estilo de vida A la izquierda, el Dry Martini de Madrid, ubicado en el hotel Gran Meliá Fénix, que sobresale por su larga barra de madera de diez metros de longitud iluminada por una lámpara de latón. Sobre estas líneas, diferentes dry&tonic elaborados en el local. Los aposentos de la reina ginebra Unos son coquetos. Otros, más bien clásicos. También los hay modernistas E, incluso, refinados, elegantes y sofisticados. Pero todos tienen en común que Son locales en los que la soberana es la reina ginebra junto a su inseparable consorte, la tónica. por valentín bustos 78 www.capital.es 08/2012 U n local rústico, de madera y de piedra. Así se puede definir Devins, un coqueto y encantador rincón en la localidad de Vielha, en pleno Valle de Arán leridano.Ambientado como una antigua tienda de pueblo, entre sus paredes no solo se venden y se cocinan los típicos productos del valle, sino que a partir de determinadas horas se ha especializado en la elaboración de gin tonics. “Tenemos nuestro propio método de hacerlos. Al cliente le explicamos cada ginebra, de dónde proviene, si lleva botánicos como mano de buda, incienso o árbol de la vida y si le ponemos mango en vez de lima, para que sepa por qué lo hacemos”, señala Rafael Barrera, su impulsor. Y es que en este local a los clientes se les explica con mimo y detalle cada uno de los combinados, la cata de ginebras y tónicas, e historias curiosas de muchas marcas. “El cliente de gin tonics agradece tanto que le expliquen las cualidades de cada ginebra, como ver su preparación. El resto de bebidas no tiene tanta parafernalia”, apunta Ignacio Vilarroig, creador y organizador del Gin Tonic Tour. Por eso, en Devins hay una especie de ritual para que la copa merezca la pena: copa de balón de cristal, hielo seco a menos de 25 grados para que la piedra no se deshaga, y ginebras premium (no más de 25 marcas) y tónicas premium (once). ¿Precio? De 7 a 12 euros. “Una vez servida, hay que esperar cuatro o cinco minutos a que destile el alcohol”, aconseja el propietario de Devins. Una liturgia que, a su manera, siguen otros muchos establecimientos especializados en esta bebida. Puro márketing. La pregunta es por qué el éxito de esta combinación amarga, seca y cítrica que, hasta hace poco tiempo, no encajaba en muchos paladares. “Es márketing puro”, afirma Gonzalo García-Miñaur, propietario de Shikku, una cadena de restaurantes que dispone de cocktail & lounge bar con 45 tipos diferentes de ginebras. ¿Otra clave? El público objetivo es muy grande. Desde treintañeros hasta la denominada generación del baby boom, que ahora tiene entre 40 y 50 años y que, cuando sale, prefiere gastarse un poco más y tomar combinados. ¿Significa eso que es un símbolo de estatus? “Hace dos o tres años sí lo era. Ahora, la moda es tal que la toma todo el mundo. Yo lo definiría más como la democratización del cóctel”, indica el creador y responsable de la coctelería La Granja, en la localidad barcelonesa de Berga. Este pequeño local, todo de madera, de 40 metros cuadrados, y con capacidad para 30 personas, posee una carta con más de 60 ginebras y 14 tónicas. Una cuestión, la del estatus, que tiene su matiz. “Hay botellas que sí lo son, con precios que rondan los 40 euros. Pero el trago no lo es, porque por siete u ocho euros puedes tomar una ginebra premium bien servida. Eso sí, en la moda, siempre hay un cierto esnobismo”, apunta el creador del Gin Tonic Tour. “En nuestro caso, nuestros clientes son gente inquieta, con un nivel cultural, que viene a tomarse una copa”, indica Alex Costa, uno de los socios de MauMau, en Barcelona. Ubicado en una nave industrial de 180 metros cuadrados, MauMau es un lunch club, con sofás, y telas en el techo. Sobrio, funcional y acogedor, también es una plataforma web cultural que