corazón abierto - Provincia Marista de América Central

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Juntos
SOÑEMOS
###no 15 - JUlIO 2014
maristas,
corazón abierto
SOÑEMOS Juntos
SUMARIO
S
Ch
Mh
I&O
NdF
SALUDOS
3
MARCELINO CHAMPAGNAT: Padre de Hermanos
4
MARISTAS HOY
5
IN & OUT
8
A todos los amigos y amigas maristas.
Nacer es el capítulo 1 de la serie que te traemos para leer, conocer y
difrutar la vida de este hombre extraordinario.
Primera parte de una serie que quiere explorar nuestras señas de
identidad como maristas y los retos que se presentan.
Actividades, videos, música y más para interiorizar, orar y
compartir con todos.
NOTICIAS de FAMILIA
Profesión Perpetua de las Hermanitas Maristas de Champagnat:
María Laura y Daisy.
14
Saludos
AMIGOS Y AMIGAS:
Maristas de corazón es el título de nuestra edición de
julio porque dedicamos el número a dos “nacimientos” y sus identidades entrelazadas. Te contaremos del
inicio de la vida de nuestro fundador Marcelino Champagnat, e inmediatamente después de los orígenes del
Instituto Marista.
Del corazón de Dios y de una sencilla familia nace este
niño que dejará una marca enorme en muchas vidas.
Te invitamos a leer ese capítulo de la obra Padre de
Hermanos. Y del corazón de María, que siempre guarda
en sí el sueño de Dios, nace y se extiende esta familia
de hermanos y laicos maristas extendida por el mundo entero. ¡Verás que es una historia que no deja de
asombrar y de convocar! Sí, porque no es una historia
concluida. Necesitamos maristas de corazón para continuar el proyecto de evangelización y promoción de
niños y jóvenes, especialmente los más pobres.
Las actividades propuestas te llevarán a enlaces de redes sociales maristas, y otras a tener momentos de reflexión personal. ¿Tienes tú también un corazón marista?
Las Hnas. María Laura y Daisy, maristas, cierran nuestra revista con el testimonio de unos votos hechos para
toda la vida. ¡Felicidades a ambas! Felicidades a ti también por mantenerte en búsqueda.
Ch
Padre de Hermanos
Capítulo 1
Abrimos una sección nueva: PADRE DE HERMANOS. En ella queremos ofrecer una
historia, la de Marcelino Champagnat y su pasión por Jesús, María y los niños y
jóvenes. En cada entrega de la revista iremos desgranando un capítulo del libro Padre de Hermanos, escrito por el Hermano Andrés Carpintero y que nos ilustra de una
forma amena la vida de este extraordinario ser humano.
Léela. Disfrútala. Vívela.
NACER
Mil setecientos ochenta y nueve.
Francia.
La vida llamó a Marcelino Champagnat el veinte de mayo en un pueblo pequeño:
Rosey, del Ayuntamiento de Marlhes.
(Por entonces se aceleraba el pulso de la historia.
Crecían nuevas ideas en los hombres. Era un tiempo distinto. La revolución había
empezado a latir.
Junto a las piedras del ayer, brotaban hierbas jóvenes, se revolvían afanosos seres
vivos. Temblaban los cimientos. Florecía la libertad.)
A Marcelino le bautizaron el día de la Ascensión, un día después de nacer. Y le pusieron los nombres de Marcelino José Benito.
(Latía un corazón más en el mundo.
Empezaba otra vida.)
Los padres de Marcelino se llamaban Juan Bautista y María.
En su matrimonio tuvieron diez hijos, pero sólo les vivieron seis: María Ana, Juan
Bartolomé, Ana María, Margarita Rosa, Juan Pedro y Marcelino, que era el más
pequeño.
Juan Bautista era un hombre juicioso y honrado. Trabajaba en el campo y era, también, comerciante.
Vendía por los pueblos y caseríos de la zona.
Pequeño de estatura, era nueve años más joven que su mujer.
María Chirat era una buena madre. Mujer piadosa, se había educado en un colegio
de monjas. Llevaba la casa con autoridad.
Amamantó a Marcelino, como había hecho con todos sus hijos. Le enseñó a hablar
y a rezar. Le enseñó a amar a María.
Marcelino fue creciendo.
En las comidas, la madre servía los platos. Y no se sentaba a la mesa. Cuidaba de que
sus hijos no fueran golosos.
Marcelino jugaba con Juan Pedro, dos años mayor que él. Iban al molino que tenían
en casa y veían cómo trabajaba su padre. En frente de la puerta del hogar, las gallinas picoteaban en el suelo buscando granos.
Lo que más gustaba a Marcelino era el olor del pan recién sacado del horno familiar
los días que se cocía en casa.
(Oía temblar la harina para recibir al fuego.)
En casa también vivía la tía Luisa. Era religiosa y había sido expulsada de su convento
al estallar la revolución.
Marcelino oía hablar a su tía y a su madre de los horrores de aquel tiempo y preguntó:
—Tía, qué es la revolución, ¿una persona o una fiera?
