Reforma pactada-Ruptura negociada XXX Congreso de la Unión

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D 5782 E
Nr. 68
Mayo 1976
REVISTA MENSUAL
DE INFORMACION
FRANCFORT / MENO
Reforma pactada-Ruptura negociada
X X X Congreso de la Unión General de
Trabajadores
El gran Búnker: Televisión Española
PRECIO:
2 DM
35 FB
40 Pts.
3,50 FF
2F
0,30 .£
2,25 FS
Cartas de los lectores
Opiniones
Soy trab aja do r español y me con­
sidero políticam ente muy próxim o a
las ¡deas socialistas, aunque no estoy
encuadrado en ningún partido o
grupo.
Un com pañero me ha proporcionado
algunos números de su revísta que
he encontrado muy buena, aunque
quizás algo retrasada en cuanto a
actualidad de inform ación. Sigan en
su línea, co rrija n ese defecto, co nsi­
gan mayor difusión en el in te rio r y
llegarán a ser una gran revista.
Estoy interesado por los problem as
sindicales que en los últim os meses
han tom ado una enorm e actualidad
y unos giros preocupantes.
Tenemos planteado el problem a de la
unidad sindical. Yo personalm ente
pienso que la unidad es necesaria
absolutam ente. Ahora bien, también
creo que to da unidad sindical a la
que no se llegue voluntariam ente por
los trabajadores partiendo de la exis­
te ncia previa de unas libertades de­
m ocráticas será una im posición fas­
cista o social-fascista, según de
donde provenga. Los ejem plos los
tenem os claros: España (C. N. S.) y
Portugal.
En estos m om entos asistim os en este
pobre país a dos m aniobras que yo me
temo que ambas van a traernos como
resultado - privar a los trabajadores
de la libertad necesaria para llegar a
una verdadera unidad sindical. El con­
greso vertícalista de M artin Villa y el
congreso „p a ra le lo “ de CC. 0 0 . Del
prim ero no m erece la pena ni hablar.
Del segundo sí, porque yo creo que sí
ese congreso se celebra en las actua­
les circunstancias nos va a llevar a
una unidad im puesta desde arriba que
estará co ntrola da por el PCE y que
por, esta razón será rechazada por
los trabajadores que no com partim os
su línea política.
El problem a es grave y creo que no
estaría de más que lo trataran en
su revista. Hacen mucha falta orienta­
ciones serias.
■
F. A. C. — M adrid
Hasta la burguesía
las denuncia
La tragedia del pueblo chileno con­
firm a la ju sticia ind iscutible de los
citados com entarios. Es significativo,
tam bién, que bajo la presión de los
hechos a diario palpables, hasta la
burguesía se ve obligada a reconocer
— a veces —, el daño que ocasionan
a los pueblos las empresas m ultinacio­
nales.
Tom emos por ejem plo el libro „Los
EE.UU. y C hile “ del sociólogo norte­
americano, Petras, y del científico
australiano, Morlís. En la publicación
se señala que el ejem plo de Chile
revela toda la variedad de los métodos
a que recurre el Estado Im perialista
para apoyar y abrigar a las grandes
compañías internacionales. A esto,
hay que sum arle lo que es su esencia:
las portadoras de la política de las
naciones im perialistas.
Después de todo lo afirm ado está
más claro que el agua la im portancia
que tuvo la sesión de la Com isión
Intergubernam ental de la ONU de
C orporaciones M ultinacionales cele­
brada en Lima.
Los participantes de las reuniones
— que duraron dos semanas - , apro­
baron el C ódigo de CONDUCTA para
la cofradía m onopólica. Este C ódigo
de C onducta está llam ado a poner
coto a las actividades hasta ahora
incontroladas de los gigantes finan­
cieros e industriales internacionales.
El m inistro de Relaciones Exteriores
de la Revolución Peruana, Miguel
Angel de la Flor, indicó al c o n c lu ir la
asamblea que „e l C ódigo debe ser
no sim plem ente una declaración llena
de buenos deseos, si no una ley
cuyas cláusulas son obligatorias para
las C orporaciones transnacionales“ .
Los latinoam ericanos, los chilenos,
esperamos que así s e a . . .
■
A riosto M üller
CHICO
yA
Presos políticos
Quiero contestar a algunos puntos de
la carta del señor A. R. de Dörentrup,
aparecida en el número 66 de la
revista.
Dice el Sr. A. R. que ve justo luchar
por los presos políticos, pero no el
reincorporarlos a los mismos puestos.
En mi opinión, ésto es absurdo, por­
que ningún preso político español pide
que le den ningún puesto de M inistro.
Lo que si piden es ser reincorporados
a sus puestos de trabajo, lo cual, por
desgracia, todavía no lo hemos con­
seguido.
Nos pone Vd. en guardia contra los
oportunistas que están al acecho,
com o los vam piros franquistas y
com unistas. Pues sí, muy bien por esa
advertencia. Tam bién hay que tener
cuidado con esos que en nom bre de
la „P a tria " y de „C ris to “ , apalean a los
abogados, a los estudiantes, a los
sacerdotes y a los socialistas que
quieren rendir hom enaje a su funda­
d o r Pablo Iglesias.
Pero el Sr. Sánchez M ontero es co­
m unista y fue detenido y m ultado
recientem ente con un m illón de pese­
tas y yo no sé que fuera por com eter
ningún acto de vam pirism o.
Tam bién se lam enta de que los
com unistas se llevaran el oro a Rusia.
Pues sí, es lamentable, pero, estando
el oro en Rusia quizás un día no muy
lejano pueda volver a España, pues
de haberse quedado en el país ya
estaría a estas horas en los bancos
suizos, donde van a parar a la larga
las divisas que enviamos los em igran­
tes.
No rechacemos a nadie, nada más
que a quienes quieren m antenernos
bajo su bota.
■
J. P. — W erm elskirchen
S
U
Carta de los lectores
2
Carta al lector
4
ESPAÑA
M ientras llega la reforma pactada
o la ruptura negociada
5
Ante el tribunal de exámenes
10
Visitó Argel la Oposición española
13
M
A
R
I
O
¿Reforma o ruptura? Un problem a de
poder político, de representatividad
política. Ya apenas se habla de
cambio en las estructuras. Pero
cuando el pueblo protesta indignado
contra el nuevo papel de espectador
que se le ha asignado, por unos y
otros, los azules intensifican su acción
y no dudan en lanzar sus ¡ras repre­
sivas contra quienes pretenden expo­
ner de algún modo sus propias opinio ­
nes (pág. 5).
El P. S. O. E. integrador del
socialism o en España
Un nuevo deporte: a) se crea un „p a r­
tid o “ socialista; b) se lamenta de que
el socialism o está dividido y c) se
ofrece uno mismo como salvador
reunificador. A este respecto y desde
M éxico, Manuel González Bastante,
enjuicia las declaraciones hechas por
el profesor español, Enrique Tierno
Galván, durante su viaje por tierras
americanas (pág. 14).
Reportaje gráfico
Parlamento Europeo y España
El gran Búnker:
Televisión española
SAHARA
La voluntad del pueblo
COMUNIDAD EUROPEA
La Europa de los ciudadanos
38
RUSIA
Presos políticos
URUGUAY
El éxodo de los jóvenes
Torturas bestiales
CHILE
¿Pinochet en crisis?
Hechos y personajes
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
40
Durante los días 15, 16, 17 y 18 de
Abril de 1976 la Unión General de
T rabajadores de España ha celebrado
su XXX Congreso O rdinario en la ca­
pital del Estado español.
Habían pasado 44 años desde que se
había celebrado el últim o en España
y para muchos de los delegados era
la prim era vez que asistían a un con­
greso sindical dem ocrático. Sobre este
congreso mucho se va a e scribir;
en este número sólo presentamos un
reportaje gráfico. En la foto Nicolás
Redondo, reelegido Secretario Gene­
ral, con Hans M atthöfer, M inistro
federal de la RFA (pág. 22).
Después de ver la TV española, pro­
piedad del Estado, habría que pre­
guntarse ¿quién gobierna en España?,
porque el G obierno marcha por un
lado y la TV por otro. Hasta que punto
se llega en esa dualidad de caminos,
lo prueba que incluso se prohíban pro­
gramas donde aparece el propio
M inistro español de Asuntos Exterio­
res, program a que estaba previsto
para el 27 de Marzo de 1976. La TV
ha sido y es un instrum ento al ser­
vicio de la propaganda más retrógada
y alienante orientación política vertida
desde el poder (pág. 30).
3
C A R TA AL LECTO R
Querido lector:
REVISTA DE INFORMACION
NR. 68, Mayo 1976
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„E xprés Español" no está obligado
a p u b lica r todas las cartas que re­
ciba para la sección de „C artas de
los le cto res". Tam bién se reserva
el derecho de p u b lica r un extracto
de las mismas, respetando el sen­
tido.
Fotos: Andrés Sorel — Archivo E. E .—
Juan M. Castro — Juan
G allego — Prensa Latina Volhart M üller — DPA —
Cuadernos para el Diálogo
Colaboran: Andrés Sorel — Prensa
Latina — Manuel Gonzá­
lez Bastante - A. M üller
4
La Unión General de Trabajadores de
España, que reúne en su seno a los
sindicatos de las distintas ramas
industriales, fue creada por un grupo
de trabajadores encabezados por
Pablo Iglesias, hace ya casi 100 años.
En M adrid y del 15 al 18 de abril ppdo.,
la U .G .T. ha celebrado su XXX Con­
greso O rdinario. La presencia de más
de 500 delegados y 400 invitados,
llegados de los puntos más distantes
de la geografía española, como tam ­
bién de las Secciones en el extranjero,
era la garantía de la vivencia y pujan­
za de la U. G .T.; su influencia y reco­
nocim iento internacional lo confirm a­
ban la presencia de más de setenta
delegados extranjeros, representando
el m ovim iento sindical dem ocrático.
La celebración del XXX Congreso de
la U .G .T. no ha sido una graciosa
concesión de quienes detentan los
órganos de poder, sino el derecho
irrenunciable que tiene la clase obrera
para reunirse y establecer sus o b je ti­
vos y m étodos de lucha, sin dem agó­
gicas concesiones al izquierdism o de
galería, ni supeditaciones a sus ene­
migos de clase.
Por
Carlos
Pardo
está por razones obvias alejada de
cualquier tipo de organización dem o­
crática, solamente som etida a la
organización oficial impuesta por
decreto. Ahora es de dom inio público
la existencia de la Unión General de
Trabajadores como organización sin­
dical dem ocrática y unitaria, donde
todos los trabajadores españoles, sea
cual sea su ideología política o con­
fesional, tienen un lugar con arreglo
a unos estatutos y normas discutidas
y aprobadas dem ocráticam ente por
los delegados.
