F Ponencia Bernal Mensa Barrera - Unidad de Fortalecimiento de

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Trabajo para el IX Seminario de RED MUNI
Universidad de Morón. 13 y 14 de septiembre de 2007
Autores:
Mter. Marcelo Bernal.
Director Alterno de la Maestría en Políticas y Gestión del Desarrollo Local. Centro de
Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba.
[email protected]
Mter. Andrea Mensa.
Coordinadora de la misma Maestría.
[email protected]
Est. Joaquín Barrera.
Estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad Nacional de Villa
María.
[email protected]
Tema:
Las Agendas Locales: construcción, métodos, experiencias.
Título:
La Construcción Dependiente de la Agenda Local en la Provincia de Córdoba.
Resumen:
La Provincia de Córdoba ha tenido, a través del tiempo, una rica tradición como
defensora del federalismo y promotora de la descentralización política y administrativa.
Cuenta en su haber con una serie de poderosas iniciativas puestas en marcha que
abonan lo anteriormente señalado; como el creciente protagonismo de sus municipios,
las numerosas Cartas Orgánicas que se han generado de manera democrática y
participativa, la conformación de importantes Entes Intermunicipales de Gestión de
Servicios, o la aplicación de las más modernas herramientas de gestión del desarrollo
local y regional (planificación estratégica, presupuesto participativo, formatos de
democracia semidirecta, cooperación internacional descentralizada, etc)
En el último tiempo, una serie de iniciativas impulsadas prioritariamente por el
Gobierno Provincial, como la Ley del Nuevo Estado Provincial, los Pactos de
Financiamiento Ordenado I y II, la creación de la Mesa Provincia – Municipios, y más
cerca en el tiempo, la ley de Regionalización y la constitución de una Mesa Provincia –
Comunidades Regionales; han reconfigurado una agenda de temas relevantes para
los gobiernos locales en donde se percibe claramente que éstos han decrecido
considerablemente en su protagonismo político.
El objetivo del presente trabajo es desarrollar un breve marco teórico sobre la
construcción de una agenda pública y la particular realidad de los gobiernos locales en
su diseño; y posteriormente indagar acerca de quienes son los principales actores en
el diseño de los temas de agenda prioritaria en la última década en la Provincia de
Córdoba, asumiendo a priori que la estrechez financiera y el muy importante
endeudamiento de ciudades, municipios y comunas posibilitaron una construcción de
agenda con una enorme dependencia de éstos con respecto al Ejecutivo Provincial.
PONENCIA
Marcelo Bernal
Docente del Centro de Estudios Avanzados
Universidad Nacional de Córdoba
[email protected]
Andrea Mensa González
Docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Universidad Nacional de Córdoba
[email protected]
Joaquín Barrera
Estudiante Licenciatura en Ciencia Política
Universidad Nacional de Villa María
[email protected]
Título: La Construcción Dependiente de la Agenda Local en la Provincia de
Córdoba.
Justificación:
El presente trabajo colectivo ha sido elaborado para su presentación en el IX
Seminario de Red Muni y se circunscribe a la temática de “las agendas locales:
construcción, métodos, experiencias”; dentro del programa del encuentro.
En el mismo, se intentará abordar el delicado tema de la construcción de las
agendas de gobierno -específicamente la de los gobiernos locales- en relación con la
del Gobierno de la Provincia de Córdoba en los últimos años.
La hipótesis principal de este documento es que la matriz de construcción de una
agenda
de
los
gobiernos
locales
cordobeses
ha
estado
sistemáticamente
impulsada/condicionada por los intereses políticos del Ejecutivo Provincial, sin
diferenciar el color del partido gobernante. Con diferentes ejemplos y estudios de
casos trataremos de demostrar que factores como la pertenencia partidaria, la
necesidad de obra pública, el sobreendeudamiento, las recurrentes crisis sociales e
institucionales que vivió el país en ese lapso de tiempo, y otros muchos que se
pondrán a consideración- han posibilitado la construcción de una agenda temática de
los gobiernos locales profundamente dependiente del poder central provincial e incluso
nacional.
