Los Aztecas

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Los Aztecas

Historia
Como todas las culturas conocidas,
los aztecas también tenían sus
creencias y practicaban sus ritos
religiosos. Solo que en el caso de
ellos éstos resultaban francamente
sangrientos y hasta sanguinarios
vistos con los ojos de hoy.
Aztecas o mexicas, es el nombre
de un pueblo que dominó el centro
y sur del actual México, en
Mesoamérica, desde el siglo XIV
hasta el siglo XVI y que es famoso
por haber establecido un vasto
imperio altamente organizado,
destruido por los conquistadores
españoles
y
sus
aliados
tlaxcaltecas.
Algunas versiones señalan que el nombre de “azteca” proviene de un lugar
mítico, situado posiblemente al norte de lo que hoy en día es México, llamado
Aztlán; más tarde se autodenominaron mexicas.
Los aztecas fueron los últimos nahuas en llegar al valle de México, que estaba ya
bajo el dominio de los monarcas de Azcapotzalco, donde pidieron refugio, con la
autorización de estos, en Chapultepec. Después en Tizapán y en diversos sitios
del lago de Texcoco, hasta fundar Tenochtitlán, que también se llamo México,
voz derivada de Mexitl, expresión con que se designaba así mismo al Dios
principal: Huitzilopochtli.
Mexitl parece provenir de la voz Metztli, la luna, y Xictli, centro u ombligo, de
modo que México era, figuradamente, la ciudad que esta en medio de la Luna (o
del Lago), y no del ombligo como muchos piensan.
Desde un principio los demás pueblos vieron con malos ojos a los aztecas, por sus
actos bárbaros, robos y su actitud sanguinaria; en este tiempo su situación era
económicamente miserable. En esta época los aztecas seguían divididos entre
ellos mismos, un grupo se separó y fundo el pueblo de Tlatelolco, que fue rival
de Tenochtitlán por algunos años, hasta que los habitantes de esta misma lo
anexaron a su dominio.
Para ellos, la tierra era el centro del mundo. Por encima de ella había trece
cielos en los que moraban los dioses y los astros y, por debajo, el Inframundo se
componía de nueve pisos en los que habitaban diversas fuerzas, gobernadas por
Mictlantecuhtli ("Señor del lugar de los muertos") desde el piso inferior. El Sol
salía por el este e iba ascendiendo por los distintos pisos hasta llegar al cenit o
mediodía. Entonces comenzaba a bajar para adentrarse en el Inframundo, al
oeste. Mientras iba haciendo su recorrido por los nueve pisos, la noche se
apoderaba de la Tierra.
La medicina y la herbolaria son las disciplinas en las que más destacaron. La
magia estuvo muy ligada a la medicina, pero bajo los ritos se ocultaban sólidos
conocimientos. Las enfermedades se atribuían a la acción de fuerzas maléficas
manejadas por brujos; por eso la curación correspondían a un hechicero, el ticitl,
que recetaba hierbas medicinales, sangrías, tisanas y baños, sobretodo, a vapor.
Un elemento fundamental en el culto religioso eran los sacrificios humanos, que
para los aztecas eran una especie de compensación o pago que los hombres
daban a los dioses.
El sacrificio más común consistía en arrancar el corazón a la víctima,
ofreciéndolo en seguida al Dios.
En otras ocasiones, durante la fiesta en honor a Xiutecuchtlil, dios del Fuego, la
víctima era arrojada con intervalos sobre un montón de brasas.
Otras formas de sacrificio consistían en tener al prisionero atado en un sitio para
después lanzarle flechas hasta que éste muriese, y la sangre que caía a la tierra
se suponía la hacia fértil. En honor de la tierra y de Xipe, a la víctima se la
desollaba después de matarla y el sacerdote se vestía con esa piel.
La práctica de los sacrificios humanos como acto religioso de acción de gracias
ofrece un repugnante contraste con el espíritu con que se llevan a cabo estos
ritos. Sin embargo, la conducta social y religiosa estaba concebida para conservar
la existencia humana y asegurar el bienestar del hombre, sin reparar en la
desviación que podían alcanzar los medios. De aquí se desprende que la idea de
sacrificar preciosas posesiones para alcanzar tales fines debe haber conducido a
la ofrenda más preciosa: La Vida Humana, por lo que el hombre lucha
arduamente por conservar.
Los aztecas de un espíritu indómito, se dedicaron a la pesca, la agricultura y el
comercio.
Los gobernantes a los que les tocaría de lleno la Conquista Española fueron:
Moctezuma II (Xocoyotzin, 1502-1520), Cuitlahuac (1520) y Cuauthémoc (15211525).
Había dos tipos de calendarios el ritual de 260 días y el solar que constaba de 360
días más 5 días que no se contaban,
Largo fue el camino, pero brillante la trayectoria desde la tribu miserable y
harapienta que peregrinara por 150 años hasta el asentamiento de uno de los
Imperios más poderosos de Mesoamérica.