Transformación
Comprobado
Todo ello pudo ser am pliam ente com ­
probado por los innum erables repre­
sentantes de los m edios nacionales e
internacionales de inform ación. Ellos
han sido los m ejores testigos de los
principios dem ocráticos que han pre­
sidido este XXX Congreso de la U.G.T.
Los periodistas han podido también
alcanzar nuevos límites en su dura
batalla por la libertad de expresión e
inform ación, en la m edida que sus
crónicas reflejaban la marcha diaria
del Congreso, reproduciendo lo que
en la sala del Congreso se iba dicie n ­
do, por ejem plo las palabras del
Secretario General afirm ando: „es pre­
cisam ente nuestra actividad ininte­
rrum pida todos estos años, junto con
la presión incansable e jercida por la
clase trabajadora para la reconquista
de sus derechos más elementales, las
que hoy permiten que este XXX Con­
greso de la U .G .T . se celebre en
M adrid ..
Pero este Congreso no sólo ha sido
el Congreso de la U .G .T., sino que
hay que considerarlo com o un servi­
cio y reconocim iento a toda la clase
trabajadora, cuya inmensa mayoría
Precisamente por ser un sindicato
dem ocrático, la U .G .T . lucha por la
transform ación de la sociedad bur­
guesa en una sociedad socialista y
para ello sabe que es necesario con­
tar con la colaboración de un partido
político que tenga los mismos in­
tereses y objetivos, y este partido es
el Partido Socialista Obrero Español.
Por ello fue invitado a d irig ir un
saludo al Congreso Felipe González,
Secretario General del P .S .O .E ., fue
el que transm itió el saludo de su
partido recordando, entre otras cosas,
que: „D urante cuarenta años, el Par­
tido Socialista y la U .G .T., y sobre
todo ésta, han luchado por un sindi­
calism o libre dentro de una sociedad
libre, como instrum ento para m ovilizar
a la clase trabajadora, a los sec­
tores populares en la construcción de
una alternativa global frente a la
dictadura y a la sociedad capitalista."
Con las palabras de un periódico
español podem os ce rrar esta carta:
„Es evidente que la U .G .T . ha vivido
una fecha histórica y hay que tener
en cuenta que fue la pionera de las
luchas sociales. El futuro nos dirá, sin
duda, el papel que ha de desem peñar."
■
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
España
Madrid. Crónica Política.
MIENTRAS LLEGA LA REFORMA
PACTADA O LA RUPTURA NEGOCIDA.
Más parece a veces un problema
sem ántico que una cuestión de fondo.
Y sin embargo llena cientos de de­
claraciones, discursos, textos políti­
cos. ¿Reforma o ruptura? Un problem a
de poder político, de representatividad política. Ya apenas se habla de
cam bio en las estructuras. Nadie
parece plantear el problem a M onar­
quía o República. El campo de juego
se ha deslindado con vallas: a un
lado, en las gradas, los espectadores,
el pueblo. En el terreno los jugadores,
los políticos. El equipo azul se debate
entre el continuism o o la reforma. El
equipo rojo entre la reforma o la
ruptura. Los espectadores empiezan a
cansarse. Y los jugadores, a fuerza
de co rrer horas, semanas, meses ya
tras el mismo balón, sin que se vean
los frutos, comienzan a destintar sus
camisetas, a deb ilita r los colores de
las mismas. Al final es posible que
sólo quede un parecido uniform e
am arillo más o menos deslucido o
brillante.
Sólo que en ocasiones los especta­
dores protestan airados del papel que
se les ha asignado, y entonces sí, los
azules intensifican su unión, olvidan
el campo de juego, y no dudan en
e strellar sus ¡ras represivas contra
quienes pretenden invadir el campo.
Y m ientras llega la reforma pactada o
la ruptura negociada . . .
sobre sus problemas. Su problem a es
el hambre. Sim plemente hambre. No
tienen trabajo. Desde hace meses.
Y tienen hambre. Hambre en la desa­
rrollada España. Dem agógica hambre,
tan m olesta palabra para quienes aun­
que se declaren de izquierda, prefieren
creer que esas son historias ya viejas.
Los reyes no estuvieron en Málaga.
Si en Sevilla. Sólo que a Sevilla lle­
garon tam bién un día después de
otra m anifestación — esta vez a la
demanda de trabajo se unía la de
amnistía — disuelta a tiros y gases.
Andalucía: más de 250.000 parados.
40 % del total del país. En la cons­
trucción, no menos de 100.000. Apenas
se distinguían banderas regionalistas
en las imágenes oficiales ofrecidas
por las cámaras de TV. Alcaldes lati­
fundistas, señoritos desprovistos de
preocupaciones por los problem as de
su tierra a lo largo de su nefasta
función ejecutiva, siem pre nom bra­
dos a dedo, siem pre vueltos de espal­
das a sus pueblos, daban ahora una
imagen falsa y oportunista al pedir
trabajo pan y justicia para Andalucía.
La justicia, el pan y el trabajo, co­
mienzan, han de com enzar por su
propia destitución, por la dem ocrati-
Por
Andrés
Sorel
zación de las gestiones adm in istrati­
vas, y después por la reforma econó­
mica, elim inando el latifundio, racio­
nalizando el campo, empleando los
capitales creados en la región, envia­
dos por los emigrantes, en desarrollar
la misma.
Córdoba: solo en Palma del Río,
45.000 parados. Y, no pudo por me­
nos de subrayarlo el C oncejal Rafael
González, hambre en los pueblos. Los
reyes no siem pre sonreían. Parte del
pueblo, en su mera función de aliena­
ción coyuntural, gritaba, aplaudía . . .
Ya los Reyes no están en Andalucía.
Andalucía sigue con sus problemas.
¿Medidas coyunturales de un Consejo
de M inistros? Muchas ya son viejas,
planes de pasados años. Es posible
que parcialm ente, se m itigue algo el
paro. Las soluciones, para la región,
deben ser más profundas, de largo
alcance. Necesitarían transform acio­
nes políticas y económ icas que no
pueden, sin duda, tomarse en el mar­
co del actual Gobierno. El Instituto de
Los Reyes en Andalucía
Málaga cuenta un mínimo de 60.000
parados. En protesta, exigiendo tra ­
bajo, decenas de miles de malagueños
ocuparon las calles de su ciudad,
obteniendo, por toda contestación,
palos, bombas de humo y detencio­
nes. No. Los Reyes de España no
presenciaron estas m anifestaciones.
„Más trabajo y menos policías.“
„Málaga con Vitoria“ rezaban pancar­
tas. TV no ofrecería esas imágenes
en sus exhaustivos reportajes sobre
Andalucía, la occidental Andalucía
visitada por los Reyes. En la iglesia
Dulce Nombre de María madrileña,
cinco parados m alagueños llamarían
la atención de la opinión pública
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
„Más trabajo y menos policías“. En protesta miles de m alagueños ocuparon
las calles de su ciudad, obteniendo, por toda contestación palos, bombas de
mano y detenciones.
Lo que no vió el Rey en Andalucía: 250.000 parados, hambre en el pueblo,
hambre en Málaga.
Desarrollo Regional andaluz, ha infor­
mado, sobre el Plan C oyuntural del
Consejo de M inistros celebrado en
Andalucía, que: „Resulta significativo
que se incluya en el Plan aprobado
para 1976, obras que ya estaban in­
cluidas en el programa de obras de
Andalucía y Extremadura de junio de
1975, para contratarse en 1975“,
pidiendo que se aclare si el crédito
extraordinario de 8 mil m illones de
pesetas, es para obras nuevas o in­
cluyen ya las financiaciones aproba­
das en el program a del pasado año,
incluso en el III Plan de Desarrollo.
Congresos
Alianzas
Regresos esperpénticos
Sin duda, el congreso de la UGT, del
que se inform a en otro lugar, ha sido
el acontecim iento del mes. Por cuanto
6
supone, significa y puede llevar apare­
jado. Vamos a hablar aquí de otras
significativas reuniones tenidas en los
últim os 30 dias, precedidas a las va­
caciones de Semana Santa.
Tal es la form ación de la Plataforma
U nitaria de Juventudes de Madrid
com puesta por las siguientes siglas:
Juventudes Socialistas (P. S. O. E.),
Unión de Juventudes Comunistas
(P. C.), M ovim iento de Juventudes
Com unistas (M. C. E.), Joven Guardia
Roja (P. T.), Unión de Juventudes
Maoistas (ORT), de difícil evaluación
dada la clandestinidad en que dichas
siglas se mueven. En la moda del
retrato y la proyección pública, sí
aparecieron a la luz sus responsables.
Aparecieron y desaparecieron pronto,
que para eso están vigilantes la DGS
y el TOP.
Y llegó el acuerdo: se ha constituido
la Platajunta, como periodísticam ente
se la conoce C oordinación Dem ocrá­
tica es la suma del PCE y sus etc.
aglutinados en torno a la Junta De­
m ocrática, y PSOE y sus adheridos
(Plataforma de Convergencia Demo­
crática). No se ha hecho pública el
com unicado. Su párrafo más sign ifi­
cativo puede ser este, el que pro­
pugna: „la ruptura democrática me­
diante la apertura de un proceso
constituyente que conduzca a través
de una consulta popular por sufragio
universal a una decisión sobre la
forma de Estado y de Gobierno“.
En la Platajunta, las siglas son
abundantes.
Reseñémoslas:
P. C.;
CC. OO.; Partido carlista; Partido socialdem ócrata (uno de los varios exis­
tentes); P. T.; Izquierda D em ocrática;
Grupo Independiente (es decir: Rafael
Calvo Serer García Trevijano y . . . ) ;
P.S. O. E.; UGT; M ovim iento Comu­
nista;
P.D. P.;
P. S. P.;
USDE . . .
¿Cuántos son ellos, hasta dónde
pueden cam inar juntos en esta lucha
por la instauración de la dem ocracia
en España? Solo el tiem po de la luz
(pública, de los partidos sin máscaras,
(de los debates abiertos, de la prensa
libre, de las reuniones y organizacio­
nes verificadas, de la dem ocracia no
tutelada ni m anipulada enfín, podrá
significarlo. C onstituida el 29 de
marzo, no llegaría a hacer pública su
existencia. La policía detendría en el
despacho del abogado Antonio García
Trevijano a M arcelino Camacho, Nazarío Aguado, D orronsoro, Morodo y
Solana. 4 detenidos restan al escribir
estas líneas: Trevijano, Camacho,
Aguado y D orronsoro. A ellos se les
unirían, por dos meses e impago de
m ulta gubernativa, quienes desde el
hotel Palace de M adrid contem pla­
ban (o no) la m anifestación convo­
cada — anulada, celebrada — no cele­
brada del día 3 de abril: Ramón
Tamames, Juan Antonio
Bardem,
Eugenio Triana, Enrique Curiel u
otros de menos „n o m b re “ , todos de
tendencia com unista. En Yeserías la
abogado Francisca Sauquillo, más a
la izquierda.
