2012-287-IM-Mexico

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MÉXICO
1. Rasgos generales de la evolución reciente
En 2011, el PIB real de la economía mexicana creció un 3,9%, en comparación con un 5,5% en 2010.
Esta desaceleración se debe principalmente a un menor crecimiento de las exportaciones de bienes y
servicios, que en términos reales aumentaron un 6,7% (frente a un 21,7% en 2010), ante un menor
dinamismo de la economía mundial y en particular de los Estados Unidos. Las importaciones también
moderaron su ritmo de crecimiento (un 6,8% frente al 20,5% alcanzado en 2010). El déficit de la cuenta
corriente se amplió ligeramente y se ubicó en un 0,8% del PIB (un 0,3% en 2010), ante un mayor saldo
negativo de las balanzas de servicios y de renta.
La demanda interna se desaceleró (un 4% en comparación con un 5,4% en 2010) debido a una
menor expansión de la inversión bruta interna y del consumo. El déficit fiscal mostró una leve
disminución y cerró el año en un 2,5% (2,8% en 2010), incluida la inversión de Petróleos Mexicanos
(PEMEX). La inflación finalizó 2011 en un 3,8%, en línea con la meta del 3% del Banco de México, con
una variación de un punto porcentual en ambos sentidos. Se registró un ligero descenso de la tasa de
desempleo nacional, que alcanzó un promedio anual del 5,2% (en comparación con el 5,4% de 2010),
gracias a un aumento de la tasa de ocupación, pero se elevó el porcentaje de la población que se
desempeña en la economía informal.
La política económica continuó apuntando al logro de equilibrios macroeconómicos. La política
fiscal siguió estando caracterizada por un déficit público moderado, con un gasto orientado a programas
sociales y a seguridad. Durante todo 2011, el Banco de México mantuvo sin cambios su tasa de interés
de referencia, la interbancaria de un día, en un 4,5%, con lo que continuó con el nivel establecido en
julio de 2009.
2. La política económica
a)
La política fiscal
Los ingresos presupuestarios del sector público tuvieron un crecimiento real del 6,8% en 2011 en
comparación con 2010. Los ingresos petroleros se incrementaron un 9,3% en términos reales, gracias al
aumento del precio internacional del petróleo (39,3%), que compensó con creces la reducción del
volumen (1%). Los ingresos tributarios no petroleros se expandieron un 5,7% como resultado de la mayor
recaudación obtenida por el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) (10,4%), el conjunto
del impuesto sobre la renta, el impuesto empresarial a tasa única (IETU) y el impuesto a los depósitos en
efectivo (IDE) (8,1%), y el impuesto al valor agregado (IVA) (2,9%). Se destacan especialmente el
dinamismo moderado de este último, ante un aumento significativo de las devoluciones pagadas en 2011,
y la expansión del IEPS debido a las mayores tasas impositivas al tabaco. Los ingresos tributarios no
petroleros representaron un equivalente al 10% del PIB, la misma cifra observada en 2010. Al incorporar
los ingresos petroleros (tributarios y no tributarios) y el resto del sector público, los ingresos totales
ascendieron al 22,8% del PIB (22,6% en 2010).
El gasto total del sector público tuvo un crecimiento real del 5,3%. El gasto en desarrollo social se
incrementó un 6,8% en términos reales, con una particular expansión de las actividades de asistencia
social, seguridad social y salud. Las erogaciones destinadas al rubro de orden, seguridad y justicia
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aumentaron un 21,6% y las dirigidas a seguridad nacional se elevaron un 16,6%. El gasto en inversión
física presupuestaria fue un 1,1% mayor respecto del monto de 2010. Esta modesta expansión se explica
porque PEMEX presentó una menor aceptación y registro de contratos de obra terminada y por la
reprogramación de actividades de obra pública.
