Cepillo dental iónico Soladey ¡Adiós al dentífrico! : COMO FUNCIONA EL CEPILLO DENTAL IÓNICO SOLADEY. Las propiedades del cepillo se basan en una conocida propiedad del dióxido de titanio: es un foto catalizador, es decir, causa reacciones químicas en presencia de la luz. El cuerpo del cepillo incorpora un dispositivito patentado: una barra de dióxido de titanio con semiconductores fotosensibles. ¿Cómo funciona? Expuestos a una fuente de luz (una luz fluorescente en el cuarto de baño, una bombilla regular, la luz del sol, etc) la vara de titanio fotosensible dentro del cepillo Soladey convierte la luz en una corriente de electrones. Estos electrones, iones cargados negativamente, se mezclan con la saliva para atraer iones positivos (hidrógeno) de los ácidos de la placa dental. De esta manera, el ácido es neutralizado y la placa se desintegra, eliminado de este modo la causa fundamental de la oxidación del esmalte, halitosis, manchas, gingivitis etc. La pasta dental no es necesaria porque el agua (saliva) es el ingrediente activo Ventajas del cepillo dental iónico soladey Reduce la placa dental Evita la producción de caries Actúa como antibactericida natural Es ecológico (no necesita pilas ni electricidad) No necesita dentífrico, evitando los peligros del fluor Evita la abrasión producida por el frotamiento. Económico. Su duración es ilimitada Ideal para niños. Ideal para mascotas y animales de compañía. Usado por millones de personas en el mundo Instrucciones de uso: Mojar el cepillo y situarlo bajo una luz brillante (puede ser luz artificial o solar), por ejemplo, la luz del baño. Aplicar un cepillado suave en todas las superficies dentales. Se recomienda abrir la boca para permitir que la luz llegue a los dientes posteriores. Cuanto más brillante sea la fuente de luz más efectivo será el cepillado, produciéndose más espuma con la saliva Cambio de cabezal Reemplazar el cabezal cada dos o tres meses como si se tratara de un cepillo normal. Mantener siempre el cabezal sujeto al mango excepto mientras se realiza el cambio. Precio: Cepillo completo con un cabezal 20.00 € Cabezales: Unidad 4,80 €. 4 unidades 18,00 € El cepillo dental iónico Soladey es tan eficaz que no sólo es recomendado... ahora es prescrito por los odontólogos, ya que es más eficaz para reducir el riesgo de enfermedad periodontal y la gingivitis. Precios especiales para mayoristas, profesionales y herbolarios Se encuentra Ud. ante una página Web atípica. El propósito de toda pagina Web es vender los productos que en ella están publicitados y en este aspecto no diferimos mucho del resto de cualquiera de ellas. Sin embargo, Biofarm Europa SL, tiene un interés preferencial en explicar la totalidad de sus productos, sus beneficios y lo que, como complementos dieteticos, pueden aportar a nuestro organismo. Para ello incluimos una serie de artículos escritos y publicados por nuestro personal en revistas acreditadas de las medicinas alternativas. Nuestro consejo pues, es que antes de tomar la decisión de comprar cualquier a de nuestros productos, lean uds. la información, que en forma de estos artículos, les proporcionamos y después tomen su decisión. En cualquier caso estamos a su disposición para aclarar cualquier duda que tengan Primer Articulo Cuidemos nuestra dentadura…naturalmente. El cepillo dental del siglo XXI Por Antolin de la Torre Articulo publicado en la revista Verdemente junio 2008 Introducción A lo largo de la historia, la humanidad ha prestado a la dentadura una atención mayor de lo que a primera vista pueda parecernos hoy. Era natural que fuera así. Le iba la supervivencia en ello. Pero empecemos este artículo relatando un curioso sondeo efectuado en los Estados Unidos. El sondeo se realizo entre 1.400 personas por el prestigioso Índice de Inventos Lemelson, organismo adjunto al famoso MIT, Instituto de Tecnología de Massachussets El cuestionario preguntaba cuál de cinco inventos era mas imprescindible para los estadounidenses. Los cinco objetos que se presentaron fueron el automóvil, el ordenador personal, el horno de microondas, el teléfono móvil y…. el cepillo de dientes. Pues bien, el vencedor indiscutible del sondeo fue el modesto cepillo de dientes. El resultado aparentemente sorprendente no lo es tanto. Si analizamos el resultado, vemos que se puede aplicar una regla que en general pasa desapercibida y es que hay cientos de utensilios simples que empleamos a diario, a los que por lo