LA PAZ, SIEMPRE LA PAZ PARA

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LA PAZ, SIEMPRE LA PAZ PARA CENTROAMERICA
Palabras del Presidente de Colombia
Belisario Betancur, ante los Cancilleres del
Grupo de Contadora (México, Panamá,
Venezuela y Colombia) y ante los
Cancilleres del Grupo Latinoamericano de
apoyo a Contadora (Argentina, Brasil, Perú
y Uruguay): Cartagena de Indias, agosto 24
de 1985.
“La paz es una libertad tranquila”.
Adriano
Nos reúne en esta amurallada ciudad evocadora, el destino pacifista de
América y el espíritu de libertad que nos legaron nuestros antepasados, los
unos con la pluma, los otros con la espada, todos irrevocablemente atados a
la convicción de que sólo la paz es instrumento idóneo para la felicidad y el
progreso de los pueblos.
En esta hora de la historia que vivimos y protagonizamos nos cabe la
responsabilidad de elegir el camino que ha de llevarnos hacia un mundo más
amable y próspero o hundirnos en la insensatez y la violencia.
Coincide este encuentro con el hecho de que hace apenas una semana
el Director General de la UNESCO Amadou Mahtar M’ Bow, a nombre de la
comunidad de naciones, inscribió a Cartagena de Indias en la lista del
“Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad”.
Este escenario caribe, es inspirador para nuestras reflexiones sobre la
paz en la región centroamericana, destinada en razón de su gente y de su
potencial económico, a nido de entendimiento y no a campo para la lucha
entre hermanos con historia común, riquezas en común y metas en común.
1.-
EL ESPIRITU DE LA LIBERTAD
La consolidación de la democracia es nuestro primer afán y la meta
prioritaria en tanto que latinoamericanos. Este es un proceso irreversible y el
tiempo, que muerde sin descanso, está demostrando que nada podrá atajarlo
porque en ello reside nuestra esencia política y porque es resultado de la
madurez que obtuvimos escribiendo la biografía continental con sangre,
sudor y lágrimas.
El espíritu de las libertades flota en nuestros cielos. No existen en él
solamente los nubarrones sombríos de la guerra centroamericana: nuestros
esfuerzos comunes se fundamentan en la convicción de que nuestra
anchurosa geografía, respetando las condiciones propias de cada país y la
senda que escoja para su realización, permite y demanda el disfrute de la
paz, la convivencia y la cooperación.
Invocamos con el corazón exultante la vigencia de nuestras
democracias. De igual manera queremos cantar el himno de la paz ya que,
con la justicia, una es condición de la otra y al desequilibrarlas o hacer
exclusiones, el edificio que afanosamente buscamos construir, se
desintegraría.
2.-
HURACANES DE VIOLENCIA
Sobre nuestra América se han desencadenado huracanes de guerra y
de violencia: América Central, que es de nuestra entraña y lleva nuestra
sangre, aparece víctima de la bipolaridad del poder mundial.
En ese contexto, los antecedentes que determinaron la constitución
del Grupo de Contadora, son del dominio de la opinión. Recogimos el clamor
universal; escuchamos los gritos dolientes de las víctimas; nos asomamos al
drama de los hogares centroamericanos destruidos por la violencia, el
terrorismo y la guerra, que se alejó de los viejos moldes para convertirse en
carnicería indiscriminada. Y pensamos que valía la pena promover la paz,
como mensajeros de buena voluntad Y como amigos y hermanos deseosos
de ayudar a abrir rutas que permitan el desarme de los espíritus y de los
brazos, y el retorno a la alegría de los niños, la sonrisa de las mujeres, el
empuje del trabajo.
3.-
CONTADORA Y LA PAZ
Se discute y escribe sobre si Contadora logro o no, lo que se propuso;
se habla de fracasos y desilusiones; cada alborada dicen que surge un nuevo
desengaño, quizá con el secreto deseo de que brote la ruda sensación de lo
ineluctable.
Nosotros sabemos que la paz no es un don que se da de regalo, sino
bien que debe ser trabajado con abnegación, incluso con sacrificio, elaborado
como joya inapreciable, cincelado con esmero y con amor. Por eso recibimos
con humildad el estimulante apoyo de todas las naciones, de sus jefes de
estado, de los organismos supranacionales, de los políticos e intelectuales.
