XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS IMPACTO NEGATIVO DE UNA PRIVATIZACIÓN NO REGULADA EN EL MANEJO DEL AGUA DE LLUVIA: PROVIDENCIALES, ISLAS TURCAS Y CAICOS Prof. Dr. Fernando Pérez Monteagudo Centro de Investigaciones Hidráulicas Cuba [email protected] 1. Introducción Las Islas Turcas y Caicos constituyen un archipiélago situado al sudeste de las Islas Bahamas. La distancia de este archipiélago respecto a Miami es de 925 km y respecto a la isla de la Española 161 km. La Capital, Cockburn Town, está en la isla de Grand Turk. Se considera que estas islas experimentarán un intenso desarrollo inmobiliario y turístico en el futuro cercano (Kiosseff, 1998) y el suministro adecuado de agua seguramente será un factor que limitará severamente este esperado desarrollo, dado que el archipiélago está compuesto por islas muy pequeñas. La isla de Providenciales es el motor del desarrollo económico del país por su intenso desarrollo turístico e inmobiliario. No existe ninguna cifra exacta que clasifique a una isla en grande, pequeña o muy pequeña. Desde el punto de vista de los recursos hídricos (Falkland, 1992) se considera que una isla mayor de 2000 km2 es grande. La mayoría de las islas pequeñas tiene menos de 200 km2 de área y las que tienen un área de menos de 100 km2 caen en la clasificación de muy pequeñas. Este es el factor que determina la complejidad en el manejo de sus recursos hídricos. De acuerdo con esta clasificación todas las Islas Turcas y Caicos pueden considerarse en general como muy pequeñas o entre muy pequeñas y pequeñas. Por ejemplo las dos islas principales: Providenciales y Grand Turk tienen un área de 97.2 km2 y 18 km2 respectivamente. Debido a su tamaño y sus condiciones geológicas, topográficas y climatológicas las islas pequeñas presentan serios problemas en cuanto a su disponibilidad de agua (United Nations, 1992). En islas calizas que son en general planas y con elevaciones de baja altura no existen posibilidades para almacenamientos superficiales de una escala adecuada y el agua subterránea está presente en forma de pequeños lentes. Estos lentes están en un equilibrio muy delicado con el agua de mar que puede ser alterado de manera significativa por extracción impropia, sequías y por el efecto de las mareas. No XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS teniendo oportunidades de almacenamiento superficial y muy limitadas reservas de aguas subterráneas, las islas pequeñas sufren mucho más los efectos de las sequías que los países mayores (United Nations, 1992). Debido a los factores antes citados, existen muchas dificultades en brindar un suministro seguro en islas pequeñas. También en estas islas la demanda de agua ha crecido en todos los sectores económicos y se ha desarrollado una competencia por los limitados recursos hídricos disponibles entre los diferentes usuarios. Mientras que en grandes masas continentales un solo tipo de recurso hídrico puede ser suficiente para satisfacer la mayoría de las demandas, para resolver los problemas de suministro de agua en pequeñas islas es necesario fomentar varios tipos de recursos hídricos simultáneamente (United Nations, 1992). La investigación y evaluación de los potenciales de recursos hídricos en islas pequeñas, la planificación racional de los recursos y el diseño, construcción y operación de sistemas de suministro de agua plantea un enorme reto a esas islas. Ciertamente requerirá de un apoyo de la comunidad internacional, pero principalmente del desarrollo de los recursos humanos de cada nación y del establecimiento de redes de cooperación entre ellos, debido a la singularidad y similitud de los problemas que enfrentan en el manejo de sus recursos hídricos. Obviamente la sustentabilidad debe ser el objetivo fundamental del manejo del agua potable en islas pequeñas. Se ha reconocido mundialmente que las políticas y prácticas tradicionales de manejo de los recursos hídricos no son sustentables desde ninguna perspectiva: social, económica o ambiental (Serageldin, 1994). Afortunadamente existe un creciente consenso internacional acerca de los principios que deben regir el manejo de los recursos hídricos. Estos principios emergieron de la conferencia Internacional del Agua y Medio Ambiente celebrada en Dublín en 1991 y fueron subsecuentemente aprobados en otras conferencias internacionales como la de Río de Janeiro y otras. Estos principios pueden expresarse como (UNDP-World Bank, 1995; GWP, 1998a): • El agua es un recurso finito y vulnerable y es esencial para sostener la vida, el desarrollo y el ambiente. • El agua debe ser considerada como un bien social y económico. • El manejo y la explotación del agua