Abril 2011 LOS SUMERIOS Marcos Such-Gutiérrez* Dr. Marcos Such-Gutiérrez* Profesor de Sumerio y Acadio Universidad Autónoma de Madrid I. INTRODUCCIÓN Con el término “sumerio” se hace referencia a una cultura que se desarrolló en la parte meridional de Mesopotamia, por lo menos, desde el 3200 hasta el 2000 a.C. El elemento fundamental para el estudio de los sumerios lo constituye la denominada “escritura cuneiforme”. La escritura cuneiforme, es con permiso de los jeroglíficos egipcios, la primera escritura de la humanidad. La mayoría de especialistas coinciden en la actualidad que fueron los sumerios los inventores de esta escritura cuneiforme, a pesar de existir una gran controversia al respecto. Esta escritura, aunque inventada por los sumerios a finales del IV milenio a.C., fue utilizada por otras culturas, como mínimo 10: acadios, elamitas, eblaítas, ugaríticos, hurritas, urarteos, hititas, palaítas, luvitas y persas. Estos textos en escritura cuneiforme atestiguan que la lengua sumeria fue hablada entre el 3200 y el 2000 a.C. y que a partir del II milenio a.C. se convirtió en una lengua de cultura, siendo equiparable al uso del latín en época medieval. A pesar de que los textos cuneiformes, más de 500.000 para la época en que el sumerio se habló (finales del IV milenio y todo el III milenio a.C.), nos dan información sobre los más variados aspectos de la vida, muchos elementos permanecen aún controvertidos. Dos de estos aspectos, el poder político y la lengua sumeria, serán objeto del presente artículo. II. CUADRO CRONOLÓGICO Antes de abordar cualquier aspecto de los sumerios, se hace imprescindible mencionar, aunque sea de forma somera, las fases en que se suele dividir el período entre finales del IV y III milenio a.C., época en que vivieron los sumerios: Períodos Rasgos más destacados Uruk IV 1. Primeras ciudades. (c. 3200-3100 a.C.) 2. Primeros textos escritos. 3. Primeros sellos-cilindro. 4. Creación del “imperio comercial de Uruk“ Uruk III / Jemdet Nasr (c. 3100-2900 a.C.) 1. Interrupción del “imperio comercial de Uruk“ 2. Inestabilidad política: construcción de murallas (p.e. la muralla de Uruk). Predinástico I-II (c. 2900-2600 a.C.) 1. Configuración de las diferentes ciudades-estado. 2. Primera inscripción real (“Me-barasi, rey de Kiš“). Predinástico IIIa (c. 2600-2450 a.C.) 1. Tumbas reales de Ur. Predinástico IIIb / Período 1. I Dinastía de Lagaš Presargónico (c. 2450-2340 a.C.) 2. Guerra entre Lagaš y Umma por el dominio de los campos y canales de agua limítrofes. Período Paleoacadio / Período 1. La lengua acadia se convierte en la Sargónico (c. 2340-2159 a.C.) lengua oficial remplazando al sumerio. 2. Por primera vez se diviniza el monarca en vida. Período Neosumerio: 1. Dinastías Guti y IIª Dinastía de Lagaš (c. 2159-2100 a.C.) 1. Textos del rey Gudea - 26 estatuas y 2 cilindros (A, B) -. Período Neosumerio: 1. Creación de un gran imperio administrado por un inmenso aparato 2. III Dinastía de Ur (c. 2100-2000 burocrático. a.C.) 2. Gran número de fuentes escritas (c. 60.000 tablillas publicadas). 3. Se va abandonando el uso del sumerio como lengua hablada en favor del acadio. III. EL PODER POLITICO SUMERIO Los sumerios parece que tuvieron dos formas de realeza: una que giraba en torno al título de en y otra cuyo pilar central eran los títulos de lugal / énsi. Se cree que las diferencias entre ambos modelos son las siguientes: 1. EL MODELO DEL EN En este modelo la monarquía era electiva, es decir el cargo de en no pasaba de padre a hijo, sino que el en era elegido por la divinidad principal de la ciudad. Este sistema es el más antiguo de los dos, ya que lo tenemos documentado en Uruk, donde aparecieron los primeros textos cuneiformes (c. 3200 a.C.). Por desgracia, este modelo lo conocemos sólo relativamente “bien” en Uruk gracias a menciones del término en en textos, a representaciones iconográficas y a textos literarios paleobabilónicos (c. 2000-1500 a.C.) que nos hablan sobre diferentes epopeyas de estos en. Esto ha conllevado, dado que la divinidad principal en Uruk era femenina (Inanna), a afirmar que el en era el marido terrenal de la divinidad siendo elegido por ella al casarse con él a través del ritual denominado “matrimonio sagrado”. Si esta forma de elección, a través de un enlace matrimonial, era la regla en todas las ciudades que conocieron el sistema político del en, no puede afirmarse, en tanto no tengamos otros casos bien documentados. Hasta el presente, con excepción de Uruk, sólo en Jemdet Nasr tenemos documentado el modelo del en y aún aquí de forma muy parca, a través del término gána-en, “campo (del) en”. 