EL FRUTO Mateo 7:15-20 15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. La Biblia dice que por tus frutos te conoceré. . . En esta parte Jesús termina diciendo “por sus frutos los conoceréis”, haciendo una comparación con un árbol, en el verso 18 menciona: No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. A veces entramos en confusión o creemos que es muy difícil entender lo que la Biblia dice, pero Dios es muy claro, la comparación que Dios hace en estos versículos es muy fácil de entender, todos podemos saber que tipo de árbol es cuando nos acercamos a ver los frutos, cuando usted ve una naranja, entonces sabe que ese árbol es un naranjo. Jesucristo dice el buen árbol dará buenos frutos, pero el árbol malo no puede dar buenos frutos, y el árbol malo no puede dar frutos buenos. Jesús uso otra comparación en Juan 15 1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto 3. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Ve del versículo 1 al 10 encontramos una palabra clave al inicio del capítulo 15 “permanecer” aquí hay una comparación muy clara Jesús es la vid, ósea es el tronco principal, los cristianos somos las ramas, el Padre es el labrador el que cuida la vid y las ramas. La voluntad de Dios para nuestras vidas es que demos fruto, más fruto y mucho fruto, tres veces aparece así en la Biblia en Juan 15. El proceso para ser un cristiano que da fruto es permanecer y podar. La Biblia dice en los versículos 2 y 4 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, esta palabra “limpiar” habla de podar, así como un árbol al cual tiene que podar para que sus ramas puedan crecer más grandes y sean más fuertes y puedan llevar mas fruto, así mismo Dios habla de que se poda al cristiano. Los que no dan frutos en sí mismos, por alguna situación o como lo dice aquí el capítulo 15 por no estar bien unidos a la vid son cortados ellos mismos y echados fuera. Este pasaje es muy claro también pero a veces incómodo porque la gente cree que por haber entregado su vida a Jesucristo ya todo esta resuelto y que podemos mantener una actitud pasiva, pero la Biblia no dice eso, la Biblia dice que cuando permaneces en la vid, cuando ya estas unido a ese tronco que se llama Jesús la voluntad de Dios es que lleves fruto, ¿Pero qué pasa si no llevamos fruto, qué es lo que dice la Biblia? La Biblia dice que será echado fuera, suena medio drástico podríamos preguntar ¿Y dónde quedó la gracia?. En el capítulo 15 Jesús habla de dos categorías de pámpanos o de ramas que dan racimos de uva, el que da fruto fructífero y el que no da fruto. Los pámpanos que ya no dan fruto, ya no tiene la vida que procede de la vid, aquí esta hablando que así como las ramas deben estar unidas a la vid, así el cristiano debe permanecer unido a Jesucristo para llevar fruto, y no sólo fruto sino dice la Biblia mucho fruto, y no sólo mucho fruto sino mas fruto, como alguien alguna vez me enseñó Dios no hace malas inversiones, Dios ha hecho inversión en nosotros, pero él quiere que llevemos fruto. Cuando una persona deja de dar fruto muy probablemente es porque se ha separado de la unión vital con Cristo, asiste a una congregación, es mas puede estar en un ministerio sirviendo a Dios, pero algo en su corazón se ha separado de esa unión vital con Jesús y como consecuencia su carácter, su forma de ser, sus actitudes, son diferentes, no hay fruto que manifieste que esta unido a Jesucristo, no hablo de perfección Pablo dijo: no soy perfecto, ni lo he alcanzado ya, pero una cosa hago olvidando ciertamente lo que queda atrás, me extiendo hacia lo que esta por delante y prosigo a la meta. No estoy hablando de que usted no falle ni se equivoque, estoy hablando de que algunas personas dejan de permanecer en Jesús y aunque puedan permanecer en una congregación o en algún lugar de servicio, el fruto ya no se manifiesta y aquí hay una dulce advertencia de parte del Señor en donde dice: “los que no dan fruto serán quitados” si usted lee en otras porciones de la Biblia verá que Jesús se acercó dos veces a una higuera buscando fruto. Las ramas que tiene fruto son las que tienen vida debido a su fe permanente en Jesucristo y su amor por él, por eso en Apocalipsis la Biblia dice que no dejes tu primer amor; por eso la Biblia en Apocalipsis le dice a los cristianos que mejor fueran fríos o calientes pero por ser tibios o mediocres el Señor los vomitará de su