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CONTEXTOS DE LOS TRES RADICALES DEL CONOCIMIENTO UNIVERSAL
La vida del hombre no consiste en las riquezas materiales que posee ni
tampoco en el conocimiento que del mundo y de las personas tenga, sino los
valores reales, espirituales y divinos que posea.
Alter Filanfrater.
La ciencia es para la filosofía lo que la filosofía para la religión y la
religión es para la filosofía lo que esta es para la ciencia.
Alter Filanfrater.
La mente no puede jamás tener éxito en esta unificación de la diversidad de la realidad a
menos que dicha mente sea firmemente consciente de las cosas materiales, los
significados intelectuales, y los valores espirituales. ELU: 1120: 2.
Por lo tanto, tratemos de vislumbrar la idea, sentido y finalidad, en los siguientes
contextos, sobre la ciencia, la filosofía y la espiritualidad, para comprender en su
máximo y alto término el auténtico y real sentido de la existencia humana.
La filosofía no puede ser nunca tan firme en sus conclusiones como los hechos del
conocimiento y las verdades de la experiencia. ELU: 303: 3.
CIENCIA. FILOSOFÍA Y ESPIRITUALIDAD
Dios es para la ciencia una causa, para la filosofía una idea, para la
religión una persona, realmente el amoroso Padre celestial. Dios es
para el científico una fuerza primordial, para el filósofo una
hipótesis de unidad, para el religioso una experiencia espiritual viva.
ELU. 30: 1
Los siguientes contextos son una serie ordenada en forma descendente, figuran de
acuerdo con el número de página.
42: 5. La falsa ciencia del materialismo condenaría al hombre mortal a convertirse en un
paria del universo. Un conocimiento parcial así es malo en potencia; es un conocimiento
compuesto de bien y mal. La verdad es bella porque es plena y simétrica. Cuando el
hombre busca la verdad, persigue lo divinamente real.
59: 3. En la ciencia, Dios es la Primera Causa; en la religión, el Padre universal y
amante; en la filosofía, el único ser que existe por sí mismo, que no depende de ningún
otro ser para existir, sino que magnánimamente les confiere realidad de existencia a
todas las cosas y todos los otros seres.
68: 5. La religión no se funda en los hechos de la ciencia, ni en las obligaciones de la
sociedad, ni en las hipótesis de la filosofía, ni en los deberes implícitos de la moralidad.
141: 4. La matemática, ciencia material, es indispensable para la discusión inteligente
de los aspectos materiales del universo, pero tal conocimiento no es necesariamente
parte de la comprensión más elevada de la verdad ni de la apreciación personal de las
realidades espirituales. No sólo en los ámbitos de la vida, sino también en el mundo de
la energía física, la suma de dos o más cosas es muy a menudo algo más que o diferente
de las consecuencias previsibles de la adición de tales uniones. La entera ciencia de las
matemáticas, el completo dominio de la filosofía, lo más elevado de la física o la
química, no pueden predecir ni conocer que la unión de dos átomos gaseosos de
hidrógeno con un átomo gaseoso de oxígeno daría lugar a una substancia nueva y
cualitativamente sobreaditiva: el agua líquida. El conocimiento comprensivo de este
fenómeno singular físico-químico debería por sí solo haber prevenido el desarrollo de la
filosofía materialista y de la cosmología mecanicista.
141: 5. El análisis técnico no revela lo que una persona o una cosa puedan hacer. Por
ejemplo: el agua se usa eficazmente para extinguir el fuego. Que el agua apaga el fuego
es un hecho de la experiencia cotidiana, pero tal propiedad no se dedujo jamás del
análisis del agua. El análisis determina que el agua está compuesta de hidrógeno y
oxígeno; un estudio ulterior de estos elementos revelaría que el oxígeno es el verdadero
sostén de la combustión y que el hidrógeno mismo arde libremente.
141: 6. Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la
verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la
esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.
196: 1. Las civilizaciones aparecen y desaparecen, pero la ciencia, la moralidad y la
religión siempre sobreviven la destrucción.
480: 2. La filosofía del universo no puede basarse en las observaciones de la así llamada
ciencia. Si un científico no pudiese observar la metamorfosis, se inclinaría a negar la
posibilidad de que la mariposa se desarrolle a partir de la oruga.
647: 1. La verdad es la base de la ciencia y la filosofía, y ofrece el cimiento intelectual
para la religión. La belleza patrocina el arte, la música y los ritmos significativos de
toda experiencia humana. La bondad comprende el sentido de la ética, moralidad y
religión —hambre de perfección vivencial—.
