R. C. Sproul – Cinco Cosas que Todo Cristiano Necesita para Crecer

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CINCO COSAS
QUE TODO
CRISTIANO
NECESITA
PARA
CRECER
R. C. SPROUL
PORTAVOZ
La misión de Editorial Portavoz consiste en proporcionar
productos de calidad —con integridad y excelencia—,
desde una perspectiva bíblica y confiable, que animen a
las personas a conocer y servir a Jesucristo.
Título del original: Five Things Every Christian Needs to
Grow, © 2002 por R. C. Sproul y publicado por W Publishing Group, una división de Thomas Nelson, Inc., P.O. Box
141000, Nashville, Tennessee 37214. Todos los derechos
reservados.
Edición en castellano: Cinco cosas que todo cristiano
necesita para crecer, © 2007 por R. C. Sproul y publicado
por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications, Grand
Rapids, Michigan 49501. Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de esta publicación podrá reproducirse de
cualquier forma sin permiso escrito previo de los editores,
con la excepción de citas breves en revistas o reseñas.
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas
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EDITORIAL PORTAVOZ
P.O. Box 2607
Grand Rapids, Michigan 49501 USA
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ISBN 10: 0-8254-1615-9
ISBN 13: 978-0-8254-1615-6
2 3 4 5 edición / año 11 10 09 08
Impreso en los Estados Unidos de América
Printed in the United States of America
CONTENIDO
Introducción | 5
CAPÍTULO I
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA I 7
CAPÍTULO 2
LA ORACIÓN i 25
CAPÍTULO 3
LA ADORACIÓN 1 40
CAPÍTULO 4
EL SERVICIO I 52
CAPÍTULO 5
LA MAYORDOMÍA I 67
6
1
CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Ser cristiano no es una habilidad que se adquiere como
bucear o patinar sobre el hielo. Es una relación viva y
vital con el Dios del universo, una relación que comienza
cuando una persona se vuelve una nueva creación en Él y
recibe a Jesús como su Señor por fe. Pero, al igual que los
atletas olímpicos, los cristianos necesitan entrenamiento,
hacer sacrificios, abrazar ciertas disciplinas para poder dar
a Dios "lo supremo". El presente libro aborda cinco de
dichas disciplinas: (I) El estudio de la Biblia, (2) la oración,
(3) la adoración, (4) el servicio y (5) la mayordomía. Como
los aros entrelazados de la bandera olímpica, estas cinco
prácticas izan un estandarte de ideales para los cristianos
de toda nación y grupo de personas. Así como los atletas
se esfuerzan para alcanzar sus mejores resultados, nuestra
diligencia respecto a estos aspectos de la vida cristiana nos
ayudará a determinar nuestro grado de eficacia para servir
a nuestro Señor.
El sudor y el sacrificio olímpico durante años, y en
ocasiones décadas, se da a cambio de la oportunidad de
competir y quizá, ganar una medalla y escuchar el aplauso
de los fanáticos de todo mundo. Esta es una experiencia
que se da una vez en la vida de un pequeño y selecto grupo
de hombres y mujeres dotados. Es probable que el pueblo
de Dios no reciba la adulación del mundo, pero un día
escuchará las palabras: "Bien, buen siervo y fiel". (I Co.
9:24-25)
¡Disfrute la carrera!
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
I hombre se retorcía víctima de un dolor
atroz. La dolencia que sentía no era física.
Eso deseaba él. Ya había sufrido esa clase
de dolores antes y sabía que no podría encontrar alivio
en bálsamos o incluso sumiéndose en un sopor etílico.
Dicho dolor necesitaba de algo mayor... mucho mayor
para su curación. El sufrimiento era la agonía espiritual,
la oscuridad del alma, cuando uno siente que cuelga de
un frágil filamento sobre las fauces del infierno.
E
El dolor era la vergüenza, la devastación y la ruina de la
humillación personal, la revelación de un pecado secreto.
Este hombre era un héroe, una celebridad nacional, un
connotado guerrero, estadista, poeta, músico y líder
espiritual. A lo largo de su vida, fue objeto de canciones
populares que celebraban sus proezas. Se catapultó a
la fama nacional cuando defendió a su pueblo y mató
al enemigo más temido por su ejército, un monstruoso
titán, sencillamente con una honda y una piedra lisa.
Era un fiel subdito de su rey, aun cuando este quería
matarlo.
El hombre era David, el segundo rey de Israel. Su
reinado marcó el comienzo de la edad de oro de Israel
al extender las fronteras de la nación como nunca
antes. Bajo su liderazgo, este pequeño país, con un área
cercana a la del estado de Maryland, se convirtió en
una potencia mundial. Ubicado en el puente de tierra
que une a África con Asia y Europa — a través del cual
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8
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CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
transitan rutas comerciales i n t e r n a c i o n a l e s , Israel se
encontraba en un lugar de gran importancia geopolítica.
La grandeza de David fue más allá de la política y la
cultura. Se le conoce más por haber sido un líder espiritual,
un hombre conforme al corazón de Dios. Cuando cometió
cierto monstruoso pecado, fue una calamidad no solo para
David y su familia, sino para toda la nación. A pesar de su
fortaleza espiritual, estaba tan ciego al mal que había en su
propio corazón que fue necesaria su confrontación por el
profeta Natán para que David se diera cuenta de su culpa.
Podemos leer el pasaje en 2 Samuel 12:1-7:
David fue presa de la pena a causa del
desenmascaramiento, de la crítica. El versículo 13
dice: "Entonces dijo David a Natán: Pequé contra
Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha
remitido tu pecado; no morirás".
Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él,
le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno
rico, y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas
y vacas; pero el pobre no tenía más que una sola
corderita, que él había comprado y criado, y que
había crecido con él y con sus hijos juntamente,
comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y
durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. Y
vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso
tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para
el caminante que había venido a él, sino que tomó
la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para
aquel que había venido a él. Entonces se encendió el
furor de David en gran manera contra aquel hombre,
y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es
digno de muerte. Y debe pagar la cordera con cuatro
tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.
Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre.
Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por
rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl.
Junto a su estrepitosa caída de gracia y obediencia,
David padeció el poder enjuiciador del Espíritu Santo. Su
arrepentimiento era tan profundo como abrupta su caída.
Su remordimiento fue más allá del miedo superficial al
castigo, fue arrepentimiento auténtico, un espíritu marcado
por un corazón roto a causa de haber ofendido a Dios. En
dicho acto de contrición, David escribió la oración que
conocemos como el Salmo 51. En dicho salmo aparecen
todos los elementos del verdadero arrepentimiento:
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu
misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades
borra mis rebeliones.
Lávame más y más de mi maldad,
Y limpíame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu
palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
10 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Y en lo secreto me has hecho comprender
sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Entonces enseñaré a los transgresores tus
caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de
mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.
Porque no quieres sacrificio, que yo lo
daría;
No quieres holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu
quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Dios.
Haz bien con tu benevolencia a Sion;
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
11
Es un largo camino el que hay entre el Salmo 1 y el
51. Dicho viaje no se mide con las páginas de un libro ni
con los años de experiencia, sino entre la obediencia y la
desobediencia, una senda bien andada por todo cristiano.
El Salmo 1 dice:
Bienaventurado el varón que no anduvo en
consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha
sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su
delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el
viento.
Por tanto, no se levantarán los malos en
el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de
los justos.
Porque Jehová conoce el camino de los
justos;
Mas la senda de los malos perecerá.
12 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
En una etapa de su vida, se puede describir a David como
la encarnación del hombre de quien se habla en el Salmo
I, un hombre como un árbol plantado junto a corrientes
de aguas. Había meditado acerca de la Palabra de Dios
día y noche. En aquel fuego se forjó la fuerza espiritual
de David. Pero, en un momento de su vida, su atención se
desvió de aquella Palabra hacia una mujer, Betsabé. Por
ende, David se volvió entonces en tamo que el viento se
lleva. En su estrepitosa caída, David perdió no solo su
integridad, sino también su alegría.
En el Salmo 51, David ruega a Dios que lo limpie de
pecado: "Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos
que has abatido... Vuélveme el gozo de tu salvación".
A pesar de que el pecado brinda grandes placeres, no
brinda gozo. Si comprendemos la diferencia, podemos
sortear los escollos que tientan al creyente. En medio de
su sufrimiento, David añoró volver a experimentar el gozo
de la salvación.
El momento de mayor gozo en mi vida fue cuando
me convertí a Cristo, el momento que definió mi vida.
Comparado con él, nada más en el mundo parece tener
valor alguno.
A menudo escucho este testimonio. Mi amigo John
Guest, un evangelista y predicador británico, nos cuenta
de la noche en que se convirtió, en Liverpool, Inglaterra.
Dice que no corrió meramente a casa, sino que de hecho
brincó, saltó por encima de las tomas de agua que había
en su camino. Mi esposa, Vesta, se pasó la noche de su
conversión caminando, pellizcándose y preguntándose:
"¿Todavía la tengo?" Convencida de que sí la tenia, se
acostó a dormir.
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
13
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
Como cristiano nuevo, me metí de lleno en las Escrituras.
Quería pasar la mayoría del tiempo que estaba despierto
leyéndola. En mi primer semestre en la universidad, logré
incluirme en la lista del decano. Sin embargo, no era la
lista de los estudiantes con buenas notas, era la lista de los
que estaban en período de prueba académico. Obtuve el
máximo de puntos en educación física y estudios bíblicos,
y suspendí todas las demás. El puntaje que obtuve en
estudios bíblicos me permitió continuar en la escuela.
Durante aquellos primeros meses de mi vida cristiana
era dado a unos tremendos cambios de humor: Desde
tremendas altas espirituales hasta espantosas depresiones.
Visité a un pastor en busca de consejo. Él me explicó que
aquel viaje espiritual en montaña rusa era bastante común
entre los cristianos nuevos y que en la medida en que yo
madurara en mi fe, mis altas y mis bajas se nivelarían.
También me aconsejó que buscara en la Biblia y no en mis
sentimientos los fundamentos de la vida cristiana. Nunca
había recibido un consejo tan sabio.
L A PALABRA E N L A C O N V E R S I Ó N
Dios se complace en hacer uso de las Escrituras para
penetrar el corazón y llevarnos a fe. Es cierto que la fe se
adquiere al escuchar la Palabra de Dios. Hebreos 4:12-13
dice:
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que toda espada de dos filos; y penetra
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que
no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas
15
CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel
a quien tenemos que dar cuenta.
Mi propia conversión fue precipitada por el poder
penetrante de las Escrituras. Me encontraba conversando
con un estudiante de último año en mi primera semana en
la universidad. Él fue la primera persona a quien conocí
que hablara de su relación personal con Jesús. Conversamos
acerca de temas generales. No hubo una presentación
formal del evangelio, pero él habló de la trascendental
sabiduría de la Biblia. Citó un pasaje más o menos oscuro de
Eclesiastés: "y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar
que el árbol cayere, allí quedará" (11:3b). Las palabras de
dicho texto me impresionaron grandemente. De repente,
me vi a mí mismo como al árbol: Inmóvil, tirado ahí y
sencillamente pudriéndome. Vi mi vida como el árbol en
descomposición: Llena de corrupción y descomponiéndose
poco a poco. Con aquello en mente, me fui a mi habitación
y sentí la necesidad de arrodillarme. Me arrodillé al lado
de mi cama y rogué a Dios que me perdonara por mis
pecados. Fue entonces que conocí a Cristo, quien me dio
una nueva vida y levantó mi vida descompuesta del suelo
del bosque. Creo que es probable que en toda la historia
de la Iglesia Cristiana, yo haya sido la única persona que se
haya convertido por ese versículo de Eclesiastés.
14
La historia está repleta de anécdotas acerca de cómo
grandes personalidades se convirtieron por medio del
poder de la Palabra. Agustín, que llevaba una vida de
pura inmoralidad, escuchó un día jugar a unos niños que
gritaban el estribillo: "TolleLege, TolleLege", frase en latín que
significa: "Álzala y léela". Al escuchar aquello, sus ojos se
posaron sobre el texto de una Biblia abierta, donde decía:
"Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías
y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas
y envidia, sino vestios del Señor Jesucristo, y no proveáis
para los deseos de la carne" (Ro. 13:13-14).
Al Agustín leer las palabras ".. .no en glotonerías y
borracheras, no en lujurias y lascivias...", sintió que la
Palabra de Dios lo traspasaba y que el Espíritu de Dios le
daba vida.
Siglos más tarde, Martín Lutero se despertó de manera
similar. Lutero había luchado tenazmente contra la
justicia de Dios, reconociendo que en ocasiones aborrecía
el concepto en sí mismo. Entonces, mientras leía el
comentario de Agustín de Romanos 1:17, Lutero vio de
repente la verdad del evangelio: Que la justicia de Cristo
es dada solo por la fe. Dicho despertar en Lutero inició la
Reforma protestante.
Romanos también jugó un papel decisivo en la conversión
de Juan Wesley. Él se encontraba en Aldersgate, en Londres,
cuando escuchó un sermón acerca de Romanos y sintió
que su corazón "se calentó de manera extraña". Wesley
consideró que ese fue el momento de su conversión.
L A PALABRA E N E L C R E C I M I E N T O ESPIRITUAL
Tal como la Palabra de Dios es empleada en nuestra
conversión, la Biblia resulta un instrumento imprescindible
para nuestro crecimiento espiritual. Al sumergirnos en la
Palabra de Dios, comenzamos a adquirir la mente de Cristo
y aprendemos qué es llevar una vida de discípulo.
De cara a la muerte, el apóstol Pablo escribió su
última carta a su querido amigo y discípulo Timoteo. La
instrucción de Pablo fue un llamamiento a estudiar de
16
CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
manera diligente las Escrituras: "Pero persiste tú en lo
que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has
aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación
por la fe que es en Cristo Jesús" (2 Ti. 3:14-15).