El objetivo del presente trabajo se verá satisfecho si luego de el desarrollo de un
breve marco teórico sobre la construcción de una agenda pública y la particular
realidad de los gobiernos locales en su diseño, y de posteriormente indagar acerca de
quienes son los principales actores en el diseño de los temas de agenda prioritaria en
la última década en la Provincia de Córdoba; podemos estar en condiciones de
argumentar acerca de que la estrechez financiera y el muy importante endeudamiento
de ciudades, municipios y comunas posibilitaron –en las últimas dos décadas- una
construcción de agenda con una enorme dependencia de éstos con respecto al Poder
Central.
El marco Jurídico:
La reforma constitucional de 1994 constituye, sin lugar a dudas, el proceso de
rediseño jurídico, político e institucional más importante en la República Argentina,
desde 1853 a la fecha. Esta reforma significó una profunda modernización de nuestro
orden jurídico en temas centrales como la atenuación del poder presidencial, la
creación de nuevos y modernos mecanismos de control de los poderes y de
participación ciudadana, la ampliación de los catálogos de derechos y garantías de la
mano de un nuevo capítulo de nuestra Carta Magna y de la jerarquización a nivel
constitucional de tratados internacionales en materia de derechos humanos, y
también, un prometedor rediseño de nuestro federalismo
Es por todos conocidos el acertado criterio con que la Convención Constituyente de
1994 resolvió aquellos temas vinculados con la integración regional. Principalmente en
el inc. 24 del artículo 75,
posibilitando la participación de nuestro país en procesos
de integración supraestatal en condiciones de reciprocidad e igualdad; aún a riesgo de
una pérdida parcial de soberanía instrumental.
También es reconocida la jerarquización de las provincias en el nuevo orden federal
diseñado, posibilitando que generen redes de cooperación y concertación internacional
(art. 125) o permitiendo que conformen regiones para impulsar el desarrollo económico
y social (art. 124); todos ellos, aciertos fundamentales para la superación de
categorías políticas rígidas en pos de estructuras flexibles y adaptables a nuevas
realidades.
Por último, y en lo referente a la dimensión elegida para el desarrollo de este trabajo,
el reconocimiento constitucional de las autonomías municipales (art. 123) y el nuevo
status jurídico de la ciudad autónoma de Buenos Aires (art. 129) no sólo saldan
antiguas e innecesarias divergencias doctrinarias sino que también le otorgan a
ciudades y municipios el rol central y protagónico que éstas detentan a nivel global.
El nuevo escenario coloca a ciudades, municipios y espacios urbanos integrados en
inmejorables condiciones para una ampliación significativa de sus roles y misiones
tradicionales, convirtiéndose en promotores efectivos del desarrollo y en la
materialización de un nuevo capítulo de derechos ciudadanos, posibles de ser
pensados en función de la reforma de 1994 y de las más modernas tendencias a nivel
global.
El federalismo de concertación diseñado por el convencional de 1994 termina de
cerrar un debate añejo, permitiendo a las provincias institucionalizar proyectos de
integración regional de vieja data, ya que la provincia, como categoría geopolítica,
también se mostraba insuficiente para canalizar y potenciar estrategias asociativas de
escala entre municipios, regiones o grupos de provincias con simetrías económicas,
bases productivas semejantes y proximidad física.
Hay sobrados ejemplos en marcha de la potencialidad de esta idea de la región como
una instancia más de articulación del territorio. Como una posibilidad democrática y
participativa, de abajo hacia arriba, que permita diversificar centros de desarrollo que
articulen y equilibren a un país irracionalmente concentrado en el puerto, su litoral y la
pampa húmeda.
Ahora bien, en este debate federal la Provincia de Córdoba nunca ha sido un
convidado de piedra. Muy por el contrario, desde la movilidad intelectual que la
caracteriza, desde la vitalidad que le imprimen sus cátedras universitarias y desde su
condición de centralidad geográfica; ha tenido, a través del tiempo, una rica tradición
como defensora del federalismo y promotora de la descentralización política y
administrativa.