770: 8. Desde la perspectiva mundial, la superpoblación no ha sido nunca un problema
grave en el pasado, pero si disminuyen las guerras y la ciencia va controlando en
creciente escala todas las afecciones humanas, puede llegar a ser un grave problema en
un futuro próximo. En tal momento se someterá a prueba la sabiduría de los
mandatarios del mundo. ¿Tendrán los dirigentes de Urantia la perspicacia y la valentía
para fomentar la multiplicación del ser humano medio o estable en vez de los extremos
de los supranormales y los grupos cada vez mayores de subnormales? Se debe fomentar
al hombre normal; él es la espina dorsal de la civilización y la fuente de los genios
mutantes de la raza. Se deberá mantener al hombre subnormal bajo el control de la
sociedad; no se deben producir más de los que se requieran para atender a los niveles
inferiores de la industria, aquellas tareas que requieren inteligencia por encima del nivel
animal pero de exigencias tan exiguas como para dar constancia de verdadera esclavitud
y subyugación a los tipos superiores de la humanidad.
773: 3. La riqueza no es un don natural; resulta del trabajo, la ciencia, y la organización.
786: 12. Para descubrir a sus líderes, la sociedad actual debe recurrir a las conquistas de
la paz: la industria, la ciencia, y el logro social.
803: 2. La mejor manera de combatir la intolerancia consiste en la coordinación de la
ciencia, el comercio, la recreación y la religión.
907: 7. La ciencia enseña al hombre a hablar el nuevo lenguaje de las matemáticas y
adiestra sus pensamientos sobre líneas de precisión cada vez más exacta. Y la ciencia
también estabiliza a la filosofía a través de la eliminación del error, mientras que
purifica la religión en destruir la superstición.
909: 3. La ciencia, guiada por la sabiduría, puede tornarse el gran liberador social del
hombre. La edad mecánica tan sólo resultará desastrosa en una nación cuyo nivel
intelectual sea demasiado bajo para descubrir los métodos sabios y las técnicas sólidas
de ajuste satisfactorio a las dificultades de transición inherentes al desempleo repentino
de grandes números de personas como consecuencia de la invención excesivamente
acelerada de nuevos tipos de maquinaria que ahorra trabajo.
937: 4. La ciencia, y no la religión, verdaderamente emancipó a la mujer; fue la fábrica
moderna la que en gran parte la liberó de los confines del hogar. La habilidad física del
hombre ya no fue una necesidad esencial en el nuevo mecanismo de mantenimiento; la
ciencia tanto cambió las condiciones de vida que la mano de obra masculina dejó de ser
tan superior a la mano de obra femenina.
901: 12. La ciencia moderna: tornó la astrología en astronomía, la alquimia en química,
y la magia en medicina.
970: 10. Los objetos de la ciencia son idénticos a los de la magia. La humanidad está
progresando de la magia a la ciencia, no mediante la meditación y el razonamiento, sino
más bien a través de una larga experiencia, gradual y dolorosamente. El hombre está
llegando lentamente a la verdad, comenzando desde el error, progresando en el error, y
finalmente aproximándose al umbral de la verdad. Sólo con la llegada del método
científico ha empezado a mirar hacia adelante.
972: 5. La magia fue la rama del árbol religioso evolutivo que finalmente dio el fruto de
la era científica. La creencia en la astrología llevó al desarrollo de la astronomía; la
creencia en la piedra filosofal llevó al conocimiento de los metales, mientras que la
creencia en los números mágicos fundó la ciencia de las matemáticas.
973: 1. La magia antigua fue el capullo de la ciencia moderna, indispensable en su
tiempo pero ya no útil. Así los fantasmas de la superstición ignorante agitaron las
mentes primitivas de los hombres hasta que pudieran nacer los conceptos de la ciencia.
Hoy en día, Urantia está en los albores de su evolución intelectual. Una mitad del
mundo busca ansiosamente la luz de la verdad y los hechos del descubrimiento
científico, mientras que la otra mitad languidece en los brazos de la superstición antigua
y de la magia sólo ligeramente disfrazada.
990: 4. Causa natural. La humanidad ha aprendido muy lentamente los secretos
materiales de la interrelación de causa y efecto en los dominios físicos de la energía, la
materia y la vida. Los antiguos griegos, habiendo preservado las tradiciones de las
enseñanzas de Adansón, fueron entre los primeros en reconocer que toda afección es
consecuencia de causas naturales. Lentamente y con seguridad la evolución de la era
científica está destruyendo las teorías antiguas del hombre sobre la afección y la muerte.
