Problemática de las aguas mineromedicinales y del sector balneario en España. Jesús Mª Rosino Agua y Medioambiente Asesoría Industrial, SL (AGMA); Asociación Termalismo de Andalucía Introducción El sector termal es un sector amplio, multidisciplinar en el que se encuentran involucrados por convencimiento o conveniencia muy variados profesionales. Según datos de ANBAL, el sector cuenta con más de 6.400 puestos de trabajo y un volumen de negocio que supera los 280 millones de euros, con ello se satisfacen las necesidades de más de un millón de usuarios anuales en nuestro país. En el desarrollo del sector termal existen varios subsectores entre los que se pueden destacar los siguientes: • La comunidad científica, que realiza múltiples investigaciones en diferentes áreas del termalismo y se traducen en numerosos y variados artículos y publicaciones que muestran los múltiples beneficios y efectos salutíferos de los distintos tipos de aguas mineromedicinales • El sector empresarial, que realiza numerosas campañas y ofertas para atraer más agüistas a sus balnearios. • La Administración, que sigue velando por el sector, manteniendo el programa de termalismo del IMSERSO y otros programas de termalismo social. • También resaltar los admirables esfuerzos de TERMATALIA en dar a conocer el sector termal en Ourense y Sudamérica, fundamentalmente.. Numerosos ayuntamientos y empresarios siguen promoviendo la declaración mineromedicinal y solicitando el aprovechamiento de nuevas aguas para la instauración de futuros balnearios; incluso se proyectan balnearios en antiguos castillos, llevando el agua mineromedicinal al lugar en cisternas. Todo ello, a pesar de la reducción económica de más del 20% que ha afectado a nuestros balnearios, como consecuencia de la crisis, que podremos estar abandonando en un futuro próximo. Todo ello amparado legislativamente, en la Ley 22/1973 y en el Real Decreto 2857/1978, además de diversas leyes autonómicas, cuando no en el Real decretoley de 1928. La legislación pudo actualizarse en 2007, pero el borrador de propuesta de Anteproyecto de Ley de Bases de Aguas Minerales y Termales era poco consistente y no satisfacía a nadie, por lo que nunca vio la luz. Métodos Desde el desconocimiento puede pensarse que es un sector potente, homogéneo y en desarrollo; pero en muchos aspectos es endogámico y hace aguas por numerosas fisuras que será necesario restañar, para su supervivencia y desarrollo. Problemática La inmensa mayoría de la población, incluso gran parte del sector sanitario, desconoce los efectos beneficiosos de los tratamientos termales y lo que la hidrología médica puede aportar en la actualidad, por lo que su uso se ve como una reminiscencia del pasado o como una peculiar actividad de ocio. Incluso buena parte de los clientes habituales de los balnearios, no acuden a ellos por sus aguas o por sus tratamientos, sino por sus servicios: alimentación, programas de animación, etc.; ya que no son conscientes del valor de cada tipo de agua y tratamiento. Por otra parte la proliferación de spas, “balnearios urbanos” y baños árabes en ciudades y pueblos, ha venido a confundir mas a la población que no puede apreciar su diferencia con las aguas mineromedicinales. Desde el sector balneario también se alimenta este confusionismo, anunciando cada uno que sus aguas son las mejores y están indicadas para cualquier tipo de padecimiento, sea cual sea su composición, naturaleza y tipo de aplicación; así como ejemplo: aguas sulfurosas, radiactivas, ferruginosas, u oligometálicas compiten por su utilidad en dermatología y cuidado de la piel. También el sector de las aguas de bebida envasadas ha contribuido a ello con el Real Decreto 1798/2010, de 30 de diciembre, por el que se regula la explotación y comercialización de aguas minerales naturales y aguas de manantial envasadas para consumo humano, mediante el que las aguas minerales naturales y las aguas de manantial han sido incluidas bajo la denominación de aguas mineromedicinales, y que estas pasen a denominarse aguas mineromedicinales con fines terapéuticos. Además, y porque no decirlo, se han declarado como mineromedicinales, aguas que sus únicas bondades son no estar cloradas; o que incluso teniendo propiedades beneficiosas para la salud, las pierden por ser cloradas o incluso por ser pasadas por plantas de tratamiento antes de su aplicación en el balneario. La administración sanitaria en algunas provincias también está empecinada en echar piedras sobre las aguas mineromedicinales, obligando a los balnearios a clorar sus aguas. Ante esta situación: ¿si el sector termal pierde su carácter sanitario?..., ¿perderán las aguas su Utilidad Pública?.....; ¿si se convierte en un sector de ocio?, ¿tendrán que pagar los balnearios por el consumo de agua, como el resto de los sectores?. Discusión y Propuesta Es necesaria una unión de esfuerzos para elaborar una estrategia común que permita clarificar y regular el sector termal, y dar a conocer y fomentar el uso de las aguas minero-medicinales en nuestro país. Para clarificar y regular el sector termal inicialmente deberán abordarse los criterios de composición y calidad que bajo el punto de vista de la Hidrología sean necesarios para que unas aguas puedan ser declaradas “mineromedicinales”; y determinarse los usos terapéuticos fundamentales de cada tipo de aguas y sus formas de aplicación, etc. Además, posteriormente, deberán establecerse unas medidas de control y seguimiento de los criterios de regulación. La divulgación y fomento del uso de las aguas mineromedicinales es imprescindible para que en este país se instaure una cultura termal, incluyendo fundamentalmente al sector escolar que serán los futuros agüistas, y al sector médico, quienes de uno u otro modo deben prescribir las aguas mineromedicinales; y por supuesto a la población en general, que son los que con más inmediatez pueden acudir a los balnearios. Sirva esto para concienciar a todos los que de algún modo estamos implicados en el sector termal.