Programa Animación Voluntariado y Formación Agentes.

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Programa de Animación del Voluntariado y Formación de Agentes
1.
Animación del Voluntariado
El voluntariado es el corazón de Cáritas y de las comunidades parroquiales, ya que la
mayoría de los voluntarios provienen de parroquias. Son personas que ante el dolor y
el sufrimiento de los empobrecidos
deciden
implicarse,
comprometerse,
compartir su tiempo, conocimientos,
bienes; en definitiva su vida.
Cáritas apuesta desde su identidad por un
voluntariado de máximos que tiene una
presencia gratuita y activa de las personas
en nuestras tareas, entre cuyos rasgos
podemos subrayar:
Una concepción de la persona como alguien capaz de participar y de asumir una
responsabilidad comprometida y solidaria con los demás, preferentemente con los
más pobres. Para los cristianos se trata de una exigencia de fe.
Una expresión de gratuidad que, para nosotros arranca, de la vocación evangélica y
que debe recorrer tanto las actuaciones de Cáritas como el estilo de todos sus
agentes, tanto voluntarios como remunerados.
Esta dimensión de la gratuidad pertenece al campo de las actitudes y motivaciones
que es preciso aprender a cultivar y a compartir para dar su verdadero talante al
compromiso global de la institución. En este contexto pueden converger las
aportaciones de muchos, por pequeñas e insignificantes que parezcan. Lo
importante es saber sumar, con sencillez y alegría y constancia, a un proyecto
común de cambio personal y social.
En este sentido Cáritas sabe poner su granito de arena para conseguir el primer
objetivo del II Plan de Voluntariado de Castilla La Mancha: Concienciar a la sociedad
sobre la importancia de colaborar en acciones de voluntariado como instrumento para
conseguir una sociedad más justa y solidaria.
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Programa de Animación del Voluntariado y Formación de Agentes
El Plan de Voluntariado de Cáritas Diocesana de Ciudad Real centra sus esfuerzos en
consolidar y apoyar el Itinerario Educativo del Voluntario que se ha incorporado a la
institución; desarrolla un camino de crecimiento contemplando las dimensiones
formales y las no formales de su realidad,
poniendo en juego escenarios donde la
acogida, el acompañamiento y el encuentro
interpersonal
constituyan
elementos
enriquecedores de la experiencia de ser
voluntario.
Desde Cáritas entendemos que el Itinerario
del Voluntariado debe contemplar, al
menos, y de forma entrelazada los
siguientes momentos educativos: sensibilización, convocatoria, acogida,
integración en la acción, acompañamiento, momentos formativos formales
y presencia pública del voluntariado. Este itinerario, además, deberá contar con el
trabajo – vigía de la red de animadores del voluntariado de nuestra institución.
Los posibles campos de actuación para el voluntariado son: familias en situación de
pobreza o exclusión, procesos educativos con minorías étnicas (gitanos), droga, sin
techo, cooperación internacional - coodesarrollo, personas mayores, menores en
situación de riesgo, comunicación, inmigrantes, animación comunitaria, mujer y
prisiones. Así mismo en el desarrollo de puestos de responsabilidad dentro de la
institución y como voluntarios también acompañan, animan y forman a otros
voluntarios y voluntarias. Un panorama amplio para desarrollar el compromiso
solidario del voluntariado, que se concreta según la realidad social de cada localidad
donde hay un grupo de Cáritas.
Toda esta labor se organiza y estructura en
un proceso formativo que se comienza
con la formación básica e inicial en el que se
hace un recorrido por las motivaciones
personales, el conocimiento de la institución,
los conceptos de pobreza y marginación, y
las claves para una intervención encaminada
hacia la integración y la promoción. Esta
formación se ve reforzada por otra más
específica, en función del programa de actuación elegido y complementada por una
formación institucional donde se van afianzando las motivaciones personales y del
propio grupo de voluntariado.
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Programa de Animación del Voluntariado y Formación de Agentes
2.
Formación de Agentes
Trabajar en Cáritas es una vocación que
permite a profesionales del ámbito social,
de servicios o administrativo, plasmar su
compromiso con las personas que sufren
situaciones de pobreza y orientar al
voluntariado en una acción social de calidad.
Quienes trabajan en Cáritas se saben
liberados por la comunidad diocesana y esto
supone
una
alta
conciencia
de
responsabilidad. Hay en todos estos agentes una gran dosis de gratuidad que se plasma
en la disponibilidad para adaptarse a los lugares, formas de trabajo, posibilidades de los
empobrecidos y el voluntariado. Así mismo las motivaciones de fondo se anclan en los
valores evangélicos y en los derechos humanos.
La incorporación en los diferentes equipos dota del adecuado asesoramiento técnico a
los distintos grupos y proyectos de acción social que Cáritas realiza. Se comparte la
acción, la organización, las vivencias, las convicciones; la vida y el trabajo profesional en
muchas ocasiones difumina las fronteras, porque se saben enviados.
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