boca. Algunas personas que no comprenden el concepto en su totalidad de la palabra de Dios lo confunde, ¿cómo es posible que si Dios me ama me vomite?, y es que hay una condición. El amor de Dios no se demuestra con palabras, se demuestra haciendo su voluntad. Hay cristianos que pueden decir yo te amo Señor, que bonita es tu presencia, pero a la hora de dar fruto no se ve claro, no es un amor romántico, no es un cantar, es bueno confesar que amamos al Señor pero no es suficiente, es necesario hacer su voluntad; Jesucristo dijo el que me ama mi palabra guardara. No es que tuve fe en Cristo hace 10 años, sino que esa fe a permanecido y a crecido. En Juan 15 dice que el secreto para dar fruto es permanecer. Muchos tuvieron una experiencia con el Señor, y muchos estuvieron unidos al Señor en cierta época de su vida y se vio, se manifestó el fruto, la gente pudo ver el fruto, porque el fruto se ve, se come y se disfruta. La vida no se ve, esa vida que el tronco le esta dando a las ramas no se ve, esta oculta por la corteza, no podemos ver quien esta unido verdaderamente al Señor, hasta que se manifiesta el fruto. En aquel día dice la escritura el Señor separará a unos a la izquierda y otros a la derecha, y no es para que dudemos de que Dios nos ama, o dudemos de que tenemos una verdadera relación con Jesucristo, es para que nos afirmemos, es para que realmente entendamos, no se trata sólo de aparentar un cristianismo, sino de vivirlo como dice la escritura dar fruto para Dios. Ahora ¿Qué hace el Padre con los que dan fruto? Los limpia, o sea los poda, ¿Cuántos han pasado por la podadora de Dios? Un cristiano puede decir ¡pero si estoy dando fruto porque me pasa esto! Por qué viene esta situación, si ando bien, obedezco al Señor, yo estoy haciendo su voluntad. Que interesante que el Padre no poda a las ramas secas, o a las que están separadas de la vid, pues a estas serán echadas fuera, habla de un proceso de separación. Pero es a los que dan fruto los que el Padre limpia, ahora no crea usted que agarran la rama y le quitan la rama seca, no sino que la cortan, seguramente alguna vez ha visto cuando han podado un árbol y cómo queda después de la podada, queda pelón, pero después de esto sus ramas vuelven a crecer más fuertes, más altas. Un buen jardinero tiene el arte de saber podar, no se trata de cortar en cualquier época las ramas, ni de cualquier manera, hay que saber hacerlo, para que el árbol pueda dar su mejor expresión, su más grande follaje y su más grande fruto. El Padre sabe cuando necesita podarte, pero cuando el Padre te poda o te limpia como es la palabra que usa aquí en la biblia, habla de que corta lo que no sirve en tu vida, o aún a veces corta lo que sirve corta algo que esta bien en tu vida, pero la intención del Padre es que des más fruto, estas dando fruto, pero él quiere que des más fruto y a veces hay circunstancias, hay dificultades que vienen a tu vida y que Dios permite (no que Dios las envía) y son como una poda en tu vida, en tus emociones, en tu carácter, en tus reacciones para que des más fruto, no para que eso te aplaste, ni para que digas no sirvo, si estoy haciendo las cosas bien por qué estoy sufriendo, sino que esa situación te va a ser que te afirmes más en el Señor y sí estas unido a la vid que es Jesucristo, la vida de Dios sigue fluyendo para dar un abundante fruto para Dios. Y a veces los cristianos no entendemos que haciendo las cosas bien seamos metidos en un tiempo de poda, pero así dice: Todo aquel que lleva fruto, el Padre que es el labrador lo limpiará para que lleve más fruto. Jesús dice: permaneced en mí. Después que uno cree en Jesucristo y es perdonado uno recibe vida eterna y el poder para permanecer en Él, una vez que recibes este poder, debemos aceptar nuestra responsabilidad en nuestra relación con Dios y permanecer en Cristo, el vocablo griego para permanecer es “meno” que significa quedarse, permanecer o vivir y así como el pámpano sólo tiene vida mientras esta unido a la vid y recibe la vida de la vid fluyendo dentro de él, el cristiano tiene la vida de Cristo sólo mientras esta vida fluya en su interior a medida que permanece en Jesucristo. ¿Y cómo puede permanecer un cristiano en Cristo? 