C ristianos de Gil Robles, cristianos
de Ruiz Jiménez, discuten, se unen,
se separan, se federan, luchan en la
som bra-luz de esta insólita situación
que vive la política española donde
se pasa de la autorización a la cárcel,
de la negación al hecho consumado.
No fué autorizada la m anifestación,
de los combatientes. Sí se celebró
la II Asam blea Nacional de la Con­
federación Nacional de Com batientes
(antiguos ex-com batientes). Inm utabili­
dad de los Principios Fundamentales.
Y Girón en el monte: sim bólico, claro:
ni se m olesta en acudir a las reunio­
nes conjuntas de Gobierno-Consejo
Nacional que, dicen, preparan la re­
form a constitucional, y cuyo secretismo hace a los españoles quedar a la
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Por prim era vez se presentó ante la prensa el Comité de C oordinación de la Junta D em ocrática y Plataform a de
Convergencia.
luna de cuanto en ellas se trata.
Autorizado fué igualm ente el mitin de
Blas Piñar en Madrid. Sus gritos cono­
cidos y destacados: „Ni amnistía ni
perdón; ETA y Fraga al paredón.“
Era el dom ingo 28 de enero. Camisas
azules y cruces gamadas. Todo auto ri­
zado. Como en los m ejores-peores
tiempos. Blas Piñar. Franco. Bunker.
Luis Valero Bermejo que grita: „No
queremos pelea, pero la tendrán si la
quieren.“ Continuaban gritando: „Go­
bierno dimisión.“ „Dinamita para la
Universidad.“ El G obierno autorizando
la dinam ita contra él vertida (sim bóli­
camente, quede claro). A los manifes­
tantes que pedían el paredón para
Fraga, les escoltaban, dicen las infor­
maciones, jeeps de la policía que
suponemos obedecen, debieran obe­
decer, las órdenes de Fraga.
lo recuerda, cuando siendo em bajador
en Londres propugnó, acertadamente,
como im prescindible la reforma s in d i­
cal, las palabras descom puestas con
que le atajó Martín Sanz: „Esta casa
es nuestra y habrá que sacarnos por
las armas.“
Para consolidar el Bunker, en abierto
desafío a los reformistas no se duda
en reforzar los m iem bros integrístas
de los integristas organism os que
tutelan y supervisan la tan anunciada
y nunca llegada reforma. En la O rgani­
zación Sindical, rom piendo la cos­
tum bre de que su Secretario General
represente a la misma en el Consejo
del Reino, y dado que Socias Humbert,
el actual Secretario no da la talla
ultra exigida por el bunkersindicalismo, se designa al dueño de la em­
presa concesionaria de las basuras
del Ayuntam iento, Presidente del Sin­
dicato del Olivo, conocido m illonario
y retrógrado integral — por cuanto
declara en público o por e scrito —
Dionisio M artin Sanz, de 67 años para
que sea el representado en dicho
Consejo. Recuerde Fraga, de seguro
V para los 40 consejeros vitalicios, el
Senado ultraazul, otro azulultra que
espera ser, convertirse, en el mayor
capitán de los defensores del Bunker:
Gonzalo Fernández de la Mora.
Y vuelven. Qué trágica, grotesca vuelta
la de este e jército de sombras, hom ­
bres del pasado que arrastran su
pasada derrota por una España que
no les dejó vivir: Llopis, Abad de
Santiilán, Salvador de M adariaga . . .
El últim o llegado: Sánchez Albornoz.
Autorizados para gritar: „Ni amnistía ni perdón; ETA y Fraga al paredón.“ Fueron escoltados por la policía del M inistro
tan duram ente sentenciado.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
7
Cam bios m ilitares, sin poder asegurar la pasividad de los ultraazules. Son muchos los com prom etidos con la ultraderecha,
aunque ahora se posibilite a los m ilitares reform istas a dar un paso adelante.
Los cambios militares
Fueron importantes. Dicen que ellos
aguantaron la crisis de m inistros, in­
cluso una nueva dim isión de Arias. El
Arias que vuelve a hablar al país.
Indudablemente, sin cam bios m ilita­
res, sin seguridad en los puestos res­
ponsables del
Ejército, im posible
transform ar las estructuras franquis­
tas, asegurar la pasividad de los
ultraazules. Ahora el e quilibrio parece
mayor. Ganan los m oderados, es de­
cir, se p osibilita a los reform istas
para dar un paso adelante. Ahora o
nunca, podríam os decir. Ahora, antes
de que sea, para ellos, dem asiado
tarde.
Estos son sus nom bres:
Teniente General José Vega Rodrí­
guez, ex-capitán de la guardia civil,
pasa a ser el Capitán de la Primera
Región M ilitar, y por tanto a situarse
en un puesto estratégico. No olvide­
mos que en ella se encuentra la
División Acorazada, punto de fricció n
siem pre dada su tendencia franquista
y ultraderechista, como
potencial
amenaza a cualquier intento de re­
form a del Régimen . . .
Teniente General Gutiérrez Mellado,
ascendido para poder ocupar este
puesto, ex-com andante General de
Ceuta, pasa a d irig ir la VII Región
8
M ilitar, radicada en Valladolid. Se
habla de él como de un hombre fuerte,
profesional, pero nada ultra, capaz
de separar e jé rcito de polítíca, tal
como hasta ahora no venía sucedien­
do, y de buscar una independencia al
mismo que posibilite asegurar el paso
hacia la dem ocratización del país.
Teniente General Felipe Galarza, pasa
a ocupar la Jefatura del Estado Mayor
del Aire.
Teniente General Francisco Coloma
Gallegos, hasta ahora en la I Región,
pasa a hacerse cargo de la IV Región,
Cataluña. Hombre adscrito a Juan
Carlos, y de absoluta obediencia
m onárquica.
Es decir puestos claves, para quienes
desde el poder intentan reformar
unas Instituciones, sin que tengan
que vérselas a tiros con, hoy por hoy,
sus más absolutos enem igos: la ultraderecha franquista, la vieja clase polí­
tica, que ya no económ ica, celosa de
sus privilegios que no está dispuesta
a perderlo. En cuanto a la derecha
económ ica, el m oderno capitalism o
español que no cesa de m ostrar su
disconform idad con la actual situa­
ción política, retayéndose bien sea
en la inversiones, bien sea en la bolsa,
no desearía otra cosa que ver ase­
gurada una reforma sin ruptura, sin
cam bios estructurales y que abriera
el cam ino de acercam iento, auténtico,
hacia la Europa capitalista y dem o­
crática.
Porque el tiem po nos devora. Y en
cualquier momento, como en Vitoria,
puede estallar la tragedia. Hubo una
frustrada fuga de presos de la cárcel
de Segovia. Hubo un asesinato en la
persona de un industrial vasco. Hubo
varios muertos por disparos de una
nerviosa guardia civil. Hubo más de
cién detenidos vascos. Hubo un Aberri
Eguna frustrado, aunque corriera la
sangre del pueblo en él. Hubo otro
guardia civil muerto. Hay mucha, de­
masiada tensión en Euskadi, para que
no se com prenda que a tiros es im­
posible devolver la paz a la Patria
Vasca. A llí no se juega con reformas
o rupturas: allí se precisan hechos,
hechos que tengan en cuenta las
razones de un pueblo. Pueblo que sin
derechos no puede tener paz. La
chispa puede saltar mañana — que el
hambre y el desempleo aprietan - en
Andalucía. O en Extremadura. Pón­
ganse de acuerdo de una vez. Ter­
minen las reformas o las rupturas de
delim itar los campos. Y com iencen a
resolverse los problemas, los auténti­
cos problemas, de los pueblos de
España. Estos, unas veces en silen­
cio, otras a costa de su sangre, lo
exigen. Antes de que, nuevamente,
vuelva a ser dem asiado tarde.
■
M adrid, 20 de abril 1976
Andrés Sorel
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
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España ante el tribunal de exámenes
TEMA: LA DEMOCRATIZACION
Es necesario hallar una respuesta para poner fin a una
situación „insatisfactoria“ desde el punto de vista jurídico y
económico
Probablemente, están a punto de
escribirse las prim eras líneas de un
nuevo capítulo en la historia de las
relaciones entre la Com unidad Euro­
pea y España. Pero nadie puede de­
c ir hoy, con certeza, en qué consis­
tirán y cuáles serán sus consecuen­
cias. Por ahora, los Nueve se han
ceñido a tom ar nota de la existencia,
en España, de cierta evolución. El
20 de enero pasado, en Bruselas, el
Consejo de M inistros de Asuntos
Exteriores de la C. E. E. ha com pro­
bado que „la situación actual ya no
prohibía la reanudación de los con­
tactos con España en lo que se re­
fiere a las negociaciones interrum pi­
das el mes de octubre pasado“ .
N egociaciones que — fuerza es recor­
darlo — tenían por objeto la celebra­
ción de un acuerdo de libre com ercio
y cooperación en el marco de la
política „g lo b a l“ m editerránea, en el
mismo concepto que los acuerdos ya
celebrados con Israel, M alta y los
tres países del Mogreb.
interlocutores sobre el proceso inicia ­
do en su país. En realidad, hubo que
esperar a la conferencia de prensa
que díó en la capital belga al final de
su estancia en la misma para ver
esbozarse ciertos proyectos.
Una fase de reflexión
Democracia a la española: en vez de
votos, palmitas.
¿Para cuando las
negociaciones?
El M inistro de Asuntos Exteriores de
España no se ha pronunciado form al­
mente, con tal motivo, sobre las
intenciones del gobierno de Madrid,
habiendo incluso precisado que el
mismo esperaría a que term inase su
gira por las capitales europeas para
ver más claro. El jefe de la diplom a­
cia española ha visitado ya a sus
colegas francés, alemán, luxem bur­
gués, belga, irlandés y neerlandés,
Copenhague, Roma y Londres.
Solamente en ese momento podrá el
gobierno español decir - indicó el Sr.