2. EL MODELO DEL LUGAL / ÉNSI Este modelo político lo tenemos documentado posteriormente al del en. Si exceptuamos la inscripción de Me-bara-si, el rey de Kiš (c. 2650 a.C.), que puede que esté en acadio, la primera inscripción sumeria mostrando este modelo sería la del sello de Mes-KALAM-du (c. 2600) hallado en una de las tumbas reales de Ur: Mes-KALAM-du10, lugal, “Mes-KALAM-du, el rey”. Estatua de Gudea (2120 a.C.), excavada en Telloh (Irak). Museo del Louvre Este modelo político era hereditario, transfiriéndose normalmente el título real de padre a hijo. Los términos lugal / énsi constituían dos caras de una misma moneda, donde el monarca utilizaba el título énsi, cuando quería enfatizar que era el representante en la tierra de la divinidad principal de la ciudad, mientras que usaba lugal, cuando deseaba subrayar que era el señor de todos los habitantes de la ciudad. Aunque el poder se transmitía de padre a hijo en la mayoría de los casos, existieron, sin embargo, excepciones, por ejemplo, en la I Dinastía de Lagaš (c. 2450-2340 a.C.), donde a E-anatum no le sucedió un hijo suyo, sino su hermano En- anatum I, y los tres últimos monarcas de la dinastía (En-entarzi, Lugal-Anda y Uru-KA-gina) no pertenecían a la familia reinante. El sistema político lugal / énsi lo tenemos documentado en las antiguas ciudades de Adab, Umma, Ur y en la provincia de Lagaš. Se ha especulado que el primer modelo fuera originariamente el sumerio, mientras el segundo era acadio y fue adoptado por los sumerios en un segundo momento. Sin embargo, esto parece difícil de creer, sobre todo teniendo en cuenta la amplia documentación del modelo lugal / énsi en el ámbito sumerio y que para designar dicho modelo utilizaron los sumerios dos términos, mientras que si hubiera sido importado lo lógico es que hubieran usado sólo uno. 3. HACIA LA UNIDAD “SUPRAURBANA”: LA “LIGA SUMERIA” Estos dos modelos de poder políticos sumerios, el en y el del lugal / énsi, existieron mientras las ciudades fueron independientes, es decir antes de la creación del primer poder “supraurbano”, que sería obra de En-ša-kuš-Ana en torno al 2400 a.C. (véase apartado III 4). En este período previo a la creación de un poder “supraurbano” (c. 3200-2400 a.C.) se debieron de entablar diferentes alianzas entre las ciudades con el objetivo, por ejemplo, de realizar actividades comerciales conjuntas o con el fin de enfrentarse a un enemigo común. Una de estas alianzas, que ha sido objeto de numerosa literatura, es la supuesta “liga sumeria” o “liga-ki-en-gi”, cuya existencia se ha postulado principalmente en base a las improntas de sellos mencionando diferentes ciudades existentes en tablillas de la época de Jemdet Nasr y Predinástico I (c. 3100-2800 a.C.) procedentes de las antiguas ciudades de NI.RU (Jemdet Nasr) y Urum (Tell Uqair). La sede principal de esta “liga sumeria” habría sido Nippur, la ciudad de Enlil, dios principal del panteón sumerio, y por tanto capital religiosa de los sumerios. Se ha especulado en base a textos de Fara (c. 26002450 a.C.) que mencionan diferentes veces a guruš, “trabajadores”, viajando y una de ellas dirigiéndose a la guerra (mè), que la finalidad de tal liga habría sido hacer frente al poder del imperio acadio de Kiš. Sin embargo, esta suposición carece de cualquier fundamento sólido. Si tal liga existió, ésta tuvo probablemente una finalidad básicamente económica, como parecen atestiguar los arriba mencionadas improntas de sellos, y aisladamente pudo actuar conjuntamente en acciones bélicas, por ejemplo para defenderse de Kiš o de otras ciudades. 