GUERRA POPULAR PROLONGADA (I) Por: Juan Martorano (*) | Domingo, 24/02/2008 12:38 PM Hay temas, que en ocasiones son poco tratados por nosotros, en el marco de la ideología y de los valores y creencias en los cuales debe sustentarse el proceso político y revolucionario que vive Venezuela. Un tema del que quisiera escribir es el tema de la seguridad y de nuestra soberanía. Para nadie es un secreto que Venezuela hoy en día ha sido objeto de conflictos de baja intensidad, y que permanentemente ha sido amenazada y que pudiera ser objeto de cualquier agresión por parte del imperialismo norteamericano, incluso con una posibilidad cierta y real de invasión a nuestra Patria. Por ello, es que queremos comentar acerca de la tesis de la Guerra Popular Prolongada. Las enseñanzas y las experiencias de la lucha revolucionaria que los pueblos del mundo han desarrollado en contra del explotador y del sistema opresor, han sido justas y heroicas, por lo que han salido triunfantes bajo la aplicación correcta de una estrategia revolucionaria, entre las cuales unas han aplicado la estrategia de Guerra Popular Prolongada (GPP), la cual desarrollaron y aplicaron de forma flexible, creadora y eficaz. Con su contribución a la lucha liberadora de la revolución, han enriquecido el conocimiento de la teoría revolucionaria y de la estrategia de la GPP en la práctica, en la lucha y la acción diaria contra el enemigo. La guerra popular es la participación de todo el pueblo en la guerra, donde se expresa la lucha de masas y ésta impulsa la lucha armada revolucionaria y todas las formas de lucha, es decir, es el pueblo en armas como la máxima expresión política militar organizada de una manera revolucionaria. La guerra popular es la vía de desarrollo para la acumulación de fuerzas políticas y militares que nos permitan cambiar la correlación de fuerzas a nuestro favor, es decir, se moviliza a todo el pueblo creando las condiciones para igualar o superar nuestras fuerzas con el enemigo en un determinado tiempo. La guerra popular es una estrategia política militar siempre y cuando sea dirigida por una conducción revolucionaria, ya que sin una verdadera organización revolucionaria, la dirección de la guerra popular nos conduciría a resultados muy pobres. La participación de todo el pueblo se da a partir de la creatividad para desarrollar la lucha armada revolucionaria en colaboración con los revolucionarios para su subsistencia, el cumplimiento de las tareas y el reclutamiento. Los objetivos de la guerra popular son: romper con el sometimiento imperialista y resolver las contradicciones de clases. Los principios de la guerra popular se basan en el hombre como factor decisivo, así como en la realización de combates, ya que entre más los haya, más se fortalece la lucha revolucionaria. La guerra popular prolongada: es una teoría política militar sustentada en las experiencias de la lucha proletaria en el mundo y de nuestro pueblo, asimismo está basada análisis de nuestra realidad. La GPP tiene como vía fundamental la lucha armada revolucionaria y en torno a ella todas las formas de lucha. El carácter popular es por la incorporación de todo el pueblo, considerando las capacidades que como individuos y colectivos tiene, donde cada ciudadano es un combatiente, cada hogar una trinchera de lucha, cada pueblo un cuartel, especificando que lo importante es el hombre consiente que represente lo más avanzado de las masas que sea capaz de ejercer una dirección que nos posibilite el triunfo sobre el imperialismo dominante. Dentro de esta guerra se reafirma la tesis del papel de la clase obrera como dirigente, así como su aliado estratégico el campesinado y los demás sectores populares, sus aliados. También está determinado su carácter popular porque es una guerra de clases antagónicas y es el pueblo quien principalmente la desarrolla, incorporando los recursos y las diferentes formas de organización y lucha, por ello hay dos tipos de guerra, dos ejércitos diametralmente opuestos: unos revolucionarios, populares y justos; otros contrarrevolucionarios, antipopulares e injustos. Es radical: porque es parte del proceso de la historia de la humanidad en su lucha que lleva a la transformación profunda de la sociedad. Es integral: porque combate en todos los frentes, es decir, en lo político, ideológico, militar, económico, social, geográfico y cultural. La guerra es prolongada: por