Hoy podemos anunciar que, caminando por un sendero de abrojos,
avanzamos hacia la paz: hechos recientes lo confirman y el proceso se
encuentra en etapa final, que aspiramos a culminar con fe en el destino de
América Latina.
4.-
LA REGIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO
Pocas acciones en nuestra América Latina han suscitado mayor interés
y tan unánime respaldo en la comunidad internacional, como la gestión de
paz de Contadora: desde el momento de su presentación por los Presidentes
de México, Panamá, Venezuela y Colombia, surgieron por parte de la casi
totalidad de los estados y en especial de los países latinoamericanos,
significativas expresiones de apoyo, reiteradas por la Organización de Estados
Americanos y la Organización de las Naciones Unidas; y aplaudidas por el
Grupo de los 77, por el Movimiento de los No Alineados, por la Comunidad
Económica Europea, por el Papa Juan Pablo II. Y más recientemente,
América Latina reafirmo su incondicional respaldo en la Declaración de Lima.
Y los países centroamericanos, únicos protagonistas y por lo tanto
actores decisorios en los distintos conflictos, han reiterado su voluntad de
encontrar soluciones pacíficas y negociadas a la crisis.
Dar una respuesta regional y latinoamericana; impedir que el conflicto
sea enfrentamiento entre el Este y el Oeste; hacer que las confrontaciones no
se extiendan, pero al tiempo comprometer en la solución a aquellas naciones
interesadas en la región, ha sido preocupación nuestra constante.
5.-
EL ACTA DE CONTADORA
Al lado de las zonas candentes en donde se juegan la paz y la
tranquilidad universales, Contadora ha abierto esperanzas de solución y
mantenido la tesis de que el conflicto sólo debe y puede ser solucionado por
sus auténticos protagonistas; ha servido para crear el escenario del dialogo,
para estimularlo y actuar cono amigable componedor y mediador en el
momento en que ello resulta indispensable y en que las partes han estado de
acuerdo en permitir esa acción. En otras palabras, obrando siempre con el
elemento de voluntariedad y permisibilidad de los líderes centroamericanos.
En el curso de este trabajo largo ya de 30 meses, se ha venido
delineando el Acta de Contadora para la Paz y la Cooperación en
Centroamérica, innovadora y audaz que, de traducirse en tratado público
internacional, representaría mecanismo revolucionario para el entendimiento
pacífico en regiones y entre países con dispares sistemas de gobierno pero
con vecindades geográficas inamovibles.
6.-
EL GRUPO DE APOYO
En efecto, es inusual que un grupo de países resuelva, por decisión
soberana, hacer compromisos sobre participación democrática, pluralismo,
seguridad con limitación de armamentos y con balance de fuerzas que no
debe perturbarse por potencias extrañas, ni alentar procesos de
desestabilización; y que resuelva el apoyo recíproco a sus programas de
desarrollo económico y social en aras de una paz fundada en el
entendimiento y el consenso.
Lamentablemente en los últimos meses las tensiones a la par que los
intentos de intervención extraña, se agudizan de manera que exigen mayor
compromiso de los países latinoamericanos. Por eso los cancilleres de
Contadora celebraron con júbilo la iniciativa de apoyo planteada en Punta del
Este por los cancilleres de Argentina, Brasil y Uruguay; presentada por el
Presidente Alan García en su discurso inaugural y oficializada por los
Presidentes y cancilleres presentes en Lima.
7.-
EL MENSAJE DE PAZ
A grandes rasgos, tales son los antecedentes de esta esperanzadora
reunión. Durante los actos de toma de posesión del Presidente de Bolivia
Víctor Paz Estensoro y luego de nuevas consultas e intercambio de ideas, me
permití invitar a los cancilleres de Contadora y del mecanismo
latinoamericano de apoyo, a esta reunión en la que esperamos diseñar un
sistema de consultas permanentes y analizar alternativas que conduzcan a los
países centroamericanos a la culminación satisfactoria del proceso de
negociación.