Mucho antes de la reforma constitucional de 1994, Córdoba fue una de las
pioneras en el proceso de profundización del modelo federal en el país, cuestión
que se viera plasmada en la importante reforma de la constitución provincial del
año 1987. Allí, en el art. 180 se reconocería “… la existencia del Municipio como
una comunidad natural fundada en la convivencia… (asegurando)… el régimen
municipal basado en su autonomía política, administrativa, económica, financiera e
institucional.” También se reafirmaría el carácter de los municipios como
“…independientes de todo otro poder en el ejercicio de sus atribuciones, conforme
a esta Constitución y las leyes que en su consecuencia se dicten…”
En el art. 181 se dejarían sentadas las bases para el reconocimiento
institucional de los municipios, y se abriría a las ciudades la posibilidad de dictarse
su propio estatuto de convivencia política, las cartas orgánicas municipales. En los
subsiguientes artículos 182 y 183 CPC. se fijarían las reglas para el dictado de
estas normas, un proceso para nada acabado, pero que hoy permite la autonomía
plena de las más importantes ciudades de la Provincia (Córdoba Capital, Río
Cuarto, Villa María, San Francisco, Río Tercero, Marcos Juárez, etc) Finalmente,
en el art. 184 se determina como norma de aplicación para las comunas,
municipios y ciudades (sin carta orgánica) a la ley orgánica municipal,
encomendando a la Legislatura Provincial su tratamiento.
Todos estos poderosos preceptos e instrumentos constitucionales sentaron las
bases para el diseño de un modelo de organización y gestión del territorio
inspirado en valores como la autonomía, la descentralización y la subsidiaridad.
Córdoba cuenta en su haber con una serie de poderosas iniciativas puestas en
marcha que abonan lo anteriormente señalado; como el creciente protagonismo de
sus municipios en la sanción de las numerosas Cartas Orgánicas hoy existentes, que
se han generado de manera democrática y participativa, la conformación de
importantes Entes Intermunicipales de Gestión de Servicios, o la aplicación de las más
modernas herramientas de gestión del desarrollo local y regional (planificación
estratégica,
presupuesto
participativo,
formatos
de
democracia
semidirecta,
cooperación internacional descentralizada, etc)
Sin embargo, en el último tiempo, una serie de iniciativas impulsadas
prioritariamente por el Gobierno Provincial, como la Ley del Nuevo Estado Provincial,
los Pactos de Financiamiento Ordenado I y II, la creación de la Mesa Provincia –
Municipios, y más cerca en el tiempo, la ley de Regionalización y la constitución de
una Mesa Provincia – Comunidades Regionales; han reconfigurado una agenda de
temas relevantes para los gobiernos locales en donde se percibe claramente que
éstos han decrecido considerablemente en su protagonismo político.
Estas normas, constituyen el marco jurídico más reciente para la configuración de
una agenda de gobierno entre los poderes locales y el poder central en donde los
primeros han visto menguar claramente su centralidad política en manos del gobierno
provincial.
En este trabajo intentaremos brindar algunos aportes y opiniones necesariamente
subjetivos sobre las causas, motivaciones y condicionantes que hoy existen a la hora
de la construcción de una agenda de temas prioritarios y relevantes por parte de los
gobiernos de proximidad. También intentaremos que nuestros argumentos sea sólidos
y valederos a la hora de afirmar que hoy las relaciones de coordinación y cooperación
multinivel necesarias en la gestión política cotidiana, son parcialmente reemplazadas
por relaciones de tipo jerárquicas en donde se ponen de manifiesto condicionantes y
externalidades a la hora de la construcción de una agenda claramente dependiente y
crecientemente centralizada.
En este punto se vuelve entonces necesario realizar una breve conceptualización de
la idea de agendas de gobierno.
.
El tema de la agenda de gobierno
Pocos temas son tan complejos y transitados en las ciencias de la administración
como el de la construcción de una agenda de gobierno en cualquier nivel del espacio
público.
Desde la comunicación nos llegan muy importantes desarrollos teóricos y
definiciones. Una agenda es, desde esta perspectiva, una manera de procesar, filtrar y
seleccionar las noticias disponibles para lograr satisfacer la natural necesidad humana
de “orientación respecto a la realidad” y equilibrar la sensación de “incertidumbre”
frente a una realidad crecientemente compleja.
Por ello, se vuelve un tema central el proceso de “selección” que los medios hacen
de la información y hasta que punto ellos son constructores –y no comunicadores- de
la agenda pública. Estas ideas nos llevan necesariamente a la teoría de la agenda
setting, que se refiere específicamente al proceso de selección de las noticias, del
encuadre que le dan los medios a las mismas y de su posible transferencia a los
diferentes públicos.
