Surgimiento de la movilización de jóvenes universitarios en

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Surgimiento de la movilización de jóvenes universitarios en México en el
contexto electoral de 2012: del @másde131 al #YoSoy132
Maricela Portillo1
Abstract
En este artículo se explica el surgimiento de la movilización de jóvenes
universitarios en México en el contexto electoral de 2012. La movilización tuvo
lugar a partir de la organización inicial del llamado @másde131 en la Universidad
Iberoamericana y después dio lugar al movimiento estudiantil denominado
#YoSoy132. Presentamos el análisis del origen de movimiento que, tal como
explicamos, fue posible debido a tres factores: el acceso a la tecnología, la
conectividad y la presencia de medios de comunicación masiva entre los jóvenes
en el campus universitario. En este artículo explicamos el surgimiento de este
movimiento, el contexto en el que tiene lugar y presentamos un análisis de las
redes sociales que funcionaron como herramientas de comunicación y
organización y potenciaron la visibilización del movimiento entre la ciudadanía.
Asimismo mostraremos cómo impactaron, a su vez, la agenda mediática, situación
que les permitió emerger como un actor político, relevante en el proceso electoral
federal de este año.
Introducción
El 11 de mayo de 2012 Enrique Peña Nieto, quien en ese momento era candidato
a la presidencia de México por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)2, visitó
la Universidad Iberoamericana y provocó una reacción entre los estudiantes que
1
Académica de tiempo completo del Departamento de Comunicación, Universidad Iberoamericana, MÉXICO
[email protected]
2
Enrique Peña Nieto finalmente gana las elecciones presidenciales en México, que se celebraron el 2 de julio
de 2012. Con su triunfo, regresa al poder el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó este país
por más de setenta años. De 2000 a 2012, México estuvo gobernado por dos presidentes provenientes del
Partido Acción Nacional (PAN).
dio lugar a una movilización de jóvenes universitarios sin precedentes en el
pasado reciente en el país3. En este artículo explicamos el surgimiento de este
movimiento, el contexto en el que tiene lugar y presentamos un análisis de las
redes sociales que funcionaron como herramientas de comunicación y
organización y potenciaron la visibilización del movimiento entre la ciudadanía.
Asimismo mostraremos cómo impactaron, a su vez, la agenda mediática, situación
que les permitió emerger como un actor político, relevante en el proceso electoral
federal de este año. La estructura del artículo divide el trabajo en cuatro partes. En
la primera, describimos el mítico acontecimiento que origina la movilización de los
jóvenes universitarios en México, en la segunda parte planteamos la discusión
teórica a propósito de los llamados novísimos movimientos sociales (Feixa, et. al.,
2002), en la tercera y cuarta parte presentamos el análisis, dividido en torno a: el
papel que jugaron las redes sociales en el surgimiento del @somosmasde131 que
dio lugar al #YoSoy132 y la viralización del movimiento: el salto a las calles y la
visibilización en la agenda mediática.
El mítico acontecimiento que origina la movilización de los jóvenes
universitarios en México
La mañana del 11 de mayo de 2012, Enrique Peña Nieto visita la Universidad
Iberoamericana4 a un encuentro con los estudiantes de esa casa de estudios en el
marco del foro “El Buen Ciudadano”. Este foro, organizado por el Consejo de
Presidentes de Sociedades de Alumnos (Copsa), la Asociación de Egresados, y el
3
El antecedente más importante de una movilización estudiantil en México se remonta a 1968, que
culminó con el trágico evento de la matanza de estudiantes en la Plaza de Tlatelolco el 2 de
octubre. Desde entonces, cada año se organiza una marcha en esa fecha, donde se conmemora a
los estudiantes caídos en el marco de esa movilización. En el imaginario de los jóvenes
universitarios mexicanos, esa fecha permanece como un símbolo trágico de jóvenes que a finales
de los sesenta se enfrentaron al sistema político autoritario. Las referencias al 68 han sido
constantes durante la llamada Primavera Mexicana, que se origina en mayo de 2012 con el evento
que acá estamos analizando.
4 La Universidad Iberoamericana es una universidad privada de origen jesuita que fue creada en
1943 en México. Es una de las instituciones de educación superior más prestigiosas del país. Más
adelante nos referiremos indistintamente a la Universidad Iberoamericana como Ibero, la forma
coloquial con la cual se denomina esta universidad en México.