Recientemente el Consejo Permanente de la OEA recomendó a los
gobiernos de Nicaragua y Costa Rica iniciar conversaciones sobre la
problemática fronteriza entre los dos países, dentro del marco de Contadora.
Igualmente los primeros mandatarios de Costa Rica y de Nicaragua, Luis
Alberto Monge y Daniel Ortega, se han cruzado comunicaciones sobre este
particular: los cancilleres del Grupo ya han iniciado las gestiones para el logro
de dicho propósito, y en esta reunión se podrán examinar mecanismos de
acción frente a las tensiones fronterizas entre países hermanos, así como
formas de apoyo a los sistemas de control y supervisión de los acuerdos y
tratados que los países centroamericanos lleguen a suscribir.
8.-
LA FILOSOFIA DE CONTADORA
Dije antes que Contadora ha cumplido papel que vale la pena
reafirmar con ocasión de este memorable encuentro: nosotros entendemos
que la estrategia latinoamericana es la adecuada para darles a los pueblos de
la región, una solución respetable y estable. Porque nuestra respuesta
excluye la confrontación, la amenaza, la intimidación o el uso de la fuerza; y
reafirma el acatamiento a normas del derecho internacional a las que todos
los estados deben respeto. Repitamos una y otra vez que propugnamos por
el perfeccionamiento de sistemas representativos surgidos de una libre
consulta popular, abogamos por la integridad territorial, la soberanía e
independencia de los estados; consideramos urgente detener la carrera
armamentista, proscribir la intervención foránea en el área en todas sus
expresiones e impedir acciones orientadas a desestabilizar a los gobiernos de
la región. Y repitamos, asimismo, que por eso hemos señalado la necesidad
de atender las prioridades del desarrollo económico y social mediante una
mejor adecuación del proceso de integración centroamericana y
comprometido el interés demostrado por gobiernos de otros países, cuyo
ejemplo más significativo es el de la Comunidad Económica Europea, con la
que nuevamente nos reuniremos en noviembre en Luxemburgo.
9.-
EL CONSENSO DE CARTAGENA
Además, los países centroamericanos enfrentan, al igual que la
mayoría de los países de América Latina, el problema de manejo de su deuda
externa, que en algunas naciones de la subregión supera al producto nacional
bruto.
El tema de la deuda lo hemos venido manejando en el contexto de los
principios y parámetros aprobados por los países signatarios del Consenso de
Cartagena.
En consecuencia, el foro adecuado para proseguir su examen es la
próxima reunión de Cancilleres y de Ministros de Hacienda, que tendrá lugar
en Montevideo.
No obstante, quiero anticipar algunas reflexiones que podrían ser útiles
para el debate en esa reunión.
10.-
EL ENDEUDAMIENTO EXTERNO
En primer lugar, parece obvio que los países de América Latina
necesitan realizar un enorme esfuerzo exportador en los próximos cinco años,
para poder conservar en un nivel manejable, sus respectivos coeficientes de
servicio de la deuda externa. El ingreso de divisas de la región, que es hoy
del orden de 90 billones de dólares anuales, posiblemente tendrá que
duplicarse entre 1985 y 1990, para hacer factible la conciliación del servicio
de la deuda y la continuación del proceso de desarrollo.
Para alcanzar esa meta vamos a requerir mejores términos de
intercambio y un mejor acceso al mercado de los países industrializados. En
este orden de ideas, podríamos aceptar la invitación que nos han formulado
los Estados Unidos para participar en reuniones exploratorias, sobre lo que
podría ser el contenido de la nueva ronda de negociaciones comerciales
multilaterales.
Si esa nueva ronda se orienta en forma prioritaria a facilitar las
exportaciones de los pueblos en desarrollo, los países del Consenso de
Cartagena podrían estudiar la manera de participar en esas negociaciones.
Sin embargo, debemos aclarar que no estamos dispuestos a repetir la
experiencia de la Rueda de Tokio, en la cual la atención otorgada a los
problemas de los países en desarrollo fue mínima.