Como constructores de la agenda pública, los medios realizan tres grandes
funciones: determinan el foco de atención de la gente, explican los asuntos públicos y
crean consensos sociales. Lejos de considerarlas posibles manipulaciones, Rey
Lennon (2006) afirma que "si no existieran los medios de comunicación, si no nos
señalaran cuáles son los temas más importantes en la sociedad, ¿cómo se lograría un
consenso social?".
Ahora bien, reconociendo la existencia de un enorme espacio de interacción entre
los distintos niveles gubernamentales, los medios de comunicación y demás actores
sociales con intereses concretos en determinadas problemáticas; para los autores de
este trabajo existe también un espacio de priorización, constitución y concertación de
políticas públicas específicas que raramente son objeto de seguimiento actualizado
por los medios masivos de comunicación y que, en la mayoría de los casos, son
aquellas que rigen las políticas estructurales de mediano y largo plazo.
Algo de esto ha venido sucediendo en la Provincia de Córdoba, en donde las
relaciones intergubernamentales entre el gobierno provincial y los gobiernos locales
han estado signada por las dificultades de gobernabilidad de estos últimos y por la
capacidad de construir una agenda vertical arriba – abajo por parte del Ejecutivo
Provincial.
Sin embargo, estas afirmaciones debieran ser puestas en contexto, ya que en el
período de tiempo objeto de este trabajo, se construyeron espacios novedosos de
articulación multinivel y también se aprobaron iniciativas legislativas que tuvieron como
norte la profundización del proceso de descentralización en la Provincia.
Luego de la descripción y el abordaje de estos espacios e instrumentos normativos,
en nuestras conclusiones trataremos de reafirmar la idea de que la construcción de la
agenda de los gobiernos locales de Córdoba sigue siendo dependiente y fuertemente
direccionada desde el Gobierno Provincial.
El caso de la Provincia de Córdoba.
Como consecuencia de las políticas descentralizadoras de los años 90, el escenario
de la gestión pública provincial se presenta como un complejo entramado de
relaciones entre actores políticos gubernamentales provinciales y locales, por lo cual la
capacidad estatal en la gestión de las políticas públicas es crecientemente una
capacidad relacional. Esto implica, que la calidad de estas políticas depende en gran
medida de la capacidad de articulación y coordinación que desarrollen los organismos
estatales involucrados…..el resultado de las deliberaciones y negociaciones en la
compleja trama de relaciones entre actores políticos provinciales genera nuevas
estructuras de incentivos para la reorganización del municipalismo cordobés y aparece
de esta manera como un verdadero proceso de reforma del estado, en la medida que
redefine el contenido de las agendas estatales, especialmente en el nivel provincial y
regional (Riorda y otros, 2005)
Partiendo de estas afirmaciones que se comparten, es complejo intentar justificar
como, a pesar de los esfuerzos llevados delante de manera conjunta por la provincia y
los diferentes municipios, aún hoy siguen primando factores estructurantes de una
agenda vertical en una relación signada por la asimetría entre las partes.
Deben verse –sin lugar a dudas- como pasos adelante la sanción de una serie de
normas y la institucionalización de espacios de deliberación y articulación entre los
actores como han sido:
-
La Resolución 132/99 Creación de la Mesa de Trabajo Provincia-Municipios y
Comunas (Agosto de 1999)
-
El Decreto Nº 1973/99 de reglamentación de la Ley 8663 (septiembre de 1999)
-
La Ley Nº 8864 (Acuerdo Económico, Financiero y Fiscal entre la Provincia de
Córdoba, Municipalidades y Comunas (Agosto de 2000)
-
La Ley Nº 9079 Convenio Marco de Refinanciación y Compensación de
Obligaciones Recíprocas entre la Provincia, Municipios y Comunas (Diciembre
de 2002)
-
La Ley Nº 9108 Aprobación de Convenios para la Reunificación Monetaria y
Refinanciación entre la Provincia, Nación, Municipios y Comunas (Abril de
2004)
-
La Ley Nº 9183
-
La Ley N2 9206 Ley de Regionalización Provincial (Diciembre de 2004)
-
El Decreto Nº 607/05 Reglamentación de los artículos 5, 6, 7, 8, 10, 11, y 19 de
la ley Nº 9206 (Septiembre de 2005)
Las mencionadas normas reconocen antecedentes importantes en las reformas
constitucionales (nacional y provincial), en la Ley Orgánica Municipal (ley 8102), en la
Ley de Coparticipación (8663) y en las diferentes Cartas Orgánicas sancionadas; pero
tienen la particularidad que han sido promulgadas durante la gestión gubernamental
del actual Gobernador, el Dr. José Manuel De la Sota.
