Reflexiones sobre la representación de la sociedad en el sistema multipartidista mexicano. Un sistema de partidos políticos es el medio por el cual se puede acceder al poder en un determinado territorio, caracterizado por diversas variables, tales como la cantidad de partidos que participan en el sistema político, su estructura, las relaciones que establecen y el peso político, y su capacidad para obtener y retener el poder político en el corto, mediano y largo plazo, entre otras muchas más. Conforme a lo anteriormente señalado, se considera como tipo de sistema de partidos políticos, al sistema multipartidista, el cual rige en México desde finales de la década de los ochentas del siglo pasado, cuando se cambió de un sistema de partido hegemónico el cual gobernó a lo largo de setenta años, a un sistema multipartidista integrado al día de hoy cuenta con diez partidos nacionales registrados y que participaran en la próximas elecciones federales en el año 2015. Este fenómeno de cambio de sistema, se generó por la fragmentación del sistema de partido hegemónico, vinculado con el deterioro de las funciones de representación e institucionales de los partidos, en este proceso de cambio influyeron factores como las grandes reformas a las reglas del juego, plasmadas en las leyes electorales y la modernización paulatina de las estructuras económicas y sociales del país, cambios estructurales que obedecieron en gran medida a las presiones ejercidas en el ámbito internacional que recién experimentaban el fenómeno de la globalización, y que a su vez llevaron a los propios grupos de presión nacionales a exigirlos. Esta transformación condujo a la alternancia en el poder ejecutivo federal, en el año 2000 de manera pacífica, sin embargo ante los imperceptibles cambios sociales positivos y los marcados cambios negativos experimentados por la sociedad mexicana a lo largo de dos periodos de gobierno, creció el descontento y desconfianza hacia los institutos políticos, contrario a los resultados que se esperarían, ya que a pesar de que actualmente se vive un verdadero sistema multipartidista, no existe competitividad electoral, la participación electoral no ha aumentado por el contrario ha disminuido, al igual que la solidez del apoyo partidista y la estabilidad gubernamental, lo que se puede englobar en una insatisfacción de nuestra naciente democracia, por lo que se puede concluir que el sistema multipartidista no garantiza una verdadera representación de la sociedad.