Elvis Presley: la leyenda del ídolo joven, rebelde e inconformista

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Cultura
La Plata, domingo 16 de julio de 2006
MEDIO SIGLO DE ROCK AND ROLL
Elvis Presley: la leyenda del ídolo
joven, rebelde e inconformista
Fue en 1956 cuando irrumpió su primer disco de larga duración. Con él, el Rey del Rock and roll confirmó una realidad. Los jóvenes
norteamericanos protagonizaban un quiebre generacional, y contribuían al nacimiento de una nueva cultura. El, simplemente, le puso ritmo
El hotel del
corazón roto
A 50 años de su lanzamiento fue
reeditado en EEUU el álbum que
cambió la historia de la música .
Los días 10 y 11 de enero de 1956,
Elvis grabó en Nashville sus dos
primeras canciones para el disco:
I got a woman (versión del tema
de Ray Charles) y Heartbreak
Hotel. Veinte días después,
terminó la grabación de los otros
temas.
Heartbreak Hotel, el primer éxito
radiofónico del Rey, permaneció
en el número uno durante ocho
semanas. El tema se inspiraba en
un texto de una línea escrito por
un suicida -”Paseo por una calle
solitaria”- y llevó al artista a lo
más alto, en una trayectoria en
la que lo acompañaron los
guitarristas Scotty Moore y Chet
Atkins, el bajo Bill Black, el
baterista D.J. Fontanta, el pianista
Floyd Cramer y los coros de The
Jordanaires.
¿Te acuerdas de Elvis cuando movió la
pelvis? El mundo hizo plop y nadie
entonces podía entender qué era esa
furia. La letra de Mientras miro las
nuevas olas (Charly García) describe
la revolución cultural que significó el
nacimiento del rock and roll a mediados del siglo pasado. Y menciona a su
principal icono: Elvis Presley. El
mundo hizo plop primero el 6 de julio
de 1954, cuando Elvis debutó con un
disco simple de dos canciones para el
sello Sun Records. Y el 23 de marzo de
1956, con el primer disco larga
duración de Rey del Rock, que sobrepasó el millón de dólares en ventas.
El 6 de julio de
1954, Elvis Presley
debutó con un
disco simple que fue
éxito en ventas
El fenómeno Elvis puede explicarse,
al menos, en dos planos. La juventud
norteamericana vivía un proceso de
quiebre generacional. Las dos guerras
mundiales que ya había sufrido el
siglo, y los aprontes para un futuro
enfrentamiento nuclear que se
insinuaban en la llamada guerra fría,
eran motivos más que suficientes para
desconfiar de los adultos y de su fe
basada en el consumo.
“Esa” juventud estaba huérfana de
referentes. Los modelos que ofrecía la
industria del entretenimiento estaban
desfasados.
La realidad repercutía también en el
mercado discográfico. Sam Phillips,
dueño de la grabadora Sun Records
supo describir ese momento: “Hay
una fortuna esperando a quien descubra a un cantante blanco con el sonido y sentimiento negro”.
Elvis fue la solución a esos y otros
planteos. Era un joven para jóvenes,
extraído del mismo grupo al que destinaba sus canciones, sus desplantes,
su arrogancia, sus camperas de cuero.
Además, sus dotes de cantante eran
innegables: era capaz de realizar las
más increíbles inflexiones; y supo
reunir en una combinación original
formas blancas (country) y elementos
de ascendencia negra (gospel, spirituals, rithm & blues).
Su voz despertó admiración desde
un principio, pero el fenómeno no se
agotaba allí. Arriba del escenario, su
estilo era desenfadado. Caía al suelo,
agotado, pero volvía a elevarse
moviendo su cuerpo, inagotable y
eléctrico.
Camino al cetro
Elvis Aaron Presley nació el 8 de
enero de 1935, en Mississipi, en un hogar de modestos granjeros. Cuando
cumplió 10 años, lo que más deseaba
era una bicicleta. Pero como el presupuesto familiar no daba para semejante erogación, una vez más el destino
jugó sus cartas de manera brillante: el
pequeño Elvis recibió como obsequio
una guitarra. En ese mismo año, cantó
por primera vez en público en un
concurso regional y obtuvo el segundo
premio: 5 dólares. Al tiempo, su padre
se quedó sin trabajo y se trasladaron a
Memphis. Ahí, donde comenzó a gestarse la leyenda, Elvis empezó a trabajar de camionero, con un salario de un
dólar a la hora. Tenía 16 años.
Un día, con la intención de regalarle
un disco a su madre, grabó unas canciones. No conforme con la calidad
del sonido, se dirigió a la Sun Records
Company, donde la secretaria, Marion
Keisker, guardó una copia del
registro.
Dice el dicho que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.
Elvis fue una y otra vez a las oficinas
de Sun Records hasta que consiguió
que Sam Philips escuchara la grabación. Los acontecimientos empezaron
a precipitarse. El 6 de julio de 1954 se
editó su primer disco comercial:
That’s All Right Mama y Blue Moon of
Kentucky, eran las canciones del
“Una fortuna espera
a quien descubra a
un cantante blanco
con el sonido y
sentimiento negro”
simple.
A los pocos meses, Elvis pasó a la
discográfica RCA y el 10 de enero de
1956 grabó su primer disco y el primer
número uno de su carrera. La corona
ya calzaba a la perfección en su cabeza.
En su debut como invitado a un programa de TV, estrenó Love me Tender.
Antes de salir a la venta, el disco ya llevaba vendidas un millón de copias.
Hace medio siglo, nacía el fenómeno
Elvis. Y con él, se adelantó unos minutos el reloj de los nuevos tiempos: el
rock and roll sería la expresión musical
de una nueva cultura, la joven.
Pablo Refi
¿El padre del
rock and roll?
Abril de 1954. Bill Halley y sus
cometas registran Rock Around
the Clock. Julio de 1954: Elvis
graba That’s all rigth, Mama.
Desde entonces, una duda que
lleva más de medio siglo sin
respuesta: quién es el padre de
la criatura.
Como para no quedarse afuera,
el Censo de los EEUU publicó en
su boletín diario que la grabación
de Bill Halley marcaba “el
nacimiento del rock and roll”,
una afirmación que nada bien
cayó entre los seguidores de
Presley.
Si bien cuando se editó el disco de
Bill Haley apenas vendió
75.000 copias, la película The
Blackboard Jungle (1955) le garantizó un éxito rotundo. Actualmente, es considerado el simple
más vendido de todos los tiempos,
con una cantidad calculada en más
de 25 millones de copias.
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