Areilza — cuándo y cómo estima que
se pondrán in icia r las negociaciones
sobre las „re lacion es institucionales“
entre España y la Comunidad Euro­
pea. El conde de M otrico se expresó,
sin embargo, con algo más de pre­
cisión al indicar que, a su modo de
ver, la facha probable de ingreso de
su país en la Com unidad como miem­
bro de pleno derecho parecía situarse
en 1980, añadiendo, en respuesta a
las numerosas preguntas que se le
form ularon, algunas precisiones que,
no por no co nstitu ir un program a
resultan menos interesantes: Sí, Es­
paña ha alcanzado un nivel econó­
m ico suficiente para form ar tal pro­
yecto, dado que es ya la décima
potencia industrial del mundo - lo
España no ha dado aún respuesta
o ficial a dicha invitación, pareciendo
hallarse, en este momento, en la fase
de reflexión. Y, en gran parte, para
alim entar tal reflexión, es por lo que
el M inistro de Asuntos Exteriores de
España, José María de Areilza, Conde
de M otrico, ha em prendido una gira
por las capitales de la Europa de los
Nueve. El 17 de febrero pasado, el jefe
de la diplom acia española realizó, en
Bruselas, una trip le visita, habiéndose
reunido con Joseph Luns, Secretario
General de la OTAN, con Renaat Van
Elslande, su hom ólogo belga y tam ­
bién con Franpoís Xavier O rtoli, Presi­
dente de la Com isión Europea y con
Sir C hrístopher Soames, Vicepresi­
dente del ejecutivo com unitario en­
cargado de las relaciones exteriores
de la Comunidad.
Poco es lo que se sabe acerca de ta ­
les conversaciones, pero el propio Sr.
Areilza ha dicho que no había form u­
lado petición alguna, lim itándose a
presentar el program a de reforma
dem ocrática de su gobierno y a infor­
marse acerca de la opinión de sus
fltA J
l
10
SZ-Zeichnung: Murschetz
EXPRÉS ESPAÑOL / Mayo 1976
que confirm a el Club de Roma, dado
que su presidente, Aurelio Peccei
declaró en Madrid, donde asistía a las
Jornadas Internacionales sobre Inves­
tigaciones Agrícolas, que „no existe
problem a de índole económ ica“ para
la integración de España en la
C. E. E.
quedan, sin duda, proble­
mas pendientes, pero no serán más
insuperables que los que otras adhe­
siones plantearon en el pasado; cierto
que las negociaciones serán, verosí­
milmente, bastante largas, pero si
debe haber un periodo de transición,
el mismo deberá desenvolverse des­
pués de la adhesión y no antes.
Una democracia
„a lo occidental“
En labios del jefe de la diplom acia
española, no se trataba más que de
simples esbozos de futuro. El gobier­
no de Madrid no ha form ulado, hasta
ahora, solicitud alguna ni propuesto
ningún calendario. Los Nueve, por su
parte, se atienen a la „a p e rtu ra “ que
hicieron el mes de enero pasado,
debiendo considerarse tal „apertura"
como dotada de sentido propio.
Declararse oficialm ente a favor de la
reanudación de las negociaciones
que, tam bién oficialm ente, se decidió
interrum pir tres meses antes significa,
sin lugar a dudas, el reconocim iento
de facto de la evolución de las institu­
ciones y de la p ráctica política espa­
ñolas hacia una form a de dem ocracia
,,a la o c c id e n ta l“ . Pero salta a la
vista que los Nueve esperan ahora
signos más tangibles antes de seguir
más adelante. Quizá baste, para ilus­
tra r tal postura, con recordar lo dicho
por Sir C hristopher Soames ante el
Parlamento Europeo e M 1 de febrero:
„Se trata, en prim er lugar, de reanu­
dar, con España, negociaciones de
índole estrictam ente com ercial. Si
bien resulta oportuno reanudar tales
negociaciones en la m edida en que
la evolución sigue el camino de la
dem ocratización, no se trata, en abso­
luto, de entablar, con M adrid, nego­
ciaciones de
índole
institucional.
Solamente tras haber juzgado el
modo como dicho país evoluciona en
el sentido de una genuina dem ocra­
cia, podrán establecerse relaciones
estrechas entre la Comunidad y Es­
paña, pero resulta aún prem aturo
pronunciarse sobre la am plitud del
proceso que se ha inicia d o .“
C iertos Estados m iem bros parecen ya
ampliam ente convencidos por las pre­
cisiones que les ha dado el conde de
M otrico en el transcurso de su periplo. Cabe citar, al respecto, la reac­
ción de Max Van der Stoel, M inistro
de Asuntos Exteriores de los Países
Bajos - país que goza fama de rigu­
roso en m ateria de p rincipios dem o­
cráticos — quien, al finalizar las con­
versaciones que celebró en La Haya
con el conde de M otrico, expresó su
convición de que las autoridades
españolas tomaban seriam ente en
consideración la instauración de re­
form as institucionales conducentes
a la dem ocratización de España.
Examen atentivo
de la situación
Estamos, pues, en una fase de espera,
sobre todo en lo que respecta a los
responsables de la Com unidad Euro­
pea que tienen la vista vuelta hacía
España. Cada declaración, cada de­
cisión, cada proyecto, cada aconte­
cim iento, sea su alcance grande o
pequeño, es objeto de examen, de
interpretación, de justiprecio antes de
pasar a añadirse al platillo de la ba­
lanza, la que se soltará el día en que
las autoridades m adrileñas inicien
sus gestiones ante las instituciones
com unitarias. La respuesta dependerá
del lado de que se incline el platillo.
Por ahora, los responsables com uni­
tarios se guardan, en apariencia y en
la m edida de lo posible, de form ular
un c riterio oficial, abriendo sus puer­
tas a todos los interlocutores. Así
tenemos, por ejem plo, que Felipe Gon­
zalez. Primer Secretario del Partido
S ocialista Obrero Español, celebró, el
10 de febrero pasado, conversaciones
con
varios
Com isarios
europeos
C hristopher Soames, Sim onet y
S pinelli —, a quienes expuso el pare­
cer de su partido sobre las „c o n d i­
ciones m ínim as“ que se deben reunir
previam ente a cualquier acercam iento
entre España y la C. E. E.
M ientras el Conde de M otrico expresa su convicción de que en España se toman en serio las reformas dem ocratizadoras,
la policía sigue disolviendo manifestaciones.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
11
Un trabajador español en Alemania, en espera de que España ingrese en el M ercado Común. ¿Antes de 1980?
Y antes y después de él, dirigentes de
otros partidos y organizaciones se han
entrevistado con diferentes miembros
de la Com ision Europea con el mismo
objeto.
Si se halla planteada la problem ática
del futuro de las relaciones entre
España y la C. E. E. allende el hori­
zonte 1980, cabe, quizá, interrogarse
sobre la Índole de los lazos que van
a unir a ambas partes en el interregno.
La situación actual — sí cabe con­
siderarla com o un paréntesis de la
historia — no sigue siendo menos
„in sa tisfa cto ria “ en el plano juríd ico
y económ ico. Cabe recordar, al efecto,
12
que el acuerdo com ercial preferente
firm ado el 29 de junio de 1970 en
Luxemburgo y que sigue vigente, no
vincula a España más que con los seis
países fundadores de la Com unidad,
sin que se haya „exte n d id o " a los tres
nuevos Estados m iem bros de la
C. E. E., a saber, el Reino Unido,
Irlanda y Dinamarca.
¿Un simple reajuste
„técnico“?
El nuevo acuerdo de com ercio y
cooperación económ ica que debía
sancionar las negociaciones abiertas
al día siguiente de la am pliación del
Mercado Común debía, entre otras
cosas, paliar tal carencia. Todo lleva
a pensar, en particular las d eclaracio­
nes hechas a la prensa por el conde
de M otrico, que España abriga hoy el
propósito de proceder, en la perspec­
tiva de una posible adhésion, a un
sim ple reajuste „té c n ic o “ del acuerdo
de 1970 y, por consiguiente, a aban­
donar el cam ino que em prendieron,
tanto la CEE como dicho país, desde
la am pliación de la Com unidad. Incluso
antes del ingreso del Reino Unido, de
Irlanda y de Dinamarca en el Mercado
Común, ya se trató de un simple
reajuste técnico, habiéndose abando­
nado el proyecto para tener en cuenta
las realidades económ icas y políticas
del momento. Las realidades econó­
micas se hallaban constituidas, en
gran parte, por la especificidad de
las relaciones com erciales y, en té r­
minos más generales, entre España y
el Reino Unido, a la que no respon­
día de modo com pletam ente satisfac­
torio el acuerdo de 1970. Las realida­
des políticas se hallaban constituidas
por los nuevos vínculos contractuales
que se establecían con los países
m iem bros de la Asociación Europea
de Libre Intercam bio, de la que form a
parte Portugal, creando, en particular,
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
El acuerdo com ercial de España con la C. E. E. sigue vigente, pero sin extenderse.
un libre intercam bio industrial con
dichos países, cuando el régimen
político español de la época constituía,
para la Comunidad, un obstáculo para
cualquier acercam iento especifico en­
tre la C. E. E. y España. De ahí surgió,
esencialm ente, la idea de una política
m editerránea „g lo b a l“ , destinada a
regir las relaciones de la Comunidad
con el conjunto de países ribereños
del M editerráneo en form a de mayor
interdependencia económ ica, pero sin
ninguna repercusión institucional. En
el marco de ese nuevo enfoque de las
relaciones C. E. E.-M editerráneo fué
donde se entablaron las negociaci­
ones entre la Com unidad y España,
negociaciones que, como es harto
sabido, se interrum pieron, por razones
exclusivam ente políticas, en octubre
de 1975.
Una situación
„insatisfactoria“
Adaptación té cnica del acuerdo de
1970 o reanudación de las negocia­
ciones destinadas a llevar a la cele­
bración de un nuevo acuerdo „g lo b a l“ :
tal es la cuestión que se plantea. Cues­
tión a la que ni España ni los Nueve
han dado respuesta. Respuesta que,
como es público y notorio, se halla
íntimamente vinculada a la evolución
interna española, a las opciones del
gobierno español y a la apreciación
de los nueve Estados m iem bros de la
C. E. E. Pero habrá que hallar una res­
puesta — y lo antes posible — para
poner fin a una situación „in satisfac­
to ria " desde el punto de vista jurídico
y económ ico.
■
Marc Paoloni
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Visita a Argel de una delegación de la opo­
sición democrática española
Por invitación del Partido del Frente de Liberación Nacional, una Delegación
com puesta por los partidos pertenecientes a la Plataforma de Convergencia
D em ocrática de España ha perm anecido en Argel del 10 al 12 de Marzo de 1976.
La delegación española estaba com puesta por Felipe González (PSOE) Euríco
de la Peña y Arm ando Sacristán (USDE), Fernando Alvarez de M iranda y Jaime
Cortezo (ID), Juan F. Martín de Aguilera (P. Carlista) y José Ramón Laueen
(Independiente).