La tía Luisa enseñó muchas oraciones a Marcelino. Y le preparó para hacer la primera comunión. Marcelino recibió a Jesús por vez primera a los once años.
En esas regiones montañosas había sacerdotes escondidos que seguían trabajando
en su labor ministerial.
La familia de Marcelino escondió algunos sacerdotes en su casa cuando eran perseguidos.
Marcelino observaba y aprendía, en el campo y en el aire, que la vida va por dentro
y que hay voces muy lejanas que nos llaman de otro modo...
(Y que la naturaleza nos dice algo muy profundo, que muchas veces no entendemos.)
Marcelino descubrió la vida al ver las necesidades de las gentes de su pueblo.
(Nacer es superar dificultades. Y se nace para crecer.)
Mh
SER MARISTAS HOY (par te 1)
Este apartado va a desgranar las señas de identidad que los Maristas viven e irradiar
a lo largo de todo el mundo. Señas que nos caracterizan y que nos hacen ser parte de
una familia que nace como un reclamo de vida en el sueño de un hombre, Marcelino
Champagnat.
Te invitamos a ir descubriendo estos rasgos que hoy día se convierten también en
llamadas de atención y retos para la vida. Compártenos tus reflexiones y pensamientos a través de nuestros enlaces y redes sociales.
Nacen los Maristas...
Marcelino Champagnat fundó, el 2 de enero de 1817, en la Valla (Francia), un Instituto religioso laical, o Instituto religioso de hermanos, con el nombre de Hermanitos
de María. Él lo concebía como una rama de la Sociedad de María.
La Santa Sede lo aprobó en 1863 como Instituto autónomo y de derecho pontificio.
Respetando nuestro nombre de origen, nos dio el de Hermanos Maristas de la Enseñanza (F.M.S.: Fratres Maristae a Scholis).
Los hermanos maristas somos hermanos consagrados a Dios, que seguimos a Jesús
al estilo de María, que vivimos en comunidad y que nos dedicamos especialmente a
la educación de los niños y de los jóvenes, con más cariño por aquellos que más lo
necesitan.
Somos más de 3.500 hermanos, diseminados en 79 países de los cinco continentes.
Compartimos nuestra tarea de manera directa con más de 72.000 laicos maristas
atendiendo a 654.000 niños y jóvenes.
El itinerario marista comprende las siguientes etapas: discernir la vocación, postular
el ingreso en comunidades de formación, vivir un tiempo de noviciado que culmina
con la profesión de los votos o compromisos, proseguir un período de formación
académica para las tareas que se desempeñarán en los años sucesivos e iniciar de
manera directa su dedicación a los niños y jóvenes en las más diversas situaciones,
consciente de que su servicio constituye un valor inestimable.
Necesitamos hermanos y hermanas...
Marcelino Champagnat, consciente de las carencias de la juventud y asaltado por
numerosas peticiones procedentes de muchos lugares diversos, llegó a exclamar
“Necesitamos hermanos”. Hoy, en un nuevo contexto social y eclesial, pero con las
mismas urgencias, Marcelino repetiría su deseo ampliándolo: “Necesitamos hermanos y hermanas, hombres y mujeres, religiosos y laicos, profesores, animadores de
grupo y cooperantes... que quieran vivir el proyecto de la fraternidad”. Este imperativo de Marcelino recoge las palabras de Jesús: “La mies es mucha y los obreros son
pocos. Rueguen, pues, al dueño de la mies, para que envíe operarios”.
Con los ojos abiertos
Como María, Marcelino tenía los ojos abiertos. Ella vio las necesidades de su prima
Isabel y los apuros de una pareja de recién casados en Caná. Hoy, todos los hombres
y mujeres que deseamos seguir a Marcelino, queremos mantener los ojos abiertos a
la realidad que nos rodea. Cuando los rostros de los niños y de los jóvenes, cuando
las carencias de los pobres y abandonados entran en la retina de una persona inquieta y sensible, no se puede caer en la indiferencia. Si hay un corazón generoso, provocan una respuesta. La escuela ha sido nuestra opción históricamente mayoritaria,
pero hoy nos abrimos a nuevos problemas: los niños de la calle, la drogadicción, la
pobreza profunda... Para atender tantas situaciones difíciles, necesitamos hermanos
y hermanas, hombres y mujeres, religiosos y laicos.
(Continuará en el siguiente número)
IN&OUT
INTERIORIZA Y COMPARTE
Estas preguntas te pueden ayudar a profundizar de una mejor forma lo leído en el
artículo anterior. Recuerda que puedes compartir tu reflexión a través de nuestras
líneas de contacto:
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Facebook: Pastoral Vocacional Marista América Central.
Twitter: @PVMaristaAC
e-mail: [email protected]
www.maristasac.org/vocacional
¡Necesitamos Hermanos! Este fue el grito de Champagnat cuando se dio cuenta de
las carencias que tenían la niñez y la juventud de la Francia que a él le tocó vivir.
Abriendo los ojos a tu realidad más cercana; en la escuela, la calle, los amigos... tu
sociedad. ¿Qué realidades de hoy siguen provocando el grito de Marcelino Champagnat y que nos hace sentir que hoy, igual que hace 200 años, necesitamos Hermanos?