debe realizarse en el más bajo nivel apropiado, utilizando enfoques participativos y basados en la demanda. Para ello es XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS imprescindible involucrar a todas las partes interesadas (usuarios, planificadores, políticos y otros) en las decisiones. • El agua debe manejarse en un marco integrado, amplio, tratando de tener en cuenta e inter - relacionando las consideraciones de los distintos sectores involucrados Cuando se logra aplicar estos principios en el manejo de los recursos hídricos puede decirse que estos son manejados en forma Integrada. El Manejo Integrado de los Recursos Hídricos es un proceso que tiene como objetivo garantizar el desarrollo y manejo coordinado del agua, el suelo y recursos asociados mediante la maximización del bienestar económico y social sin comprometer la sustentabilidad de los sistemas ambientales vitales (GWP, 1998b) Uno de los conceptos principales que permite manejar integralmente los recursos hídricos, sobre todo en sistemas de abasto de agua potable es el uso de enfoques basados en la demanda. Para comprender lo que se quiere decir con enfoques basados en la demanda para el manejo de los recursos hídricos, es importante referirse a que históricamente y lamentablemente aún en la actualidad las prácticas usuales en el manejo de los recursos hídricos se caracterizan por elevados costos económicos y ambientales. Las fugas en los sistemas de distribución de agua son, por ejemplo tan altas como el 60% del agua bombeada y en la agricultura bajo riego que utiliza más del 80% del agua empleada en los países en desarrollo, puede haber pérdidas de agua de un 70% o más. Esto se ha debido a que en la mayoría de los países el agua se ha tratado como si hubiera estado disponible en cantidades ilimitadas y suministrada a un costo nulo o muy bajo a consumidores que no tienen conciencia de su valor económico y social. Las inversiones en el sector del agua han sido guiadas por un enfoque orientado al suministro y regido por las demandas de agua, que considera estas últimas como un dato inalterable que hay que cumplir, y para lo cual hay que invertir para encontrar el agua necesaria para satisfacerlos. Opuesto a este enfoque, modernamente se trata de imponer un enfoque basado en la demanda que puede considerarse como el conjunto de medidas técnicas, regulatorias y XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS económicas que tienden a racionalizar el uso del agua y reducir las pérdidas desde la fuente. En general estas opciones permiten elevar los niveles de consumo a satisfacer sin inversiones nuevas y de gran magnitud y evitan también serios problemas ambientales. Algunas de esas medidas incluyen detección de fugas, reducción de desperdicios de agua, inversiones en accesorios y equipos (válvulas, aparatos sanitarios, etc.) así como procesos y tecnologías que disminuyen el consumo de agua sin reducir la satisfacción del usuario. También se incluyen el tratamiento de las aguas residuales industriales y domésticas para el reciclaje y el reuso así como la priorización de los usos del agua hacia aquellos de más valor social. Las políticas que estimulan el manejo desde el punto de vista de la demanda incluyen la aplicación de precios adecuados para el agua, establecer multas por polución, regulaciones y restricciones en el uso del agua, exhortación y educación entre otros. En islas pequeñas la aplicación de estos conceptos es de importancia vital debido a la complejidad del contexto en el que sus recursos hídricos son manejados. Indudablemente el manejo adecuado del agua de lluvia tiene una importancia vital para el manejo racional de los recursos hídricos en pequeñas islas. 2. Los recursos hídricos en las Islas Turcas y Caicos Históricamente, en las Islas Turcas existe una larga tradición en el manejo del agua de lluvia, aunque con diferencias entre las islas que componen el archipiélago dependiendo de sus características. Desde el punto de vista de los recursos hídricos, las Islas Turcas y Caicos pueden dividirse en dos grupos (Mather, 1971): • Las llamadas islas de Sal: Grand Turk, Salt Cay y South Caicos. • El resto de las islas Caicos: Providenciales, North, East y Middle Caicos. XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS Las islas de Sal están prácticamente desprovistas de vegetación de altura significativa la que fue cortada en su historia pasada, con el propósito de evitar lluvias no deseadas y así fomentar salinas que fueron durante muchos años su sustento económico. Estas islas están cubiertas por pequeños arbustos en las partes altas y ásperas hierbas en llanuras en las partes bajas y alrededor de las