DORCAS UNA CRISTIANA EJEMPLAR Por Luciano Grillo Gutiérrez En el puerto de Jope vivía una discípula (seguidora) de Jesús llamada Tabitá. Su nombre griego era Dorcas, que significa «Gacela» y tuvo el honor de ser la única mujer llamada «discípula» en el Nuevo Testamento. Un discípulo es más que un alumno que se sienta para escuchar; es un aprendiz que sigue a su maestro y aprende a su lado. Cabe hacernos la pregunta: ¿Qué cosa había aprendido Dorcas para que se le diese el nombre de «discípula»? Una de las lecciones que ella aprendió fue servir al Señor, pues leemos que «siempre servía a los demás y ayudaba mucho a los pobres» (Hechos 9.36 TLA). La Biblia nos enseña que la fe y las buenas obras son como dos amigas que caminan de acuerdo: «La fe sin obras está muerta» (Santiago 2.26), pero a la vez leemos en Roamnos 4.3 que por la fe Abraham fue justificado. Esw decir que nuestra fe en Cristo, para la salvación, no nos hace egoistas, sino que nuestra fe en Dios se manifiesta en buenas obras hacia el prójimo. Así fue en el caso de quien demostró su fe en Dios, por las buenas obras que hacía para con los pobres, y seguramente su ministerio fue según 2 Corintios 9.6-11 y no según Mateo 6.1-1, porque su memoria era «como manantial de aguas que nunca faltan». Esta discípula fue humilde, pero para sus amigas su memoria fue como «luz en las tinieblas» (Isaías 58.4-11), y hoy día en toda lengua, se habla de Dorcas, la ejemplar costurera cristiana. Cuando murió, sus amigos perdieron un verdadero ángel ayudador, y después no tuvieron a nadie que les ayudase como ella lo hacía, con «las túnicas y vestidos que Dorcas hacía...» (Hechos 9.39). Pero no todos mueren dejando una memoria de tanta fragancia. El rey Jeroboam es recordado poor el pecado que cometió, «haciendo pecar a Israel» (1 Reyes 16.19). Judas dejó una memoria infame, y Juan le re3cordaba como «el que le entregaba» (Juan 18.2, 5). Dorcas fue conocida como una mujer que «abundaba en buenas obras y limosnas». Y se `pueden multiplicar ejemplos de personas de buena o mala fama de la historia del mundo. Cuando pasemos a la presencia del Señor, ¿qué clase de memoria dejaremos nosotros? Dios permitió que el apóstol Pedro hiciese un milagro, porque leemos que cuando Dorcas murió, los creyentes en Jope llamaron al apóstol que estaba en Lida. Tal vez habían oído de la curación milagrosa que Pedro había hecho en Lida con el paralítico Eneas, y esperaban otro milagro en el caso de Dorcas. Seguramente querían consolación con su llegada. Con palabras sencillas, Lucas describe el milagro más grande que puede haber. Pedro, después de orar, llamó a Dorcas de entre los muertos, y ella fue resucitada, para seguir con su vida abnegada y consagrada al servicio de Dios. Esta sencilla historia nos hace pensar de la bendición que pueden ser las manos consagradas al Señor. En Éxodo 29.20 leemos del rito usado para la consagración de los sacerdotes, antes que sirvieran en el tabernáculo. No solamente sus manos eran coonsagradas con la sangre del carnero, sino sus oídos y sus pies, significando un oído consagrado para escuchar la voz de Dios como Samuel (1 Samuel 3), y pìes consagrados como los de Job quien era «era ojos para el ciego y pies para el lisiado» (Job 29.15 DHH). La consagración de los pies también significa nuestro diario andar; todo ha de ser tocado con la sangre, hecho santo por el Espíritu Santo. Pero es un pensamiento solemne que estos dones que tenemos que tenemos para usar en el servicio del Rey de Gloria pueden también ser usados en el servicio del Diablo. En Hechos 7.57 leemos de oídos cerrados al evangelio. Igualmente en 2.23 hay palabras que nos hacen recordar que las manos de los inicuos crucificaron al Hijo de Dios; pero recordemos también que Satanás está listo a enredarnos para que nuestros oídos, manos y pies sean útiles para el mal. Aprendamos, pues, la lección de Dorcas. Tengamos fe para con Dios, y buenas obras hacia el prójimo, para que cuando termine nuestra vida en esta tierra, dejemos una fragante memoria. Que así sea. PUBLICADO POR LUCIANO GRILLO GUTIÉRREZ EN 08:55 DORCAS Una ayudante generosa Alguien ha dicho: "Es sorprendente lo que se puede lograr cuando a nadie le importa quién reciba el mérito". Este dicho le encaja a Dorcas quien cumplió con su deber sin considerar hasta donde podrían llegar las consecuencias de su trabajo. La Biblia usa solamente siete versículos para contar acerca de la vida de Dorcas. Sin embargo es un ejemplo para las mujeres de todas partes sobre la importancia de ayudar a los demás, y cómo hacerlo refleja nuestro testimonio cristiano. Antecedentes Dorcas vivía en un puerto marítimo llamado Jope. Vivió en los tiempos de la formación de la primera iglesia poco tiempo después de la resurrección de Jesús. La Iglesia estaba creciendo rápida y firmemente bajo el liderazgo del apóstol Pedro. La Biblia habla de Dorcas como una "discípula", que significa seguidora de Cristo. No sabemos adonde conoció Dorcas a Jesús, donde aprendió a coser ni la razón de su especial interés por las viudas. Su historia la encontramos en Hechos 9:36-42. El versículo 36 comienza: "Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía". Tabita es el equivalente hebreo del nombre griego Dorcas. En griego, Dorcas significa gacela, la cual era un símbolo de belleza. Ahora no sabemos si Dorcas era una