La fiebre fue uno de los primeros sufrimientos humanos que se eliminaron de la
categoría de los desórdenes sobrenaturales, y progresivamente la era de la ciencia ha
roto las cadenas de la ignorancia que por tanto tiempo aprisionaron la mente humana.
La comprensión de la vejez y del contagio está obliterando gradualmente el temor del
hombre a los fantasmas, espíritus y dioses como causantes personales del sufrimiento
humano y del dolor mortal.
1080: 2. La filosofía es para la religión como el concepto es para la acción. Pero el
estado ideal humano es aquel en que la filosofía, la religión y la ciencia se combinan en
una unidad significativa mediante la acción conjunta de la sabiduría, la fe y la
experiencia.
1088: 8. Es un hecho que la religión no crece a menos que se vea disciplinada por la
crítica constructiva, ampliada por la filosofía, purificada por la ciencia, y alimentada por
el compañerismo leal.
1090: 4. La ciencia moderna, particularmente la psicología ha debilitado sólo aquellas
religiones que son en tan gran parte dependientes del temor, la superstición y la
emoción.
1106: 1. La razón es el método de la ciencia; la fe es el método de la religión; la lógica
es la técnica intentada de la filosofía.
1106: 7. La razón es la prueba de la ciencia; la fe, la prueba de la religión; la lógica, la
prueba de la filosofía, pero la relevación se valida sólo por la experiencia humana. La
ciencia produce conocimiento; la religión produce felicidad; la filosofía produce unidad;
la revelación confirma la armonía vivencial de este alcance trino a la realidad universal.
1110: 5. La ciencia trata de los hechos; la religión se preocupa tan sólo de los valores.
Mediante la filosofía esclarecida la mente intenta unir los significados de tanto hechos
como valores, llegando así a un concepto completo de realidad. Recordemos que la
ciencia es el dominio del conocimiento, la filosofía el reino de la sabiduría, y la religión
la esfera de la experiencia de la fe.
1110: 8. Tanto la ciencia como la religión comienzan suponiendo ciertas bases
generalmente aceptadas para hacer deducciones lógicas. Así también ha de comenzar la
filosofía su andadura basándose en la suposición de la realidad de tres cosas:
1. El cuerpo material.
2. La fase supramaterial del ser humano, el alma o aun el espíritu residente.
3. La mente humana, el mecanismo para la intercomunicación e intervinculación
entre el espíritu y la materia, entre lo material y lo espiritual.
1110: 12. Los científicos reúnen hechos, los filósofos coordinan ideas, mientras los
profetas exaltan ideales. El sentimiento y la emoción son concomitantes invariables de
la religión, pero no son la religión.
1119: 2. Cuanto más sepas de ciencia, menos podrás estar seguro; cuanto más religión espiritualidad- tengas, más seguro estarás.
1119: 3. Las certidumbres de la ciencia proceden enteramente del intelecto; las
certidumbres de la religión surgen de los cimientos mismos de la entera personalidad.
La ciencia apela a la comprensión de la mente; la religión apela a la lealtad y devoción
del cuerpo, la mente y el espíritu, aun de la personalidad total.
1120: 2. Aun los descubrimientos de la ciencia no son verdaderamente reales en la
conciencia de la experiencia humana hasta tanto no se desenreden y correlacionen, hasta
que sus hechos relevantes se vuelvan efectivamente significado mediante su inclusión
en las corrientes del pensamiento de la mente.
1122: 1. La ciencia, el conocimiento, conduce a la conciencia de los hechos; la religión,
la experiencia, conduce a la conciencia de los valores; la filosofía, la sabiduría, conduce
a la conciencia en paridad.
1122: 3. La ciencia clasifica a los hombres; la religión ama a los hombres, aún como a ti
mismo; la sabiduría hace justicia a los hombres diferentes; pero la revelación glorifica al
hombre y revela su capacidad de vincularse con Dios.
1122: 4. La ciencia intenta vanamente crear la hermandad de la cultura; la religión
produce la hermandad del espíritu. La filosofía intenta llegar a la hermandad de la
sabiduría.
1122: 6. La ciencia trata de identificar, analizar y clasificar las porciones segmentadas
del cosmos ilimitado. La religión capta la idea del todo, el entero cosmos. La filosofía
intenta la identificación de los segmentos materiales de la ciencia con el concepto de
discernimiento espiritual del todo.