salinas abandonadas. La remoción de la mayor parte de la vegetación y la escasez de lluvia ha implicado la ruptura del poco suelo que existía y gran parte de esas islas está cubierta con un fino polvo de arena (Mather, 1971). En contraste, el resto de las islas Caicos son relativamente fértiles, aunque el reciente desarrollo turístico de Providenciales ha afectado esto de forma significativa. Las partes altas del Norte de dichas islas están densamente cubiertas por arbustos y árboles de bajo porte y en North Caicos y Middle Caicos se pueden encontrar áreas de Pino Caribeño. Al sur de las islas North, East y Middle Caicos los arbustos cedieron su lugar a grandes áreas de bancos de arena parcialmente expuestos que son interrumpidos por tortuosos arroyos cuyos bordes soportan mangles rojos bajos (Mather, 1971). La precipitación promedio es consecuentemente menor en las Islas de Sal que en el resto de las Caicos. Aunque los registros de precipitación son realmente insuficientes, los estimados para Grand Turk son de 685 mm al año mientras que para Providenciales alcanzan los 762 mm (Pérez Monteagudo, 2000). La proporción de la precipitación que se convierte en escurrimiento superficial es usualmente muy baja, la mayor parte humedeciendo el suelo pero en general no contribuyendo a la recarga de agua subterránea. Todos los estimados de evapotranspiración en las Islas Turcas y Caicos dan cifras superiores a la precipitación (van desde 1219 mm/ año hasta 1778 mm/año). Entonces esto implica que la recarga natural de los acuíferos sólo se produce en períodos de intensas lluvias en los que el agua se infiltra por debajo de la zona radicular antes de evaporarse. Consecuentemente los lentes de agua subterránea son de poco espesor, baja calidad y están en un frágil equilibrio con el agua de mar (Mather, 1971). Los recursos de agua subterránea en las Islas de Sal son casi inexistentes, mientras que en el resto de las Caicos hay algunos lentes con posibilidades de explotación. En Providenciales los más importantes lentes de agua subterránea son "The Bight", "Blue Hills", "Five Cays" y "Airport". "The Bight" es significativamente el más importante, siendo utilizado actualmente para suministrar a los asentamientos de bajos ingresos de agua XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS para diferentes usos incluyendo agua potable, desde el campo de pozos "The Bight", administrado por Provo Water Company, entidad que se encarga de la distribución de agua potable en Providenciales. El resto tiene usos locales limitados (Pérez Monteagudo, 2000). El acuífero "The Bight" está compuesto por arenas consolidadas y pobremente consolidadas del Holoceno. La profundidad máxima del lente se estima ubicada a una distancia entre 250 y 300 metros de la costa (Langedijk, 1990). Se reporta un área estimada de 278 hectáreas (Yates, 1990). En ensayos de bombeo se reflejaba una intensa influencia de las mareas, indicando una conexión directa con el mar. Las arenas del Holoceno contienen estratos ricos en desechos orgánicos por lo que el agua subterránea es frecuentemente rica en sulfuro de hidrógeno, lo que es más evidente en períodos de sequía asociados con sobre - explotación (Mather, 1971). Los niveles de fluoruros son también altos los que se elevan considerablemente con la sobre explotación (Langedjik, 1990, Poultney, 1992). Cuando se bombea en exceso los niveles de cloruros también suben considerablemente indicando el frágil equilibrio del lente de agua subterránea con el mar (Stanley Associates, 1981). Los estimados de recarga neta al lente "The Bight" no se han basado en la diferencia entre la precipitación y la evapotranspiración y el escurrimiento superficial, por lo que deben considerarse muy aproximados. Las cifras más confiables se han obtenido mediante la observación de los niveles del agua subterránea relacionados con las tasas de extracción proporcionando además estimados de los recursos explotables del lente. Los estimados de la recarga neta van desde 70 a 152 mm. Los recursos explotables se estiman en un rango que va desde 379 m3/dia a 520 m3/dia (Pérez Monteagudo, 2000). En los años 1997/98 y 1998/99 se han extraído como promedio 53 m3/dia (James, 2000) lo que está por debajo del estimado de los recursos explotables. Geológicamente las Islas Turcas y Caicos son similares a las Bahamas. Consisten en dos bancos marinos bajos que están aislados uno del otro y de las islas vecinas por profundos canales oceánicos. La sedimentación en los bancos es un proceso continuo y las islas constituyen depósitos marginales y áreas bajas que han permanecido expuestas desde el Pleistoceno, (Mather, 1971). Las diferencias entre las islas han influido en las características del abasto público. En Grand Turk, Salt Cay y South Caicos tradicionalmente se ha colectado el agua de lluvia proveniente de los techos de las viviendas y adicionalmente en áreas de captación XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS generales a nivel de cada isla. En el resto de las islas Caicos (Providenciales entre ellas), la colección de agua de lluvia se concentraba en las viviendas y era complementada por agua proveniente de lentes de agua subterránea (Mather, 1971). 