La delegación fue recibida por el Presidente Boum edienne. Después tuvo
conversaciones políticas con altos funcionarios del Partido de Liberación
Nacional, bajo la d irección del Sr. Messadia. En el curso de las discusiones que
se han desarrollado en un clim a m arcado de com prensión y de amistad, las
dos delegaciones han cam biado im presiones sobre las actividades de sus
respectivos partidos, habiendo procedido igualm ente a un resumen general de
la situación internacional y a un análisis de los problem as del M editerráneo y
de las relaciones argelino-españolas.
Han denunciado la manera confusa y equívoca en que los gobiernos españoles
han llevado la política de descolonización del Sahara occidental y que ha
desem bocado en la creación de un foco de tensión en la región y una verdadera
amenaza para la paz.
Tom ando en consideración las agresiones directas e indirectas de que es
víctim a el pueblo del Sahara occidental, la delegación española considera que
la única solución reside en la constitución de un Estado Independiente y se
com prom ete a crear en España un m ovim iento de opinión que lleve a la
adm inistración española a utilizar todos los m edios políticos, y económ icos para
favorecer el advenim iento de aquel Estado.
Esperando que las circunstancias permitan la consolidación del Estado
Saharaui Independiente, la delegación española m anifiesta tam bién su deter­
m inación a proporcionar al pueblo saharaui toda la ayuda posible para sostener
la lucha.
Las dos delegaciones aprovechan esta ocasión para lanzar un ínsitente llam a­
m iento a la conciencia universal a fin de poner térm ino a las agresiones m ulti­
form es perpretadas contra el pueblo saharaui.
Las dos delegaciones convenieron en la necesidad de desarrollar y reafirm ar
los lazos históricos que siem pre los han unido. La delegación española,
preocupada por los intereses del pueblo español, lamentó las d ificultades que
conocen actualm ente las relaciones económ icas entre los dos países como
consecuencia de la situación del Sahara O ccidental y expresó su voluntad de
trabajar para favorecer la reanudación y el reforzam íento de la cooperación
entre los dos países.
13
EL PSOE, INTEGRADOR DEL SOCIALISMO
EN ESPAÑA
El socialismo español es parte del
socialismo europeo
Escribo este artículo después de discutir conmigo mismo, a partir de una
preocupación ética, sobre el equilibrio que debe existir entre el respeto que
se les debe a los amigos y la necesidad de poner públicamente en tela de
juicio sus palabras y actos cuando estos no se han producido en el sagrario
de la vida privada sino en el abierto y asoleado palenque de la vida política, de
la vida pública.
Digo esto porque me han llamado
poderosamente la atención unas de­
claraciones que mi amigo el profesor
Tierno Galván hizo hace unas cuantas
semanas a un diario de la ciudad de
México. He aquí, pués, que no obstan­
te las gratas ide ntificaciones políticas
que he tenido durante bastantes años
con él, me veo hoy obligado no sola­
mente a d ise ntir de su pensamiento
y de sus actitudes políticas actuales
sino a exponer públicam ente mis d i­
ferencias. Creo que los socialistas,
tanto por razones políticas como éti­
cas, no nos podem os perm itir el fácil
e irresponsable lujo burgués de condi­
cionar o supeditar nuestra lealtad a
los p rincipios que nos son fundam en­
tales y a la d isciplina m ilitante que
ordena y encauza nuestras activida­
des políticas y sociales a esa otra
d isciplina en este caso marginal, por
no d ecir secundaria, que nos reclama
la amistad. Esta, por el contrario,
Por
Manuel
González
Bastante
cuando es puesta en contradicción
con los principios, debe ser condi­
cionada por nosotros, socialistas, sin
necesidad o riesgo de ser destruida.
Lo cortés no quita lo valiente y, como
decía aquel, vamos a lo que vinimos.
El socialismo, y con el el
PSOE, han sido durante los
últimos cien años
protagonistas activos
de la historia de España
Tierno Galván habló del socialism o en
dichas declaraciones como sí este
fuera algo ausente de la vida real
española; com o si fuera una abstrac­
ción, un proyecto indefinido o de
realización frustrada y abandonada;
una teoría a la intem perie, sin piso ni
techo; una ideología, en fin, sin patro­
cinadores hábiles para hacer de ella
el espíritu político de un cuerpo social
vivo. Pero para ser objetivos y no
in cu rrir en p rejuicios críticos, leamos
lo que dijo al respecto:
. . Durante los primeros años de la
dictadura el socialismo español actua­
ba en el exterior y cumplía solo una
función mínima ante el régimen opre­
sivo de Franco. Por eso nosotros
pensamos en hacer un socialismo
interno que ayudara a que esa ideolo­
gía no se quedara atrás en España,
no obstante las difíciles condiciones
de subsistencia por la que en esos
momentos la gente de izquierda pasá­
bamos.“
Nadie pasó en España durante la d ic­
tadura por tan difíciles condiciones de
subsistencia com o las gentes que
fueron som etidas a la dura represión
desencadenada contra las organizaFernando de los Ríos, Pablo Iglesias y Julián Besteiro. Durante los últim os cien • ciones dem ocráticas de nuestro país
años el P. S. O. E. protagonista activo de la H istoria de España.
n y sus hombres. Entre esas organiza14
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
ciones y esos hombres se encontra­
ron el PSOE y la UGT y millares de
socialistas y sindicalistas que m urie­
ron o sufrieron prisión o destierro por
defender los ideales dem ocráticos y
socialistas. Y, aun así, tan dura repre­
sión no logró desarraigar de la geo­
grafía política y de la historia de
España la existencia de nuestras
organizaciones ni la presencia de
nuestra ideología en el pensamiento
de millones de españoles. Sobre una
línea de continuidad que no es rota
en ningún m omento por la dictadura,
aunque lograra quebrarla en ocasio­
nes, el socialism o es, pues, un movi­
m iento histórico de aspiraciones políti­
cas y sociales de los pueblos del
Estado español consubstancialm ente
ligado a la vida política y social de
España desde que - va a cum plirse
muy pronto un siglo — Pablo Iglesias
y una m inoría de vanguardia integrada
por trabajadores e intectuales consti­
tuyeran el PSOE. Desde entonces
hasta nuestros días, en los que el
Partido se encuentra situado como
pieza maestra del engranaje del movi­
miento dem ocrático de nuestro país,
las huellas de sus realizaciones están
grabadas con trazos profundos y vigo­
rosos en la historia de España.
El PSOE ha mantenido
siempre la lucha en el interior
de España
No sólo durante los prim eros años de
la dictadura sino durante todos los
años de ella, el PSOE - m altrecho
pero vivo — se ha m antenido en el
interior de España y ha estado pre­
sente en ella, en la España subvivíente
en una clandestinidad dram ática y
forjadora, com o organización política
de los trabajadores, em pecinados en
m antener su lucha constante por la
reconquista de una dem ocracia que
existió en el pasado como logro de
sus luchas históricas. De que el socía-
Las cargas de la p o lic ía . . .
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
C ondiciones difíciles de subsistencia de las organizaciones dem ocráticas
som etidas a la dura represión.
lísmo español actuaba en el interior
de España durante la dictadura, en
una etapa de la misma en la que ya
se iniciaba su ablandam iento, es
Tierno Galván un testigo de excep­
ción: él mismo, al encontrarse en su
camino hacia el socialism o con la
presencia del PSOE y sintiéndose,
posiblemente, atraído por su ascen­
diente histórico y su prestigio político,
ingresó, aunque su perm anencia en
ella fuera breve, en su clandestina
Agrupación Socialista M adrileña.
La realidad consiste en que en este
renacer palpable de la conciencia y
de la acción dem ocráticas del pueblo
español coexiste, como algo consubs­
tancial a sus orígenes h istóricos y a su
proyección hacia el futuro, un renacer
de la conciencia y de la acción so­
cialistas caracterizado com o un re­
brote prim averal del viejo y vital tro n ­
co del socialism o español que es el
PSOE. Prueba de ello es que su m ilitancia y dirección actuales, desde los
cuadros locales, provinciales y regio­
nales hasta los nacionales, están inte­
grados m ayorítariam ente por hom bres
menores de cincuenta años. El com ­
pañero Felipe González - prim er se­
cretario del PSOE y una de las figuras
más inteligentes y dinám icas del so­
cialism o europeo — apenas cuenta
con treinta y cinco años de edad.
Este resurgim iento joven del socia­
lismo español es una consecuencia
histórica que se ha producido y desa­
rrollado sobre la linea de la sobre­
vivencia y el desenvolvim iento de
nuestro Partido en el interio r de nues­
tro país durante la dictadura.
La labor del exilio fue
fundamental para los
contactos con el socialismo
internacional
Respecto a la „función m íníma“ cum ­
plida en el exterior por el socialism o
español ante el régimen opresivo de
Franco, tam poco estoy de acuerdo
con mi estim ado amigo Tierno Galván.
Es cierto, por supuesto, y en ello estu­
vim os de acuerdo en su oportunidad,
que la función de la mayoría de los
dirigentes del socialism o español
exiliado y muy particularm ente la del
com pañero Rodolfo Llopis, no estuvo
en todos sus niveles a la altura de la
capacidad que un m ovim iento político
y social de tan profundas proyeccio­
nes nacionales exígía a sus hombres
responsables. Pero la función especí­
fica que esos com pañeros cum plieron
en el terreno de la política internacio­
nal de nuestro Partido - esto es: en
tanto que contactos o enlaces entre
... no cambian el pensam iento popular.
15
La unidad del socialismo
español está tejida en la
estructura ideológica
yorganica del PSOE
„Este hombre — decía el diario de
México refiriéndose a Tierno Galván —
que ha sido llamado incluso por los
diarios y revistas opuestos a su par­
tido „paladín de la unidad“ de las
fuerzas socialistas, afirma ser efec­
tivamente eso: „Lo digo en todas par­
tes y creo que la unidad es posible.“
Bueno; no recuerdo ahora quien fue,
creo que un com unista disidente po­
laco, refiriéndose al sentido y el uso
que Stalin le había dado al m ateria­
lismo dialéctico, decia, más o menos,
que este consistía en lo siguiente: „Yo
digo que, de acuerdo con el proceso
histórico de la salud humana, ese
laboratorio quím ico pone en riesgo de
enferm edad a los vecinos del barrio
donde está situado. Pues, bien; acto
seguido voy y le prendo fuego: la ley
de la historia ha sido cum plida.“
el socialism o español y el socialism o
internacional, y muy particularm ente
el europeo —, no puede ser calificada
sum ariam ente de „m in im a “ . La obra
mas transcendente del sector exiliado
del PSOE ha consistido en lograr, ha­
ciendo de ello una realidad histórica
incontrovertible, que la dictadura haya
sido m antenida en cuarentena, en
una cuarentena que no se cuenta por
dias sino por años, por la conciencia
dem ocrática del mundo. Es más: si la
dictadura no ha logrado consolidarse
política y económ icam ente m ediante
su incorporación al sistema europeo
occidental, cuyo logro ha constituido
el objetivo fundam ental de su política
exterior, ello se debe en una parte
muy im portante a la actitud que frente
a ella adoptaron y
mantuvieron
inalterablem ente los partidos so cialis­
tas y socialdem ócratas europeos, lo
mismo desde sus posiciones en el
poder que desde la presión de masas
e jercida sobre los gobiernos desde la
calle.
