos.Perotanprontocomoélllegóyoyólavozdesumadre, todalatensiónyestrésregresaroninvadiéndolo. —Muchacho, ¿dónde estás? ¡Tienes a una anciana enferma esperando!—sumadregritó. Quinndejólaleñaqueélhabíaestadocortandoysedirigiódentro de la casa corriendo ligero. Abrió la puerta y se agachó rápidamente, esquivandounaolladecobreenrápidomovimientovolandopordondesu rostrohabríaestado.Las ancianas enfermas no deberían de ser capaces delanzarnadacontantafuerza. — ¿Si, Madre? —Quinn luchó por hablar sin suspirar. Sophie habíadejadobastanteclaroqueellanoqueríavolveraverlo. Asíescomovaaserelrestodemivida.Elsuprimióunescalofrío cuandoelpensamientopasóporsumente. —¡Tengohambre!—Beatricesetambaleóligeramentecuandose sentóenlasilladelacocinita—.¡Prepáramealgo!—Ellatomóunlargo tragodealgocáusticodeunaanforitaydejóescaparuneructohúmedo. —Estaba cortando leña para el fuego para así poder comenzar a prepararlacena.Medetuvistedehacertelacenaparapoderpedirmeque tehicieralacena—élnopudoevitarresaltareldetalle. — ¿Te quieres pasar de listo conmigo, muchacho? —Beatrice sujetóunabotelladelicorvacíaylalanzóaQuinn. Quinn se agachó, encogiéndose cuando oyó como la botella se hizo añicos golpeando contra la pared a sus espaldas. Unos pocos fragmentosdevidrioseincrustaronensuespaldayaguijonazosdedolor sedispararonporsucuerpo. Nopuedocreerqueregreséaestelugar.Élqueríaestarencasacon Sophie y Mirror. Él las extrañaba. Ellas le habían dado una probada de cómoerasertratadocomounapersona. Nunca debí haber regresado. Quinn se retiró hasta el montón de leña, tratando de ignorar los agudos dolores en su espalda. Los fragmentossehabíanclavadolejosdesualcance,yQuinntratódehacer laspacesconotrafuentededolorensuvida.Éltendríaqueiralpueblo para encontrar a alguien para sacarlos, pero Beatrice no lo dejaría irse antesdequeellasehubieraalimentado. Unamanopequeñatocósuespaldayélcasisaltócuandosintióun fragmentodevidriosiendoremovidocuidadosamente.Lamanosacócada fragmento,unoporuno,poniendoencadacortadaunvendajesuavepara frenar el sangrado y mantener limpia la herida. Quinn no se atrevió a darse la vuelta, no se atrevió a moverse cuando sintió la nada familiar calidezdeesperanzacreciendoensupecho.Lospasadosdíashabíansido tanmiserables,queélnopodíadescontarlaposibilidaddequesolamente estabaimaginandoeltoquedesuamada. —Ya estás listo —la voz de Mirror dijo. Quinn sintió una luz viniendo a su pecho. Él acalló una rápida punzada de decepción porque Sophienohabíavenidoabuscarlo.ÉlamabaaMirror,perohabíaalgoen Sophie que se sentía bien, de una forma que ninguna otra mujer, alguna vez,lohabíahechosentir. Mirror caminó rodeándolo para verlo de frente, con una sonrisa brillante.—Eshoradeveniracasa. —PeroSophiedijo…—Quinncomenzóadecir. —AmbosescuchamosloqueSophiedijo,perotúnohasvistolo queellahizo—losojosdeMirrorbrillaronalegremente. Quinn se sentó pesadamente en el tocón de un árbol. Su cabeza divagaba mientras desesperadamente, trataba de mantener cualquier esperanzadequesuvidapudieracambiarotravez. —Lamaldiciónseestáderrumbando.DehechoSophie,comenzóa escucharlasdiscusionesquetodosestabanteniendoenunaiteración.Una vez que ella intervino e hizo que todos llegaran al fondo del asunto, las iteracionessedetuvieronporcompleto—Mirrorsujetóambasmanosde Quinnconsusmanos—.Nuncamás tendré que oír a la Sra. Ladium y a Macy teniendo la misma estúpida pelea, jamás otra vez —ella suspiró felizmente—.Sophiedejódeestartanobsesionadaacercadecómoseve y, aquí entre nos, cada día que pasa, su condición transformada se ve un pocomenosferoz. Quinn no pudo evitar sonreírse. —Estoy feliz de que Sophie está consiguiendoloqueelladesea.Perosiellaestárompiendolamaldición porsímisma,nomenecesita. — ¡Por supuesto que te necesita! —Mirror jaló a Quinn para ponerlodepie—.