1122: 8. El perseguimiento del conocimiento constituye la ciencia; la búsqueda de la
sabiduría es la filosofía; el amor de Dios es la religión; el hambre de la verdad es una
revelación.
1122: 9. En la ciencia, la idea precede a la expresión de su realización; en la religión, la
experiencia de la realización precede a la expresión de la idea. Existe una vasta
diferencia entre la voluntad evolutiva de creer y el producto de la razón esclarecida, el
discernimiento religioso, y la revelación: la voluntad que cree.
1122: 11. La ciencia tan sólo se satisface con causas primeras, la religión con una
personalidad suprema, y la filosofía con la unidad. La revelación afirma que estas tres
cosas son una, y que todas son buenas. El real eterno es el bien del universo y no las
ilusiones temporales del mal del espacio. En la experiencia espiritual de todas las
personalidades, es siempre verdad que lo real es bueno y lo bueno es real.
1125: 3. Para la ciencia Dios es una posibilidad, para la psicología, una cosa deseable,
para la filosofía, una probabilidad, para la religión una certeza, una realidad de la
experiencia religiosa. La razón exige que una filosofía que no puede encontrar al Dios
de la probabilidad, respete esa fe religiosa que sí puede y que sí encuentra al Dios de la
certeza. Tampoco debe la ciencia descartar la experiencia religiosa sobre la base de la
credulidad, mientras persista en la suposición de que las dotes intelectuales y filosóficas
del hombre surgieron de inteligencias cada vez menores a medida que se va hacia atrás
en el tiempo, originándose finalmente en la vida primitiva que estaba totalmente vacía
de pensamiento y sentimiento.
1127: 3. Si los enfoques no religiosos de la realidad cósmica se atreven a desafiar la
certidumbre de la fe sobre la base de su estado no comprobado, entonces el que
experimenta la verdad espiritual de la misma manera puede recurrir al desafío
dogmático de los hechos de la ciencia y de las creencias de la filosofía sobre la base de
que éstas, de igual manera, no han sido comprobadas; son del mismo modo experiencias
de la conciencia del científico o del filósofo.
1127: 4. De Dios, la más ineludible de todas las presencias, el más real de todos los
hechos, la más viva de todas las verdades, la más amante de todas las amistades, y el
más divino de todos los valores, tenemos el derecho de estar más seguros que de
cualquier otra experiencia universal.
1135: 3. La teología es el estudio de las acciones y reacciones del espíritu humano; no
puede jamás volverse una ciencia, puesto que debe estar siempre combinada más o
menos con la psicología en su expresión personal y con la filosofía en su marco
sistemático. La teología es siempre el estudio de tu religión; el estudio de la religión de
otros es psicología.
1135: 7. Por consiguiente, ni la ciencia ni la religión, podrán jamás por sí mismas, en
aislamiento, esperar ganar una comprensión adecuada de las verdades universales y de
sus relaciones, sin la guía de la filosofía humana y el esclarecimiento de la revelación
divina.
1136: 4. La ciencia es el intento del hombre de estudiar su medio ambiente físico, el
mundo de la energía-materia; la religión es la experiencia del hombre con el cosmos de
los valores espirituales; la filosofía ha sido desarrollada por el esfuerzo de la mente del
hombre para organizar y correlacionar los hallazgos de estos conceptos vastamente
separados en algo que se parezca a una actitud razonable y unificada hacia el cosmos.
1137: 1. La ciencia siempre debe basarse en la razón, aunque la imaginación y la
conjetura son útiles en la extensión de sus límites.
1137: 6. La ciencia está sostenida por la razón, la religión por la fe.
1138: 4. La lógica es la técnica de la filosofía, su método de expresión. Dentro del
dominio de la verdadera ciencia, la razón puede responder siempre a la lógica genuina;
dentro del dominio de la verdadera religión, la fe es siempre lógica desde la base del
punto de vista interior, aunque dicha fe pueda parecer sin fundamentos desde el punto
de vista interior del planteamiento científico. Desde afuera, mirando hacia adentro, el
universo podrá parecer material; desde adentro, mirando hacia afuera, el mismo
universo parece totalmente espiritual. La razón nace de la conciencia material, la fe de
la conciencia espiritual, pero por la mediación de una filosofía fortalecida por la
revelación, la lógica puede confirmar tanto la visión interior como la exterior,
realizando de esta manera la estabilización tanto de la ciencia como de la religión. Así,
mediante el contacto común con la lógica de la filosofía, tanto la ciencia como la
religión se volverán cada vez más tolerantes cada una de la otra, y cada vez menos
escépticas.