11.-
DEUDA, PROTECCIONISMO Y CAFE
Los costos del proteccionismo internacional para los países de América
Latina son muy altos. A manera de ejemplo, cito el caso de lo que representa
esta protección para sólo dos productos importantes: la carne y el azúcar. De
acuerdo con estimativos recientemente publicados por el Banco Mundial,
América Latina podría estar obteniendo 3.400 millones de dólares adicionales
por ventas de azúcar y US $ 4.700 millones por ventas de carne, si el
mercado de estos productos fuera liberado de las restricciones impuestas por
los países altamente industrializados.
También quisiera hacer referencia a la urgente necesidad que tenemos
de fortalecer el Acuerdo Internacional del Café las exportaciones de este
producto son vitales para América Latina y especialmente para América
Central. Debemos hacer lo posible para fortalecer los precios reales del
grano, que se encuentran en un nivel similar al de los años sesentas.
Necesitamos continuar aplicando mayor disciplina en el mercado de los países
no miembros de la organización. En este sentido, debemos insistir ante la
Unión Soviética y los países de Europa Oriental, en que entren a formar parte
de la Organización Internacional del Café.
Así como es absurdo que los pueblos de América Latina exporten
capital a los países más prósperos del mundo, es también un gran
contrasentido que los golpeados países de América Central estén subsidiando
a los estados socialistas en sus exportaciones de café, por la necesidad de
hacer ventas de futuros a menos precio.
12.-
DEUDA Y FUGA DE CAPITALES
Otro aspecto que debemos abordar para fortalecer las balanzas de
pago de nuestros pueblos, es el relativo a la fuga de capitales. De acuerdo
con estimativos de algunos organismos internacionales, esta fuga ha
superado los 50 billones de dólares en el caso de América Latina en los
últimos tres años.
Esos capitales se movieron atraídos por altos intereses ofrecidos en los
Estados Unidos y también por los desequilibrios económicos que se
registraron en la mayoría de los países de la región.
Por lo tanto, para preservar esos flujos, tenemos que continuar
creando las condiciones para que nuestros respectivos programas de ajuste
permitan reanudar el proceso de desarrollo y permitan vincular esos capitales
a las corrientes de la inversión productiva: en ese propósito, vamos a requerir
el apoyo de los gobiernos de los países del Norte.
En síntesis, quisiera reiterar que los miembros del consenso de
Cartagena, estamos buscando soluciones constructivas al problema del
endeudamiento internacional. Soluciones que permitan reactivar nuestras
economías y que faciliten la continuación de la tendencia democrática que
vive la región, eso sí, sin mentalidades de evasión.
Para alcanzar este gran objetivo, necesitamos bancos privados
internacionales fuertes y organismos multilaterales bien capitalizados y con
amplia disponibilidad de recursos. Entidades como el Banco Mundial y el
Banco Interamericano de Desarrollo, deberían jugar un papel creciente en la
financiación de nuestros procesos de desarrollo, como lo ha sugerido el señor
Volcker, Presidente del Federal Reserve Bank, en su reciente intervención en
la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.
13.-
BANCO CENTROAMERICANO DE INTEGRACION ECONOMICA
A finales de 1984 tuvimos oportunidad de realizar en Cartagena un
Simposio Internacional sobre Centroamérica, conjuntamente con don Antonio
Ortiz M., Presidente del BID. El objetivo de aquella reunión fue el de buscar
apoyo extrarregional al Banco Centroamericano de Integración Económica.
Asistieron delegados de más de 25 países incluyendo altos representantes de
Estados Unidos, Japón y la C.E.E. Después de aquella reunión se han
adelantado gestiones con los gobiernos de todos estos países y se ha
encontrado un gran deseo de colaborar con tal iniciativa.
Este Banco que ha financiado una alta proporción de la inversión
pública de los países centroamericanos, es el vehículo más apropiado para
financiar obras urgentes de infraestructura física y social que requiere la
región. Por tanto, pienso que debemos reiterar nuestro apoyo al Banco en
esta reunión y además buscar que los Cancilleres de la C.E.E. ratifiquen su
decisión de aportar recursos en la reunión que se celebrará próximamente en
Luxemburgo con los Cancilleres Centroamericanos y los Cancilleres de
Contadora.