tiene convenios con cines, clubes, museos y teatros de la Ciudad Condal. Gracias a los mismos, los socios del MauMau disfrutan de descuentos en dichos locales. “Con la crisis, la gente sale menos, pero cuando sale, quiere tomarse una buena copa, busca algo que no tiene en casa. Porque, ¿quién tiene 30 ginebras o tónicas en casa?”, se pregunta el socio de MauMau. Además, suelen ser locales donde la gente acude a tomarse un trago tranquilamente, paladeando cada uno de los sorbos, en un mar en calma de conversaciones. “Es una bebida muy social que sirve como excusa para relacionarse, ya sea con amigos, con gente de la oficina, o con la propia familia”, apunta el creador del Gin Tonic Tour. Tanto, que hasta sirve ¡para pedir matrimonio! “Yo no sé si fue la música, el entorno o el El cliente agradece que le expliquen los componentes y ver su cuidada preparación Los expertos lo definen como un trago largo, simpático, noble y muy agradable gin tonic, pero él le pidió matrimonio y ella aceptó”, recuerda el propietario de Devins. Dejando a un lado la anécdota de sus posibles dotes casamenteras, otra de las características de esta bebida es su versatilidad, ya que pueden hacerse múltiples combinaciones. “Es un trago largo, simpático, noble y muy agradable”, destaca Pau Baliarda, propietario de Palau Nou, en Molins de Rei (Barcelona). Allí se dedican al gin tonic desde 1997, cuando era casi imposible encontrar ginebras premium o escaparse del vaso de tubo en la mayoría de los locales. “Tenemos 185 referencias de ginebras, de las que 25 son super premium, y 25 tónicas. Al cliente le sentamos, le presentamos la botella en la mesa, y le damos un pequeño vasito para que deguste las tónicas. El trato debe ser muy exquisito”, subraya Pau Baliarda. Sus clientes suelen ser de clase media alta, y los precios oscilan entre los 7 y los 16 euros. Ingredientes exóticos. Junto a la materia prima, en todos estos locales destaca otro elemento: el show. Es decir, la presentación. ¿La razón? Una ginebra no es solo enebro. Las hay elaboradas con ingredientes exóticos, como la semilla de baobab, la raíz de lirio o la canela china; otras abandonan su tradicional color blanco por el azul turquesa, por 08/2012 www.capital.es 79 estilo de vida Devins Vielha (Lleida): C/ Mayor, 23 Precio copa: de 7 a 12 euros horario: desde 11:00 a 00:00 h (2:00 fin de semana) Local rústico, de madera y piedra, situado en el Valle de Arán, es tienda, restaurante y bar de degustación y copeo. Se ha convertido en el local por excelencia de la gente guapa de Baqueira. bar baviera pamplona: Plaza del Castillo nº 12 Precio copa: desde 5 hasta 20 euros horario: de 11 a 3:00 www.baviera.com Bar pequeño, pero de terraza grande, dispone de casi dos centenares de ginebras procedentes de más de 20 países catalogadas por orden alfabético. Utilizan tres tipos diferentes de vajilla. MauMau Barcelona: c/ Fontrodona, 35 Precio copa: desde 8,90 euros a 13,40 euros horario: de jueves a sábado, de 21:00 a 2:30 www.maumaubarcelona.com Nave industrial convertida en un confortable lounge club en el corazón del barrio de Poble Sec. Se trata de una espacio amplio y acogedor que promueve la cultura en Barcelona desde 1998. DRY martini Barcelona: c/ Aribau, 162 Precio copa: 14 euros (dry & tonics) horario: de 13:00 a 3:00 horas www.drymartinibcn.es Su majestuosa barra de madera es el escenario ideal para elaborar cócteles de primera división. Una puesta en escena que no desmerece su madrileño hermano menor. 