reservista voluntario ya mucha honra - Ejército del Aire

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RESERVISTA VOLUNTARIO Y A MUCHA HONRA
Hoy quiero dirigirme a vosotros con el “gorro” de jefe de la sección de Reserva
y Movilización para contaros mi percepción del reservista voluntario.
Fijaros si estoy seguro del interés del artículo que de no tenerlo estoy dispuesto
a invitaros a un café en “El Manila” con la única condición de que paséis por mi
oficina, puerta 156 del CG y digáis las palabras clave: “Mi Coronel, vaya
bodrio”.
Sé que nadie discute la legalidad de la figura del reservista voluntario, está
respaldada por la propia Constitución en su Art. 30, el Título VI de la Ley
39/2007, de la Carrera Militar y el aún vigente Reglamento de acceso y régimen
de los reservistas voluntarios, aprobado por el Real Decreto 1691/2003 en todo
aquello que no se oponga a la precitada ley.
Para entender al reservista habría que meterse en su piel, y como no soy
Ryszard Kapuzcinski para describirlo al detalle, voy, al menos, a intentar fijar su
perfil:
•
Español que le gusta sentirse como tal.
•
Consciente de que la defensa nacional concierne a todos los españoles.
•
Orgulloso de sus Fuerzas Armadas.
•
Acepta su cuota de responsabilidad dentro del marco de la política de
defensa nacional.
•
Dispuesto a ejercer esa cuota de responsabilidad al servicio de las
Fuerzas Armadas de forma temporal.
•
Dispuesto a aportar, de forma voluntaria, sus capacidades, habilidades y
conocimientos.
•
Con el nivel académico adecuado a la plaza de alférez, sargento o
soldado reservista voluntario que se le asigne.
Señores, tal perfil merece un saludo militar con el que darles la bienvenida al
Ejército del Aire. Y tratarles como se merecen.
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Antes de nada, debo reconocer que soy un convencido del reservismo
voluntario.
(Voz en mi cerebro)* - Mi Coronel, mi Coronel que ya sé por donde va… Mire,
lo que ha dicho es cierto, pero si quieren ser militares que sigan el
procedimiento de acceso de los profesionales. Y si no…, les dejamos “jugar a
soldaditos” pero que no nos hagan peder tiempo, ni den la vara. Y lo de
saludarles….
Comienzo por el final, permite que te diga que del tema del saludo me da un no
sé qué hablar y es que un “militar profesional” como tú, no debe, mejor dicho no
puede tener dudas al respecto: saludas y empleas el reglamentario “a sus
órdenes mi (empleo)”, ¡Como está ordenando! o ¿Es que vamos a crear un
ejército a nuestro gusto? Las normas son las normas y a cumplirlas. Seguro
que lo entiendes.
En relación con perder el tiempo, creo que tenemos la solución del problema
pero pasa necesariamente por sentir que los reservistas voluntarios son
miembros del Ejército del Aire como lo somos tú y yo aunque, eso sí, ligados a
él con un compromiso distinto.
¡Atiende, por favor! Vienen a aportar y no a quitarle el puesto a nadie, saben
mucho de su profesión pero, en su mayoría, poco de la forma de ser y trabajar
de los militares profesionales, están dispuestos a aprender y nosotros tenemos
la obligación de enseñarles. Porque si se presenta, que Dios no lo quiera,
alguna de las situaciones que dan lugar a sus posibles activaciones y no están
instruidos y preparados para desarrollar los cometidos del puesto asignado,
habremos perdido un tiempo irrecuperable y no cubriremos las áreas
deficitarias que las FAS o, en nuestro caso, el EA pudieran tener. Y eso sí que
no deberíamos permitírnoslo.
Y es que se incorporan en situaciones de crisis en que las necesidades de la
defensa nacional no puedan ser atendidas por los efectivos de militares
profesionales; para participar en misiones en el extranjero; en actuaciones de
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las Fuerzas Armadas en colaboración con las Instituciones del Estado y las
Administraciones Públicas para preservar la seguridad y bienestar de los
ciudadanos, y para prestar servicio en las unidades, centros y organismos del
Ministerio de Defensa.