Sin duda será necesaria una contribución tripartita, o sea, de los
Estados Unidos de América, los países europeos y el Japón, pero también
América Latina, tendrá que expresar objetivamente su solidaridad, bien
participando del eventual aumento de capital o en la creación de un Fondo
Fiduciario especial.
14.-
EL AUGURIO DEL APOYO
Señores Cancilleres de Argentina, Brasil, Perú Uruguay, México,
Venezuela, Panamá y Colombia; Señores miembros de las delegaciones:
Es visible que el problema centroamericano no es solamente político;
también es económico y social. Y es visible que ante el aumento paulatino de
las tensiones en Centroamerica, la gestión del Grupo de Contadora emerge
con perfiles cada vez más claros, como la única alternativa valedera para
lograr el restablecimiento de la paz y evitar el conflicto generalizado en la
región, que no afectaría tan sólo a los propios estados del Istmo sino que
dejaría huellas indelebles e irreparables en el resto de estados de América. Y
quizá del mundo entero, por la metástasis conflíctual de procesos
decisionales bélicos. Lo hermoso será que sean capaces de aplicar a la paz, la
fiereza que damos al conflicto.
La presente reunión constituye aporte significativo a este esfuerzo
pacificador y testimonio de la preocupación de América Latina frente a las
actuales circunstancias. Es la expresión más clara de que la suerte de
nuestros países no será ajena al futuro de la América Central: la solidaridad
que ahora se concrete, constituye además muestra de la vocación pacifista
que nos anima y factor que impulsará por buena ruta esta experiencia hasta
su feliz culminación.
15.-
LOS CUATRO ESTADOS AMIGOS
No puedo dejar de expresar nuestro entusiasmo por el hecho de que el
trascendental apoyo que ahora recibe el Grupo de Contadora, provenga de
cuatro estados amigos, con regímenes de hondo contenido democrático y
pluralista, que permiten guardar la esperanza de tener una América unida, en
la que el imperio de la democracia sea con orgullo el estado natural de los
países que la integran.
Las comunidades latinoamericanas, han aclamado esa esperanza.
En ningún momento de nuestra historia, se había dado la paradoja
crucial de que mientras fuerzas disociadoras se empeñan en resquebrajar la
unidad latinoamericana, pretendiendo llevar a varias naciones a los trágicos
excesos de la confrontación armada se produzca como respuesta una
confluencia tal de ideales y expectativas surgidas del propio seno de nuestras
democracias.
El sueño de Bolívar y los Libertadores de América se convierte hoy, en
virtud del proceloso oleaje de estas postrimerías del Siglo XX, en realidad
exultante. Nuestra aspiración común gira alrededor de un principio de unidad,
de coherencia y de acción solidaria. Este es el marco de nuestro trabajo para
el cual contamos con la adhesión decidida y generosa del hombre americano.
Ha llegado el momento de las grandes decisiones. Reiteramos nuestro
llamado a los países de la región centroamericana y con intereses en ella,
porque sólo con su concurso y decisión se podrá recuperar la confianza
recíproca, reducir las tensiones y alcanzar la paz. La alternativa empieza hoy,
comienza ahora, para encontrar la propia voz y hablar con ella por la paz
propia. Buscamos unas patrias que realicen su propio ser en una paz, tal vez
más ardua que la guerra.
Agradezco su presencia en nombre de los países del Grupo de
Contadora. Valoramos esta disposición, augurio de un mejor destino para los
pueblos de la querida Centroamérica: los anhelos de paz de los Presidentes
de México, Venezuela, Panamá y Colombia, ya no pertenecen solamente al
repertorio de nuestras utopías personales, sino que empiezan a convertirse
en realidad, como le ocurría a aquel soñador personaje de Borges.
Estamos ciertamente en los umbrales más críticos. Nosotros, los
buscadores de paz de Contadora, no somos más que coordinadores de la
Concordia. Por eso hemos querido tejer las propuestas del Acta, con los hilos
de la participación de los auténticos protagonistas: los países
centroamericanos. Bienvenidos, compatriotas latinoamericanos, con su
presencia de apoyo. La cual nos hace advertir que la paz está muy cerca. Ese
día entonaremos juntos, todos, el Aleluya de Haendel.
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