1. Guardando su Palabra 2. Teniendo una comunión cercana y constante con Jesús 3. Obedeciendo sus mandamientos V. 6. El que en mí no permanece será echado fuera como una rama que se seca la recogerá y la echarán en el fuego y arderá. ¿Para qué sirve una rama seca?, ¿Quién colecciona ramas secas? Las ramas secas sólo nos sirven para la leña y qué es lo que hacemos con la leña . . . En esta historia de la vid y los pámpanos, Cristo nos manifestó la idea que una vez que estemos en la vid, siempre permanezcamos en la vid. En este ejemplo que Jesús usa, hay una solemne pero amorosa advertencia, es posible que el cristiano verdadero abandone finalmente la fe y vuelva la espalda a Jesús, deje de permanecer en él y de este modo sea arrojado fuera. La biblia dice: El que en mí no permanece ¿cómo se seca una rama de árbol? primero tenía que estar unida al árbol para poder secar, secarse y por qué se separó, porque esa unión ya no se dio. Ahora cuando una rama se desprende de un árbol, por algún machacón, por alguna vez que se quiebra, a veces sigue en el árbol y no pierde lo verde luego, luego, pero conforme van pasando los días se va secando y tal vez a la semana, a los quince días o al mes, la rama ya tiene otro color y otra apariencia dentro del contexto del árbol. Muchas veces cuando un cristiano se separa del Señor no se ve luego, luego, pero al pasar el tiempo cambia su apariencia y se empieza a secar. ¿Cómo puede secarse una rama que no estuvo unida al árbol? No es posible, para que una rama se seque primero tuvo que haber estado unida al árbol. Aprendemos nosotros aquí un principio fundamental como cristianos que ayuda a la relación con Jesús, ya que él nunca espera una relación inactiva basada exclusivamente en una decisión o experiencia pasada, mas bien la relación con Jesús es progresiva, cuando el cristiano vive y comparte su vida con Jesús. Él no quiere una actitud pasiva, cuando caemos en una actitud pasiva, en una actitud conformista, nos ponemos en peligro. La biblia dice en Apocalipsis 2:4-5 Tengo contra ti que haz dejado tu primer amor recuerda por tanto de donde haz caído, arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no, vendré pronto a ti y quitaré tu candelero de su lugar sino te hubieres arrepentido. Esto suena a una advertencia, el Señor dice voy a quitar el candelero de tu lugar, sino lo hiciera ¿estaría jugando con nosotros?, claro que no. Qué sucede con las grandes organizaciones cristianas que una vez incendiaron al mundo con los grandes movimientos como el de Lutero en Alemania, o como el de Wesley en Inglaterra, como el Moody en los Estados Unidos, hombres que iniciaron movimientos cristianos con fuego y pasión pero al pasar los años la gente que estaba en esos movimientos o en esa enseñanza cristina, cayó en una conformidad, pasividad, apatía y lo que una vez comenzó con una gran fervor, de repente se terminó. Cuando uno escudriña la historia de estos hombres que sacudieron en su momento donde había una relación viva y que había un fruto evidente ahora se han convertido en movimientos sin vida con una estructura, con una apariencia pero con muy poco fruto o sin fruto. Eso nos puede pasar a nosotros, tu puedes tener el fuego al inicio, puedes tener el fervor de Dios, la unión vital con Cristo y se manifestará el fruto, pero si dejas de cuidar tu unión con el Señor, tu relación con la vid, con el tronco de Jesucristo y dejas que la sabia del Señor este fluyendo por medio de ti a tu interior cambiando tu vida, puedes caer en una actitud religiosa. O no dice Jesús arrepiéntete porque haz dejado tu primer amor, Jesús considera pecado la desunión con él, Jesús les habla a los cristianos que se arrepientan porque han dejado de estar enamorados de él, que se han desprendido de la unión vital de Jesucristo y dan una apariencia pero no hay la vida verdadera que el Señor demanda de nosotros. La responsabilidad de permanecer en Cristo cae sobre nosotros no es de Dios, yo soy el que debo permanecer en Cristo, ahora hay batallas para permanecer en Cristo, pero tu permaneces. Ciertamente Dios nos ayuda, pero es una decisión mía, es una continuación de mi decisión, debo permanecer en la fe, debo permanecer en Jesús, debo permanecer en su palabra como dice Juan 5, y sus palabras deben permanecer en mí. Permanecer en Cristo resulta la morada permanente de Jesús en nosotros, en la fertilidad el éxito que se tiene en la oración, la consecuencia de alejarnos de Cristo es la falta de fruto, la separación de Cristo y la destrucción. Ahora vamos a leer Juan 15:7 Sí permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. Suena muy bien esto verdad, a quién no le gustaría que esta parte del versículo se le cumpla, suena así como Aladino y la lámpara maravillosa, algo así como flotar la biblia y pedir: “Señor dame un mejor trabajo, Señor dame una esposa”, dame esto, quítame aquello, Pedid todo lo que queréis y le será hecho, pero que dice al inicio “Si permanecen en mi y mis palabras permanecen en ustedes” el secreto de la oración contestada es permanecer en Cristo cuanto más cerca uno viva de Cristo a través de la meditación y la ayuda de su palabra y la comunión con él, más estarán de acuerdo tus oraciones con la naturaleza y la palabra de Jesús y por consiguiente más eficaces serán tus oraciones. Como dice el versículo 7 sí permanecemos en el Señor, sí estamos bien unidos a él, sí empezamos a aferrarnos más a la vid, y sí las palabras de Jesús permanecen en nosotros, empezamos a pensar como Jesús, a pensar como la palabra dice, a sentir como Jesús siente de manera que nuestras oraciones ya no van a ser sólo de nuestras emociones o ideas, van a ser las ideas, las emociones que vienen como consecuencia de estar unido a Jesús, y mis oraciones van a ser como las que Jesús quiere que yo haga, y entonces qué de lo que voy a pedir no me será dado. Pero Santiago dijo: ustedes piden y piden mal porque piden para gastar en vuestros deleites egoístamente. Ahora cuando uno comienza en el camino del Señor y lee la biblia se agarra pidiendo como si Dios fuera Santa Claus, y queremos un regalo para cada día del año, pero cuando vamos caminando con él y nos unimos a él, nos damos cuenta de que hay muchas cosa que uno pide mal. Como los niños chiquitos berrinchudos, a veces de bebés en el señor pedimos muchas cosas por egoísmo, por desconocimiento, pero mientras más nos unimos con él aprendemos a pedir con más prudencia y sabiduría. No quiere decir, que no tengamos la confianza para pedirle al Señor, pero nos damos cuenta que muchas de nuestras peticiones son egoístas, son mal hechas, fuera de su voluntad. Pero esto un niño no lo sabe porque a penas esta aprendiendo, y cuando estamos empezando en el Señor él nos hace cada milagro… Y no quiere decir que cuando nosotros estemos más grandes o maduros en el Señor, Dios ya no haga milagros, lo que pasa es que sabemos las burradas que a veces decíamos, y ahora ya nos detenemos antes de decirlas, ahora tenemos más herramientas, pero un bebé no tiene herramientas, un cristino maduro sí, porque conoce la palabra, ha escuchado la palabra, ha recibido manifestaciones y confirmaciones de Dios y camina diferente con el Señor a un bebé. El secreto para llevar fruto es permanecer en Jesús, al hablar de traer fruto como lo explica la parábola del sembrador algunas personas han mal interpretado pensado que sólo se refiere a traer más personas a Cristo, pero no es así en la Palabra, por lo menos en Juan 15 el llevar fruto, y en Mateo 7 donde Jesús dijó por sus frutos los conoceréis, no se refiere a ganar a otros para Jesús más bien se refiere al carácter como cristianos, cuando la biblia dice llevad mucho fruto y sed así mis discípulos no esta hablando de llevar mucha gente a sus pies, porque un cristiano unido fielmente al Señor va motivar a que otros conozcan a Jesús, pero el fruto al que se está refiriendo en Juan 15 es al carácter o sea ¿se te ve lo cristiano o no? Qué es el fruto, el carácter. Tu traes gente a Jesucristo pero como ven a Jesús en ti, en tu escuela tus compañeros ven a Cristo en ti, las personas con las que te relacionas en tu trabajo ven a Cristo en ti, porque en esto es glorificado el Padre en que lleves mucho fruto, en este contexto no esta hablando de las almas. La palabra que está en el verso 2 es que todo aquel que lleva fruto lo limpiará para que lleve más fruto, pero sabes que usa Dios para limpiarnos, vamos al verso 3: Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Alguna vez ha escuchado alguna de esas conferencias donde ya no siente lo duro sino lo tupido, y siente que todo se lo están diciendo a usted, y a veces duele, las podas duelen, pensaríamos que la palabra es suave pero no, la biblia dice que la palabra es como una espada que penetra, discierne, saca a la luz los pensamientos y las intenciones del corazón, Dios envía la palabra a través de las personas que exponen la palabra en una congregación, pero necesitamos exponernos