Colegio de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero se planteaba
como meta promover la participación activa y consciente de la comunidad
estudiantil, así como de los académicos y trabajadores de la Universidad
Iberoamericana, de cara a los próximos comicios electorales federales. Ese foro
se llevó a cabo en febrero de este mismo año. Uno de sus objetivos centrales era
contribuir al fortalecimiento de las actitudes de participación ciudadana.
Buen Ciudadano fue un ejercicio que se compuso de tres etapas básicas: 1) una
encuesta que se llevó a cabo entre la comunidad universitaria en febrero y que
estuvo disponible en el portal de la universidad, en esta encuesta, la comunidad
universitaria autoevaluaría su grado de participación ciudadana, y permitiría
formular un cuestionario de cinco preguntas dirigido a los candidatos
presidenciales. A partir de esta encuesta entre marzo y junio se envió una
pregunta semanal a los candidatos, lo que intentaba generar un debate que
permitiría conocer lo que estos opinaban sobre temas específicos de interés. La
etapa final de la iniciativa se consistió en la visita de los candidatos presidenciales
a esta Universidad. Ese encuentro fue coordinado por una comisión creada por el
Rector José Morales Orozco, S.J. Así pues, como parte de estas actividades en la
etapa final del Foro del Buen Ciudadano, los cuatro candidatos aceptaron la
invitación para asistir a la Ibero.
El 11 de mayo, Enrique Peña Nieto llega a la universidad y se dirige al auditorio en
donde tendría lugar el encuentro. Desde muy temprano, había grupos de jóvenes
priístas que se habían organizado previamente y llevaban carteles de elaboración
cuidada, con diseños y colores uniformes –rojos- con mensajes de simpatía al
candidato. Y, por otro lado, también había estudiantes que llevaban carteles
críticos hacia Peña Nieto. Esta situación molestó a los estudiantes que miraron en
estas actitudes de los ectivistas5 una afrenta porque ningún candidato
anteriormente había intentado meter gente y convertir su visita a la Ibero en un
acto proselitista.
5
Así se denomina a los jóvenes proselitistas de Enrique Peña Nieto, pagados para apoyar al
candidato en sus actos proselitistas.
A la salida, tanto el candidato, como sus asesores y el dirigente de su partido
descalificaron las acciones de los jóvenes, los acusaron de ser porros. Es decir,
dudaron de su identidad como estudiantes universitarios.
Esas declaraciones provocaron una reacción en los estudiantes de la Ibero que
nunca habían experimentado en carne propia esa estigmatización, tan común
hacia otros jóvenes universitarios en México, sobre todo provenientes de
universidades públicas. Porros son esos “seudoestudiantesrevoltosos” que
provocan paros, huelgas, que son infiltrados, usados por fuerzas políticas que los
manejan a cambio de prebendas. Con esas acusaciones, les negaron a estos
jóvenes estudiantes toda capacidad de agencia, negando su ser político. Los
estigmatizaron. Los denigraron.
Los estudiantes de la Ibero, decidieron la noche de ese viernes 11 de mayo de
2012, hacer con ese enojo algo más. Durante el fin de semana un estudiante de
comunicación, crea un grupo en Facebook y emite la convocatoria para que sus
compañeros grabaran un testimonial, breve, para responder a la afrenta en el que
se dijera: “Sí, somos estudiantes de la Ibero. Sí, estuvimos en el evento. Tenemos
forma de acreditarlo”. Les pedía mostrar su credencial y dar su número de cuenta
para acreditar su identidad como estudiante universitario. Así de simple. Esa fue la
consigna.
Hacia la medianoche del domingo 13 de mayo, deadline que había establecido
para la entrega de los testimoniales, había recibido 131 videos. Hizo un cierre y
editó el video. Según narra este estudiante, durante el transcurso de los siguientes
tres días llegaron más videos. Señala que recibió cerca de 230 videos.
El video fue subido a youtube el lunes 14 de mayo con el nombre: “más de 131
estudiantes de la Ibero responden”.
El video se popularizó en cuestión de horas en youtube en el transcurso de ese
mismo día. Y provocó la respuesta de sus pares, jóvenes universitarios en todo el
país, sumándose a la propuesta del video de la Ibero. Yo soy menganito,
estudiante universitario, y soy el 132. Y así inicia esta historia.