4. EL PODER “SUPRAURBANO” El primer poder “supraurbano” fue instaurado por el monarca de Uruk En-šakuš-Ana en torno al 2400 a.C., quien puso, por primera vez, todas las ciudades sumerias bajo el mandato de una de ellas, en este caso de Uruk, e introdujo el título lugal-kalam-ma, “rey del país (de los sumerios)”, para celebrarlo. El título lugal-kalam-ma perviviría durante los primeros reyes de la dinastía acadia de Sargón (c. 2340-2159 a.C.), concretamente hasta Narām-Suen, cuando el rey tras unificar políticamente toda Mesopotamia adoptó el título šar kibrātim arbaim (acadio) / lugal-AN.UB.DA-límmu-ba (sumerio), “rey de las cuatro regiones”, haciendo referencia a la conquista de todo el mundo conocido. Además, Narām-Suen fue el primer monarca, que adulado quizá por esas amplias conquistas, se hizo divinizar en vida, dejando de ser un simple mortal para pasar a ser un dios en vida. El título šar kibrātim arbaim / lugal-AN.UB.DAlímmu-ba así como la divinización del monarca en vida fueron adoptados de nuevo durante la III Dinastía de Ur (c. 2100-2000 a.C.), concretamente a partir del rey Šulgi. Anteriormente, tanto Ur-Namma, el fundador de la dinastía, como su hijo Šulgi utilizaron el titulo lugal-ki-en-gi-ki-uri, “rey del país de los sumerios y del país de los acadios”, haciendo referencia a esa unión de sumerios y acadios bajo un mismo poder. En este poder “supraurbano”, instaurado por En-ša-kuš-Ana y ampliado por los reyes acadios de la dinastía de Sargón y perpetuado por los monarcas sumerios de la III Dinastía de Ur, será Enlil, el dios supremo de los sumerios, quien legitimará al rey durante una especie de “coronación” en el E-kur, el templo de Enlil en Nippur. 5. LAS FUNCIONES DEL MONARCA El monarca fue en todos los sistemas descritos anteriormente (véase apartados III 1-2 y 4) el primer ciudadano y el responsable de su pueblo ante la divinidad que lo había legitimado, fuera ésta la divinidad principal de la ciudad o Enlil, cuando el monarca adquirió un poder “supraurbano”. Como intermediario entre el mundo divino y su pueblo, sus actividades se encaminaron a obtener el apoyo de ambas esferas edificando templos, estableciendo fiestas y ofrendas regulares para las diferentes divinidades, renovando los canales para asegurar buenas cosechas y siendo garante de las leyes para proteger a los ciudadanos. Como ejemplos de estas tareas se pueden citar los siguientes: A) El rey Ur-Namma, fundador de la III Dinastía de Ur (c. 2100-2000 a.C.), destaca por haber reconstruido más de 8 canales, y por haber sido el autor de los primeros zigurats de la historia en Ur, Eridu, Uruk y Nippur. Su hijo y sucesor, Šulgi, fundó el centro administrativo de Drehem, cuya finalidad principal fue la de canalizar los impuestos de todo el estado en ganado para nutrir con sacrificios los principales templos del reino. Las más ricas ofrendas iban destinadas a Enlil y Ninlil, la pareja más importante del panteón sumerio, a quienes se sacrificaba diariamente un par de corderos. B) Los sumerios fueron los autores de los primeros textos legales de la humanidad, cuyo objetivo principal era defender el statu quo y evitar abusos por parte de las clases sociales más poderosas. La defensa de los desvalidos, representados entre los sumerios por la figura del huérfano y la viuda, queda patente en los siguientes pasajes de las reformas de Uru-KA-gi-na y del “código de leyes” de Ur-Namma, el primer “código de leyes” de la humanidad: Uru-KA-gina (s. XXIV a.C.) RIME 1 pg. 265 XII 23-28 “Uru-KA-gina ha hecho un contrato con el dios NinGirsu de que no someterá ni el huérfano ni la viuda al hombre poderoso”. Gudea (s. XXII a.C.) “(Yo, Gudea) no he sometido el huérfano al hombre rico ni he sometido la viuda al hombre poderoso”. RIME 3/1 pg. 36 VII 42-43 Este objetivo principal de defensa de los más indefensos lo heredarán los “códigos de leyes” acadios, como evidencia el epílogo del famoso código de Hammurabi (s. XVIII a.C.) (CH XLVII 59): “Para que el fuerte no oprima al débil, para garantizar los derechos del huérfano y la viuda (...), he escrito mis palabras muy valiosas en mi estela y la he colocado delante de mi imagen ‘el rey de la Equidad’”. IV. LA LENGUA SUMERIA La lengua sumeria posee tres características principales: A) Es una lengua aglutinante perteneciente a una familia de la cual constituye el único representante: une a un núcleo o base, sea éste nominal o verbal, los diferentes marcadores de caso, posesión, pluralidad, aspecto