Se percibe a priori la voluntad del gobierno provincial de estructurar un nuevo
camino para el diálogo con los gobiernos locales, institucionalizado en un espacio de
concertación de políticas conocido como la “Mesa Provincia-Municipios” (1999), en la
que se discutieron y discuten importantes cuestiones como las relaciones fiscales
intergubernamentales a nivel provincial/municipal, la materialización de la Ley de
Regionalización Provincial como así también la estructuración del presupuesto trienal
con la participación de las Comunidades Regionales. La discusión entorno a este
último, a su vez, inaugura el trabajo en el marco de otra nueva instancia, la "Mesa
Provincia-Comunidades Regionales", del año 2005.
La Mesa provincia Municipios fue concebida como un espacio de concertación de
políticas públicas, según queda claramente explicitado en los fundamentos formulados
en la mencionada resolución:
a) La necesidad de desarrollar mecanismos para eficientizar la gestión en todos
los niveles gubernamentales de la Provincia.
b) La necesidad de contar con un marco centralizado y específico para el estudio,
evaluación y tratamiento de aspectos institucionales y financieros de las
Municipalidades y Comunas.
c) La necesidad de contar con un espacio a partir del cual surjan propuestas para
la toma de decisiones en la definición de Políticas Provinciales con incidencia
en las administraciones locales.
d) La necesidad de establecer derechos y obligaciones entre las partes, a partir
de los cuales se propenda a la cooperación, coordinación y entendimiento
entre gobiernos locales y la Provincia.
Dentro de las principales funciones de este ámbito se señalaron:
a) El estudio, evaluación y tratamiento de los aspectos y problemas institucionales
y financieros de las Municipalidades y Comunas de la Provincia de Córdoba.
b) La recepción de sugerencias y elaboración de propuestas para la toma de
decisiones en la definición de Políticas Provinciales con incidencia en las
Administraciones locales.
c) La recepción de información y elaboración de propuestas para la revisión de
mejoras de la Ley de Coparticipación, Ley Orgánica Municipal, y otras
disposiciones afines.
d) El seguimiento de los fondos coparticipables y sus distribuciones de acuerdo a
lo prescripto por la ley.
e) La información y seguimiento de las deudas y compromisos financieros de los
municipios y comunas para con la provincia.
f)
La proposición de medidas y alternativas para la toma de decisiones tanto del
gobierno provincial, como de los gobiernos locales.
g) La generación de estudios y propuestas para la creación de Entes
Intermunicipales
h) La aplicación del principio de subsidiaridad, valorizando la eficiencia de las
organizaciones locales de gobierno.
i)
Todo otro aspecto de interés provincial y/o municipal que la Unidad disponga
contemplar para mejorar el cumplimiento de sus fines.
En su seno se llegaron a consensos entre las fuerzas políticas mayoritarias de la
Provincia a los fines del debate parlamentario de las leyes destinadas a la discusión
del refinanciamiento de deudas de los gobiernos locales; fuertemente condicionados
por el peso de las obligaciones contraídas y la importante transferencia de servicios
públicos y responsabilidades desde las esferas superiores del aparato estatal. Estos
elementos y la coyuntura de cambio de modelo económico que atravesaba la Nación
en aquel período de tiempo, habían generado una profunda crisis de gobernabilidad en
la mayoría de las ciudades, municipios y comunas de la provincia. La mesa de
concertación demostró su importancia como espacio de encuentros y de construcción
de consensos al dar a luz los proyectos de ley comúnmente denominados Pactos de
Saneamiento I y II (Leyes 8164, 9079 y 9108)
Este
ámbito
permitió
también
la
institucionalización
de
un
espacio
de
homogeneización de posiciones entre los intendentes del principal partido de la
oposición, denominado Foro de Intendentes Radicales, organismo que aglutina a casi
doscientos intendentes y jefes comunales de ese partido en el territorio provincial. De
allí surgió –en la mayoría de los casos- la voluntad política para acompañar el debate y
la sanción de leyes, como las arriba mencionadas, que no contaban con el apoyo de
los legisladores del mismo partido. Este tema abre también un profundo debate acerca
del mecanismo de la Mesa Provincia – Municipios como un espacio de debate pre
legislativo entre actores con funciones esencialmente ejecutivas y locales, tema éste
que todavía no ha sido discutido en absoluta profundidad.
