Cartas Paulinas - Iglesia La Portada

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MES DE LA BIBLIA
ESTUDIO BÍBLICO: PARA EL DOMINGO 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2015
RAÚL PEREYÉ DIAZ: SUPERINTENDENTE ESCUELAS DOMINICALES
TEMA ESPECIAL: LAS CARTAS PAULINAS
1ra. a los Corintios: “1:3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo”.
Las epístolas paulinas son un conjunto de trece cartas (epístolas) escritas o atribuidas a San Pablo y redactadas en
el siglo I.
Las epístolas del Apóstol Pablo forman aproximadamente 50 por ciento del nuevo testamento. Desde sus viajes
misioneros hasta su encarcelamiento en Roma, vemos que Pablo hizo de todo y sufrió de todo por el evangelio.
Las enseñanzas de Pablo nos ayudan a entender las verdades fundamentales del cristianismo, como vivir nuestra
fe cada día y cuáles son nuestros deberes como una iglesia unida bajo Cristo Jesús.
Objetivo de las cartas
El objetivo de estas cartas es dar instrucciones a los cristianos sobre el modo de comportarse y responder a sus
inquietudes. En general el autor da ánimos a sus lectores y responde a sus preguntas o preocupaciones
(Tesalonicenses y Corintios), en ocasiones los reprende (Gálatas y 2 Corintios) y a veces les escribe como muestra
de agradecimiento por su comportamiento (Filipenses). En las llamadas epístolas pastorales (1 y 2 Timoteo y Tito)
el tema central es la organización interna de la iglesia (obispos, presbíteros, diáconos, etc.)
Además de estas cartas, se cree que Pablo hizo otros escritos que se acabaron perdiendo. Por ejemplo, en la
Primera Epístola a los Corintios Pablo parece que alude a una carta anterior (1 Corintios 5:9).
Influencia
Pablo de Tarso fue ante todo era un apóstol, un misionero y un predicador. Dirigió sus cartas a diferentes
comunidades y personas con intención de llevar adelante su propósito de edificar la Iglesia, y se sirvió del género
epistolar como de un medio para difundir su conocimiento del mensaje cristiano y, sobre todo, con vistas a
aplicarlo a los problemas concretos surgidos en aquellas zonas que no podía visitar personalmente. Estos
problemas le servían frecuentemente como punto de inicio para tratar de manera más amplia y trascendente las
verdades fundamentales de la fe y la conducta cristianas. Con todo, las epístolas paulinas perduraron mucho más
allá de la ocasión en que fueron escritas, e hicieron de su autor una de las personalidades más influyentes de la
Historia de la cristiandad.
Muy bien podríamos decir que Pablo es el primer gran pensador cristiano. Supo, leer el A.T. e interpretar la fe
judía a la luz de Cristo, ayudando a las comunidades cristianas a comprender y fortalecer su identidad como
Nuevo Pueblo de Dios. A más de pensador, Pablo fue un misionero. Con su pensamiento, vida y trabajo impulsó e
inspiró la misión de la Iglesia entre judíos y paganos. Trabajador y organizador infatigable, organizó equipos de
evangelización, enfrentó los conflictos, incluso con sufrimientos físicos, que se presentaron en el camino. Su fe, su
pensamiento, su vida misionera, la gastó para ayudar a las comunidades cristianas a comprender y fortalecer su
identidad y a vivir la novedad del evangelio de Cristo en medio del mundo. Y para esto, se hizo también escritor.
Las cartas de Pablo son los escritos más antiguos del Nuevo Testamento, que aún conservamos.
¿CUÁLES SON LAS CARTAS DE PABLO?
Es necesario distinguir entre:
a. Cartas Paulinas
Son las que él escribió con la ayuda de otros misioneros, incluso de un secretario a quien se las dictaba. Son:
1Tesalonicenses, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, Filemón y Romanos.
En las Cartas Paulinas encontramos temas que son propios de Pablo.
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b. Cartas Deuteropaulinas
Son las que fueron escritas por otras personas, inspiradas en el pensamiento y estilo de Pablo. Fueron atribuidas a
Pablo para darles importancia y llamar la atención de las comunidades sobre ellas. Son: 2Tesalonicenses, Efesios,
Colosenses, 1 y 2 Timoteo y Tito.
En estas cartas se invita a tener buenas relaciones con las autoridades civiles, vigilar a los que confunden a la
comunidad, velar por la doctrina, no discutir con los que enseñan falsas doctrinas, sino directamente apartarlos.
Se le da más importancia a los valores morales que a la proclamación del plan divino de salvación.
¿CÓMO COMENZAR A LEER LAS CARTAS DE PABLO?
Las cartas de Pablo nos ayudan a comprender su pensamiento. Pero su intención al escribirlas, no fue presentarse
a sí mismo ni ofrecer una teología ni doctrina, sino ayudar a comunidades muy concretas. Pablo conocía los
problemas, defectos y virtudes de las comunidades. En sus cartas entra directamente a ayudar, iluminar,
fortalecer, corregir. No se detiene demasiado a explicar con detalles los problemas o circunstancias que le
animaron a escribir. ¡No hacía falta! Sus destinatarios ya sabían a qué se refiere y por qué les escribe. Para leer
correctamente las cartas de Pablo, es necesario conocer algo de la situación de la comunidad que recibe la carta,
pues nos ayuda a comprender las alusiones y detalles que Pablo escribe.
