AYOTZINAPA, VÍCTIMA DEL TERRORISMO DE ESTADO La ejecución extrajudicial de 3 estudiantes normalistas, la desaparición forzada de 43 más y otras víctimas del pueblo, es una prueba irrefutable de que el terrorismo de Estado es la política sistemática de los gobiernos en turno para atender las demandas más sentidas del pueblo. Los autores materiales están a la vista, policías municipales y grupos paramilitares; los autores intelectuales se esconden tras el manto de impunidad que les brinda el hecho de ser los representantes del gobierno federal, estatal y municipal, además de los generales de los cuerpos policiacos y militares; quienes hoy demagógicamente señalan que atenderán el asunto mediante la creación de una comisión especial de búsqueda. Por ningún motivo se debe aceptar la tesis del Estado, aludiendo que este crimen fue cometido por integrantes de la delincuencia organizada o el narcotráfico. De esta manera se pretende eludir su responsabilidad en el cometido de estos crímenes y buscar un chivo expiatorio que mantenga incólume sus estructuras castrenses. La huellas de tortura y los testimonios de policías municipales, no son pruebas contundentes para afirmar que la orden directa de actuar con la fuerza letal contra normalistas no pasó por la cadena de mando de las fuerzas castrenses, aunado a la panacea que ha prometido Peña Nieto con la conformación de “Mando único” como medida de seguridad pública, lo que implica que en las instancias inferiores no se realiza sin el consentimiento del ejecutivo federal y mandos superiores. AYOTZINAPA, VÍCTIMA DEL TERRORISMO DE ESTADO La ejecución extrajudicial de 3 estudiantes normalistas, la desaparición forzada de 43 más y otras víctimas del pueblo, es una prueba irrefutable de que el terrorismo de Estado es la política sistemática de los gobiernos en turno para atender las demandas más sentidas del pueblo. Los autores materiales están a la vista, policías municipales y grupos paramilitares; los autores intelectuales se esconden tras el manto de impunidad que les brinda el hecho de ser los representantes del gobierno federal, estatal y municipal, además de los generales de los cuerpos policiacos y militares; quienes hoy demagógicamente señalan que atenderán el asunto mediante la creación de una comisión especial de búsqueda. Por ningún motivo se debe aceptar la tesis del Estado, aludiendo que este crimen fue cometido por integrantes de la delincuencia organizada o el narcotráfico. De esta manera se pretende eludir su responsabilidad en el cometido de estos crímenes y buscar un chivo expiatorio que mantenga incólume sus estructuras castrenses. La huellas de tortura y los testimonios de policías municipales, no son pruebas contundentes para afirmar que la orden directa de actuar con la fuerza letal contra normalistas no pasó por la cadena de mando de las fuerzas castrenses, aunado a la panacea que ha prometido Peña Nieto con la conformación de “Mando único” como medida de seguridad pública, lo que implica que en las instancias inferiores no se realiza sin el consentimiento del ejecutivo federal y mandos superiores. La forma y los métodos de tortura no son parte de mentes despiadadas o producto de ajustes de cuentas, son la aplicación metódica de los manuales de contrainsurgencia estadounidenses, israelíes y colombianos; así es que no debe quedar dudas respecto a los autores materiales e intelectuales de estos crímenes de lesa humanidad; son los grupos paramilitares, comandados por militares en activo por órdenes directas de mandos federales, concretamente el secretario de la defensa nacional y el comandante supremo de las fuerzas armadas y mando único Enrique Peña Nieto. La forma y los métodos de tortura no son parte de mentes despiadadas o producto de ajustes de cuentas, son la aplicación metódica de los manuales de contrainsurgencia estadounidenses, israelíes y colombianos; así es que no debe quedar dudas respecto a los autores materiales e intelectuales de estos crímenes de lesa humanidad; son los grupos paramilitares, comandados por militares en activo por órdenes directas de mandos federales, concretamente el secretario de la defensa nacional y el comandante supremo de las fuerzas armadas y mando único Enrique Peña Nieto. La presunción de muerte de los detenidos desaparecidos es una maniobra desgastada de los gobiernos antipopulares, por lo que las organizaciones populares y de derechos humanos y pueblo en general no debemos caer en el juego del Estado. De la misma manera es el exhorto a los familiares de las víctimas de este atroz crimen, no se debe morder el anzuelo del Estado para abrir la coartada de realizar otra ejecución sumaria como el caso de Tlatlaya; hoy más que nunca la consigna popular debe ser “¡Porque vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos! La presunción de muerte de los detenidos desaparecidos es una maniobra desgastada de los gobiernos antipopulares, por lo que las organizaciones populares y de derechos humanos y pueblo en general no debemos caer en el juego del Estado. De la misma manera es el exhorto a los familiares de las víctimas de este atroz crimen, no se debe morder el anzuelo del Estado para abrir la coartada de realizar otra ejecución sumaria como el caso de Tlatlaya; hoy más que nunca la consigna popular debe ser “¡Porque vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos! A nuestros compañeros de lucha de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Atotzinapa, Guerrero; a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, todo nuestro respaldo en las acciones políticas que se impulsen; la resignación e inactividad en estos momentos no juegan de nuestro lado, no debemos permitir que se siga masacrando al pueblo y los responsables sean cobijados por la impunidad. A nuestros compañeros de lucha de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Atotzinapa, Guerrero; a los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, todo nuestro respaldo en las acciones políticas que se impulsen; la resignación e inactividad en estos momentos no juegan de nuestro lado, no debemos permitir que se siga masacrando al pueblo y los responsables sean cobijados por la impunidad. Debemos exigir la renuncia de Ángel Aguirre Rivero del ejecutivo estatal y su juicio penal y político por su responsabilidad en crímenes de Estado; de la misma manera con los mandos militares y policiacos y de Enrique Peña Nieto como jefe del mando único. Debemos exigir la renuncia de Ángel Aguirre Rivero del ejecutivo estatal y su juicio penal y político por su responsabilidad en crímenes de Estado; de la misma manera con los mandos militares y policiacos y de Enrique Peña Nieto como jefe del mando único. Exhortamos a las organizaciones populares a coordinar acciones políticas de masas que nos permitan hacer frente a esta ola represiva que ha desatado el Estado contra el movimiento popular; a este acto de provocación por parte del Estado, respondamos con la acción consiente y organizada; ¡ni una lucha aislada más! Exhortamos a las organizaciones populares a coordinar acciones políticas de masas que nos permitan hacer frente a esta ola represiva que ha desatado el Estado contra el movimiento popular; a este acto de provocación por parte del Estado, respondamos con la acción consiente y organizada; ¡ni una lucha aislada más! Fraternalmente Fraternalmente Frente Nacional de Lucha por el Socialismo Frente Nacional de Lucha por el Socialismo FB: fnls.fnls; http// fnls.mayfirst.org FB: fnls.fnls; http// fnls.mayfirst.org