Arquitectura
El hecho de que la actual capital de México cubra, en la práctica, la antigua
Tenochtitlán, capital del Imperio azteca, impide que tengamos una visión
completa de las estructuras arquitectónicas y, sobre todo, de la organización del
espacio en los centros ceremoniales, o la relación entre estructuras templarias y
las construcciones de carácter habitacional. Así la llamada plaza de las Tres
Culturas, en el corazón de Tlatelolco; las excavaciones en el templo mayor, en el
subsuelo de la catedral metropolitana, o en los trabajos para la construcción del
metro, más algunos templos aislados, como los de Tenayuca o Santa Cecilia, que
nos proporcionan una idea de cómo fueron los templos en la zona central del
valle de México. A esto debemos añadir algunos otros asentamientos, como los de
Malinalco, Zempoala, Teopanzolco o Calixtlahuaca, en los que se han descubierto
importantes estructuras de época azteca.
La arquitectura religiosa se desarrolla siguiendo las pautas de la tradición
mesoamericana, aunque existen aportaciones importantes. El tipo de
construcción más original es el de los templos gemelos, con doble escalinata de
acceso. Aunque el mejor conocido es el de Tenayuca, a ese modelo responden
también los templos principales de Tlatelolco y Tenochtitlán. Se trata de una
representación dual de las divinidades que existía en Mesoamérica desde épocas
remotas. La colocación de parejas de dioses, como la de Huitzilopochtli–Tláloc
del templo mayor de Tenochtitlán, sobre una sola plataforma piramidal, hace
que su estructura sea alargada y presente una doble escalinata de acceso. En
este caso, las excavaciones realizadas por el doctor Eduardo Matos Moctezuma
pusieron de manifiesto una serie de hasta siete periodos o reconstrucciones
sucesivas entre 1375 y 1520.
Otro modelo arquitectónico relativamente frecuente es la pirámide de planta
circular que tradicionalmente se ha atribuido a santuarios del dios Ehécatl,
deidad del viento, que en su aspecto de remolino o huracán podría hacer lógica
esta forma. Las más conocidas son la de Calixtlahuaca y la de la estación de
metro de Pino Suárez. Otra construcción muy característica de los aztecas es un
tipo de plataforma decorada con calaveras, que constituían la base del
tzompantli, estructura donde se acumulaban los cráneos de los sacrificados. Sólo
se conserva un pequeño altar que se encuentra en el Museo Nacional de
Antropología de México y el descubierto recientemente en las excavaciones del
templo mayor.
Entre los tipos arquitectónicos más comunes no podemos dejar de mencionar los
templos piramidales de planta cuadrada o rectangular con una sola escalinata de
acceso en la parte frontal, delimitada por dos alfardas lisas. Muchas de las
pirámides de Tenochtitlán seguían este modelo.
Dos de las más extraordinarias creaciones arquitectónicas de los aztecas fueron
Tepoztlán y Malinalco, ambas excavadas en la roca y terminadas con
construcciones de mampostería. El templo de Tepoztlán es de planta rectangular
y tiene dos salas: a la primera se accede por una puerta dividida por dos
pilastras, mientras que en la del fondo hay un banco corrido decorado con
relieves que muy bien pudieran ser insignias funerarias. El conjunto del templo
descansa sobre una plataforma piramidal con escalinatas limitadas por alfardas.
Malinalco, por su parte, es un conjunto irregular de construcciones templarias
excavadas en la roca madre, compuesto por seis unidades de las que cuatro al
menos presentan una forma circular. La estructura I es la más elaborada del
yacimiento y representa un conjunto escultórico de una impresionante belleza.
En ambos caso nos encontramos ante un tipo de construcción religiosa que tiene
la función de expresar el poder militar y religioso de los aztecas.

Escritura
Los sacerdotes eran los que principalmente eran instruidos como escribas. Ellos
elaboraban mapas, relacionaban los tributos y conservaban registros de
decisiones legales.
El papel se elaboraba con la corteza de las higueras silvestres, la cual, una vez
remojada, era golpeada, quedando en forma de hojas. Estas eran recubiertas con
un barniz gredoso y pegadas entre sí, componiendo tiras de hasta 11 metros de
longitud.
Los Aztecas escribían usando símbolos similares a los caracteres usados por los
chinos y los japoneses. Todos los símbolos eran dibujos de una clase o de otra.
Los símbolos pueden ser vistos como ideogramas en los cuales los objetos
expresan su propia naturaleza, pero también las ideas subyacentes y no
conceptos asociados con ellos. Así las ideas de la muerte pueden ser
representadas por un cadaver envuelto para el entierro, la noche por un cielo
negro y un ojo cerrado, guerra por un escudo y un garrote, o discurso por una
lista saliendo de la boca de la persona que esta hablando. Conceptos que
envolvían ideas de movimiento, caminar, migrar o una secuencia de eventos,
eran usualmente representados por una secuencia de huellas dirigiendose a la
dirección adecuada.
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