Nadie emigra ni arriesga su vida por gusto. Sólo aspiran a una vida

Nadie emigra ni arriesga su vida por gusto. Sólo aspiran a una vida digna y a un futuro mejor para sus hijos
Nadie emigra ni arriesga su vida por gusto. Sólo aspiran a una vida
digna y a un futuro mejor para sus hijos
En estos momentos de post guerra y de nueva Ley de Extranjería, las opiniones y certezas de las personas que
hacen de su preocupación por el emigrante su profesión, son especialmente interesantes.
Entrevista a Enrique de Santiago Romero, Secretario General de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado)
inspirada en los principios de solidaridad y defensa de los derechos y libertades fundamentales de la persona, constituida
como organización voluntaria, no gubernamental, sin ánimo de lucro, pluralista e independiente de cualquier otra
institución
¿Cuál ha sido la situación durante la guerra, ha habido muchas peticiones de asilo de iraquíes, cuántas y bajo
que características han sido admitidas? ¿Qué ha ocurrido una vez terminada la guerra?
Según los datos de que disponemos -los oficiales no los ha hecho públicos el Ministerio de Interior- en torno a 100
iraquíes (familias) pidieron asilo o protección en España durante la guerra, fundamentalmente en las dependencias del
Ministerio de Interior en Ceuta y Melilla. Todos ellos, fueron autorizados a pasar a la península tras varias semanas de
tramitación, pero únicamente con una autorización provisional de estancia y bajo régimen de extranjería, no de asilo, ni
ningún otro estatuto de protección. A fecha, de hoy recibimos la lamentable noticia de que las autoridades españolas no
piensan renovar estas autorizaciones de estancia, dado que consideran que la guerra ha concluido y que existen
condiciones para el retorno de estas personas a su país, obviando que Irak ha quedado destrozado, el estado ha
desaparecido y la vida cotidiana es una suma de complicaciones, y todo ello, sin hablar del mantenimiento de las
operaciones militares y el surgimiento de la resistencia iraquí.
¿Qué ocurre con las personas que estando en España sin status jurídico, piden ser refugiados y no se les concede,
en que situación quedan?
Quedan en situación de ilegalidad absoluta. Únicamente en algunos pocos casos (200 al año sobre un total de 6.500
denegados de asilo en 2002) son derivados a la legislación de extranjería para autorizar su permanencia en España por
motivos humanitarios. En la mayoría de los casos quedan sin posibilidad de legalizarse y de ser provistos de
documentación, en algunos casos, pendientes de que se resuelva un recurso contencioso administrativo sobre su
denegación de asilo, que puede tardar más de dos años en ser tramitado. Durante este tiempo, algunos -los menoscuentan con autorización de estancia (que no les permite trabajar), pero la mayoría no tienen ni eso.
¿ACNUR ha denunciado las nuevas reformas de la UE sobre Reunificación Familiar de emigrantes y refugiados
por provocar desigualdades entre esos colectivos qué opina de este asunto?
La normativa de reagrupación familiar de inmigrantes cada vez es más restrictiva en la UE, prueba de ello es la actual
reforma de la Ley de Extranjería Española, que entre otros extremos, trata de reducir sensiblemente los casos de
reagrupación familiar permitidos hasta ahora, eliminando las posibles reagrupaciones familiares de extranjeros, que a su
vez, han sido reagrupados. En materia de asilo la problemática es distinta, puesto que en teoría no existen las
denominadas "limitaciones a la reagrupación", aunque en la practica la dificultad para acceder a los visados por parte de
los familiares de refugiados impide que estos puedan llegar a España cuando el cabeza de familia ha obtenido asilo.
Cada día es más habitual encontrarse estos casos, especialmente graves, cuando se trata de esposas/esposos de asilados
que no consiguen reiniciar su vida en común. Igual ocurre con los hijos de los refugiados, máxime si en el momento de
obtener el estatuto de asilo el hijo es mayor de 18 años, en cuyo caso, las dificultades para poder reagruparlo son
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enormes dado que la administración entiende que cualquier mayor de 18 años constituye un núcleo familiar
independiente.