La primera vez que leí dicho pasaje, noté cuan
relacionado estaba con la declaración que había hecho
Pablo en 4:7: "He peleado la buena batalla, he acabado
la carrera, he guardado la fe". Era como si las palabras
estuvieran embrujadas. Yo ya las había oído antes, pero
no sabía que eran de la Biblia. Cuando era adolescente, mi
padre sufrió varios derrames cerebrales. Estuvo dos años
sin poder hacer otra cosa que no fuera sentarse en una silla
con una lupa en la mano para leer la Biblia. Mi obligación
consistía en arrastrarlo, como hacen los bomberos, hasta el
comedor noche tras noche para la cena. Una noche, cuando
lo llevaba de regreso a su silla, me pidió que me detuviera
y que lo dejara sentarse en el sofá de la sala. Mientras se
sentaba, me miró y me dijo: "Hijo, he peleado la buena
batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe". Esa fue la
primera vez que escuché aquellas palabras, y no tenía idea
de que eran de las Escrituras. Pero yo sabía el significado
que encerraban y no me gustó para nada. Le respondí con
brusquedad: " N o diga eso, papá".
Queda claro para mí que la exhortación a continuar en
las Escrituras era vital para la propia habilidad de Pablo
para pelear la batalla, correr la carrera y guardar la fe. Al
continuar el estudio de la Biblia, crecemos en fe y somos
capaces de llevar una vida cristiana. En su exhortación a
Timoteo, Pablo guió a su discípulo hacia las Escrituras,
encomendándoselas a él debido a su naturaleza y función.
Escribió: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia" (2 Ti. 3:16).
Sin mencionar otra palabra lo llevé a su silla en el cuarto.
Como una hora más tarde escuché un ruido en el cuarto.
Encontré a mi padre en el suelo, con sangre brotándole
de los oídos y nariz. Se encontraba en coma, de donde no
salió. Resultó que las palabras que Pablo había escrito a
Timoteo fueron las últimas palabras que mi padre dijo en
esta tierra.
17
Dios es la fuente de las Escrituras. El que toda Escritura
sea "inspirada por Dios" hace referencia, no a la manera en
que Dios supervisó la manera de escribirse la Biblia, sino
a la fuente del contenido de la Biblia. La palabra que se
traduce como "inspirada por Dios" es el término griego
theopneust, que literalmente significa: "Exhalada por Dios".
Cuando Pablo escribió que las Escrituras eran exhaladas por
Dios, la idea no es de inspiración, sino de espiración; es decir:
Dios exhaló la Biblia. El punto de toda esta cuestión es que
la Biblia parte de Dios. Es su palabra, que lleva consigo su
autoridad.
Siempre me enseñaron, como estudiante y como
académico, a verificar la fuente de cualquier aseveración.
La credibilidad está directamente atada a la fuente. A veces
los reporteros citan a "fuentes fidedignas" en sus artículos.
La única fuente verdaderamente fidedigna es Dios. Pablo
quiso que Timoteo comprendiera la fuente de la Biblia, no
de qué manera fue inspirada.
Después de aseverar que la Biblia fue exhalada por Dios,
Pablo explica en detalle su propósito y valor. Se dice que las
Escrituras son provechosas para diversas cosas, entre las que
18 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
se incluyen doctrina, reprobación, corrección y enseñanza de rectitud.
El valor de la Biblia consiste primeramente en que enseña
una doctrina sólida. A pesar de que vivimos en una época
en que se denigra la enseñanza sólida, la Biblia le otorga
un gran valor. La mayor parte del Nuevo Testamento trata
acerca de la doctrina. El ministerio de educación se deja
en manos de la iglesia para que esta forme al pueblo. Pablo
dice: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11-12).
La Biblia también resulta provechosa para la reprobación
y para la corrección, cosas que nosotros, como cristianos,
necesitamos continuamente. Está de moda en algunos
círculos intelectuales criticar la Biblia en el campo
académico. Al hacerlo, los especialistas se posicionan a sí
mismos por encima de la Biblia e intentan corregirla. Si
en verdad la Biblia es la Palabra de Dios, no hay nada que
pudiera resultar más arrogante. Es Dios quien nos corrige
a nosotros; nosotros no lo corregimos a El. Nosotros no nos
alzamos por encima de Dios, estamos por debajo de El.
He aquí una ayuda práctica para cuando estudie la
Biblia: Lea la Biblia con un lápiz rojo en la mano. Le sugiero
que ponga un signo de interrogación en el margen cada
vez que un pasaje le resulte confuso o difícil de entender.
Del mismo modo, ponga una X al lado de cada pasaje que
lo haga sentirse ofendido o incómodo. Más tarde podrá
concentrarse en los aspectos que consideró contrarios,
en especial los textos que haya marcado con una X. Esto
le puede servir de guía a la santidad, ya que las X nos
muestran rápidamente en qué aspectos se desvía nuestro
pensamiento en correspondencia con la mente de Cristo.
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA 19
Si no me gusta algo que leí en las Escrituras, tal vez sea,
sencillamente, porque no lo entendí. Si ese es el caso, puede
que repasarlo me ayude. Si es que de hecho no entiendo el
pasaje y de todas maneras no me agrada, esto no es muestra
de que la Biblia tiene algún defecto. Es muestra de que yo
tengo algo mal y necesito cambiarlo. A menudo, antes de
lograr que en un empeño todo nos salga bien, tenemos que
descubrir primero que es lo que estamos haciendo mal.
Cuando los cristianos experimentamos ese "cambio
de mente" que constituye el arrepentimiento, no quedamos
automáticamente libres de todos los malos pensamientos.
La renovación de nuestra mente es un proceso que dura
toda la vida. Nosotros podemos acelerar dicho proceso al
concentrarnos en esos pasajes de las Escrituras que no nos
agradan. Esto forma parte del "instruir en justicia" al que
Pablo hace referencia. El objetivo de esta enseñanza es que
el pueblo de Dios esté listo y preparado para llevar a cabo
buenas obras.
COMENCEMOS
Sin duda, usted ha oído el siguiente cliché: "De buenas
intenciones está empedrado el camino del infierno".
Prácticamente todos los cristianos en algún momento de
su vida han decidido leer toda la Biblia. Si creemos que la
Biblia es la Palabra de Dios, es natural que no queramos
perdernos ni una palabra. Si Dios le dejara una carta en su
buzón, estoy seguro de que usted la leería. Pero la Biblia
es una carta bastante extensa, y el grueso de su contenido
es algo sobrecogedor, incluso para aquel que tenga la mejor
de las intenciones.
Con frecuencia pido en los seminarios que alcen la
mano para indicar quienes se han leído toda la Biblia.
20 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Rara vez han alzado la mano el cincuenta por ciento de
las personas. Yo les pregunto: "¿Cuántos de ustedes se han
leído el libro de Génesis?" Y casi todos alzan la mano.
Entonces les digo: "Mantengan la mano en alto si también
se han leído Éxodo". Solo se bajan unas pocas manos.
"¿Levítico?" Y ya las manos comienzan a caer con rapidez.
Con Números es aún peor.
Leerse Génesis es casi como leerse una novela. Es, en
su mayoría, narrativa histórica y biográfica. Contiene
una serie de acontecimientos importantes en las vidas de
personas como Noé, Abraham, Jacob y José. Del mismo
modo, Éxodo es apasionante, ya que nos narra acerca de
la penosa historia de la esclavitud de Israel en Egipto y de
su liberación bajo el liderazgo de Moisés. La lucha contra
Faraón es emocionante. Al llegar a Levítico, todo cambia.
Cuesta trabajo leer acerca de las ceremonias, los rituales
de sacrificio y purificación y demás, que nos resultan
tan lejanos hoy día. Nos falta un mapa que nos ayude a
transitar por esas partes tan difíciles.
Cuando entré en la universidad, me declaré a mí
mismo graduado de historia. Me duró un semestre. El
primer curso fue Historia de las civilizaciones, que cubría
el ámbito histórico desde los antiguos sumerios hasta
la administración Eisenhower. Rápidamente me sentí
perdido y confundido por la gran cantidad de información
que intentaba asimilar. Era un caso obvio de sobrecarga
de información. No contaba con ningún esquema para
procesar las fechas, las personas, los acontecimientos y
otros hechos que asaltaron mi banco de memoria. Me sentí
agradecido de haber suspendido el curso y rápidamente
cambié de asignatura principal.
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
21
Lo que me sucedió a mí en el curso de historia es lo que
le pasa a los tantos cristianos que tratan de leer la Biblia de
tapa a tapa. Pienso que existe una mejor forma de hacerlo.
Para que los cristianos puedan en verdad comprender la
Biblia, necesitan entender primero la estructura básica y el
esquema de la misma.
El Nuevo Testamento nos llama a llevar una vida
de discípulos. La palabra discípulo significa "aprendiz".
En cualquier disciplina es importante comenzar por lo
básico y dominarlo. Arnold Palmer señaló una vez que
solo uno de cada cincuenta golfistas amateur tiene un
agarre correcto del palo. El legendario entrenador Vince
Lombardi, cuando se enojaba debido al mal juego de su
equipo, siempre retomaba los conceptos básicos. Se paraba
delante de ellos agarrando un balón, lo alzaba para que
todo el equipo pudiera verlo y les decía: "Esto es un balón
de fútbol, [pausa] ¿Voy demasiado rápido?"
En ocasiones prestamos poca atención al aprendizaje
de los conceptos básicos. Recientemente comencé a recibir
clases de violín. Mi profesora es una consumada violinista
rusa de mucho talento. Estuvo semanas enseñándome cómo
sostener el arco antes de que me permitiera ponerlo sobre
las cuerdas. En ese tiempo aprendí más ruso que violín. La
palabra niet se convirtió en parte de mi vocabulario regular.
Yo quería correr antes de aprender a caminar.
Para estar seguros, las Escrituras nos llaman a madurez.
No nos sentiremos satisfechos con solo oírla, sino que
ansiaremos la sustancia de la Palabra. Hebreos 5 : I 2 T 4 a
dice:
Porque debiendo ser ya maestros, después de
tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva
22 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las
palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que
tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y
todo aquel que participa de la leche es inexperto en la
palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez.
Creo que una de las razones por la que muchos cristianos
nunca llegan a la sustancia de la Palabra, sino que se quedan
a nivel de oírla, es que nunca aprendieron a escucharla
realmente. No por gusto las escalas son importantes para
el pianista y el agarre para el golfista. Debemos dominar lo
básico si queremos alcanzar altos niveles de competencia.
Comience con una perspectiva general de la Biblia.
Entienda primero el esquema que sigue. Si le es posible,
alístese en un curso en el cual impartan dicha perspectiva
general. En Ligonier Minístries produjimos una serie de audio y
vídeo en inglés titulada Dust to Glory [Del polvo a la gloria].
La serie muestra la estructura básica de la Biblia desde
Génesis hasta Apocalipsis. No entra en detalles, pero cubre
los puntos culminantes de la historia redentora. Además de
la serie, yo colaboré con Robert Wolgemuth para producir
What's in the Bíblep [¿Qué tiene la Biblia?] El objetivo del
libro es ayudar a aquellas personas que nunca han tenido
ni una sencilla introducción a la Biblia. En 1977, publiqué
un libro titulado Knowíng Scripture [Conozca las Escrituras],
diseñado para ayudar a las personas a dominar las reglas
fundamentales de la interpretación bíblica. Además, el
siguiente es un patrón de lectura que le sugiero a todo
aquel que nunca haya leído la Biblia:
• Génesis (historia de la creación, la caída y la historia
de pacto de los patriarcas)
EL ESTUDIO DE LA BIBLIA
23
• Éxodo (historia de la liberación de Israel y su
formación como nación)
• Josué (historia de la conquista militar de la Tierra
Prometida)
• Jueces (transición de federación tribal a monarquía)
• I Samuel (la naciente monarquía con Saúl y David)
• 2 Samuel (el reinado de David)
• I Reyes (Salomón y el reino dividido)
• 2 Reyes (la caída de Israel)
• Esdras (el regreso del exilio)
• Nehemías (restauración de Jerusalén)
• Amos y Oseas (ejemplos de profetas menores)
• Jeremías (ejemplo de profeta mayor)
• Eclesiastés (sabiduría)
• Salmos y Proverbios (poesía hebrea)
La perspectiva general del Nuevo Testamento incluye:
Evangelio de Lucas (vida de Jesús)
Hechos de los apóstoles (la iglesia primitiva)
Efesios (introducción a las enseñanzas de Pablo)
I Corintios (la vida en la iglesia)
I Pedro (introducción a Pedro)
I Timoteo (introducción a las epístolas pastorales)
Hebreos (cristología)
Romanos (la teología de Pablo)
Al leer la lista, el estudiante obtiene una noción básica,
así como entendimiento del enfoque de la Biblia. A partir
de ahí, puede llenar los espacios en blanco y completar la
lectura de toda la Biblia.
Por cuestiones prácticas, puede que usted desee
combinar la lectura del Antiguo Testamento con el Nuevo.
2
24 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Le ayudará leer un cierto número de capítulos del Antiguo
Testamento y después leer algunos del Nuevo hasta que
complete el estudio. Martín Lutero recomendaba a sus
estudiantes que se leyeran la Biblia completa cada año
para mantener fresca la idea de unidad a la vez que se
concentraban en un fragmento de la Biblia en particular.
H E R R A M I E N T A S IMPORTANTES
Le recomiendo mucho que utilicen una Biblia de estudio.
U n a buena Biblia de concordancias le ayudará a encontrar
versículos en particular y aumentará la comprensión del
significado de conceptos de gran importancia. Se puede
hacer uso de cintas de audio de la Biblia cuando se esté
conduciendo o en alguna otra ocasión.
