Energía Solar Térmica (Agua Caliente Sanitaria, ACS) Energía térmica Un sistema solar térmico transforma la energía radiante emitida por el sol en energía térmica y la acumula, en forma de agua caliente, para pasar al sistema de apoyo antes de su posterior consumo. El sistema de apoyo, por su parte, es el encargado de cubrir las diferencias térmicas que el aporte solar no alcance a proveer al sistema. En general, son proyectos que pueden aplicarse desde una escala residencial, comercial hasta industrial, con potencias del orden de 700 W/m2 [EREC, 2010]. Dado que la energía térmica no se puede transportar eficientemente a través de grandes distancias, este tipo de tecnologías son especialmente adecuadas en áreas donde se concentra la demanda, por ejemplo empresas, casas, edificios, industrias, etc. Los principales componentes de estos sistemas son el sistema de captación de energía solar, el sistema de almacenamiento de agua, el sistema de intercambio, sistema de apoyo, la red hidráulica y el sistema eléctrico y de control. El Factor de planta que alcanzan estos sistemas térmicos está entre 24 y 50% [NREL, 2010], mientras que la eficiencia de conversión de energía se encuentra normalmente entre 40% a 65% [Transenergie, 2011], pero puede ser aún mayor, dependiendo en gran parte de las condiciones de trabajo de los equipos, como nivel de radiación y diferencia de temperatura entre el ambiente y el colector. Las principales barreras están asociadas con la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles y sus subsidios, la poca conciencia de temas ambientales (no considerarlos en los cálculos) y los costos iniciales relativamente altos, lo que hace que este tipo de energía sea poco accesible a un hogar promedio. A nivel local se puede mencionar como barrera, además, la falta de profesionales capacitados para diseñar, implementar y mantener estos sistemas. El costo de inversión se encuentra entre 1.294 y 2.000 USD/kW, con costos de mantención entre 2,14 y 28,5 USD/kW al año. El costo medio de la energía es de 5,5 a 19,1 centavos USD/kWh. Un colector de 2,4 m2 y 150 litros oscila entre USD 270 en China, y USD 950 (en Grecia [OECD/IEA, 2009]. Los costos de operación varían fuertemente con la presencia del recurso, la complejidad de las instalaciones y el costo de mano de obra. En Europa el costo de generar ACS oscila entre 70 y 215 USD/MW de calor [OECD/IEA, 2009], lo que es más caro que utilizar gas natural pero competitivo frente al uso de electricidad. Los precios en Chile son inferiores a Europa porque las instalaciones pueden ser más simples y la mano de obra menos costosa y serán aún más bajos en la medida que se desarrolle el mercado [TransEnergie-CNE, 2006]. Gracias al enorme potencial que posee Chile en términos del recurso, en particular en la zona norte y centro, se prevé que estas tecnologías aumenten su participación en la generación nacional de energía térmica en los próximos años. Aunque es factible de aplicar en todo el país, se obtiene mayor eficiencia y economía en el norte y zona central de Chile. Colectores sin cubierta Consiste en placas planas absorbentes de energía sin cubierta, conformadas por un arreglo de tubos por donde circula un fluido de trabajo, comúnmente agua. Se utiliza en en el calentamiento de agua para aplicaciones simples, ya que en general son colectores que funcionan a un bajo rango de temperatura (10-40°C). Su eficiencia de conversión es variable, la que disminuye a mayor diferencia de temperatura entre el medio ambiente y el colector, pero aumenta ante mejores condiciones de radiación. Con 400 W/m2 y una diferencia de temperatura entre el medio ambiente y el colector de 20ºC, para esta tecnología se logra un eficiencia de 50% y con una diferencia de temperatura de 40ªC, ésta decae a 20% [TransEnergie-CNE, 2006]. Los componentes principales de este tipo de sistemas son las placas absorbentes de energía, los tubos, generalmente de PVC, a través de trabajo, que son de fácil instalación pero a la vez de menor vida útil y el sistema de acumulación de energía. Es una tecnología de instalación y mantención sencilla y mientras haya radiación solar incidente con poca obstrucción, no se requiere nada adicional para su implementación. El principal mercado de instalación en el mundo es Estados Unidos, seguido por Australia y Nueva Zelanda. El desarrollo de la tecnología ha alcanzado ya el uso comercial, por lo que en Chile existen diversos sistemas de este tipo implementados. El principal uso potencial para este tipo de colectores es el calentamiento de agua para piscinas. Colectores tubos al vacío Esta tecnología se aplica para obtener energía térmica, principalmente para agua caliente sanitaria y procesos térmicos industriales. La base del funcionamiento consiste en la colocación de placas absorbentes de energía y tubos con fluidos de trabajo dentro de un tubo al vacío, permitiendo un mayor aislamiento térmico y permitiendo alcanzar mayores temperaturas en la placa (sobre 100°C). Esta configuración disminuye las pérdidas de calor con lo cual aumenta la eficiencia del sistema. Su eficiencia de conversión es variable, la que disminuye a mayor diferencia de temperatura entre el medio ambiente y el colector, pero aumenta ante mejores condiciones de radiación. Con 400 W/m2. y una diferencia de temperatura entre el medio ambiente y el colector de 20ºC, para esta tecnología se logra un eficiencia de 75% y con una diferencia de temperatura de 40ªC, ésta decae a 65% [TransEnergie-CNE, 2006]. Se conocen 3 tipos de tubos: de flujo directo, en los cuales el fluido de trabajo fluye directamente a través del absorbente dentro de los tubos; tubo de calor, en el cual la temperatura se transfiere al fluido de trabajo en un condensador que recibe agua u otro fluido evaporado, lo condensa y lo devuelve al tubo de calor; y tipo Sydney, tubo de vidrio de doble pared, en los cuales la superficie absorbente se halla directamente sobre el tubo interior de vidrio. Requiere un reflector para aprovechar el área no alcanzada por el sol. Los componentes principales son tubos de vidrio, placas absorbentes, las cuales son tubos por donde circula el fluido de trabajo, placas reflectantes, soporte y un sistema de almacenamiento, que permita tener energía para las horas sin radiación solar. Es una tecnología de instalación y mantención sencilla. Del total instalado de sistemas de ACS al 2008, del orden de la mitad corresponden a esta tecnología, con supremacía en China. Australia y Nueva Zelanda tienen una de las mayores tasas de m2 instalados por habitantes. Es una tecnología suficientemente madura como para encontrarse a nivel comercial, a pesar de que al año 2009 no se registran grandes sistemas de estos instalados en Chile.