1138: 5. Lo que tanto la ciencia en desarrollo como la religión necesitan es una mirada
más penetrante y una autocrítica sin miedo, una mayor conciencia de la condición
incompleta del estado evolutivo. Los maestros tanto de la ciencia como de la religión
frecuentemente muestran demasiada autoconfianza y son excesivamente dogmáticos. La
ciencia y la religión tan sólo pueden ser autocríticas de sus hechos. En cuanto uno se
aleja de la etapa de los hechos, la razón abdica o bien degenera rápidamente en un
consorte de lógica falsa.
1139: 1. La ciencia del mundo material permite al hombre controlar, y hasta cierto
punto dominar, su ambiente físico.
1139: 2. En el estado mortal, nada puede ser probado en forma absoluta; tanto la ciencia
como la religión se basan en suposiciones.
1139: 3. La ciencia inicia su andadura de razonamiento suponiendo la realidad de tres
cosas: la materia, el movimiento y la vida. La religión inicia su andadura con la
suposición de la validez de tres cosas: la mente, el espíritu y el universo: el Ser
Supremo.
1139: 4. La ciencia se vuelve el dominio del pensamiento de las matemáticas, de la
energía y de lo material del tiempo en el espacio. La religión intenta tratar no sólo con el
espíritu finito y temporal sino también con el espíritu de la eternidad y de la supremacía.
1139: 7. La ciencia descubre el mundo material, la religión lo evalúa, y la filosofía
intenta interpretar sus significados mientras coordina el punto de vista material
científico con el concepto religioso espiritual. Pero la historia es el dominio en el que la
ciencia y la religión tal vez no lleguen nunca a concordar totalmente.
1140: 6. La filosofía, para servir mejor a la ciencia y la religión, debe evitar los
extremos tanto del materialismo como del panteísmo. Sólo una filosofía que reconozca
la realidad de la personalidad —la permanencia en la presencia del cambio— puede ser
de valor moral para el hombre, puede servir de enlace entre las teorías de la ciencia
material y de la religión espiritual. La revelación es la compensación de la fragilidad de
la filosofía en evolución.
1141: 6. La ciencia (el conocimiento) se funda en la suposición inherente (espíritu
ayudante) de que la razón es válida, de que el universo puede ser comprendido. La
filosofía (comprensión coordinada) se funda en la suposición inherente (espíritu de
sabiduría) de que la sabiduría es válida, de que el universo material se puede coordinar
con el espiritual. La religión (la verdad de la experiencia espiritual personal) se funda en
la suposición inherente (Modelador del Pensamiento) de que la fe es válida, de que Dios
puede ser conocido y alcanzado.
1222: 5. La ciencia es la fuente de los hechos, y la mente no puede operar sin hechos.
Son los ladrillos en la construcción de la sabiduría que están cementados unos a otros
por la experiencia de la vida.
1228: 6. De tal manera la ciencia da paso a la filosofía, mientras que la filosofía debe
rendirse a las conclusiones inherentes a la experiencia espiritual genuina. El
pensamiento se rinde a la sabiduría, y la sabiduría se pierde en la adoración esclarecida
y reflexiva.
1228: 7. En la ciencia el yo humano observa el mundo material; la filosofía es la
observación de esta observación del mundo material; la religión, la verdadera
experiencia espiritual, es la realización vivencial de la realidad cósmica de la
observación de la observación de toda esta síntesis relativa de los materiales de energía
del tiempo y del espacio. Construir una filosofía del universo basada exclusivamente en
el materialismo es ignorar el hecho de que todas las cosas materiales son concebidas
inicialmente como reales en la experiencia de la conciencia humana. El observador no
puede ser lo observado; la evaluación exige cierto grado de trascendencia de la cosa que
está siendo evaluada.
1457: 2. Una ciencia puramente materialista alberga dentro de sí la simiente potencial
de la destrucción de toda aspiración científica, porque esta actitud misma presagia el
colapso final de una civilización que ha abondonado su sentido de los valores morales y
ha repudiado su meta espiritual del logro.
1457: 3. El científico materialista y el idealista extremo están destinados a una disputa
constante. Esto no se aplica a aquellos entre los científicos e idealistas que posean una
norma común compartida de valores morales elevados y de altos niveles de prueba
espiritual. En toda época, los científicos y los religionistas deben reconocer que están a
prueba ante el tribunal de la necesidad humana. Deben rechazar toda guerra entre ellos a
la vez que han de luchar valientemente para justificar su supervivencia mediante una
mayor devoción al servicio del progreso humano. Si la así llamada ciencia o religión de
una época determinada es falsa, deberá purificar sus actividades o desaparecer antes de
la emergencia de una ciencia material o una religión espiritual de orden más verdadero y
más digno.