Esta situación llegaría a su punto máximo de tensión con los debates previos y el
posterior tratamiento legislativo de la ley 9206 de Regionalización de la Provincia de
Córdoba. y su decreto reglamentario que lleva el número 607/05. Esta iniciativa del
Ejecutivo Provincial fue largamente debatida y cuestionada desde los sectores
políticos de la oposición y también por autorizadas opiniones de catedráticos y
expertos. Su sanción no hubiera sido factible sin que mediara el compromiso
manifestado en la mesa provincia-municipios de numerosos intendentes y jefes
comunales que llevaron adelante el debate partidario interno (fundamentalmente en el
seno de la Unión Cívica Radical) y así posibilitaron la sanción de la norma.
La ley 9206 aporta un novedoso enfoque a la gestión política del territorio
provincial. Este instrumento legal, no desconoce ni altera la actual configuración
territorial departamentalizada de la provincia, sino que promueve la descentralización
de competencias a partir de los departamentos históricamente preexistentes. La figura
emergente se denomina Comunidad Regional y tiene el carácter de persona jurídica
de derecho público.
La participación de ciudades, municipios y comunas en las
comunidades regionales es voluntaria y la decisión recae en los Departamentos
Legislativos a nivel local (Consejos Deliberantes)
La norma fue duramente cuestionada en cuanto a su constitucionalidad. Sin
embargo, desde su sanción hasta el presente, solamente un departamento de la
Provincia no ha logrado concretar la personería jurídica de su comunidad regional. En
las ya constituidas, se percibe que existe una enorme diferencia de velocidades a la
hora de llevar adelante iniciativas conjuntas. También podría acotarse que el impulso
inicial con que estas iniciativas se llevaron adelante se ha visto sensiblemente
disminuido, en parte como consecuencia del prolongado calendario electoral que la
provincia tiene previsto hasta finales del presente año.
Ahora bien, todo este marco legal es sin dudas una poderosa herramienta de
transformaciones territoriales. En el, los gobiernos locales cobran una centralidad
política inédita y cuentan para si con instrumentos de gestión política concertada que
son un enorme avance en el proceso de descentralización y de autonomía locales.
En el capítulo de consideraciones finales de este trabajo intentaremos poner a
consideración del lector como estos incuestionables avances han estado, sin embargo,
condicionados por la debilidad intrínseca de mucho de los actores locales. También
veremos como la emergencia de nuevos actores que rompen con el bipartidismo en el
provincia, condicionaron el énfasis con que el gobierno provincial inicialmente
empujara la descentralización. Finalmente, se aportarán elementos para un necesario
debate acerca de que el financiamiento público (deudas, obra pública, insumos,
delegación de servicios, etc) no debe seguir siendo el principal captor del
acompañamiento político de propios y extraños, ya que el daño que esta situación
genera a la calidad del debate político en la Provincia es irreparable.
Consideraciones Finales.
El tramo final de este trabajo se propone poner a consideración dos situaciones que
conviven dentro de la realidad institucional y política de la Provincia de Córdoba, y de
cómo pueden perfectamente dejar de ser una debilidad política para convertirse en
una posibilidad concreta de desarrollo de las relaciones intergubernamentales y de
una mejor calidad de las políticas públicas que se implementen.
Sobre este último aspecto, y más allá de las polémicas que estos debates aún
suscitan, creemos importante señalar como fortalezas indiscutibles del modelo de
descentralización política a los siguientes puntos:
-
Las reformas constitucionales a nivel provincial (1987) y nacional (1994) son
dos enormes saltos de calidad en lo referido al diseño de un modelo federal y
descentralizado de organización territorial del poder.