y persona, sin modificar el correspondiente núcleo, formando cadenas. Estas cadenas pueden ser de dos tipos: cadenas nominales, si el núcleo es un nombre, y cadenas verbales, si el núcleo es un verbo. Inscripción sumeria (s. XXVI a.C.) con escritura cuneiforme. Placa de la Colección Shoyen MS 3029 B) Es una lengua ergativa: distingue el sujeto de una “oración transitiva” (marcado con el caso ergativo, -e), del sujeto de una “oración intransitiva/pasiva”, que está en el caso no marcado del absolutivo (Ø). En el caso absolutivo figuran también el “objeto directo” y el vocativo. C) No posee diferencias gramaticales de género. Por el contrario diferencia dos grupos de palabras: “grupo personal” que incluye todos los seres humanos y dioses y “grupo no personal” que agrupa plantas, animales y objetos. La descripción morfológica que sigue se basa en el corpus de Gudea y no pretende ser exhaustiva, sino sólo mostrar los aspectos más destacados a modo de introducción. 1. CADENA NOMINAL La cadena nominal presenta un orden fijo en sus elementos constitutivos, los cuales, siguiendo el principio establecido por A. Poebel, pueden ser definidos numéricamente según la posición que ocupen: Nombre adjetivo genitivo+ak s. posesivo 1— 2— 3— 4— plural -ene caso 5— 6 Por ejemplo: é (casa) – gal (grande) = 1 — 2 = “La casa grande” No se puede decir en sumerio “la gran casa” (gal – é) (2 —1), pues se alteraría el orden establecido de 1 — 2. 1.1. EL GENITIVO El genitivo (nombre + ak), equivale al denominado “complemento de nombre” en castellano (p.e. “la casa del rey”). Este genitivo va marcado por el marcador de caso –ak, siendo el único caso que no ocupa posición 6, sino posición 3. El marcador –ak nunca lo encontraremos, es decir la “a” y la “k” escritos con un mismo signo, sino los hallaremos escritos con dos signos diferentes, siempre y cuando la “k” se conserve. La “k” sólo se conserva, si le sigue una vocal. Si no le sigue nada o le sigue una consonante, nunca aparecerá. Por ejemplo: “La casa del rey” = * é (“casa”) – lugal (“rey”) + ak > é-lugal-la En este ejemplo la “k” no se conserva, porque no le sigue una vocal. Por el contrario: “En la casa del rey” = é (“casa”) – lugal (“rey”) + ak – a (“en) > é-lugal-la-ka En este caso la “k” se conserva, porque tras ella figura la “–a” del locativo que ocupa posición 6 por tratarse de un marcador de caso. 1.2. PLURAL Respecto al número, el sumerio distingue un singular y un plural, careciendo de dual. Estrictamente hablando sólo existe plural (con marcador -e-ne) para el grupo personal, careciendo de una forma el grupo no personal, ya que éste usa la forma singular: Singular Plural Personal lugal, “rey” lugal-e-ne, “reyes” No personal udu , “oveja” udu, “ovejas” Existen, sin embargo, otras formas que aún no siendo estrictamente hablando formas de plural, indican la existencia de más de un individuo: Personal No personal ḫi-a reduplicación adjetivo reduplicación nombre --- dingir-gal-gal, dingir-dingir, “los dioses grandes” “todos los dioses” má-gal-gal, má-má, udu-ḫi-a, “ovejas de “los barcos grandes” diferentes tipos” “todos los barcos” Observaciones: A) Los nombres colectivos como p.e. éren, “tropas”, aparecen sin marcador de pluralidad, aunque el verbo, del que son “sujeto”, sin embargo pueda estar en plural. B) -e-ne tras consonante, p.e. dingir-re-ne, “dioses”, y -ne tras vocal, p.e. ir11gu10-ne, “mis siervos”. C) -ḫi-a es en realidad la base ḫamṭu+-a, “mezclado”. D) La reduplicación del adjetivo no aparece sistemáticamente; figura frecuentemente con gal, “grande”, y kal, “valioso/a”. E) Algunos substantivos, como p.e. dingir, puede usar dos formas simultáneamente para indicar la pluralidad: dingir-gal-gal-e-ne, “los dioses grandes”, dingir-dingir-ré-ne, “todos los dioses”. 1.3. PRONOMBRES SUFIJO DE POSESIÓN = ADJETIVOS POSESIVOS Singular Plural 1ª persona -gu10 --- 2ª persona -zu --- 3ª persona p. -a-ni -a-ne-ne 3ª persona n.p. -bi -bi Observaciones: A) La vocal -a de -a-ni y -a-ne-ne no aparece normalmente tras vocal. Excepción es é-a-ni, “su casa” (p.e. St. Q II 6). B) Los pronombres posesivos -gu10, -zu, -a-ni y -bi en contacto con la -a del genitivo (-ak) y del locativo (-a) dan lugar a las siguientes formas: -gu10+a(k)/a > gá -zu+a(k)/a > za -a-ni+a(k)/a > a-na -bi+a(k)/a > ba; -bi-a también está documentado. En las formas plurales la -a del genitivo es omitida, mientras casos con la -a del locativo apenas están documentados. 