1458: 1. Los individuos espiritualmente ciegos que siguen lógicamente los dictados de
la ciencia, las costumbres sociales, y el dogma religioso están en grave peligro de
sacrificar su libertad moral y de perder su libertad espiritual. Tal alma está destinada a
convertirse en un papagayo intelectual, un autómata social, y un esclavo de la autoridad
religiosa.
1459: 2. La verdad no se puede definir en palabras, sino tan sólo viviéndola. La verdad
es siempre más que conocimiento. El conocimiento pertenece a las cosas observadas,
pero la verdad trasciende esos niveles puramente materiales porque se asocia con la
sabiduría y abarca tales imponderables como la experiencia humana, incluso las
realidades espirituales y vivientes. El conocimiento se origina en la ciencia; la sabiduría,
en la filosofía auténtica; la verdad, en la experiencia religiosa de la vida espiritual. El
conocimiento tiene que ver con los hechos; la sabiduría, con las relaciones; la verdad,
con los valores de la realidad.
1459: 3. El hombre tiende a cristalizar la ciencia, a formular la filosofía, y a dogmatizar
la verdad porque tiene pereza mental para adaptarse a la lucha progresiva del vivir, a la
vez que también teme terriblemente lo desconocido. El hombre natural es lento para
iniciar cambios en sus hábitos de pensamiento y en su técnica de vivir.
1476: 6. Los científicos podrán algún día llegar a medir la energía, las manifestaciones
de la fuerza, de la gravedad, de la luz y la electricidad, pero estos mismos científicos
nunca podrán (científicamente) deciros qué son estos fenómenos del universo. La
ciencia se ocupa de las actividades de la energía física; la religión se ocupa de los
valores eternos. La verdadera filosofía parte de la sabiduría, que trata de correlacionar
estas observaciones cuantitativas y cualitativas. Siempre existe el peligro de que el
científico puramente físico pueda llegar a sufrir del placer del orgullo matemático y el
egoísmo estadístico, sin dejar de mencionar la ceguera espiritual.
1476: 7. La lógica es válida en el mundo material, y las matemáticas son confiables
cuando su aplicación se limita a las cosas físicas; pero ni la una ni la otra han de
considerarse completamente confiables o infalibles cuando se aplican a los problemas
de la vida. La vida incluye fenómenos que no son totalmente materiales. La aritmética
dice que si un hombre puede trasquilar una oveja en diez minutos, entonces diez
hombres podrían trasquilarla en un minuto. Es una verdad matemática, pero es falaz,
porque los diez hombres no podrían hacerlo así; se tropezarían los unos a los otros de tal
manera que el trabajo demoraría mucho más tiempo.
1477: 1. Las matemáticas afirman que, si una persona simboliza cierta unidad de valor
intelectual y moral, diez personas simbolizarían diez veces este valor. Pero al tratar con
la personalidad humana estaría más cerca de la verdad el decir que tal vinculación de
personalidades es una suma igual al cuadrado del número de personalidades
relacionadas con la ecuación, más bien que la simple suma aritmética. Un grupo social
de seres humanos que trabajan en armonía coordinada representa una fuerza mucho más
grande que la simple suma de sus partes.
1477: 2. La cantidad puede identificarse como un hecho, haciéndose así una
uniformidad científica. La calidad, estando sujeta a la interpretación de la mente,
representa un cálculo aproximado de valores y debe, por tanto, permanecer como una
experiencia del individuo. Cuando la ciencia y la religión sean menos dogmáticas y más
tolerantes de la crítica, comenzará entonces la filosofía a lograr la unidad en la
comprensión inteligente del universo.
1478: 6. La ciencia material no puede demostrar la existencia del alma, ni tampoco
puede demostrarla una prueba puramente espiritual. Aunque tanto la ciencia material
como las normas espirituales no puedan demostrar la existencia del alma humana, todo
mortal moralmente consciente conoce la existencia de su alma como una verdadera y
real experiencia personal».
«La magia y la superstición»: 1680: 5; 1881: 1-7
El curso de las estrellas en los cielos nada tiene que ver con los
acontecimientos de la vida humana en la tierra. La astronomía es un interés
apropiado de la ciencia, pero la astrología es una masa de errores supersticiosos
que no tiene lugar en el evangelio del reino.