-
La legislación provincial que en consecuencia se sancionara oportunamente,
sienta bases sólidas para un desarrollo institucional firme de ciudades,
comunas y municipios de la Provincia (primer Ley de Reforma del Estado
Provincial, Ley de Coparticipación y Ley Orgánica de Municipios)
-
La constitución de ámbitos de diálogo y construcción de consensos como la
Mesa Provincia – Municipios y la más reciente Mesa Provincia – Comunidades
Regionales
son
pasos
adelante
intergubernamentales afianzado.
en
un
modelo
de
relaciones
-
La enorme cantidad de cartas orgánicas municipales sancionadas en la más
importantes ciudades de la provincia, ponen en claro la firme vocación de
autonomía local imperante en nuestro territorio. Confirma este enunciado la
constitución de muy importantes entes intercomunales de prestación de
servicios (Eincor, Eninder, Adesur, etc) y la proliferación de experiencias de
gestión participativa, planificación estratégica y micro planificación en
diferentes localidades cordobesas.
-
Aunque polémica, la ley 9206 de descentralización provincial también persigue
el objetivo de profundizar el modelo descentralizador, aunque se denunciara en
este trabajo un sensible freno al impulso inicial que llevara dicha iniciativa.
-
Finalmente, los pactos de saneamiento ordenado de los municipios, la
desaparición en el territorio provincial de las cuasimonedas (bonos) y el notorio
desendeudamiento que la mayoría de ellos manifiestan en sus balances;
reafirman la viabilidad institucional de los gobiernos de proximidad como
futuros gestores de la mayoría de los reclamos ciudadanos y como prestadores
de servicios de escala de calidad.
Desde el otro punto de vista, lamentablemente emergen un sinnúmero de
situaciones que ponen en cuestión los indudables avances institucionales que se
acaban de reseñar. Entre ellos, nos parecen de mayor gravedad los siguientes:
-
Las ciudades, municipios y comunas, en la enorme mayoría de los casos –y sin
distinguir el color político de sus gestores- tendieron la mano de manera casi
incondicional a la Provincia, en contextos de emergencia económica,
sobredimensionamiento de su planta de persona y sobreendeudamiento
extremo.
La
participación
de
muchos
intendentes
en
los
ámbitos
intergubernamentales estuvo signada por la imperiosa necesidad del
financiamiento provincial para apagar los incendios que la crisis nacional, y la
mala gestión local habían generado. En las declaraciones efectuadas por
muchos de ellos a la prensa cordobesa reconocieron explícitamente la
necesidad de firmar esos acuerdos para garantizar una mínima gobernabilidad
de sus territorios, siendo este punto de partida bastante precario para el
modelo.
-
Dentro del ámbito de la Mesa Provincia – Municipios –coordinada por el
Ministerio de Gobierno- comenzaron a discutirse aspectos como obra pública,
tercerización del cobro de servicios, planes sociales y de vivienda; desde la
perspectiva del alineamiento con el Poder Ejecutivo Provincial. Esto se tornó
más notorio en el caso de muchos intendentes de la oposición, que rivalizaban
a la hora de elogiar (por la prensa) al gobierno provincial, sabiendo de
antemano que esa actitud tendría su recompensa material desde la casa de
Gobierno.
-
Los intendentes radicales, conocedores del poder territorial que detentaban y
de la crisis que vivía su partido –la Unión Cívica Radical- convirtieron al Foro
de Intendentes Radicales en un actor político de peso en la realidad provincial.
Esa situación generó un paulatino despegue de los intendentes con respecto a
buena parte de las posiciones e iniciativas legislativas que su propio partido
ejercía en la Legislatura Provincial, en su carácter de partido opositor, y
facilitaron en buena medida el trabajo del oficialismo haciendo lobby con sus
propios senadores y diputados. Lamentablemente este tipo de atajos
institucionales debilita en grado extremo –no a un partido- sino al sistema de
partidos en la provincia, y desdibuja el papel de la oposición de cara a la
sociedad.
-
Este esquema de premios y castigos –con fondos públicos- se profundizó con
la llegada al ejecutivo nacional del Presidente Kirchner. Luego de unos meses
en donde apenas se vislumbraba su agenda para los gobiernos locales,
comenzó un fuerte y decidido embate del gobierno nacional en búsqueda de
lealtades en intendentes propios y ajenos del interior del país. En el caso de la
Provincia de Córdoba, la situación ha llegado al extremo del ridículo con
semanales peregrinaciones de intendentes –propios y extraños- que por
decenas desfilaban por oficinas de la Casa Rosada, recibiendo a cambio de la
foto, dineros frescos, obra pública o planes sociales para su localidad.