Nadie ignora que el objetivo funda­
m ental de la acción política interna­
cional del PSOE ha consistido en im­
pedir que la dictadura ocupara en la
política del mundo, y sobre todo en
la política europea, el lugar que le
corresponde a un Estado español
dem ocrático. Nadie ignora, tampoco,
cual ha sido la política de los partidos
socialistas y socialdem ócratas euro­
peos frente a la d ictadura; ni que,
16
independientem ente
de
los
lazos
fraternales que el PSOE ha m antenido
en el exilio con cada uno de ellos,
todos están ligados a él en ese haz
de coherencia y solidaridad que es la
Internacional Socialista.
Los dioses me libren de atribuirle pro­
cedim ientos d ialécticos estalinístas a
mi buen amigo Tierno Galván. Pero
yo creo que, después de crear no uno
sino dos partidos socialistas, prim ero
el Partido Socialista en el Interior y
seguidam ente el Partido Socialista
Popular Español, su actitud en tanto
que „paladín de la unidad de las
¿VSTEb E ? SO a QUISTA
PEL SOC/AUSÜO O fOC/AUSTA
DEL AroOAOOMSMO?
t
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
En los congresos del P. S. O. E. se han producido profundas y a veces muy com plejas divergencias. Pero jam as condu­
jeron estas controversias a la creación de otros partidos socialistas.
fuerzas so cia listas“ se presta a ser
interpretada, al menos por personas
un tanto susceptibles, de una form a
semejante. Para que la unidad sea
una necesidad es necesario que exista
el fraccionam iento. ¿Qué en España
solo hay un partido socialista, pre­
cisam ente el PSOE?
Crea partidos y podrás
después unificarlos
Esta bien; me voy de él, si es que
estaba dentro, y con un grupo de
amigos o de compañeros fundo otro
r m
n
j
XIII CONGRÍ!SO DEL PARTIDO SOCIALISTA
OBRERO ESPAÑOL lf.12.15 OCTUBRE
Después de la guerra, el P. S. O. E. ha seguido celebrando, sin interrupción,
sus congresos en el exterior. En Suresnes (París) tuvo lugar del 11 al 13 de
Octubre de 1974 el XIII Congreso.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
partido socialista. Igual que yo, quizás
estimulados por mi ejemplo, otros
compañeros hacen lo mismo, y ya
está: el socialismo español está divi­
dido y es necesario, por lo tanto,
unificarlo.
Yo lamento, y lo digo de todo cora­
zón, que un hom bre tan inteligente y
con un sentido tan ético de la vida
como es, sin duda alguna, Tierno
Galván — un socialista, en verdad,
que podría realizarse en el PSOE
como una de sus figuras más carismáticas e influyentes —, haya incurrido
en un juego político tan negativo
com o el de fundar partidos y pedir la
unidad desde el fraccionam iento. Este
es un juego que no puede tener resul­
tados positivos, porque la existencia
de uno o más partidos socialistas
desligados por su gestación infram ínoritaria de las masas populares y
de sus necesidades y, lo que es más
grave, de la raigam bre histórica del
socialism o español que está situada,
indudablem ente, en el PSOE, no cons­
tituye una división sino, en este caso,
la existencia en el contexto del m ovi­
miento socialista de nuestro país de
grupos circundantes de pensamiento
socialista más o menos genuino que
al ajustarse las piezas del mapa poli17
de la nueva dirección y aquel socia­
lista tan poderoso pero tan unitario,
tan leal y consecuente que fue Largo
Caballero, exclam ó: „Dentro del PSOE
y de la UGT, todo; fuera de ellos,
nada.“ Ni entonces ni después — en
ninguna situación crítica, por grave
que fuera —, ni Besteiro, ni Caballero,
ni Prieto, ni Negrín, convocaron a sus
adeptos a una m ilitancia que no fuera
la del PSOE. Es por ello que nunca,
a lo largo de casi un siglo y a pesar
de haberse dado caldos de cultivo
para ello, existió en España otro par­
tido socialista.
tico de España tendrán que adherirse
a su tronco histórico, o que ser absor­
bidos, o que vivir condenados a una
existencia vegetativa o a la desapari­
ción final, m uertos por consunción.
Durante la vida centenaria del PSOE
se han manifestado en él escisiones
y se han producido profundas y a
veces muy com plejas divergencias de
pensam iento y táctica. Esto le ha
ocurrido y le o currirá a todos los
partidos dem ocráticos. Pero jam ás se
produjeron en el PSOE desprendi­
mientos de m ilitancia que condujeran
a la creación de otro partido socia­
lista.
Wenceslao Carrillo, dirigente socialista.
Su lucha continuó tam bién en el exilio.
A pesar de las distintas
tendencias dentro del PSOE
nunca existió otro Partido
Socialista
Después de la revolución soviética,
los socialistas epañoles, igual que los
de otros países, confrontaron el pro­
blema de d e cid ir si seguían en la
Internacional Socialista o se adherían
a la Comunista. El PSOE, por decisión
m ayoritaria de sus m ilitantes, resolvió
seguir perteneciendo a la Internacio­
nal Socialista. Como reacción, un
grupo de ellos se separaron del Par­
tido, no precisam ente para form ar otro
sino para ingresar en el comunista.
Algunos de ellos fueron absorbidos
totalm ente por el Partido Comunista
de España; el resto regresaron al
PSOE y se sum ergieron en su disci­
plina.
Julián Besteiro y Francisco Largo
Caballero fueron las cabezas de dos
tendencias cuyo enfrentam iento duró
bastantes años. En el cuadro de las
contradicciones ideológicas y tácticas
que se manifestaron dentro del Par­
tido surgió una tercera tendencia en­
cabezada por Indalecio Prieto y, como
consecuencia de la acción corrosiva
de la guerra civil, Juan Negrín fue
establecido por los acontecim ientos
como adalid de un ám plio sector de
m ilitantes del PSOE d ecididos a man­
tener la lucha al lado de los com unis­
tas. Es más: después de la dram ática
crisis de mayo, cuya solución sacó a
Largo Caballero del gobierno prim ero
y mas tarde de la d irección de nues­
tras organizaciones, las federaciones
provinciales socialistas, en su mayoría
adeptas a Largo Caballero y a su
política, celebraron en Valencia un
Pleno de delegados. Algunos de ellos
insinuaron la ¡dea de form ar un blo­
que que desconociera la jurisdición
El retorno de los socialistas
después de la guerra
En 1936, durante los prim eros meses
zigzagueantes y apasionados de la
guerra, los jóvenes socialistas, empu­
jados por la dram ática necesidad de
cerrar filas frente a los adversarios
de la R epública así como atraídos por
la brillante y hábil política nacional de
guerra del Partido Comunista, no sólo
nos unificam os con los jóvenes co ­
munistas, sino que fuimos absorbi­
dos prácticam ente por el Partido Co­
munista. La guerra pasó y a su luz
o a su som bra los jóvenes socialistas
hicim os una revisión c ritic a de nues­
tra actitud durante aquella etapa con­
fusa y dram ática de nuestra vida polí­
tica y obram os en consecuencia. Unos
han continuado en el Partido Comu­
nista; otros, honestamente, em prendi­
mos el viaje de regreso al PSOE en
el que estaban situados nuestros orí­
genes y en cuya orientación política y
ética encontram os o reencontram os el
sentido más puro, más dem ocrático y
humano del socialism o. Pero a nin­
guno se nos ocurrió la idea de form ar
otro partido socialista.
Es cierto que el PSOE enfrenta hoy
una situación de escisión circunstan­
cial originada, a mí juicio, por el error
de algunos com pañeros que celebra­
ron un congreso fuera de las coorde­
nadas orgánicas del Partido. Pero este
es un problem a nuestro, un problema
dom éstico que resolveremos tarde o
tem prano — ojalá que pronto - den­
tro de nuestra propia casa. Mientras
tanto, en España solo hay, hoy como
siempre, un partido socialista y unas
siglas socialistas: el PSOE.
La clase trabajadora de nuestro país com prende perfectam ente a los socialistas
europeos y se siente com prendida por ellos.
18
Yo, como cualquier socialista conse­
cuente, espero que la cordura se
im ponga y que los deseos de unidad
m anifestados por Tierno Galván le
conduzcan a él y a sus amigos hasta
el PSOE; que llamen a sus puertas y
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
entren para que a la luz pública y
m ilitante de sus asambleas y con­
gresos planteen sus ¡deas, sus diver­
gencias y sus concepciones tácticas.
De hacerlo así, estoy seguro de que
Tierno Galván gozará de la agradable
sorpresa de ver que dentro del PSOE
tiene más amigos, muchísimos más,
que fuera de él.
El socialismo español es una
parte consubstancial
del socialismo europeo
„Nosotros — dijo Tierno en México —
tenemos una idea, en la que nos
atenemos a la situación real del
pueblo español y esta situación no
encuentra en Europa un interlocutor
valioso que comprenda nuestra posi­
ción, porque la mayor parte de los
partidos europeos se han incorporado
de tal manera al sistema capitalista
que ya no están en condiciones de
superarlo, sino que evolucionan con
él.“
Siento que a Tierno Galván le ocurra
con el socialism o europeo algo muy
parecido a lo que le ocurrió a la
dictadura: no le entienden. Por su­
puesto que el ju icio precedente lo
emite desde una experiencia muy
personal y, por lo tanto, a través de
una reacción muy subjetiva. Desde la
subjetividad no puede hacerse nin­
guna clase de política útil ni, desde
luego, ninguna política socialista.
Que el socialism o europeo no sea
un interlo cu tor válido para Tierno es
posible y hasta seguro. Pero que no
lo sea para el pueblo español, esa
es una afirm ación muy aventurada
y bastante d ifícil de sostener. No
solo España en tanto que nación o
continente de nacionalidades empe­
ñadas en una lucha histórica por
ensamblarse adecuadam ente dentro
del cuadro de un Estado dem ocrático,
sino el PSOE en tanto que vanguardia
política de la clase trabajadora de
nuestro país, com prenden perfecta­
mente a los socialistas europeos y se
sienten com prendidos por ellos. Los
socialistas españoles y los del resto
de Europa somos interlocutores que
hablam os el mismo idiom a político y
que, muchas veces, no tenemos nece­
sidad de hablar para entendernos.
