AUTOPSIA MÉDICO-LEGAL Jaime Fenollosa González Fases de la autopsia medico-legal. En completa coincidencia con la normativa legal vigente, la autopsia judicial o medico-legal se realiza en tres fases, cuya realización no se efectúa necesariamente de forma inmediatamente sucesiva. Esta división responde al cumplimiento del objeto peculiar de la diligencia judicial y la diferencia claramente de la autopsia clínica. Estas fases son: 1. El levantamiento del cadáver. 2. El examen externo del cadáver. 3. La obducción o examen interno del cadáver. LEVANTAMIENTO DEL CADÁVER. La autopsia médico-legal se inicia con el examen del cadáver en el propio lugar del hecho o donde se ha encontrado el cuerpo. Este examen forma parte de la diligencia judicial conocida como levantamiento del cadáver, regulada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Para su práctica se constituye la comisión judicial, integrada por el juez instructor, el secretario y el médico forense, auxiliados por el agente judicial. La comisión se persona en el lugar donde se ha encontrado el cadáver para proceder a su examen y recoger todos aquellos indicios capaces de permitir una fiel reconstrucción del hecho, reconocer la causa de la muerte y averiguar la persona responsable de ella, si la hubo. EXAMEN EXTERNO DEL CADÁVER Comprende la inspección detallada cadáver antes de iniciar la operación anatómica tomando nota de todas las particularidades que puedan proporcionar indicios relativos a alguna cuestión médicolegal. Los principales datos que se deducen del examen externo son: 1. Signos relativos a la identificación del cadáver Se comienza por evaluar la edad aparente, determinar la talla y anotar el sexo del cadáver. Los elementos identificadores más a menudo interesados son: - los vestidos y objetos de uso personal (su número, calidad, estado de conservación, marcas, iniciales) - el color y forma del cabello, - el color de los ojos, - el estado y particularidades de la dentadura, - presencia de cicatrices, tatuajes, estigmas profesionales, malformaciones, deformidades, nevus (malformación de la piel, de origen congénito, producida por exceso de pigmentación, desarrollo exagerado de los vasos o hipertrofia de los tejidos epidérmico y conjuntivo), etcétera. AUTOPSIA MÉDICO-LEGAL Jaime Fenollosa González Por otra parte, también interesa conocer el grado de desarrollo del esqueleto, del tejido muscular, del tejido adiposo, etcétera. 2. Signos relativos a la data de la muerte Mediante el estudio de los fenómenos cadavéricos: enfriamiento, deshidratación, rigidez, livideces y la propia putrefacción cadavérica. 3. Signos relativos a la causa de la muerte Aun cuando el diagnóstico de la causa de la muerte exige siempre la autopsia completa, con el examen interno de cavidades, hay ocasiones en que el examen externo proporciona datos importantes, que se agrupan en tres apartados: lesiones traumáticas, otros signos de origen no natural y signos externos de procesos patológicos espontáneos. 3.1. Lesiones traumáticas Su cuidadosa descripción permitirá el diagnóstico de la causa de la muerte. Importa saber: - La naturaleza de las lesiones (contusión, herida, escara, etcétera) (El cadáver presenta una herido inciso-punzante …) - El número de éstas. - La región en que se localiza cada una de ellas (… en la región femoral anterior derecha …) - La distancia a puntos de referencia (relieves óseos, orificios naturales), medida exactamente (… situada a 12 centímetros de la región de la rodilla …) - La forma de la lesión (… de forma ligeramente ovalada …) - Las dimensiones exactas (… con diámetros de 1 por 1,5 centímetros …) - La dirección de la lesión cutánea, en relación a la posición anatómica de referencia (… dirigida hacia dentro y arriba …) - Los caracteres de los alrededores de la lesión (bordes lisos o irregulares), líquidos que existan en la lesión (sangre, pus, exudados) (… con bordes infiltrados y ligeramente engrosados ...) 3.2.Signos de origen no natural - Coloraciones anormales: entre ellas destacan la coloración rosada, de piel y livideces, en las intoxicaciones por monóxido de carbono o ácido cianhídrico. - Olores: por ejemplo, el olor a almendras amargas de las intoxicaciones por ácido cianhídrico. 