El corazón humano tiene una resistencia que limita con el misterio. Mateo 14, 22-32 El telón de fondo es la historia del Evangelio: Después de que todos habían comido hasta saciarse, los discípulos de Jesús recogieron hasta doce grandes canastos con los pedazos que sobraron. Eran unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres ni los niños. (A orillas del mar de Galilea). Inmediatamente, Jesús obligó a sus discípulos a que se embarcaran y fueran a esperarlo al otro lado del lago. Mientras él despedía a la muchedumbre. Luego, él subió solo a un cerro a orar. Al caer la noche, estaba allí solo. Entre tanto, la barca estaba ya muy lejos de tierra. Sacudida fuertemente por las olas, porque soplaba viento en contra. De madrugada, fue Jesús hacia ellos caminando sobre el mar. Al verlo caminar sobre el mar, se asustaron y pensaron que era un fantasma. Y llenos de miedo comenzaron a gritar. ¡Ánimo, no teman soy yo! Les dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminaba sobre las aguas para llegar a Jesús. Pero al fijarse en la violencia del viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: «¡Sálvame Señor!» Al instante Jesús extendió la mano. Diciendo «Hombre de poca fe, ¿por qué vacilaste?» ******************** Caminando sobre el agua Macrina Wiederkehr, OSB ¡Ven al agua conmigo! ¡Estoy con ganas de cosas imposibles! Sanemos al mundo esta tarde. Toquemos todo lo que veamos y tornémoslo en oro, y cambiemos nuestros corazones en nuevos (Ezequiel 36, 26) que no sean ya más corazones de piedra. Miremos a todo lo que pueda ser y creemos que será si nos atrevemos a caminar sobre el agua con miedo. Vengan caminemos sobre el agua juntas. Tengo un poquito de miedo, pero yo creo. Así pues, con miedo pero creyendo, nosotras iremos. Tendremos cuidado primero, pero no demasiado. El tener demasiado cuidado es para las muy temerosas. El Reino de Dios no está en ser demasiado cuidadosas, sino en arriesgarse. Vengan caminemos sobre el agua juntas. Tomemos la oportunidad de permanecer despiertas, de avanzar, de ser vistas. Me siento temerosa pero creo. Estoy con ganas de cosas imposibles. Siento miedo porque es imposible. Pero creo que no es imposible. (Marcos 9, 24) ¡Ven! ¡Camina sobre el agua conmigo!