Actividades Renacimiento/2

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Actividades Renacimiento/2
LA NOVELA PASTORIL
1. Lee el texto y responde a las preguntas:
La Diana
Llegando el pastor Sireno a los verdes y deleitosos prados que el caudaloso río Ezla con sus aguas va
regando, le vino a la memoria el gran contentamiento de que en algún tiempo allí gozado había, siendo tan
señor de su voluntad, como entonces sujeto a quien sin causarlo tenía sepultado en las tinieblas de su
olvido. […] Arrimóse al pie de una haya; comenzó a tender los ojos por la hermosa ribera, hasta que llegó
con ellos al lugar donde primero había visto la hermosura, gracia y honestidad de la pastora Diana […].No
pudo el desventurado pastor poner silencio a las lágrimas ni excusar los suspiros que del alma le salían, y
volviendo los ojos al cielo, comenzó a decir desta manera:
-¡Ay, memoria mía, enemiga de mi descanso!, ¿no os ocupáredes mejor en hacerme olvidar desgustos
presentes que en ponerme delante los ojos contentos pasados? ¿Qué decís, memoria? Que en este prado vi
a mi señora Diana, que en él comencé a sentir lo que no acabaré de llorar, que junto a aquella clara fuente,
cercada de altos y verdes alisos, con muchas lágrimas algunas veces me juraba que no haba cosa en la vida,
ni voluntad de padres, ni persuasión de hermanos, ni importunidad de parientes de que su pensamiento le
apartase. […].
Y estando en esto, sacó del seno un papel donde tenía envueltos unos cordones de seda verde y cabellos (¡y
qué cabellos!), y poniéndolos sobre la verde yerba, con muchas lágrimas sacó su rabel […] y comenzó a
cantar lo siguiente:
Cabellos, ¡cuánta mudanza
he visto después que os vi,
y cuán mal parece ahí,
este color esperança!
Jorge de Montemayor, Los siete libros de Diana
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6.
Señalan el texto de Jorge de Montemayor los rasgos del tópico de locus amoenus
Comenta cómo actúa el marcador. Justifica tu razonamiento con elementos del texto
Indica qué elementos de influencia petrarquista aparecen
Señala los adjetivos que engrandecen la naturaleza y a la pastora
Localiza en la primera oración del texto la proposición principal y las proposiciones subordinadas
¿Qué clase de subordinación aparece? ¿Es una sintaxis fácil o complicada?
GERMEN Y MADUREZ DE LA PICARESCA
2. Frente a la idealización del amor y la naturaleza, la picaresca introduce en el relato la realidad inmediata
El episodio del jarro
Usaba poner cabe1 sí un jarrillo de vino cuando comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de
besos2 callados y tornábale a su lugar. Mas turóme3 poco, que en los tragos conocía la falta, y por reservar
su vino a salvo nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido; mas no había piedra
imán que así trajese a sí como yo con una paja larga de centeno, que para aquel menester tenía hecha, la
cual metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches. Mas como fuese el
traidor tan astuto, pienso que me sintió, y dende 4 en adelante mudó propósito, y asentaba su jarro entre las
piernas, y atapábale con la mano, y ansí bebía seguro. Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y
viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una
fuentecilla y agujero sotil, y delicadamente con una muy delgada tortilla de cera taparlo, y al tiempo de
comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla
lumbre que teníamos, y al calor della luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a
destillarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía que maldita la gota se perdía. Cuando el pobreto iba
a beber, no hallaba nada: espantábase, maldecía, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía
ser.
"No diréis, tío5, que os lo bebo yo -decía-, pues no le quitáis de la mano."
Tantas vueltas y tiento dio al jarro, que halló la fuente y cayó en la burla; mas así lo disimuló como si no
lo hubiera sentido, y luego otro día, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, no pensando en el daño
que me estaba aparejado ni que el mal ciego me sentía, sentéme como solía, estando recibiendo aquellos
dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor,
sintió el desesperado ciego que agora tenía tiempo de tomar de mí venganza y con toda su fuerza, alzando
con dos manos aquel dulce y amargo jarro, le dejó caer sobre mi boca, ayudándose, como digo, con todo
su poder, de manera que el pobre Lázaro, que de nada desto se guardaba, antes, como otras veces, estaba
descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído
encima. Fue tal el golpecillo, que me desatinó y sacó de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos
dél se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales
hasta hoy día me quedé.