a la palabra, porque esta es una herramienta de Dios para limpiarnos y así podamos dar más fruto. Usted necesita leer, la palabra, oír la palabra y si no se le queda grabada porque piensa que tiene mente de teflón, compre el CD y así se le quita la mente de teflón, lo escucha 10 veces se lo aprende y hasta lo puede compartir. Hay mucha gente que aún escuchando la palabra no cambia o no da el fruto que la biblia dice en Hebreos 4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Pero cuando uno escucha la palabra debe de tener fe en su vida cuando la palabra salte a su vida y la palabra sea expuesta en su vida a través de una conferencia, un libro, etc. debe tener fe, porque si no hay fe es sólo una palabra de conocimiento, no pega en su corazón, no transforma su vida solamente acumula información y la información no lo va a cambiar. Satanás conoce toda la biblia pero no tiene fe para recibir la palabra en su corazón y no puede cambiar, él conoce la biblia de inicio a fin pues tentó a Jesús con la palabra, le dijo: ”escrito esta”. La palabra no lo cambia sólo porque usted la conozca sino porque hay fe en su vida, cuando lea la palabra hágalo con sed de que Dios le hable, cuando escuche una conferencia usted desee que Dios le hable y si Dios le habla entonces aplique la palabra porque no crecemos porque somos sólo oidores olvidadizos. Si Dios te da una palabra clara y te da una instrucción de que debes hacer tal o cual cosa necesitas hacerlo porque si no te secas, y Dios difícilmente te dará la instrucción dos o tres veces si no haz obedecido. Usted no puede pasar a alguien a tercero de primaria hasta que no haya pasado por primero y segundo antes. Cuantos cristianos hemos escuchado la palabra y Dios nos ha hablado y hay fe y tomamos la palabra para nosotros pero no actuamos y nos estamos secando aunque vamos a las reuniones y hay gozo nos estamos secando por no vivir la palabra que Dios nos habla. Y no nos va seguir hablando o mostrando más, si no actuamos sobre lo primero que él nos ha dicho. El fruto es la evidencia del cristiano, el más grande fruto o la evidencia más clara del cristianismo no es cuanto ora, ni cuanta gente tiene en su reunión, ni cuanta enseñanza, la evidencia más grande del cristianismo esta en el versículo 10 al 12 de Juan 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. 12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. El fruto mas evidente de la manifestación de Dios es el amor, no es el conocimiento, no importa cuanto conoces, sino cuanto amas, el conocimiento real de Dios te va a transformar, te va ha cambiar, no es malo aprender pero si sólo aprendes y no creces en amor y no creces en el carácter de Jesucristo algo esta incompleto en tu vida. Al leer nosotros Juan 15 somos impactados por el Señor hacer cristianos que dan fruto, mucho fruto, mas fruto . . . En mi experiencia personal yo creo que he cambiado, hace mas de 25 años que acepté a Jesucristo y si no hubiera conocido a Jesús mi carácter y mi manera de ser estoy seguro que serían muy diferentes, pero también estoy seguro que todavía no soy como el Señor quiere que sea, es el deseo de Dios que seamos como él, es el deseo de Dios que manifestemos al mundo a Cristo y el mundo no va poder ver a Dios porque Dios es espíritu, pero van a ver a Dios por medio de nosotros, de nuestras acciones y de nuestro carácter. No es cuánto sirves en tu congregación o cuántos cursos haz tomado, no es ha cuántas reuniones haz asistido, no es cuántos años llevas de cristiano, es cuánto se ve de Cristo en ti, todo es bueno: reunirse, aprender, tomar cursos, dice la biblia que crezcamos en el conocimiento y en la gracia del Señor Jesucristo. No es cuánta palabra escuchemos si no lo que manifestemos de Dios, porque es así que nos damos a conocer como discípulos de Dios. En tu matrimonio estas dando fruto como padre o como hijo, en tu trabajo estas dando fruto, se que vas a tu trabajo y haces tu labor, pero se ve a Cristo en ti. La palabra del Padre nos limpia, en tu palabra nos muestras como una lámpara que ilumina nuestra oscuridad. Y tu vienes a decirnos que no podemos hacer las cosas en nuestras fuerzas, pero tu nos ayudas para hacer la cosas y nos impulsas a dar fruto, la rama no da fruto por sí misma, nosotros somos cristianos porque estamos unidos a Jesucristo y la vida de Cristo se nos pasa y entonces manifestamos quien es Jesús.