INJUSTICIA NOTORIA 11/03/2011 314

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INJUSTICIA NOTORIA
11/03/2011
314-2010
DOCTRINA
La injusticia notoria, planteada de manera fundada y razonable como motivo de
apelación especial, permite descender a los hechos acreditados por medio del análisis
de las valoraciones probatorias que los fijan; de esa cuenta, funciona como excepción
al régimen que impone el artículo 430 del código Procesal Penal. En ese sentido, la
Sala de Apelaciones que deja de pronunciarse sobre una denuncia de injusticia
notoria, so pretexto de la intangibilidad de los medios probatorios, incurre en el
presupuesto del artículo 440 numeral 1) del Código Procesal Penal.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL. Guatemala, once de marzo de
dos mil once. Se tiene a la vista para resolver el recurso de Casación por motivo de forma
interpuesto por el acusado, Marcial Vásquez Ramos, contra la sentencia proferida por
la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de Zacapa el veintinueve de junio
de dos mil diez, en el proceso penal que por el delito de asesinato se instruye en su
contra. Intervienen además en el proceso, el abogado patrocinante del acusado,
licenciado Edvin Geovany Samayoa, y el Ministerio Público, por medio de su agente
fiscal, licenciada Xiomara Patricia Mejía Navas. Figura como agraviado, el señor
Mártiro Vásquez y Vásquez. No hay querellante adhesivo ni se ejerció la acción civil.
I. ANTECEDENTES.
A) Del hecho acreditado. El día sábado veinte de septiembre de dos mil siete, en un
camino vecinal del Barrio La Cruz de la Aldea Cajón del Río del municipio de
Camotán, Chiquimula, el ahora acusado en compañía de otras personas se
encontraban escondidos detrás de unos matorrales esperando que pasara el señor
Mártiro Vásquez y Vásquez. Esta persona pasó por el lugar a las diecisiete horas
aproximadamente cuando quienes le esperaban le dispararon varias veces. El
agraviado falleció por hipovolemia secundaria a heridas de proyectil de arma de fuego.
B) De la resolución del tribunal de sentencia. El Tribunal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Chiquimula, en su
fallo del dieciséis de marzo de dos mil diez, consideró que el acusado fue una de las
personas que participó directamente en la muerte violenta del señor Mártiro Vásquez y
Vásquez, al haber realizado una acción que integrada con la de los demás partícipes,
produjo “… un hecho delictivo (sic) contenido en el Código Penal…”; sin dejar duda la
relación de causalidad, porque la muerte del señor Mártiro Vásquez y Vásquez fue
consecuencia lógica de las heridas con arma de fuego que le provocaron la muerte. En
ese sentido, el acusado fue condenado por el delito de asesinato. C) Del recurso de
Apelación Especial. El señor Marcial Vásquez Ramos impugnó en apelación especial
por motivos de forma la sentencia recién descrita, invocando dos motivos absolutos de
anulación formal y uno de errónea aplicación de ley que constituye defecto de
procedimiento, los cuales se resumen a continuación: a) invocó como primer motivo, el
contenido en el numeral 5º. del artículo 420 del Código Procesal Penal, argumentando
que el Tribunal de Sentencia no valoró los medios de prueba de conformidad con la
sana crítica razonada, puesto que no fundamentó cómo utilizó cada una de las reglas
que integran al citado sistema de valoración con respecto a declaraciones
testimoniales; es decir, que al analizar cada medio de prueba no se indicó conforme a
un silogismo jurídico, por qué de conformidad con la lógica, la experiencia o la
psicología, se valoró o no cada uno; b) como segundo motivo citó el numeral 6º. del
artículo 420 Ibid, denunciando injusticia notoria en la sentencia del a quo, porque la
contradicción de la prueba aportada por el órgano investigador no permitió sustentar
su tesis; por lo que, ante la concurrencia del principio de indubio pro reo, lo procedente
era declarar su absolución de la acusación que le fue formulada, y por ende su
condena deviene injusta. Sustentó su tesis, en que los testigos propuestos lo
señalaron con base en sospechas, lo que se denota con el señalamiento que hicieron
inicialmente de una persona llamada Lázaro García Sánchez, como quien había
disparado contra el agraviado, y señalando también a otras personas dentro de las
cuales se encuentra el acusado, extremo que manifiesta una presunción que no da