La principal fuente de financiamiento del déficit público fue el endeudamiento interno (78,2%),
que se produjo principalmente por la emisión de bonos de desarrollo a tasa nominal fija. A finales de
2011, la deuda neta del sector público federal —que incluye la del gobierno federal, los organismos y las
empresas controladas, y la banca de desarrollo— se situó en un 32,4% del PIB, 1,9 puntos porcentuales
por encima de la observada al cierre de 2010. La deuda interna representó un 21,8% del PIB (21,1% en
2010), mientras que la deuda externa se ubicó en el 10,6% del PIB (9,4% en 2010).
En materia de deuda externa del gobierno federal se destaca un nuevo financiamiento de 1.000
millones de dólares con vencimiento en 2110 y un rendimiento del 5,96%. La participación de
inversionistas extranjeros en la tenencia de bonos de deuda interna pública continuó incrementándose y
cerró diciembre en un 26,3% (en comparación con el 19,9% registrado al cierre de 2010). El riesgo
soberano de México, medido por el índice de bonos de mercados emergentes (EMBI), se ubicó en 187
puntos base el 30 de diciembre de 2011, en comparación con los 149 puntos base registrados el 31 de
diciembre de 2010.
b)
Las políticas monetaria, cambiaria y macroprudencial
En 2011, en México no se observó una relajación de la política monetaria, en un contexto de
desaceleración de la inflación, que se ubicó dentro del rango objetivo del banco central. Los principales
elementos que han influenciado la conducción de la política monetaria son las expectativas de un menor
crecimiento económico, el moderado dinamismo del mercado laboral —que no ha generado presiones sobre
los precios—, y el efecto reducido y temporal de las variaciones del tipo de cambio sobre la inflación.
El mercado cambiario vivió dos períodos distintos en 2011. Entre enero y julio se observó una
tendencia a la apreciación nominal que se vio favorecida con la entrada de flujos de capitales en un
contexto internacional de interés por activos de mayor riesgo. El tipo de cambio interbancario se situó en
11,73 pesos por dólar a finales de julio, en comparación con los 12,36 pesos por dólar que se pagaban a
fines de 2010. A partir de agosto se observó una reversión en esta tendencia, ante un entorno internacional
adverso originado principalmente por el agravamiento de la crisis de la deuda de Europa, que ubicó el tipo
de cambio en 13,97 pesos por dólar a finales de diciembre. Esto implica una depreciación del 13,2% y del
6% en términos nominales y reales, respectivamente, con respecto al nivel observado a principios del año.
La variación cambiaria llevó a que la Comisión de Cambios, integrada por el Banco de México y
la Secretaría de Hacienda, instrumentara nuevas medidas para contrarrestar la presión sobre el tipo de
cambio. A partir del 30 de noviembre, suspendió temporalmente las subastas mensuales de opciones que
dan derecho a vender dólares al Banco de México y ofreció diariamente 400 millones de dólares mediante
subastas a un tipo de cambio que, como mínimo, fuera un 2% más alto que el tipo de cambio determinado
el día hábil inmediato anterior. No obstante, no fue necesario hacer efectivo dicho instrumento.
Pese a la presión sobre el mercado cambiario en la segunda mitad del año, la acumulación de
reservas continuó en 2011 y a finales de diciembre estas ascendían a 142.500 millones de dólares
(113.600 millones de dólares a finales de 2010). Además, en enero de 2011 se amplió la línea de crédito
flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por dos años, de 48.000 millones de dólares a
73.000 millones de dólares.
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La tasa de interés nominal pasiva, tomando como referencia los Certificados de la Tesorería
(CETES) a 28 días, fue del 4,4% en el cuarto trimestre de 2011 (un 4,1% en el mismo período de 2010), y
en términos reales fue del 0,58% (-0,29% en 2010). En cuanto a las tasas activas, el promedio de la del
crédito a los hogares fue del 12,5% en diciembre en términos nominales (un 8,4% en términos reales),
mientras que la tasa efectiva media ponderada real de tarjetas de crédito pasó del 25,1% en diciembre de
2010 al 24,5% en el mismo mes de 2011.