1.Cabe: junto a
2.Besos: Tragos
3.Turóme: me duró
4.Dende: desde entonces
5.Tío: fórmula de tratamiento dado a las personas mayores entre la gente del pueblo
1. Sitúa el texto anterior adentro de la obra a la que pertenece, e indica y justifica su género
2. Señala las distintas partes en que se divide el texto como forma de discurso
3. Clasifica el texto atendiendo a estos criterios: canal, código, situación, registro, intención,
estructura, contenido
4. Señala la estructura del contenido, teniendo en cuenta las artimañas de Lázaro y las reacciones de
su amo
5. ¿Qué elementos se dan coherencia al texto anterior, y cuáles mantienen su cohesión?
6. El rasgo más llamativo del ciego en este episodio es la crueldad ¿Cómo se manifiesta en las
acciones del ciego? ¿Y en las palabras de Lázaro?
7. Explica el sentido que tienen las siguientes expresiones: un par de besos callados. Lo dejaba a
buenas noches. Daba al diablo el jarro y el vino. Aquel dulce y amargo jarro.
8. La ironía del narrador se muestra en el uso de los sufijos aumentativos y diminutivos. Localiza
todas sus formas e indican qué valor tienen.
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Actividades Renacimiento/2
LA INTENCIÓN Y EL JUEGO DE EL QUIJOTE
3.En el siguiente texto, don Quijote muestra su constante disposición para la aventura.
En esto oyeron un gran ruido en el aposento y que don Quijote decía a voces:
—¡Tente, ladrón, malandrín1, follón2, que aquí te tengo y no te ha de valer tu cimitarra3!
Y parecía que daba grandes cuchilladas por las paredes. Y dijo Sancho
—No tienen que pararse a escuchar, sino entren a despartir la pelea o a ayudar a mi amo;
aunque ya no será menester, porque sin duda alguna el gigante está ya muerto y dando
cuenta a Dios de su pasada y mala vida, que yo vi correr la sangre por el suelo, y la cabeza
cortada y caída a un lado, que es tamaña5 como un gran cuero de vino
—No tienen que pararse a escuchar, sino entren a despartir la pelea o a ayudar a mi amo;
aunque ya no será menester, porque sin duda alguna el gigante está ya muerto y dando
cuenta a Dios de su pasada y mala vida, que yo vi correr la sangre por el suelo, y la cabeza
cortada y caída a un lado, que es tamaña como un gran cuero de vino.
—Que me maten —dijo a esta sazón el ventero— si don Quijote o don diablo no ha dado
alguna cuchillada en alguno de los cueros de vino tinto que a su cabecera estaban llenos, y
el vino derramado debe de ser lo que le parece sangre a este buen hombre.
Y con esto entró en el aposento, y todos tras él, y hallaron a don Quijote en el más extraño
traje del mundo. Estaba en camisa, la cual no era tan cumplida que por delante le acabase
de cubrir los muslos y por detrás tenía seis dedos menos; las piernas eran muy largas y
flacas, llenas de vello y nonada limpias; tenía en la cabeza un bonetillo6 colorado, grasiento,
que era del ventero; en el brazo izquierdo tenía revuelta la manta de la cama, con quien7
tenía ojeriza Sancho, y él se sabía bien el porqué8, y en la derecha, desenvainada la espada,
con la cual daba cuchilladas a todas partes, diciendo palabras como si verdaderamente
estuviera peleando con algún gigante. Y es lo bueno que no tenía los ojos abiertos, porque
estaba durmiendo y soñando que estaba en batalla con el gigante: que fue tan intensa la
imaginación de la aventura que iba a fenecer9, que le hizo soñar que ya había llegado al
reino de Micomicón y que ya estaba en la pelea con su enemigo; y había dado tantas
cuchilladas en los cueros, creyendo que las daba en el gigante, que todo el aposento estaba
lleno de vino.
Miguel de Cervantes, El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
1.Malandrín: bellaco
2.Follón: Malandrín
3. Cimitarra: sable corto
4. Despartir: apaciguar
5.Tamaña: tan grande
6. Bonetillo: gorro de dormir
7.Con quien: con la cual
8. El porqué: con ella lo mantearon
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9.Fenecer: acabar
Sitúa el texto dentro del conjunto de la obra
Resume oralmente el texto anterior
Indica, en una frase breve y sin verbo, el tema o idea central del texto
Localiza la estructura interna, diferenciando el ambiente externo de la preparación y desarrollo de
la batalla y marcando sus límites
5. ¿Dónde aparece el perspectivismo? Justifícalo a través de las formas verbales
6. Analiza la descripción de don Quijote en el último párrafo ¿Es prosopografía o etopeya? Indica qué
orden sigue el narrador en su descripción
7. El “más extraño traje del mundo” muestra una gran metáfora entre el vestido de don Quijote y la
armadura convencional de un caballero. Identifica las prendas de cada uno.
CARTA DE DON QUIJOTE A DULCINEA DEL TOBOSO
4.Responde a las preguntas sobre el siguiente texto.