Los novísimos movimientos sociales
En este escenario, los jóvenes parecen estar prefigurando nuevas formas de
participación política y acción colectiva. El ciclo de movilizaciones globales que
tienen lugar en los últimos años hacen evidente novedosas formas de
materialización de las ideologías y las luchas por el poder. Calles y redes son los
nuevos campos de batalla desde donde se está disputando hoy la construcción de
sentidos compartidos y la preservación de campos identitarios (Feixa, et.al., 2002;
Martín- Barbero, 1997; Valenzuela, 1999). Constituyen los que Feixa et. al. (2002)
denominan novísimos movimientos sociales, para distinguirlos de los clásicos y los
nuevos.
Los clásicos movimientos sociales, surgidos a principios del siglo XIX y asociados
sobre todo al movimiento obrero permanecerán asociados como tales hasta la
década de los veinte. Se caracterizaban por plantear "la creación de un orden
socioeconómico y político totalmente nuevo, donde se contemplaba una
redistribución del poder" (Feixa, et. al., 2002: 10). Aunque estos movimientos
sociales solían estar compuestos por grandes grupos de jóvenes, no es sino hasta
la década de los sesenta que el joven cobra un protagonismo real en el escenario
público. Es a partir de esta década que puede hablarse propiamente de
movimientos sociales juveniles. Emerge aquí la juventud como una nueva clase,
enarbolando la vanguardia de una sociedad e introduciendo grandes momentos de
ruptura generacional, tanto a nivel político (plasmado sobre todo en los
movimientos estudiantiles) como a nivel cultural (el rock, la sexualidad, la estética).
Este momento marca la irrupción de los nuevos movimientos sociales (Primavera
de Praga, Mayo del 68 y el Movimiento Estudiantil de Tlatelolco en México). Los
nuevos movimientos sociales estarían conformados por grupos de jóvenes que se
unían a partir de fines comunes y no de una pertenencia social. Uno de los
aspectos más relevantes que presentan estos nuevos movimientos sociales es el
reclamo público de los temas hasta entonces considerados de interés privado.
Con esto, lo público adquiere una connotación más amplia, al ser relacionada con
los aspectos civiles y sociales.
Los novísimos movimientos sociales, a su vez, están caracterizados por su
heterogeneidad, descentralización y estructura no jerárquica. Entrarían en esta
clasificación "aquellas movilizaciones colectivas que surgen en la era de la
globalización y que utilizan las nuevas tecnologías como forma de comunicación e
instrumento de lucha"
(Feixa, et. al., 2002: 16).
Estos movimientos, con un
carácter profundamente local y demandas profundamente globales, están
logrando convocar -en algunos casos con mucho éxito- a jóvenes (y no tan
jóvenes) de muchos sitios.
Ahora bien, ¿en qué radica la especificidad de estos novísimos movimientos
sociales?. Castells (2003) afirma que hay tres rasgos que son fundamentales en la
interacción de internet y los movimientos sociales. El primero, es que asistimos en
la sociedad, fuera de internet, a una crisis de las organizaciones políticas
tradicionales. El segundo, los movimientos sociales en nuestra sociedad se
desarrollan, cada vez más, en torno a códigos culturales y a valores. Y el tercero,
es que cada vez más, el poder funciona en redes globales y la gente tiene su
vivencia y se construye sus valores, sus trincheras de resistencia y de alternativa
en sociedades locales. Internet permite la articulación de los proyectos alternativos
locales mediante protestas globales, que acaban aterrizando en algún lugar, pero
que se constituyen, se organizan y se desarrollan a partir de las posibilidades de la
conexión global potenciada por las redes sociales.
En los últimos diez años, podemos cotejar ejemplos de movilización ciudadana sin
precedentes han sido replicados en muchas partes del mundo. Antecedentes de
este tipo los tenemos en las contracumbres: los movimientos del Foro Social de
Porto Alegre o antes en Seattle, Praga y Génova. En 2002, ocurrió inicialmente en
España, pero después replicado en muchas ciudades en el mundo las
movilizaciones en contra de la guerra de Irak6. En estas movilizaciones, desde
hace tiempo podía observarse que el campo tradicional de la política se estaba
reconfigurando. En este sentido, resulta interesante resaltar el activo papel de los
jóvenes, aunque indudablemente no puedan ser caracterizados estos como
movimientos exclusivamente juveniles, pese a que ellos han sido grandes
protagonistas. Lo que sí han logrado es movilizarse en torno a causas comunes.
