Dioses falsos Dios de dioses amarrados a la vida: dios dinero, dios egoísmo, dios juerga, dios de abismos y querellas. ¡Cosas del mundo! ¿Son cosas bellas? Inciertas fieras abrazadas a otros dioses más feroces que los anteriores. Dioses de todos los siglos, dioses fuertes, embusteros con aires sofocantes y plebeyo. Soplillos de frescor falso que llevan y traen el seducir de la muerte, esclavos impostores, maléficos y torcidos comediantes. ¡Atado de ficticios reyes anunciándose como auténticos y soberanos seres! Enjaulados deseos que nacen y envejecen en la corriente de la vida: dios dinero, dios egoísmo, dios juerga, dios de abismos y querellas… Dios de los dioses sordos, ineficaces ladrones hurgando la piel cobriza, la blanca y la mestiza hasta hacer de ellas enclenques bufones. Incógnitos dioses sepultando a un Dios de amor y clemencia por las calles de la vida. Zurcida vestidura son esos dioses de amargo llanto, que caminan impulsados por los vientos y por las callejuelas carcomidas y ebrias. Dioses veloces arrastrando el seco hilo del ser humano, vivos como la misma hiedra que se arranca y crece y luego vuelve a nacer aferrada al muro de la flagelación interna…