El estudio de la Biblia es la experiencia más enriquecedora
que un cristiano puede vivir. La fe comienza y se fortalece
en la Palabra porque es ahí donde nos encontramos con la
mente misma de Dios.
LA ORACIÓN
E
n un pequeño pueblo de Alemania, un
barbero se fue a su barbería temprano en
la mañana. Se llamaba Peter Beskindorf,
mejor conocido como "el maestro Peter". Aquella mañana
se encontraba ocupado, afeitando a uno de sus clientes
habituales cuando un hombre alto entró a la barbería.
Peter reconoció al hombre inmediatamente como un
fugitivo buscado por las autoridades. Y en efecto, había
una recompensa por su cabeza, pero Peter no dijo nada
al respecto. Cuando el maestro Peter terminó con el
cliente, aquel hombre gigantesco se sentó en el sillón y le
pidió que lo afeitara y le cortara el cabello.
Peter complació la petición del visitante y comenzó a
afilar la navaja con el suavizador y a preparar la espuma
para la barba. Empezó a afeitar, presionando el borde
afilado de la navaja sobre el cuello del hombre. Peter
sabía que solo de ejercer una leve presión podía degollar
al hombre y cobrar la recompensa.
Sin embargo, Peter no tenía intenciones de llevar a
cabo una acción tan espeluznante. El conocía al hombre.
Aquella no era la primera vez que visitaba la barbería o
se sentaba en el sillón, Peter no solo conocía al hombre,
sino que lo tenía en gran estima. Más que cliente, el
hombre era amigo de Peter, su mentor y su héroe. El
hombre que se sentó en el sillón de Peter Beskindorf en
la aldea de Wittenberg, Alemania, era Martín Lutero.
Aquel día, mientras afeitaba a Martín Lutero, el
maestro Peter le dijo al gran reformador: "Dr. Lutero,
25
26 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
¿estaría usted dispuesto a enseñarme a orar?" Lutero le
respondió que le encantaría ayudarlo. De hecho, aquel
doctor en teología, siempre tan ocupado, líder de la
Reforma protestante, se retiró a sus habitaciones y escribió
un folleto especialmente para Peter titulado A Simple Way to
Fray [Una manera sencilla de orar].
El folleto de Lutero se centraba en cómo orar. Pero
primero formulemos la siguiente pregunta: "¿Para qué
¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR?
De las tantas respuestas legítimas a dicha pregunta, nos
centraremos particularmente en tres: Primero, porque la
oración es un deber de todo cristiano; segundo, porque la
oración es un privilegio; y tercero, porque la oración es un
poderoso medio de gracia.
LA ORACIÓN COMO UN DEBER
La Biblia nos deja bien claro que el pueblo de Dios está
llamado a ser un pueblo de oración. El Antiguo Testamento
contiene numerosos ejemplos de hombres y mujeres que
oraron con fervor. Pensamos, por ejemplo, en Ana, quien
le rogó al Señor que le diera un hijo:
Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras?
¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu
corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
Y se levantó Ana después que hubo comido y
bebido en Silo; y mientras el sacerdote Eli estaba
sentado en una silla junto a un pilar del templo de
Jehová, ella con amargura de alma oró a Jehová, y
lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová
de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de
LA ORACIÓN
27
tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de
tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo
lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no
pasará navaja sobre su cabeza.
Mientras ella oraba largamente delante de Jehová,
Eli estaba observando la boca de ella. Pero Ana
hablaba en su corazón, y solamente se movían sus
labios, y su voz no se oía; y Eli la tuvo por ebria.
Entonces le dijo Eli: ¿Hasta cuándo estarás ebria?
Digiere tu vino. Y Ana le respondió diciendo: N o ,
señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu;
no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado
mi alma delante de Jehová. No tengas a tu sierva
por una mujer impía; porque por la magnitud de mis
congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
Eli respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel
te otorgue la petición que le has hecho. Y ella dijo:
Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue
la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más
triste. (I S. 1:8-18)
Después que Dios respondió la oración de Ana, ella
volvió a orar, esta vez una oración de agradecimiento. Ello
tiene un parecido extraordinario con la oración que María,
la madre de Jesús, dijo en su Magníficat. (Compare I S.
2:1-10 con Le. 1:46-55.)
La oración de Ana es un sencillo ejemplo de la multitud
de oraciones que aparecen en el Antiguo Testamento.
Los Salmos contienen toda una colección de oraciones
pronunciadas por David y otros muchos. El Nuevo
Testamento también da testimonio de la costumbre de
orar entre los creyentes e incluso —en especial— de Jesús
mismo. Ya que la oración es característica de nuestros
28 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
antecesores bíblicos, también nos sirve a nosotros de
estándar normativo.
Y por encima de los anteriores ejemplos, nos quedan
los mandamientos explícitos dados a nosotros por los
apóstoles y Jesús. El apóstol Pablo con frecuencia anima
a sus lectores a ser diligentes en sus vidas de oración. Por
ejemplo, nos dice:
...gozosos en la esperanza; sufridos en la
tribulación; constantes en la oración. (Ro. 12:12)
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún
tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en
uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia. (I Co. 7:5)
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración
y ruego, con acción de gracias. (Fil. 4:6)
...porque por la palabra de Dios y por la oración
es santificado. (I Ti. 4:5)
Jesús nos dice que oremos siempre y que no nos demos
por vencidos. En la parábola del juez injusto, Él dice:
También les refirió Jesús una parábola sobre la
necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo:
Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios,
ni respetaba a hombre. Había también en aquella
ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme
justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún
tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí:
Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,
LA ORACIÓN
29
sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré
justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote
la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez
injusto. (Le. 18:1-6)
En esta parábola, nuestro Señor habla de algo que
necesitamos hacer (digamos orar siempre). La palabra
necesidad se utiliza para describir una necesidad ética o
moral. Lo que sea que Jesús diga que necesitamos hacer, se
convierte en un deber solemne para nosotros.
LA ORACIÓN COMO UN PRIVILEGIO
La obligación o el deber de orar queda equilibrado por
ser también un privilegio. Cuando Pablo se refirió acerca
de los frutos y consecuencias de nuestra justificación,
escribió: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien
también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual
estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria
de Dios" (Ro. 5:1-2).
En el Antiguo Testamento, la "entrada" a Dios estaba
limitada por la virtud de la separación entre el templo
sagrado y el lugar santísimo. Por supuesto que los creyentes
podían orar, pero se les mantenía a cierta distancia de la
gloriosa presencia de Dios. Solo el sumo sacerdote, una vez
al año, podía entrar al lugar santísimo. Una gruesa pared
llamada muro de la separación protegía la entrada. Pero
cuando crucificaron a Jesús, Jerusalén sufrió un terremoto,
y en el levantamiento, el velo se hizo pedazos. Gracias a
la muerte expiatoria de Cristo, nosotros recibimos nuevo
y libre acceso al Padre. Cristo conquistó para nosotros la
paz con Dios y el final del distanciamiento. Ahora nuestras
30 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
oraciones nos invitan a entrar al lugar santísimo. ¡Qué gran
privilegio!
Cuando entramos, no llegamos como extraños o
extranjeros, sino como hijos privilegiados, adoptados en la
familia de Dios. En el Nuevo Testamento se hace énfasis
en la metáfora de la familia, donde se le llama a la iglesia,
de manera metafórica, la novia de Cristo.
Considere la enseñanza de Pablo en 2 Corintios 11:12: "¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme.
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con
un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a
Cristo".
Luchamos con el término "celo" en la Biblia porque
acostumbramos a pensar en el celo como un pecado, un
pecado ligado a la envidia y la codicia, rasgos impropios
de un cristiano. Sin embargo, las Escrituras describen a
Dios como un Dios "celoso". Cuando en la Biblia aparece
dicha palabra, no lo hace expresando el sentir de que Dios
se muere de envidia de sus criaturas, como si nosotros
fuéramos poseedores de algo que Él no tiene. Él no siente
celos de nosotros; Él es celoso con nosotros. Es decir, Dios se
preocupa indispensablemente por nuestro bienestar. A esto
es a lo que Pablo se refiere cuando dice "celo de Dios".
Pablo siente celo por el bienestar de sus hijos espirituales
debido al compromiso de ellos con Cristo.
Pablo lleva la metáfora del matrimonio aún más lejos
en Efesios 5:22-33. Dicho texto resulta controversial en
nuestros días porque llama a la sumisión de la esposa al
esposo. Pero dejando eso a un lado, el texto sondea la
relación mística entre Cristo y su novia, la Iglesia. Dicha
relación ha estado relacionada históricamente a lo que el
credo apostólico llama la "comunión de los santos".
LA ORACIÓN
31
El cristianismo no es un ejercicio de misticismo. El
objetivo común de las religiones místicas es alcanzar la
unidad con Dios. Dicho deseo se expresa a menudo en
términos de ser "uno con el universo" (o algún otro objeto).
La finalidad consiste en que la identidad del individuo se
funda con el todo, como una gota de agua que cae en el
océano y que ya no podrá distinguirse jamás del océano.
Tal misticismo es diametralmente opuesto al
cristianismo. La fe cristiana jamás considera nuestro
objetivo el convertirnos en Dios o perder nuestra identidad
individual al ser absorbidos por Dios. La finalidad del
crecimiento espiritual no es la clase de unión con Dios
que destruye nuestra personalidad. Por el contrario, es
una unión espiritual especial en la cual tiene lugar la rica
comunión.
La oración y la comunión espiritual están ligadas de
la siguiente manera: La palabra comunión está compuesta
por el prefijo "com", que sencillamente significa "con" y
la raíz unión. En la comunión experimentamos una unión
como la que se vive en el matrimonio, la cual nos ofrece
el nivel más cercano que una relación pueda alcanzar
entre dos personas. La Biblia nos habla de matrimonio
como una experiencia en la que dos se convierten en uno.
En este tipo de unidad, las dos personas no pierden sus
identidades individuales. Más bien, experimentan un nivel
de interacción que convierte la unidad espiritual en un
vínculo.
El Nuevo Testamento plantea con frecuencia que en la
conversión, por la obra del Espíritu Santo, pasamos a ser
"en Cristo". También nos enseña que Cristo habita dentro de
su pueblo, de manera que cada cristiano está "en Cristo" y
Cristo está "en" cada cristiano.
32 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
En el N u e v o Testamento, que originalmente se escribió
en griego, ocurre una mutación lingüística que no se
advierte en una traducción al español. Cuando la Biblia
nos llama a creer en Cristo, la palabra griega para en es eis.
Literalmente, este término significa "dentro". Si usted se
encuentra afuera de una habitación y quiere entrar, tienen
que atravesar alguna puerta u otro medio de acceso para
lograrlo. Dicha transición es pasar dentro. Una vez lograda la
transición, ya usted no se encontrará fuera de la habitación,
sino dentro de ella. La palabra en griego para ello es en.
En los términos del Nuevo Testamento, nosotros
estamos "en Cristo" porque por fe hemos pasado adentro
de Él y Él ha pasado adentro de nosotros. Ese es el más
glorioso de todos los matrimonios, el matrimonio resultado
de la unión del alma con Cristo.
Nuestra unión con Cristo constituye la base para la
unión unos con otros. Si yo estoy en Cristo y Él está en mí,
y usted también está en Cristo y Él está en usted, entonces
es obvio que ambos estamos unidos a Cristo. Todos los
que están unidos a Cristo también están unidos entre sí.
Es por esto que a la iglesia se le llama el cuerpo místico de
Cristo y la comunión de los santos.
A pesar de lo maravillosa que es la comunión de los
santos, no es digna de compararse con la comunión con
Cristo. Dicha comunión con Él es la base para nuestra
comunicación con El en la oración.
Las personas con problemas matrimoniales presentan
con frecuencia problemas en la comunicación. Una esposa
podría decir: "Mi esposo ya ni me habla". Cuando hay
problemas de comunicación, falla la comunión básica entre
dos personas.
LA ORACIÓN
33
Los matrimonios usualmente no comienzan así. Con
frecuencia, las parejas se comunican bien durante el cortejo.
Mi esposa y yo estuvimos de novios más de ocho años
antes de casarnos. Durante seis de dichos años asistimos a
diferentes escuelas. Yo le hacía llamadas de larga distancia
todos los días y le escribía una carta cada noche. Ella
también me escribía todos los días. Queríamos mantener
una comunicación estrecha. Yo no hacía aquellas llamadas
o escribía las cartas por obligación, sino por deseo. Nuestras
cartas no eran periódicos; eran cartas de amor. Eso es la
oración: Comunicación entre los que tienen una relación
de amor con Cristo. Que gran privilegio tenemos.
LA ORACIÓN ES UN MEDIO DE GRACIA
Oramos no solo porque es nuestro deber y privilegio,
sino también porque la oración es un poderoso medio de
gracia. Es decir, Dios utiliza la oración para hacer que su
voluntad se cumpla.
¿Puede la oración cambiar las cosas? Tenemos que
responder con un sí rotundo. La oración nos cambia a
nosotros y cambia las cosas. Santiago 5:13-18 nos enseña
que:
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga
oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está
alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos
de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite
en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará
al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere
cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos
vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros,
para que seáis sanados. La oración eficaz del justo
puede mucho. Elias era hombre sujeto a pasiones
34 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para
que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres
años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia,
y la tierra produjo su fruto.
El pasaje anterior nos enseña que "la oración eficaz del
justo puede mucho". "Puede mucho" significa tener un efecto
significativo. La oración es eficaz. Tiene verdadero poder.
El poder de la oración es un medio que Dios utiliza
para' que sus fines se cumplan. Al igual que Dios utiliza
la predicación del evangelio como el poder de salvación,
asimismo utiliza el poder de la oración para llevar a cabo la
redención. Nuestras oraciones no pueden obligar a Dios a
hacer nada, pero Él las utiliza como su propio instrumento
para llevar a cabo su voluntad.