(Voz de mi cerebro)*- La verdad es que las tres primeras parecen lógicas pero
la cuarta es la que no…, no termina de convencerme porque en las
activaciones de sólo una semana no da tiempo a que desarrollen ningún
cometido ni casi a asumir responsabilidad alguna.
Amigos, hay dos fallos de concepto en la frase subrayada sabríais, con la
mano en el corazón, decir cuáles.
El modelo español de los reservistas voluntarios es único y por tanto, diferente
al resto de modelos existentes. Por cierto, varios países se han interesado en
él.
Al respecto del modelo, no deberíamos perder el tiempo pensando si es bueno,
si hay otros mejores o cuál es el que más nos convendría. Tenemos uno y a él
debemos ceñirnos y sacarle el máximo provecho.
En este sentido, reflejo el concepto sobre el que se sustenta el modelo.
Ese concepto básico consiste en: seleccionar españoles con perfiles
profesionales aplicables en las Fuerzas Armadas, formarles militarmente en
función del empleo que vayan a obtener (alférez, sargento o soldado);
activarles para enseñarles los cometidos del puesto asignado en su unidad o
para actualizar los conocimientos de los cometidos de ese puesto y….
activarles en los casos de crisis en que las necesidades de la defensa
nacional no puedan ser atendidas por los efectivos de militares
profesionales.
O sea, formación, formación, formación, ya sea como alumnos o con la
condición de alumnos y sin poder asignarles, en estos procesos formativos,
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responsabilidades y cuando llegue una situación de crisis que cumpla con la
condición especificada en el párrafo anterior activarlos para prestar servicio en
las unidades.
Bien, este, como he dicho, es el concepto básico, pero leída la Ley 39/2007 es
perfectamente válido el procedimiento de activaciones que aplicaremos en el
Ejército del Aire a partir de 2009.
El procedimiento y el “qué hacer con los reservistas voluntarios”, en cada
activación, se dan a conocer en el artículo “Activaciones de reservistas
voluntarios en el Ejército del Aire” a publicarse, próximamente, en “Vuela con
nosotros”.
El éxito del nuevo procedimiento de activaciones dependerá, básicamente, de
los jefes de UCOs. En primer lugar tendrán que determinar las áreas
deficientemente cubiertas por personal profesional (supongo que no será difícil
y que ninguno dirá que no tiene necesidades, porque pedir aumento de plantilla
resulta relativamente habitual y el pensarlo más), priorizar los puestos a cubrir,
concretando los perfiles del personal que necesitan para ello, cuáles necesita
tener cubiertos permanentemente y qué otros sólo en determinadas fases del
año.
En segundo lugar, deberán velar para que en cada tipo de activación los
reservistas voluntarios realicen exclusivamente las actividades en las
condiciones que se especifican en el documento “Activaciones de reservistas
voluntarios en el Ejército del Aire”.
El objetivo del procedimiento de activación no es otro que lograr que las UCOs
cubran sus deficiencias con personal profesionalmente válido y que los
reservistas voluntarios se sientan útiles y aprovechados.
Por último, deciros que no podemos dejar que un reservista deje de serlo por
sentir que en su unidad se le “entretiene” o “aparca”, porque habremos
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convertido un compañero en una persona desengañada de su experiencia
militar.
Me cambio, rápidamente de gorro, ahora ya con el de jefe de la Sección de
Captación y Motivación pregunto ¿Qué contará en su ambiente de trabajo,
entre sus amigos y familiares un reservista voluntario satisfecho de su trabajo?
Más importante aún, qué consecuencias podemos imaginar que tendría el caso
contrario.
Dios quiera que, con el nuevo procedimiento, seamos capaces de hacerles
sentir y decir el: ¡Soy reservista voluntario del Ejército del Aire a mucha honra!
Nota: * Representa a todos y a nadie en concreto, aunque “haberlos hay los”
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