la necesidad de la construcción de las fuerzas de la revolución la cual llevará un tiempo determinado bajo la exigencia de nuestras fuerzas de adquirir una inquebrantable convicción para que no puedan ser destruidas por el enemigo. La superioridad del enemigo con relación a las fuerzas revolucionarias nos obliga a hacer un trabajo de cantidad y calidad. Y porque la guerra del pueblo es una lucha de condiciones políticas, organizativas, militares y económicas desiguales, donde el enemigo es superior y nuestras fuerzas son inferiores, en proceso de construcción y desarrollo, porque sabemos que no podemos triunfar de un solo tajo, en un enfrentamiento frontal, sino por la correlación de fuerzas que existen en el plano nacional e internacional, al enemigo se le derrotará lentamente, por partes, en los puntos más débiles. Nuestra estrategia y táctica debe ser en principio organizar a la clase obrera y reforzar nuestro trabajo con el campesinado y los demás sectores que tenemos organizados, organizar y dirigir el descontento popular a través de nuestras alternativas políticas y nuestro accionar militar cuando la población sea atacada, para defenderla de cualquier agresión o cuando las necesidades políticas así lo requieran. Así también debemos ganar a los aliados y aislar a los enemigos para derrotarlos política y militarmente en el plano local, regional y nacional. ETAPAS DE LA GUERRA POPULAR PROLONGADA. La guerra popular prolongada tiene tres etapas, en donde se aplica en cada una de ellas una estrategia y táctica y en cada etapa de la guerra se desarrolla una forma de la guerra como la fundamental. Estas constituyen, la etapa de la inferioridad de las fuerzas revolucionarias en la cual se aplica una estrategia defensiva y una táctica ofensiva dado que las fuerzas revolucionarias se encuentran en una inferioridad estratégica con relación a las del enemigo y es necesario conservar nuestras fuerzas para desarrollarlas pero en el combate expresado en el hostigamiento al enemigo central, por ello se desarrolla la guerra de guerrillas como la principal forma de lucha; la segunda etapa la constituye el equilibrio de fuerzas en donde se aplica la estrategia defensiva y una táctica ofensiva, en esta etapa las fuerzas revolucionarias adquieren gradualmente un equilibrio de fuerzas con relación al enemigo y la principal forma de guerra que se desarrolla es la guerra de movimientos sin dejar de impulsar y desarrollar la guerra de guerrillas; en la etapa de superioridad de fuerzas, las fuerzas revolucionarias han alcanzado tal desarrollo que se impulsa una estrategia y táctica ofensiva, pasando las fuerzas revolucionarias a la ofensiva, desarrollando como forma fundamental la guerra de posiciones combinándola con la guerra de guerrillas y la guerra de movimientos, todo esto para pasar a la ofensiva final de la revolución. Primera etapa: es de inferioridad de fuerzas. Estrategia: defensiva y táctica ofensiva. Forma de guerra fundamental: guerra de guerrillas. Esta es la primera etapa del desarrollo de la guerra, su característica es que nuestras fuerzas las mantenemos replegadas en lo fundamental debido a que la correlación de fuerzas nos es desfavorable; desarrollamos el accionar revolucionario (propaganda, tareas de limpieza, expropiaciones, hostigamiento, etc.) preservando y acumulando fuerzas político militares, construyendo y preparándonos para arribar a la siguiente etapa. Segunda etapa: de equilibrio de fuerzas. Estrategia: defensiva y táctica ofensiva. Forma fundamental de la guerra: guerra de movimientos. Es la segunda etapa del desarrollo de la guerra, nuestras fuerzas cuentan con un mayor desarrollo cuantitativo y cualitativo, en este período igualamos a las fuerzas enemigas en cuanto a calidad; la forma de desarrollo que adquiere la guerra es la de movimientos, manteniendo la guerra de guerrillas; las formas estratégicas de organización clandestina que se impulsan y desarrollan es la base guerrillera, sin dejar de impulsar las anteriores. En esta etapa hay una mayor incorporación de las masas a la guerra, siendo una de sus expresiones la autodefensa armada. Nuestro partido en este período es una vanguardia de etapa, nuestro EPR alcanza características de un ejército regular, en el movimiento de masas se ha conformado el Frente Nacional de Masas. Se da la coordinación entre las diferentes fuerzas revolucionarias, haciéndose sentir el