Recursos y residuos

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Jorge Riechmann:
Recursos y residuos –acerca de la gestión de las basuras municipales
Tres citas iniciales para irnos situando
"¿Ves ese montón de enchufes? Se podría llenar un vagón con ellos. En principio, Gino, su porcelana se puede
reciclar. Hay que clasificarlo todo. Poner las cosas iguales juntas, separar las que no lo son. (...) La gente lo mezcla
todo. Lo tiran todo en el mismo sitio. Así lo convierten en basura. La basura no existe. La basura es la confusión que
formamos al tirar las cosas."
John Berger, 1995
"Hoy en día ya es frecuente la utilización de una alta tasa de generación de residuos sólidos urbanos (a partir de un
kilo por habitante y día) como indicador de pertenencia a una sociedad industrializada. En el futuro acaso la baja tasa
y el porcentaje de reciclado sean los indicadores de las nuevas sociedades respetuosas con el medio ambiente."
Alfonso del Val, 1991
"Para que la especie humana sobreviva tiene que desarrollar una economía cíclica en la que todos los materiales se
obtengan de los grandes depósitos (aire, suelo y mar) y se devuelvan a ellos, y todo el proceso se mueva por energía
solar".
Kenneth E. Boulding, 1978
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Y para terminar de situarnos:
Las dos primeras leyes de la termodinámica.
Ecodependientes e interdependientes.
Un mundo de sistemas complejos adaptativos.
“Mundo lleno” (overshoot o extralimitación, más allá de los límites biofísicos del planeta)
Sustentabilidad: cuatro principios importantes.
problema de escala: hemos “llenado” el mundo
problema de diseño: nuestra tecnosfera está mal diseñada
problema de eficiencia: somos terriblemente ineficientes
problema fáustico: nuestra poderosa tecnociencia anda
demasiado descontrolada
 principio de autocontención autolimitación (o gestión
generalizada de la demanda)
 principio de biomímesis
 principio de ecoeficiencia
 principio de precaución 1
Véase Jorge Rierchmann, “¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles?”, Isegoría 32, Madrid, junio de 2005, p. 95-117. Para mayor desarrollo de estas ideas
remito a mi libro Biomímesis (Los Libros de la Catarata, Madrid 2006; segunda edición revisada, Un buen encaje en los ecosistemas, Los Libros de la Catarata,
Madrid 2014).
1
La importante noción de metabolismo entre naturaleza y sociedad.
En el marco de las nacientes ciencias sociales del siglo XIX, fueron Marx y Engels quienes aplicaron el término
“metabolismo” (Stoffwechsel en alemán) a la sociedad.2 El “metabolismo entre el ser humano y la naturaleza”
aparece, en El Capital, asociado a la descripción básica --casi ontológica-- del proceso de trabajo.
“El trabajo es, en primer lugar, un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre
media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza. El hombre se enfrenta a la materia natural misma
como un poder natural. Pone en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a su corporeidad, brazos y
piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse de los materiales de la naturaleza bajo una forma útil para su
propia vida. Al operar por medio de ese movimiento sobre la naturaleza exterior a él y transformarla,
transforma a la vez su propia naturaleza.”3
El gran químico agrícola alemán Justus von Liebig hizo hincapié en la circulación de los nutrientes del suelo y su
relación con el metabolismo animal4. Relacionó el empobrecimiento de los suelos con la contaminación de las
ciudades por desechos humanos y animales. En sus influyentes Cartas sobre la utilización de las aguas residuales
municipales (1865), insistía en que un reciclado que devolviera al suelo los nutrientes contenidos en las aguas
residuales formaban parte indispensable de un sistema urbano-agrícola racional. Von Liebig escribió en 1840 al
primer ministro británico sir Robert Peel, en un contexto marcado por la inquietud que causaba la contaminación de
las aguas urbanas de un Londres en rapidísimo crecimiento:
“La causa del agotamiento del suelo debe buscarse en las costumbres y hábitos de las gentes de las ciudades,
esto es, en la construcción de retretes que no admiten que se recoja y preserve el excremento líquido y
sólido. No regresan a los campos de Gran Bretaña, sino que son arrastrados por los ríos hasta el mar. El
equilibrio en la fertilidad del suelo se ve destruido por esta pérdida incesante y puede sólo ser restaurado
por un suministro equivalente... Si fuera posible hacer regresar a los campos de Escocia e Inglaterra todos
esos fosfatos que han sido conducidos al mar en los últimos cincuenta años, las cosechas se incrementarían
hasta el doble de la cantidad de los años anteriores.”5
Estudiar las obras de von Liebig condujo a Marx --en El Capital-- a su concepto central de la fractura metabólica (Riss
des Stoffwechsels) que se produce en la relación humana con la naturaleza, y explica la alienación con respecto a
ella.