certeza jurídica probatoria para emitir una condena en su contra. Agregó que el
Ministerio Público debía acreditar un mismo propósito o resolución criminal en todos
los señalados, porque conforme la Teoría del Dominio, el señor Lázaro García
Sánchez dominó la acción y fue señalado directamente por los testigos; que las
declaraciones rendidas por: María Marilú García Romero, Rodrigo García, Teodoro
Santiago Esquivel y Mauró René García Romero, propuestos por el Ministerio Público,
son totalmente contradictorias entre sí y que al prevalecer la presunción de
culpabilidad se incurrió en injusticia notoria. Finalmente expuso que la acusación y
declaraciones testimoniales difieren del acta que documenta la noticia criminis, el acta
de levantamiento de cadáver y la de necropsia, así como la diligencia policial número
doscientos setenta y cinco guión dos mil siete; toda vez las primeras indican que el
hecho ocurrió el veinte de septiembre de dos mil siete, y las segundas señalan que fue
un día después, lo que implica que la declaración de los testigos sea falsa y en
consecuencia no sea cierta la tesis acusatoria; c) como tercer motivo de forma, invocó
la errónea aplicación de ley que constituye un defecto de procedimiento, denunciando
la infracción a los artículos: 12 Constitucional, 5, 20, 182 y 381 del Código Procesal
Penal. Argumentó al respecto, que su defensa planteó recurso de reposición durante
el juicio, contra la resolución que denegó recibir como nueva prueba dos documentos
que constituían elementos importantes a ser tomados en cuenta por los juzgadores al
momento de deliberar y determinar la carencia de veracidad en la declaración de los
testigos “… supuestamente…” presenciales que le señalaron de participar en el hecho
delictivo. Dichos documentos consistían en: c.i) copia del acta de inspección ocular de
los hechos del nueve de enero de dos mil ocho, dirigida por una auxiliar fiscal del
Ministerio Público, relativa a que la muerte del señor Mártiro Vásquez y Vásquez
ocurrió el veintiuno de septiembre de dos mil siete, con dicha fecha corregida, ya que
la copia obtenida del expediente del órgano investigador para preparar la defensa, no
contenía esa alteración, la cual se deduce, fue puesta con posterioridad a que el
documento “… saliera a luz pública…”, por lo cual aquél documento se objetaba de
nulidad, c.ii) documento identificado como forma dieciséis, dirigido al Instituto Nacional
de Ciencias Forenses por el Juez de Paz de Camotán, Chiquimula, en el que se indica
que el cadáver fue encontrado el veintiuno de septiembre de dos mil siete, lo que
difería de lo que habían declarado los testigos y de esa forma constituía nueva prueba.
Argumentó el apelante, que el Tribunal de sentencia rechazó los documentos
anteriormente identificados por no considerarlos nueva prueba, con lo que le perjudicó
en su derecho de defensa, ya que su petición se encontraba debidamente fundada en
el artículo 182 del Código Procesal Penal. D) De la sentencia del Tribunal de
Apelación Especial. La Sala de apelaciones se pronunció de la siguiente manera: a)
En cuanto al primero de los agravios, que se había interpuesto de forma antitécnica,
porque denunció conjuntamente la inobservancia de las reglas de la sana crítica
razonada con la falta de fundamentación en el fallo del Tribunal de Sentencia;
estimando además, que la pretensión del apelante era que la Sala hiciera mérito de la
prueba. Expuso que en reiteradas oportunidades, la Corte de Constitucionalidad, ha
establecido que el Tribunal de Sentencia no está obligado a expresar en su sentencia
las reglas de la sana crítica aplicada y el método utilizado, agregando que los jueces
sentenciadores fueron claros y precisos al hacer la valoración probatoria, motivando la
sentencia de manera coherente y comprensible; b) en cuanto al segundo de los
agravios, estimó nuevamente que la pretensión del recurrente es el mérito de la
prueba producida por parte del ad quem, agregando que las circunstancias expuestas
por el recurrente, ya habían sido analizadas en el primer motivo de forma; c) consideró
que el tercer motivo es ambiguo, toda vez señala la “… inobservancia de la errónea
aplicación de la ley…”, supuestos que se excluyen, añadiendo que el razonamiento del
a quo para denegar los medios probatorios solicitados “… tiene consistencia legal…”.