¿Quiénpiensasquemeenvióparallevarte?Empacatus cosas,túvienesacasa. *** Sophie recargó su cabeza contra el frío vidrio de la ventana y suspiró. Ella nunca antes había estado aburrida. Antes de Quinn, cada momento de vigilia lo pasaba combatiendo su transformación, buscando un pretendiente, o tratando de convencer a un pretendiente para que la amara. Pero ahora, ella finalmente había encontrado al hombre que ella amaba, había detenido los constantes dimes y diretes del personal, y se habíadadoporvencidaconsuextensarutinadebelleza;ellanoteníanada másquéhacer.Tratódeiralcampodetiroapracticar,peroentodoloque podíapensareraenlasensacióndelasmanosdeQuinnensucintura. Desde el otro lado de la ventana, ella podía oír a Chad, Aarón y Macy,tomandoundescansodesusdeberes. —¡Dámelamásduro!—Macygritó. Felicesporsiempreesrealmenteruidoso.Sophiegruñóalejándose delaventana,asínotendríaqueoíralTríoAmorosoenaccióndetrásdel establo.Unavezquelostresllegaronalfondodesusconflictos,alhecho dequeChadyAaróntratarandeforzaraMacyaescogerentreellosera estúpido cuando todos ellos se deseaban entre sí de igual forma, ellos habíanestablecidounarutinadiariadecogerseelunoalotroportodala casa. Hillary estaba emocionada porque finalmente, sus amigos admitieron sus verdaderos sentimientos, mientras que la Sra. Ladium simplementeestabafelizdequeMacyyanolerompieraelcorazónasu hijo. Sophie sabía que probablemente debería limitar al feliz trío a una sola habitación, así ella no tendría que toparse con ellos en cualquier rincón, pero ella estaba complacida de que todos estuvieran felices. Los ciclos de miseria y culpabilidad de los últimos diez años, finalmente habíanterminado. Sophiemiróalrededordesurecámara,pensandoencómolaibaa redecorar.Yanoteníasentidomantenerloluciendocomounsexyharénsi ellaseríalaúnicaquelodisfrutaría. Los cambios también venían para Mirror, quien, en los últimos días,habíacomenzadoahacerplanesparavermásdelmundo,ahoraque losotrossirvientesnolanecesitaban.Sophieestabafelizporella;Mirror merecía alejarse de la casa maldita que la había tenido entrampada por tantotiempo. —¡Cielo!¡Yallegamos!—lavozdeMirrorlallamódesdeelpiso inferior. LospiesdeSophieyaseestabanmoviendohacialapuertaantesde que ella siquiera comprendiera completamente las palabras. Sus pasos volaronporlasescaleras;ellahabíaabandonadosustaconesaltosafavor de cómodos zapatos de piso hace días, y no podía entender cómo había sobrevividocaminandosobrepicosportantotiempo. Sophie alentó su paso cuando alcanzó la parte inferior de las escalerasyvioaQuinnyaMirrortomadosdelasmanos. Porsupuesto.Ellosvanahuirjuntos.Debíhaberlosabido.Sophie apretósusmanosjuntasyseesforzóporcalmareldolorensupecho.No era para sorprenderse después de la pataleta que ella le hizo a Quinn cuando lo forzó a irse. Mirror era encantadora. Sophie amaba a Mirror. TodosamabanaMirror.¿PorquéQuinnnolaamaría? Él es el indicado, él es el indicado, él es el indicado, su corazón latíaaritmoconlaspalabras.Mirandoalasfuerteslíneasdesurostro,sus increíbles ojos, ella ahora lo creía con más fuerza que antes. Quería las manosdeélsobreella,suslabiosenlosdeella,suspalabrassusurrando ensuoídocadamañana,ysupolladentrodeellacadanoche. —Quinn—Sophiedijo—,lamentotantohaberhechoquetefueras. Essoloqueestabamuylastimadaporquequeríasirte.Teamo. —Yotambiénteamo—éldijo. MirrorsoltólamanodeQuinnySophiepensóqueélvoltearíaa veraMirror,perosusojosnuncadejaronelrostrodeSophie. —Nuncadebíhabermeido—éldijo—.Túeresmihogar—Quinn caminóhaciaella,yluegoélestabacorriendo,yellaestabacorriendo,y entonces sus brazos estaban alrededor de Sophie y ella no podía tener suficiente de la sensación de su cuerpo tocando el de él. —Tú eres la indicada—éldijo—.Túereslaindicadaparamíparasiempre. Éllalevantóensusbrazosylacargósubiendolasescalerashasta su recamara. Sophie enroscó sus dedos en el cabello de Quinn, maravillada por su