1.4. LA CÓPULA ENCLÍTICA La cópula enclítica es la forma más habitual en sumerio para expresar el correspondiente verbo castellano “ser”. Se coloca al final de la cadena, sea ésta nominal o verbal. En las estatuas de Gudea sólo está documentado en la 3 ª persona singular –àm y sirve especialmente para enfatizar una palabra o una forma verbal, p.e. ir11 nin-a-né ki ág-àm (St. C II 18-19), “él (Gudea y no otro) es el siervo que ama a su señora”. 1.5. CASOS El sumerio conoce 10 casos, cuyos marcadores son los siguientes: Personal No Personal Adnominal Genitivo -ak Comparativo -gin7 -ak -gin7 Casos que pueden ser retomados en la cadena verbal 1. Funciones primarias sintácticas Ergativo -e -e Absolutivo Ø Ø Dativo -ra —— 2. Casos dimensionales Locativo —— -a Locativo Terminativo -e -e Terminativo -šè -šè Comitativo -da -da Ablativo —— instrumental -ta 1.5.1. ERGATIVO Y ABSOLUTIVO El ergativo corresponde al sujeto de una “oración transitiva” y el absolutivo al “complemento directo” de una “oración transitiva”, al sujeto de una “oración intransitiva/pasiva” o al vocativo: énsi-Lagaški-ke4 A I 6-9) é-uru-Gír-su-ka-ni 1 — 3 +(a)k — 6 (erg.) 1 — 3 (1+1) + (a)k — 4 — 6 (abs.) (Ø) mu-na-dù (St. “El rey-vicario le ha construido (a Nin-ḫursag) su templo de la ciudad Girsu” 1.5.2. DATIVO Corresponde al “objeto indirecto” y puede indicar también dirección hacia una persona. Ante vocal puede perder la vocal a de –r(a): Gù-dé-a-ar (Cil. A XIII 11, XX 1) 1 — 6 (dat.) “A Gudea” 1.5.3. LOCATIVO Indica el interior de un lugar en el que se está o al que se va: é-a (St. A IV 4) 1 — 6 (loc.) “Al interior del templo” 1.5.4. LOCATIVO TERMINATIVO Indica la cercanía a un lugar o persona: ká-e (Cil. A XXV 7) 1 — 6 (loc. ter.) “Al lado de la puerta” 1.5.5. TERMINATIVO Indica dirección hacia un lugar o persona. Como en el caso del dativo puede desaparecer la vocal e de –š(è) tras vocal: Gù-dé-a-áš (Cil. A II 21; IV 2) 1 — 6 (ter.) “Hacia Gudea” 1.5.6. COMITATIVO Indica compañía con una persona o una cosa: lugal-da 1 — 6 (com.) “Con el rey” 1.5.7. ABLATIVO INSTRUMENTAL Indica tanto el objeto con el que se realiza una acción como la separación a partir de un lugar: é-ta 1 — 6 (abl. instr.) “Desde la casa” 1.5.8. COMPARATIVO Indica una comparación entre dos elementos: é 1 — 6 (abs.) ḫur-sag-gin7 (Cil. A XXI 19) im-mú-mú-ne (Cil. A XXI 19) 1 — 6 (comp.) “ellos hacen crecer la casa/templo como una cordillera” 1.5.9. GENITIVO (VÉASE IV 1.1) 2. LA CADENA VERBAL El verbo sumerio aparece integrado en la denominada “cadena verbal”: junto a una base que aporta el significado verbal figuran prefijos o sufijos que aportan los diferentes matices, como el de persona, número, afirmación, negación y subjetividad (deseo, orden, prohibición). La base verbal no conoce ni voces ni tiempos, sino sólo aspectos: perfectivo (= acción finalizada) e imperfectivo (= acción inacabada). Para estos dos aspectos se utilizan dos términos acadios: ḫamṭu (= “rápido”) para el perfectivo y marû (= “pesado”) para el imperfectivo. Las bases verbales se clasifican convencionalmente según la forma que adopta el marû, distinguiéndose 4 clases: ḫamṭu I. Regular sum II. Reduplicado gar III. Alternante è marû “dar/ser dado” “colocar/ser colocado” “salir/hacer salir” sum gá-gá è(d) IV. Complementario gin “ir/hacer ir” du La existencia del grupo de “bases alternantes” es difícil de documentar dentro del corpus de Gudea. Dentro de las cadenas verbales se distinguen dos grupos: las cadenas finitas o aquellas que llevan marcador de la persona que realiza la acción y que suelen llevar prefijos o sufijos: p.e. mu-na-(an-)dù, “él/ella le ha construido”. Las formas no finitas son aquellas que no llevan marcador del sujeto y nunca llevan prefijos: p.e. dù-dè, “para construir”. 