ARTÍCULO DE MAGNANIMIDAD La grandeza es para todos David Hernández Aguirre Confiésate ahora: ¿Cuántas veces ni siquiera te has planteado la posibilidad de ayudar a alguien porque piensas que eso es solo para gente adinerada o bien, que lo postergarás hasta que seas famoso y necesites publicidad? Aunque parece de risa, es algo muy común dejar en manos de otros la responsabilidad de cuidar por el bienestar de nuestros semejantes, pero todos, sin importar la condición económica, estamos preparados para ser empáticos, es decir, ser capaces de ponernos en los zapatos de los otros y tratar de aliviar alguna de sus necesidades ya sea de dedicarles tiempo, compañía, darles palabras de aliento o simplemente escuchar lo que desean compartir. Una acción encaminada a buscar el bienestar de otro, puede generar un cambio muy valioso, incluso determinar el futuro de una persona, como ocurrió en esta historia asombrosa y totalmente real. Sucedió en Orizaba, Veracruz... Se hizo notar desde el primer día de clases ante el ojo experimentado de la maestra. Ella percibió algo en la condición del pequeño que asistía por primera vez a su salón, para cursar segundo de primaria, ella se dio cuenta de cómo el chico escondía sus pies bajo la silla y se cuidaba muy bien de que nadie notara lo que tanto le apenaba: sus rotos zapatos, que seguramente habían sido de su hermano mayor y luego le habían tocado a él. La profesora, caritativa, solidaria, comprensiva, que en su niñez también experimentó muchas limitaciones económicas, decidió que había que hacer algo por su alumno. ARTÍCULO DE MAGNANIMIDAD No sólo amaba su profesión, también a sus estudiantes, así que en cuanto llegó la quincena, llamó al pequeño Sergio y le dio un papel. “¿Conoces la zapatería El Borceguí?” –un céntrico negocio de la ciudad de Orizaba- “Sí”; le contestó. “Bien, llévale este recadito al señor que está en el mostrador atendiendo a la gente”. El pequeño cumplió con el mandado y estaba a punto de salir de la zapatería, cuando el empleado le pidió que esperara. Cuál no sería su sorpresa cuando el propietario le pidió que escogiera un par de zapatos, los que él quisiera. “Pero, ¿cómo?, ¡no tengo dinero para pagarlos!”. “No te preocupes. Tu maestra te los regala”. Dijo el dueño sonriendo. Así que aquel día el pequeño regresó a su casa, con un flamante par de zapatos. Era difícil aceptar la explicación del niño, así que la abuelita con quien vivía acudió al otro día para preguntarle a la maestra. Aclarado todo, la abuelita lloraba de gratitud hacia ella. Este gesto –llevado a cabo con mucha discreción- marcó para siempre la vida de Sergio. Los años pasaron y Sergio llegó a ser gerente de una agencia automotriz, pero él y su maestra nunca se perdieron la pista. Así fue como él se enteró de que la maestra y su esposo habían juntado sus ahorros y querían comprar un auto nuevo dando a cambio el modelo usado que tenían. Les pidió que fueran a verlo y le dijo a la maestra que escogiera el auto que quisiera. “¡Pero muchacho.... queremos uno de acuerdo con nuestras posibilidades!” le dijo ella. Y Sergio, con los ojos humedecidos le contestó: “Maestra, jamás olvidé ese par de zapatos que usted me regaló. Escoja el auto que quiera”. A los 3 días, la familia acudió a recogerlo, al comentar el hijo mayor sobre la forma de pagar la diferencia, Sergio le dijo, en un estilo muy suyo: “No te preocupes. Este auto es para la abuela de las maestras de Orizaba. No me deben nada”. ARTÍCULO DE MAGNANIMIDAD Sergio y su maestra ya no están con nosotros, pero esta historia verídica habla por sí misma y confirma que cosechamos lo que sembramos. La profesora Ida Tulia Aguirre Monsalvo, jamás pensó que ese pequeño con los zapatos rotos llegaría a ser un ejecutivo. Mucho menos maquinó una estrategia para recibir beneficios a largo plazo. Simplemente satisfizo con amor y generosidad una necesidad básica. Sembró amor y generosidad, y eso mismo cosechó, décadas después. Para leer Bajo la misma estrella John Green Editorial Nube de Tinta Para ver http://www.upsocl.com/inspiracion/fue-ignorado-durante-toda-su-vida-hastaeste-preciso-momento-todo-el-mundo-deberia-verlo-me-dejo-sin-habla/ Un obsequio que hace la diferencia: (ZAPATOS) http://www.upsocl.com/inspiracion/este-hombre-se-saca-la-camiseta-por-una-hermosarazon-pero-lo-que-hace-despues-me-dejo-sin-palabras/ Colaboración de Fundación Teletón México. #EscuelasLibresDeBullyng [email protected]