poder revolucionario, como un paso natural después de haber vivido un proceso de identificación y depuración, cimentado bases firmes para la futura unidad revolucionaria; en cuanto al desarrollo de la ideología revolucionaria, se da una mayor polarización y definición de las posiciones marxistas leninistas y revisionistas en el movimiento legal y clandestino. Tercera etapa: superioridad de fuerzas. Estrategia: ofensiva y táctica ofensiva. Forma fundamental de la guerra: guerra de posiciones. En esta tercera etapa del desarrollo de la guerra nuestras fuerzas se han consolidado y rebasan a las fuerzas enemigas, impulsamos la ofensiva en todos los campos de la lucha; la forma de desarrollo que adquiere la guerra es principalmente la guerra de posiciones manteniéndose la guerra de movimientos y guerra de guerrillas, las formas estratégicas de organización clandestina que se impulsan son las bases de apoyo o zonas liberadas. El partido ha alcanzado un desarrollo de Vanguardia Histórica, nuestro EPR se consolida en un ejército regular, además en los territorios liberados mantenemos al pueblo en armas, en el movimiento de masas el Frente Único de Masas se ha consolidado. La unidad de las fuerzas revolucionarias se ha consumado y bajo el marxismo leninismo se está en el momento del triunfo revolucionario. Los principios fundamentales que rigen las fases de la guerra en el combate son: si el enemigo es fuerte, se le evita; si el enemigo es débil, se le ataca; al armamento moderno se opone el heroísmo del combatiente; se hostiga o destruye de acuerdo a las circunstancias; se combina la acción militar con la acción política, no hay una división tajante entre lo militar y lo político; el frente de guerra está donde está el enemigo y la maniobras son en secreto absoluto. Los principios de la Guerra Popular Prolongada La guerra popular prolongada reviste vigencia en su aplicación, en las condiciones concretas de nuestro país porque es integral y es aplicada, porque: Se puede realizar y triunfar si nuestro pueblo tiene la VOLUNTAD DE VENCER, aun cuando el enemigo tenga una superioridad en recursos humanos, técnicos y económicos. Para garantizar el triunfo de la revolución que hoy se gesta en nuestras tierras es necesario consolidar los pilares de esa revolución; consolidar el partido revolucionario que ha de conducir a nuestro pueblo a la toma del poder; consolidar el ejército del pueblo; y la construcción y consolidación de un ejército de masas que organice, estructure, movilice y conduzca la voluntad política de combatir de nuestro pueblo. Un pueblo con la voluntad de luchar y organizado revolucionariamente puede derrotar a sus explotadores aun cuando al inicio de la lucha éstos tengan una superioridad en todos los aspectos, pero que mientras ese pueblo cuente con una dirección y ésta con una estrategia y una táctica correctas la victoria está asegurada. En esta lucha revolucionaria lo fundamental es el recurso humano, las armas sólo son un medio, cualquier cosa se puede convertir en un arma si se pone al servicio de los intereses del pueblo. La estrategia que está desarrollando, es una estrategia de GUERRA POPULAR PROLONGADA la cual nos permite preservar y desarrollar nuestras fuerzas para poder derrotar a las fuerzas enemigas. Uno de los principios de la guerra popular es la CONCEPCION DE LA GUERRA DEL PUEBLO la cual contempla entre otros aspectos que cada habitante es un combatiente y cada organización del partido un estado Mayor; nuestras fuerzas son la fuerza política y las fuerzas militares; su carácter prolongado está condicionado por las condiciones nacionales e internacionales de la presente etapa de la lucha de clases que vivimos; nuestro desarrollo debe ser en función de nuestros propios esfuerzos; y todo el partido debe dominar la teoría de la guerra revolucionaria para que pueda enseñar a usar las armas a nuestro pueblo. Para lograr todo esto se necesita estar estrechamente ligado a las masas, ser pueblo y estar con el pueblo porque sin organizar y dirigir la voluntad de combatir de ellas no puede existir un ejército revolucionario. El principio de la clandestinidad de nuestras fuerzas es una necesidad para eludir la garra represiva del imperialismo y poder seguir estando en el seno de las masas populares, la clandestinidad no es sinónimo de anonimato sino una medida política que permite preservar y desarrollar nuestras fuerzas.