general no le damos la importancia que merecen. No es pues un secreto, que lo más simple siempre sea lo más importante, ya que precisamente por su simpleza un objeto es muy útil, por lo general difícil de remplazar por algún otro, y el cepillo de dientes se encuentra en un lugar preferente entre estos objetos. No es de extrañar, que tanto en los Estados Unidos como en los países del mundo desarrollado, obsesionados con los dientes brillantes y el aliento fresco, que este objeto sea considerado el rey de los inventos. El cepillo de dientes no falta en ningún cuarto de baño y se ha convertido en un elemento indispensable de nuestro neceser. La historia de este sencillo pero fundamental utensilio es muy antigua, pues el hombre ha prestado desde tiempos remotos una gran atención a su dentadura. Sin embargo, el camino del cepillo de dientes hasta alcanzar este reinado ha sido largo complicado y a través del tiempo ha sufrido distintas revoluciones. El largo camino del cepillo dental. Muy posiblemente tan solo haya un invento más antiguo que el cepillo dental: la rueda. Veamos el porque de esta afirmación. Se tiene la creencia que en épocas del paleolítico y aunque no con la forma de cepillo, nuestros ancestros ya se preocupaban por el cuidado de su dentadura masticando palitos o varitas de distintas hierbas medicinales, a los que posiblemente le diesen distintas formas, para no dañar las encías, aprovechando los aceites y taninos antibacterianos. De hecho aun en algunas tribus primitivas de Australia África aun se emplean estos métodos. Sin embargo, las primeras noticias que se tiene del cepillo de dientes, se remontan hasta 4000 años antes del nacimiento de Cristo. Esta forma del cepillo de dientes fue encontrada dentro de las pirámides de Egipto y consistía en un palillo, uno de cuyos extremos tenia forma de escobilla. Para aquellos egipcios el cuidado de la dentadura era fundamental, y de hecho, en la civilización egipcia, una de las disciplinas médicas más prestigiosas era la de dentista. En civilizaciones ya mas avanzadas, como Grecia, Aristóteles, por ejemplo, aconsejaba a Alejandro el Grande, que cada mañana diera un masaje a sus dientes con un paño fino de lino, que fuera ligeramente áspero y en los escritos de Plinio el Joven (61-113 d. C.) se afirmaba que utilizar el cañón de una pluma de buitre para limpiar los dientes, podía producir halitosis, o mal aliento, y sin embargo le gustaba emplear una púa de puercoespín porque, según él, “mantenía los dientes firmes. La primera “revolución” del cepillo dental moderno, con la forma que hoy conocemos, fue en China y fue fabricado, con cerdas de porcino, durante la Dinastía Tang (618-907 D.C.) y en la misma época aunque en otro hemisferio, el cepillo dental tenia incluso connotaciones religiosas En efecto, los árabes antes del Islamismo, utilizaban ramas del árbol de arak (Salvadora Pérsica) cuyas fibras se mantenían como cerdas. Las llamaron siwak o misswak, y en el siglo VI Mahoma dictó las reglas para la utilización de estos "implementos", convirtiéndose en una obligación religiosa. Se recomendó que se usaran en la lengua, en las superficies bucales y se llevaran dentro de los espacios ínter dentarios. En época moderna, fueron los ingleses quienes legaron a nuestra civilización el primer cepillo de dientes. En 1780, William Adds, fabricó el primer cepillo dental eficaz que tenía un mango de hueso de vaca y cerdas naturales de porcino. El invento se popularizó luego en Europa, pero debido a su elevado costo, las familias más humildes tenían que compartir el mismo cepillo. A principios de 1900, el celuloide empezó a sustituir al hueso. Hubo dos hechos significativos en el siglo XX: en 1938 apareció el llamado "cepillo milagro", del Dr. West, que estaba elaborado con púas de seda que permitían una perfecta higiene bucal y cuando un año mas tarde DuPont introdujo las cerdas de nylon en re- emplazo de todos los materiales empleados hasta entonces. En pleno siglo XX, este utensilio sencillo pero fundamental alcanzó nuevas cumbres y en 1969 viajó por primera vez a la Luna. Neil Armstrong utilizó un Oral-B Classic TM minutos antes de decir aquello de: “Es un pequeño paso del hombre, pero un gran salto para la humanidad”. En la actualidad, hay cepillos anatómicos, electrónicos, en modalidades para niños, adultos, hombres, mujeres o personas mayores. Además, existen especiales, como los ultrasuaves para gente con encías muy sensibles. Son, pues, una de tantas curiosidades producto de la ciencia. Y llegó nuestro actual siglo XXI. ¿Se podía ofrecer algo más? Pero para contestar a esta pregunta veamos algún elemento en relación con nuestra dentadura y el cepillo de dientes. Nuestros dientes y la placa bacteriana Probablemente, lo primero que se nos ocurre cuando pensamos en la boca es en besar a nuestra media naranja. Sin embargo la boca contiene nuestros dientes y sin ellos, sólo podríamos alimentarnos con líquidos o alimentos blandos. Las sustancias más duras del cuerpo, los dientes, son necesarios para la masticación, el proceso por el cual desgarramos, cortamos y molemos los alimentos preparándolos para la deglución. La masticación permite la liberación de enzimas y lubricantes en la boca que promueven la digestión, o descomposición, de los alimentos. Nuestros dientes, forman parte de nuestra sonrisa, que a menudo es lo primero que la gente nota cuando nos mira y además son esenciales para el habla: la lengua (que también nos permite saborear) nos permite formar las palabras con la ayuda de los labios y los dientes. La lengua golpea los dientes para producir ciertos sonidos. El sonido z, por ejemplo, se produce cuando la lengua roza la hilera superior de dientes. Cuando una persona sesea, la lengua toca los dientes en lugar de apoyarse directamente detrás de ellos al pronunciar palabras con el sonido s. Es por tanto totalmente necesario que nuestras 32 piezas dentales (un adulto tiene 8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares) sean cuidadas con gran esmero o pueden aparecer graves problemas. Como siempre, es mejor prevenir que curar y en nuestro caso, cuando se habla de prevención de las enfermedades dentales, lo primero que hay que hacer es identificar la causa principal de destrucción dental. Esta causa es la placa, una acumulación blanca y adherente de productos salivales y colonias bacterianas en las piezas dentarias que se acumula en la superficie de las piezas dentarias de manera continua durante toda la vida en grados variables, la única manera que tiene el individuo para eliminar este material productor de enfermedad es quitarlo de manera continua mediante el cepillado de los dientes El crecimiento de la placa se inicia aproximadamente seis horas después de la limpieza dental a fondo. La primera fase del desarrollo de la placa es el depósito de productos adherentes de la saliva. Estos productos están compuestos especialmente por mucina que forma una capa delgada y adherente en los dientes denominada película. Una vez depositada la película en la superficie dental limpia, las bacterias que habitan la boca se adhieren a ésta; después de esta adherencia las bacterias se multiplican para formar grandes masas de colonias bacterianas, esto ocurre 18 horas después de la limpieza dental aproximadamente y continua hasta que la placa ha madurado, unas 3 semanas después. La placa madura consiste en bacterias de diferentes tipos, cada tipo de microorganismo funciona de manera diferente. Algunas bacterias producen sustancias químicas dañinas, otras producen sustancias necesarias para que las bacterias vecinas sobrevivan; otras más producen sustancias adherentes que se entremezclan con las bacterias y conservan la placa intacta en la superficie dental. Otros componentes adicionales de la placa son la mucina salival, las células epiteliales muertas y los desechos alimenticios. La placa es extraordinariamente adherente y no puede ser eliminada con facilidad, para eso se requieren métodos vigorosos, como el cepillado de dientes Si la placa bacteriana se endurece debido al depósito de los minerales toma el nombre de sarro. Como ven hemos descrito someramente nuestros dientes, una de las principales causas de enfermedad dental como es la placa bacteriana y como se puede evitar en parte con un cepillado enérgico, que puede eliminarla en parte con los cepillos dentales, ya descritos con profusión desde el comienzo de la humanidad. Pero para responder a la pregunta que nos planteábamos y para una mejor compresión de su respuesta, permítanme realizar un pequeño juego en forma de experimento de física elemental, que ustedes mismos pueden realizar. Tomen un bolígrafo de plástico y frótenlo fuertemente con un paño, un trozo de lana etc. y corten unos trocitos de papel. Si aproximamos el bolígrafo, los trozos de papel se adherirán a su superficie como si fuese un imán. Este experimento, que