Los aposentos de la reina ginebra

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estilo de vida
A la izquierda, el Dry Martini de Madrid, ubicado en el hotel Gran Meliá Fénix, que sobresale por su larga barra de madera de diez metros de longitud iluminada por una
lámpara de latón. Sobre estas líneas, diferentes dry&tonic elaborados en el local.
Los aposentos de
la reina ginebra
Unos son coquetos. Otros,
más bien clásicos. También
los hay modernistas E,
incluso, refinados,
elegantes y sofisticados.
Pero todos tienen en común
que Son locales en los que
la soberana es la reina
ginebra junto a su
inseparable consorte, la
tónica.
por valentín bustos
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U
n local rústico, de madera
y de piedra. Así se puede
definir Devins, un coqueto y encantador rincón en
la localidad de Vielha, en pleno
Valle de Arán leridano.Ambientado como una antigua tienda de
pueblo, entre sus paredes no solo
se venden y se cocinan los típicos
productos del valle, sino que a partir de determinadas horas se ha
especializado en la elaboración de
gin tonics. “Tenemos nuestro propio método de hacerlos. Al cliente
le explicamos cada ginebra, de
dónde proviene, si lleva botánicos
como mano de buda, incienso o
árbol de la vida y si le ponemos
mango en vez de lima, para que
sepa por qué lo hacemos”, señala
Rafael Barrera, su impulsor. Y es
que en este local a los clientes se les
explica con mimo y detalle cada
uno de los combinados, la cata de
ginebras y tónicas, e historias curiosas de muchas marcas. “El cliente de gin tonics agradece tanto
que le expliquen las cualidades de
cada ginebra, como ver su preparación. El resto de bebidas no
tiene tanta parafernalia”, apunta
Ignacio Vilarroig, creador y organizador del Gin Tonic Tour. Por
eso, en Devins hay una especie de
ritual para que la copa merezca la
pena: copa de balón de cristal, hielo seco a menos de 25 grados para
que la piedra no se deshaga, y ginebras premium (no más de 25
marcas) y tónicas premium (once).
¿Precio? De 7 a 12 euros. “Una vez
servida, hay que esperar cuatro o
cinco minutos a que destile el alcohol”, aconseja el propietario de
Devins. Una liturgia que, a su manera, siguen otros muchos establecimientos especializados en esta
bebida.
Puro márketing. La pregunta es
por qué el éxito de esta combinación amarga, seca y cítrica que,
hasta hace poco tiempo, no encajaba en muchos paladares. “Es
márketing puro”, afirma Gonzalo
García-Miñaur, propietario de
Shikku, una cadena de restaurantes
que dispone de cocktail & lounge
bar con 45 tipos diferentes de ginebras. ¿Otra clave? El público
objetivo es muy grande. Desde
treintañeros hasta la denominada
generación del baby boom, que
ahora tiene entre 40 y 50 años y
que, cuando sale, prefiere gastarse
un poco más y tomar combinados.
¿Significa eso que es un símbolo
de estatus? “Hace dos o tres años
sí lo era. Ahora, la moda es tal que
la toma todo el mundo. Yo lo definiría más como la democratización del cóctel”, indica el creador y
responsable de la coctelería La
Granja, en la localidad barcelonesa
de Berga. Este pequeño local, todo
de madera, de 40 metros cuadrados, y con capacidad para 30 personas, posee una carta con más de
60 ginebras y 14 tónicas.
Una cuestión, la del estatus,
que tiene su matiz. “Hay botellas
que sí lo son, con precios que rondan los 40 euros. Pero el trago no
lo es, porque por siete u ocho
euros puedes tomar una ginebra
premium bien servida. Eso sí, en
la moda, siempre hay un cierto
esnobismo”, apunta el creador del
Gin Tonic Tour. “En nuestro caso,
nuestros clientes son gente inquieta, con un nivel cultural, que
viene a tomarse una copa”, indica
Alex Costa, uno de los socios de
MauMau, en Barcelona.
