La reconstrucción del ligamento es mejor para tratar la luxación de la rótula. Autora: Genevra Pittman En un estudio a pequeña escala en que se comparó el tratamiento quirúrgico y el no quirúrgico de la luxación traumática de la rótula, los pacientes que se sometieron a reconstrucción del ligamento patelofemoral interno (LPFI) tuvieron mejores calificaciones de dolor y calidad de vida y menos recidivas que un grupo tratado sin intervención quirúrgica. Durante un seguimiento de un mínimo de dos años, más de 70% de los pacientes que se habían tratado mediante intervención quirúrgica tuvieron calificaciones «satisfactorias/excelentes” en el cuestionario de Kujala —casi tres veces mayor que en el grupo no quirúrgico—. El Dr. Alexandre Carneiro Bitar del Instituto Vita de Sao Paulo, Brasil, cuyos hallazgos aparecieron recientemente en la versión en línea de American Journal of Sports Medicine, dijo: «Aunque el tratamiento quirúrgico todavía es debatido, produce mejores resultados por lo que respecta a recidivas». El Dr. Bitar dijo a Reuters Health en un mensaje de correo electrónico: «En nuestros estudios no hubo recidiva de la luxación en ninguno de los pacientes que recibieron tratamiento quirúrgico con nuestra técnica, pero sí en los grupos con tratamiento conservador». El Dr. Bitar y sus colaboradores asignaron de manera aleatoria a 39 pacientes (41 rodillas) para que recibieran tratamiento no quirúrgico, el que consistió en movilización y fisioterapia o reconstrucción del LPFI. Los pacientes (media de edad: 24,2; intervalo: 12 a 38) no tenían antecedente de operaciones de la rodilla y todos se presentaron en las primeras tres semanas después de la luxación. Los participantes en el grupo no quirúrgico utilizaron una ortosis durante tres semanas y luego continuaron con fisioterapia que consistió en ejercicios para mejorar el arco de movilidad y la fuerza del cuádriceps, incluidos ejercicios de la cadena cinética, con el objetivo de volver practicar deporte en un lapso de 16 a 24 semanas. Después de la reconstrucción, que comenzó con el diagnóstico y tratamiento artroscópicos de las lesiones del cartílago —los pacientes del grupo con LPFI utilizaron un dispositivo inmovilizador durante tres semanas y gradualmente avanzaron a ejercicios de soporte de peso y uso de una bicicleta estacionaria así como ejercicios de la cadena simétrica. En ese grupo, el objetivo fue regresar a la actividad previa en un lapso aproximado de 10 a 12 semanas. Con un mínimo de dos años de seguimiento, la media de las calificaciones de dolor/calidad de vida (QoL) de Kujala , medidas en una escala de 100 puntos, fueron significativamente mejores en el grupo con tratamiento quirúrgico que en el grupo sin tratamiento quirúrgico (88,9 frente a 70,8; p = 0,003). La proporción del grupo quirúrgico con un resultado «satisfactorio/excelente» —85 o más— también fue significativamente más alta (71,43% frente a 25,0%; p = 0,003). La diferencia de la calificación se mantuvo después del ajuste con respecto a género sexual, edad y lado de la rodilla operado. Se presentaron siete recidivas o subluxaciones en el grupo no quirúrgico (35%) y ninguna en los pacientes que se sometieron a reconstrucción del LPFI. El Dr. Bitar dijo: «El tratamiento conservador de la luxación patelofemoral aguda dio lugar a un alto porcentaje de recidivas». Él y sus colaboradores prefieren la reconstrucción del LPFI a la reparación y terminan diciendo: «Creemos que la reconstrucción del LPFI es el método quirúrgico más adecuado para tratar una luxación traumática aguda de la rótula».