-
Otro punto insoslayable en este proceso es la llegada al gobierno de la ciudad
de Córdoba del Partido Nuevo y de su intendente, el Dr. Luis Juez. En primer
lugar, se rompió con el histórico bipartidismo que por décadas había signado a
la política cordobesa. También debe considerarse que el Partido Nuevo pudo
hacer pie solamente en la Ciudad de Córdoba, pero que ella representa más
del cuarenta por ciento del electorado provincial, convirtiendo a su principal
figura en un referente obligado de la política provincial. Lamentablemente para
la política de Córdoba, la relación entre el gobernador y el intendente capitalino
ha estado signada –durante largos cuatro años- por una disputa interminable
por el poder en donde no escasearon los exabruptos, las denuncias, las
constantes agresiones, y un desmedido personalismo de ambos referentes;
que fueron en desmedro de la calidad del debate político e impidieron una
gestión local concertada en el espacio donde viven casi un millón y medio de
cordobeses.
-
Esta situación ha llegado a extremos tales que la ciudad de Córdoba renegó de
participar en la Mesa Provincia – Municipios, tuvo a su vez serias dificultades
para renegociar su deuda con la provincia, y se resolvieron muchas veces ante
los estrados judiciales situaciones que exigían del diálogo maduro y no de la
actitud irrefllexiva.
-
Hay ejemplos que demuestran la magnitud de dicho enfrentamiento y la
irracionalidad extrema de sus actores. Desde hace cuatro años la
Municipalidad de Córdoba trabaja prácticamente sin coordinación de políticas
con el Gobierno provincial. Esto es desmedidamente grave a la hora de
planificar políticas de salud, educación y de corte social. Mientras tanto, en
vísperas de cada turno electoral, se produce una maratón de inauguraciones
de obras públicas protagonizadas unas por el intendente, y otras por el
gobernador¡¡¡, confundiéndose los roles hasta el punto de que la ciudad
pareciera tener dos intendentes.
-
Otro ejemplo de la magnitud del enfrentamiento, es además jocoso. La
populosa zona sur de la ciudad de Córdoba hace años reclama legítimamente
por la construcción de un hospital de alta complejidad. Ambas administraciones
han prometido cada una construir dicho hospital, teniendo ambas en marcha
proyectos paralelos en emplazamientos diferentes.
-
Para acabar con este punto, la ciudad de Córdoba está a punto de concretar
una intervención urbana de magnitud denominada “la legua cultural”. Esta
intervención comienza en la recientemente inaugurada Ciudad de las Artes,
continua con la modernización del Museo Provincial Emilio Caraffa, su
ampliación en el viejo edificio del profesorado en educación física (IPEF), se
prolonga con la expropiación y conversión en Museo del grandioso Palacio
Ferreyra –orgullo de los cordobeses- y culmina con la reconversión del Buen
Pastor (antigua cárcel de mujeres) en un moderno espacio cultural, recreativo y
gastronómico. Esta intervención urbana pondrá a la ciudad de Córdoba a la
cabeza de la vanguardia cultural en América Latina, siendo por la grandiosidad
del emprendimiento una de las pocas de su tipo en el mundo. Lo único que
habría que agregarle a este comentario, es que dicha intervención urbana ha
sido llevada adelante sin ninguna participación del municipio (planificación,
impacto, transporte, etc)
Por todos estos argumentos arriba esgrimidos es que los autores de este trabajo se
plantean ser cautos a la hora de las consideraciones finales, al plantear que queda
mucho camino por recorrer y muchas prácticas políticas por revisar a la hora de la
construcción de una agenda de concertación de políticas genuinamente generada
desde los gobiernos de proximidad.
En Córdoba, nada prohíbe y el marco legal alienta la consolidación de políticas
públicas de calidad que emerjan de la fortaleza de nuevos liderazgos locales y de la
participación de nuevos actores. Sin embargo, para ello, habrá que revisar la matriz de
la toma de decisiones políticas y dejar de lado la impronta personalista de muchos
actores políticos relevantes. Solo de esa manera surgirán agendas locales construidas
de manera democrática y participativa.
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