La base monetaria tuvo un crecimiento nominal del 10,1% (saldo al final de año). El saldo del
agregado monetario M1 aumentó un 13,6% impulsado por la expansión de los depósitos en cuentas de
cheques y cuentas corrientes en bancos residentes. El M3 aumentó un 16% ante el importante incremento
de los activos financieros internos en poder de no residentes. En esta línea, en 2011 continuó en ascenso
la inversión extranjera de cartera (pasivos), que sumó 41.076 millones de dólares (37.557 millones de
dólares en 2010).
El crédito total al sector privado tuvo un crecimiento del 16,3% en términos nominales (un 8,3%
en 2010). La mayor expansión se dio en el crédito al consumo (24%), que, después de tres años de magro
crecimiento o contracción, retomó una tasa de crecimiento alta, similar a la observada antes de 2008. El
crédito a la vivienda se expandió un 8%, pero sin recuperar el dinamismo observado antes de la crisis
financiera internacional.
El índice de precios y cotizaciones de la bolsa de valores (IPYC) experimentó una gran
volatilidad entre septiembre y diciembre de 2011, en consonancia con los movimientos registrados en los
mercados financieros internacionales. En diciembre promedió 36.677 unidades, en comparación con
37.901 en el mismo mes de 2010 (un decremento del 3,3%).
En materia de políticas macroprudenciales, las autoridades continuaron trabajando para
implementar de manera anticipada las regulaciones de liquidez requeridas por Basilea III.
c)
Otras políticas
En 2011, México siguió fortaleciendo su red de acuerdos comerciales internacionales. En
noviembre concluyó el proceso de convergencia, en un solo tratado comercial internacional, de los
acuerdos comerciales entre México y los países de Centroamérica (Costa Rica, Nicaragua y el llamado
Triángulo del Norte, integrado por El Salvador, Guatemala y Honduras). Uno de los principales objetivos
de la integración de estos acuerdos es promover la utilización de insumos intrarregionales y homogeneizar
normas comerciales como las de origen. Por otra parte, en abril se firmó el acuerdo de integración
comercial de alcance amplio entre México y el Perú, que incluye compromisos en materia de comercio de
bienes y servicios, así como garantías a la inversión.
3. Evolución de las principales variables
a)
La actividad económica
El crecimiento del consumo total se desaceleró un 4% en 2011 (en comparación con un 4,8% en
2010), pese a la expansión del crédito, ante un crecimiento moderado de la masa salarial y de los ingresos
por remesas. Además, estas últimas aún se mantienen por debajo de los niveles observados antes de 2008.
La formación bruta de capital fijo se expandió un 8,7%, con lo que superó el nivel real alcanzado antes de
la reciente crisis financiera internacional.
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La producción agrícola (sobre todo la de frijol, maíz, cebada, avena, sorgo y arroz) se contrajo en
2011 (2,9%) debido a la sequía que afectó a varios estados del país. La manufactura se expandió (5,1%)
alentada por la mayor producción de equipos de transporte, maquinaria y equipo (16,9%), productos
metálicos (12,1%), y la fabricación de maquinaria y equipo (11%). Sobresale la expansión de la industria
automotriz, que produjo 2,6 millones de automóviles ligeros, casi 500.000 más que los elaborados antes
de la crisis financiera internacional, y el valor de la producción de autopartes, que sumó 32.600 millones
de dólares (frente a los 25.500 millones de dólares obtenidos en 2010). En 2011, varias armadoras
automotrices multinacionales anunciaron sus planes de instalar nuevas plantas en México o ampliar su
capacidad de producción, por lo que se espera que este sector continúe teniendo un aporte significativo al
dinamismo de la industria manufacturera mexicana.