80 www.capital.es 08/2012 ejemplo; y siempre va acompañada por su fiel e inseparable escudero, la tónica, que también vive su particular boom. Además, en su elaboración no faltan toques de sofisticación como canela, fresa, romero, regaliz, albahaca, sirope de arce... y hasta oro comestible. “Al ser un trago transparente, al que puedes añadir fresas, frambuesas, lima y otros botánicos, acaba entrando por los ojos”, resalta Manuel Otero, el barman mixólogo del local Jorge Juan 92. Un espacio chiquito, tranquilo y acogedor en donde el 95% de las copas que se ponen son gin tonics. “El problema es que en muchos sitios, con tanto toque, acaban haciéndose macedonias. El resultado es muy visual, incluso rico, pero en muchas ocasiones se están cargando la ginebra”, advierte el propietario de Devins. De ahí que una de las claves de un buen gin tonic, para el socio de MauMau, sea “que el barman respete lo que tiene en las manos, que no lo estropee”. nombres sugerentes. Un ejemplo de tan amplio abanico de posibilidades, y de buen savoir faire, son los dry&tonics del Dry Martini en sus locales de Madrid y Barcelona, con nombres tan sugerentes como Blue Bird Blues (con arándanos), o Dizzy Jazz Mint (con hojas de menta danzando entre el hielo). “Analizamos sabores, texturas y colores. Y, a partir de esta reflexión, rodeamos al clásico gin tonic de un universo de sutiles sabores, sensaciones inesperadas, tonos y reflejos lujosos y transparentes”, señala Javier de las Muelas, su propietario. Eso sí, siempre en un vaso alto y ancho, siete cubitos de hielo y la Original Indian Tonic Schweeppes. Inaugurado hace tres décadas, el Dry Martini de Barcelona sobresale por su estilo inglés de bar cosmopolita, su majestuosa barra de madera y su botellería que también descansa en estanterías de madera que recuerdan a aquellos locales clandestinos que nacieron en muchas ciudades de Estados Unidos en los tiempos de la Ley Seca. Por su parte, su homónimo madrileño, enclavado en el hotel Gran Meliá Fénix, también sobresale por su larga barra de madera de diez metros de longitud coronada e iluminada por una singular lámpara de latón, similar a la de su hermano barcelonés. Detrás de la barra, un gran mueble con la más exquisita botellería y una gran exposicion de vasos tallados y copas de cocktail. Y si el Dry Martini rememora locales de principios del siglo pasado al otro lado del océano, el Bar Baviera, situado en la pamplonesa plaza del Castillo, es un tradicional bar navarro, con sus pintxos y sus tapas. “La clave del éxito es conseguir ofrecer al cliente algo que le va a gustar”, apunta Santos Muñoz, su propietario. Algo que puede ser muy fácil, o muy difícil, si se tiene una oferta de 182 ginebras (de más de 20 países), 24 tónicas y más de 30 botánicos. “Si a un señor de 45 ó 50 años, gintonero de toda la vida, le ofreces una ginebra muy afrutada, le va a saber a piruleta. Y si a una mujer de unos 35 años le das una ginebra muy seca y cargada, viera. Asimismo, si se lo piden, elaboran el llamado medio gin tonic (con la mitad de ginebra y de tónica), una costumbre muy común entre las cuadrillas de la zona hace dos décadas, entre la hora de comer y la de cenar, pero que con el tiempo se ha ido perdiendo. Muy similar es el denominado british style que se toma en La Granja, en un vaso más pequeño, como aperitivo, y a un precio de seis euros. Variedad de ginebras y tónicas, mucho cariño en la elaboración, barmans bien preparados que explican el trago, un trago que es una excusa para relacionarse... ¿Más razones que explican la actual fie- dos con este combinado. “Las mujeres se han incorporado gracias a marcas que han pensado para ellas, elaborando un producto más aromatizado y más acorde a su paladar”, matiza el creador del Gin Tonic Tour. Y es que aunque la moda comenzó con ginebras muy secas, luego se pasó a otras más dulces y más florales. A ese empuje femenino también han contribuido las tónicas, más suaves, con menos burbujas, lo que suaviza el trago. “Sin olvidar que se empezó a vender como una bebida con menos azúcar, más