3. La tradición consolidada: el manejo del agua de lluvia en Grand Turk La captación de agua de lluvia es una antigua y frecuentemente olvidada práctica (Agarwal et. al, 1997). En Grand Turk es aún la fuente principal de agua y está ampliamente desarrollada a los niveles de la vivienda y las edificaciones así como a nivel de la comunidad. Es uno de los tesoros del manejo de los recursos hídricos de Grand Turk que debe ser cuidadosamente preservado. Casi todos los edificios poseen su sistema propio de colección compuesto por la captación en los techos, las canaletas y las cisternas. Las cisternas están cubiertas también por un techo con propósitos de captación. Las dimensiones de estos sistemas están reguladas por el gobierno (Smith, 1999). XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS Figura 1. Sistema típico de captación de agua de lluvia en las edificaciones de Grand Turk El sistema de abasto está también ampliamente suministrado por agua de lluvia. Existen 27 tanques con una capacidad de almacenamiento de casi 19,000 m3, abastecidos por tres importantes áreas de captación al nivel del terreno y otras menores. Figura 2. Área de captación de la base Norte, con tanques de almacenamiento de hormigón armado XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS Considerando que no había seguridad de que el agua de lluvia fuera capaz de garantizar el abasto de Grand Turk en épocas de seca, el Gobierno de las Islas Turcas y Caicos compró y puso en marcha tres plantas de ósmosis inversa, con una producción total de 682 m3/día. En los años 1999-2000 se proyectó, construyó y puso en marcha un sistema de distribución de agua potable de unos 20 km. de longitud, que interconectaba todos los tanques y áreas de captación públicas de agua de lluvia con el agua suministrada por las plantas de ósmosis inversa. También se construyó la red y se comenzaron a realizar las conexiones a todas las edificaciones, pero se mantuvieron los sistemas individuales de captación y colección de agua de lluvia en las edificaciones, quedando el sistema de abasto general como complemento al individual de ser necesario en épocas de crisis y para suministrar a los servicios públicos (hospitales, escuelas, oficinas públicas). De este modo se consolidó el sistema de manejo del agua de lluvia en tres niveles diferentes (Pérez Monteagudo y Fernández Miquel, 2000a y b): • Principal: el sistema de la edificación. Es de obligatorio cumplimiento la regulación que norma para cada edificación la necesaria área de captación en la cubierta y la correspondiente capacidad de almacenaje. • Primer nivel complementario: El sistema de abasto general de la isla suministrado en el periodo húmedo por agua de lluvia. • Segundo nivel complementario: El sistema de abasto general de la isla reforzado con agua desalinizada en época de seca. Además existen puntos de venta de agua abastecidos por el sistema general donde se suministra a precios subsidiados agua a la población de bajos ingresos que no está conectada a la red y que dadas las características precarias de sus viviendas tienen poca capacidad de almacenamiento de agua de lluvia. Otros puntos de venta suministran a carros cisternas que distribuyen el agua en épocas de sequía o en situaciones de emergencia a la población con mayores ingresos. Las tarifas aplicadas actualmente son 2.64 USD por m3 para la población de bajos ingresos en los puntos de venta; 7.92 USD por m3 para las oficinas gubernamentales, carros cisterna y para los usuarios domésticos y comerciales conectados a la red. El XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS agua suministrada por carros cisternas privados cuesta aproximadamente 13.2 USD por m3 (Pérez Monteagudo y Fernández Miquel, 2000a y b). Un aspecto muy importante en el manejo integral de los recursos hídricos de la isla es la promoción del uso de agua salobre para la descarga de inodoros, lo que teniendo en cuenta que todos los accesorios son plásticos implica un riesgo mínimo de corrosión. Partiendo de la experiencia positiva de la instalación de redes locales paralelas para el suministro de agua salobre en algunas zonas, se decidió