Mónica fue la madre de San Agustín. Mónica era una
cristiana devota y se encontraba profundamente afligida a
causa de su hijo díscolo, quien era un joven no convertido y
desenfrenado en el pecado. Mónica oraba con lágrimas día
tras día por la conversión de su hijo. En una ocasión, ella
visitó a su pastor, el famoso obispo Ambrosio de Milán, en
busca de consuelo y cierta seguridad de que sus oraciones
no eran en vano. Ambrosio intentó consolarla con una
pregunta retórica: "Mónica, ¿hay alguna posibilidad de
que se pierda a un hijo por el cual se han derramado tantas
lágrimas?"
Ambrosio esperaba que la respuesta fuera: "No". Él
asumió que cualquier hijo por quien su madre orara tan
fielmente de seguro terminaría entrando en estado de
gracia. Yo no estoy de acuerdo. Las oraciones llenas de
lágrimas de una madre afligida no garantizan la conversión
del hijo, aunque las probabilidades de que ocurra son
LA ORACIÓN
35
altas. Al menos son tan altas que podemos encontrar gran
consuelo en esto. Puede que yo predique con gran pasión
y lágrimas y sin embargo, nadie se convierta. Pero sé que
finalmente, la Palabra de Dios no regresará a Él vacía,
y de la misma manera, las oraciones de su pueblo no se
desperdician nunca. Las oraciones surten efecto, y esto es
un tremendo incentivo para orar.
¿ C Ó M O DEBEMOS ORAR?
Recordemos que la petición que el maestro Peter le hizo
a Martín Lutero no fue que le enseñara para qué orar, sino
cómo orar. Esa es la cuestión más importante. A menudo,
pastores y maestros exhortan a congregaciones enteras
a actuar de cierta manera porque ese es su deber, pero
olvidan enseñarles como hacerlo.
La cuestión del cómo es lo que motivó a los discípulos a
pedirle a Jesús que los enseñara a orar. Es obvio que ellos
habían notado una relación entre el extraordinario poder
de Jesús y su vida de oración. Jesús respondió a su petición
dándoles, y dándonos, lo que llamamos el padrenuestro:
Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y
cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor,
enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus
discípulos. Y les dijo: Cuando oréis, decid:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como
en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro
de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros
pecados, porque también nosotros perdonamos a
todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación,
mas líbranos del mal. (Le. 11:1-4)
LA ORACIÓN
36 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
UN MODELO PARA LA ORACIÓN
El padrenuestro es un modelo. No solo nos brinda una
oración para orar, sino también un patrón a seguir en la
oración. Tome en cuenta, por ejemplo, la primera frase. La
oración comienza dirigiéndose de manera personal a Dios,
donde se le llama "Padre". Esto constituyó algo radical en
la época de Jesús ya que los judíos no se dirigían a Dios
como "Padre". Y Jesús, además de llamarlo constantemente
"Padre", nos invita a que hagamos lo mismo.
La primera petición es que el nombre de Dios sea
considerado sagrado. A partir de ahí, Jesús pasa a pedir que
el reino de Dios triunfe. Debemos orar porque ese reino
venga a nosotros y se haga la voluntad de Dios en la tierra
como en el cielo.
A menudo me pregunto si existe alguna relación lógica
entre la primera petición del padrenuestro y las dos
siguientes. Si es así, significa que hasta que el nombre de
Dios no sea considerado sagrado, no podremos esperar
que su reino venga a nosotros ni que su voluntad se haga
en la tierra como en el cielo, donde Dios está rodeado de
serafines que cantan sin cesar: "Santo, santo, santo".
Por consiguiente, debemos comenzar nuestras oraciones
haciendo en reverencia ante nuestro Dios, reconociéndolo
como nuestro amoroso Padre celestial.
CENTRARSE EN EL REINO
Al igual que el padrenuestro hace énfasis en el reino de
Dios y su gloria, nuestras oraciones deben hacerlo también.
Esto significa orar por encima de las circunstancias y de
nuestras necesidades, considerando todos los aspectos y
orando que la obra de Dios se haga en el resto del mundo.
Hace poco tiempo, Archie Parrish condujo un seminario
en nuestra iglesia, durante el cual nos agrupó en "cinco
37
equipos". Cada equipo formado por cuatro personas que se
ven a menudo para alentarse mutuamente en la disciplina
de la oración. Durante los primeros tres meses, cada
equipo acordaría orar quince minutos cada día. En los
segundos tres meses, el tiempo diario que se le dedica a la
oración aumentaría a treinta minutos. Cada tres meses el
tiempo aumentaría quince minutos hasta que los guerreros
de la oración lleguen a orar sesenta minutos diarios.
Actualmente contamos con más de sesenta personas en
nuestra congregación poniendo el plan en práctica.
Además, todos los miembros de la congregación
prometieron orar por mi familia y por mí en cada comida.
Para mí es una bendición extraordinaria, como lo sería
para cualquier pastor: Recibir el apoyo que tanta oración
de la congregación me brinda. Creo que una iglesia donde
se ora siempre será una iglesia eficaz.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
A manera de guía práctica para esta empresa de orar,
Archie publicó un pequeño folleto en que comenta la
obra de Lutero A Simple Way to Pray [Una manera sencilla
de orar], Este pequeño libro, más que ninguna otra cosa
con que me he tropezado, ha cambiado mi forma de
orar. Lutero sugirió al maestro Peter que todos los días
dedicara un tiempo a la oración. Ya que las presiones con
frecuencia amenazan con afectar el tiempo que dedicamos
a la oración, ayuda tener un horario establecido al respecto.
Lutero también le sugirió, como hacía Jesús, que fuera a un
lugar tranquilo, donde le fuera fácil concentrarse. Lutero le
dijo: "La oración es como tu trabajo de barbero. Lo menos
que quiero es que tengas la cabeza" en otra parte cuando
tengo la cara llena de espuma y tú ya has sacado la navaja
38 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
y has comenzado a afeitarme. No quiero que pienses en las
musarañas, no sea que termines degollándome".
Tal vez la sugerencia más útil que extraje del folleto
de Lutero es la de orar "por medio" de tres cosas: El
padrenuestro, los Diez Mandamientos y el credo apostólico.
Hay una diferencia importante entre orar el padrenuestro,
por ejemplo, y orar por medio del padrenuestro. Orar por
medio del padrenuestro es centrar la atención durante un
tiempo en cada una de las peticiones. Por ejemplo, en vez
de simplemente orar: "Santificado sea tu nombre", podría
decirse: "¡Ay, Señor!, vivimos en una época en que se
reverencia y se honra tu nombre, pero también se profana.
H a z que tu gloria sea latente para que nadie piense siquiera
en arrastrar tu nombre por el lodo o en tratarlo como algo
común y trivial. Deja que quede en nuestros labios y en
nuestro corazón como muestra de nuestra adoración por
ti. Dame gracia para siempre respetar tu sagrado nombre
en mi corazón y con mis labios".
De la misma manera continuamos orando por las cosas
que aparecen en el padrenuestro, los Diez Mandamientos
y el credo apostólico. Oramos que no caeremos en alguna
forma de idolatría al poner a otros dioses antes que a Él.
En el credo, exaltamos la majestuosidad del que "hizo
los cielos y la tierra". Esos tres elementos nos brindan un
apoyo eficaz para nuestras oraciones.
Por lo general, las personas eluden la idea de pasarse
toda una hora en oración. La cuestión está en no ser rígidos
cronometrando el tiempo que dedicamos a la oración ni
sentirnos culpables si no podemos orar. Lutero dijo que
hubo veces en las que las preocupaciones del día lo habían
acosado tanto que sencillamente ponía la cabeza en la
almohada al final del día, oraba el padrenuestro, recitaba
los Diez Mandamientos y el credo, y se dormía.
LA ORACIÓN
39
Otra forma sencilla de estructurar una oración es
utilizando las iniciales ACAS. Las letras significan:
Adoración, Confesión, Agradecimiento y Súplica. Yo utilizo dicha
estructura para las oraciones pastorales en la iglesia. N o s
mantiene centrados en los elementos vitales que toda
oración debe tener. Muy a menudo, las oraciones se limitan
a apelaciones personales por cualquier bendición que
quisiéramos recibir de Dios, o a peticiones por nuestros
amigos y parientes. Esto lo aprendemos a muy temprana
edad, cuando oramos: "Dios, bendice a mami y a papi, a mi
hermana, a mi hermano, a abuelita...", y otras semejantes.
Claro que es bueno orar por la familia, los amigos y todo el
que lo necesite, pero tenemos que entender que la oración
es más que súplica e intercesión.
Confieso que me sorprendió la respuesta que Jesús dio a
sus discípulos cuando le pidieron que los enseñara a orar.
Yo esperaba que Él dijera algo así: "Si quieres dominar
el arte de la oración, estudia los Salmos —oraciones
inspiradas por el Espíritu S a n t o — a fondo". O pudo
haberles orientado las oraciones ya recogidas de santos
como Ana o Nehemías. En su lugar, les dio un modelo
para comunicarse con Dios que ha inspirado, consolado y
fortalecido a los cristianos por miles de años.
Ya sea que utilicemos como modelo el padrenuestro,
los Diez Mandamientos, el credo apostólico, ACAS o
cualquier otra cosa en general, lo importante es que oremos.
En lo personal, yo siempre le estaré agradecido a aquel
barbero de Wittenberg por haberse atrevido a pedirle al
Dr. Martín Lutero que lo enseñara a orar. Gracias a su
petición y a la sencilla respuesta de Lutero, multitudes han
alcanzado una más profunda vida de oración.
3
LA ADORACIÓN
E
1 padre de los dos chicos estaba muy
orgulloso. Una cosa es que uno de tus
hijos siga tus pasos, y otra muy diferente
es que lo hagan dos. El padre era pastor, y ahora veía la
ordenación de sus hijos al mismo ministerio.
Los jóvenes pastores eran celosos con su trabajo.
Decidieron experimentar, agregar algo nuevo al culto de
adoración. Lo que sucedió distó mucho de lo que ellos
esperaban. Dios no solo desaprobó las innovaciones,
sino que mostró su desaprobación matándolos a los dos
en el acto. Este terrible acontecimiento está registrado
en Levítico 10:1-3:
Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada
uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre
el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de
Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y
salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y
murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés
a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo:
En los que a mí se acercan me
santificaré,
y en presencia de todo el pueblo seré
glorificado.
Y Aarón calló.
40
LA
ADORACION
41
Este nefasto episodio de la historia del antiguo Israel
deja algo bien claro: La adoración del Dios vivo es algo muy serio.
No es algo con lo que se pueda jugar o tomar a la ligera.
Dios toma muy en serio la manera en que lo adoramos, y
nosotros también debemos tomarlo del mismo modo.
En la década de los años 20, Babe Ruth fue invitado a
ir a Londres a visitar al rey de Inglaterra. Como parte de
los preparativos para la audiencia con el rey, Ruth recibió
instrucciones acerca del protocolo de la corte. Le explicaron
qué pasos seguir cuando lo condujeran ante la presencia de
su majestad. Después de todos los consejos y la preparación,
cuando llegó la hora, Babe Ruth avanzó y sencillamente
dijo: "¿Qué tal, rey?", desatando prácticamente una crisis
diplomática.
Yo tuve un choque cultural cuando me alisté en la
Universidad Libre de Ámsterdam, en Holanda y asistí a
mi primera clase con el profesor G. C. Berkouwer. El Dr.
Berkouwer entró por la puerta lateral e inmediatamente
todos los estudiantes se pusieron de pie. Caminó en
dirección al podium, asintió y los estudiantes se sentaron.
Abrió su libreta y procedió a dar la conferencia sin
interrupciones. Ni un estudiante se atrevió a levantar la
mano para hacer una pregunta. Al final de la conferencia,
cerró el libro y se volvió en dirección a la puerta. Al mismo
tiempo, los estudiantes se volvieron a poner de pie mientras
él salía. Así mostraban las personas respeto al clero o los
profesores.
Jamás olvidaré la vergüenza que pasé en un día
inusualmente caluroso. Estaba sentado hacia el final del
anfiteatro. Tenía tanto calor que me quité el sobretodo.
(Siempre teníamos que vestirnos con sobretodo y corbata.)
Me quité la chaqueta y las puse en el borde de la silla,
42 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
momento en que el Dr. Berkouwer se detuvo en medio
de una oración, me miró fijamente y me dijo: "Por favor,
¿podría el norteamericano volverse a poner el sobretodo?"
Aún no me conocía, pero sabía que tenía que ser
estadounidense. Solamente un estadounidense se hubiera
atrevido a insultarlo quitándose el sobretodo en presencia
del profesor.
Esto es algo de lo que tenemos que estar alertas en nuestra
cultura. Nosotros proclamamos nuestra independencia
de la monarquía y mostramos muy poco respeto por los
soberanos. No sabemos mucho acerca de rendir homenaje.
No conocemos el "protocolo de la corte", en particular
cuando estamos en presencia de nuestro Rey.
E N ESPÍRITU Y E N VERDAD
Nuevamente recordamos la conversación que sostuvo
Jesús con la mujer en un pozo de Sicar, cuando hablaron
de dónde había que adorar a Dios (Jn. 4). Jesús dijo que
la hora había llegado y que ahora era cuando había que
adorar a Dios en espíritu y en verdad. Cuando Jesús dice que
el verdadero adorador debe adorar a Dios en espíritu y en
verdad, está obviamente haciendo una distinción entre
adoración verdadera y adorzciónfalsa.