2.1. LA CADENA VERBAL FINITA La cadena verbal finita presenta, como las cadenas nominales, un orden fijo e invariable de prefijos (delante de la base verbal) y sufijos (tras la base verbal): Modal Conj. Dimensional Personal Base Personal Nominalizador ga- mu- Loc./Dativ. (a) -e- -en -a ḫa/ḫé- /i/- Com. (da) -n/b- V -e na- Abl. (ta/ra)/Ter. (ši) -éš(2) nu- Loc. Ter. (i) -e-ne ù- Loc. II (ni) Las formas finitas se articulan en dos “conjugaciones”: 1) “Conjugación intransitiva/pasiva”, en la que el sujeto de la “oración intransitiva/pasiva” aparece indicado mediante sufijos. 2) “Conjugación transitiva”, donde el sujeto de la “oración transitiva” (= ergativo) se retoma mediante prefijos, prefijos y sufijos (ḫamṭu) o sólo sufijos (marû). 1. “Conjugación Intransitiva / Pasiva” = “One-Participant Construction” 1.1. Ḫamṭu 1 sig. mu-ku4-(re-en) > mu-ku4-(ru-un), “entré” 2 sig. mu-ku4-(re-en) > mu-ku4-(ru-un), “entraste” 3 sig. mu-ku4, “entró” 1 pl. --- 2 pl. --- 3 pl. mu-ku4-re-eš > mu-ku4-ru-uš, “entraron” 1.2. Marû 1 sig. mu-ku4-ku4-(en) > mu-ku4-ku4-(un), “entro” 2 sig. mu-ku4-ku4-(en) > mu-ku4-ku4-(un), “entras” 3 sig. mu-ku4-ku4, “entra” 1 pl. --- 2 pl. --- 3 pl. mu-ku4-ku4-eš > mu-ku4-ku4-uš, “entran” 2. “Conjugación Transitiva” = “Two-Participant Construction” 2.1. Ḫamṭu 1 sig. *mu-0-ku4 > mu-ku4, “hice entrar” 2 sig. *mu-e-ku4 > *mu-ù-ku4> mu-ku4, “hiciste entrar” 3 sig. per. *mu-n-ku4 > *mu-un-ku4> mu-ku4, “hizo entrar” 3 sig. no per. *mu-b-ku4 > *mu-ub-ku4> mu-ku4, “hizo entrar” 1 pl. --- 2 pl. --- 3 pl. mu-n-ku4-re-eš > mu-un-ku4-re-eš > mu-un-ku4-ru-uš, “hicieron entrar” 2.2. Marû 1 sig mu-ku4 -ku4-(en) > mu-ku4 -ku4-(un), “hago entrar” 2 sig. mu-ku4 -ku4-(en) > mu-ku4 -ku4-(un), “haces entrar” 3 sig. mu-ku4 -ku4-(e) > mu-ku4 -ku4-(ù), “hace entrar” 1 pl. --- 2 pl. --- 3 pl. mu-ku4-ku4-(e)-ne, “hacen entrar” 2.1.1. PREFIJOS DE CONJUGACIÓN Los prefijos denominados convencionalmente “prefijos de conjugación” constituyen junto con los prefijos dimensionales la parte más desconocida, y por tanto más problemática, del verbo. Probablemente nunca existieron tales “prefijos de conjugación” y los dos que en el presente englobamos en esta categoría (mu e /i/) tenían concretas funciones y no eran meros elementos iniciales de la cadena verbal finita. Prueba de ello es que hay cadenas verbales finitas sin prefijos verbales, p.e. dub ba-sum, “la tablilla ha sido dada”. En la presente gramática se analizarán “mu” e “/i/” como prefijos de conjugación, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: 1) mu- puede aparecer como mi-, p.e. énsi(-ke4)… níg-gal-gal-la šu mi-ni-múmú (Cil. A I 12-13), “el rey-vicario… extiende (lit. hace crecer) la mano sobre las grandes cosas”. El prefijo mu- es utilizado ante los siguientes prefijos dimensionales: 1ª y 2ª p.s. dativo, 1ª p.s. comitativo y 1ª p.s. terminativo. 2) /i/ es una vocal nasal que ante los prefijos personales /n/ y /b/ aparece escrito normalmente in- , im-, p.e.: lugal-e é in-dù, “el rey ha construido la casa”. ur-e udu im-kú, “el perro ha devorado la oveja”. No faltan ejemplos con /i/+b = íb-, p.e.: lugal é-ta íb-ta-è, “el rey ha salido de la casa”. /i/ se puede combinar con ba- y bí dando lugar a im-ma- e im-mi- debido a la nasalidad de /i/, p.e.: Gù-dé-a [...] sig4–bi ki-sikil-a im-mi-du8 (St. C II 14, III 3-5), “Gudea [...] ha realizado sus ladrillos (del templo) en un lugar virgen”. Gù-dé-a é-e im-ma-gin (Cil. A XVIII 8), “Gudea ha ido al lado de la casa”. 2.1.2. PREFIJOS DIMENSIONALES Los nombres junto con sus marcadores dimensionales en las cadenas nominales pueden ser retomados en la cadena verbal finita mediante los denominados “prefijos dimensionales”. Los prefijos dimensionales ocupan un orden fijo: locativo-dativo (-a-), comitativo (-da-), ablativo instrumental (-ta- o –ra-), terminativo (-ši-), locativo terminativo (/i/) y finalmente locativo II (-ni-). Los prefijos dimensionales se pueden dividir en dos grupos: 1) El locativo-dativo, comitativo, ablativo instrumental (-ta-, no –ra-), terminativo (-ši-) y locativo terminativo (-i-). Este grupo se desglosa en un elemento pronominal más el marcador de caso, p.e.: lugal-e d Nin-gír-su-ra é mu-na-dù, “el rey le ha construido a Ningirsu un templo”. En el presente ejemplo el dativo (dNin-gír-su-ra) es retomado en la cadena verbal mediante /na/, donde /n/ se refiere a Ningirsu y /a/ al marcador del dativo /ra/. Los elementos pronominales que retoman el nombre que está en un caso dimensional son los siguientes: 1 sig. 0- 2 sig. e-/r- 3 sig. per. n- 3 sig. no per. b- 1 pl. --- 2 pl. --- 3 pl. ne- Hay que destacar que los elementos pronominales del singular coinciden, a excepción de /r/ de la 2 sig. y la 3 pl., con los marcadores del ergativo en la “conjugación transitiva” ḫamṭu. 