Si aceptamos la existencia de los novísimos movimientos sociales, debemos
aceptar que también existen nuevas temporalidades y espacialidades que están
impactando las prácticas de los actores sociales. En esta reconfiguración espacio
temporal se están plasmando nuevas sensibilidades que dan cuenta de la crisis de
la política y de los relatos con los que convencionalmente han sido leídos estos
fenómenos sociales.
Estos movimientos, a finales del Siglo XX y en los albores del Siglo XXI, parecían
incipientes. Pero hoy en día son claros ejemplos de reconfiguración del campo
tradicional de la comunicación política. Nos hablan de una nueva sensibilidad
juvenil por la que hoy atraviesa lo político. En esas arenas, aún movedizas, se
están disputando los múltiples sentidos de la dimensión pública, en la cual la clase
política representa sólo los viejos rescoldos de una generación que ya tuvo su
tiempo de lucha. La dimensión política de las prácticas de los actores sociales,
jóvenes desencantados del sistema político que aparece tan lejano de su vida
cotidiana, se dibuja hoy como un espacio vital de gran efervescencia social. Ese
es el telón de fondo de la Generación 2.0 en el que los jóvenes se están moviendo
hoy en día. Son estos los sonidos de nuestro tiempo, o como diría Ortega y
Gasset: el espíritu de nuestro tiempo (1970: 35).
6
Un análisis detallado con relación a los movimientos antibélicos que surgieron en España en respuesta a la
postura del presidente de gobierno de este país en cuanto a la guerra de Irak, puede cotejarse en Portillo
(2003).
El papel de las redes sociales en torno al surmigiento del @somosmasde131
El 11 de mayo hubo tres elementos que permitieron la visibilización del evento
ocurrido en la Universidad Iberoamericana y que posibilitó el surgimiento del
movimiento @somosmasde131 y en los días subsiguientes derivó en el
#YoSoy132.
Uno, tiene que ver con el acceso a la tecnología que tienen los estudiantes
de la Iberoamericana. México es un país de jóvenes. Así lo demuestran los datos
más recientes, según los cuales, la mitad del país tiene menos de 26 años (INEGI,
2011). En este país, el 93% de los hogares tiene televisión. Paralelamente, el
acceso a las tecnologías de la información también ha ido incrementándose en los
últimos años. Si bien es cierto que la brecha tecnológica sigue imprimiendo
diferencias brutales entre la población que no accede a la tecnología y la que sí,
es innegable también el hecho de que amplios sectores de la población, sobre
todo en sectores urbanos, están conectados. Como es el caso de los estudiantes
de la Universidad Iberoamericana, que forma parte de la generación de jóvenes
que ha nacido en pleno auge de Internet y que ha crecido incorporando las
tecnologías tanto en su quehacer académico, como en sus actividades de ocio y
afectividad personales. Según los datos de la AMIPCI e INEGI, los usuarios de
Internet en México son mayoritariamente jóvenes urbanos. Coincide también con
los datos del World Internet Project, que señala que el 40% de los usuarios de
Internet en México son menores de 19 años.
Indudablemente hay un sector de sujetos excluido de ciertos circuitos
informacionales, espacios de participación y de conformación gregaria que Internet
y, en particular, las redes sociales presuponen. No podemos soslayar este hecho,
pues revela las profundas desigualdades que existen en México y, nos atrevemos
a decir, que en América Latina y que hoy sólo son remarcadas por esta inclusión
desigual. García Canclini (2004) dice, en ese sentido, que la desigualdad, la
diferencia y la desconexión son procesos que marcan hoy el devenir de los sujetos
en un contexto globalizado. En referencia a un estudio de Amartya Sen, señala: “el
acceso segmentado y desigual a las industrias culturales, sobre todo a los bienes
interactivos que proveen información actualizada, ensanchan las distancias en el
acceso a la información oportuna y en el desarrollo de las facultades adaptativas
que permiten mayores posibilidades de desarrollo personal, generando así
menores posibilidades de integración socioeconómica efectiva” (García Canclini,
2004: 82).
Según Ortega y Ricaurte (2011), los nativos digitales mexicanos son jóvenes que
tienen conexión permanente. Los ubican en el segmento de edad de entre 15 y 19
años,
estudiantes
de
escuelas
privadas
y
ubicados
en
los
niveles
sociodemográficos medios y medios altos. Son sujetos perfectamente equipados,
con acceso a la tecnología de punta: computadora, celular, Ipod y videojuegos.