Ubicado en una nave industrial
de 180 metros cuadrados, MauMau es un lunch club, con sofás, y
telas en el techo. Sobrio, funcional
y acogedor, también es una plataforma web cultural que tiene convenios con cines, clubes, museos y
teatros de la Ciudad Condal. Gracias a los mismos, los socios del
MauMau disfrutan de descuentos
en dichos locales. “Con la crisis, la
gente sale menos, pero cuando
sale, quiere tomarse una buena
copa, busca algo que no tiene en
casa. Porque, ¿quién tiene 30 ginebras o tónicas en casa?”, se pregunta el socio de MauMau.
Además, suelen ser locales
donde la gente acude a tomarse
un trago tranquilamente, paladeando cada uno de los sorbos,
en un mar en calma de conversaciones. “Es una bebida muy social
que sirve como excusa para relacionarse, ya sea con amigos, con
gente de la oficina, o con la propia
familia”, apunta el creador del Gin
Tonic Tour. Tanto, que hasta sirve
¡para pedir matrimonio! “Yo no
sé si fue la música, el entorno o el
El cliente agradece
que le expliquen los
componentes y ver su
cuidada preparación
Los expertos lo definen
como un trago largo,
simpático, noble y muy
agradable
gin tonic, pero él le pidió matrimonio y ella aceptó”, recuerda el propietario de Devins.
Dejando a un lado la anécdota
de sus posibles dotes casamenteras,
otra de las características de esta
bebida es su versatilidad, ya que
pueden hacerse múltiples combinaciones. “Es un trago largo, simpático, noble y muy agradable”,
destaca Pau Baliarda, propietario
de Palau Nou, en Molins de Rei
(Barcelona). Allí se dedican al gin
tonic desde 1997, cuando era casi
imposible encontrar ginebras premium o escaparse del vaso de tubo en la mayoría de los locales.
“Tenemos 185 referencias de ginebras, de las que 25 son super
premium, y 25 tónicas. Al cliente
le sentamos, le presentamos la
botella en la mesa, y le damos un
pequeño vasito para que deguste
las tónicas. El trato debe ser muy
exquisito”, subraya Pau Baliarda.
Sus clientes suelen ser de clase
media alta, y los precios oscilan
entre los 7 y los 16 euros.
Ingredientes exóticos. Junto a la
materia prima, en todos estos locales destaca otro elemento: el
show. Es decir, la presentación.
¿La razón? Una ginebra no es solo enebro. Las hay elaboradas con
ingredientes exóticos, como la
semilla de baobab, la raíz de lirio
o la canela china; otras abandonan su tradicional color blanco
por el azul turquesa, por
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estilo de vida
Devins
Vielha (Lleida):
C/ Mayor, 23
Precio copa: de 7 a 12 euros
horario:
desde 11:00 a 00:00 h
(2:00 fin de semana)
Local rústico, de madera y
piedra, situado en el Valle de
Arán, es tienda, restaurante y
bar de degustación y copeo. Se
ha convertido en el local por
excelencia de la gente guapa
de Baqueira.
bar baviera
pamplona: Plaza del Castillo
nº 12
Precio copa: desde 5 hasta 20
euros
horario: de 11 a 3:00
www.baviera.com
Bar pequeño, pero de terraza
grande, dispone de casi dos
centenares de ginebras
procedentes de más de 20
países catalogadas por orden
alfabético. Utilizan tres tipos
diferentes de vajilla.
MauMau
Barcelona: c/ Fontrodona, 35
Precio copa: desde 8,90 euros
a 13,40 euros
horario: de jueves a sábado,
de 21:00 a 2:30
www.maumaubarcelona.com
Nave industrial convertida en
un confortable lounge club en el
corazón del barrio de Poble Sec.
Se trata de una espacio amplio
y acogedor que promueve la
cultura en Barcelona desde
1998.
DRY martini
Barcelona: c/ Aribau, 162
Precio copa: 14 euros
(dry & tonics)
horario: de 13:00 a
3:00 horas
www.drymartinibcn.es
Su majestuosa barra de madera
es el escenario ideal para
elaborar cócteles de primera
división. Una puesta en escena
que no desmerece su
madrileño hermano menor.
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ejemplo; y siempre va acompañada por su fiel e inseparable
escudero, la tónica, que también
vive su particular boom. Además,
en su elaboración no faltan toques de sofisticación como canela, fresa, romero, regaliz, albahaca,
sirope de arce... y hasta oro comestible. “Al ser un trago transparente, al que puedes añadir fresas,
frambuesas, lima y otros botánicos, acaba entrando por los ojos”,
resalta Manuel Otero, el barman
mixólogo del local Jorge Juan 92.