suavidad, en lo sencillamente maravilloso del aroma de él. De una patada abrió la puerta de la recámara y lo más lejos que llegaron fue a un largo sofá que corría a lo largo de la pared antes de colapsarjuntosensusuavidad. LasmanosdeQuinnempujaronsufaldahaciaarribahastaquesus pulgaresencontraronsuhumedadyempujósusdedosdurodentrodeella. — ¡Sí! ¡Para siempre, mío! —Sophie gritó, estirándose para desabrocharsupantalónyliberarsupolla,yaendurecidaparaella. Élnosemolestóenquitarlelaropainterior,sololaempujóaun ladoparapoderarremeterconsuvergadentrodesuvagina.Sophiegritó con el intenso placer que navegaba por su cuerpo. Ella lo montó con fuerza,sujetandosushombrosparasoportarsupeso. Unapartedistantedesucerebrosepercatódequeellayanotenía garras,peroesosoloeraimportanteparaqueellasepudierasujetaraél sin el riesgo de cortarlo. Todo lo que importaba era la sensación de su polladentrodeella,elcalorabrazanteensusojosinstándolaaencenderse. —Sophie —él gimió—. Estoy a punto. Te necesito, mi amante; necesitosentirquetevienes. Élalcanzósuclítorisylogolpeteó,agachándoseparamorderlaen elcuello,justoencimadesuclavícula.Esoeraloqueellanecesitabapara empujarla sobre su clímax y Sophie rugió con un rugido muy humano mientras se venía. Esta vez, la puerta no se estremeció y ninguna de las pinturassecayódelasparedes,yellasintióelorgasmoenolasatravésde sucuerpocomounafuerzadelanaturalezadesbordándoseencadanervio. Un segundo después, ella sintió a Quinn como una marejada profundamente dentro de ella y su leche caliente fluyendo en su interior. Elloscayerondeespaldas,respirandopesadamente. —Quédateconmigo—Sophiedijo,jadeante.Ellayanodudódela respuestaqueeldiría. Élsonrió,mirándolaalosojos.—Siempre. *** Mirrornovolteóamirarsobresuhombrocuandoellacaminaba alejándosedelcastillo.EllahabíadejadounacartaparaSophieyQuinnen surecámara,juntoconunapicarescapinturadeella,desnuda,paraqueasí pudieranpensarenellacuandocogieran. Mirror tarareaba una alegre melodía para sí misma y caminaba conpequeñossaltosmientrasmirabahaciaelhorizonte.Ellaextrañaríaa Quinn y a Sophie, pero no se arrepentía por no despedirse. Ellos eran perfectosjuntosdeunaformaquenonecesitabanuntercero,yMirrorya no podía quedarse en el castillo anteriormente maldito. Había sido un buenlugarparacrecer,peroerahoradeseguiradelante. Conelrabillodelojoviomovimientobajolosárboles,yletomó unsegundoreconocerelculodeChad. —¡Sí!¡Sí!¡Más!—ChadgritabamientrasAarónselocogíaduro. Macy yacía bajo Chad, los tres completamente cegados al mundo en su brumaamorosa. Sí,definitivamenteestiempodeiraencontrarmipropiofinalfeliz, Mirrorpensómientrasseapurabaporelcamino. Ellahabíaescuchadounrumordeunreinonomuylejanoconun rey súper superficial que necesitaba un consejero con experiencia en el manejo de gente rica y mimada. Decían que él necesitaba a alguien para hacer encuestas acerca de quién era “el más bello en las tierras”, para asegurarsedequenofuerasuhijastro,Snow. Mirror se encogió de hombros y comenzó a trotar. Ella no sabía quéledeparabaelfuturoexactamente,peroestabalistaparaaveriguarlo. QueridoLector, EsperamosquehayasdisfrutadodeElGuapoylaBestia.Realmente nosencantaestemundo,ycrearmáslugaresypersonasquelohabiten. Laprimeravezquepublicamosestaserie,nosllegaronunmontónde correos electrónicos de los fans agradeciéndonos por estos libros. A algunoslesgustaronciertasseriesygruposdepersonajesmásqueotros. Comoautoras,nosencantalaretroalimentación. Lasreseñassoncadavezmásdifícilesdeencontrarenestosdías.Tú, comolector,tieneselpoderahoraparahacerodeshacerunlibro.Sitienes eltiempo,aquíhayunenlaceanuestrapáginadeautorenAmazon.Puedes encontrarnuestroslibrosaquí. Asíque,dinosloquetegustó,loqueteencantó,inclusoloqueodiaste. Nos encantaría saber qué piensas. Puedes escribirnos a [email protected], o visitar nuestro sitio web en