(Ortega y Ricaurte, 2011: 44). Los jóvenes de la Universidad Iberoamericana son
entran en esta categorización, son los nativos digitales.
La emergencia de esta generación de jóvenes conectados está resultando
significativa. La llamamos Generación 2.0 (Feixa, Portillo, et. al, 2012) porque está
desarrollando en las redes sociales nuevas formas de organización, participación y
conformación gregaria. La rearticulación de lo político a partir de la conectividad.
Indudablemente Internet y las redes sociales han venido a reconfigurar las formas
de organización y participación. No es casual que la generación de jóvenes que ha
crecido en esta era digital esté encontrando en estos espacios nuevos circuitos
informacionales. Pero no sólo eso. Han aprendido, a partir sobre todo de la
emergencia de las redes sociales (Facebook, Twitter, etc.), nuevas formas
organizativas que hoy trascienden el espacio virtual y que en el caso de la
Generación Pingüina en Chile o la Generación 2.0 en México, expresan atisbos de
una nueva cultura política en América Latina. Aquí hay una clave distintiva de lo
que ocurrirá con esta generación. Habrá que seguirle la pista a las formas distintas
en que están accediendo a Internet y participando en la cultura digital, en las redes
sociales, impactando en la producción noticiosa; así como en la transformación de
lo político en los contextos particulares de los países latinoamericanos, que tienen,
no lo olvidemos, su propia especificidad. Entre los cambios más importantes que
el espacio virtual está propiciando en la construcción de los jóvenes como actores
sociales, está la visibilización que trasciende las formas individuales y transita al
trazo de las formas colectivas – grupales- que impondrán nuevas formas de
construcción de ciudadanía y que hoy, a inicios del siglo XXI. Están apenas
configurándose.
Dos, la conectividad del campus. Una situación que posibilitó la utilización de
redes sociales y disparó la reacción de los estudiantes de la Ibero ante la visita del
candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, es la conectividad que existe en el
campus. La conexión a Internet está garantizada para la comunidad académica
(profesores y alumnos) y administrativa, a través del wifi que existe en el espacio
de la universidad. Esto favorece la utilización de artefactos tecnológicos que los
estudiantes tienen, tal es el caso de smartphones, Iphones, Ipads. Sin duda hoy
en día la conexión wifi establece una diferencia fundamental en términos de
acceso a la información, organización y visibilización a través de las redes
sociales. El reclamo del acceso universal pasa por entender que los ciudadanos
tienen ese derecho hoy ineludible. La reacción de los estudiantes de la Ibero ese
día fue posible gracias a que el espacio físico del campus se amplificó debido a
que los estudiantes pudieron ser escuchados en tiempo real en otras latitudes. El
ciberespacio, posibilitado por la tecnología, constituye un espacio virtual, distinto
del espacio físico. Sus coordenadas espaciales están desterritorializadas, si
entendemos por territorialización la materialidad física del espacio “real” 7. Esta
nueva forma de espacio configura, a su vez, una realidad que, aunque alude a una
“realidad real”, opera con una lógica distinta en cuanto a gramáticas de escritura y
lectura, lo cual provoca nuevas formas de interacción social. El ciberespacio ocupa
un “espacio virtual”. De acuerdo al lenguaje de la tecnología de la información lo
virtual se contrapone a lo físico (Kleinsteuber, 2002). En esta tecnicidad8, se
insertan nuevas prácticas sociales y, a su vez, emergen nuevos sujetos sociales
que interactúan en un espacio no físico.
Kleinsteuber (2002) afirma que los espacios de comunicación pueden considerarse “reales” en la
medida en que pueden percibirse y aprehenderse en nuestra vida cotidiana. El autor considera que
existen otro tipo de espacios que se contraponen a los “reales”. El llama a estos otros espacios
“imaginarios” o “virtuales” que caracterizan al espacio que suele nominalizarse con el prefijo “ciber”.
8 Martín-Barbero comentó en la conferencia Investigación y comunicación. Nuevos desafíos de la
globalización, pronunciada el 10 de febrero de 2003 en la Facultad de Periodismo y Ciencias de la
Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona, que entre la técnica y la tecnología
media la tecnicidad, la cual se sitúa a nivel de la socialidad. La tecnicidad es una forma de cultura.