Hoy no sabemos las fechas exactas en que fueron redactadas las cartas, por lo tanto no sabemos en qué orden
fueron escritas (la Biblia las presenta por orden de extensión: de la más amplia a la más corta). La más antigua es
1Tesalonicenses y la última, quizá, Romanos, llamada por algunos como: “testamento espiritual de Pablo”.
RESEÑA DE CARTA PAULINA
Romanos: Pablo escribió esta carta en preparación a su viaje a Roma. Esta carta tiene como tema central la
buenas nuevas del evangelio. Pablo habla sobre la justificación mediante la fe en Jesús y da consejos sobre cómo
una persona vivir de acuerdo al Espíritu Santo. Fue escrita en el 57 d.C.
Corintios 1: Esta carta fue a la iglesia en Corintos, la cual Pablo fundo durante su segundo viaje misionero. De los
temas que Pablo toca están la pureza, el matrimonio, dones espirituales, y el ministerio. Escritas entre el 55 y 56
d.C.
Corintios 2: Al terminar de escribir 1Cor, envío a Timoteo y este le trae la noticia de que la carta no había
producido los efectos esperados. Algunos corintios aún cuestionaban su apostolado.
Gálatas: Aquí Pablo toca varios temas en defensa del evangelio que aparentemente estaba bajo ataque en
Galacia. El capitulo 3 habla sobre la justificación, que es una doctrina básica del cristianismo y uno de los puntos
divisivos entre judíos tradicionales y los primeros cristianos. Escrita entre el 55 y 56 d.C.
Efesios: Una vez más vemos a Pablo detallando lo esencial de la doctrina cristiana con un énfasis en la iglesia
universal. Dice 2:19 "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros
de la familia de Dios." También habla sobre el hogar y la armadura cristiana. Escrita entre 60 y 61 d.C.
Filipenses: Pablo escribió esta breve carta desde una prisión. Aun encarcelado vemos que esto no impide que su
carta este llena de ánimo, quizás porque la iglesia de Filipo se preocupó de las dificultades de Pablo y le enviaban
ayudaban como podían. Escrita en el 61 d.C.
Colosenses: Pablo también escribió esta carta a Colosas desde la cárcel. En ella exalta la majestad de Jesucristo y
la de Dios como creador del mundo. En el capítulo 2 vemos que Pablo se preocupa de que estas verdades sean
enfatizadas y les advierte a que no se dejen engañar por nadie que enseñe filosofías huecas.
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Tesalonicenses 1 y 2: Los tesalonicenses eran nuevos en la fe y la voz había regado sobre la manera en que ellos
recibieron el evangelio y se convirtieron. Era una iglesia que tenia gran entusiasmo para servir a Dios pero aun
necesitaba madurar en ciertos aspectos. Pablo les exhorta que no dejen de trabajar y que se mantengan puros
mientras esperan la segunda venida del Señor, la cual ellos pensaban que estaba por ocurrir en aquellos días.
Timoteo 1 y 2: Timoteo fue un fiel discípulo de Pablo. En estas cartas Pablo ofrece una variedad de consejos sobre
la conducta cristiana al igual que la conducta de un ministro a este joven dedicado al evangelio. En el famoso
pasaje de 2 Timoteo 4:6-8 vemos que Pablo está esperando morir mientras está encarcelado en Roma.
Prácticamente despidiéndose por última vez dice "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe." Junto a la epístola de Tito, estos fueron sus últimos escritos.
Tito: Similar a los consejos a Timoteo, en esta carta Pablo habla sobre las cualidades de un "anciano" o ministro
del evangelio. También reprende el mal testimonio de un grupo de personas en Creta, la iglesia donde Tito estaba
sirviendo. Con las de Timoteo, esta carta fue escrita en el 64 d.C.
Filemón: La más corta de todas las cartas, Pablo felicita a Filemón por el gran amor que tiene hacia "todos los
santos", ósea hermanos en la fe, y toma la oportunidad para hablarle de Onésimo, un esclavo que conoció en la
cárcel y le pide que cuide de él como es debido entre los cristianos. Escrita en el 61 a.C.
Hebreos: El autor de esta carta no se identifica y por esta razón, y por una variación de estilo, no se puede decir
con certeza que fue escrita por Pablo. Algunos expertos bíblicos lo atribuyen a Pablo, Lucas, Bernabé, Apolo, Silas,
Felipe y hasta Priscila. Esta carta fue dirigida a hebreos creyentes que quizás por falta de entendimiento del
evangelio o persecución, estaban considerando dejar la fe. El autor habla sobre el sacerdocio de Cristo, el nuevo
pacto y una exhortación al crecimiento espiritual. Escrita antes del 70 d.C.
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