«Soberana y alta señora:
El ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía
la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi
afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que, además de ser
fuerte, es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada
enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo: si gustares de acorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te
viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo hasta la muerte,
El Caballero de la Triste Figura.»
a.
b.
c.
d.
Sitúa el texto anterior dentro de la obra
Indica a qué tipo de texto pertenece en atención a los códigos expresivos que emplea
Señala su estructura externa
Comenta los rasgos propios del amor cortés que se muestran en el texto
EL LAZARILLO EL CLÉRIGO DE MAQUEDA
5.Lee el texto y responde a las preguntas
A cabo de tres semanas que estuve con él, vine a tanta flaqueza, que no me podía tener en las piernas de
pura hambre. Vime claramente ir a la sepultura, si Dios y mi saber no me remediaran. Para usar de mis
mañas no tenía aparejo, por no tener en qué dalle salto1. Y aunque algo hubiera, no podía cegalle2, como
hacía al que Dios perdone (si de aquella calabazada feneció3), que todavía, aunque astuto, con faltalle aquel
preciado sentido, no me sentía; mas estotro4, ninguno hay que tan aguda vista tuviese como él tenía.
Cuando al ofertorio5 estábamos, ninguna blanca en la concha6 caía, que no era dél registrada: el un ojo
tenía en la gente y el otro en mis manos. Bailábanle los ojos en el casco como si fueran de azogue7. Cuantas
blancas ofrecían tenía por cuenta, y, acabado el ofrecer, luego me quitaba la concha y la ponía sobre el
altar.
No era yo señor de asirle una blanca todo el tiempo que con él viví, o, por mejor decir, morí. De la
taberna nunca le traje una blanca de vino; mas aquel poco que de la ofrenda había metido en su arcaz,
compasaba de tal forma que le turaba8 toda la semana; y por ocultar su gran mezquindad, decíame:
-Mira, mozo, los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto yo no me
desmando como otros.
Mas el lacerado mentía falsamente, porque en cofradías y mortuorios9 que rezamos, a costa ajena comía
como lobo y bebía más que un saludador10.
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1. Darle el salto: darle asalto, robarlo
2.Cegalle: cegarle 3.Feneció: murió
4.Estotro: este otro
5.Ofertorio: parte de la misa en la que se ofrece a Dios el
pan y el vino aún sin consagrar y se hacen las ofrendas.
6.Concha:objeto usado para recoger el dinero
7.Azogue: mercurio
8.Turaba; duraba
9.Moruorios: entierros (era costumbre que los familiares del
difunto dieran una comida a los asistentes)
10. Saludador: sanadores
1.
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3.
4.
Localiza este fragmento dentro de la obra. Señala su tema e indica la estructura
Señala los elementos narrativos y los descriptivos. Valora los distintos recursos literarios
Caracteriza al narrador y el ritmo de la narración
Indica qué informaciones aporta el texto sobre la sociedad de la época
LA POPULARIDAD DE LOS ENTREMESES
6.Responde a las preguntas sobre el siguiente texto
[La cueva de Salamanca tiene su origen en un cuento popular. Tras la marcha de viaje de su marido, el ama
de casa se divierte, junto con su criada, con un sacristán, un barbero y un estudiante. Sorprendida por la
repentina vuelta de su esposo, antes de abrirle la puerta ha de hacer tiempo para que los que la acompañan
se escondan]
Éntranse todos y asómase Leonarda a la ventana
Leonarda
¿Quién está ahí? ¿Quién llama?
Pancracio:Tu marido soy, Leonarda mía; ábreme, que ha media hora que estoy rompiendo a golpes estas
puertas
Leonarda En la voz, bien me parece a mí que oigo a mi cepo1
Pancracio: pero la voz de un gallo se parece a la de otro gallo, y no me aseguro
Pancracio: ¡Oh recato inaudito de mujer prudente! Que yo soy, vida mía, tu marido Pancracio: ábreme
con toda seguridad
Leonarda Venga acá, yo lo veré agora. ¿Qué hice yo cuando él se partió esta tarde?
Pancracio: Suspiraste, lloraste y al cabo te desmayaste
Leonarda Verdad; pero, con todo esto, dígame: ¿qué señales tengo yo en uno de mis hombros?
Pancracio: En el izquierdo tienes un lunar del grandor de medio real, con tres cabellos como tres mil hebras
de oro
Leonarda: Verdad; pero, ¿cómo se llama la doncella de casa?
Pancracio: ¡Ea, boba, no seas enfadosa, Cristinica se llama! ¿Qué más quieres?
[Leonarda]: ¡Cristinica, Cristinica, tu señor es; ábrele, niña!
Cristina: Ya voy, señora; que él sea muy bien venido. ¿Qué es esto, señor de mi alma? ¿Qué acelerada vuelta
es ésta?
