Gymkana - SerSalesiano

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Los Desafíos de Juanito Bosco. (Gynkana)
Objetivo. Contar a los participantes algunos episodios de la Infancia de San Juan Bosco a través del juego.
Con esta gynkana se pretende buscar una excusar para comentar que es necesario prepararse para
hacer realidad nuestro futuro, nuestro sueño, ya desde ahora; y que en la vida existen dificultades, las cuales
siempre se pueden superar con ayuda.
Destinatarios: Chicos y chicas con edades comprendidas entre los 10 y 12 años. Se puede hacer en
clase/tutoria o como actividad de tiempo libre.
Presentación.
Juanito Bosco venció muchos desafíos hasta llegar a ser Don Bosco y sobre todo hasta ser San Juan Bosco. De
pequeño, tuvo claro que quería ser “cura”, pero un cura distinto. Todo empezó con un sueño y algunos
quebraderos de cabeza. Acompañemos a Juanito es su aventura.
Nos dividimos en pequeños equipos para realizar la gynkana. Cada grupo empieza en el número de prueba.
Se puede hacer un plano para ver dónde están las pruebas y poder realizarlas. Se trata de leer el texto y
luego realizar la prueba correspondiente. Depende de lugares, se puede poner un animador en cada prueba,
o que los participantes vuelvan al monitor para hacer la prueba y validarla.
1. Un estudiante sin libro.
«Juanito estaba en clase de latín y no tenía el libro de texto. Se le olvidó. Para ocultar su despiste sostenía
abierto el libro de Gramática. Los compañeros se dieron cuentan. Uno comenzó a dar con el codo al vecino,
otro a reír.
El profesor, D. Cima preguntó que sucedía, y como todas las mirada iba a Juan Bosco, le mandó repetir su
explicación leyendo el texto. Juan se puso de pie y, siempre con el libro de Gramática en la mano, repitió de
memoria el texto latino y las explicaciones del profesor. Los compañeros, al final, instintivamente,
aplaudieron».
Prueba. Entre todos los miembros del grupo tienen que repetir un texto de memoria. Por ejemplo, la
Canción Pirata de José de Espronceda.
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
2. Café Pianta.
La familia de Juan no tenía dinero para poder pagar la escuela, así que Juan tuvo que ayudar y trabajar para
conseguir algo de dinero para la manutención y la escuela. Estuvo de criado en una casa, colaboraba en una
carpintería, también fue ayudante de sastre, e incluso trabajo de camarero en el Café Pianta, llegando a
dormir debajo de la escalera.
Prueba. Hacer un recorrido con bandejas y vasos de plástico lleno de agua.
3. Las apuestas con el Saltimbanqui.
Juan Bosco tenía 17 años cuando se metió en este desafío, y tuvo que realizar una carrera contra un corredor
profesional. La apuesta era veinte liras, un mes de pensión. Sus amigos pusieron el dinero. Juan no las tenía
todas consigo. El saltimbanqui era un sprinter y tomó rápidamente ventaja, pero Juan tenía más resistencia y
empezó a ganar terreno. El pobre corredor se paró dejando como ganador a Juan. Para resarcirse, apostó el
doble. Esta vez se trataba de saltar más lejos. Él llegó hasta el muro. No se podía llegar más lejos, pero
Juanito, apoyo las manos sobre el muro y cayó en la otra parte. Después, vino dos retos más, un juego de
malabares y otro de trepar, de llegar más alto en la cima de un árbol. En las dos ganó Juan. El pobre
saltimbanqui perdió todo su dinero, pero Juan se lo devolvió a cambio de una comida en el bar de Muretto.
Prueba. Saltar con los pies juntos lo más lejos posible. (Se marca una distancia para llegar entre todos
sumando los saltos de cada participante).
4. El juego del “mocho”.
Alguna vez que otra, la mamá de Juanito, Margarita, le regañaba porque venía a casa con golpes y heridas.
Uno de los juegos que les gusta es el “mocho”. Una tarde entra Juanito en casa antes de tiempo con la cara
chorreando sangre. El mazo de madera del mocho le había dado en la cara. Margarita estaba preocupada y
le dice mientras le cura:
-Un día vas a venir con un ojo fuera. ¿Por qué vas con esos chicos? Ya sabes que hay alguno que no es muy
bueno.
Juan le contesta: Si es por darle gusto, no volveré más. Pero, mira, mamá, cuando estoy yo con ellos, son
mejores y no dicen palabrotas.
Prueba:
Variante del beisbol pie. Cada jugador debe escribir o decir alguna situación donde sus compañeros pueden
ser mejores cuando ellos están presentes. Sólo se puede hacer cuando conseguimos dar con el balón en un
objeto acordado.
5. Primera Comunión.
El 26 de marzo de 1826 Juan hace su Primera Comunión, en la parroquia de Castelnuovo. Su mamá le ayuda
a prepararse y le dice
Este es un gran día para ti. Dios ha tomado posesión de tu corazón. Prométele que harás cuanto puedas,
para conservarte bueno durante toda la vida; comulga con frecuencia; dilo todo en la confesión; se siempre
obediente y sobre todo, apártate de las personas que tienen malas conversaciones.
Prueba: Ponerse de acuerdo en el equipo y escribir cinco buenos consejos que nos dan nuestros padres o los
profesores y escenificarlo.
6. Tengo que estudiar, Rosa.
Durante el verano, Juan va a casa de su hermano José y le ayuda a cuidar de la granja que José lleva a
medias con José Febraro. Al mismo tiempo dedica tiempo para estudiar con ahínco y llevar a pastar a las
vacas. Muchas veces, Juan estaba tan embebido en los libros, que las vacas andaban por su cuenta. Memos
mal que Rosa Febraro, una niña de 10 años, iba detrás de las vacas y se las llevaba a Juanito, para que no
protestasen los amos.
Rosa le decía a Juan:
- Tus vacas estaban comiéndose el centeno.
- Gracias, Rosa-. Le miraba ella largo rato y después.
- Pero, ¿para qué las traes a pastar, si luego no las miras?
- Tengo que estudiar, Rosa, y, de vez en cuando me olvido.
- ¿Es verdad que serás cura?
- Sí.
- Entonces, si quieres, guardo yo tus vacas, mientras guardo las mías.
Juan se lo agradecía y se zambullía en sus páginas.
Prueba. Realizamos un juego de colaboración. Proponemos dos
A) Pasar un aro a través de los cuerpos de los jugadores sin soltarse las manos en fila india.
B) Colocarse en fila india con la mano derecha entre las piernas y la mano izquierda adelante. Luego el
último de la fila se acuesta boca arriba, poniendo sus pies entre los pies de su compañero delantero.
La fila camina un paso hacia atrás y el penúltimo repite la operación. Así todos hasta que al final se
encuentre todos boca arriba. Entonces, ahora el primero se pondrá de pie y avanzará un poco, …,
hasta llegar a la posición inicial. ¡¡¡¡¡ Muy divertido !!!!
7. Sociedad de la Alegría.
En sus años de estudiantes, Juan formó una pandilla que se llamó la Sociedad de la Alegría. Les dio unas
normas muy sencillas.
Los miembros de la asociación no podían hacer ninguna acción que avergonzara a un cristiano.
Tenían que cumplir con sus tareas escolares
Y estar siempre alegres.
Prueba. Escribir un compromiso a realizar (en clase, en casa, en el tiempo libre) durante una semana y canta
entre todos la canción “No has nacido amigo para estar triste”.
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