La mujer estaba preocupada acerca del lugar donde
adorar, pero Jesús le dijo que Dios es omnipresente, por lo
tanto podemos adorarlo en cualquier parte. El problema
al que Jesús se refiere es que a veces las personas muestran
su adoración de manera física, pero para nada la sienten de
manera espiritual. Jesús dice que Dios se siente complacido
con las personas que lo adoran con todo su corazón y con
quienes se deleitan en honrar a Dios con adoración sincera,
de corazón.
LA ADORACIÓN
43
El salmista dice: "Yo me alegré con los que me decían:
A la casa de Jehová iremos" (Sal. 122:1). La adoración
espiritual la ofrecen las personas que se deleitan en honrar
a Dios, en orar a Dios, en escuchar a Dios con toda su
mente ocupada en la Palabra de Dios.
La adoración que Dios encuentra complaciente y
aceptable es la que se ofrece en verdad. Vivimos en una época
que menosprecia la importancia de la verdad y que hace
énfasis en la camaradería y las experiencias emocionales.
La verdad significa dirigirse a quién Dios es realmente, y
Dios se revela en mayor grado en Jesús, quien dijo: "Yo soy
la verdad" (vea Jn. 14:6). ¿Cómo puede alguien decir que
ama a Dios pero que no le interesa la verdad? Escucho a
personas decir: "Las doctrinas nos dividen". Por supuesto
que las doctrinas nos dividen, pero también nos unen.
Une a los que aman la verdad, los que aman la verdad
de Dios, los que están dispuestos a adorarlo de acuerdo
con la verdad. Dios quiere que las personas lo adoren con
el corazón y con una mente que sepa quién es Él por su
Palabra.
A lo largo de las Escrituras, Dios nos ordena que
nos presentemos ante Él, que nos acerquemos a El. Por
eso adoramos. Es un privilegio increíble. Y también es
la primera consecuencia de nuestra justificación. Según
Romanos 5:1-2: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz
para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por
quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la
gloria de Dios".
Ahora, se le permite a todo cristiano presentarse ante
Dios mismo. Ya no hay pared que lo, separe. Ya no es solo
44 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
el sumo sacerdote el que puede ir una vez al año después
de un complicado ritual de limpieza. Todos los creyentes
están invitados ahora a acercarse a la inmediata presencia
de Dios. No tenemos que ser sacerdotes para esto. Y no
es solo eso, Hebreos 4:16 dice que podemos acercarnos
confiadamente ante su presencia.
Pero existe una diferencia entre acercarnos confiadamente
ante la presencia de Dios y acercarnos con arrogancia.
Cuando nos presentamos confiadamente y nos acercamos
a Él, debemos recordar siempre que debemos tratarlo como
sagrado. Jesús habló a sus discípulos acerca de su generación:
"Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está
lejos de mí". Lo que Jesús quiso decir es que cuando nos
acercamos a El que es santo, este reconocimiento no puede
ser solo de labios, tiene que ser del corazón.
LA ADORACIÓN
45
el pueblo sobre el monte de Sinaí" (Éx. I 9 : I I b ) . Eso es
anuncio raro. Si yo dijera a mi congregación que dentro
de tres días Dios se va a hacer visible y ellos supieran que
es cierto, y Dios quisiera que lavaran sus ropas para la
ocasión, estoy seguro de que lo harían.
...porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de
todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. Y señalarás
término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos,
no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera
que tocare el monte, de seguro morirá. No lo tocará
mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal
o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la
bocina, subirán al monte. Y descendió Moisés del
monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus
vestidos. ( I 9 : I I b - I 4 )
L A PREPARACIÓN
Recordemos las asombrosas circunstancias de la entrega
de la ley en Éxodo 19. Dios llamó al pueblo a preparase
para presentarse ante Él o acercarse a su presencia, pero no
de hecho en la montaña dónde Él hablaría con Moisés.
Éxodo 19:10 plantea: "Y Jehová dijo a Moisés: Ve al
pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos".
Dijo: Quiero que el pueblo, antes de que se acerque a mí,
esté listo para acercarse a mí, se prepare para acercarse a mí.
El culto de nuestra iglesia comienza a las diez y treinta
de la mañana. A las diez y veinte apagamos las luces y
comienza en preludio. Esa es nuestra señal para que todos
se preparen para adorar. Dios dio dos días a Israel para
que estuviera listo, para que se preparara. Él les exigió que
lavaran las ropas, que estuvieran listos para el tercer día.
"...porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo
Entonces, en el versículo 16 podemos leer:
Aconteció que al tercer día, cuando vino la
mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa
nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte;
y se estremeció todo el pueblo que estaba en el
campamento.
Cuando sonó la trompeta y llegó el momento de acercarse,
todos en el campamento temblaron. Desdichadamente,
así no es como algunas personas adoran ya. Muchos han
olvidado cómo temblar ante Él, no lo consideran sagrado.
Los versículos 17 al 22 continúan:
Y Moisés sacó del campamento al pueblo para
recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.
Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había
46 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el
humo de un horno, y todo el monte se estremecía en
gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando
en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con
voz tronante. Y descendió Jehová sobre el monte
Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a
Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al
pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová,
porque caerá multitud de ellos. Y también que se
santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová,
para que Jehová no haga en ellos estrago.
Una y otra vez Dios invita a las personas: "Vengan...
acérquense... Pero los que se me acerquen me considerarán sagrado.
Que vengan los sacerdotes, pero solo después que se hayan
consagrado, solo después que se hayan preparado para
estar ante mi presencia".
Finalmente, echemos una ojeada a las instrucciones
parecidas que aparecen en el Nuevo Testamento, en
Hebreos 10:19: "Así que, hermanos, teniendo libertad para
entrar en el Lugar Santísimo...", no solo al Lugar Santo,
sino al Lugar Santísimo, ".. .teniendo libertad para entrar
en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el
camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo..."
El velo al que se hace referencia y que consagraba el acceso
a Dios no es el velo que colgaba en el templo. El velo que
colgaba en el templo era el que ocultaba la gloria de Dios
de los humanos. Pero el día de la crucifixión de Cristo, el
velo del templo se rompió y la carne de Cristo pasó a ser el
velo que escondía su gloria divina, la gloria que irrumpió
en el monte de la transfiguración, cuando la gloria de Jesús
LA ADORACIÓN
47
no pudo ser contenida dentro de su carne. A eso se refirió
Pedro cuando dijo: "...habiendo visto con nuestros propios
ojos su majestad... cuando estábamos con él en el monte
santo" (2 P. I:I6b, I8b).
Cristo "nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero" (He. I0:20b-22a).
En Israel, la obra del sumo sacerdote hizo posible que
las personas fueran limpiadas y se acercaran al lugar de
la reunión en el tabernáculo y más tarde en el templo.
Pero ahora tenemos a un Sumo Sacerdote que no solo
va al tabernáculo terrenal, sino que ha entrado en el
tabernáculo celestial. Se presenta ante el Padre mismo, por
nosotros, como Mediador nuestro, como nuestro Sumo
Sacerdote. Gracias que lo tenemos a Él, a nuestro propio
Sumo Sacerdote en la Casa de Dios, "acerquémonos con
corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados
los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos
con agua pura" (10:22).
Nadie quiere presentarse ante Dios sin tener la
conciencia limpia. El pecado es una de las razones por
las que queremos mantenernos alejados a una distancia
prudencial de Él. Es tan antigua como el Huerto del Edén.
Después de aquella primera trasgresión, cuando Dios entró
al Huerto, lo último que Adán y Eva querían experimentar
era la cercanía de Él. En vez de correr hacia Él a saludarlo y
abrazarlo como habían hecho antes, corrieron a esconderse.
Buscaron cubierta para evitar la cercanía de Dios.
Sin embargo, el Nuevo Testamento nos dice que nos
acerquemos a Él con fe firme, con toda confianza porque
tenemos la conciencia limpia. Pero si no estamos al día con
48 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Dios, no nos sentiremos cómodos al acercarnos a Él. Todo
cristiano lo experimenta.
Pero ya hemos ".. .purificado los corazones de
mala conciencia, y lavado los cuerpos con agua pura.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió" (He. I0:22b23). Leemos la ley y esta nos condena. Pero la ley también
señala al evangelio. Aunque en la mente de cada uno de
nosotros resulta fácil entender el evangelio, no es fácil creer
que realmente somos justificados ante los ojos de Dios gracias
a la justicia de Cristo solamente. El nos cubre con el manto
de su justicia, así su perfección cubre nuestros pecados. Esto es
lo que nos permite estar en presencia de Dios. De otra
manera, Dios no quisiera ni vernos.
LA
CONGREGACIÓN
Hebreos 10:24-25 continúa de la siguiente manera: "Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor
y a las buenas obras" —preste atención— "no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre..."
Algunos cristianos no cumplen en congregarse, en reunirse
en la comunión de los santos. Las encuestas arrojan que
en un domingo cualquiera en las iglesias más fervientes
de los Estados Unidos se ausenta al menos el veinticinco
por ciento de la congregación. Parte de ellos a causa de
enfermedades, otros porque se encuentran de vacaciones o
fuera de la ciudad. Pero también sucede porque a veces las
personas no tienen ganas de ir.
Si no tenemos deseos de ir a la iglesia, tenemos que ir de
todas maneras. Es un privilegio acercarnos a Dios y adorarlo
junto a otros creyentes, pero también constituye un deber
sagrado. Sería completamente negligente si no le dijera que
LA ADORACIÓN
49
Dios toma la adoración muy, muy en serio. Hemos recibido
la advertencia para que no incumplamos con nuestras
reuniones. Así que si al levantarnos no tenemos deseos de ir
a la iglesia y preferimos irnos a la playa, debemos decirnos
a nosotros mismos: "Un momento, si yo hago esto, estoy
incumpliendo con el Dios que redimió mi alma del fondo
del pozo. Me voy a la iglesia". Probablemente ese sea el día
en que Dios derrame su gracia sobre nosotros.
L A EXHORTACIÓN
El pasaje también dice: "...sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca" (v. 25b).
Exhortarse los unos a los otros, darse aliento los unos
a los otros. He ahí la clara advertencia de las Escrituras.
Y nuevamente tenemos dos caras de una misma moneda:
Acércate, dice Dios. Acércate a mí y yo me acercaré a ti.
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío
su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
(Is. 55:6-7)
Cuando vamos a la iglesia el domingo por la mañana,
disfrutamos de la comunión. Nos beneficiamos del aliento
que recibimos al estar con amigos que oran por nosotros,
que también se encuentran en un peregrinaje espiritual.
En el Nuevo Testamento, la comunión formaba parte
importante de los domingos para los cristianos. Pero la
razón primera para estar en la iglesia es adorar al Dios vivo,
por esto nuestro sentir debe ser de reverencia y adoración
para con su majestad trascendental. Aquí no hay nada
50 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
común. Atravesamos la puerta. Pasamos por debajo del
umbral. Llegamos ante su presencia. Sabemos que Dios
no está restringido al edificio, pero ese es un momento
sagrado que Dios ha apartado y lo ha declarado hora santa
de visita entre El y su pueblo. Nos presentamos ante su
magnífica presencia. Por un rato, dejamos a un lado las
preocupaciones de este mundo y nos centramos en Dios. El
púlpito no es lugar para la psicología popular. El púlpito
es un lugar donde se proclama la Palabra de Dios, no la
opinión del pastor. Las personas van a escuchar la Palabra
de Dios. Es responsabilidad del pastor asegurarse que lo
que se escuche desde púlpito sea la Palabra de Dios. Ahí
está la fuerza. Ahí está la verdad. Eso es lo que con tanta
desesperación todos necesitamos escuchar, y más de una
vez por semana. Así que, vamos a escuchar y a reaccionar
de manera que honremos a Dios, de manera que honremos
su Majestad, de manera que las personas sientan que están
en presencia de El Santo.
L A GLORIFICACIÓN
El principio que trasciende las épocas es que lo que
hacemos los domingos por la mañana debe contribuir al
sentimiento de la insuperable majestad de Dios. ".. .Y en
presencia de todo el pueblo seré glorificado" (Lv. I0:3b). La
palabra gloria en el Antiguo Testamento es la palabra hebrea
kabod. Su raíz significa exactamente "aquello que pesa".
Kabod se refiere al peso de Dios, su dignidad trascendental
y eterna, que exige respeto inmediato y homenaje de cada
una de las criaturas. Nadie debe estar en presencia del
Dios de gloria de manera irrespetuosa y arrogante. Si en
verdad comprendemos quién es Dios y que estamos en su
presencia, nos postraremos hasta el suelo cuando estemos
LA
ADORACIÓN
51
ante Él, brindándole así el honor y la magnificencia que Él
se merece.
Aquí hablamos del Dios soberano del universo, ante el
cual las naciones tiemblan. Si no aprendemos a honrarlo
ahora, ciertamente temblaremos luego ante Él. La lección
de Nadab y Abiú debe llevarnos a reflexionar de manera
seria y cuidadosa acerca de cómo adoramos a Dios.
Dios quiere que las personas lo adoren con el corazón
y con una mente que sepa quién es Él por su Palabra.
La adoración que honra a Dios debe ser en espíritu y en
verdad.
4
EL SERVICIO
iene noventa y ocho años, a punto de
sobrepasar la marca de la centuria.
Durante años, mi suegra ha hecho
reír a nuestra familia con divertidas anécdotas acerca
de la vida en una granja en la región central de los
Estados Unidos antes de que existieran los automóviles,
los aviones, la electricidad y antes de que la plomería
estuviera dentro de las viviendas. Sus historias, contadas
con una cara sonriente y ojos refulgentes, cautivan a
mis nietos con una vida que a ellos les parece de otro
planeta. Trineos tirados por el caballo de la familia,
visitas al excusado en medio de la noche, sin televisión,
ni radio, ni computadora.