La construcción tuvo una expansión anual real del 4,8%, con lo que dejó atrás el comportamiento
negativo de los dos años previos. Las actividades terciarias crecieron a un ritmo similar al de la economía
en su conjunto (4,2%), destacándose el dinamismo del comercio y los servicios de información en medios
masivos (un 7,6% y un 6,6%, respectivamente). En oposición, los servicios educativos y de salud tuvieron
un magro crecimiento (un 1,5% y un 1,6%, respectivamente).
b)
Los precios, las remuneraciones y el empleo
El comportamiento de la inflación, que se ubicó dentro de la meta del banco central, se asocia
principalmente a que no se observaron presiones de demanda y a un efecto traspaso débil de la
depreciación del tipo de cambio. La inflación subyacente tuvo un incremento anual del 3,35%, con un
mayor dinamismo de las mercancías (4,52%) que de los servicios (2,4%). Destaca el aumento de los
precios en el rubro alimentos, bebidas y tabaco (7,32%). La inflación no subyacente anual fue del 5,34%,
con un incremento particular de los precios de los productos energéticos y otras tarifas autorizadas por el
gobierno (6,19%).
La tasa de ocupación en el sector informal subió en 2011 y se ubicó en un 28,8% de la población
económicamente activa (promedio anual). El empleo formal, medido por el número de trabajadores
inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sumó 15,3 millones de trabajadores en el
cuarto trimestre de 2011, en comparación con los 14,7 millones de trabajadores registrados en el mismo
período de 2010. El salario mínimo real tuvo un incremento del 0,3% en 2011, mientras que el del sector
manufacturero se contrajo un 0,2%.
c)
El sector externo
La ampliación del déficit de la cuenta corriente está asociada a un mayor saldo negativo de la
balanza de servicios, como consecuencia, principalmente, del aumento del débito por concepto de
transportes, y de la cuenta de renta, por el mayor pago de intereses y repatriación de utilidades.
Las exportaciones de bienes crecieron a una tasa robusta del 17,2%, pero menor que la observada
en 2010 (30%), y sumaron 350.247 millones de dólares. Sobresale el crecimiento de las exportaciones de
las industrias extractivas (67,6%) y de petróleo (35,3%), gracias al aumento de los precios
internacionales. Las exportaciones de manufacturas, que contribuyen con el 79,7% de las exportaciones
totales, aumentaron un 13,4%, en comparación con un 29,5% en 2010. El incremento observado alcanzó
un 19,5% en la industria automotriz, un 41,1% en la minerometalurgia, un 20,9% en la siderurgia y un
20,7% en el rubro alimentos, bebidas y tabaco.
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El valor de las importaciones de bienes se expandió un 16,4%, frente al 28,6% en 2010. Las
importaciones petroleras aumentaron un 41,4%, producto de mayores precios internacionales y de la falta
de capacidad nacional de refinación. Las importaciones de bienes de capital se incrementaron un 15,8%
tras dos años de contracción.
Por segundo año consecutivo, los términos de intercambio tuvieron una mejoría (2,3%) en 2011,
gracias al aumento de los precios internacionales del petróleo y los minerales.
Las exportaciones de servicios presentaron una caída del 0,4%, ante la contracción de los rubros
de transportes y viajes. Los ingresos por viajeros internacionales disminuyeron un 0,8% en 2011, mientras
que el número de viajeros descendió un 7,3%. Por el contrario, las importaciones de servicios mostraron
un gran dinamismo (18,5%). Después del mal desempeño registrado en los tres años previos, los ingresos
por remesas familiares tuvieron una expansión del 6,9%.
La cuenta financiera presentó un mayor superávit debido a la significativa reducción del flujo de
los activos de inversión de cartera hacia el exterior, con lo cual se pasó de un saldo negativo de 7.900
millones de dólares en 2010 a un resultado positivo de 670 millones en 2011. La inversión extranjera
directa (IED) sumó 19.440 millones de dólares en 2011, en comparación con los 20.200 millones de
dólares de 2010. El 41,4% de estos flujos correspondieron a nuevas inversiones, el 39,3% a reinversión de
utilidades y el 19,3% a cuentas entre empresas. Los principales sectores a los que se dirigió la IED son
manufactura (44,1%), servicios financieros (18%) y comercio (9,5%). Por país de origen, las fuentes más
importantes fueron los Estados Unidos (55%), España (15%) y los Países Bajos (6,7%).
