TEMA 9-EL TEATRO ESPAÑOL DESDE LA POSGUERRA HASTA LA ACTUALIDAD La evolución del teatro español estuvo determinada por la Guerra Civil y sus consecuencias. Durante la contienda se desarrollaron distintas orientaciones dramáticas en la zona nacional y en la republicana. A partir de 1939, el panorama estético quedó marcado por el exilio de autores como Alberti o Salinas, y por la desaparición de dramaturgos como Lorca o Valle-Inclán. El teatro de posguerra: Este teatro cumplió dos funciones básicas, entretener al público y transmitir ideologías. Esa transmisión de ideologías siguió tres caminos: 1. Negación de las aportaciones más relevantes de la preguerra (teatro de Valle y Lorca). 2. Estreno de obras que exaltaban los valores de los vencedores. 3. Programación de autores clásicos. Estado e Iglesia establecieron un férreo control sobre las obras nuevas y los repertorios. Este fenómeno desarrolló la consiguiente autocensura en los dramaturgos. La que más triunfó en esta etapa fue la comedia burguesa, caracterizada por la perfecta construcción de las obras y por su intrascendencia, con dosis de humor, ternura y amabilidad. Sin embargo, el teatro español evolucionó a través del humor (teatro de humor), con autores como: Jardiel Poncela: sus obras se caracterizan por la incorporación de lo inverosímil, con ingredientes de locura y misterio. Destaca Eloísa está debajo de un almendro: comedia de humor negro en la que los personajes se comportan de forma disparatada, postulando la necesidad de cordura. Miguel Mihura: cultivó el teatro del absurdo.. Su producción pretende idealizar la vida por medio de la humanización de sus personajes y el triunfo de la bondad y la ternura. Las más conocidas entre sus obras son: Tres sombreros de copa: Dionisio se enamora de Paula, perteneciente a su nueva realidad, pero al final renuncia a la libertad para integrarse en el orden establecido, poniendo así en evidencia su pesimismo y desencanto. Por otro lado, destaca Maribel y la extraña familia. Por otro lado, el teatro en el exilio muchas veces “se pierde” para el país de procedencia del autor. Este teatro presenta diferencias estéticas con el cultivado en España. El interés artístico llevó a los autores exiliados a incluir novedades vanguardistas en sus obras. Destacaron autores como Alberti (durante la Guerra Civil cultivó un teatro político, destacando Noche de guerra en el Museo del Prado), Max Aub (cultivó la farsa) y Alejandro Casona : La dama de alba, drama poético que desarrolla una historia fantástica, la leyenda de la Muerte que no puede llevarse a su víctima por quedarse dormida. Los realistas: El posibilismo fue una corriente que siguieron autores como Buero Vallejo, quienes pensaban que a pesar de la censura era posible escribir de forma no totalmente abierta sobre algunos temas. Las obras del teatro realista se caracterizan por la complejidad de los espacios escénicos y la profundización en los caracteres de los personajes. Sus autores más relevantes fueron Buero Vallejo y Alfonso Sastre. Buero Vallejo: sus obras constituyen una síntesis de realismo y simbolismo. En ellas se opone conflictivamente personajes contemplativos y activos. Su obra más importante fue Historia de una escalera: en un mismo decorado, la escalera de una casa de vecinos, y en tres épocas (1919,1929 y 1949), transcurre la vida de unos personajes impotentes para superar la situación de indigencia, antihéroes oprimidos por la vida y la sociedad. El problema central es la frustración. También destacan El sueño de la razón y La fundación. Cultivó distintos tipos de dramas: de ambiente contemporáneo (El tragaluz: trata sobre los huidos del franquismo que estuvieron escondidos sobre. Sobre este mismo tema y en la misma época se publicó Noviembre y un poco de yerba, de Antonio Gala), míticos, históricos y psicológicos. Alfonso Sastre: Sus obras incorporan un humor de situación, negro y profundo, que permite el distanciamiento de las historias contadas; escribió sobre las guerras. Su obra Escuadra hacia la muerte fue retirada y prohibida tras la tercera representación. En ella, unos soldados cumplen una misión suicida en una supuesta III Guerra Mundial. El conflicto central es la decisión de unos soldados de matar al sargento que los tiraniza. Los vanguardistas: Son herederos del teatro del absurdo y del teatro de la crueldad. -Fernando Arrabal: el teatro pánico de Arrabal se caracteriza por la confusión, el humor, el terror, el azar y la euforia, y por la incorporación de elementos surrealistas en el lenguaje. Su obra más importante es El cementerio de automóviles: los personajes, ocultos en coches inutilizados, están condenados a una desagradable convivencia y reaccionan violentamente, solo preocupados por las funciones vitales básicas. Aunque quizá la más conocida sea Pic-Nic, en la que ridiculiza las guerras (antimilitarismo). -Francisco Nieva: tuvo dificultades para ser aceptado en la escena española: sus obras no tenían el mensaje directo de denuncia social de los realistas. Su producción dramática conecta con el teatro del absurdo. Comparte con Artaud la idea de un teatro catártico y liberador, cuya finalidad es mostrar la esencia del hombre. El tema básico en las obras de Nieva es la representación de la sociedad, que degrada al ser humano al impedir el desarrollo de sus necesidades profundas. Ante ello se erige la transgresión, a menudo debida a la necesidad de una liberación sexual. Su obra más reconocida es Delirios del amor hostil. Años 60: En esta etapa triunfó el teatro representado por la nueva comedia burguesa, que llega al más alto grado de evasión posible. La nueva comedia burguesa es un teatro inmovilista, que repite esquemas del pasado, con personajes alejados de las circunstancias sociales del momento. Sobresale Alfonso Paso, quien posee gran habilidad para la creación de tipos, situaciones y diálogos, y es un maestro en el dominio del humor, sobre todo el verbal. Su obra más importante es Enseñar a un sinvergüenza. Años 70: A finales de los sesenta, el teatro universitario se transformó en lo que se denominaría teatro independiente. La “independencia” del teatro suponía el rechazo del espectáculo conservador mediante la creación de una estética peculiar y un intento de autofinanciación. Destacaron los miembros del grupo catalán Els Joglars, encabezado por Albert Boadella, creadores de un teatro del silencio, que potencia la expresión corporal; y La Fura dels Baus, que montaron sus espectáculos en grandes naves, incluyen la violencia, la provocación y la agresividad. El teatro en la democracia: El teatro en la transición: se producen los siguientes fenómenos: -Se recuperan los dramaturgos más importantes del teatro español del siglo XX: Valle-Inclán y García Lorca, y de los autores exiliados: Alberti. -Los autores realistas más representativos continúan escribiendo y estrenando sus obras (Buero Vallejo). -En este período es muy importante la representación de los vanguardistas como Nieva y Arrabal. -Con la llegada de la democracia, muchos grupos del teatro independiente no consiguen sobrevivir, aunque otros logran grandes éxitos, Dagoll Dagom (La nit de Sant Joan). -Comienza a crearse un teatro neorralista (o generación del 82) compuesto por un grupo de dramaturgos procedentes del Teatro Independiente, como Alonso de Santos (La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro) cuyos rasgos más destacados son: una actitud realista, las obras se entroncan con la tradición teatral española, hay un interés especial por los personajes no integrados, generalmente fracasados, expresan una ruptura de la moral tradicional, se utilizan el humor y la ironía y un recurso habitual es la metateatralidad.