Artículo AGRO ENTORNO MANEJO GENÉTICO DEL HATO DEL CE LA POSTA T.B. García Peniche, I. López Guerrero Nos referimos al manejo genético como lo que se necesita hacer en el rancho para tener los mejores animales, es decir, los más productivos y los mejor conformados, para las condiciones imperantes en el rancho. Estas condiciones abarcan las climáticas, y todo lo relacionado con el predio, por ejemplo: tamaño (ha), tipo de suelos, praderas, equipo, trabajadores, manejo, y objetivos de producción. En este caso, se presentan generalidades de lo que se hace como manejo genético en el Campo Experimental “La Posta” INIFAP, el cual se encuentra ubicado en Paso del Toro, Veracruz, lugar representativo de las condiciones climáticas de la llanura costera, y en donde se lleva un manejo tecnificado, pero ciertamente aplicable a las condiciones de la ganadería del sistema de producción de doble propósito, en el que las vacas se ordeñan, y además, crían a sus becerros (leche y carne). Dos son los principales objetivos del manejo genético para estas condiciones. El primero, es lograr que el ganado tenga entre 50 y 75% de encaste con una raza europea, siendo el restante 25 a 50%, de alguna raza cebuina. Debido a que se trata de obtener leche, la raza europea debe ser una especializada en producción de leche: Holstein, Suizo Pardo Americano, o Jersey. Sin embargo, como la Jersey es una raza relativamente pequeña, no conviene a la producción de carne, por lo que las alternativas se enfocan en Holstein o en Suizo Pardo Americano, cruzadas con cualquier raza Cebú. El segundo objetivo del manejo genético es elegir a los mejores animales. Esto únicamente se puede lograr comparando a los animales dentro de cada “grupo de contemporáneos”, para desechar a los menos buenos, y dejar dentro del hato productivo, y como reemplazos, a los mejores. Los llamados “grupos de contemporáneos” son animales que son comparables por tener condiciones similares. Por ejemplo, se pueden comparar las producciones por lactancia de vacas que hayan parido en la misma época del año, y que sean o todas multíparas, o todas primíparas; esto se debe a que las primíparas (de primer parto) muchas veces aún están creciendo ellas mismas cuando paren, lo que ocasiona que produzcan menos leche que en su segundo parto y posteriores, cuando ya no necesitan invertir energía en crecer. Por otra parte, para una vaca no es lo mismo estar lactando en época de abundancia de forraje fresco (lluvias), que estar lactando cuando su alimentación se basa en el ensilado (sequía), ni cuando el estrés por calor es menor o mayor. Respecto a vacas que aún están lactando: No se deben de comparar vacas que estén en los primeros dos o tres meses postparto, con otras que ya estén en su segundo o tercer tercio de lactancia, porque la producción de leche va disminuyendo conforme avanza la lactancia. Lo mejor es tener la información completa de la producción de leche y la duración de la lactancia. Lo mismo para los becerros, es válido comparar las curvas de crecimiento entre becerros del mismo sexo, y nacidos en la misma época del año, el mismo año. Sin embargo, es importante hacer énfasis en que todos los animales requieren estar en buenas condiciones para producir en forma adecuada, y esto es indispensable para compararlos de manera justa; tienen que tener qué comer y agua limpia todo el año, todos los días, lugares adecuados para descansar (algunos árboles en las praderas o en las cercas serían ideales), y recibir las prácticas básicas de medicina preventiva: vacunaciones y desparasitación externa e interna. Si esto no se cumple, las comparaciones que se hagan, podrían no ser válidas, porque las características de interés productivo, como el crecimiento y la producción de leche, dependen mucho más del ambiente que de la genética. En una población de bovinos, las diferencias en producción promedio de leche son hasta un 25 o 30% máximo, debidos a genética y el otro 70, 75% o más, se deben a la alimentación, a la salud, al estrés por calor, etc. En forma similar, la ganancia promedio de peso, por ejemplo, se debe hasta un 40% a la genética. No es fácil saber cuáles animales en verdad tienen los mejores genes para AGRO ENTORNO 21 Ganadería Si buscamos en un diccionario o en un buscador de Internet el concepto de “Manejo Genético” probablemente no encontraremos una respuesta directa. El buscador nos lleva a temas relacionados con “Mejoramiento genético” y en el diccionario habrá que buscar primero “Manejo” (varias interpretaciones, relacionadas con la utilización de algo) y luego “Genética” (y aquí salen varias definiciones que tienen que ver con la herencia). Sin embargo, en los “Días del Ganadero del Campo Experimental La Posta” pasados, se ha hablado de “manejo reproductivo”, “manejo alimenticio”, “manejo sanitario”, “manejo de praderas”, etc., cubriendo las áreas principales de la zootecnia, dentro de la que se incluye la