7
Tres, la estación de radio. La estación de radio, Ibero 90.9, transmitía ese día en
vivo, como lo hace siempre9. Tras su participación en el foro, ahí esperaban al
candidato, pues había sido pactada una entrevista que daría al final del evento.
Pero el abucheo a su salida fue contundente. Los alumnos le gritaban, lo
increpaban, a partir sobre todo de su desafortunada declaración respecto del
reclamo que los estudiantes le hacían a través de pancartas de su actuación en el
caso Atenco10. Su respuesta fue:
“Y que en el tema lamentable hubo incidentes que fueron debidamente
sancionados y que los responsables de los hechos fueron consignados ante el
poder judicial. Pero reitero, fue una acción determinada que asumo personalmente
para restablecer el orden y la paz, en el legítimo derecho que tiene el Estado
mexicano de hacer uso de la fuerza pública, como además, debo decir, fue
validado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Gracias”.
Con estas declaraciones cerró Enrique Peña Nieto su participación en el foro y el
público fuera del auditorio, así como parte de quienes estaban dentro, comenzaron
a gritar más fuerte. El enojo se hizo notar con mucha más fuerza que antes. Al
momento de salir del auditorio, contrario a como habían hecho los otros dos
candidatos que ya habían asistido al mismo foro, salió por la puerta de atrás.
9
Ibero 90.9 es una estación de la Universidad Iberoamericana que transmite con 3,000 watts de
potencia desde Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, CP 01219, Ciudad de
México.
10
El 3 y 4 de mayo de 2006, el gobierno federal ordenó que se llevara a cabo un operativo en el
poblado de San Salvador Atenco, ubicado en el Estado de México (gobernado en ese momento
por Enrique Peña Nieto). La llamada Operación Rescate fue diseñada y planificada con antelación
por mandos expertos en lucha antisubversiva pertenecientes a la Policía Federal Preventiva (PFP),
con apoyo de elementos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y de la Agencia
de Seguridad del Estado de México (ASE). Dada la envergadura del operativo y la coyuntura
política del país -la fase final de una disputa electoral teñida por "campañas de odio" y una guerra
sucia mediática-, la acción paramilitar bajo cobertura policial tuvo que ser consultada con el
gabinete de Seguridad Nacional del presidente Vicente Fox, y aprobada por éste. Se trató en rigor
de un operativo militar quirúrgico, precedido por una breve pero eficaz campaña de saturación
propagandística, cuyos objetivos principales fueron recuperar el "control" de un poblado en manos
de un grupo de disidentes políticos y sociales, y descabezar al Frente de Pueblos en Defensa de la
Tierra (FPDT), cuyos integrantes fueron señalados por los mandos de la acción militar como
"delincuentes" y "subversivos", y asimilados al "crimen organizado" (La Jornada, 5 de mayo de
2006)
Cuando los estudiantes se percataron, corrieron hacia él persiguiéndolo camino a
la estación de radio. Como se sintió asediado por los alumnos, Enrique Peña Nieto
entró al baño, pero al salir se encontró con una valla de sus guardias de seguridad
que lo separaban de la protesta estudiantil de aproximadamente setenta alumnos
que gritaban: “¡asesino!, ¡la Ibero no te quiere!, ¡Atenco no se olvida!”. En este
momento, el locutor de la estación comenta al aire: “el candidato está encerrado
en el baño”. Simultáneamente, en twitter los hashtags #LaIberoNoTeQuiere,
#MeEscondoEnElBañoComoEPN, #LaIberoNoVotaEPN y #AtencoNoSeOlvida se
posicionaban como trending topic mundiales. Paralelamente, se iban registrando
visualmente estos acontecimientos a través de los teléfonos celulares y Ipads con
que los alumnos grababan todo y lo iban subiendo a sus cuentas en las redes
sociales.
En resumen, el acceso a la tecnología, la conectividad y los medios tradicionales
(estación de radio) posibilitaron la resonancia de las acciones de los estudiantes
de la Universidad Iberoamericana. El evento detonador de la llamada Primavera
Mexicana, que durante el mes de mayo dio lugar al movimiento llamado
#YoSoy132, ocurrió a partir de la confluencia de estos tres condicionantes
tecnológicos, mediáticos y digitales.