2) El ablativo instrumental en su forma –ra- y el locativo II –ni- no se pueden analizar como un elemento pronominal más el marcador de caso. En ambos casos sólo pueden ser analizados como prefijo de ablativo instrumental –ra- y locativo II –ni-. 2.1.2.1. LOCATIVO-DATIVO 1 sig. mu-0+a > ma- ma-du11, “él me ha dicho” 2 sig. mu-r+a > mu-ra/mara- mu/ma-ra-du11, “él te ha dicho” 3 sig. p. mu-n+a > mu-na- mu-na-du11, “él le ha dicho” 3 sig. n.p. b+a > ba- é ki-sikil-a ba-dù, “la casa ha sido construido en un lugar virgen” 3 pl. /i/+b+a > im-ma- *mu-ne+a > mu-ne- mu-ne-du11, “él les ha dicho” Hay que tener en cuenta lo siguiente respecto a b+a > ba: A) Puede retomar no sólo un locativo, sino también un locativo terminativo, p.e.: lugal-e udu-e šà-gal ba-sum, “el rey ha dado a la oveja la comida”. B) ba- suele aparecer ante el locativo II –ni-, p.e.: d Nin-gír-su-ke4 Gù-dé-a sipa-zi-šè kalam-ma ba-ni-pà (St. B III 6-9), “Ningirsu ha nombrado a Gudea el pastor justo en el país”. C) ba- suele aparecer, sobre todo a partir de la época de Gudea, en oraciones pasivas, p.e.: dub ba-sum, “la tablilla ha sido dada”. 2.1.2.2. COMITATIVO 1 sig. mu-0+da > muda- mu-da-gub “él está de pie conmigo” 2 sig. mu-e+da > mu(ù)-da- mu(-ù)-da-gub “él está de pie contigo” 3 sig. p. mu-n+da > mu(un)-da- mu(-un)-da-gub “él está de pie con él/ella” 3 sig. n.p. mu-b+da > mu(ub)-da- mu(-ub)-da-gub “él está de pie con ello” 3 pl. mu-ne+da > mune-da- mu-ne-da-gub “él está de pie con ellos/ellas” 2.1.2.3. ABLATIVO INSTRUMENTAL El ablativo instrumental posee dos formas -ta- y -ra-. La forma -ta- es la más usual, siendo aún desconocido el motivo, por el que aparece a veces –ra- en lugar de –ta-, p.e.: iti-ta u4-30 ba-ta-zal, “del mes han transcurrido 30 días”. iti-ta u4-30 ba-ra-zal, “del mes han transcurrido 30 días”. Contrariamente a –ra-, -ta- puede llevar un elemento pronominal /b/ que se refiera al nombre que está en el caso ablativo instrumental, p.e.: kur-Má-ganki-ta na4 esi im-ta-e11, (St A II 6-III 1), diorita desde Magan”. “(Gudea) ha hecho subir En el ejemplo anterior la /b/ cambia a /m/ por la nasalización del prefijo de conjugación /i/. Ante –ta- sólo puede aparecer el elemento pronominal /b/, ya que el ablativo instrumental se refiere siempre a un ser del grupo no personal. 2.1.2.4. TERMINATIVO 1 sig. mu-0+ši > mu-ši- igi mu-ši-bar, “el ha abierto el ojo hacia mí” 2 sig. mu-e-ši > mu(-e>ù)ši- igi mu(-ù)-ši-bar, “el ha abierto el ojo hacia ti” 3 sig. p. mu-n+ši > mu(-un)-ši- igi mu(-un)-ši-bar, “el ha abierto el ojo hacia él/ella” 3 sig. n.p. mu-b+ši > mu(-ub)-ši- igi mu(-ub)-ši-bar, “el ha abierto el ojo hacia ello” 3 pl. mu-ne-ši- igi mu-ne-ši-bar, “el ha abierto el ojo hacia ellos/ellas” 2.1.2.5. LOCATIVO TERMINATIVO El locativo terminativo sólo está documentado en el corpus de Gudea en su 3ª p. s. personal y no personal: 3 sig. p. mu-n+i > mu-ni- igi mu-ni-du8, “el ha abierto el ojo hacia él”. 3 sig. n.p. b+i > bí igi bí-du8, “el ha abierto el ojo hacia ello”. Hay que destacar tres aspectos en relación a bí-: 1) Tras bí- no aparece ningún otro prefijo dimensional. 2) bí- aparece sólo o le puede preceder /i/, dando lugar en este último caso a im-mi-. 3) El locativo terminativo /bi/ puede retomar de la cadena nominal tanto el locativo terminativo como el locativo. 2.1.2.6. LOCATIVO II El locativo II posee la forma -ni-; forma que no hay que confundir con la del locativo terminativo (véase apartado IV 2.1.2.5). –ni- se refiere a un locativo en la cadena nominal. No se conoce aún la diferencia de uso entre el locativo I y el locativo II. é-a mu-na-ni-ku4, (St. A IV 4) “(Gudea) ha introducido (lit. ha hecho entrar) (la estatua) en el templo ante ella (Nin-ḫursag) (lit. en dirección hacia ella)”. Ante el locativo II puede aparecer ba- (véase IV 2.1.2.1). 