Medidas programáticas posibles para la Comunidad de Madrid (CM) –borrador para el programa de Podemos
 En los últimos años, la política sobre residuos de la CM gobernada por el PP se ha basado en la incineración
(Valdemingómez) y el vertido. Las “tres R” (reducir, reutilizar y reciclar) no eran sino retórica para sermones
dominicales.6 Aquí debe producirse una verdadera inversión de prioridades: nuestra política busca eliminar
la incineración como una opción para el tratamiento de RSU, y minimizar el vertido (con el objetivo a medio
plazo de ninguna incineración, ningún vertido, según la visión de Residuo Cero).7 Asumimos la elaborada y
rigurosa Propuesta Alternativa de Gestión de Residuos Municipales en la Comunidad de Madrid.
(preparada por la Plataforma Aire Limpio, Incineradoras No, y presentada en marzo de 2015).8
 Para cerrar en lo posible los ciclos de materiales (como requiere una verdadera política de sostenibilidad), lo
primero y más importante es reducir el residuo en origen. Análogamente a como la buena política
energética comienza con el ahorro de energía, las buenas políticas de residuos comienzan con la evitación de
los mismos. Desde la CM coordinaremos y estimularemos el desarrollo de planes municipales de prevención
2
Una investigación clave sobre este asunto: La ecología de Marx de John Bellamy Foster (Libros del Viejo Topo, Barcelona 2004), especialmente el capítulo 5
(“El metabolismo de sociedad y naturaleza”). Cf. también Paul Burkett, Marx and Nature, St. Martin’s Press, Nueva York 1999. Foster y Burkett son muy
entusiastas; un punto de vista más crítico en Joan Martínez Alier y Klaus Schlüpmann, La ecología y la economía, FCE, México 1991, cap. XIII (“El marxismo y
la economía ecológica”). JMA actualiza sus posiciones en “The EROI of agriculture and its use by the Vía Campesina”, artículo en curso de publicación.
3
Karl Marx, El Capital, vol. 1 del libro primero (ed. de Pedro Scaron), Siglo XXI, Madrid 1984, p. 215.
4
Justus von Liebig, La química orgánica en su aplicación a la agricultura y la fisiología, 1840.
5
Liebig citado en Herbert Girardet, Ciudades sostenibles, Eds. Tilde, Valencia 2001, p. 46.
6
A pesar de que la jerarquía en la gestión de residuos marca que el vertido debe ser la última opción, en la CM el 73,26% respecto del total de desechos generados
acabaron en el vertedero. Además, pese a los sistemas de separación selectiva (contenedores verde, azul y amarillo y puntos limpios) el 84,97% se recogió como
residuos mezclados. Es evidente que algo falla muy seriamente en el sistema de gestión de residuos regional.
7
De acuerdo con los principios de Zero Waste Europe: 1. El residuo tienes que ser muy visible para poder rediseñar el producto, de manera que forme parte de una
verdadera “economía circular”. 2. Recogida selectiva “profunda”: todo lo que es reciclable y compostable no tiene que acabar en vertederos ni incineradoras. 3.
