La Brea Tar Pits y Page Museum Aquí exhibimos los mejores fósiles de animales de la Edad de Hielo de 10,000 a 40,000 años atrás, los cuales se hallaron justamente aquí en los Tar Pits. Verás más de un millón de fósiles de la Edad de Hielo de 650 especies. El viaje de nuestros fósiles, desde el pozo de excavación hasta el Museo ¿Alguna vez te preguntaste cómo nuestros científicos de los Tar Pits extraen los fósiles? ¿Y qué hacemos cuando los encontramos? Nuestro equipo de paleontólogos te mostrará todo, comenzando en el pozo de excavación hasta llegar al Museo. Excavación Nuestro equipo descubre los fósiles trabajando con suma paciencia. Medimos los fósiles en el lugar una vez que los hallamos y luego usamos herramientas manuales para extraerlos de los Tar Pits. Preparación Preparamos los fósiles para su investigación y almacenamiento. En el laboratorio, trabajamos para eliminar los sedimentos sueltos y de roca, reparar los daños y unir los restos como si fuesen piezas de un rompecabezas. Curación Nos encargamos de cuidar y preservar los fósiles que encontramos. En el interior del Museo, nos aseguramos de que se conserve cada uno de los fósiles hallados y de que se mantenga la información correspondiente a cada uno de ellos. Perezoso Terrestre de Harlan Glossotherium harlani Este perezoso terrestre de tamaño mediano superaba ligeramente los seis pies (1.8 metros) de altura y pesaba alrededor de 1500 libras (680 kilogramos). Sus dientes simples, planos y gastados indican que probablemente prefería una dieta de hierbas, aunque también es posible que se haya alimentado de tubérculos, arbustos y árboles. Los perezosos terrestres son mamíferos primitivos, parientes de los actuales armadillos y los pequeños perezosos de árboles de Centroamérica y Sudamérica. Camello Extinto Camelops hesternus Este camello extinto fue el más grande de los dos tipos que se encontraron en Rancho La Brea. Su cabeza era más grande, sus extremidades eran más largas y sus articulaciones eran más protuberantes que el camello dromedario moderno. Las vértebras altas de la parte delantera de la espalda sugieren la presencia de una sola joroba. Los camellos se originaron en Norteamérica hace aproximadamente 45 millones de años. Mastodonte Americano Mammut americanum El mastodonte americano fue el último sobreviviente de un grupo primitivo de animales que eran ancestros del elefante. Se distingue de los mamuts y de otros elefantes porque generalmente tiene un tamaño menor y dientes simples de corona baja. Este mastodonte hembra y su cría de seis años fueron atrapados juntos en el asfalto. El tronco de ciprés que se encuentra detrás de los mastodontes también fue hallado en el Pit 9, al igual que la mayoría de los huesos de mamut y mastodonte americano. Perezoso Terrestre Shasta Northrotheriops shastense Este pequeño perezoso terrestre tenía un hocico con forma tubular y menos dientes que los perezosos más grandes. La estructura de sus dientes sugiere que era herbívoro y se alimentaba de hojas de arbustos o de las ramas bajas de los árboles. El estiércol fosilizado que se encontró en Arizona y Nevada apoya esta creencia. Mamut de Columbia Mammuthus columbi El mamut de Columbia fue el mamut más común que vivió en Norteamérica durante la Edad de Hielo. Algunos mamuts de Rancho La Brea llegaron a tener una altura de trece pies (tres punto nueve metros). Este ejemplar completo es de tamaño mediano, de aproximadamente quince mil libras de peso (seis mil ochocientos kilogramos) y doce pies de altura (tres punto seis metros de altura). Zed Los huesos aislados que se exhiben en el Museo, así como algunos que se encuentran en el Fosil Lab, son de un mamut de Columbia macho apodado Zed. Este esqueleto de mamut fue hallado durante la construcción de un estacionamiento subterráneo en el extremo occidental de Hancock Park. Este es el esqueleto de mamut de Columbia más completo que se haya recuperado en Rancho La Brea. Teniendo en cuenta el número de placas de esmalte que se hallaron en los molares y su grado de desgaste, este animal murió cuando tenía entre 48 y 50 años de edad. En otras partes