genética; por lo tanto podemos hablar del concepto de “manejo genético”. producción, cuando entre el 60% y el 100% de las diferencias en comportamiento de los animales ocurren por causas no genéticas. Por eso, para resaltar los efectos genéticos, se deben de comparar siempre animales de condiciones similares y dándoles lo necesario para producir. De esta manera tendremos mayores probabilidades de elegir a los animales que realmente tienen los mejores genes. Algunas características son muy poco heredables; por ejemplo, las relacionadas a la reproducción. Por esta razón, las vacas poco fértiles podrían tener hijos muy fértiles y viceversa. Por otra parte, las vacas más productivas tienden a ser un poco menos fértiles que el promedio. De esto se derivan dos aspectos importantes: a) Es útil observar la cantidad de leche por día interparto (producción de leche por lactancia/intervalo entre partos), cuando se necesita decidir cuáles son las mejores vacas para dejarlas en el hato, y b) las hijas de las vacas muy productivas son buenas candidatas a ser reemplazos, independientemente de qué tan fértiles hayan sido sus madres, ya que la productividad es más heredable que la fertilidad. Retomando el primer objetivo del manejo genético para el sistema de producción de doble propósito, que es el de tener animales entre media sangre y ¾ de la raza europea de elección, esto se refiere a utilizar una de las herramientas del mejoramiento genético, que es el cruzamiento. El cruzamiento es el apareamiento de individuos de dos razas distintas, y se realiza para aprovechar características complementarias de las razas, y/o para aprovechar la heterosis, que se manifiesta claramente en la superioridad promedio de los animales producto de la primera cruza de dos razas muy distintas, sobre todo en características poco heredables, como fertilidad, longevidad, y resistencia a enfermedades. En el caso del trópico, se sabe desde hace muchos años que es muy difícil ofrecer a los animales puros especializados en producción de leche, las condiciones necesarias para que estén sanos y sean productivos; los animales puros, ya sea Holstein, Suizos o Jersey, generalmente sufren estrés por calor, se enferman fácilmente (por ejemplo, de anaplasmosis, piroplasmosis, o de cualquier otra enfermedad, y son más propensos a la mastitis), crecen lentamente, y en general, no son ni remotamente tan productivos como lo serían en climas templados o fríos, similares a sus lugares de origen. Por otra parte, los animales Cebú son más resistentes a las condiciones del trópico. Por su piel colgante y sus grandes orejas, pueden disipar mejor el calor, y por su fisiología en general, son más resistentes. Pero esa energía que invierten en ser resistentes les resta capacidad de producción de leche para ordeña, y generalmente producen casi solo lo necesario para sus crías. Ganadería Mediante el cruzamiento de ambos grupos raciales, se aprovechan esas características complementarias de producción de leche de los bovinos europeos especializados en leche, y de resistencia al medio de los cebuinos. Lo recomendable es que el ganado en el sistema de producción de doble propósito tenga entre 50 y 75% de sangre europea especializada en producción de leche. Se ha recomendado un nivel intermedio de 62.5% de sangre europea (5/8 europeo), y esto se logra, por ejemplo, de las siguientes maneras: 1. Se inicia por la cruza de vacas Cebú (cualquier raza que guste) con toros europeos, Suizo o Holstein, por inseminación artificial de preferencia, pues los toros puros también sufren mucho en condiciones del trópico y su fertilidad disminuye. Es más práctico decidirse por una sola raza europea y no mezclarlas. Los descendientes son animales F1, que son el resultado de la cruza AGRO 22 ENTORNO de dos razas muy distintas. Estos animales tienen ventajas que no se heredan, en características como resistencia a enfermedades, crecimiento, y aunque son muy buenos animales, como esas ventajas no se heredan, es difícil hacer selección entre ellos. Al cruzar los F1 o un media sangre, con europeo puro, se obtienen bovinos ¾, que es el límite máximo recomendable de sangre europea en el trópico. De hecho, ya a este nivel, hay que aplicar las mejores prácticas de zootecnia disponibles, y se comportan mejor en las condiciones más favorables del trópico. Si estos animales se cruzan con media sangre, se obtiene el 5/8 de europeo. 2. También se puede iniciar como antes, pero cruzar el F1 o el media sangre con Cebú puro y obtener animales ¼ de europeo. Los machos son para abasto, y las vacas sirven para cruzarse con otro toro europeo puro y obtener el nivel de 5/8 de europeo buscado, aunque ellas prácticamente sólo se dediquen a criar a su becerro. 