El examen de los órganos de un animal recientemente sacrificado nada puede
revelar del tiempo atmosférico, los acontecimientos futuros, o la conducta de
los asuntos humanos.
Los espíritus de los muertos no regresan para comunicarse con sus familiares
ni con sus amigos vivos.
Los amuletos y las reliquias son impotentes contra las enfermedades, no
previenen los desastres ni influyen sobre los espíritus malvados; la creencia en
estas formas materiales de influir sobre el mundo espiritual no es sino
superstición flagrante.
Echar la suerte, aunque pueda ser una forma conveniente de resolver muchas
dificultades menores, no es un método creado para revelar la voluntad divina.
Los resultados de estas actividades tan sólo son casualidades de orden material.
La única forma de comunión con el mundo espiritual corresponde al don del
espíritu otorgado a la humanidad; el espíritu residente del Padre, juntamente
con el espíritu derramado del Hijo y la influencia omnipresente del Espíritu
Infinito.
La adivinación, la hechicería y la brujería son supersticiones de mentes
ignorantes, lo mismo que la ilusión de la magia. La creencia en números
mágicos, en signos de buena suerte y presagios de mala suerte, es pura
superstición y sin ningún fundamento.
La interpretación de los sueños es en gran parte un sistema supersticioso y sin
fundamento de especulación ignorante y fantástica. El evangelio del reino no
debe tener nada en común con los sacerdotes adivinos de las religiones
primitivas.
Los espíritus del bien o del mal no pueden habitar en símbolos materiales de
arcilla, madera o metal; los ídolos no son más que la sustancia de la cual están
hechos.
Las prácticas de los encantadores, magos, hechiceros y brujos provienen de las
supersticiones de los egipcios, los asirios, los babilonios, y los antiguos
cananeos. Los amuletos y toda suerte de encantamientos son fútiles tanto para
ganar la protección de los buenos espíritus como para protegerse de los así
llamados espíritus impuros.
Desenmascaró y denunció la creencia en encantamientos, ordalías, hechicerías,
maldiciones, signos, mandrágoras, cuerdas anudadas, y todas las demás formas
de superstición ignorante y esclavizadora.
1726: 1. Considerad a los griegos, que tienen una ciencia sin religión, mientras que los
judíos, tienen una religión sin ciencia. Y cuando los hombres se desorientan de esta
manera, aceptando una desintegración estrecha y confusa de la verdad, su única
esperanza de salvación es coordinarse en la verdad: convertirse.
2075: 5. La verdad se vuelve muchas veces confusa y aun engañosa cuando se la
fragmenta, segrega, aísla y analiza demasiado. La verdad viva enseña el camino recto al
buscador de la verdad sólo cuando es abrazada en su totalidad y como una realidad
espiritual viva, no como un hecho de la ciencia material ni como una inspiración del arte
interpuesto.
2076: 5. La ciencia moderna utiliza la técnica de la experimentación.
2076: 7. En realidad, la verdadera religión no puede entrar en controversia con la
ciencia; de ninguna manera le conciernen las cosas materiales. La religión sencillamente
es indiferente, aunque simpatizante, a la ciencia; en cambio, se preocupa supremamente
por el científico.
2077: 1. La ciencia es una experiencia cuantitativa, la religión una experiencia
cualitativa, en lo que se refiere a la vida del hombre en la tierra. La ciencia se ocupa de
los fenómenos; la religión, de los orígenes, valores y metas. Asignar causas como
explicación de los fenómenos físicos equivale a confesar ignorancia de los factores
últimos y por fin tan sólo conduce al científico directamente de vuelta a la primera gran
causa: el Padre Universal del Paraíso.
2077: 8. La ciencia puede ser física, pero la mente del científico que discierne la verdad
es, a la vez, supramaterial. La materia no conoce la verdad, tampoco puede amar la
misericordia ni regocigarse en las realidades espirituales.
2078 4. ¡Qué actitud tan necia la del hombre de actitud materialista cuando permite que
teorías tan vulnerables como las del universo mecanicista, le priven de los vastos
recursos espirituales de una experiencia personal de la verdadera religión! Los hechos
no están jamás en desacuerdo con la fe espiritual real; las teorías sí pueden estarlo. Sería
mejor que la ciencia se dedicase a la destrucción de la superstición, en vez de intentar
destruir la fe religiosa: la creencia humana en las realidades espirituales y los valores
divinos.