Haz tu espacio para orar y pedir vocaciones. Esta oración te puede ayudar.
Danos locos
Oh Dios, danos locos,
de los que se comprometen a fondo,
de los que aman con algo más
que palabras.
Oh Dios, danos locos,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que entregan su vida hasta el fin.
Oh Dios, danos locos
dispuestos a dar el salto
hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre sorprendente
de la pobreza.
Oh Dios, danos locos,
de los que aceptan diluirse en la masa,
de los que no utilizan la superioridad
en su provecho.
Oh Dios, danos locos
enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores eficientes, amantes de la paz.
Oh Dios, danos locos
dispuestos a aceptar cualquier tarea,
a acudir donde sea con ternura.
Para ver, escuchar
y compartir
Películas, videos, música y más
UN CORAZÓN SIN FRONTERAS
PARA AMAR
El video nos lleva al corazón de Marcelino, un
corazón que nace para amar y que no tiene
fronteras en su amor. Esta es la esencia del
corazón de Marcelino.
https://www.youtube.com/
watch?v=iYJCZcqvQRI
COLORES EN EL CORAZÓN
Esta canción es realizada por los alumnos del
Colegio Champagnat y nos invita a sembrar
corazones renovados y a ser Maristas nuevos
en Misión.
Puedes verlo en la siguiente dirección:
https://www.youtube.com/
watch?v=UJSBZdJiKb4
EL CORAZÓN MARISTA:
Después de ver y escuchar los videos anteriores, y siendo consciente de la realidad
que vives a tu alrededor y que son llamadas constantes, ¿qué características debería
tener el corazón de un marista para responder a estos retos? Escríbelo alrededor
de la imagen y compártelo con nosotros a través de nuestros puntos de contacto y
redes sociales.
NOTICIAS
DE FAMILIA
Centro Marista de Formación (Guatemala)
“SÍ, QUIERO SER TODA PARA TI”
Profesión Perpétua Hermanas Maristas de Champagnat
El pasado 31 de mayo, Fiesta de la Visitación de María, tuvimos la oportunidad de
celebrar en Guatemala un momento intenso dentro de nuestro caminar vocacional
como hermanas maristas de Champagnat: nuestra profesión perpetua.
En el origen de la invitación a dar este paso encontramos ante todo la fidelidad
amorosa del Señor, manifestada a lo largo de estos años de camino; la paciencia y la
ternura con la que nos ha conducido y el gozo profundo que nos regala de sentirnos
hermanas compartiendo el carisma de san Marcelino Champagnat. La frase “Sí
quiero ser toda para Ti”, tomada del documento en el que hemos recogido los rasgos de nuestra identidad, expresa el deseo sincero de nuestro corazón frente a la
llamada que hemos experimentado.
Nuestros votos tienen el carácter de “privados” en el sentido de que no son recibidos por una autoridad oficialmente constituida. Sin embargo, fuimos acompañadas
y acogidas en nuestro compromiso por un grupo muy significativo de personas, formado por varios familiares venidos de El Salvador y Costa Rica, la mayoría de hermanos en Guatemala, el Hermano provincial de América Central, amigos, jóvenes que
se encuentran en proceso vocacional y algunos sacerdotes cercanos a nuestro proceso. Todas estas personas se constituyeron en testigos de nuestro compromiso por
seguir a Jesús a lo largo de nuestras vidas, teniendo a la Buena Madre como modelo
de discípula.
A continuación les compartimos algo de lo que expresamos como motivación para
los votos:
“Con este paso de la profesión perpetua deseo expresar que soy feliz siendo hermana, con toda la hondura y las implicaciones de esta palabra, que es así como
encuentro mi forma de ser iglesia y de servir al Reino y que vivir de esta manera me
ayuda a devolver un poco de tanta vida, amor, ternura y fidelidad que el Señor ha
derrochado conmigo”. (Hna María Laura)
“Con la profesión perpetua quiero recoger la vivencia de estos años de caminar como
hermana, donde el Buen Dios me ha manifestado su amor fiel, me siento agradecida
con Él porque, sin merecerlo, me llamó a través de su Hijo y me dio el don de escucharlo y seguirlo; seguirlo con todo lo que implica... ¿Cómo no amar a quien tanto me
ha amado, a quien le ha dado sentido a mi existencia? Por esa razón sigo poniendo
mi confianza en Dios y agradecida por el regalo para mi vida de ser hermana marista
de Champagnat una vez más le digo ¡Quiero ser toda para Ti!” (Hna. Daisy)
Finalizamos agradeciendo el testimonio de tantos hermanos, laicas y laicos maristas que nos siguen animando en el caminar, así como los gestos de comunión que
hemos recibido. Gracias por la alegría de poder compartir el rico carisma que hemos heredado de Champagnat. Que María de la Visitación nos siga acompañando y
mostrando el camino, para salir con prontitud, llevando a Jesús a los niños y jóvenes
más necesitados de nuestro tiempo.
Con nuestro afecto,
Hna. Daisy Beatriz Contreras Pocasangre y Hna. María Laura Soto Abarca
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