Un espacio chiquito, tranquilo y
acogedor en donde el 95% de las
copas que se ponen son gin tonics.
“El problema es que en muchos
sitios, con tanto toque, acaban
haciéndose macedonias. El resultado es muy visual, incluso rico,
pero en muchas ocasiones se están cargando la ginebra”, advierte
el propietario de Devins. De ahí
que una de las claves de un buen
gin tonic, para el socio de MauMau, sea “que el barman respete
lo que tiene en las manos, que no
lo estropee”.
nombres sugerentes. Un ejemplo de tan amplio abanico de
posibilidades, y de buen savoir
faire, son los dry&tonics del Dry
Martini en sus locales de Madrid
y Barcelona, con nombres tan
sugerentes como Blue Bird Blues
(con arándanos), o Dizzy Jazz
Mint (con hojas de menta danzando entre el hielo). “Analizamos sabores, texturas y colores. Y,
a partir de esta reflexión, rodeamos al clásico gin tonic de un universo de sutiles sabores, sensaciones inesperadas, tonos y reflejos
lujosos y transparentes”, señala
Javier de las Muelas, su propietario. Eso sí, siempre en un vaso
alto y ancho, siete cubitos de hielo y la Original Indian Tonic
Schweeppes.
Inaugurado hace tres décadas,
el Dry Martini de Barcelona sobresale por su estilo inglés de bar
cosmopolita, su majestuosa barra
de madera y su botellería que
también descansa en estanterías
de madera que recuerdan a aquellos locales clandestinos que nacieron en muchas ciudades de
Estados Unidos en los tiempos de
la Ley Seca. Por su parte, su homónimo madrileño, enclavado en
el hotel Gran Meliá Fénix, también sobresale por su larga barra
de madera de diez metros de longitud coronada e iluminada por
una singular lámpara de latón,
similar a la de su hermano barcelonés. Detrás de la barra, un gran
mueble con la más exquisita botellería y una gran exposicion de
vasos tallados y copas de cocktail.
Y si el Dry Martini rememora
locales de principios del siglo pasado al otro lado del océano, el
Bar Baviera, situado en la pamplonesa plaza del Castillo, es un
tradicional bar navarro, con sus
pintxos y sus tapas. “La clave del
éxito es conseguir ofrecer al cliente algo que le va a gustar”, apunta
Santos Muñoz, su propietario.
Algo que puede ser muy fácil, o
muy difícil, si se tiene una oferta
de 182 ginebras (de más de 20
países), 24 tónicas y más de 30
botánicos. “Si a un señor de 45 ó
50 años, gintonero de toda la vida,
le ofreces una ginebra muy afrutada, le va a saber a piruleta. Y si a
una mujer de unos 35 años le das
una ginebra muy seca y cargada,
viera. Asimismo, si se lo piden,
elaboran el llamado medio gin
tonic (con la mitad de ginebra y
de tónica), una costumbre muy
común entre las cuadrillas de la
zona hace dos décadas, entre la
hora de comer y la de cenar, pero
que con el tiempo se ha ido perdiendo. Muy similar es el denominado british style que se toma
en La Granja, en un vaso más pequeño, como aperitivo, y a un
precio de seis euros.
Variedad de ginebras y tónicas,
mucho cariño en la elaboración,
barmans bien preparados que explican el trago, un trago que es una
excusa para relacionarse... ¿Más
razones que explican la actual fie-
dos con este combinado. “Las
mujeres se han incorporado gracias a marcas que han pensado
para ellas, elaborando un producto más aromatizado y más acorde
a su paladar”, matiza el creador del
Gin Tonic Tour. Y es que aunque
la moda comenzó con ginebras
muy secas, luego se pasó a otras
más dulces y más florales.
A ese empuje femenino también han contribuido las tónicas,
más suaves, con menos burbujas,
lo que suaviza el trago. “Sin olvidar que se empezó a vender como una bebida con menos azúcar, más baja en calorías y, por lo
tanto, más saludable”, puntualiza
el fundador de La Granja.