seguramente ya habrán realizado ustedes, se debe a un principio de física básico: elementos con distinta carga iónica se atraen y con la misma carga se repelen. El bolígrafo al frotarse con el paño y perder elec- trones queda cargado positivamente y el papel queda cargado negativamente. Esta es la razón de su atracción regida por la ley de Coulomb. Pues bien, nuestros dientes debido principalmente a su contenido, están cargados negativamente y la placa dental esta cargada positivamente y precisamente una de las causas de la fuerte adhesión entre estos dos elementos, es la misma que hemos descrito en el experimento. Pensemos con lógica. Si hubiese un dispotivo que pudiese cambiar la polaridad de nuestros dientes y los pasase por unos instantes a carga positiva, el resultado seria que en vez de atracción con la placa bacteriana, existiría una repulsión y en consecuencia su eliminación seria más sencilla. Pues bien este dispositivo existe en forma de nuevos cepillo dentales que además de eliminar la placa bacteriana como cualquier otro tipo de cepillo por frotación, crea las condiciones necesarias para la repulsión iónica de la placa bacteriana por la dentadura. Los cepillos iónicos son por tanto la contestación a nuestra pregunta. El cepillo dental del siglo XXI. Aun a pesar de que la moderna tecnología ha fabricado unos cepillos dentales hasta la fecha óptimos, también es cierto que muchos de estos cepillos, al estar basados en la fricción pueden dañar nuestras encías e incluso los propios dientes. Pues bien los cepillo iónico, puestos en el mercado hace solamente un año, cuyas principales marcas fabricantes están en el Japón, cubre todas nuestras expectativas A diferencia de los cepillos de dientes tradicionales, que intentan extraer la placa dental usando fricción, los cepillo iónicos hacen que la placa se despegue de los dientes, atrayéndolas como si se tratara de un imán, utilizando el principio físico de la atracción y repulsión de cargas eléctricas, extrayendo la placa de las zonas de más difícil acceso de su boca. Se ha demostrado clínicamente que los cepillos de dientes Iónicos son mucho más efectivos que los cepillos de dientes tradicionales, (aproximadamente su efectividad es un 50 % mayor) y sus usuarios tienen una dentadura más limpia, y dientes más blancos y nada o casi nada de placa cuando visitan a su dentista. Y asombrosamente… reducen la placa bacteriana sin necesidad de pasta dentífrica. El principio por el que se realiza este pequeño milagro de eliminar la placa bacteriana es común para las dos marcas de cepillo que hay en el mercado: La creación de una corriente de iones negativos (electrones) que en contacto con la saliva produce un disolución de carácter también negativo que ataca a la placa dental de origen positivo, neutralizándola y desintegrándola. La diferencia principal entre HyG y Soladey (las dos marcas comercializadoras de estos cepillos) estriba en como crean la corriente de electrones. En los cepillos HyG la corriente de electrones esta creada por una batería de litio de 3 V, similar a las utilizadas en un reloj. rriente, es conducida varilla metálica Esta co- través de una hasta el cabezal, quedando las cerdas cargadas negativamente. Los electrones en contacto con la saliva producen la disolución que desintegra la placa dental, según el mecanismo ya explicado. En el cepillo Soladey la creación de la corriente de electrones, se basan en una propiedad del dióxido de titanio: Es un foto catalizador, es decir, causa reacciones químicas en presencia de la luz. En los cepillos Soladey, el cuerpo del cepillo incorpora un dispositivito patentado: una barra de dióxido de titanio con semiconductores fotosensibles La barra de titanio, expuesta a una fuente de luz (una luz fluorescente en el cuarto de baño, una bombilla regular, la luz del sol, etc) convierte la luz en una corriente de electrones que es conducida por los semiconductores fotosensibles hasta el cabezal del cepillo Estos electrones como en el caso anterior, iones cargados negativamente, se mezclan con la saliva para atraer iones positivos (hidrógeno) de los ácidos de la placa dental e igualmente, el ácido es neutralizado y la placa atraída y desintegradas desintegra, En cualquiera de los dos casos el resultado es la eliminación de la placa dental evitando de este modo eliminado de este modo la causa fundamental de la oxidación del esmalte, halitosis, manchas, gingivitis etc y lo que es