Leonarda: ¡Ay, bien mío! Decídnoslo presto, que el temor de algún mal suceso me tiene ya sin pulsos.
Pancracio: No ha sido otra cosa sino que en un barranco se quebró la rueda del coche, y mi compadre y yo
determinamos volvernos, y no pasar la noche en el campo; y mañana buscaremos en qué ir, pues hay tiempo.
Miguel de Cervantes, La cueva de Salamanca
1.Cepo: Tormento, en sentido metafórico
1. Resume el contenido del fragmento anterior
2. ¿Cómo puede caracterizarse a Pancracio? Señala rasgos de habla que permitan identificar al
personaje con el simple (o bobo) del entremés.
3. Explica en qué lugar de la representación teatral se representaban este tipo de obras cortas.
4. Señala otros títulos de entremeses que tengan su origen en un cuento o narración tradicional
5. ¿Con qué finalidad se representaban estas obras?
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EJEMPLARIDAD DE LAS NOVELAS EJEMPLARES
7.Realiza el comentario del siguiente texto.
EL LICENCIADO VIDRIERA
Sucedió que en este tiempo llegó a aquella ciudad una dama de todo rumbo y manejo 1. Acudieron luego a
la añagaza2 y reclamo todos los pájaros3 del lugar, sin quedar vademecum4 que no la visitase. Dijéronle a
Tomás que aquella dama decía que había estado en Italia y en Flandes, y por ver si la conocía, fue a
visitarla, de cuya visita y vista quedó ella enamorada de Tomás; y él, sin echar e ver en ello, si no era por
fuerza y llevado de otros, no quería entrar en su casa. Finalmente, ella le descubrió su voluntad y le ofreció
su hacienda; pero como él atendía más a sus libros que a otros pasatiempos, en ninguna manera respondía
al gusto de la señora, la cual, viéndose desdeñada y, a su parecer, aborrecida, y que por medios ordinarios
y comunes no podía conquistar la roca de la voluntad de Tomás, acordó de buscar otros modos, a su
parecer; más eficaces y bastantes para salir con el cumplimiento de sus deseos. Y así, aconsejada de una
morisca5, en un membrillo toledano dio a Tomás unos destos que llaman hechizos, creyendo que le daba
cosa que le forzase la voluntad a quererla; como si hubiese en el mundo yerbas, encantos ni palabras
suficientes a forzar el libre albedrío; y así, las que dan estas bebidas o comidas amatorias se llaman veníficas6;
porque no es otra cosa lo que hacen sino dar veneno a quien lo toma, como lo tiene mostrado la
experiencia en muchas y diversas ocasiones.
Comió en tal mal punto Tomás el membrillo, que al momento comenzó a herir de pie y de mano 7 como si
tuviera alferecía8, y sin volver en sí estuvo muchas horas, al cabo de las cuales volvió como atontado, y dijo
con lengua turbada y tartamuda que un membrillo que había comido le había muerto, y declaró quién se le
había dado. La justicia, que tuvo noticia del caso, fue a buscar la malhechora; pero ya ella, viendo el mal
suceso, se había puesto en cobro9, y no pareció jamás.
Seis meses estuvo en la cama Tomás, en los cuales se secó y se puso, como suele decirse, en los huesos, y
mostraba tener turbados todos los sentidos; y aunque le hicieron los remedios posibles, sólo le sanaron la
enfermedad del cuerpo, pero no de lo del entendimiento; porque quedó sano, y loco de la más extraña
locura que entre las locuras hasta entonces se había visto. Imaginóse el desdichado que era todo hecho de
vidrio, y con esta imaginación, cuando alguno se llegaba a él, daba terribles voces, pidiendo y suplicando
con palabras y razones concertadas10 que no se le acercasen, porque le quebrarían; que real y
verdaderamente él no era como los otros hombres: que todo era de vidrio, de pies a cabeza.
Miguel de Cervantes, El licenciado Vidriera
1. Manejo: se decía de las cortesanas que de modo encubierto, y con ciertos clientes limitados, ejercían la
prostitución
2. Añagaza: señuelo, artificio o trampa para atraer con engaño
3. Pájaros:(metáfora despectiva) se refiere a los libertinos de la ciudad
4. Vademecum: cuaderno o cartapacio que levaban los estudiantes
5.Morisco: musulmán que quedó en territorio cristiano tras la Reconquista
6.Veníficas: suministradoras de veneno
7.Herir de pie y de mano: tener temblores o convulsiones de manos y pies
8.Alferecía: enfermedad propia de los niños que se caracterizaba por convulsiones y pérdida del
conocimiento
9.Se había puesto en cobro: se había marchado
10.Conceradas: coherentes, lógicas.
xc
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