3.3. Signos externos de procesos patológicos espontáneos Los más frecuentes son: - Coloraciones anormales: ictericia o melanodermia (coloración oscura de los tegumentos). - Desnutrición. AUTOPSIA MÉDICO-LEGAL Jaime Fenollosa González - Edemas - Varices y úlceras varicosas - Ulceras de decúbito. - Procesos sépticos locales. 4. Signos relativos al medio en que haya permanecido el cadáver Cuando el cadáver haya permanecido al aire libre, no suele haber datos significativos, pero en otros casos los procesos de momificación, saponificación y maceración, pueden proporcionar orientaciones. Lo mismo puede decirse en los casos de sepultamiento, en los que el medio sepultante (harina, yeso, carbón) puede encontrarse sobre el cadáver. 5. Signos relativos a las circunstancias de los hechos Aún cuando pueden encontrar acomodo en alguno de los otros apartados, conviene resaltarlos de forma adecuada: - Estado de los orificios naturales del cuerpo, sobre todo boca, ano y vulva. - Existencia de señales características de maniobras de inmovilización. - Estado del cabello y cuero cabelludo, con especial atención a los arrancamientos traumáticos. TÉCNICAS DE APERTURA CADAVÉRICA. El examen interno debe ser sistemático, siguiendo un orden determinado para no omitir la observación de ninguna parte del organismo, orden que en algunos casos especiales puede convenir alterar. El orden seguido habitualmente es el siguiente: 1. raquis (eventualmente), 2. cráneo, 3. cuello, 4. tórax, 5. abdomen, 6. aparato genitourinario 7. y extremidades. Autopsia de las extremidades La norma europea recomienda su práctica en todas las muertes de origen traumático. Aun cuando no se practique la autopsia completa de las extremidades, de existir focos de fractura deben examinarse en todos los casos. AUTOPSIA MÉDICO-LEGAL Jaime Fenollosa González El estudio completo incluye su completa inspección, palpación y examen de los planos profundos; para ello, se realizan incisiones sistemáticas, preferentemente en las regiones laterales, de modo que se permita el abordaje y exteriorización de las articulaciones, con exposición completa de los huesos. La extracción del fémur comienza realizándose una incisión en la cara medial de la rodilla, se continúa rodeando por debajo a la rótula y asciende, por la cara externa del muslo, hasta alcanzar la región de la cadera. Se profundiza el corte, se procede a la disección de todos los planos musculares y se dejan al descubierto las articulaciones de la rodilla y cadera. Se flexiona entonces la rodilla y se procede al corte de los ligamentos; con la extremidad distal del fémur ya libre, se puede acceder fácilmente a las estructuras acetabulares para seccionarlas. Casos especiales de autopsia. Miembros amputados, segmentos y restos cadavéricos En cuanto a la naturaleza de la amputación se distinguen las amputaciones quirúrgicas, en las que el corte del miembro presenta una superficie limpia y regular, los lugares por los que se realiza la amputación están condicionados por razones anatómicas; por otra parte distinguimos las amputaciones accidentales (atropellos, arrancamientos, aplastamientos, etcétera) presentan, por el contrario, superficies anfractuosas, irregulares, sucias; el hueso está astillado, con múltiples esquirlas. En los arrancamientos no resulta extraño que se separen los segmentos por una articulación. Las amputaciones accidentales no tienen que ver con cuestiones anatómicas, sino por su facilidad de ejecución para dividir el cadáver en parte, lo suficientemente reducidas para los fines perseguidos (transportarlos sin despertar sospechas, arrojarlos a lugares más o menos ocultos). Los fragmentos y extremidades amputados serán reconocidos en profundidad; en este tipo de autopsia se realizan diversas incisiones para poder poner al descubierto posibles lesiones; ello incluye el estudio de vasos y nervios. Cuando el estudio recae sobre fragmentos múltiples (explosiones, catástrofes aéreas, descarrilamientos), el estudio debe ser sistemático y exhaustivo; se tallarán y medirán los fragmentos, se estudia la superficie de sección, se describen las huellas de los traumatismos que puedan caracterizarse. Hay situaciones extremas (Torres Gemelas), en las que se combinan explosiones, incendios y derrumbamientos, que hacen prácticamente imposible la identificación de las víctimas.