T
Pero ya las historias cesaron. La cara es ahora pálida y
sombría. El brillo ya ha abandonado sus ojos. Múltiples
isquemias temporales y una trombosis cerebral la han
convertido en la sombra de la que solía ser. Todavía
es "abuelita", pero ahora son quienes la cuidan las
veinticuatro horas del día los que dirigen su vida. Vive
en nuestra casa. Todavía se sienta con nosotros a la mesa,
pero no puede alimentarse por sí misma. La mayoría de
sus palabras son incoherentes.
Resulta triste ver como se debilita día tras día.
Aunque es alentador ver el cariño y la ternura que recibe
del personal que la cuida. Dos de ellos escuchan mi
programa radial, Renewíng the Mind [Renovar la mente].
Ambas mujeres son encantadoras. Me contaron que la
52
EL SERVICIO
53
fe cristiana tenía un efecto positivo en su labor, porque
cuidar enfermos es un verdadero ministerio. Mientras las
observaba atender minuciosamente las necesidades de mi
suegra día tras día, me di cuenta de que estaba presenciando
un modelo de servicio bíblico en acción.
Las cinco acciones que estamos viendo en el presente
libro son todas medios de gracia. Un medio de gracia es un
instrumento que Dios utiliza para fortalecernos y cuidarnos
a medida que crecemos conforme a Cristo. No siempre
pensamos en el servicio como medio de gracia, sino que
crecemos en la medida en que servimos. Mientras más seamos
capaces de servir en el reino de Dios, más nos pareceremos
a Cristo. Igual pasa con quienes cuidan enfermos sin recibir
remuneración. Yo podía ver lo que estar en una profesión
que es un ministerio de servicio estaba haciendo por su
crecimiento cristiano. Todos los creyentes están llamados
a ser siervos de Dios. No tenemos que ser necesariamente
siervos profesionales o siervos asalariados, pero cada uno de
nosotros debe involucrarse en algún tipo de servicio a
Dios y a su pueblo. Una de las vías para servir a Dios es
servir a su pueblo. Dicho tema aparece a lo largo de las
Escrituras.
Piense por un minuto acerca de los primeros ejemplos
al respecto que aparecen en el Antiguo Testamento, el
éxodo. La historia de Éxodo comienza con el pueblo de
Israel formando la servidumbre de un amo extranjero.
Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey
que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí,
el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte
que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él,
para que no se multiplique, y acontezca que viniendo
54 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
guerra, él también se una a nuestros enemigos y
pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces
pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los
molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón
las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. Pero
cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban
y crecían, de manera que los egipcios temían a los
hijos de Israel. Y los egipcios hicieron servir a los
hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con
dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en
toda labor del campo y en todo su servicio, al cual
los obligaban con rigor. (Ex. 1:8-14)
Se nos dice que cuando Dios se apareció ante Moisés, le
dijo: ".. .He escuchado el clamor de mi pueblo..." y quiero
que vayas donde Faraón y le digas a Faraón que yo digo que
deje ir a mi pueblo.
Esta historia resulta bastante irónica. La acción
redentora de Dios comienza cuando Él escucha el clamor
de su pueblo quejándose por el peso de la esclavitud que le
impuso el cruel tirano, el Faraón de Egipto.
Sin embargo, Dios hizo más que solo escuchar el
clamor, emprendió acción para liberarlos de Faraón. Se
apareció ante Moisés en la zarza ardiente, llamándolo a
hacer frente a Faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel.
Ponga atención a las palabras de Dios:
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de
mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor
a causa de sus exactores; pues he conocido sus
angustias, y he descendido para librarlos de mano
de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una
tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel,
EL SERVICIO
55
a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del
ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de
los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también
he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para
que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo
para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos
de Israel? (Éx. 3:7-11)
La ironía es la siguiente: Vemos de qué Dios redime a su
pueblo, pero no pase por alto para qué Dios lo redime. Él
saca a su pueblo de Egipto, lo libra de la esclavitud, pero
no para que fueran autónomos o para que hicieran lo que
les viniera en gana. Él saca a su pueblo de Egipto para que
sirvan a Dios:
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y
esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando
hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios
sobre este monte. (Éx. 3:12)
Los israelitas fueron llamados a dejar de servir a Faraón
para comenzar a servir a Dios. El verdadero sentido del libro
de Éxodo del Antiguo Testamento es funcionar como una
figura para prepararnos para el último éxodo que se lleva
a cabo en el Nuevo Testamento por medio de nuestro
Salvador, Jesús. Cristo viene no a sacarnos de Egipto, sino
a liberarnos del yugo de Satanás. Sin embargo, cuando
Cristo nos libera de dicho yugo, experimentamos un
cambio de señor. Entonces, Él nos llama a ser sus siervos.
Tenemos que ser siervos en cierto sentido. El único
problema es ¿de quién? Jesús mismo dijo: "Ninguno puede
56 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
servir a dos señores" (vea M t . 6:24). Podemos servir a
Satanás, podemos servir a los intereses de este mundo, o
podemos servir al Dios vivo y ser siervos de Cristo. Es
extraordinario que la descripción preferida de Pablo para
sí mismo es doulos o esclavo — alguien a quien se compra
por un precio — y nos dice que no somos nuestros dueños,
sino que fuimos "comprados por precio" (I Co. 6:20).
Pertenecemos a aquel que pagó por nosotros, que nos
redimió, y ahora se nos llama a servirle.
El concepto de servir está profundamente arraigado
en el Antiguo Testamento. Lo vemos en la conmovedora
historia sobre lo que sucedió en Siquem en la postrimería
de la vida de Josué. Reunió al pueblo a fin de que renovaran
su juramento al pacto que habían hecho con Dios. Josué
24:14 dice: "Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con
integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses
a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río
y en Egipto; y servid a Jehová". El le dio al pueblo este
mandato: "Han estado sirviendo a las cosas equivocadas:
Las deidades cananeas, los ídolos paganos. Quitad esos
dioses y servid a Jehová con integridad y en verdad".
¿No le toca eso una fibra sensible? ¿Se acuerda de las
enseñanzas de Jesús a la mujer de Sicar? (Jn. 4). Podemos
leer que Dios está buscando a los que lo adorarán en espíritu
y en verdad. Lo que Jesús le dice a la mujer samaritana,
se lo dice Josué a todas las personas reunidas: "Servidle
con integridad y en verdad". Y luego sigue diciendo: "Y
si mal os parece servir a Jehová" — si no quieren servir al
Señor—, "escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a
quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro
lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra
habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová". Ese debe
EL SERVICIO
57
ser el compromiso y el lema de todo cristiano: "Yo y mi
casa serviremos al Señor con inquebrantable devoción".
El servicio, sin embargo, no ocupa un lugar prioritario
en nuestra lista de cosas a disfrutar. En nuestra cultura,
luchamos contra la figura y la función del siervo. Lo
consideramos una degradación.
Hace muchos años, cuando yo estaba en el seminario,
tuve una revelación acerca de lo que yo opinaba acerca
de lo que significaba servir. Durante unas vacaciones de
verano, trabajé en el departamento de mantenimiento de
un hospital grande en Pittsburgh. Una de mis tareas era
limpiar las áreas de estacionamiento todas las mañanas,
barriendo las colillas de cigarro y la basura dejadas atrás
la noche anterior. Limpiaba los estacionamientos y la
calle frente al hospital, así como el estacionamiento del
dormitorio de los estudiantes de enfermería.
Cuando yo estaba en la escuela secundaria, existía una
"jerarquía" bien definida de graduados. Primero estaba la
"élite" que ingresaba en la universidad. El siguiente nivel
del escalafón lo ocupaba el grupo que matriculaba en la
escuela de enfermería. Ya que yo me había graduado de la
universidad y estaba ahora haciendo estudios de posgrado,
pertenecía a la flor y nata intelectual. Pero durante el
verano, me encontré empuñando una escoba. Cuando las
alumnas de enfermería salían de sus dormitorios, yo las
saludaba. El momento de revelación llegó cuando, con los
gorros en alto, levantaban las narices y pasaban por mi
lado como si yo fuera invisible. Era degradante para ellas
dirigirme la palabra porque yo era un humilde servidor que
barría el estacionamiento. Nunca olvidaré esa experiencia.
Quería decirles: "¡Esperen! No entienden. Yo soy
graduado universitario. Ustedes solo están en la escuela de
58 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
enfermería. Ustedes no entienden lo que es jerarquía". No
me gustaba que me trataran como a un servidor. Recuerdo
cómo después batallé con eso y pensé: Se supone que seas
cristiano y aquí estás, disgustado porque te consideran un sirviente. S i n
embargo, Jesús mismo dijo: " N o vine para ser servido, sino
para servir" (vea M t . 2 0 : 2 8 ) . Y le transmitió ese legado a
todo su pueblo.
Los discípulos de Jesús también batallaron con la
condición de siervo:
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los
gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas,
y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera
hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
y el que quiera ser el primero entre vosotros será
vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino
para ser servido, sino para servir, y para dar su vida
en rescate por muchos. (Mt. 20:25-28)
Los discípulos no entendieron la definición de Jesús
sobre la grandeza. Por esto Él les dijo: "El que quiera
hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor". Este
mandato no se lo dio solo a doce personas. Se lo dio a todo
el reino de Dios. La ley del Rey es que debemos imitarlo
y ser siervos.
En el Nuevo Testamento, los apóstoles tuvieron que
cargar con un peso en particular que les costó la vida.
Recibieron la orden de Cristo de salir al mundo a predicar
el evangelio. Y esa fue su misión, a los judíos primero y a los
gentiles después. No obstante, para que la iglesia pudiera
cumplir su misión de predicación, había que atender una
serie de tareas menores, como servir a las mesas.
EL SERVICIO
59
En aquellos días, como creciera el número de
los discípulos, hubo murmuración de los griegos
contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran
desatendidas en la distribución diaria. Entonces los
doce convocaron a la multitud de los discípulos, y
dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra
de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues,
hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen
testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría,
a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la
palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud.
(Hch. 6:I-5a)
Cada creyente está llamado al ministerio. Estamos
llamados a asegurarnos que todas las tareas del reino se
lleven a cabo: Que se ministre a los pobres, que se proclame
el evangelio, que se enseñe la Palabra de Dios y que se ore.
Pero esto no significa que todo el mundo esté llamado a
ser un evangelista, un predicador o un maestro. El Nuevo
Testamento enseña que Dios les da a todos los cristianos
un don para usarlo al servicio de Cristo. Si su don es la
enseñanza, entonces enseñe; si es el evangelismo, entonces
evangelice. Si su función es la de cuidar a los enfermos,
entonces cuide a los enfermos. Pero cada uno de nosotros
está llamado a desempeñar su papel, garantizando así que
se cumpla todo el ministerio.
Lucas 17 registra cómo los discípulos se presentaron
ante Cristo a pedirle un aumento. Pero no un aumento
de sueldo. Lo que querían elevar era su fe. Evidentemente
vieron el vínculo entre la fe del Señor y su poder. Fíjense
cómo Jesús responde a su petición:
60 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la
fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un
grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro:
Desarraígate, y plántate en el mar; y os obedecería.
¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o
apacienta ganado, al volver él del campo, luego le
dice: Pasa, siéntate a la mesa? ¿No le dice más bien:
Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya
comido y bebido; y después de esto, come y bebe
tú? ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que
se le había mandado? Pienso que no. Así también
vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido
ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que
debíamos hacer, hicimos. (Lc. 17:5-10)
Qué manera más rara la de Jesús de responder a su
solicitud. Les cuenta una historia sobre unos siervos que
vuelven del campo después de terminar su faena. Y Jesús
dice: "¿El amo les dice a sus siervos: 'Qué buen trabajo
hicieron. Siéntense, coman, beban, diviértanse'? ¿O dice:
Ahora deberán prepararme la comida. Pongan la mesa.
Sírvanme. Y cuando hayan terminado con todas sus tareas,
entonces pueden ir a comer y beber'?" Aquí Jesús nos
enseña sobre la condición de siervo. Quizá la verdad más
importante que podemos aprender de esto es que nosotros,
que somos sus siervos, somos siervos inútiles.
Cuando Jesús dice que somos siervos inútiles, no
quiere decir que nuestro servicio no tiene valor. Jesús
con frecuencia les pedía a sus discípulos que fueran
productivos. Cuando El dice que somos siervos inútiles,
quiere decir que no "ganamos puntos" o recibimos méritos
por nuestro servicio. Jesús dice que eso no es posible (Lc.
EL SERVICIO
61
17). En primer lugar, ¿qué pudiera yo hacer que no sea lo
que Dios exige de mí? Recuerde que Él nos ordena que
seamos perfectos y la perfección no se puede mejorar. Ni
siquiera podemos esperar alcanzar esa meta.
Para empezar, yo no tengo "beneficios" propios porque
no gano nada por hacer lo que me corresponde. Por eso
es que nuestra redención es mediante la gracia y solo
mediante la gracia. Lo único que yo tengo para poner ante
Dios — q u e es, hablando con propiedad, m í o — es
mi pecado. Lo único que me puede redimir no son
mis obras, sino la obra que Cristo ha hecho por mí. El vino
voluntariamente a hacer la voluntad del Padre y someterse
a la ley por nosotros. Él y solo Él, es un siervo útil.
Si servimos tratando de ganarnos la entrada en el
reino de Dios, nos estamos engañando. La motivación
del servicio cristiano es la gratitud, no la de ganarse la
salvación. El servicio es una forma de gracia, de lograr
nuestra dependencia de la gracia y crecer en esa gracia. Mi
amigo John Piper les ha abierto los ojos a las personas
sobre un concepto de vital importancia para nuestra fe
cristiana: La alegría de rendirle obediencia a Dios. John
dice que la motivación de nuestra obediencia no debe ser
simplemente un sentido abstracto del deber. (Creo que a
veces sí tenemos que obedecer por una cuestión de deber,
que es mejor que la desobediencia. Hay veces que no nos
gusta tener que obedecer y no podemos esperar a tener
deseos de hacerlo.) John tiene razón: Obedecer a Dios debe
constituir un deleite, motivado por la alegría de todo lo
que Él ha hecho por nosotros, no por obligación o como
un medio de alcanzar el cielo.