2078: 5. La ciencia debería hacer para el hombre, materialmente, lo que la religión hace
por él espiritualmente: extender el horizonte de la vida y ampliar su personalidad. La
verdadera ciencia no puede mantenerse en desacuerdo con la verdadera religión. El
«método científico» es simplemente una vara intelectual con el cual se miden las
aventuras materiales y los logros físicos. Pero, como es material y totalmente
intelectual, es completamente inútil en la evaluación de las realidades espirituales y de
las experiencias religiosas.
2078: 6. La contradicción del mecanicista moderno es: si éste fuera simplemente un
universo material y el hombre tan sólo una máquina, dicho hombre sería totalmente
incapaz de reconocerse como máquina, y asimismo, tal hombre-máquina estaría
totalmente inconsciente del hecho de la existencia de dicho universo material. El
desmayo y la desesperación materialista de una ciencia mecanicista no han llegado a
reconocer el hecho de la mente del científico, morada por el espíritu, cuya visión
supramaterial misma fórmula estos conceptos erróneos y autocontradictorios de un
universo materialista.
2079: 4. Una filosofía mecanicista de la vida y del universo no puede ser científica,
porque la ciencia tan sólo reconoce y trata la materia y los hechos. La filosofía es,
inevitablemente, supracientífica. El hombre es un hecho material de la naturaleza, pero
su vida es un fenómeno que trasciende los niveles materiales de la naturaleza, porque
exhibe los atributos de control de la mente y las cualidades creadoras del espíritu.
2079: 5. El esfuerzo sincero del hombre por volverse un mecanicista representa el
fenómeno trágico del fútil esfuerzo de ese hombre por cometer un suicidio intelectual y
moral. Pero no consigue hacerlo.
2079: 6. Si el universo fuera tan sólo material y el hombre una máquina, no habría
ciencia para instigar al científico a que postule esta mecanización del universo. Las
máquinas no pueden medir, clasificar ni evaluarse a sí mismas. Semejante acción
científica tan sólo puede ser ejecutada por una entidad de estado supramáquina.
2079: 7. Si la realidad del universo fuese tan sólo una vasta máquina, entonces el
hombre tendría que estar fuera del universo y separado de él para poder reconocer
semejante hecho y tener conciencia de la visión que se oculta en tal evaluación.
2079: 8. Si el hombre fuese tan sólo una máquina, ¿mediante qué técnica llega este
hombre a creer o declarar que sabe que él es tan sólo una máquina? La experiencia de la
evaluación autoconsciente del yo no es nunca el atributo de una mera máquina. Un
mecanicista autoconsciente y dedicado es la mejor respuesta posible al mecanicismo. Si
el materialismo fuera un hecho, no podría haber mecanicistas autoconscientes. También
es verdad que hace falta ser una persona moral para poder realizar acciones inmorales.
2079: 9. El concepto mismo del materialismo implica una conciencia supramaterial de
la mente que presume afirmar tales dogmas. Un mecanismo puede deteriorarse, pero
jamás puede progresar. Las máquinas no piensan, no crean, no sueñan, no aspiran, no
idealizan, no tienen hambre de verdad, ni sed de rectitud. No motivan su vida con la
pasión de servir a otras máquinas ni de elegir como fin de una progresión eterna la tarea
sublime de encontrar a Dios y de tratar de ser como él. Las máquinas no son nunca
intelectuales, emocionales, estéticas, éticas, morales ni espirituales.
2080: 8. El científico, y no la ciencia, percibe la realidad de un universo de energía y
materia en evolución y avance.
2094: 4. La certeza física consiste en la lógica de la ciencia; la certeza moral, en la
sabiduría de la filosofía; la certeza espiritual, en la verdad de una experiencia religiosa
genuina.
2096: 4. La religión está por encima de la ciencia, el arte, la filosofía, la ética y la
moral, pero no es independiente de éstas.
2096: 6. La ciencia es el esfuerzo del hombre por solucionar las adivinanzas aparentes
del universo material. La filosofía es el esfuerzo del hombre por unificar la experiencia
humana. La religión es el gesto supremo del hombre, su alcance magnífico hacia la
realidad final, su determinación de encontrar a Dios y de ser como él es.
Por lo tanto, sugerimos al lector, considerar detenidamente, LA CIENCIA Y LA
RELIGIÓN: -1137: 6- y EL DISCURSO SOBRE LA CIENCIA -1476: 3-, que Jesús
magistralmente explica en ELU.
Alter Filanfrater.
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