aprovechar el proceso de construcción de la nueva red de agua potable para instalar tuberías paralelas para agua salobre y extender este servicio donde no existía. Para estimular su uso se estableció una tarifa fija mensual de 10 USD. Esto ha contribuido a generar importantes ahorros de agua potable con los consecuentes beneficios para el manejo integral de los recursos hídricos en Grand Turk (Pérez Monteagudo y Fernández Miquel, 2000a y b). Figura 3. Área de captación de la base Sur con tanques de acero XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS 4. La tradición olvidada: el manejo del agua de lluvia en Providenciales Como se expresó anteriormente, en Providenciales el agua subterránea proveniente del lente "The Bight", suministra a las comunidades de bajos ingresos. Hasta muy recientemente existía una regulación gubernamental que establecía la obligatoriedad de disponer en cada edificación de un sistema de captación y colección de agua de lluvia. Esto no ha sido aplicado después de que comenzara a operar una compañía privada para el suministro de agua potable: Provo Water Company. Desde mediados de 1998 Provo Water comenzó a construir y poner en marcha un sistema de distribución de agua potable abastecido solamente por agua desalinizada. Actualmente este sistema enlaza la fuente consistente en plantas de ósmosis inversa propiedad de Turks and Caicos Water Company (compañía asociada de Provo Water Company) con las áreas principales de desarrollo de la Isla (James, 2000). Los costos de una conexión a la red son elevados: 450 USD. Dado el alto costo de la energía eléctrica, 0.28 USD por kW-h, los costos de producción de agua desalinizada son altos los que se traducen en una elevada tarifa de 9.25 USD por m3. A los usuarios domésticos se les aplica una tarifa de 7.66 USD por los primeros 3785 litros. El costo de agua desalinizada suministrada por carros cisternas es de 14.8 USD por m3 (James, 2000). Una comparación inicial de las tarifas en Providenciales y Grand Turk pudiera conducir a la conclusión de que son muy similares pero hay que tener en cuenta que son condiciones diferentes. Las elevadas tarifas en Grand Turk, contribuyen a disuadir a los clientes del uso del agua del sistema de distribución ya que tienen como alternativa su sistema propio de captación y colección de agua de lluvia, mientras que en Providenciales, el enfoque es que todos los clientes utilicen los servicios de Provo Water para maximizar las ganancias de la compañía. 5. Posibilidades de mejorar el manejo del agua de lluvia en Providenciales. Impacto económico y ambiental Como se ha expresado anteriormente el turismo es la base del desarrollo económico de Providenciales el que se sustenta en grandes instalaciones hoteleras y otros servicios, todos grandes consumidores de agua. XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS En general estas instalaciones se abastecen del sistema de distribución de Provo Water o de plantas desalinizadoras propias lo que en cualquier caso implica un alto costo. Todas estas instalaciones tienen importantes áreas techadas cuyas posibilidades de captación de agua de lluvia se desaprovechan. Téngase en cuenta que en Provo la lluvia promedio anual es de 762 mm, superior a la de Grand Turk y muy similar a la de Alemania de 774 mm. En este último país existe un avanzado y extendido desarrollo en el manejo del agua de lluvia con la ventaja climatológica de una distribución mucho más uniforme de las precipitaciones que en las Islas Turcas (König, 2001). En prácticamente todos los hoteles existen lavanderías abastecidas con agua desalinizada, las que perfectamente pudieran ser abastecidas por sistemas de agua de lluvia. Otro posible e importante uso del agua de lluvia sería la descarga de los inodoros. A diferencia de otras islas del Caribe en las que el turismo comenzó más temprano, la mayor parte de los hoteles en Providenciales tienen una solución general muy similar para el manejo de sus agua residuales. En otros países del Caribe los métodos más comunes de tratamiento son tanques sépticos y tratamientos secundarios sencillos, con disposición de los efluentes directamente en la costa por medio de emisarios impropiamente diseñados y el caso de los tanques sépticos dispuestos mediante pozos de infiltración (Goreau, 1994, Archer, 1994), con los consiguientes impactos negativos en el ambiente costero. XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS Figura 4. Planta de tratamiento de aguas residuales "Beaches" La peculiaridad más importante y positiva, especialmente en los grandes hoteles de Providenciales es la casi generalizada disposición final de los efluentes mediante su reuso en el riego de sus áreas verdes. La mayoría de los hoteles poseen plantas de tratamiento de residuales con tratamiento biológico secundario aeróbico y la mayoría de esas instalaciones filtran y desinfectan el efluente secundario antes de disponerlo finalmente mediante el riego. La vegetación que compone estas áreas verdes contribuyen a la remoción de nutrientes lo que de hecho constituye una forma de tratamiento terciario. El efluente que se infiltra por debajo de la capa radicular es transportado por el flujo agua del agua subterránea hacia la costa con el consiguiente impacto ambiental, lo que es especialmente evidente en la zona que coincide con el lente "The Bight" el que por tener extracciones muy por debajo de sus recursos explotables mantiene un considerable flujo natural hacia la costa. Coincidentemente esa es una de las zonas de mayor desarrollo turístico de Providenciales (Pérez Monteagudo, 2000). XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS A pesar de este positivo proceso de tratamiento y disposición final de las aguas residuales se han detectado signos de temprana eutrofización en los arrecifes coralinos de las aguas costeras de Provo y contenidos de nutrientes superiores a los límites que pueden desencadenar la eutrofización en las aguas costeras tropicales (Lapointe y Clark, 1992, Pérez Monteagudo, 2000). Los valiosos arrecifes coralinos de las aguas costeras de Providenciales son una de las bases de su atractivo turístico y deben ser preservados. Figura 5. Planta de tratamiento de aguas residuales de Club Med Una solución que contribuiría a la mitigación de este impacto sería utilizar además el agua de lluvia para mezclarla con el agua residual tratada y así disminuir la concentración de nutrientes del agua de riego y consecuentemente la de los nutrientes que impactan el ambiente costero marino. Dado que ya existen tanques para almacenar el agua residual tratada en muchos casos no sería necesario hacer un tanque adicional. Esta mezcla de agua de lluvia y de agua residual tratada podría también utilizarse para descargar inodoros, como se hace en uno de los hoteles: Allegro y hasta para propósitos XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS paisajísticos como sería la creación de cuerpos de agua en las áreas verdes similares a los que existen en el campo de golf que están alimentados en este caso por agua subterránea. Debe destacarse que la propuesta de utilizar el agua de lluvia directamente para lavanderías y para la descarga de inodoros requeriría de instalaciones hidro - sanitarias paralelas, las que pudieran ser difíciles de construir en hoteles existentes y sería más conveniente considerarlas desde el diseño en las nuevas instalaciones. Pero la propuesta de utilizar el agua de lluvia para regar en los hoteles en los que ya se riega con aguas residuales tratadas puede implementarse con mucha mayor facilidad ya que en muchos casos los tanques de almacenamiento existen y de no tener capacidad suficiente se podría considerar la construcción de uno nuevo. Dado que los sistemas de riego ya existen no habría que construir nuevas instalaciones. Lo único que habría que instalar adicionalmente serían los sistemas de conducción de agua de lluvia desde los techos a los tanques, los que en muchos casos ya existen parcialmente como parte del sistema de drenaje pluvial. 6. Conclusiones Como se puede concluir, la ausencia de regulaciones gubernamentales encaminadas a preservar la tradición en el manejo del agua de lluvia en Providenciales ha tenido un negativo impacto en la integralidad del manejo de los recursos hídricos de esta isla. Sin embargo existen muchas posibilidades de aprovechar este importante recurso en Providenciales, las que contribuirían significativamente a elevar la sustentabilidad en el manejo de los recursos hídricos de esa isla. La rica tradición en el manejo del agua de lluvia que caracteriza a las Islas Turcas y Caicos, los elevados costos del suministro de agua desalinizada y los beneficios al ambiente costero que pudieran derivarse, deberían servir de acicate al gobierno de las Islas para establecer regulaciones adecuadas que estimularan el manejo racional del agua de lluvia en Providenciales. XI IRCSA CONFERENCE – PROCEEDINGS Referencias 1. Agarwal, A. and S. Narain (1997), ed. Dying wisdom. Rise, fall and potential of India’s traditional water harvesting systems. Centre for Science and Environment, New Delhi. 1997. 2. Archer, A.B. (1994). Impacts of Wastewater on Caribbean Coastal and Marine Areas. Conference proceedings. Caribbean Water and Wastewater Association. Third Annual Conference. 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