Evitar los residuos evitables: reducir la intensidad de uso de materiales en la economía. La ciudad estadounidense de San Francisco emprendió una política de Zero
Waste en 2002; Capanori es la ciudad italiana (de unos 50.000 habitantes) pionera en este enfoque en Europa. Información en www.zerowasteeurope.org
8
Elaborada por la Plataforma Aire Limpio, Incineradoras No (Amigos de la Tierra Comunidad de Madrid, Ecologistas en Acción de Madrid, Asociación
Ecologista Ribera del Tajuña, Ecologistas en Acción de Arganda del Rey, Asociación de Vecinos de Morata de Tajuña, Asamblea Popular 15M de San Martín de
la Vega, EQUO Arganda del Rey, Rivas Aire Limpio) y apoyada la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, ARBA, Asociación Anticrisis, Izquierda Unida
Ambite, Ciudadanos de Ambite, Asociación Ecologista del Jarama "EL SOTO", Red de Solidaridad Popular (RSP) de Arganda del Rey, Plataforma de Afectados
por la Hipoteca (PAH) Arganda del Rey, AMPA del IES Grande Covián de Arganda del Rey, Asamblea Arganda 15M, AERESS (Asociación Española de
Recuperadores de Economía Social y Solidaria), Asociación de Parados de Arganda del Rey-APAR, Asociación Vecinal Torres de la Alameda, Círculo Podemos
Torres de la Alameda, Sureste Agrosostenible, Ecologistas en Acción de Getafe, UGT Madrid, Círculo de Podemos de Rivas Vaciamadrid, Circulo de Podemos de
San Martín de la Vega, Sí se Puede de San Martín de la Vega.
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9
de residuos para el cumplimiento de los objetivos europeos y de la Ley de residuos (22/2011) para el año
2020.9
Nada de materia orgánica -¡un valioso recurso!- debería por tanto ir a incineración o a vertedero: por ahí
comienza la alternativa a la gestión actual de residuos. Así, desde la CM se apoyará a los ayuntamientos para
introducir la recogida selectiva de materia orgánica (así como el resto de los residuos, juiciosamente
separados) mediante sistemas como el “puerta a puerta”, que están teniendo resultados muy buenos tanto
en pequeños municipios (por ejemplo en el País Vasco, en todo el territorio de Guipúzcoa, así como en
Cataluña, en municipios del tipo de Canet de Mar o Argentona) como en grandes ciudades (como es el caso
de Milán).10 En estos lugares, con un sistema “puerta a puerta” intensivo, se ha pasado de reciclar apenas
una quinta parte de los RSU (Residuos Sólidos Urbanos) a las cuatro quintas partes, en muy poco tiempo
(una legislatura de cuatro años, si las cosas se hacen bien).11 Con ello se elimina la necesidad de incineración,
y hay además un efecto importante de ahorro económico y de generación de empleo.12
Buscaremos la cooperación con las empresas distribuidoras con el objetivo de minimizar el envasado y
eliminar las bolsas de plástico de un solo uso.
Se separará del reciclado, como un objetivo específico (un 5% de los RSU en una legislatura), la reutilización
(y la preparación para la reutilización). Para ello se buscará la cooperación con AERESS, la Asociación
Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria,13 con amplia experiencia en la recuperación y
reutilización de residuos (otro “nicho de empleo” con valiosas posibilidades de inserción sociolaboral y
apoyo a colectivos vulnerables).
Favoreceremos implantar, para envases, un sistema de depósito, devolución y retorno que sea
complementario al resto de sistemas de recogida selectiva.
Atendiendo a la organización política y administrativa de la gestión de residuos, advertimos que la
Mancomunidad de municipios del sur de la CM es enorme (reúne a más de dos millones de habitantes en
unos setenta municipios),14 hay que ir a unidades de gestión menores en este caso.
Se impondrá una moratoria a la construcción de plantas de tratamiento de residuos (por ejemplo Rivas y
Loeches) hasta que arranque la nueva política de residuos que proponemos, y hasta que su viabilidad
medioambiental haya sido evaluada por agentes externos a la administración promotora y la empresa
ejecutora; asimismo, se requerirá la participación de los agentes sociales de la zona implicada (local, de
forma genérica, o mancomunitaria en el caso de que afecte a más de un municipio).
Se buscará que toda la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos (a veces abreviada como FORSU) sea
tratada siempre con el objetivo de reciclaje de nutrientes (compostaje y lombricultura, etc.). Cuando sea
factible, se sumará al reciclaje de nutrientes el objetivo del aprovechamiento energético mediante
tecnologías de biometanización. En todos los casos se incentivará un manejo y tratamiento descentralizado
del FORSU, evitando macroplantas y el transporte innecesario de residuos por la región.