extraordinariamente importante, la pasta dental no es necesaria porque el agua (saliva) es el ingrediente activo. Ahora bien ¿Cuál de los dos cepillo es más aconsejable? Evidentemente la tecnología de Soladey, que permite crear la corriente de electrones sin ninguna batería es optima y desde el punto de vista económico y aun a pesar de ser su costo ligeramente superior, hay un factor muy importante, y es que dependiendo del numero de veces que se utilice al día, el cepillo de HyG tiene una duración aproximada de un año, tiempo al cabo del cual la batería se agota y hay que desecharlo. Al no utilizar batería Soladey tiene una duración prácticamente ilimitada, con lo que a nuestro juicio, si deciden Vdes. Comprar uno de estos cepillos, le elección sin duda sería para la marca Soladey En cualquier caso y para una mayor información, pueden llamar a teléfono 914451514 91 4443424 66612242 o Consultar la página www.biofarm.es Antolin de la Torre es Licenciado en Ciencias Químicas, Diplomado en Ciencias Biológicas de la Salud y Naturopata. ______________________________________________________________________________ Segundo artículo. Articulo publicado en el periódico New York Tribune Una empresa japonesa revoluciona la higiene dental con un modelo que emplea el dióxido de titanio para acabar con la placa ¡Sin pasta dentrifirca! Titanio contra la placa dental Joyce Cohen/NY Nueva York. El titanio, el polifacético metal usado en sectores tan dispares como los motores de propulsión a chorro y las monturas de gafas, adopta ahora un nuevo papel, esta vez como componente protagonista de dos cepillos de dientes que amenazan con conmocionar el muy serio y formal mundo de la higiene dental. Uno de esos dos cepillos de dientes prescinde del dentífrico, usando en su lugar un centro de dióxido de titanio que genera una reacción electroquímica que permite acabar con la placa dental. El otro emplea finas y flexibles cerdas de titanio que pueden durar años. Ambos están logrando críticas favorables de los científicos, dentistas y en los test con consumidores. El más que probado cepillo de dientes manual se ha mantenido inalterable durante generaciones. En el campo de la higiene dental, donde los profesionales apenas son capaces de ponerse de acuerdo en algo, muchos están empezando a acostumbrarse a los nuevos cepillos. “La gente cree que es un truco de magia”, asegura Eric Powers, de Powers International, en Henderson, Nevada, que recientemente ha comenzado a importar a Estados Unidos los cepillos sin pasta Soladey, a un precio de 29,95 dólares. El cepillo se inventó en Japón. “Si lo pusiera en una estantería junto a otro cepillo de 99 centavos, ¿cuál compraría? Para Nick Ravotti, gerente de unos grandes almacenes en Manhattan, no hay duda. "Soy un seguidor fiel", afirmó Ravotti, que probó uno de los cepillos enviados como muestra a la compañía. Cuando come su salsa favorita, el regusto, "normalmente un sabor a medio camino entre el agua estancada y el avinagrado", simplemente desaparece. "Es una sensación muy extraña, pero lo que es cierto es que me siento mucho mejor después de usar este cepillo que tras cepillarme con uno de los normales", afirma Ravotti. Las propiedades del cepillo, disponible en soladey-usa.com, se apoyan en una propiedad del dióxido de titanio: es un fotocatalizador, es decir, causa reacciones químicas en presencia de la luz. Cuando la luz brilla sobre la barra de dióxido de titanio del cepillo, aquel libera electrones con carga negativa, que atraen a los iones con carga positiva contenidos en la placa dental, causante de la oxidación del esmalte. El cepillado genera una solución de saliva con carga negativa, que atrae y desintegra la placa. "El concepto tiene sentido", asegura Donald C. Smarten, uno de los científicos del Laboratorio Nacional de Energía Renovable en Golden, Colorado. "Sugieren que puedes provocar una reacción electroquímica dentro de tu boca". Por su parte, Kunio Komiyama, dentista en el Colegio de Odontología de la Universidad de Saskatchewan en Canadá, investiga actualmente en la próxima generación de cepillos Soladey, que incorporarán un panel solar en el mango para acelerar la reacción. "Podemos probar que este producto tiene un efecto bactericida", afirma Komiyama. La compañía asegura que la cobertura de dióxido de titanio nunca pierde la efectividad. Sí se venderán cabezales de repuesto, ya que las cerdas de nylon pueden estropearse con el tiempo.