baja en calorías y, por lo tanto, más saludable”, puntualiza el fundador de La Granja. Hablando de tónicas, las tradicionales Schweppes o Nordic Mist han dado paso a otras más sofisticadas como Fever Tree, que prescinde de edulcorantes artificiales para reivindicar las esencias naturales, el azúcar de caña y la quinina; Q tonic, producida con quinina peruana y endulzada con agave orgánico; o las tónicas con aromas de Schweppes (pimienta rosa, ginger & cardamomo, azahar & lavanda...) ¿Aberraciones? También las hay. “Hay personas que te piden un gin tonic con Fanta Naranja, o como si fuera un daiquiri. Es gente que se siente obligada a pedirlo porque está de moda, pero lo que Ubicado en una nave industrial de Barcelona, el MauMau es un local funcional y acogedor. Debajo, detalle de la barra del bar Baviera, en Pamplona. Palau Nou Molins de rei (Barcelona): C/ Pere Calders, 6. Precio copa: de 7 a 14 euros horario: de 08:00 a 12:30 (de lunes a miércoles). Jueves, hasta 2:00. Fin de semana, hasta 3:00 Quince años de experiencia avalan a su propietario para quien“el justiprecio es esencial” para conseguir el éxito. Tiene tres categorías de precios: de 7-8 euros, de 12 euros y de 14 euros. Jorge Juan 92 Madrid: C/ Jorge Juan, 92 Precio copa: de 8 a 15 euros horario: de 16:00 a 2:00 (entre semana); de 17:00 a 3:00 horas los fines de semana y festivos. Como cada cliente tiene su día, y cada día tiene su gin tonic, en este templo del afterwork tiene un lema: perfect save. Su larga barra de color blanco con taburetes combina con el minimalismo del local. La granja de berga Berga (Barcelona): Plaça Maragall, 7 Precio copa: de 6 a 10 euros horario: viernes y sábado, de 19:00 a 3.00 h. www.lagranjaberga.cat; www.gintonic.cat El cocktail & lounge bar del Shikku Izakaya, acogedor y minimalista. Debajo, una copa servida en La Granja de Berga. Productos más aromatizados han atraído al público femenino seguro que la va a rechazar”, afirma. Sus clientes, o bien son personas que han leído o que le han recomendado tal o cual ginebra, y la piden directamente, o bien personas que solicitan algo que hasta entonces no han probado. Y no lo hacen solo como digestivo después de una comida, o para alternar ya de noche. “También es un aperitivo buenísimo, aunque se toma un poco más corto, y asociado con un pincho”, matiza el propietario del Bar Ba- bre de ginebras y tónicas? Se trata de una modalidad de beber más pausada, más madura y más glamurosa. Y a ello ha contribuido, sobremanera, el público femenino. “Nos hemos quedado sorprendidos de que el 55% de los 2.200 peregrinos que tenemos en nuestro Gin Tonic Tour sean mujeres”, resalta su creador. Un tour que consiste en un peregrinaje por diferentes locales representativos a nivel nacional participando en fiestas, catas y eventos relaciona- hace es mezclar su bebida habitual con ginebra”, apunta el socio de MauMau. ¿Existe el gin tonic perfecto? “No”, responde tajante el impulsor del Gin Tonic Tour. “Hay que probar, combinar y dejarse aconsejar por los barman. Cada uno te puede sorprender si te quieres dejar sorprender”. ¿El futuro? “Puede ser un cóctel que muera de éxito”, pronostica el propietario de La Granja. ¿Su sucesor? El vodka. [email protected] Esta coctelería de 40 metros cuadrados, con capacidad para 30 personas, dedica cinco minutos a cada cliente cada vez que elabora uno de sus cócteles. Destaca el British style, como aperitivo. Shikku izakaya Madrid: C/ Doctor Fleming, 32 Precio copa: de 8 a 16 euros horario: de 20: 30 a 23:30 (horario de cenas). Cierra los domingos. www.shikku.es Acogedor y envolvente, el espacio del cocktail & Lounge Bar del restaurante se encuentra en la planta baja. Además de los cócteles clásicos, ofrece otros típicos japoneses. 08/2012 www.capital.es 81