Hay que mejorar sustancialmente el retorno educativo y pedagógico a la sociedad, de forma que ésta sepa
dónde acaban los residuos –y qué fruto rinden los esfuerzos por gestionarlos bien.
El compostaje de materia orgánica es una vía pedagógica de mucho valor: engancha tanto a niños como a
adultos de forma muy directa. Puede organizarse tanto en pueblos pequeños como en grandes ciudades
(vinculándolo con actividades autoorganizadas en escuelas, colegios y huertos comunitarios).
De forma más general, buscaremos la implicación de escolares y estudiantes en actividades lúdicoeducativas relacionadas con residuos, agua y energía.
El meollo de la cuestión, en la gestión de los RSU (Residuos Sólidos Urbanos), es la participación de las empresas privadas con ánimo de lucro. Los
ayuntamientos, que ostentan las competencias en la gestión de RSU, delegan muchas veces esa gestión en empresas privadas mediante concursos públicos. En el
momento en el que una empresa con ánimo de lucro tenga que hacerse cargo de una actividad que por definición es poco rentable y que está influida totalmente
por la coyuntura económica, se corre el riesgo de que esa empresa no dedique el dinero ni el esfuerzo necesario para que las cosas realmente se hagan bien,
incumpliendo, muchas veces, los propios pliegos de condiciones que firmaron al ser los adjudicatarios del concurso. Desde nuestra perspectiva, los Ayuntamiento
deberían asumir -mediante empresas municipales públicas o con la ayuda de entidades sin ánimo de lucro- todas las tareas de gestión de residuos. Pero la Ley de
residuos estatal recoge en su artículo 12.5.C que las entidades locales podrán realizar sus actividades de gestión de residuos directamente o mediante cualquier otra
forma de gestión prevista en la legislación sobre régimen local; y esta última recoge la posibilidad de la gestión indirecta, mediante las distintas formas previstas
para el contrato de gestión de servicios públicos en el texto refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, aprobado por Real Decreto Legislativo 3/2011,
de 14 de noviembre. Es decir, que los Ayuntamientos tienen toda la cobertura legal a nivel estatal (y ninguna ley autonómica podría ir en contra de ello) para hacer
una gestión indirecta de sus servicios públicos. Lo que desde las CCAA puede hacerse es favorecer que el gobierno municipal de cada Ayuntamiento se
comprometa a no utilizar esa posibilidad y asuma sus competencias sobre RSU en forma de gestión directa.
10
Milán, con seis millones de personas en su área metropolitana, es hoy la mayor experiencia mundial de recogida selectiva de materia orgánica puerta a puerta, y
puede fácilmente constituir una referencia para Madrid. Otra sería Liubliana (Eslovenia), primera capital europea que se ha sumado a la estrategia de Residuo
Cero.
11
Así, por ejemplo, en Usurbil (Guipúzcoa) se pasó de reciclar apenas el 23% de los RSU en 2008 al 82% en 2009.
12
Los costes totales del sistema disminuyen, aunque la actividad de recogida selectiva es más intensa y absorbe un porcentaje mayor de los gastos e inversiones,
porcentaje en buena medida transformado en salarios y empleo.
13
60 organizaciones en 15 CCAA, www.aeress.org.
14
Hay en la CM 179 municipios.
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Se revitalizarán los Puntos Limpios (con actividades autogestionadas como exposiciones, reuniones,
asambleas, etc) allí donde la actividad vecinal lo permita. En algunos lugares de la CM, asociaciones vecinales
están impulsando la creación de Tiendas Sociales asociadas con ciertos Puntos Limpios.