https://ajtiptonauthor.wordpress.com. También podemos conectarnos a travésdenuestralistadesuscripcionesporcorreoelectrónico,Facebook yTwitter. Muchas gracias por leer El Guapo y la Bestia y pasar tiempo con nuestrosextravagantescerebros. Diviértansetodos. AnnieyJess(“AJ”)Tipton SexysCuentosdeHadasAlRevés TresColeccióndeLibros Cenicienta,CaperucitaRoja,ylaBellaDurmientecomonunca anteslashabíasvisto. Enunlejanoreinomágico,vivíanpríncipesencantados,mujeres guerreras,yhéroespoderosos.Estacoleccióndetres-librospresenta sexysrecuentosconcambiodegénerodelosclásicoscuentosdehadas: Cenicienta,CaperucitaRoja,yLaBellaDurmiente.Loshéroessehan convertidoenheroínas,lasheroínassehanconvertidoenhéroes,ynada esloqueparece. LoQueLaReinaQuiere:EnesteFFMpoli-amorosoyeróticocuento de seducción, liberación y desconocidos apasionados, hasta el más humildedelosplebeyostieneunaoportunidadconlaReina,siellaasí loquiere. CazandoaRojo:Esteromancemaduroinvolucraaventurasvalientes, tormentosasrelacionessexualesyunavillanaenlaquequerrásclavar tusdientes. RompiendolaMaldición:LaParejaRealdeRaven:Estesexyrecuento adulto de La Bella Durmiente involucra ligeras ataduras sexuales, hechicerosborrachos,yunamorsuficientementefuerteparadesafiara lamagia. Estas novelas INDEPENDIENTES pueden ser leídas en cualquier orden. No hay finales de suspenso, y cada una termina como debe: felicesparasiempre. SuVikingoElemental Unos mil años atrás, una bruja hechizó a cuatro encantadores hermanosvikingos,cadaunoconunodeloscuatroelementos.Ellosviven consusmaldicioneshoyendía,condenadosasufrirparasiempreporsus crímenespasados. SuArdienteVikingo Encalorseenciendecuandounvikingomalditotropiezaconla mujerdesussueños. Mikkelessimplementedemasiadoardienteparatratarlo.Esunvikingo inmortal, maldecido para convertirse en una incontrolable bola de fuegocuandoseenfurece.Trassiglosdetragedias,Mikkeltemequela furiaensuinteriorpongaenpeligroacualquieraquedejeacercársele demasiado. Cuando Joanna –una inteligente y sensual ingeniera enojada con el mundo— irrumpe en su vida, Mikkel no podrá resistir su ardiente encanto.¿Hallegadofinalmenteelmomentodedejarquealguienentre ensuvidayabracelasllamas?¿Oseránchamuscadosporelfuegode supasión? Este romance maduro incluye incendiarias travesuras en el cuarto de un bar, escapes en auto a máxima velocidad, y un amor lo suficientemente fuerte como para curar hasta el más dañado de los corazones. SuCalienteVikingo CuandosejuntanunVikingomalditoyunabrujainsolente…no soloelcalorsubirá BramesunguerreroVikingo,manchadodesangre,quienluchajuntoasu familiaparaconquistartierraslejanas.Pero,cuandosufamiliaseenfrenta conlabrujaequivocada,élesmalditoaserunespectrodelagua,invisible portodalaeternidad.¿Podránlossiglosdecastigollevarloalalocura?o ¿Puedeélencontraraalguienqueloayudeacombatirestamaldición? Audrey es una bruja de hoy en día, explorando las tierras de la secreta cabañaescocesadesuabuela.Cuandoellasesienteatraídaalashermosas aguasdeunlagocercano,obtienemuchomásdeloqueesperaba. Esta sexy historia para lectores adultos incluye una abuela espectral casamentera,diversiónenlabañerayunabrujacuyotoquepuedeserlo suficientementetraviesomalvadoparacambiarlotodo. Esta novela INDEPENDIENTE es parte de la serie Su vikingo elemental,lacualpuedeleerseencualquierorden.Nohaymelodramas, ycadahistoriaterminacomodebe:felicesparasiempre. SuInmortalVikingo Lamagiaylapasiónseenciendencuandodosamigossejuntan. Hacemásdemilaños,unabrujahechizóacuatroencantadoreshermanos Vikingoscadacualconunodeloscuatroelementos.Enelpresente,ellos viven con estas maldiciones condenados a sufrir por sus crímenes, por todalaeternidad. Erik es un apuesto timador, playboy, y Vikingo inmortal maldecido a llevarlacargadeunasinútilesalasrotas.Aélsóloleimportaunacosaen estemundoapartedesímismo:sumejoramiga,Siobhan. Sarcástica,eficienteyhermosa,Siobhanharíacualquiercosaporsumás