3. Una forma alternativa de lograr el nivel de raza deseado, partiendo de cualquier nivel, es cruzar siempre con toros del nivel buscado, y a más tardar a la 4ª generación, los becerros ya tendrán ese nivel. Por ejemplo, si las vacas se cruzan con toros 5/8 Suizo Pardo, sus hijos también con 5/8 Suizo Pardo, los hijos de sus hijos, nuevamente con 5/8 Suizo, a más tardar entonces, ya serán todos 5/8 Suizo Pardo, y así sucesivamente. Esto se llama cruzas por absorción. Sirve igualmente para lograr el nivel de ¾ europeo o cualquier otro en el que se encuentren suficientes sementales, ya que no es bueno cruzar entre parientes cercanos. Evitar padres, abuelos, y hermanos, por ejemplo. Los sementales más útiles tienen niveles de sangre de 5/8 a ¾ de europeo. Si, por ejemplo, se tienen disponibles sementales 5/8 y ¾, ¿qué se obtiene al cruzarlos con vacas ½, 5/8 o ¾? Es decir, con vacas cruzadas, de menos a más europeas o vacas de apariencia más Cebú a menos Cebú. El toro ¾, Con vacas media sangre, produce hijos 5/8 (62.5% europeo); Con vacas 5/8 produce hijos 11/16 (69% europeo); Con vacas ¾ (cruza inter-se), sus hijos serán también ¾ (75% europeo). El toro 5/8, Con vacas media sangre, sus hijos serán 9/16 (56% de europeo); Con vacas 5/8 (cruza inter-se), sus hijos serán 5/8 (62.5% europeo); Con vacas ¾, dan hijos 11/16 (69% europeos). Si se persiste en los cruzamientos inter-se (“del mismo tipo”), se forma una raza compuesta, pero si no es del nivel de una raza compuesta ya establecida, como por ejemplo, Suiz-bú u Holando-Cebú, entonces la población sería muy pequeña, del tamaño del hato o de los hatos que tengan ese nivel. La otra herramienta del mejoramiento genético es la selección, la cual se puede aplicar dentro de razas, ya sea puras o compuestas, y se apoya en ocasiones de la genómica para mejorar la precisión. La selección para producción de leche requiere necesariamente de registros productivos, porque los toros no producen leche, de manera que la mejor forma de suponer, predecir o estimar que un toro tiene buenos genes para producción de leche, es mediante los registros productivos de su madre, sus hermanas u otros parientes hembras, y de sus hijas; el aspecto del toro sería factor complementario. El manejo genético sirve para hacer selección intra-hato, y se enfoca en tener en el rancho el ganado con las mejores productividades, y por lo tanto, los que tengan evidencias de mejores genes. Para esto son indispensables los registros. En el CE La Posta se registran los pesajes de ganado que se realizan cada 4 semanas, fechas de las inseminaciones, fechas de partos y nacencias, y el pesaje diario de leche por vaca. Con esos datos se generan genealogías, las historias reproductivas (edad al primer parto, intervalo entre partos, números de servicios por parto) y resúmenes productivos por vaca (duración de la lactancia y leche producida por lactancia). Estos datos se usan en el CE “La Posta” de la siguiente manera: Para elaborar los planes anuales de cruzamiento, de manera que cada vaca se insemine con semen de toros de su grupo genético, y evitando cruzarla con algún pariente cercano. Antes de las ventas de ganado, se consultan para la elaboración de la lista de animales que se darán de baja, y sirven como apoyo para hacer una lista de candidatos a semental, por mejores comportamientos de sus parientes hembras, sus madres y/o sus hermanas. En el Cuadro 1 se muestra la distribución del ganado del CE La Posta por grupo genético y en el Cuadro 2, por estructura del hato, a fines de octubre de 2014. Los datos de las 34 vacas en ordeña (lactancias no terminadas) al 25 de Octubre de 2014, tenían, en promedio, mínimo y máximo, respectivamente: 147.3, 6 y 301 días en lactancia, con 1,585, 63 y 3,345 litros de leche acumulados, y 11.4, 7.5 y 18.93 litros de leche promedio por día de lactancia, con una sola ordeña hasta el 31 de Agosto. Se inició con la doble ordeña en el CE La Posta, el 1º de septiembre de 2014. En el próximo Día del Ganadero, se planea ofrecer datos comparativos de una vs. Dos ordeñas, entre otros. Para poder llevar registros útiles, es necesario identificar a cada animal, así como maximizar el orden. Por ejemplo, es preferible escribir los datos de todos los animales siempre en el mismo orden. Llevar registros no tiene sentido, si éstos no se usan. Por eso conviene pensar detenida y cuidadosamente en cómo y dónde llevar los datos, para facilitar su captura y utilización. La toma y utilización de los datos, se puede ir mejorando con el tiempo. Lleve registros y úselos. ¡Vale la pena! Ganadería La selección para producción de leche depende absolutamente de los registros productivos, en cualesquiera de los niveles de selección, desde intra-hato (que es de lo que trata el “Manejo Genético”), pasando por el nivel regional y nacional, hasta la selección mundial. Esta ocurre, por ejemplo en la raza Holstein, porque hay algunos toros que tienen hijas en varios países del mundo, y cuando estas hijas aportan datos productivos a las Instituciones que hacen las evaluaciones genéticas, se habla de selección a nivel mundial. AGRO ENTORNO 23