DOCUMENTO DE TRABAJO N 50 HISTORIA DE UN CASO Presentación del problema El hospital llamó al servicio de protección del menor para informar de un niño de 2 años que había sido llevado a urgencias por su madre de 24 años. La madre afirmó que el niño se había caído del triciclo, produciéndose algunos hematomas. En el hospital, sospechando que podría haber una fractura, se le realizó una radiografía de la pierna. El médico también observó magulladuras de diversa consideración en la cara, piernas y abdomen. En la espalda, a la altura de la cadera, también se observaron magulladuras, éstas más recientes. Debido a una fundada sospecha de maltrato, se le pidió a la madre que dejara al niño en observación, petición que fue rechazada. Finalmente, la madre abandonó el hospital con el niño. Investigación Las radiografías confirmaron una fractura en la tibia así como viejas fracturas, ya soldadas, en esa misma zona. En el informe también se documentaron múltiples magulladuras y hematomas en diversas partes del cuerpo. Además de oír a la madre gritar ocasionalmente y al niño llorar, los vecinos afirmaron no conocer la existencia de problemas en la casa. De acuerdo con los vecinos, los únicos que viven en la casa son la madre y el niño. El profesional de los servicios de protección al menor presentó una orden judicial de emergencia para ingresar al niño temporalmente en el hospital con el objeto de diagnosticar y tratar las heridas. De permanecer en la casa, había riesgo evidente de daño para el menor. El investigador de los servicios de protección al menor, acompañado por la policía, realizó una visita a la casa sin avisar. La madre y su hijo estaban presentes. La pierna del niño estaba muy hinchada y había adquirido un color negro y azul. La madre negó la existencia de maltrato y rehusó hablar con el profesional. Este explicó la necesidad de ocuparse del menor y preguntó a la madre si deseaba acompañarle al hospital. La madre no quiso. Datos de la evaluación El profesional realizó una visita a la casa. La madre se encontraba muy furiosa debido a la presencia del profesional y al principio rehusó dejarle entrar. “Ni siquiera puedes llevar a tu hijo al hospital sin que la policía meta las narices en la vida de una. Usted no tiene derecho y no quiero hablar con nadie” El profesional reconoció amablemente, pero con firmeza, que probablemente ello le pareciera injusto pero que el haber llevado a su hijo al hospital indicaba ya preocupación por el niño y que sólo quería conocer el tipo de problemas que habían llevado al niño a esa situación. El profesional añadió que deseaba ayudarla a que su hijo volviera a casa y protegerle en el futuro. La madre negó muy molesta que ella hubiera tocado al niño, volvió a decir que se había caído del triciclo, y señaló que nadie le creía. Acusó al profesional de ser como los demás; tampoco él se fiaba de ella. El profesional indicó amablemente a la madre que las heridas no indicaban una caída de un triciclo y que en el hospital se le había informado que las heridas habían sido ‘provocadas’. Asimismo añadió que había conocido a muchos padres con hijos que presentaban heridas similares y que ninguno de ellos eran malos padres. El profesional explicó a la madre que el niño permanecería durante algún tiempo con una familia de acogida, no para castigarla, sino para proteger al niño, hasta que se pudiera determinar la causa de las heridas y qué condiciones debían presentarse para poder asegurar su bienestar en el futuro. Durante los próximos dos contactos, el profesional utilizó un sistema de entrevista de apoyo para obtener la siguiente información: 1. La madre no llegó a casarse con el padre del niño. Estuvieron saliendo durante dos años y luego rompieron. El padre no deseaba tener un hijo pero la madre sí, por lo que rechazó la posibilidad de abortar. 2. Su madre vive cerca de ella. Afirmó que se llevaba muy bien con ella pero la utilización de preguntas abiertas durante la entrevista reveló que la relación con su madre era conflictiva y existía una aparente necesidad de la hija por complacer a la madre. “Mi madre nunca está satisfecha”. Nunca pediría ayuda a su madre porque “todo lo que hace es criticarme”. 3. La madre y el niño viven en una casa pequeña con pocos muebles. La habitación del niño estaba muy bien decorada, con colores brillantes, y había un buen número de juguetes apropiados para su edad. 4. Su padre era alcohólico y pegaba a su madre. 5. La madre negó haber sido pegada de niña. 6. Afirma que su hijo es incorregible. Cree que es igual que el padre, no hace caso a nadie y “hace lo que le da la gana”. Afirma que hace cosas a sus espaldas y que cuando le dice si quiere hacer pis éste le contesta que no y entonces “se mea en los pantalones sólo para enfadarme”. 7. El niño fue prematuro (nació a los 8 meses), con niveles altos de bilirrubina al nacer. Permaneció en el hospital durante una semana y padecía cólicos de forma intermitente. La madre piensa que “la luz le hizo algo en el cerebro.... no está bien”. 8. En respuesta a una pregunta abierta, la madre afirmó que cree que su hijo le quiere algunas veces. Le lleva sus juguetes y en ocasiones le abraza, pero no es de fiar, ya que al rato ya no querrá estar junto a ella y le puede llegar a pegar una patada para que se aparte y ya no quiere hacer nada con ella. “Quiere más a ese camión que a mí”. 9. La madre tiene una amiga a quien ve ocasionalmente, pero no tiene otras amistades próximas. Afirma que no ha conocido a muchas personas que hayan sido amables con ella. Tiene una hermana a la que no habla a raíz de una pelea hace tres años. 10. La madre recibe un subsidio de paro, aunque afirma no tener problemas financieros. “No he tenido nunca mucho de nada, pero he aprendido a vivir con lo que tengo”. Siempre está en casa con su hijo y afirma que quiere “cambiar de vida”. Se “aburre como una ostra” en casa. Fuente: Beeler, N. G. Rycus, J. S. y Hughes, R. C. (1990). Core curriculum training. The effects of abuse and neglect on child development. Child Welfare League of America..