viejoamigo,Erik,incluyendoocultarsussentimientosparaprotegerlode supasado. CuandounescándaloamenazaaErikyaSiobhan,deberánunirseantesde irapararalacárcelporcrímenesquenocometieron. Esteromanceparaadultosinvolucrainmortalescachondos,unacamarera casamenterayunamortanpoderosocomoparavolar. Esta novela INDEPENDIENTE es parte de la serie "Su Vikingo Elemental"lacualpuedeserleídaencualquierorden.Nohayfinalesde suspensoycadahistoriaterminacomodebe:felicesporsiempre. ElHombreOsoMultimillonario ConjuntodeTresLibrosdeRomancedel Alfa Losososmultimillonariospeleanporsusverdaderasparejas. Estaseriellenadeaccióncombinaahombresfuertes,mujeressegurasy escenasdeamorardientesenunmundomágicomultidimensionalque provocaalossentidos. El Heredero del Alfa: Orson está huyendo del compromiso. Casey solo quiere cocinar platillos increíbles. Cuando sus caminos chocan, el efecto es delicioso. Esta novela incluye a mujeres atrevidas con curvas, platillosqueteharánbabear,ataquesemocionantesdeososyunamortan calientequevibra. Las Parejas de los Alfa: Cleo es una Alfa y directora de su propia compañía extremadamente exitosa. Titus y Connor son dueños de un rancho santuario para criaturas sobrenaturales. Cuando Cleo se queda varadaensurancho,laschispasliteralmentevuelan.Estanovelavibrante para lectores maduros involucra una revocada en la paja (literalmente), hombresmojadosysensualesapagandofuegosyunamorqueesmágico porelpoderdetres. El Dominio del Alfa: Este romance paranormal para adultos incluye a personas sensuales que se transforman en osos, meseras de barra sobrenaturales que interfieren, un entrenamiento mágico explosivo y un romanceeneltrabajotancalientequederretiráhastaalcorazónmásfrío. Sucediendo en el mismo mundo que la serie "Su vikingo elemental", la serie "El Hombre Oso Multimillonario" incluye personajes tan memorables como Lola (la misteriosa mesera de bar sobrenatural que sabe más de lo que jamás dirá), Audrey (una bruja con habilidades para formarparejas)yunelencoenterodecriaturassobrenaturalesadorables. EstasnovelasINDEPENDIENTEsonpartedelaserio"Elhombreoso multimillonario" que se puede leer en cualquier orden. No hay momentos de suspenso al final y cada historia termina como se debe: conunfelicesparasiempre. ConoceaAJTipton AJTiptoneselpseudónimodeunequipodeescritoras:AnnieyJess (¿Entendiste? “AJ”. Ahora entiendes). Drones corporativos de día; las noches las pasamos escribiendo fantasías para sorprender, excitar, y entretener.SituadasenBrooklyn,somosunaslocastotalesynosencanta. ¿Quieresleermáshistoriassobreloextrañoymaravilloso?Regístrate enlalistadesuscripciónalasnuevaspublicacionesyseráselprimeroen sabercuándolosnuevoslibrosestarándisponibles.Tambiénpuedehaber otras sorpresas en el camino. O simplemente ponte en contacto con [email protected] Nuestras ideas para futuros libros —desde robots sexuales hasta burdeles de fantasmas— nos mantendrán ocupadas durante muchos años porvenir,asíquesigueadelanteparamásdiversiónyhaznossabercuál serietegustamás.Nosencantaescucharopinionesdenuestroslectores. Facebook:https://www.facebook.com/AJTiptonAuthor Twitter:https://twitter.com/AJTiptonAuthor Blog:https://ajtiptonauthor.wordpress.com/ Este libro es para la venta a un público adulto solamente. Contiene escenas sustancialmente explícitasyleguajegráficoquepuedeconsiderarseofensivoporalgunoslectores. Estaesunaobradeficción.Todoslospersonajes,nombres,lugareseincidentesqueaparecen aquísonficticios.Cualquierparecidoconpersonasreales,vivasomuertas,organizaciones,eventos olocalesespuracoincidencia. Todoslospersonajessexualmenteactivosenestaobrasonde18añosomayores. Fotografías de portada proporcionadas por BigStock.com, Flickr.com, Archivos Morgue, y Upsplash.com.DiseñográficoporLydiaChai.TraducciónporLorenaDeIsla.