Hablando de tónicas, las tradicionales Schweppes o Nordic
Mist han dado paso a otras más
sofisticadas como Fever Tree, que
prescinde de edulcorantes artificiales para reivindicar las esencias
naturales, el azúcar de caña y la
quinina; Q tonic, producida con
quinina peruana y endulzada con
agave orgánico; o las tónicas con
aromas de Schweppes (pimienta
rosa, ginger & cardamomo, azahar & lavanda...)
¿Aberraciones? También las
hay. “Hay personas que te piden
un gin tonic con Fanta Naranja, o
como si fuera un daiquiri. Es gente que se siente obligada a pedirlo
porque está de moda, pero lo que
Ubicado en una nave
industrial de Barcelona, el
MauMau es un local funcional y acogedor. Debajo,
detalle de la barra del bar
Baviera, en Pamplona.
Palau Nou
Molins de rei (Barcelona):
C/ Pere Calders, 6.
Precio copa: de 7 a 14 euros
horario: de 08:00 a 12:30 (de
lunes a miércoles). Jueves, hasta
2:00. Fin de semana, hasta 3:00
Quince años de experiencia
avalan a su propietario para
quien“el justiprecio es esencial”
para conseguir el éxito. Tiene
tres categorías de precios: de
7-8 euros, de 12 euros y de 14
euros.
Jorge Juan 92
Madrid: C/ Jorge Juan, 92
Precio copa: de 8 a 15 euros
horario: de 16:00 a 2:00
(entre semana); de 17:00 a 3:00
horas los fines de semana y
festivos.
Como cada cliente tiene su día,
y cada día tiene su gin tonic, en
este templo del afterwork tiene
un lema: perfect save. Su larga
barra de color blanco con
taburetes combina con el
minimalismo del local.
La granja de berga
Berga (Barcelona): Plaça
Maragall, 7
Precio copa: de 6 a 10 euros
horario: viernes y sábado, de
19:00 a 3.00 h.
www.lagranjaberga.cat;
www.gintonic.cat
El cocktail & lounge bar
del Shikku Izakaya, acogedor y minimalista.
Debajo, una copa servida
en La Granja de Berga.
Productos más
aromatizados han
atraído al público
femenino
seguro que la va a rechazar”, afirma. Sus clientes, o bien son personas que han leído o que le han
recomendado tal o cual ginebra,
y la piden directamente, o bien
personas que solicitan algo que
hasta entonces no han probado.
Y no lo hacen solo como digestivo después de una comida, o
para alternar ya de noche. “También es un aperitivo buenísimo,
aunque se toma un poco más
corto, y asociado con un pincho”,
matiza el propietario del Bar Ba-
bre de ginebras y tónicas? Se trata
de una modalidad de beber más
pausada, más madura y más glamurosa. Y a ello ha contribuido,
sobremanera, el público femenino. “Nos hemos quedado sorprendidos de que el 55% de los
2.200 peregrinos que tenemos en
nuestro Gin Tonic Tour sean mujeres”, resalta su creador. Un tour
que consiste en un peregrinaje por
diferentes locales representativos
a nivel nacional participando en
fiestas, catas y eventos relaciona-
hace es mezclar su bebida habitual con ginebra”, apunta el socio
de MauMau.
¿Existe el gin tonic perfecto?
“No”, responde tajante el impulsor
del Gin Tonic Tour. “Hay que probar, combinar y dejarse aconsejar
por los barman. Cada uno te puede sorprender si te quieres dejar
sorprender”. ¿El futuro? “Puede
ser un cóctel que muera de éxito”,
pronostica el propietario de La
Granja. ¿Su sucesor? El vodka.
[email protected]
Esta coctelería de 40 metros
cuadrados, con capacidad para
30 personas, dedica cinco
minutos a cada cliente cada vez
que elabora uno de sus
cócteles. Destaca el British style,
como aperitivo.
Shikku izakaya
Madrid: C/ Doctor Fleming, 32
Precio copa: de 8 a 16 euros
horario: de 20: 30 a 23:30
(horario de cenas). Cierra los
domingos.
www.shikku.es
Acogedor y envolvente, el
espacio del cocktail & Lounge
Bar del restaurante se
encuentra en la planta baja.
Además de los cócteles clásicos,
ofrece otros típicos japoneses.
08/2012 www.capital.es 81
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