Los partidos socialistas
europeos comprenden la
situación del pueblo español
El PSOE que, dicho sea de paso, es
cronológicam ente el segundo partido
EX PR É S E S P A Ñ O L / M ayo 1976
El socialism o español es una parte consubstancial del socialism o europeo.
Enrique M úgica (P. S. O. E.) con W illy Brandt (SPD).
socialista form al del mundo, es una
parte histórica fundam ental del socia­
lismo europeo. Por su parte, los socia­
listas europeos constituyen en el pla­
no internacional de la lucha del pueblo
español por la dem ocracia la fuerza
más efectiva e influyente del movi­
m iento mundial de solidaridad con
la causa de la dem ocracia española.
Esta es una verdad axiom ática, una
verdad tan evidente que no necesita
dem ostración.
Pasando al otro aspecto de la cues­
tión, no creo que el hecho de que
determ inados partidos socialistas y
socialdem ócratas estén im plicados,
por el m andato que han recibido de
las mayorías electorales de sus paí­
ses, en responsabilidades guberna­
mentales que están cum pliendo, cie r­
tamente, en el contexto de estados
capitalistas les impidan com prender
la situación real del pueblo español.
¿Cual es la situación real de nuestro
pueblo? ¿Es España, acaso y en el
mas propio significado de la expre­
sión, un país colonizado? ¿Se en­
cuentra nuestro pueblo en una situa­
ción revolucionaria o pre-revolucionaria? Nuestra lucha en España, ¿es
una lucha de la clase obrera con el
fin exclusivo de d erro car al Estado
capitalista e im poner un Estado so­
cialista? Si fuera así, es posible que
el pueblo español no encontraría un
interlo cu tor válido entre los socialis­
tas europeos. Tendría que recurrir,
sin muchas seguridades de ser es­
cuchado ni com prendido, a los rusos
o a los chinos, a Alvaro Cunhal o a
Fidel Castro, a los nacionalistas de
19
Es equivocado afirmar que
los partidos socialistas han
claudicado ante el
capitalismo
M. A. Pino, Secretario General de las
Juventudes Socialistas.
No es justo d ecir que esos partidos
se han incorporado al capitalism o.
La realidad es que se han incorporado
a las sociedades nacionales dentro de
las cuales funcionan como organiza­
ciones políticas de sus clases sociales
mas activas y numerosas, sus clases
trabajadoras. En tanto que represen­
tantes de los trabajadores, de los
obreros, de los campesinos, de los
em pleados y los técnicos, el gobierno
no es para ellos ni un yugo que los
someta a la voluntad del capitalism o
ni un instrum ento de poder demagó-
Angola o a los independencistas del
Frente Polisario saharaui.
El pueblo debe salir
inmediatamente de la
Dictadura
Pero nuestro pueblo no se encuentra,
ciertam ente, en una situación en la
que se den las condiciones inexcusa­
bles que le permitan partir de ella
para seguir como meta inm ediata la
transform ación radical, revolucionaría,
del Estado capitalista en socialista.
Nuestro pueblo, todas las clases de
nuestra sociedad, se encuentra en
una situación real en la que su obje­
tivo inm ediato no puede ser otro que
salir de la dictadura para entrar en la
dem ocracia y crear desde ella, de
acuerdo con su propia situación y con
las situaciones de Europa y del resto
del mundo, las condiciones que per­
mitan la transform ación dem ocrática
de las estructuras dom inantes del
capitalism o en estructuras socialistas.
¿Qué hacen los partidos socialistas y
socialdem ócratas de Europa si no es
consolidar la dem ocracia desde el
poder o desde la oposición e im pedir
que el caos político, social y econó­
mico cree hoy, como las creó en el
pasado, las condiciones que permitan
la vuelta del fascism o, de la repre­
sión y de la guerra? Esos partidos,
además, están estableciendo a pasos
lentos pero firm es las condiciones
objetivas para que los países capita­
listas de Europa evolucionen a través
de la dem ocracia — esto es: a través
de la participación del pueblo en las
tareas y responsabilidades del poder —
hacia el socialism o.
20
gico e irresponsable, sino el vehículo
de una función histórica y, por su­
puesto, la llave de la puerta que se
abre a un camino por el que se va a
la revolución por la evolución.
Esta misión del socialism o europeo,
que es la misma que ha asumido
históricam ente el socialism o español,
está inform ada por la ¡dea de que el
poder económ ico del capitalism o y, en
consecuencia, su poder político y so­
cial es el resultado de haberse apro­
piado de los bienes de capital produ­
cidos por el trabajo. Es conclusión
lógica — una respuesta socialista
m arxista y humanista al mismo tiem ­
po — que junto con esos bienes de
capital producidos por su esfuerzo
hay que devolverles a los trabajado­
res el poder político y social que les
corresponden. Es esto lo que los
socialistas queremos realizar a través
de la dem ocracia. A los trabajadores
no nos interesa en nuestra actual
situación que los bienes producidos
por nuestra fuerza de trabajo o por
nuestra inteligencia sean destruidos
en el caos de una aventura revolucio­
naria incierta. Nos interesa recuperar­
los e increm entarlos para hacer de
ellos el patrim onio del pueblo. Eso
están haciendo los socialistas euro­
peos. ¿Cómo nos vamos a atrever a
acusarlos de haberse incorporado al
sistema capitalista y de no estar en
condiciones de superarlo, sino de
evolucionar con él?
El camino hacia la
democracia y el socialismo
Felipe González habla bajo la efigie
de Pablo Iglesias. El eslabón más
antiguo y el más m oderno de una
larga cadena de luchadores.
Pese a sus contradicciones críticas,
Tierno Galván preconiza una ideología
y una tá ctica semejantes, pues él cree
en „un socialism o en el que coexistan
la tendencia m arxista y la socialista
humanista, un socialism o autogestionarío y federal que quiere seguir la
via de superación del sistema capita­
lista acelerando el proceso histórico
en la medida en que podamos ha­
cerlo“.
Si es eso lo que quiere, ¿qué busca
por diferentes cam inos? En España
como en Europa el socialista es un
m ovim iento coherente. Siguiendo su
cauce se cam ina hacia la dem ocracia
y el socialism o. Fuera de él, por muy
socialistas que nos proclam em os e
incluso que lo seamos de corazón,
correm os el riesgo de hacer una
política antisocialista que contribuya
al fortalecim iento y la sobrevivencia
del capitalism o.
■
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
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(A bfahrtsort:)___________________________________________________
Destino:
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Día de salida:
Día de regreso:
(Tag der A bfahrt:).
(Tkg der Rückfahrt:) _
Cuantos niños entre cumplidos ,--------- ,
los 4 años y 12 años:
Cuantos adultos:
(Wieviel Erwachsene:)
(Wieviel K inder zwischen dem I______I
1. clase:
,— ,
2. clase:
vollendeten 4. und 12. Lebensjahr:)
(2. Klasse:)
(1. Klasse:) [___|
Tren expreso
Tren rápido
TEE
Intercity
(Schnellzug)
(Eilzug)
□
□
□
□
EU
ED
JL
-P e n s a r y v ia ja r e n tr e n ...
Ya lo ha probado: Nuestro servicio para el
equipaje de puerta a puerta?
REPORTAJE GRÁFICO
Nicolás Redondo inicia las tareas del XXX Congreso de la U. G. T. con una conferencia de prensa.
Vista de la sala del Congreso durante los trabajos del Pleno.
22
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
De la prensa española
Deebunne y el secretario del P.S.O.E.
,don Felipe G onzález.“ (Inform aciones
14. 4.1976.)
„Adem ás de d iscu tir la situación sin­
dical y política y las líneas de acción
en el futuro, el congreso eligirá una
Com isión Ejecutiva de 14 ó 15 miem­
bros, en la cual figurará un secretario
general. Como candidato principal
para este cargo se repite el nombre
ds don Nicolás Redondo, que hasta
ahora es prim er secretario de la
U.G .T.
Orden del día previsto:
„Con 96 delegados presentes, que
suponen 6.974 mandatos, se celebró
el viernes la segunda jornada del
XXX Congreso de la U .G .T . Antes de
cerarrse la sesión plenaria y consti­
tuirse las diferentes ponencias, se
som etió a la Asam blea una m oción
que proponía que se alterase el orden
del día del Congreso, en el sentido
de que la Com isión Ejecutiva fuese
elegida no el dom ingo, sino en la
sesión últim a de ayer, sábado.
1. Apertura y constitución
greso.
del con­
2. Elección de la mesa del congreso,
designación de ponencias e inscrip­
ción de los delegados que p articipa­
rán en las mismas.
3. Examen de la gestión de la Comi­
sión Ejecutiva.
Entre las delegaciones extranjeras es
destacable la presencia del m inistro
de Tecnología de la R epública Federal
de Alemania, Hans Matthöfer, quien
mostró su optim ism o respecto a la
v icto ria del SPD en las elecciones
próxim as de su país. Por su parte el
secretario general de la FITIM, Hermán
Rebhan, saludó a la Asam blea en
nom bre de los 13 m illones de traba­
jadores de la rama del metal y re­
cordó a los grandes consorcios inter­
nacionales q u e - d ijo — .siguen siendo
los verdaderos cóm plices del régimen
español'. Intervino también, entre
otros, la presidenta de las Juventudes
Socialistas de Alem ania Federal, Heídi
W ieczorek." (YA 18. 4.1976.)
Hans Matthöfer d irigiendo unas pala­
bras de saludo al Congreso.
4. Dictamen de las ponencias.
5. Elección de la Com isión Ejecutiva
y de la Com isión Nacional de C onflic­
tos (organism o encargado de debatir
cuestiones de d isciplina interna).
La prim era sesión del congreso se
abrirá con un discurso de don N ico­
lás Redondo, y, a continuación, ha­
blarán Otto Kersten, Carlsen, Vetter,
6. Proposiciones urgentes.
7. Clausura del congreso.
En el Congreso participaron unos quinientos delegados, representando a cerca de cien federaciones de España y de
la em igración. Vísta parcial de la sala.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
23
„Traigo, compañeros, a vuestro Congreso Soberano, el saludo
del PSOE” (Felipe González)
„El edificio de la U .G .T . se monta
sobre cientos de años de sacrificio,
sobre miles de años de prisión, sobre
miles de años de exilio, sobre miles
de muertos. Es un e dificio costoso, es
un e dificio difícilm ente destruible.