4. Evolución de la economía en 2012
La CEPAL estima que en 2012 el PIB crecerá un 3,8%, ante un dinamismo moderado de la demanda externa,
pero con una demanda interna que apoyará esta expansión. En el primer trimestre del año la economía creció
un 4,6%. Las actividades primarias registraron un crecimiento sobresaliente (6,8%), impulsadas por las
actividades agrícolas; las secundarias y terciarias se expandieron un 4,5% y un 5%, respectivamente.
El 1 de julio se celebrarán elecciones para elegir al Presidente de la República, así como para
renovar la Cámara de Diputados y la de Senadores. Las propuestas de los cuatro candidatos presidenciales
no implicarían cambios radicales en el modelo económico.
Se espera que al final de 2012 la variación anual del nivel de precios se mantenga dentro de la
meta anual del Banco de México. En los primeros cuatro meses del año se registró una inflación
acumulada del 0,65%. En ese período la Junta de Gobierno del Banco de México mantuvo en un 4,5% la
tasa de referencia (interbancaria a un día). En el primer trimestre de 2012 el crédito de la banca comercial
al sector privado registró un incremento real anual del 14,4%, con un crecimiento particular de la cartera
de crédito de consumo.
En los primeros cuatro meses de 2012, el tipo de cambio con respecto al dólar experimentó una
apreciación nominal del 5,5%. Sin embargo, en las tres primeras semanas de mayo se observó una
depreciación significativa, debido a que se reavivó la aversión al riesgo asociada con la crisis política en
Grecia y los temores del contagio de problemas financieros a otros países europeos. En los primeros 21
días el peso mexicano se depreció de 13,0 a 13,8 pesos por dólar.
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En el primer trimestre los ingresos presupuestarios aumentaron un 7,2% en términos reales,
producto de un incremento del 18,8% y del 1,3% de los ingresos petroleros y los tributarios no petroleros,
respectivamente. El crecimiento modesto de los segundos se debe a la derogación del impuesto sobre la
tenencia de vehículos. Por su parte, el gasto total del sector público se expandió un 12,5% en términos
reales. El saldo del sector público en estos primeros tres meses es congruente con el aprobado por el
Congreso (poder legislativo) para todo el año (un 2,2%, incluida la inversión de Petróleos Mexicanos
(PEMEX)).
En los primeros tres meses de 2012 la tasa de desempleo nacional se ubicó en el 4,9% de la
población económicamente activa, por debajo del nivel observado en el mismo período de 2011 (5,2%).
El número de trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue de 15,6
millones en marzo, frente a 14,9 millones en el mismo mes de 2011. El promedio del salario real entre
enero y abril tuvo una ligera expansión del 0,5%.
En el conjunto del año, el déficit de la cuenta corriente se ampliará ligeramente (en torno al 1,4%
del PIB), ante el menor dinamismo de la demanda externa. En los primeros tres meses de 2012, las
exportaciones de bienes sufrieron una desaceleración significativa (un 9,6% en comparación con el 22,8%
correspondiente al mismo período del año previo). De igual manera, el ritmo de expansión de las
importaciones de bienes se redujo del 20,6% en los primeros tres meses de 2011 al 10,0% en los primeros
tres meses de 2012. La IED sumó 4.372 millones de dólares en el primer trimestre de 2012, un 8,7% por
debajo de la inversión recibida en el mismo período de 2011. Las remesas familiares registraron un
expansión anual del 5,3% en los primeros tres meses de 2012 y sumaron 5.372 millones de dólares.
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