Aunque en lo anterior nos hemos centrado en los RSU (Residuos Sólidos Urbanos), no cabe ignorar que el
grueso de los residuos generados en las sociedades industriales son residuos industriales, residuos de
construcción o biomasa no urbana (residuos de cultivos por ejemplo), que requieren estrategias
específicas.15
Un fragmento de mi libro Moderar Extremistán (Díaz & Pons, Madrid 2014):
Un pensador greco-francés a quien aprecio mucho, Cornelius Castoriadis, lo señaló hace veinte años con claridad:
por lo menos en este período histórico de la Modernidad (en el que nos hallamos desde hace unos cinco siglos) la
ética, si no es ética social y ética en continuidad con la política, puede funcionar como un falaz dispositivo ideológico
(en el sentido marxiano de la voz ideología: falsa conciencia vinculada con intereses sociales). Se convierte en ética
como encubrimiento, como coartada, como ocasión de engaño y autoengaño. (…)En una sociedad como por ejemplo
la estadounidense (las cifras no serían muy diferentes para otros países industrializados), la basura doméstica
(residuos sólidos urbanos o RSU) sólo constituye el 3% del total de los residuos (frente al 76% de residuos
industriales, el 18% de residuos especiales y el 3’5% de residuos de demoliciones y construcción)16. En España, los
RSU suponen aproximadamente 1/28 del total de residuos.17 Aunque es comprensible el interés del establishment
por reducir la importantísima cuestión de cómo gestionar los inmensos volúmenes de residuos que están generando
actualmente nuestras sociedades a un asunto de concienciación del individuo y responsabilidad personal18, está
claro que ello constituye una potente maniobra de distracción. Ética como encubrimiento: los problemas
sociopolíticos se redefinen como cuestiones personales para condenar a la impotencia a los individuos aislados.
Fragmento de un poema de Paca Aguirre:
“Pero aquel desperdicio,
‘aquel aquello’
¿no habíamos quedado en arrumbarlo?
Entonces ¿a qué viene esta preocupación por lo trivial?
Viene de la música,
viene del ritmo de nuestro desperdicio.
‘Aquel aquello’ canta,
Tiene la melodía de las cosas mínimas,
la canción de los restos.
¿No recuerdas que ‘aquel aquello’ fue asombroso?
‘Aquel aquello’ dice:
no prescindas de mí, no me abandones.
La vida puede ser también un desperdicio.”
Francisca Aguirre, Nanas para dormir desperdicios, Hiperión, Madrid 2007, p. 12.
Este texto, y otros materiales, en mi blog: http://tratarde.org/recursos-y-residuos-acerca-de-la-gestion-de-lasbasuras-municipales-materiales/ , entrada del 23 de abril de 2015
15
Por ejemplo, el 95% de los residuos orgánicos en España proceden del sector primario, aproximadamente la mitad del sector ganadero; los RSU son marginales
en este contexto…
16
Annie Leonard, “Avanzando del cambio individual al cambio social”, capítulo 23 de Worldwatch Institute, ¿Es aún posible lograr la sostenibilidad? (informe
La situación del mundo 2013), Icaria, Barcelona 2013, p. 369. En España, según el Plan Nacional de Residuos Urbanos 2000-2006, se estimaba la producción
media de RSU en algo más de 1,2 Kg/día. En comparación, países del norte de Europa alcanzan tasas de 1,5 a 2,5 Kg/día; en Estados Unidos se alcanzan los 2
Kg/día; y en zonas de América del Sur oscilan entre 0,4 y 0,8 Kg/día. Las cifras oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino para 2008
eran de 24 millones de toneladas de RSU en el país; 514 kg por persona al año y 1,4 kg al día.
17
Generamos aproximadamente 42 kg. de residuos per cápita al día (incluyendo también efluentes líquidos y emisiones gaseosas), de los cuales 1’5 kg. son RSU.
Cf. Ignasi Lerma, “La cultura del vertedero: implicaciones para el decrecimiento”, ponencia en el Simposio internacional “¿Mejor con menos? Decrecimiento,
austeridad y bienestar”, 6, 7 y 8 de octubre de 2014, Facultat de Ciències Socials de la Universitat de Valencia.
18
Annie Leonard cuenta la instructiva historia del lobby “Keep America Beautiful” para mostrar cómo se organizan los intereses industriales concretos (empresas
que fabricaban envases de bebidas de usar y tirar) para despolitizar el problema de las basuras, de forma que se perciba como una cuestión de mejora de la
responsabilidad individual, y no como –por ejemplo— un asunto que requiere leyes más rigurosas sobre el envasado de los productos, y una transformación
ecológica de la industria… Cf. Leonard, op. cit., p. 365-366.
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