Consecuentemente, no acogió el recurso de apelación especial.
II. MOTIVO DEL RECURSO DE CASACIÓN.
El acusado, Marcial Vásquez Ramos y/o Marcial Ramos, ha interpuesto casación por
motivo de forma, con base en el artículo 440 numeral 1) del Código Procesal Penal,
que establece la procedencia del recurso extraordinario “… Cuando la sentencia no
resolvió todos los puntos esenciales que fueron objeto de la acusación formulada, o
que estaban contenidos en las alegaciones del defensor”, denunciando vulneración al
artículo 12 Constitucional. Expone que la Sala de apelaciones, bajo la excusa de la
intangibilidad de los medios probatorios que incorpora el artículo 430 del Código
Procesal Penal, omitió pronunciarse sobre el segundo motivo de apelación especial
que le fue expuesto, que contenía los agravios concernientes a injusticia notoria en la
sentencia del a quo; por lo que no permitió establecer la concurrencia de la
vulneración denunciada por el apelante; extremo que transgrede su derecho de
defensa y al debido proceso.
III. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA.
Las partes reemplazaron su comparecencia por la presentación de alegatos escritos.
A) El casacionista reitera sus argumentos expuestos en el memorial inicial. B) El
Ministerio Público expuso que la tesis del casacionista se encamina hacia la
inconformidad con la valoración de los medios de prueba aportados durante el debate,
reclamo que corresponde analizarlo en un motivo relacionado con las reglas de la
sana crítica razonada, ya que la injusticia notoria no se comete al momento de aplicar
las reglas del correcto entendimiento humano, sino al dictar un fallo contrario a la
valoración probatoria que se hubiere efectuado. Solicitó se declare improcedente el
recurso de casación.
CONSIDERANDO
-ILa injusticia notoria, funciona en el régimen de apelación especial, como excepción a
la prohibición contenida en el artículo 430 del Código Procesal Penal. Lo anterior, en
virtud que para analizar con propiedad la iniquidad que se denuncia, necesariamente
hay que descender al estudio de los hechos acreditados por vehículo de la valoración
probatoria que los fija. Claro está, al ser excepción, la vulneración en la sentencia del a
quo debe ser notoria, manifiesta, de suerte tal que se justifique verdaderamente la
necesidad de alterar el régimen contenido en el artículo 430 Ibid.
-IIVistas las actuaciones, Cámara Penal delimitará su análisis a establecer si la
sentencia del ad quem cumplió con pronunciarse sobre el segundo agravio de
apelación especial que le fue sometido a conocimiento.
-III-
Esta Cámara, es del criterio que la injusticia notoria, invocada como motivo absoluto
de anulación “FORMAL”, permite que por medio de la revisión de las valoraciones
probatorias efectuadas por el Tribunal de Sentencia, pueda comprobarse la justeza o
no de los hechos que, como resultado de esa labor intelectiva y valorativa, plasma
como acreditados el Tribunal de Sentencia. La exposición de motivos del Código
Procesal Penal establece que si bien la regla básica del debate impone que sólo los
jueces que lo dirigieron y presenciaron cuenten con la base fáctica que les habilite
deliberar y votar la sentencia y que en este sistema la apelación especial y la casación
se limitan a confrontar la aplicación correcta del derecho, como excepción a esta regla,
“… la apelación especial en el caso de fundarse en injusticia notoria puede provocar, si
es fundada y razonable, el reexamen de los hechos por causas similares a las que
establece el artículo 455, referido a las causales de procedencia del recurso de
revisión, así como a otras similares que conduzcan a formar certeza o duda de que el
tribunal de sentencia cometió una grave y notoria injusticia al condenar o absolver…”
(Barrientos Pellecer, César (1998).Exposición de Motivos del Código Procesal Penal.
Quinta Edición. F&G Editores. Guatemala, Guatemala). Este pasaje doctrinario de
aplicación directa al presente caso, permite entender el amplio espectro del recurso de
apelación especial cuando se funda en la injusticia de la sentencia del a quo. Sin
embargo, en la manera que se ha expuesto, dicho motivo constituye una excepción al
régimen de intangibilidad de los medios probatorios establecido en el artículo 430 del
Código Procesal Penal; y de ahí la exigencia de notoriedad en la injusticia que se
denuncia, es decir, que la misma sea tan clara o evidente, que su comisión confluya
en la palmaria iniquidad del fallo; debiendo en todo caso, alegarse el agravio en un
planteamiento fundado y razonable de apelación especial, dado el carácter técnico del
recurso, lo cual implica la revisión no sólo de los aspectos jurídicos, sino también
fácticos de la sentencia. Y es que no podría ser de otra manera, cuando lo que se
alega es la injusticia notoria del fallo. No podría limitarse la función del ad quem a la
mera revisión de la ley aplicada, cuando la hipótesis fáctica del caso consiste en
hechos fijados con base en valoraciones probatorias viciadas o inválidas. Reglas y
principios de la sana crítica razonada como la derivación, la no contradicción o el
tercero excluido, imponen la necesidad de premisas válidas y coherentes para arribar
a una conclusión igualmente válida. Y si toda la labor probatoria tiene su conclusión en
los hechos acreditados, la validez de éstos sólo puede determinarse por la revisión de
aquél proceso intelectivo. De ahí la invalidez del argumento del ad quem, relativo a
que la pretensión del recurrente estriba en hacer mérito de la prueba y que las
circunstancias expuestas en dicho motivo fueron “… debidamente analizadas…” en el
apartado que se pronunció sobre el primer motivo de forma; debido a que: a) el citado
motivo de apelación especial debía pronunciarse respecto del carácter fundado y
razonable del agravio expuesto, sobre la premisa de viabilidad de revisar
efectivamente la labor probatoria del tribunal de sentencia, en los puntos expuestos
por el recurrente. Es decir, ameritaba un estudio preliminar de la razonabilidad del
agravio que permitiera establecer su viabilidad y habilitar la excepción al artículo 430
del Código Procesal Penal; para posteriormente analizar la procedencia o no del
mismo; b) resulta inválido remitir un agravio al pronunciamiento que ha resuelto otro de
distinto ámbito de aplicación. Nótese cómo la Sala adujo que las circunstancias
expuestas en la denuncia del apelante, habían sido “… debidamente analizadas…” en
el apartado correspondiente al primer motivo de forma; cuando en éste se denunciaba
la falta de fundamentación en las conclusiones probatorias, lo cual dista del agravio
concerniente a la injusticia notoria del fallo.
Todo lo anterior permite concluir que la sentencia dictada por la Sala Regional Mixta
de la Corte de Apelaciones de Zacapa bajo un criterio equivocado, efectivamente dejó
de resolver el segundo motivo de forma que le fue sometido a conocimiento. Por ello
deviene imperativo ordenar el reenvío a dicho órgano jurisdiccional para que cumpla
con pronunciarse debidamente sobre el mismo.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y: 3º, 4º, 17, 46, 203 y 204 de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 437 inciso 1), 438, 439, 440, 442, 446 y 448 del Código Procesal
Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República y sus reformas; 57, 58 inciso a),
74, 79 inciso a), 141 inciso c), 143 y 149 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto 289 del Congreso de la República y sus reformas.
POR TANTO
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL, con base en lo considerado y
leyes aplicadas, DECLARA: PROCEDENTE el recurso de casación por motivo de
forma planteado por el acusado Marcial Vásquez Ramos. En consecuencia, ordena el
reenvío de las actuaciones a la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de
Zacapa, para que cumpla con dictar nueva sentencia en la cual se pronuncie sobre el
segundo motivo de apelación especial sometido a su conocimiento. Notifíquese y con
certificación de lo resuelto devuélvase los antecedentes a donde corresponda.
César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente
Cámara Penal; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto;
Héctor Manfredo Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Gustavo Bonilla,
Magistrado Vocal Décimo Tercero. Jorge Guillermo Arauz Aguilar, Secretario de la
Corte Suprema de Justicia.
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