VISUALIZACIÓN ESPEJO El tono de voz ha de ser tranquilo, ni muy

VISUALIZACIÓN ESPEJO
El tono de voz ha de ser tranquilo, ni muy alto ni muy bajo, invitando a la relajación. LA
VISUALIZACIÓN DEBE SER MUY LENTA
Ponte en una postura cómoda y relajada; afloja tus cinturones, cadenas o abalorios y
siéntete en plena relajación, sin que nada te apriete. Estírate, o pon tus pies en alto, o
permanece en posición sentada, como más cómodidad sientas y cierra tus ojos.
Deja un momento de silencio y observa el lenguaje no verbal del/los participantes en el
ejercicio. La parte siguiente debes leerla sin ningún tipo de prisa, pero también sin
ningún tipo de vacilación
Ahora respira profundamente, fíjate tan solo en tu respiración; tus pies pesan, tus
piernas, tus caderas. Ahora tu atención se fija en tu abdomen, notas como el aire lo
ensancha, como el tórax sube y baja acompasado con la respiración…tu cuello se
relaja, lo hacen también los músculos de la cara, los ojos descansan….Estás en un
estado de relajación.
Estás en soledad, en el estado de ánimo que tienes en este momento, podrías esentir
incomodidad, tristeza, alegría o quizás ira o enfado, aunque también podría ser que te
sintieras simplemente en plenitud; estás en un lugar que te resulta agradable y que
tanto podría ser tu casa como una playa, un bosque, una iglesia o, ¿por qué no?, una
calle de tu ciudad o de otra completamente distinta.
Dejar un momento de silencio para la reflexión, de forma que las personas puedan
interiorizar las sensaciones
Caminas percibiendo sensaciones, con todos tus sentidos alerta, captando estos y
aquellos estímulos, sin dejar de sentir ni uno solo, como si tus terminales nerviosas
estuvieran a flor de piel, para bien y para mal. Permítete sentir, permítete notar cada
paso, cada mirada, cada ráfaga de viento si la hay, cada sonido del silencio, incluso.
Tu caminar te lleva hasta un lugar en el que encuentras un espejo, fíjate bien en él ya
que podría ser de cuerpo entero o solo de cara, de aumento máximo, ligero o sin
aumento. Obsérvalo con detenimiento y fíjate si tiene marco o no y, si lo tiene, si es
sencillo o recargado, si de metal o madera, o quizás de un material plástico.
Ahora fíjate en lo importante, porque ese espejo te refleja a ti, date nuevamente
permiso para observar con detenimiento sin perder ni un solo detalle; no hay prisa
ninguna, tómate tu tiempo.
Dejar un momento de silencio para la reflexión, de forma que las personas puedan
interiorizar las sensaciones. El siguiente párrafo leerlo con especial lentitud, dejando
espacios entre una frase y otra para que impacten en el oyente y le lleven a la
reflexión.
Fíjate en cada una de las partes que refleja, ¿qué es lo que ves?, ¿qué es lo que te
seduce?, ¿qué es lo que te repele?, ¿qué sentimientos son los que ves reflejados?,
¿qué ilusiones, qué anhelos, qué perdón, qué venganza, qué alegría o tristeza refleja
tu rostro?
Dejar un momento de silencio para la reflexión, de forma que las personas puedan
interiorizar las sensaciones
Mira, ahora, fijamente a tus ojos, sumérgete en ellos y disfruta de sus aguas que
podrían ser transparentes o cenagosas, frías o cálidas, acogedoras o inhóspitas. Son,
simplemente, tus ojos, aquellos con los que miras la vida pasar, aquellos con los que
amas y con los que odias, aquellos que invitan o que rechazan, según tu elección.
Observa los surcos de tu cara, es posible que esté ya muy marcada o que tan solo
una finas betas estén empezando a aparecer. Podrían ser surcos de sabiduría, pero
también podrían ser intolerancia, o quizás de ambas cosas….o de ninguna de ellas es,
simplemente, tu cara, aquella que quiere y es querida, la que odia y es odiada, la que
hiere y es herida….y cada experiencia, deja su surco, su huella, su recuerdo para el
futuro, enseñanzas del ayer que sirven para el mañana.
Dejar un momento de silencio para la reflexión, de forma que las personas puedan
interiorizar las sensaciones
Ahora te voy a pedir algo mucho más difícil, quiero que veas más allá de tus ojos o de
tu cara, quiero que entres dentro de ti, que llegues a tu esencia, a tu ser más profundo,
donde duermen tus ángeles y tus demonios, donde yace el yo más íntimo, más
auténtico. Obsérvalo con detenimiento, ¿Cómo es? ¿a qué o a quién te recuerda?,
¿cuál es su sentimiento más intenso?, ¿qué necesitas?, ¿de qué te has de
desprender?
Dejar un momento de silencio para la reflexión, de forma que las personas puedan
interiorizar las sensaciones
El tiempo se acaba, retrocedes y te vez cada vez más lejos en el espejo, hasta que tu
visión desaparece.
Ahora, contaremos desde el 3 hasta el 1; 3, vas tomando conciencia de tu cuerpo, 2,
recuerdas todo lo vivido en esta experiencia y te preparas para abrir los ojos, 1, estás
nuevamente con nosotros, abres los ojos y tomas plena conciencia del lugar en el que
estás ahora.