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Dos caprichos
Federico Zertuche
suspiro. Por eso le llamaron “El último
utilizarla en las serenatas que lleva-
de los lacónicos”, tal y como reza su
ban a Helena tras las murallas cuando
epitafio.
se pactaba una tregua.
~
Luego se popularizó a la par que
Homero compusiera su inmortal poe-
Una historia lacaniana
Origen de “El Son de la Negra”
ma épico; se cantaba tanto en Tracia
C
Francesa de Psicoanálisis, Cuco Sán-
E
como en Atenas y más tarde a lo largo
chez compuso “La cama de piedra”,
uenta la leyenda que luego
s un hecho incontestable que
del Peloponeso, incluyendo Esparta,
“El Son de la Negra” fue pos-
aunque aquí con marcado tono mar-
terior a “El Son de la Blanca”
cial. De la Hélade pasó al resto de Eu-
(dedicado a la Diosa Blanca y
ropa a través de las colonias griegas
del que da cuenta Robert Graves en
situadas alrededor del Mediterráneo
una carta inédita a un amigo hippie
—gustó mucho en las ciudades y
inspirado justamente en el registro de
que tenía en Mallorca), es decir, data
puertos con los que comerciaba la flo-
lo real, lo imaginario y lo simbólico,
de poco después del año 1800 a. C.
ta ateniense—, hasta llegar a la pe-
de asistir al famoso seminario sobre Lacan en París,
impartido por la Sociedad
EstePaís cultura
30
con estricto apego a las pautas y cá-
Todo parece indicar que se trata de
nínsula Ibérica, dominada entonces
nones más rigurosos del estructura-
una melodía preclásica, compuesta en
por los celtas cuyos druidas no tarda-
lismo en boga.
tiempos en que los aqueos, jonios y
ron en asimilarla, dándole un carácter
Esto le valió una fuerte condena por
dóricos aún disputaban territorio grie-
y una función mítico-religiosos.
parte de la Sociedad de Autores y
go y luchaban encarnizadamente en-
Posteriormente fue adoptada por los
Compositores de México, así como su
tre sí, y cantada por los bardos de en-
trovadores medievales provenzales,
ulterior expulsión del gremio, debido
tonces con el objeto de honrar a sus
catalanes, portugueses y navarros, re-
a las evidentes —y procaces— alusio-
héroes. Así pues, inicialmente tuvo un
creándola según la métrica en boga y
nes sexuales e incestuosas en la fa-
carácter épico.
adaptándola a las innovaciones polifó-
mosa canción. Consideraron como un
Se dice que esa tonada y la rima
nicas entonces recién descubiertas.
agravio imperdonable que hicieran el
empleada tenían una fuerte influen-
Luego de muchos años de permanecer
amor en una cama de piedra sin sá-
cia minoica, aunque es difícil probar-
como favorita en las cortes de Astu-
banas ni nadie que la limpiara des-
lo. Lo cierto es que ya en Micenas se
rias, Aragón, Castilla y Navarra, fue
pués de cada faena.
cantaba acompañada de liras, flautas
traída por los primeros misioneros
Sin embargo, en Francia la canción
y tamboriles en la época de Agame-
franciscanos a la Nueva España, en los
fue muy bien recibida por la crítica y
nón; de ahí pasó muy pronto a Ítaca,
albores del siglo
aclamada en la Academia de Bellas
de donde Ulises la llevó a Troya para
naturaleza en tierras americanas.
XVI,
tomando carta de
Artes. Se sabe que Claude Lévi-Strauss
En la Colonia era interpretada en
hizo comentarios muy elogiosos sobre
los saraos —festividades públicas y
la canción e incluso llegó a preguntar
religiosas—; se cuenta que a sor Jua-
a su amigo Octavio Paz algunos por-
na Inés de la Cruz le encantaba y la
menores sobre su paisano cantautor, a
interpretaba con gracia y talento. En
quien veía como auténtico reflejo del
el siglo
pensamiento salvaje.
corporaron a su repertorio alterando
XIX,
los protomariachis la in-
A partir de entonces Cuco Sánchez
ligeramente la forma musical (meló-
radicalizó su lacanismo a ultranza (se
dica, rítmica y tonal) y renovando la
volvió lacónico) hasta componer
letra para convertirla en la que ac-
“Anillo de compromiso” como culmi-
tualmente conocemos. Ésta es una
nación de esa postura. Por ello recibió
síntesis muy apretada de la historia
muchas críticas y fue denostado tan-
de “El Son de la Negra” que un ami-
to por izquierdas como por derechas,
go mío, reputado musicólogo, filólo-
que lo consideraban reaccionario e
go y misántropo por vocación —que
inmoral, respectivamente. No obstan-
prefiere el anonimato—, me ha refe-
te, siguió siendo fiel hasta el último
rido recientemente.
~
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