Expectativas (pronóstico)

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Expectativas (pronóstico)
La primera convulsión febril es un momento aterrador para los padres y la mayoría de ellos
tiene miedo de que su hijo muera o sufra daño cerebral. Sin embargo, las convulsiones febriles
simples son inofensivas y no existe evidencia de que causen muerte, lesiones cerebrales,
epilepsia, retardo mental, disminución del IQ o problemas de aprendizaje.
Un número pequeño de niños que han tenido una convulsión febril pasan a desarrollar
epilepsia, pero no debido a estas convulsiones. Los niños que desarrollarán epilepsia de todas
maneras algunas veces tendrán sus primeras convulsiones durante las fiebres y éstas
generalmente son prolongadas y complejas.
Los problemas del sistema nervioso (neurológicos) y los antecedentes epilépticos en la familia
aumentan la probabilidad de que el niño desarrolle epilepsia. La cantidad de convulsiones
febriles no tiene relación con la epilepsia futura.
Aproximadamente un tercio de los niños que han tenido una convulsión febril tendrán otra con
fiebre. De aquellos que efectivamente tienen una segunda convulsión, aproximadamente la
mitad tendrá una tercera convulsión. Pocos niños tienen más de tres convulsiones febriles en su
vida.
La mayoría de los niños superan las convulsiones febriles hacia la edad de 5 años
Más información: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000980.htm
¿Cómo se trata?
Casi todas las convulsiones febriles ceden por sí solas en unos minutos, de modo que pocos niños
necesitan recibir alguna medicación. Cuando no se detiene por sí sola, los medicamentos que se utilizan
son anti convulsionantes como diazepam (habitualmente por vía rectal o intravenosa) o, desde hace
relativamente poco tiempo, midazolam (por vía intranasal, o sea por la nariz).
Los padres de los niños con convulsiones febriles frecuentes pueden sentirse más tranquilos cuando
tienen en sus domicilios alguna cánula de diazepam para administrársela por vía rectal cuando se
produce la convulsión.
¿Puede prevenirse?
A pesar de ser benignas, puesto que no producen daño en el niño, todos, tanto los padres como los
pediatras, desearíamos que no se produjeran, pero, como no sabemos qué niños van a tener una
convulsión febril ni en cuáles se va a repetir, es difícil prevenirlas. Aún así, se ha intentado:
1. Prevenir las infecciones que provocan fiebre.
Es imposible evitar todos los catarros o infecciones en niños de esta edad que acuden a la
guardería o al colegio, pero sí se pueden evitar las enfermedades para las que se dispone de
vacuna, por lo que cualquier niño, haya tenido o no convulsiones febriles, debe recibir las
vacunas habituales.
2. Evitar que le suba la fiebre al niño cuando tiene alguna infección.
A pesar de que habitualmente se piensa que en los niños con convulsiones se debe controlar
de manera más intensa la fiebre, utilizando para ello medicación antitérmica (paracetamol o
ibuprofeno), no se ha demostrado ese beneficio. Por eso, aunque está indicado que reciban
medicación para controlar la fiebre y aliviarle, no es necesario seguir pautas diferentes al resto
de los niños.
Una recomendación habitual es administrar medicación para prevenir la fiebre asociada a la
vacunación, de modo que pueden recibir una dosis de antitérmico justo antes de la
administración de la vacuna y durante las 24 horas siguientes, según la pauta acostumbrada.
3. Administrar medicación anti convulsionante a diario a los niños que han tenido ya una
convulsión, hasta los 5 años.
Aunque puede disminuir algo la probabilidad de tener una nueva convulsión, no está exenta de
efectos secundarios y no suele utilizarse, sobre todo porque la mayoría de los niños nunca
tendrán otra convulsión.
4. Administrar medicación anti convulsionantes (diazepam o midazolam) al niño mientras
tenga fiebre si ya ha tenido una convulsión.
Aunque también puede disminuir la posibilidad de otra convulsión, tampoco está exenta de
efectos no deseados y obliga a tratar al niño en muchas ocasiones para prevenir una nueva
convulsión.
5. Administrar medicación cuando el niño tiene la convulsión.
A pesar de que la inmensa mayoría de las convulsiones febriles ceden por sí solas en pocos
minutos y que no afectan al niño -por lo que no sería necesario administrar ninguna
medicación-, los padres pueden sentirse más seguros si tienen medicación para detener la
convulsión. Es conveniente comentar este tema con el pediatra o el médico del niño.