¿Da CEAR prioridad a la solicitud de asilo a mujeres que huyen de sus países por violencia de genero o a
cualquier persona perseguida por su condición sexual?
Evidentemente. desde hace años trabajamos para que entre las causas de persecución contempladas en la Convención de
Ginebra -concretamente la persecución por pertenencia a determinado grupo social- se incluyan las cuestiones de género
y orientación sexual. En los últimos años hemos presentado varias iniciativas en este sentido a los grupos
parlamentarios, si bien la actual mayoría parlamentaria, no ha querido recoger estas iniciativas. En un numero
importante de países, las mujeres adolescentes están sometidas al riesgo de la mutilación genital femenina, y en otro
numero importante de países, la homosexualidad o transexualidad esta perseguida, en muchos casos legalmente estando
considerada como delito. Es imprescindible que las personas perseguidas por estas causas puedan encontrar protección
internacional.
¿Cómo valora la nueva reforma de la Ley de Extranjería pactada por PP y PSOE?
Desde nuestro punto de vista, la reforma no se ha pactado. Ambos grupos han llegado a acuerdos en algunos artículos
del texto reformado, pero acuerdos puntuales que no permiten hablar de una reforma globalmente pactada. Así, lo
manifestó recientemente el Ministro portavoz, el Sr. Zaplana. Nos parece un error que ambos grupos hayan acordado
establecer limitaciones a las reagrupaciones familiares de extranjeros o que hayan acordado eliminar la regularización
pro arraigo tras vivir 5 años en España, aunque fuera de forma irregular.
¿Considera que tras el 11S los países han endurecido sus políticas de inmigración?
Efectivamente. El cierre de fronteras en el primer mundo ha sido prácticamente total, apelando a supuestos peligros de
terrorismo. Se ha llevado a equiparar extranjero a delincuente o terrorista, máxime si el extranjero pertenece a la cultura
musulmana. Se han multiplicado los países a los que se exige visados a sus ciudadanos para llegar a Europa y se han
incrementado las dificultades para que los perseguidos puedan acceder al procedimiento de solicitud de asilo y a las
fronteras de nuestro primer mundo en particular. La lucha contra la inmigración ilegal se está haciendo a costa de los
derechos fundamentales de las personas.
¿Apuesta por que los gobiernos incrementen la cooperación al desarrollo para frenar las masivas migraciones
hacia los países desarrollados?
No existe otra forma de parar las corrientes migratorias. Únicamente creando las condiciones necesarias de vida digna y
respeto a los derechos humanos en los países d origen de los inmigrantes, conseguiremos que estos opten por proyectos
vitales en sus lugares de origen con las debidas garantías de bienestar. Desgraciadamente, estas propuestas llevan
realzándose desde hace muchos años y están tremendamente vinculadas a otras, como la consecución del 0,7% de los
Presupuestos Generales de los países ricos para cooperación, y en la practica, todos estos países están lejos de lograr
esta transferencia de recursos para el desarrollo de terceros países. Para nosotros es evidente que nadie emigra por gusto,
máxime enfrentándose a los grandes riesgos para la vida que hoy día supone emigrar. Las personas se ven arrastradas a
ello aspirando a una vida digna y a un futuro para sus hijos.
¿Cómo se conjuga una política responsable de inmigración sin caer en demagogia con las posibilidades reales de
acogida de un país?
La capacidad de acogida de España es aún sensiblemente superior al numero de extranjeros que viven en nuestro país.
Existen más de dos millones de españoles viviendo fuera de España, mientras que la cifra de extranjeros en nuestro país
es aproximadamente de 1.800.000.- personas, de las cuales 500.000 son comunitarios. Por otra parte, los países que se
convierten en receptores de inmigración es porque generan empleos que pueden ser ocupados pro estos sectores de
trabajadores extranjeros. Todo el mundo está de acuerdo en que es necesario facilitar que en España trabajen tantos
extranjeros como puestos de trabajo son ofertados y no cubiertos por nacionales. Sin embargo, no se está aplicando esta
política y en la practica las organizaciones empresariales encuentran serios problemas para contratar los trabajadores
que requieren sus empresas, y todo ello, debido a una política gubernamental en materia de inmigración más ideológica
que realista o económica.
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