Somos "siervos inútiles" en este mundo. Sin embargo,
en el cielo, este mismo Cristo, que dice que todo lo que
62 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
estamos haciendo es lo que se nos ordena hacer, nos dice
que Dios recompensará a su pueblo conforme a sus oirás.
Debemos tener cuidado con la frase "conforme a". Esto
no significa que nuestras obras se ganen la recompensa.
Pero Dios en su gracia repartirá recompensas conforme a
nuestro servicio, aunque nuestras obras no lo merezcan.
Esta es una repartición misericordiosa de recompensas o
como dijo San Agustín: "Coronando Dios sus propios
dones".
En Lucas 19:12-27, Jesús da otra importante enseñanza
sobre la condición de siervo:
Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país
lejano, para recibir un reino y volver. Y llamando
a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les
dijo: Negociad entre tanto que vengo. Pero sus
conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una
embajada, diciendo: No queremos que éste reine
sobre nosotros. Aconteció que vuelto él, después
de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos
siervos a los cuales había dado el dinero, para saber
lo que había negociado cada uno. Vino el primero,
diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. Él
le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco
has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.
Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido
cinco minas. Y también a éste dijo: Tú también sé
sobre cinco ciudades. Vino otro, diciendo: Señor,
aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en
un pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto
eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y
siegas lo que no sembraste. Entonces él le dijo: Mal
EL SERVICIO
63
siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo
era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que
siego lo que no sembré; ¿por qué, pues, no pusiste mi
dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera
recibido con los intereses? Y dijo a los que estaban
presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las
diez minas. Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará;
mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y
también a aquellos mis enemigos que no querían que
yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos
delante de mí.
Esta es una parábola de productividad. Jesús dice con
respecto a la mayordomía, así como al servicio, que su
pueblo está llamado a retrasar su gratificación. Estamos
llamados a invertir en el futuro para que crezcan nuestras
inversiones. Cuenta la historia del rico amo que tiene que
partir, de igual manera que Jesús ha ascendido al cielo
y nos ha dejado con los tesoros que tenemos durante su
ausencia. Y qué dice Él? "Cuando regrese, espero que
lo que les he dado haya aumentado su valor, que se haya
hechos progresos porque los de mi pueblo han sido siervos
productivos". Podemos ser "inútiles", pero eso no quiere
decir que tengamos que ser improductivos. "Durmamos hasta
tarde mañana, escondamos nuestros dones, de manera que
cuando Él regrese, podamos decir: Aquí están los dones
que nos diste. Nada les pasó. Están como los dejaste". Jesús
dice: "Se los quitaré y se los daré al hombre que multiplicó
los dones diez veces, que usó los dones que yo le di para el
bien del reino".
Esta es una fuerte parábola sobre el servicio. Revela que
una de las peores cosas que podemos hacer es malgastar
64 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
los dones que Dios nos ha dado. Esos dones nos son dados
por Cristo, para su gloria y para su honor. Él es ante quien
todos los habitantes del cielo echarán sus coronas junto
al mar de vidrio (Ap. 4:6, 10). Toman sus dones y se los
entregan a Cristo porque, en primer lugar, son suyos. Y eso
es lo que debemos hacer con nuestro servicio. Debemos ser
siervos productivos.
El apóstol Pablo amplía nuestras responsabilidades
como siervos en I Corintios. 4:1-2: "Así, pues, téngannos
los hombres por servidores de Cristo, y administradores
de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los
administradores, que cada uno sea hallado fiel".
Un administrador en el mundo antiguo era alguien a
quien se le daba la responsabilidad de administrar una casa.
A esa persona se le encomendaban los bienes del dueño.
El requisito principal del administrador era la lealtad. El
administrador desleal era un sinvergüenza, alguien capaz
de robarle al dueño. Y Pablo dice: "¿No se dan cuenta de
que somos servidores y administradores de los misterios de
Dios? Él nos ha encomendado esas cosas a nosotros".
Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros,
o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a
mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala
conciencia, no por eso soy justificado; pero el que
me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes
de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará
también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las
intenciones de los corazones; y entonces cada uno
recibirá su alabanza de Dios. (I Co. 4:3-5)
"Mi administración, mi servicio", dice Pablo, "no ha de
ser juzgado por los hombres". El valor de mi administración
EL SERVICIO
65
será juzgado por Cristo y no por los seres humanos; ni por
ti, ni por mí mismo porque no puedo hacer una valoración
exacta de mi propio servicio y obediencia. Ninguno de
nosotros es capaz de leer el corazón de nadie. Solo el
buscador de corazones humanos puede hacerlo. Es por eso
que el servicio que debemos dar ha de ser al Señor y ante
su escrutinio.
Nuestra condición de servidor no debe requerir
supervisión, no debe necesitar que alguien esté mirando
por encima del hombro para asegurarse que estamos
trabajando. Nuestra tarea es la de complacer a Cristo, no
actuar simplemente para recibir el elogio de los demás.
Las personas que hacen todo lo posible por complacer no
pueden ser verdaderos siervos de Cristo.
Con los ojos del mundo puestos en los bomberos, los
policías y los equipos de rescate de pie entre los escombros
de lo que fue el World Trade Center (Torres Gemelas)
en el centro de Manhattan, vimos modelos de servicio
desinteresado. Los bomberos que murieron en el rescate
de las personas atrapadas en el World Trade Center el II
de septiembre de 2 0 0 1 no buscaban ser complacientes. Su
servicio era auténtico.
A unas cuadras del centro de la explosión producida
en las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, se
encuentra el lugar de reunión de la Redeemer Presbyterian
Church [Iglesia Presbiteriana Redentor] uno de los más
grandes ejemplos que hay de una iglesia que es todo un
modelo de servicio. Esta iglesia, bajo la dirección de su
pastor, Timothy Keller, ha tomado el concepto bíblico
de servicio y le ha dado cuerpo. Ellos son pioneros del
ministerio de la misericordia.
5
66 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Para aquellos cristianos que desean tener indicaciones
prácticas acerca de cómo servir, les recomiendo
encarecidamente que no solo lean, sino que estudien el
pequeño libro en inglés de Tim Keller titulado Resources for
Deacons [Recursos para los diáconos]. Es el mejor manual
de capacitación para el servicio que haya visto en mi vida.
Ha sido publicado por la Presbyterian Church in America
[Iglesia Presbiteriana en América].
El servicio cristiano no se limita a los presbiterianos o
a los momentos de crisis. Es un llamado sagrado a todos
los cristianos.
LA MAYORDOMIA
orría el año 1947. Estaba muy emocionado.
Estaba a punto de ver por primera vez un
juego de béisbol de las ligas mayores. Mi tío
me llevaba de la mano mientras subíamos por la rampa
hacia nuestros asientos en Forbes Field. Desde nuestra
posición ventajosa podía ver a los jugadores practicando
en el césped. Podía ver las paredes cubiertas de hiedra,
el viejo portón de hierro detrás del monumento en el
jardín central y la alta malla que protegía las gradas
del jardín derecho donde Babe Ruth había bateado su
último jonrón.
C
De repente, mi tío se detuvo. Me dijo: "¡Agarra
la billetera!" Inmediatamente lo hice. Cuando nos
sentamos, le pregunté: "¿Ya puedo soltarla?" Mi tío me
dijo: "Sí". Cuando le pregunté por qué me había dicho
que hiciera aquello, dijo: "¿Ves a ese hombre que está
allí, el del cuello clerical? Es un sacerdote. Siempre hay
que sujetar la billetera cuando un sacerdote o un pastor
se acerca. Ellos lo que quieren es quitarte el dinero".
El primer juego de béisbol al que asistí (Pírates 5,
Cíncinnati 2) fue también mi primer contacto con una
actitud cínica hacia el diezmo y el dar por caridad.
Mi padre no compartía el cinismo de mi tío. Él nos
enseñó a contribuir con el diezmo cuando éramos niños.
Todas las semanas, yo debía poner el diez por ciento de
mi mesada en el platillo de ofrendas de la iglesia. Me
iniciaron en esta práctica mucho antes de ser cristiano.
67
68 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
En nuestra cultura, persiste un cinismo generalizado
hacia la acción de dar. Algunos inescrupulosos evangelistas
de televisión le han dado mala fama a dar el diezmo. No
obstante, la Biblia les ordena a los cristianos a ser buenos
administradores.
Todos los domingos, tomamos ofrendas en nuestra
iglesia. Justo antes de la ofrenda, por lo general digo:
'Adoremos ahora a Dios con nuestros diezmos y nuestras
ofrendas". La cuestión que quiero recalcar es que dar debe
ser un acto de adoración.
EL DIEZMO EN EL A N T I G U O TESTAMENTO
La primera ofrenda que registra la Biblia se encuentra
en Génesis 4, traída por los hermanos Caín y Abel:
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo
del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel
trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo
más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel
y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a
la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y
decayó su semblante, (vv. 3-5)
¿Por qué la ofrenda de Abel fue más grata que la de Caín?
Algunos piensan que fue porque la ofrenda de Abel fue un
animal —un sacrificio de sangre— mientras que la de Caín
fue simplemente un fruto de la tierra. Sin embargo, a todo
lo largo del Antiguo Testamento, Dios hace provisión para
que tal tipo de sacrificios fueran totalmente aceptables a
El. Caín hizo esa clase de sacrificio porque era labrador de
la tierra mientras que Abel era pastor de ovejas. El texto no
indica que ser pastor era más sagrado que ser labrador.
LA
MAYORDOMIA
69
En Hebreos 11:4 está la clave: "Por la fe Abel ofreció a
Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus
ofrendas; y muerto, aún habla por ella".
Parece ser que lo que agradó a Dios fue la forma en que
Abel hizo la ofrenda: La hizo con fe. Es de suponer que no
fue así en el caso de Caín. De hecho, su falta de fe pronto se
manifestó en un arrebato de celos contra su hermano.
Del examen anterior que hicimos sobre la adoración,
recordamos que Dios busca a los que lo adoran en espíritu
y en verdad. Abel lo hizo. Abel trajo a Dios el sacrificio
de alabanza al hacer su ofrenda con fe. Esta es la esencia
misma de la adoración.
El concepto de sacrificio va a la esencia misma de la
fe bíblica. Dejando entrever la perfecta obra redentora de
Cristo, la adoración en el Antiguo Testamento se centraba
en el sistema de sacrificios. Cuando alguien entraba en el
tabernáculo del Antiguo Testamento, el primer mueble
que veía era el altar del holocausto.
Las iglesias cristianas en la actualidad no tienen altares
del holocausto. Se acabaron los tiempos de los sacrificios
de sangre y de animales. Gracias al sacrificio perfecto y
definitivo de Cristo, ya no hay necesidad de eso.
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de
mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo
para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no
para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo
sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre
ajena. De otra manera le hubiera sido necesario
padecer muchas veces desde el principio del mundo;
pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó
70 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para
quitar de en medio el pecado. Y de la manera que
está establecido para los hombres que mueran una
sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo
fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y
aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado,
para salvar a los que le esperan.
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes
venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca
puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que
se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse,
pues los que tributan este culto, limpios una vez, no
tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos
sacrificios cada año se hace memoria de los pecados.
(He. 9:24—10:3, cursivas añadidas)
La expiación de Jesús como nuestro gran sumo sacerdote
dio fin al sistema de sacrificios del Antiguo Testamento,
pero no destruyó el principio del sacrificio en la vida
cristiana. Aún debemos adorar a Dios y darle ofrendas en
adoración. Pablo escribe en Romanos:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias
de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Ro.
12:1-2).
Debemos entregarnos a Dios como sacrificio vivo. Le
entregamos a El nuestro tiempo, nuestras energías y nuestro
LA MAYORDOMÍA
71
propio ser como actos de adoración y gratitud. La entrega
bíblica es parte del contexto general de la mayordomía.
El concepto de mayordomía comienza precisamente
con la creación. La creación se celebra no solo en Génesis,
sino a lo largo de todas las Escrituras, especialmente en
los Salmos, donde parte de la adoración de Israel loaba
la propiedad de Dios de todo el universo: "De Jehová es
la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan"
(Sal. 24:1). Dios es el autor de todas las cosas, el creador
de todas las cosas y el dueño de todas las cosas. Todo es
de Dios. Lo que poseemos nosotros, lo poseemos como
mayordomos que hemos recibido dones de Dios mismo. Dios
es el dueño definitivo de todas nuestras "posesiones". Él
nos ha prestado esas cosas y espera que las administremos
de modo tal que lo honremos y lo glorifiquemos.
La palabra que se traduce como "mayordomía" en la
Biblia es la palabra griega oikonomia, de donde procede la
palabra economía. Son dos palabras distintas que se unen
para crear una nueva palabra: oikos, que es casa en griego, y
nomos, que significa ley en griego. La palabra que se traduce
como mayordomía significa literalmente "ley de la casa" o
"gobierno de la casa".
En la cultura antigua, el mayordomo no era el dueño de
la casa. El dueño lo contrataba para administrar los asuntos
de la casa. Administraba el inmueble y era responsable de
asignar los recursos de la casa. Era función del mayordomo
garantizar que las despensas estuvieran llenas de comida,
que el dinero estuviera asegurado, que el césped estuviera
atendido y que la casa se mantuviera en buen estado.
La mayordomía en el género humano comenzó en el
Huerto del Edén donde Dios les dio a Adán y Eva autoridad
72 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
total sobre toda la creación. Adán y Eva no recibieron la
propiedad del mundo; se les dio la responsabilidad de
administrarlo. Debían garantizar la labranza y el cultivo
del huerto y que este no fuera maltratado ni explotado,
y que los bienes que Dios suministraba no se echaran a
perder o se desperdiciaran.
