12/09/2016 Índice Bienal de Flamenco 2016: Cristian Guerrero, al compás del folclore 3 @ LA VOZ DE CÁDIZ DIGITAL ­ 11/09/2016 Bienal de Flamenco 2016: Cristian Guerrero, al compás del folclore 4 @ ABC ­ 11/09/2016 P.2 URL: www.lavozdigital.es UUM: 205000 PAÍS: España UUD: 19000 TARIFA: 202 € TVD: 20200 TMV: 7.3 min 11 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online Bienal de Flamenco 2016: Cristian Guerrero, al compás del folclore El cantaor Cristian Guerrero tiene buen sentido del compás, pero se reiteró en los mismos recursos y abusó del folclore popular en el anticipo de su próximo trabajo discográfico Cantar para baile no es lo mismo que apretar las eneas en solitario y ante un público. Cristian Guerrero lo sabe. Es un cantaor sobrado de compás y con una bonita queja , inspirada en bohemias como las del Torta o Camarón. Pero cantar bien, como decía Turronero, es estremecer a Sevilla. Levantar la cara y rezumar con la desazón de los huesos. El compás es necerio, pero hacen falta muchos más recursos para manejar una extensa baraja de cantes. Y el catalán se reiteraba en el mismo quejío con, eso sí, buen sentido del compás. También abusó del folclore andaluz junto a coros y piano. Este cantaor ha pasado sigiloso por el panorama actual. Trae l etras con aire renovado en alegrías y demás estilos rítmicos; lo cual hay que valorar. Y desde su primer trabajo discográfico ha presentado una evolución considarable, aunque aún insuficiente para presentarse en el festival flamenco más importante del mundo con este espectáculo. La colaboración de Antonio Rey a la guitarra fue soberbia. Porque busca la genialidad en cada nota. Y el vuelo de su mano derecha siempre aterriza en buen puerto. El toque de Manuel Parrilla en el acompañamiento también relució. La bajañí del jerezano es mágica y doliente. Sus cadencias, místicas y oscuras. Pero la adecuada integración entre palma y voz, violín, sonanta y persución se rebajaba al mínimo cuando aparecían los coros para aliviar hondura. Y si a esto le sumamos el abuso de estilos folclóricos, el flamenco perdía protagonismo. Por lo que nos quedaba algo que, en ciertos momentos, rozaba lo superficial. En la sevillana de Pareja Obregón se olvidó de la dulce simplicidad de su compositor. Pero aquella letra de «En esta calle me paro y pregunto» sonó tras unos tangos y una bulería. Y este noche ese ha sido el cante de Cristian Guerrero: la soleá por bulería. Hasta que los coros volvieron a interrumpir su discurso más cabal. Luego las sombras fueron engullendo los últimos compases por bulerías. No estremeció, pero conectó con el público cuando se acordó de las eneas. P.3 URL: www.abc.es UUM: 4281000 PAÍS: España UUD: 594000 TARIFA: 7565 € TVD: 756500 TMV: 5.25 min 11 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online Bienal de Flamenco 2016: Cristian Guerrero, al compás del folclore El cantaor Cristian Guerrero tiene buen sentido del compás, pero se reiteró en los mismos recursos y abusó del folclore popular en el anticipo de su próximo trabajo discográfico Cantar para baile no es lo mismo que apretar las eneas en solitario y ante un público. Cristian Guerrero lo sabe. Es un cantaor sobrado de compás y con una bonita queja , inspirada en bohemias como las del Torta o Camarón. Pero cantar bien, como decía Turronero, es estremecer a Sevilla. Levantar la cara y rezumar con la desazón de los huesos. El compás es necerio, pero hacen falta muchos más recursos para manejar una extensa baraja de cantes. Y el catalán se reiteraba en el mismo quejío con, eso sí, buen sentido del compás. También abusó del folclore andaluz junto a coros y piano. Este cantaor ha pasado sigiloso por el panorama actual. Trae l etras con aire renovado en alegrías y demás estilos rítmicos; lo cual hay que valorar. Y desde su primer trabajo discográfico ha presentado una evolución considarable, aunque aún insuficiente para presentarse en el festival flamenco más importante del mundo con este espectáculo. La colaboración de Antonio Rey a la guitarra fue soberbia. Porque busca la genialidad en cada nota. Y el vuelo de su mano derecha siempre aterriza en buen puerto. El toque de Manuel Parrilla en el acompañamiento también relució. La bajañí del jerezano es mágica y doliente. Sus cadencias, místicas y oscuras. Pero la adecuada integración entre palma y voz, violín, sonanta y persución se rebajaba al mínimo cuando aparecían los coros para aliviar hondura. Y si a esto le sumamos el abuso de estilos folclóricos, el flamenco perdía protagonismo. Por lo que nos quedaba algo que, en ciertos momentos, rozaba lo superficial. En la sevillana de Pareja Obregón se olvidó de la dulce simplicidad de su compositor. Pero aquella letra de «En esta calle me paro y pregunto» sonó tras unos tangos y una bulería. Y este noche ese ha sido el cante de Cristian Guerrero: la soleá por bulería. Hasta que los coros volvieron a interrumpir su discurso más cabal. Luego las sombras fueron engullendo los últimos compases por bulerías. No estremeció, pero conectó con el público cuando se acordó de las eneas. P.4