mujer bella o no, pero definitivamente mostró la belleza de Jesús en su vida por medio de su compasión por la gente necesitada. Dorcas "abundaba en buenas obras" La frase "abundaba en buenas obras" indica que ella hacía precisamente eso. Ella no solo pensaba o tenía buenas intenciones para hacer algo para ayudar a la gente. A menudo estamos llenos de buenas intenciones pero nunca nos decidimos a ponernos en acción. O nos vemos paralizados ante el cúmulo de necesidades que nos rodean. Sabemos que no podemos cubrir las necesidades de todos, así que ni siquiera intentamos ayudar a aquellos pocos a los que sí podríamos ayudar. Dorcas no era así. Ella hacía todo lo que podía. ¡Nuestros testimonios para Cristo serían mucho más efectivos si tan solo hiciésemos aquello que tenemos la intención de hacer! Necesitamos pedirle ayuda a Dios para que nos haga rápidas, voluntariosas y dispuestas a seguir las indicaciones del Espíritu Santo en cuanto a las buenas obras. Quiero que una cosa quede bien en claro respecto a este asunto. Las buenas obras no traen la salvación. La salvación es un regalo de Dios que recibimos mediante la fe en Jesucristo. Al explicar la salvación, a menudo citamos a Efesios 2:8-9: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe". No nos salvamos por hacer buenas obras, pero demostramos con nuestras obras que hemos recibido la salvación. Efesios 2:10 continúa con el pensamiento: "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas". Santiago 2:14-17 explica la influencia sobre otros que pueden producir nuestras buenas obras. De hecho, Dios nos dice que si no demostramos nuestras buenas obras, nuestra fe está muerta. Dorcas era un buen ejemplo de la enseñanza de Santiago: "Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Y así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma". Dorcas, enferma de gravedad Leemos en Hechos 9:37-42 que Dorcas se enfermó y murió: 37 Y aconteció que en aquellos días enfermó y murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a nosotros. 39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas. 40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro se incorporó. 41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. 42 Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor. ¡Imaginemos la escena cuando Pedro llegó al cuarto en donde yacía Dorcas! No sabemos si Dorcas tenía familia. Pero cuando murió, las personas a las que ella ayudaba se encargaron de su cuerpo. También enviaron a dos hombres a pedirle a Pedro que viniera. Evidentemente Dorcas significaba mucho para esas personas. Su amor y servicio como costurera le habían ganado el cariño de todos. ¿Qué esperaban ellos de Pedro? La Biblia no lo dice pero es obvio que esperaban algo. Una cosa que necesitaban era consuelo para su dolor. A lo mejor querían consejo en cuanto a qué hacer a continuación. A lo mejor esperaban que Pedro realizara un milagro. Por medio del poder de Dios, Pedro ya había realizado otros milagros. Cualquiera que fuese el motivo, el hecho de buscar a un hombre de Dios, demuestra el grado de respeto y fe en el Dios en quien Dorcas confiaba. Dorcas es resucitada por Dios Pedro llegó a la casa y evaluó la situación. Les pidió a los presentes que salieran del cuarto para poder estar a solas con Dios. No sabemos qué oró ni lo que le pidió a Dios que hiciera. Pero Dios operó un milagro y le devolvió la vida a Dorcas. Cuando Dorcas abrió los ojos y se levantó, Pedro la presentó a toda la gente que había estado lamentando su muerte. Rápidamente la escena cambió cuando sus lágrimas fueron convertidas en gritos de alegría. La gente allegada a Dorcas fue la más bendecida por lo que Dios hizo con ella. Pero la bendición no terminó allí. Hechos 9:42 dice que el milagro se supo en todas partes que muchos creyeron en el Señor. La primera iglesia creció en número, pero lo más importante es que su fe en Dios y su poder también creció en gran manera. PENSAMIENTOS FINALES Me alegro que Dios haya incluido la vida de Dorcas en la Biblia. Dorcas fue descripta como una mujer llena de buenas obras. Ayudaba a los necesitados que de otro modo hubiesen sido olvidados. ¿Puede usted pensar en alguien que necesite su ayuda hoy mismo? A lo mejor no todas sepamos coser como Dorcas Alguna puede tener la posibilidad de cocinar una comida para una familia necesitada, ayudar a limpiar una casa, ofrecerse a cuidar niños para que una madre pueda descansar, ayudar a estudiantes con sus tareas, enseñar música, visitar a alguien en el hospital, o leerle a una persona ciega. La lista de formas que podemos ser de ayuda a otros no tiene fin, y está limitada solo por su imaginación. Pídale a Dios que le muestre lo que puede hacer y luego —al igual que Dorcas— hágalo. TEMAS DE DISCUSIÓN 1. ¿Por qué cree usted que Dios incluyó esta historia en la Biblia? 2. Mencione tres lecciones que podemos aprender de la vida de Dorcas. 3. Describa el milagro de Dios realizado en la vida de Dorcas. ¿Por qué cree usted que Dios le restituyó la vida? 4. Haga una lista de cinco personas a las cuales usted podría ayudar. ¿Qué puede hacer usted para ayudarles? ¿Cómo planea hacerlo? 5. ¿Por qué es importante ayudar a aquellos que nos rodean? Las actividades de Dorcas me hacen acordar de las palabras de Jesús en Mateo 25:40: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis".