Dossier de la Exposición - Patronato de la Alhambra y Generalife

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EXPOSICIÓN TEMPORAL
6 abril - 22 mayo 2016
CAPILLA DEL PALACIO DE CARLOS V
Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife
Horario: De 10:00 a 20:00 horas, de lunes a domingo
www.alhambra-patronato.es
TEMPORARY EXHIBITION
6 april - 22 may 2016
CHAPEL OF THE PALACE OF CHARLES V
Monumental Complex of the Alhambra and the Generalife
Opening times: Monday - Sunday, 10:00 am - 8:00 pm
www.alhambra-patronato.es
ORGANIZA / ORGANIZED BY
COLABORAN / WITH THE COLLABORATION OF
EXPOSICIÓN
Producido por:
Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía / Patronato de La Alhambra y
Generalife
Colaboran:
Patrimonio Nacional / Biblioteca Nacional de España / Universidad de
Granada / Fundación Carlos Ballesta
Comisario:
Rafael López Guzmán
Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Granada
Comité asesor científico:
Juan María de la Obra Sierra / Juan Manuel Martín García / María José Osorio Pérez
/ Rafael Peinado Santaella / María Amparo Moreno Trujillo / Antonio Jiménez Estrella
Sede:
Salas de exposiciones temporales del Palacio de Carlos V · Capilla y Cripta
Conjunto Monumental de la Alhambra y Generalife
Fechas provisionales:
Del 6 de abril al 22 de mayo de 2016
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LOS TENDILLA. SEÑORES DE LA ALHAMBRA
EN EL QUINTO CENTENARIO DE DON IÑIGO LÓPEZ DE MENDOZA
(1515-2015)
-1. INTRODUCCIÓN.
La conmemoración del quinto centenario de la muerte del Gran Tendilla,
don Iñigo López de Mendoza y Quiñones, segundo conde de Tendilla y primer
marqués de Mondéjar, nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre unos años
capitales para la conformación del Estado Moderno y de vital importancia para
la definición actual de la ciudad de Granada y de su Alhambra.
Pertenecía a la familia de los Mendoza, originaria del país vasco, la cual
entró en los círculos de la corona de Castilla en la época de Alfonso XI,
adquiriendo tierras y privilegios en Guadalajara, Madrid y Asturias. En el siglo
XV se consolida como una de las más poderosas y cultas del reino encontrando
entre sus miembros a literatos, eclesiásticos, diplomáticos y guerreros, siendo
sus actividades fundamentales en la consolidación de la monarquía de los Reyes
Católicos.
Esta situación de privilegio se tradujo en el nombramiento en 1492 del
conde de Tendilla como Capitán General del Reino de Granada y Alcaide de la
Alhambra. Títulos que lo convirtieron en personaje fundamental en la definición
de Granada como nueva urbe cristiana y responsable del mantenimiento del
conjunto arquitectónico de la Alhambra. Su formación humanista, de hombre del
Renacimiento, se percibe en sus decisiones sobre los palacios nazaríes, claves
para el mantenimiento de los mismos, así como en sus actuaciones en la ciudad
desde una perspectiva política moderada de comprensión hacia moriscos y
judeoconversos.
Mecenas de las artes y protector de eruditos y literatos, transmitió los
valores del Humanismo a sus hijos que se convirtieron en personajes
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fundamentales durante el periodo de Carlos V, convirtiendo la Alhambra en la
sede del poder imperial con obras que marcan, hoy día, los accesos y la imagen
del conjunto de la Sabika. Labor casi personal de don Luis Hurtado de Mendoza
y Pacheco, tercer conde de Tendilla y segundo marqués de Mondéjar.
Momentos de máximo esplendor de Granada que comienzan a apagarse
con el levantamiento de las Alpujarras (1568-1571), donde políticas de
acercamiento a la población morisca, mantenidas por los Tendilla, se enfrentan
a posiciones excluyentes que, finalmente, triunfan con el consiguiente demérito
para los alcaides alhambreños.
Desde Felipe II, ni Granada ni la Alhambra son un centro político o
económico influyente en la nueva concepción del Estado. También faltaron en la
familia Mendoza personajes de la categoría de don Iñigo y don Luis, a lo que se
unió la falta de descendencia directa de varios miembros que obligó al acceso,
incluso con pleitos, de ramas secundarias hasta el cese definitivo de sus cargos
en la Alhambra por Felipe V al haberse posicionado la familia con el archiduque
Carlos en la guerra de sucesión tras la muerte de Carlos II.
No obstante, en esta larga decadencia desde el fin de la Guerra de las
Alpujarras hasta el siglo XVIII, la Alhambra vivirá dos momentos de indudable
interés histórico como serán las visitas a Granada de Felipe IV (1624) y de
Felipe V (1730).
Con estos datos básicos pretendemos realizar un viaje por la historia,
visible en la exposición que planteamos con el objetivo de transmitir unos
objetivos genéricos a la ciudadanía, transfiriendo conocimiento, investigación y
estudio; utilizando para ello recursos audiovisuales, documentos y obras de arte
que ofrezcan al visitante el acercamiento a personajes, acciones, decisiones y
aspectos culturales que influyeron de forma determinante en nuestra ciudad y,
sobre todo, en el conjunto patrimonial que hoy se conserva en la colina de la
Alhambra.
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2. ESTRUCTURA DE LA EXPOSICIÓN.
-SECCIÓN 1: El linaje de los Mendoza: entre las armas, la púrpura y las letras.
En principio los personajes a tratar en este apartado serían: Don Iñigo López de
Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458). Tuvo seis hijos, pero destacamos
al primogénito don Diego Hurtado de Mendoza y Suárez de Figueroa (14171479), a Pedro González de Mendoza (el cardenal Mendoza) (1428-1495) y a
Iñigo López de Mendoza y Figueroa (primer conde de Tendilla) (1419-1479).
También incluimos a Diego Hurtado de Mendoza, arzobispo de Sevilla (14441502) y hermano del gran Tendilla.
-SECCIÓN 2: El Gran Tendilla. Don Iñigo López de Mendoza y Quiñones (1440-
1515)
-Sección 2.1. Tendilla hombre de Estado: Diplomático y Humanista
-Sección 2.2. La Capitanía General del Reino de Granada
-Sección 2.3. Alcaide de la Alhambra (“capitán de la acrópolis iliberritana”)
-Sección 2.3. Tendilla y sus relaciones con los Moriscos y los Judíos.
-Sección 2.4. Tendilla y la ciudad
-Sección 2.5. Mecenas de las artes
-SECCIÓN 3: Los Mendoza del Renacimiento
-Sección 3.1. La continuidad en la Alhambra: Don Luis Hurtado de Mendoza y
Pacheco (1489-1566)
-Sección 3.2. La familia de los Mendoza:
-Don Antonio de Mendoza y Pacheco (1490,1493-1552)
-Don Diego Hurtado de Mendoza y Pacheco (1503,1504-1575)
-Don Francisco de Mendoza y Pacheco (¿-1543)
-Don Bernardino de Mendoza (1501-1557?)
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-Doña María Pacheco y Mendoza (1496-1531)
-SECCIÓN 4: La larga decadencia
-Sección 4.1. La Guerra de las Alpujarras y el cese en la Capitanía General
(Don Iñigo López de Mendoza (1512-1580), Don Luis Hurtado (Tendilla V)
(1543-1604) y Don Iñigo López de Mendoza (Tendilla VI) (1568-1592).
-Sección 4.2. La Alhambra sin los Mendoza: el periodo del Duque de Uceda
(1604-1624).
-Sección 4.3. El regreso de los Mendoza (Don Iñigo López de Mendoza y
Mendoza (VII Conde de Tendilla) (¿?, 1646) y Don Iñigo López de Mendoza y
Vargas (VIII Conde de Tendilla) (¿?,1656).
-Sección 4.4. Las condesas de Tendilla (Doña María López de Mendoza (IX
Condesa de Tendilla) (¿?,1662); Doña Francisca Juana de Mendoza (X Condesa
de Tendilla) (¿?,1677) y Doña María Gregoria de Mendoza y Córdoba (XI
Condesa de Tendilla) (1633-1718).
-Sección 4.5. Adiós a la Alhambra: Don José de Mendoza Ibáñez de Segovia (XII
Conde de Tendilla) (1657-1734).
-APÉNDICE: Historiografía sobre los Mendoza
Vitrina con una selección de obras escritas sobre los Mendoza.
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-3. PROPUESTA Y CONTENIDOS DE LAS SECCIONES.
1. El linaje de los Mendoza: entre las armas, la púrpura y las letras.
Esta sección pretende mostrar el papel protagónico que la familia de los
Mendoza tuvo en relación con las letras, las armas y la iglesia durante el siglo
XV e inicios del siglo XVI.
La familia, procedente de Mendoza (Álava), se situará a partir del siglo
XIII al servicio de los reyes de Castilla, tomando preeminencia en el siglo XV a
partir de don Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, personalidad
destacable tanto en las letras como en los enfrentamientos bélicos internos y en
la frontera con el sultanato nazarí. Sus sucesores ocuparan altos cargos, tanto
políticos como eclesiásticos, convirtiéndose en fundamentales para entender la
conformación del estado moderno bajo los Reyes Católicos. Así, sus hijos, Iñigo
López de Mendoza y Figueroa (nombrado primer conde de Tendilla) y Pedro
González de Mendoza (el gran cardenal), fueron decisivos en la consolidación de
la monarquía de los Reyes Católicos. Los vínculos de lealtad entre la familia de
los Mendoza la convertirán, además de los nombres propios comentados, en
indispensable en la nueva organización política de Castilla.
Así, en una tercera generación destacarían junto al gran Mendoza,
segundo conde de Tendilla, al que dedicaremos la sección siguiente como sujeto
central de esta exposición; también, su hermano don Diego Hurtado de
Mendoza, cardenal y arzobispo de Sevilla, gran mecenas de las artes.
Otros Mendoza sobresalen en la historia a caballo entre los siglos XV y
XVI, los cuales estarán presentes en las informaciones genealógicas de la
exposición y puntualmente cuando su relación fuera intensa con los condes de
Tendilla, como por ejemplo, don Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, marqués del
Cenete e hijo del cardenal don Pedro González de Mendoza.
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-2. El Gran Tendilla. Don Iñigo López de Mendoza y Quiñones (1440-1515)
La sección segunda es la central y principal de esta exposición ya que la
misma gira en torno a don Iñigo López de Mendoza y Quiñones, segundo conde
de Tendilla, cuyo quinto centenario conmemoramos.
Su compleja educación a través de su abuelo, afamado literato, su padre
y su tío el cardenal Mendoza, lo convirtieron en un polifacético hombre de
Estado. Su actividad se desarrolla inicialmente en la Guerra de Granada como
alcaide de Alhama, tocándole la defensa de la misma asediada por Muley Hacén
y, más tarde, a partir de 1487 como Adelantado Mayor de Andalucía jugará un
papel determinante en el fin del sultanato nazarí; siendo nombrado Alcaide de la
Alhambra y Capitán General de Granada tras la toma de la ciudad.
Su actividad en Granada no solo compete a la Alhambra sino que serán
fundamentales su actuaciones en relación con la definición de la ciudad
cristiana, así como sus relaciones e intermediaciones con musulmanes, después
moriscos, y judeoconversos.
También, entre sus logros mas significativos, estaría la embajada que le
lleva ante el Papa Inocencio VIII, consiguiendo una serie de privilegios que
consolidan la monarquía de los Reyes Católicos en el ámbito internacional y
conceden diversos derechos para el control de la Iglesia en los territorios
hispanos. Además, frecuentó los círculos humanistas italianos atrayendo, en su
viaje de regreso, a Pedro Mártir de Anglería como preceptor de sus hijos.
Su actividad como hombre de armas, como diplomático y como hombre
de Estado se insertan con su formación humanista convirtiéndose en protector
de eruditos y artistas, en mecenas de las artes y cronista de una época que
consolidaba la monarquía absoluta y daba paso al desarrollo del Renacimiento,
donde sus hijos jugarían un papel fundamental.
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-3. Los Mendoza del Renacimiento.
La formación que el gran Tendilla procuró para sus hijos, a la que se
unieron las dotes particulares de cada uno de ellos, convirtieron a estos en
figuras fundamentales, en distintos ámbitos, de la cultura renacentista en
paralelo al reinado el emperador Carlos V.
Lógicamente el principal de los hijos del conde de Tendilla sería su
sucesor en los cargos de Granada, don Luis Hurtado de Mendoza y Pacheco,
anfitrión del Carlos V en la Alhambra en 1526 y mentor del programa imperial
desarrollado arquitectónicamente en la ciudad de Granada, teniendo como eje
fundamental el Palacio imperial. Político fundamental en su periodo histórico
sería Presidente de los Consejos de Indias y de Castilla, instituciones
fundamentales en el control tanto de América como de los territorios hispanos
en su conjunto.
A don Luis se unen en esta sección sus hermanos. En primer lugar,
Antonio de Mendoza, activo en la guerra de los comuneros, sería embajador en
Hungría y primer Virrey de la Nueva España. En México su actividad fue
ingente, destacando la fundación de la Casa de la Moneda, de la Universidad, de
la primera imprenta en América o de ciudades como Valladolid (actual Morelia).
Finalmente fue nombrado virrey del Perú.
Su hermano don Diego fue diplomático y embajador en Inglaterra,
Venecia y Roma. Participó en la Guerra de las Alpujarras y fue un reconocido
literato, interlocutor de Boscán, Garcilaso y Santa Teresa de Jesús. Acumuló
una importante biblioteca que donó a Felipe II, la cual fue depositada en El
Escorial.
Por lo que respecta a don Francisco de Mendoza y Pacheco no descuidó
la actividad propia de la familia como consejero del emperador, pero optó por la
carrera eclesiástica siendo obispo de Jaén.
En paralelo, su hermano Bernardino de Mendoza se dedicó básicamente
al mar, siendo Capitán General de las galeras de España participando en
distintos episodios de guerra en el Mediterráneo entre los que destaca la
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expedición a Túnez del emperador en 1535, quedando como gobernador de La
Goleta. También participaría en la batalla de San Quintín en Flandes.
Por último, María de Pacheco fue la esposa del comunero Juan de Padilla
asumiendo también ella, tras la muerte de su marido, la dirección del ejército
contra Carlos V, lo que supuso su exilio a Portugal. Nunca fue perdonada por el
rey, siendo enterrada en la catedral de Oporto.
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- 4. La larga decadencia.
A pesar de que miembros de la familia mantuvieran algunos puestos de
privilegio en la corte de los Austrias, lo cierto es que la Guerra de las
Alpujarras (1568-1571) será el comienzo de una larga decadencia que nos
llevará hasta la guerra de Sucesión (1700-171) en la que el apoyo del entonces
marqués de Mondéjar y de sus hijos a la causa del archiduque Carlos significó el
fin de la alcaldía de la Alhambra para la familia.
La participación en la Guerra de las Alpujarras, tanto de don Iñigo López
de Mendoza (IV conde de Tendilla) como de su hijo don Luis Hurtado (V conde
de Tendilla) y el hermano de este don Francisco, no fue suficientemente
reconocida protagonizando enfrentamientos con don Juan de Austria y con don
Pedro de Deza (Presidente de la Audiencia). La familia perdía el título de
capitanes generales del Reino de Granada, aunque recuperarían el de Alcaides
de la Alhambra.
La muerte sin descendencia del V conde de Tendilla y
el pleito
consiguiente entre don Francisco de Mendoza, hermano del conde, y don Iñigo
López de Mendoza, sobrino del mismo, al ser hijo de don Iñigo “el Catedrático”,
hizo que Felipe III nombrara en 1604 como alcaide al Duque de Uceda, quien se
mantuvo en el cargo hasta su muerte en 1624. Año en el que se documenta la
visita de Felipe IV a la Alhambra, lo que significaría obras de adecuación para la
recepción del monarca como el paseo de los Adarves.
Solucionado el pleito a favor de don Iñigo, se convertiría en el VII conde
de Tendilla, actuando positivamente en la conservación de la Alhambra y siendo
sucedido por su hijo don Iñigo López de Mendoza y Vargas que no residió más
que esporádicamente en Granada.
Muerto el VIII conde de Tendilla sin hijos, recayó el título en su hermana
María la cual, a su vez, cedería la alcaidía de la Alhambra a su marido el
marqués de Falces. También sin descendencia el título recaló en su sobrina
Francisca Juana (bisnieta de don Iñigo “el Catedrático”), la cual, también sin
herederos, trasmitiría el título de Tendilla a su hermana María Gregoria. Esta,
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casada con don Gaspar Ibáñez de Segovia, residiría mas tiempo en la corte y en
sus otras posesiones que en Granada. No obstante, don Gaspar, que ostentó
como consorte el título de alcaide de la Alhambra, fue un brillante historiador y
bibliófilo siendo enajenados sus bienes por Felipe V sobre todo por el apoyo
que sus hijos hicieron al archiduque Carlos. En esta confiscación iba incluida la
tenencia de la Alhambra, aunque la mantuvo como título honorífico su mujer
hasta su muerte en 1718, poniendo fin a los Mendoza en Granada.
A modo de coda significar que al hijo de don Gaspar y doña María
Gregoria, José de Mendoza Ibáñez de Segovia Córdova y Aragón, se le devolvió
la alcaidía de la Alhambra en 1726 manteniéndola, siempre como título
honorífico mas que real, hasta su muerte en 1734, punto y final de esta tenencia
nobiliaria desde el Gran Mendoza en 1492. Curiosamente, en paralelo, se
produjo en 1729 la visita de Felipe V e Isabel de Farnesio, la cual se documenta
en los palacios alhambreños en detalles decorativos como, por ejemplo, las
iniciales F e Y en la sala de los Mocárabes del Palacio de los Leones.
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PRINCIPALES INSTITUCIONES PRESTADORAS
Entre otras se han solicitado piezas a las siguientes instituciones:
Museo Nacional del Prado
Galería Palacio Pitii (Florencia)
Patrimonio Nacional
Museo de América
Archivo de Simancas
Archivo Histórico Nacional
Biblioteca Nacional
Fundación carlos Ballesta
Archivo General de la Administración
Catedral de Sevilla
Arzobispado de Granada
Museo de Bellas Artes de Granada
Ayuntamiento de Guadalajara
Universidad Complutense
Universidad de Granada
Universidad de Salamanca
Universidad de Granada
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