La viralización del movimiento: el salto a las calles y la visibilización en la
agenda mediática
La reacción estudiantil frente a la visita del candidato Peña Nieto a la Universidad
Iberoamericana hubiera terminado ahí. Pero no fue así. Como indicamos al inicio
de este texto, las descalificaciones del asesor de campaña, el presidente del
partido y del propio candidato motivaron un malestar generalizado. Los
desacreditaron al indicar que eran estudiantes infiltrados, porros aleccionados por
la oposición. El enojo estudiantil se canalizó con una acción que se llevó a cabo en
el fin de semana posterior al 11 de mayo. Se organizaron para hacer un video
testimonial en el que acreditaran su identidad estudiantil y su pertenencia a la
Ibero.
El video “131 alumnos de la Ibero responden” que hasta el día de hoy tiene
aproximadamente 1, 203 324 vistas en el canal de Youtube R3CR3O funcionó
como detonante de adhesión estudiantil a nivel nacional sin precedentes. La
viralización
de
este
video
en
las
redes
provocó
que
el
hasthtag
#131AlumnosDeLaIbero se convirtiera en trendic topic nacional y mundial en
Twitter la misma tarde del 14 de mayo, día en que el citado video fue publicado
por los alumnos.
El viernes 18 de mayo se lanza una convocatoria insólita en el contexto de la
Ibero. De nuevo, a través de las redes sociales se convoca a reunirse a las 10:00
de la mañana en la Puerta 10 para marchar hacia Televisa. Ese día se calibraba la
capacidad de los estudiantes de aglutinar algo más que la respuesta inmediata, la
reacción en el corto plazo al candidato en los confines propios de la universidad y
en los territorios conocidos y seguros que para ellos son las redes sociales: Twitter
y Facebook. Hasta hace ese momento, los datos disponibles en torno a la relación
de los jóvenes mexicanos con la política era lejana. Por esa razón, llamó la
atención la impronta de la acción colectiva de un grupo de estudiantes de quienes
hasta ese momento se decía todo, menos que fueran especialmente receptivos a
los temas de la política nacional. De hecho, el estigma con que el estudiante de la
Ibero se ha identificado desde hace mucho tiempo es el del “chavo fresa”11.
En marzo de 2012 se presentaron los resultados de un estudio realizado por el
Gabinete de Comunicación Estratégica (en apoyo con el Departamento de
Comunicación de la Universidad Iberoamericana y el aval de la Cátedra UNESCO
Comunicación y Sociedad) sobre Jóvenes y Sociedad. Los datos de este estudio
11
Desde la década de los ochenta en un popular programa de televisión cómico emitido por
Televisa, se creó un personaje llamado El Pirruris (caracterizado por el comediante Luis de Alba).
Ese personaje era un estudiante de la Ibero y emulaba el tono de voz y actitudes con que
mediáticamente se construyó la imagen del “chavo fresa”, apólitico, clasista e individualista.
Preocupado sólo por divertirse, el típico junior que vive bien gracias a la posición económica de su
familia, amparado con el dinero de su papá y despreocupado por los problemas a su alrededor.
Esa imagen mediática recreada desde la televisora ha permanecido hasta la actualidad como un
estigma del estudiante de esta universidad.
coincidían con los de las Encuestas Nacionales de Juventud 2000 y 2005. Esos
estudios habían insistido en este punto: los jóvenes están desinteresados en la
política. Desde el 2005, los partidos políticos ya aparecían como una de las
instituciones menos confiables entre los jóvenes. En el reporte del Gabinete de
Comunicación Estratégica (GCE, 2012), se menciona que los jóvenes afirmaban
que su apatía se debía a que simplemente la política no les interesaba,
representaba un mundo por completo ajeno a ellos. Coincidían en que los políticos
no son honestos. Asociando interés en la política con intención de voto, la
encuesta GCE señala 3 de cada 10 jóvenes de los jóvenes consideró que su voto
era bastante importante. Pero si cruzábamos ese dato con la pregunta: ¿qué tanto
cree que toman en cuenta la opinión de la gente como usted los partidos políticos,
a la hora de tomar decisiones?, el
60% respondió que nada. Consideraban
importante el voto, pero desconfiaban de los partidos.
Resaltaba, pues, el
descrédito por el sistema político institucional, en el que no se decían no sentirse
representados ni respetados. 4 de cada diez jóvenes le ponían un 7 al sistema
democrático mexicano. Aún más, en ese momento, 3 de cada 10 respondió que
estaban de acuerdo con que México tuviera un gobierno no democrático si éste
resolviera los problemas económicos del país.