Una de mis tareas es la de ser presidente de Ligonier
Ministries. Eso viene acompañado de la responsabilidad
que tiene todo funcionario ejecutivo: La asignación de
recursos. Veamos nuestro ministerio: Tenemos un edificio
que hay que cuidar; miembros a los que hay que atender;
personal, computadoras, equipos de oficina y suministros
que hay que administrar; y tenemos dinero. Tenemos una
cierta cantidad de tiempo para poder realizar nuestro
ministerio. No podemos ser eficaces si malgastamos el
tiempo, las personas o el dinero, o si administramos mal
la instalación y los equipos. Si hacemos cualquiera de esas
cosas, eso significaría una mala mayordomía. Sabemos
que el manejo de recursos exige sabiduría. Si invertimos
recursos en una cosa, no podremos invertirlos en otra.
En nuestras propias casas aprendemos que si gastamos
cincuenta dólares en ropa, son cincuenta dólares que
ya no tendremos para nada más. Todo el mundo, hasta
los multimillonarios, funciona con recursos limitados.
Cada vez que usamos un recurso, tomamos una decisión
y esa decisión revela la clase de administradores que
somos. Ahí es donde Dios nos considera responsables. Él
responsabilizó a Adán y Eva con el cuidado del huerto.
Dios está interesado en la forma en que atendemos nuestro
ministerio, nuestra vida personal, nuestro hogar: Todos los
aspectos de la vida. Todas estas cosas tienen que ver con la
mayordomía y la asignación de recursos.
LA MAYORDOMIA
73
Una de las historias más apasionantes del Nuevo
Testamento es la parábola de Jesús del hijo pródigo. Este
joven había recibido una herencia que no se había ganado;
su padre simplemente se la dio. Sin embargo, el problema
fue que en cuanto recibió la herencia, en vez de tratar de
aumentarla o invertirla (como vimos en la parábola de
los siervos), se marchó lejos de su casa y la despilfarró en
juergas, vino y mujeres. Acabó viviendo en una pocilga. A
este joven se le conoce como "pródigo" porque malgastó
los recursos de su padre. Peor aún, estaba malgastando
su vida, el peor pecado contra la mayordomía. Cada uno
de nosotros ha sido puesto en este planeta por Dios para
glorificarlo, honrarlo y servirlo con lo que produce y la
forma en que vive. Una vida malgastada es una tragedia.
Ese fue el caso del hijo pródigo, hasta que recibió una
nueva vida y entró en razón.
Regresó a la casa de su padre arrepentido, dispuesto a
renunciar a sus derechos de hijo y a ser tratado como un
jornalero. En cambio, su padre lo recibió e hizo un gran
festejo por su regreso: Un bello ejemplo de la gracia y la
misericordia de Dios por los pródigos de toda clase.
Como cristianos, nuestra posesión más valiosa es el don
de Cristo mismo. Es un don que vale muchísimo más que
el oro y la plata, muchísimo más que las piedras preciosas.
Pero este tesoro lo llevamos en vasos de barro, una bella
metáfora (2 Co. 4:7). Y pensar que llevamos este preciado
tesoro en corrientes vasijas de barro.
En el centro del concepto bíblico de la mayordomía está
el diezmo. Lo vemos instituido como ley en el Antiguo
Testamento y muchos se preguntan si se transfiere a la vida
del Nuevo Testamento.
74 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Veamos primero la función del diezmo en el Antiguo
Testamento. La palabra diezmo significa "décimo". El
principio básico era que todas las personas debían devolver
una décima parte de sus ganancias al Señor anualmente.
Lo bueno del diezmo es que impedía la guerra de
clases y la política de la envidia. Prohibía la imposición de
impuestos desiguales donde un grupo de personas pagaba
un por ciento más alto que el otro. Cuando eso sucede,
entonces la economía se politiza y crea grupos de intereses
creados donde la justicia se ignora en aras del poder.
En Israel, todo el mundo daba el mismo por ciento, pero
no la misma cantidad. En esta clase de estructura, la persona
que gana $10.000 al año entrega $1.000 como diezmo. La
persona que gana $1 0 0 0 0 0 0 al año devuelve $100.000.
La persona rica devuelve mucho más dinero, pero es el
mismo por ciento que la persona pobre.
En el Antiguo Testamento surgieron problemas cuando
las personas retuvieron el diezmo. Cuando no obedecieron
la ley de Dios. En Malaquías 3:8-10 leemos:
"¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me
habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado?
En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con
maldición, porque vosotros, la nación toda, me
habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí
y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las
ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde".
Una encuesta realizada recientemente entre personas
que dicen ser cristianos evangélicos revelaba que solo el
LA MAYORDOMÍA
75
cuatro por ciento entrega el diezmo. Una encuesta similar
indicaba que el por ciento promedio que los cristianos
"evangélicos" entregan a la obra de Dios es menos del dos
por ciento.
Esto significa que si el principio del diezmo aún sigue
vigente y las encuestas fueron fieles, entonces el noventa y
seis por ciento de los cristianos evangélicos que profesan
serlo, le están robando a Dios sistemáticamente. Las
enseñanzas de Malaquías indican que cuando dejamos de
dar el diezmo, no solo le estamos robando a la iglesia, a
los ministros o a los maestros cristianos, le estamos robando
a Dios mismo.
Si les hacemos a los cristianos la pregunta formulada en
Malaquías: "¿Robará el hombre a Dios?", se horrorizarían.
Dirían: "¡Nunca se nos ocurriría robarle a Dios!" Sin
embargo, el veredicto de Dios sobre Israel fue precisamente
eso. Dios los exhortó a que fueran leales y les prometió
que abriría las ventanas del cielo y derramaría bendiciones
sobre ellos.
¿Por qué Dios instituyó el diezmo? Recordamos que
Él separó a una tribu completa, la tribu de Leví, para el
ministerio. Los levitas fueron destacados para atender
las responsabilidades espirituales y educacionales de la
nación.
Quizá Dios entendiera la economía de mercado en
tanto que el mercado establece el "valor" de los bienes y los
servicios. En una economía de mercado como la nuestra,
los artistas, atletas, empresarios de negocios, médicos,
abogados y otros ocupan los primeros lugares en la escala
de de ingresos. La labor que ellos realizan se valora mucho.
Sin embargo, no sucede igual con el trabajo que realizan
los maestros y los pastores.
76 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Estados Unidos, el grupo de profesionales más
mal remunerado es el clero. Le sigue en segundo lugar los
maestros. Estos fueron precisamente los dos grupos que
Dios aseguró que serían pagados con la institución del
diezmo en Israel.
Nuestros pastores no reciben remuneración del
gobierno; eso es responsabilidad de la iglesia. Y cuando la
iglesia no contribuye el diezmo, se refleja en la retribución
de los pastores.
He oído decir a algunas autoridades de juntas directivas
de iglesias que mantienen a los pastores con un salario bajo
para que continúen siendo humildes y dependientes de
Dios. Quieren asegurarse que los pastores estén realmente
dedicados a su trabajo y estén dispuestos al sacrificio para
realizarlo.
Una cosa es que una persona se sacrifique por voluntad
propia y otra muy distinta es que se le imponga el sacrificio.
Cuando les imponemos sacrificios a otras personas, de
hecho estamos explotándolas y desobedeciendo a Dios a
la misma vez.
Cuando no damos el diezmo, reducimos el ministerio
de Cristo. Una de las más grandes barreras hacia la
ampliación del reino de Cristo en este mundo es la barrera
económica. Aquí interviene un principio fundamental.
Si tenemos $100 para destinarlo al ministerio, estamos
limitados por esa suma. Podemos despilfarrar el dinero
y trabajar eficazmente por valor de $10 solamente. Pero
aunque seamos mayordomos expertos y minuciosos, no
podemos ministrar por valor de $110.
El ministerio cristiano depende de la acción cristiana
de dar. Esa acción de dar limita, siempre y dondequiera, el
trabajo del ministerio.
LA MAYORDOMÍA
77
EL DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO
Algunas personas dicen que el diezmo no es aplicable
al Nuevo Testamento. Yo pienso que sí. Vemos cómo las
personas continuaban dando el diezmo en la comunidad
del Nuevo Testamento en uno de los primeros libros
no bíblicos que tenemos de la antigüedad. La Didajé o
"Enseñanzas de los apóstoles", obra escrita a finales del
siglo I o principios del II, dedica un segmento importante
a la cuestión de apoyar el trabajo del reino. El principio del
diezmo se expone aquí con claridad. En los documentos
más antiguos que tenemos de la iglesia cristiana, vemos que
la comunidad cristiana primitiva continuó con la práctica
del diezmo. Asimismo, en la Didajé aparece una advertencia
a los cristianos que dicen: "Deje que su donación le sude
en la mano antes de entregarla". Una metáfora interesante,
¿no es verdad? Deje que su donación le sude en la mano antes de
entregarla. Fíjese que el mandato no es que usted sujete el
dinero tan fuerte que nunca lo llegue a entregar. Esa no
es la cuestión. La cuestión es que hay que tener mucho
cuidado, mucho discernimiento, en cuanto al destino de
la donación.
Esto pone al descubierto un tema polémico con respecto
de la financiación del reino. Una vez más, en Malaquías
3:10, Dios dice: "Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa". En el Antiguo Testamento, el diezmo,
ya fuera en forma de animales o productos alimenticios,
se llevaba a un lugar central, al alfolí o almacén, que era
administrado por los levitas. Todo el diezmo de toda la
nación se llevaba a este lugar de recepción único y luego
los levitas lo distribuían según las necesidades de las
personas.
78 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
Algunas personas opinan que eso significa que en la
época del Nuevo Testamento debía haber un solo almacén
adonde iban a parar todos los diezmos y que luego se
distribuían desde ese almacén. Hay dos problemas con
eso. En primer lugar, en el Antiguo Testamento, el pueblo
de Israel tenía un solo santuario central. Cuando empezó
la Iglesia en el Nuevo Testamento, se establecieron iglesias
en todos los pueblos y ciudades: En Éfeso, en Corinto,
en Tesalónica y así sucesivamente. Ya no había un solo
santuario. Por lo tanto, la suposición de que llevaban todos
los diezmos a un almacén central se torna problemática
Algunas personas consideran que la iglesia local es el
almacén y es, por consiguiente, el único lugar adecuado
para que nosotros entreguemos el diezmo. Pero nada
en el Nuevo Testamento equipara la iglesia local con el
almacén del Antiguo Testamento. Si consideramos que la
iglesia local es, en efecto, el almacén, entonces tendríamos
que argumentar que todos los diezmos deberían ir a un
lugar central para cada denominación o quizás hasta para
cada nación. Todos los diezmos tendrían que ir a una
casa receptora central para luego distribuirlos desde allí.
Nunca he conocido a una iglesia local que estuviera a favor
de eso. Simplemente no es bíblico exigirles a las personas
que den todo su diezmo a la iglesia local. Sí pienso que
la mayor parte del diezmo debe ir a la iglesia local, pero
también pienso que el principio de dejar que la donación
"le sude en la mano antes de entregarla" implica no solo
discernimiento, sino también libertad en la acción de dar
para que pueda incluir un seminario, una universidad
cristiana y otros ministerios meritorios.
La Biblia nos enseña que debemos invertir en el reino
de Dios. En Estados Unidos, que fue construido bajo
LA MAYORDOMIA
79
los principios del capitalismo, la idea fundamental del
capitalismo es el siguiente: Gratificación diferida. En vez
de tomar el dinero que ganamos y gastarlo todo ahora,
lo ahorramos y lo invertimos. Esto permite que nuestro
capital trabaje para nosotros, aumentando así nuestro
patrimonio.
Creo sinceramente que la inversión más importante
que podamos hacer es en el reino de Dios porque tiene
rendimientos eternos. Estos rendimientos no son solo para
nosotros, sino para nuestra familia, nuestros hijos, nuestros
nietos. Esta generación de cristianos debe invertir en las
cosas de Dios para la próxima generación. Esto sigue la
advertencia de Jesús: "Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas"
[Mt. 6:33).
Quiero brindarles un comentario práctico sobre la
contribución del diezmo. Algunas personas dicen: ' Me
gustaría dar el diezmo, pero no me alcanza el dinero".
Sinceramente creo que si usted invierte en el reino de
Dios, en última instancia no perderá nada. Dé el diezmo
antes que nada y aprenda a hacerlo a la edad más temprana
posible. Si su hijo recibe un dólar de mesada, asegúrese que
los primeros 10 centavos vayan a la bandeja de la ofrenda el
domingo para que el niño aprenda el principio a una edad
temprana. Sabemos que no podemos gastar el impuesto
que el gobierno saca del cheque del sueldo. Debemos vivir
con el sueldo que nos llevamos a casa. Nuestra obligación
con Dios tiene prioridad sobre nuestra obligación con el
gobierno. Debemos darle primero a Dios, "antes que nada".
Si usted quiere saber qué tan seria es su inversión en el
reino de Dios, mire su talonario de cheques. Es un registro
80 CINCO COSAS QUE TODO CRISTIANO NECESITA PARA CRECER
objetivo y concreto de dónde está su tesoro y dónde está
su corazón.
El hecho como tal de dar es una gracia que Dios da.
Es uno de los pasos importante hacia el crecimiento
espiritual.
La lectura de la Biblia, la oración, la adoración, el
servicio y la mayordomía: Estas son cinco disciplinas
fundamentales para llevar una vida cristiana productiva.
Las cinco son vitales para nuestra salud espiritual y la salud
de la Iglesia de Cristo. Si como cristianos nos aplicamos
a ellas fielmente, un día podremos decir con Pablo: "He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado
la fe" (2 Ti. 4:7).
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