2.1.3. LOS PREFIJOS MODALES Los siguientes “prefijos modales” están documentados en el corpus de Gudea: 2.1.3.1. NU- nu- constituye la negación de la acción indicativa y puede aparecer tanto en formas verbales finitas como no finitas p.e.: ama dumu-né níg nu-ma-ni-ra (St. B IV 12), “la madre no ha pegado a su hijo”. nu- posee, desde la época de Gudea, ante ba- la variante la-, p.e.: ùsan la-ba-sìg, kuš á-si la-ba-sìg (St. B IV 10-11), “el látigo no ha sido golpeado, la ‘tira de piel’ no ha sido golpeada”. 2.1.3.2. GA- ga- expresa con ḫamṭu deseo en primera persona singular y plural (el denominado cohortativo), p.e.: ama-gu10 ma-mu-gu10 ga-na-de6 (Cil. A I 29), “quiero llevarle a mi madre mi sueño”. 2.1.3.3. ḫA-/ḫÉ- ḫa-/ḫé- expresa con marû el deseo en 2ª y 3ª persona singular y plural (el denominado precativo), constituyendo la contrapartida del cohortativo (1ª persona), p.e.: numun-a-ni [ḫé]-til (St. C IV 16), “que su semilla/descendencia se acabe”. 2.1.3.4. NA- na- con marû tiene dos funciones: a) Con 2ª persona singular y plural constituye la negación del imperativo (el denominado prohibitivo). na- con este uso no está documentado en el corpus de Gudea. b) Con 3ª persona singular y plural constituye la negación del precativo. suḫuš-bi na-an-gi-né (St. C IV 14-15), “que (Inanna) no afirme su fundamento (del trono)”. na- con ḫamṭu expresa una aseveración en el pasado (el denominado afirmativo), p.e.: má-gur8-ra-na gìr nam-mi-gub (Cil. A II 4), “(Gudea) colocó su pie en su barco de carga”. 2.1.3.5. Ù- ù- con ḫamṭu indica una acción anterior a otra, tanto en el pasado como en el futuro (el denominado prospectivo), p.e.: giš gigir-bi kù-NE za-gìn-na šu ù-ma-ni-tag (Cil. A VI 19), “después que tú hayas decorado su carro (del templo) con plata (y) lapislázuli....” 2.2. LA CADENA VERBAL NO FINITA La cadena verbal no finita es aquélla que carece de los prefijos y sufijos que retoman los diferentes casos nominales. La base verbal en una cadena verbal no finita puede ser de tres tipos: ḫamṭu(R), ḫamṭu reduplicado (R-R) y marû+e(d) (R(m)+e(d)). La base marû siempre aparece con –e(d). Las cadenas verbales no finitas equivalen a formas verbales finitas. De este modo, al utilizar una cadena verbal no finita el escriba está realzando la acción verbal. En las cadenas verbales no finitas se pueden distinguir cuatro construcciones: 2.2.1. R, R-R, R(M)+E(D) Esta construcción sigue a un nombre que figura siempre en caso absolutivo, p.e.: - (lú) dub sar > dub-sar, “(un hombre que) ha escrito tablillas” > “escriba” - níg ba > níg-ba, “cosa (que) ha sido regalada” > “regalo” - muš-šà-tur muš-ḫuš, am-šè eme è-dè (è.d+e(d)) (Cil. A XXVI 24-25), “las serpientes ? están extendiendo las lenguas hacia el toro salvaje” 2.2.2. R+A, R(M)+ED-A Con el sufijo -a se indica la dependencia de la base verbal respecto a un sustantivo (R-a) o a un verbo (R(m)+ed-a), p.e.: - dNin-ḫur-sag, nin uru-da mú-a (St. A I 1-2), “La diosa Ninḫursag, la señora que ha crecido con la ciudad” - dNin-gír-su en a-ḫuš gi4-a, “el dios Ningirsu, el señor que ha retornado las aguas feroces (a su cauce)” - é-a-ni dù-da ma-an-du11 (Cil. A IV 20), “(Ningirsu) me ha dicho que construya su templo” En el caso de R(m)+ed-a el sujeto de la oración subordinada es diferente del de la oración principal, tal como muestra la última frase. Si ambos sujetos coinciden se utiliza la construcción R(m)+ed-e. Una construcción característica de R+a es la denominada construcción Mes-Anné-pà-da, según el nombre de un monarca de Ur, que significa literalmente, “el joven que An ha elegido (An = ergativo)”. Esta construcción equivale a *An-e mes mu-un-pà-da, “An ha elegido al joven” o *mes pà-da An-na, “joven elegido de An”. 2.2.3. R(M)+ED-E La construcción R(m)+ed-e depende siempre de un verbo. A diferencia de R(m)+ed-a, el sujeto en ambas frases es el mismo. R(m)+ed-e indica propósito e intención, p.e.: é dù-dè igi-zu ù-du10-ga nu-ši-ku4-ku4 (Cil. A VI 11), “tus ojos no entrarán en el dulce sueño para (así poder) construir el templo”. V. BIBLIOGRAFÍA BAUER, J.-ENGLUND, R.-KREBERNIK, M., Mesopotamien. Späturuk-Zeit und frühdynastische Zeit, Orbis Biblicus et Orientalis 160/1 (1998). EDZARD, D.O., Gudea and his Dynasty, The Royal Inscriptions of Mesopotamia. Early Periods 3/1, Toronto-Buffalo-London (1997). 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