Así pues, la respuesta a la convocatoria en las puertas de la Universidad
Iberoamericana aquel 18 de mayo fue importante porque mostró, por un lado la
capacidad de convocatoria del incipiente movimiento. Y, por otro, vino a
mostrarnos que las cifras de los estudios sobre interés en la política por parte de
los jóvenes mexicanos indicaban que efectivamente había un descrédito por el
sistema político tradicional y por la política partidista, pero no un desinterés ni
apatía.
A pesar de que ese día la universidad estaba vacía porque el semestre había
terminado, la puerta 10, sitio de la reunión, estaba llena de jóvenes. Había no sólo
estudiantes de la Ibero, sino de otras instituciones de educación superior de la
ciudad. Ahí estaban ahí los del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM),
del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (TEC), de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), de la Universidad Anáhuac. Y se escuchó el primer
pase de lista, que en las marchas posteriores fue una constante. Ese día emerge
un actor colectivo que irrumpe en el espacio público y abandona la seguridad del
territorio conocido en las redes sociales digitales. Ocupan la calle. Con la identidad
del “somosjóvenesuniversitarios” y al grito (y pancarta) del #YoSoy132 (hasthtag
con que a partir de ese momento se nominalizó al movimiento), avanzaron sobre
la Avenida Vasco de Quiroga hacia Televisa Santa Fe. Los taxistas apoyaban con
los cláxones, los empleados de los corporativos subidos en los techos
acompañaban a los estudiantes que llenaron de bullicio las banquetas de esa
avenida que está diseñada, como toda la zona de Santa Fe, para los autos pero
no para los peatones. Llegaron a Televisa Santa Fe. Y gritaron sus consignas en
pro de la democratización de los medios, a favor del manejo equitativo de la
información.
El salto mediático se dio una semana después de esta marcha. A pesar de que en
algunos periódicos comenzó a hablarse del movimiento, no fue sino hasta el 22 de
mayo que llegó a las pantallas de la televisión abierta nacional. Ocurrió en el
noticiero matutino Primero Noticias de Televisa, cuando el periodista titular de este
informativo, Carlos Loret de Mola, entrevista tres integrantes del @masde131:
Sandra Patargo, María José López y Rodrigo Serrano. Esa entrevista fue
transmitida en vivo por uno de los canales con mayor raiting a nivel nacional, lo
cual permitió gran visibilidad al movimiento. A partir de ahí, fueron nota habitual
durante la campaña electoral de 2012.
Conclusiones
Sin duda, un espacio que hay que mirar con atención, porque ahí se están
desarrollando fenómenos de empoderamiento, de recuperación de la voz, de
visibilización. Y ese es el espacio digital. Territorio en el que se entretejen,
parafraseando a Rossana Reguillo, la dimensión material y la dimensión
intersubjetiva. De ahí emergen herramientas articuladoras que potencian la acción
colectiva. Son también tecnologías amplificadoras, que permiten la circulación de
mensajes y que dibujan nuevos circuitos informacionales.
En el pasado proceso electoral, el uso de las redes sociales fue importante, pero
no fue suficiente. ¿Esto es bueno o malo? Una vez avanzada la coyuntura de las
elecciones, habremos de saber si la generación de jóvenes estudiantes que alzó la
voz y se visibilizó en este 2012 logró articular un movimiento que impacte en la
cultura política en el largo plazo. Hace falta tiempo para constatar esta
transformación.
4 de cada 10 usuarios de Internet en México, considera que Internet es una
efectiva herramienta política, según los datos más recientes del World Internet
Project (2012), del que está a cargo el Tec de Monterrey, Campus Estado de
México. Los estudiantes universitarios de este país así lo constataron en la
primavera de este año. Pero hicieron algo aún más significativo: entendieron la
importancia de no agotar sus formas de participación política a la red, saltaron a la
calle. Y además impactaron la agenda de los medios masivos de comunicación.
Esto no es poco en un país como el nuestro dominado por un duopolio televisivo
(Televisa y TvAzteca) y en donde los márgenes de participación política están
puestos a prueba frente a los embates de las fuerzas políticas en disputa
permanente por el poder y el hartazgo de muchos jóvenes que hoy están en las
calles y en las redes, articulando nuevas formas de participación política.
Habremos de seguirles la pista para ver hacia dónde dirigen su expresividad y qué
formas de construcción de ciudadanía se están gestando ahí.
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