En resumen, las convulsiones febriles son frecuentes en niños de 6 meses a 5 años. A pesar de lo
alarmantes que resultan, el niño se recupera totalmente y no habrá ninguna repercusión. Lo más
importante es mantener la calma y cuidar del niño, evitando, entre otras cosas, accidentes de tráfico por la
precipitación y el nerviosismo que se siente cuando, en estas circunstancias, se sale en busca de
atención médica urgente.
Más información: http://www.aepap.org/familia/convulsionfebril.htm
Convulsiones febriles, ¿son peligrosas?
Toma nota de los consejos para que valores la situación
Se presentan de repente, en ocasiones de forma brusca, pero no son peligrosas. Toma
nota de unos consejos para que valores rápidamente la situación y te hagas cargo de ella.
Es muy difícil no impresionarte cuando se presenta un episodio de convulsiones febriles,
sobre todo la primera vez. Sin embargo, es conveniente tranquilizar a los padres. En la
mayoría de los casos, las convulsiones, a pesar del miedo que provocan, no dejan ninguna
secuela en el sistema nervioso del niño ni ejercen influencia alguna en su salud y en su
desarrollo psicofísico.
Por esta razón, es importante conocer este problema y saber cómo actuar en el caso de
que se presente. Lógicamente, el susto será inevitable pero, si conocemos con detalle lo
que está sucediendo, y sobre todo que no habrá consecuencias, resultará más sencillo
tratar de mantener la calma y no abrumar al pequeño.
Más información:
http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/parents/infants/066.html
Las convulsiones febriles
En algunos niños, la fiebre puede provocar convulsiones. Las convulsiones febriles ocurren en
2% a 5% de todos los niños entre las edades de 6 meses y 5 años. Convulsiones, a veces
llamado "ajuste" o "hechizos" son aterradoras, pero por lo general son inofensivos. Esta
información le ayudará a entender las convulsiones febriles y qué sucede si su niño tiene uno.
¿Qué es una convulsión febril?
Una convulsión febril suele ocurrir durante las primeras horas de la fiebre. El niño puede
parecer extraño por unos momentos, luego se vuelven rígidos, de contracción, y los ojos en
blanco. Él no reacciona por un corto tiempo, su respiración se verá afectado, y su piel puede
aparecer un poco más oscuro que de costumbre. Después de la convulsión, el niño vuelve
rápidamente a la normalidad. Las convulsiones duran menos de 1 minuto, pero, aunque es
poco común, puede durar hasta 15 minutos.
Las convulsiones febriles rara vez ocurren más de una vez en un plazo de 24 horas. Otros
tipos de ataques (los que no son causados por la fiebre) duran más tiempo, puede afectar sólo
a una parte del cuerpo, y pueden repetirse.
¿Qué debo hacer si mi hijo tiene una
convulsión febril?
Si su hijo tiene una convulsión febril, actúe de inmediato para evitar lesiones.
Si esta en el suelo o en la cama, sitúelo a una buena distancia de cualquier objeto duro o
puntiagudo.
Gire la cabeza a un lado para que la saliva o el vómito pueda drenar de su boca.
No ponga nada en su boca, ella no se tragará la lengua.
Llame a nuestra oficina.
¿Mi hijo tendrá más ataques?
Las convulsiones febriles tienden a darse en familias. El riesgo de tener convulsiones con otros
episodios de fiebre depende de la edad de su hijo. Los niños menores de 1 año de edad en el
momento de su primera convulsión tienen alrededor de un 50% de probabilidad de tener otra
convulsión febril. Los niños mayores de 1 año de edad en el momento de su primera
convulsión sólo tienen un 30% de posibilidades de tener una segunda convulsión febril.
¿Mi hijo a la epilepsia?
La epilepsia es un término utilizado para las convulsiones múltiples y recurrentes. Los ataques
epilépticos no son causados por la fiebre. Los niños con antecedentes de convulsiones febriles
son tan sólo un riesgo ligeramente mayor de desarrollar epilepsia a los 7 años que los niños que
no han tenido convulsiones febriles.
Son las convulsiones febriles peligrosas?
Aunque las convulsiones febriles pueden ser muy asustadizo, que son inofensivos para el niño.
Las convulsiones febriles no causan daño cerebral, problemas del sistema nervioso, parálisis,
retraso mental o la muerte.
Más información:
http://translate.google.es/translate?hl=es&langpair=en%7Ces&u=http://www.laramiekids.com/
febrile_seizures.htm
Otros:
http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/convulsiones_febriles.htm
http://familydoctor.org/online/famdoces/home/children/parents/infants/066.html
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