El objeto es de carácter primario y el concepto es

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El objeto es de carácter primario y el concepto
es de carácter secundario acerca del objeto. Por
ejemplo, cuando se dice que el hombre es mortal,
se afirma el carácter mortal no del “concepto de
hombre”, sino de los hombres independientes de
mi concepto y de mi idea acerca de los hombres.
La tarea primordial de la ciencia sería
determinar el vínculo entre los objetos, sin
pasársela indagando el orden en que los objetos
se suceden en la percepción humana, puesto
que la vinculación existente entre los objetos
es independiente de nuestra percepción; la
ciencia tiene que tener presente el mundo real,
y no los fenómenos de la conciencia pura, ya
que el Conocimiento es un proceso infinito de
profundización de los informes que el hombre
posee acerca del mundo.
El conocimiento del mundo es plenamente
alcanzable, aunque dicho conocimiento sea
infinito e inagotable, siendo los hombres son
capaces de conocer los objetos que les rodean.
En la Crítica de la Razón pura de Kant, según
Karinski, no hay lugar para la realidad exterior. Y en
la medida en que Kant, aún negando la posibilidad
de conocer las cosas (en sí) que existen, admite la
posibilidad de que estas cosas participen en el
proceso de nuestro conocimiento, se contradice
abrumadoramente. Nuestra conciencia se siente
directamente como viva y activa en el seno
del ser real, y no en los simples signos de las
representaciones.
El rumano Basilio Conta (1845-1882)283 concibe
que la fuente del conocimiento sea la realidad
objetiva; que nuestro saber acerca del mundo
no para, puesto que la capacidad cognoscitiva
del hombre es tan inagotable como lo es la
propia realidad objetiva, materia de nuestro
conocimiento. El proceso del conocimiento se
inicia con la percepción sensible o huella de
primer grado en el cerebro.
Y como los elementos complejos del
pensamiento proceden de otros elementos
psíquicos anteriores más simples, a la “sensación”
le siguen las percepciones de segundo grado
como las ideas, nociones, conceptos, categorías,
juicios y razonamientos.
Para pasar de las sensaciones a los conceptos,
juicios y razonamientos, es necesario que entre a
actuar el “pensamiento” mediante las funciones
de generalización, abstracción, análisis, síntesis,
inducción y deducción. Pero, según Conta, los
conceptos se fijan mecánicamente en la materia
cerebral como si el cerebro fuera una “tabula rasa”
donde se dejaran huellas, siendo una de las fases
más importantes de nuestro proceso cognoscitivo
la comprobación de nuestros conocimientos por
la experiencia, por la práctica.
Para Nikolai Vasílievich Shelgunov (18241891)284el proceso cognoscitivo se inicia con los
estímulos llegados del exterior a los órganos de los
sentidos, para luego convertirse en “sensaciones”,
y estas sensaciones soportan a los “conceptos”. El
conocimiento humano iría del conocimiento de
los objetos visibles a los conceptos abstractos
formados en nuestra conciencia mediante el
“raciocinio”; luego, al cambiar la propia vida
expresada por los conceptos, los “conceptos” se
mueven y cambian.
El criterio de verdad del conocimiento, que
es la concordancia entre nuestros conceptos y la
realidad, es comprobar por la experiencia, puesto
que, según Shelgunov, la Verdad la proporciona
sólo la comprobación experimental; los
“conceptos”, a consecuencia de la comprobación
experimental, cambian y se adecuan a los hechos
nuevos aportados por la misma experiencia.
Las posibilidades del conocimiento humano
son ilimitadas, puesto que la naturaleza del
hombre es estar conociendo, pasando de un
conocimiento a otro, sin descanso.
En M. Alexéievich Antonóvich (1835-1918)285la
realidad objetiva existe con independencia de
la Conciencia humana y de cualquier otro Ente
ideal; el mismo hombre, con su conciencia, es un
producto finamente acabado de la naturaleza. Los
“conceptos” se formarían mediante un complejo
proceso en el que el “pensamiento” generaliza los
aspectos más esenciales de la realidad (definición),
sin la pretensión de construir conceptos
generales a nuestro arbitrio, sino con base en los
contenidos suministrados por el mundo físico.
Por ejemplo, conceptos tan abstractos como los
axiomas matemáticos no son generados por un
“pensamiento puro”, sino conformados de acuerdo
con relaciones reales de la existencia real.
El criterio de verdad del conocimiento es
283Ibíd.
284Ibíd.
285Ibíd.
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El Monismo “Ëllo-Yo-criptoYo”,
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