del Museo, se pueden ver más partes de este esqueleto. Las Aves de La Brea Es muy raro encontrar fósiles de aves porque sus huesos son bastante frágiles y habitualmente no se conservan. No obstante, en Rancho La Brea, los huesos de aves estaban rodeados por una capa protectora de asfalto líquido y, por lo tanto, se mantuvieron en un estado de conservación notable. Como resultado, se han descubierto más de 100 especies de aves. Las más comunes son las aves de rapiña, que suman un total de casi 3,000 ejemplares. Lobo Gigante o Lobo Terrible Canis dirus El lobo gigante era un pariente muy cercano del lobo gris. Probablemente cazaba como el lobo gris, en manadas de entre 3 y más de 20 animales. El lobo gigante tiene mandíbulas y dientes más fuertes y poderosos y podía derribar a un animal tan grande como un bisonte o un camello. No obstante, creemos que gran parte de su alimentación consistía en mamíferos pequeños y las presas capturadas por otros carnívoros. Rancho La Brea es muy conocido por sus depósitos de fósiles increíblemente ricos. Estos cráneos de 404 lobos gigantes representan solamente una porción de los más de 1600 lobos cuyos restos se han hallado aquí. Se cree que muchas manadas de lobos gigantes intentaron alimentarse con los animales que estaban atrapados en el asfalto pero luego ellos también quedaron atrapados. Verás que no son todos exactamente iguales ni en tamaño ni en forma. Sin duda, las investigaciones sobre estas pequeñas diferencias permitirán obtener información sobre la evolución de los lobos y la estructura de su población. Jaguar gigante de Naegele Panthera atrox Aunque anteriormente se lo conocía como el “león” americano, este felino era pariente cercano del jaguar actual. Era más grande que el león africano, que un tigre siberiano o un dientes de sable. Más de 80 de estos formidables predadores han sido recuperados en Rancho La Brea. Dientes de Sable Similodon fatalis El dientes de sable, el fósil del estado de California, era tan grande como un león africano pero mucho más robusto. Era un depredador activo y cazador sigiloso que se basaba en la emboscada más que en la velocidad para atrapar a sus presas: bisontes, camellos, caballos y perezosos terrestres. Caballo Occidental Extinto Equus occidentalis Los equinos viven en Norteamérica desde hace aproximadamente 50 millones de años. Comenzando por un ancestro que medía solamente dos pies (60 centimetros) de altura, a lo largo de su extensa historia, los caballos han aumentado en tamaño y diversidad. Migraron a Europa, Asia y África antes de extinguirse en el Nuevo Mundo. Oso de Cara Corta Arctodus simus Este oso extinto era más grande que cualquiera de los osos actuales de Norteamérica, era un pie más alto que el oso grizzly y tenía aproximadamente el doble de peso. El animal tenía un cráneo grande, un hocico corto y patas largas. Probablemente comía más carne que los osos de la actualidad. Extinción en el Pleistoceno En algún momento, entre 5,000 y 14,000 años atrás, todos estos y muchos otros mamíferos y aves que vivían por toda Norteamérica y Sudamérica se extinguieron. La pregunta es, ¿por qué? Hay muchas teorías pero la mayoría se centra en dos datos conocidos. Al finalizar la Edad de Hielo, los climas del mundo sufrieron cambios drásticos. En la mayoría de los lugares, las lluvias se redujeron y el ciclo anual de las estaciones se volvió más extremo. Estos factores pueden haber afectado a los animales herbívoros directamente, alterando el apareamiento y la migración, o indirectamente, reduciendo la cantidad y la calidad de las plantas con las cuales se alimentaban. Durante el mismo período, los lugares de las matanzas indican que los primeros hombres que habitaron Norteamérica habían desarrollado las armas y la cultura que les permitieron ser más eficientes para cazar a estos grandes animales herbívoros. La caza u otras actividades humanas también pueden haber influido en la extinción. Cualquiera que haya sido la causa o las causas, una vez que desaparecieron los animales herbívoros, los depredadores y carroñeros que se alimentaban de ellos también se extinguieron.