40 años de oscurantism o y de opresión
no han sido capaces de elim inar este
puente entre generaciones que luchan
por la conquista de una sociedad sin
clases que representam os aquí los
jóvenes y los veteranos. Alguna gene­
ración falta alguna generación desa­
pareció . . .
A esa generación perdida también
hemos logrado tender un puente. Los
compañeros, que la representan aquí,
han sido fundamentales, vitales, para
trasmitir algo, que es mucho más que
historia, que es futuro, que es edifi­
cación del socialismo, edificación de
una sociedad libre en un futuro inme­
diato de nuestro país.“
„Se habla hoy de unidad sindical
desde muchos ángulos, se habla in­
cluso de unidad sindical desde el
24
poder. Pero para nosotros la libertad
sindical tiene un sentido mucho más
profundo, mucho más íntegro que para
otros muchos. Y, sobre todo, tiene un
sentido infinitam ente distinto del que
quieren darle los evolucionistas y los
reform istas desde el poder. La Unidad
Sindical y la Libertad Sindical son
para nosotros no sólo com patibles,
sino absolutam ente im prescindibles la
una para la otra.
No habrá nunca un sindicalismo unido,
un sindicalismo combativo si no existe
la libertad para afiliarse o no afiliarse.
„N osotros creemos en un sindicalism o
independiente, en un sindicalism o que
no tenga vinculación con estructuras
de los partidos, con la estructura de
la Patronal, ni con la estructura del
Estado. Pero un sindicalismo indepen­
diente nunca es un sindicalismo apolí­
tico. Si el sindicalismo es apolítico
caerá en la trampa del capitalismo.
No habrá un sindicalism o fuerte si no
está enrraigado en un sindicalism o de
clase, en un sindicalism o revolucio­
nario. Pero, compañeros, tam poco
habrá un sindicalism o fuerte si no hay
partidos que sean capaces, como el
Partido Socialista, de luchar en el nivel
p olítico por la meta final que es, al
margen de cualquier método, de cual­
quier lugar que se ocupe en la lucha,
la conquista de una sociedad socia­
lista y lib re .“
„España ha entrado en una nueva
etapa
histórica.
Las instituciones
permanecen, no ha habido ningún
cambio, en la superestructura política
del Estado, pero la Sociedad cambia
vertiginosam ente: la clase trabajadora
impone sus parcelas de libertad, el
pueblo entero reclam a la transform a­
ción dem ocrática de la Sociedad,
todos están en la lucha por esa dem o­
cracia y esa libertad.
Algunas veces se califica a esta de­
m ocracia como burguesa o form al con
tono despectivo; pero para nosotros
es parte de la dem ocracia, parte
im prescindible de ella.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
„La existencia de un compromiso sin­
dicalista internacional es evidente,
ante la creciente necesidad de las
luchas reivindicativas de los trabaja­
dores y sectores explotados por el
capitalismo a nivel mundial.
libre y soberanamente, en un contexto
plenamente democrático.“
(De la Ponencia de Relaciones Inter­
nacionales del XXX Congreso de la
U .G .T.)
En el Congreso participaron, como
invitados, un gran número de dirige n ­
tes sindicales de Europa y de otros
países del mundo. Las delegaciones
fraternales destacaron en sus discur­
sos la im portancia h istórica del XXX
Congreso de la U .G .T., no sólo para
el M ovim iento Obrero de España, sino
también para el Sindicalism o Libre
Internacional. En la imagen de la
derecha, Otto Kersten, Secretario
General de la C onfederación Interna­
cional de O rganizaciones Sindicales
Libres (CIOSL), durante su interven­
ción en la tribuna.
La U .G .T . considera que se debe
oponer, a la explotación internacional
del capitalismo, una acción interna­
cional sindical coherente y eticaz de
la clase trabajadora.
Por todo ello declara que es necesa­
rio, entre otras cosas: Intensificar la
lucha contra las multinacionales, ex­
presión máxima actual del capitalismo.
La U .G .T., en el cuadro de la solida­
ridad obrera internacional, renueva su
llamamiento a los trabajadores del
mundo para que continúen apoyando
la lucha de la clase trabajadora en el
Estado español, por la conquista de
las libertades suprimidas por la Dic­
tadura y sus continuadores y reclama
una información permanente a la opi­
nión pública internacional sobre la
situación actual, por todos los medios
de comunicación de masas a su
alcance.
La U .G .T . propugna por una Europa
de los trabajadores y en este sentido
redoblará sus esfuerzos cerca de las
organizaciones europeas hermanas,
para que la integración del Estado
español en las Comunidades de los
pueblos de Europa no tengar lugar
hasta que nuestro pueblo lo decida,
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Otto Kersten
Los congresistas durante una pausa
entre las sesiones charlan ante las
puertas del restaurante Biarritz. Este
popular local, del barrio de Cuatro
Caminos, que dió cabida durante
muchos años a celebraciones de bo­
das y bautizos, así como también a
actos políticos de diferentes grupos,
acogiendo a los mil delegados e invi­
tados de la U .G .T . ha cerrado el ú lti­
mo capítulo de su historia: dentro de
poco será derribado. Sobre el solar, ya
vendido por su dueño, se levantará un
e dificio que ya no se dedicará a la
hostelería.
(Foto de abajo)
25
Los invitados extranjeros siguieron con gran interés el desarrollo del Congreso. Entre ellos vemos en la foto a Hans y
Traute M atthöfer y, enfrente, a la esposa del Dr. A lbert Schunk, representante del IG Metall.
r ■««?
*
„A nadie se le oculta la enorm e im­
portancia que tiene este Congreso.
La tiene por los resultados que sin
duda vamos a obtener al final de
nuestros trabajos; tam bién la tiene
por el hecho mismo de celebrarse
donde se celebra; y por las co n d ic io ­
nes en que la U. G .T. lo ha convocado:
sin fanfarronadas ni provocaciones
inútiles, sin concesión ni com prom iso
alguno, analizando objetivam ente las
co ntrad iccion es internas del poder, y
aprovechando al máximo todas las
posibilidades de lucha que aquellas
ofrecen; haciendo retroceder de hecho
las fronteras de la legalidad misma del
régim en; conquistando así nuevas y
fundam entales parcelas de una libe r­
tad que se nos sigue negando. Al
¡decidir dem ocráticam ente que este
iXXX Congreso de la U .G .T . fuese
'convocado en M adrid, los m ilitantes
ugetistas sabían que su resolución
im plicaba dar la cara abiertam ente
frente a un poder que dispone hoy
como ayer de un enorme aparato
represivo; se trata pues de un paso
que hemos dado con plena concien­
cia de los riesgos de todo tipo que
encierra; asum iendo la responsabili­
dad que nos incum be y a sabiendas
de que le correspondía a la U .G .T.
— y a nadie más — dar este paso
adelante."
(Nicolas Redondo, en su discurso de
apertura)
Nicolás Redondo, Secretario General de la U .G .T., conversa con Hermán
Rebhan, Secretario General de la Federación Internacional de Trabajadores de
la Industria M etalúrgica.
26
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
Los delegados puestos en pié guardan un m inuto de silencio por los com pañeros que ya no pueden estar presentes,
fallecidos en España y en ei Exilio; muchos de ellos víctim as de la represión.
Sobre la organiza­
ción sindical
verticalista
La U .G .T . m anifiesta su resolución
de luchar en contra de la actual
organización sindical por su carácter
a ntidem ocrático, represivo y de instru­
mento de control impuesto a la clase
trabajadora. Sólo la ruptura sindical
garantizará la posibilidad de actua­
ción del sindicato de clase, libre y
dem ocrático que representamos.
El sindicato que propugnamos
Sindicato de clase, abierto a todos
los trabajadores, obreros y cam pe­
sinos.
Sindicato revolucionario, que inter­
venga en la transform ación de la so­
ciedad capitalista por una sociedad
socialista.
Autónomo y libre de la patronal y del
Estado y tam bién de los partidos políti­
cos. La libertad sindical consiste bási­
camente en la libertad de afiliación,
la libertad de constitución y libertad
de acción sindical.
Unitario, entendiendo la unidad como
algo que ha de edificarse a p artir de
la libertad sindical.
Democrático y representativo en el
que las decisiones se tomen a partir
de las asambleas y en el que los
representantes a todos los niveles
sean elegidos y controlados por sus
representados.
Unidad sindical
En las actuales circunstancias, el
cam ino de la unidad se promueve
por una triple vía: a) la unidad de
acción en las luchas cotidianas,
b) la elaboración conjunta de plata­
form as reivindicatívas c) la coordin a ­
ción y entendim iento entre las d istin ­
tas organizaciones sindicales dem o­
cráticas existentes.
Las alianzas con otras fuerzas
sindicales
La U. G. T. podrá establecer alianzas
sindícales con aquellas fuerzas obre­
ras que propugnen claram ente la rup­
tura y la libertad sindical. La alterna­
tiva que propone la U. G. T. al resto
de las organizaciones obreras es la
C oordinación Obrera, con un llam a­
m iento a las mismas para que aban­
donen la C. N. S.
Una delegación del XXX Congreso de la U. G. T. se trasladó al Cem enterio
Civil de M adrid para depositar una corona de flores en la tum ba de Pablo
Iglesias. Los delegados tam bién aprobaron unánim em ente una resolución por
la que el Congreso hom enajeaba a su fundador en el 50 aniversario de su
muerte.
EXPRÉS ESPAÑOL / Mayo 1976
Alianzas políticas
La U .G .T . proclam a su intención de
seguir luchando por la conquista de
las libertades dem ocráticas. En este
sentido, y hasta que se produzca la
ruptura dem ocrática, reafirm am os la
necesidad de lograr la más amplia
unidad de las fuerzas dem ocráticas
de oposición al regimen, plasmada
actualm ente en
la „Coordinación
Democrática“.
(De la Resolución Política)
27
EL PARLAMENTO
EUROPEO Y LA
ACTITUD DE LOS
NUEVE ANTE
ESPAÑA
La hora tradicional de las preguntas
en el Parlamento Europeo desembocó,
el m iércoles 11 de febrero, en un de­
bate más amplio en lo que respecta
a la actitud de los Nueve para con
España. El origen del debate lo halla­
mos en una pregunta form ulada por
los señores W alkhoff y Laban (soc.) a
la Com isión y al Consejo sobre las
declaraciones del Sr. Thorn (Primer
M inistro de Luxem burgo y Presidente
en e je rcicio del Consejo de M inistros)
a la televisión alemana, el 14 de enero.
En estas declaraciones el Sr. Thorn
declaró que el régimen de España
había cam biado y que, por consiguien­
te, debían reanudarse las conversa­
ciones entre los Nueve y España.
Quiso el azar que el Presidente Thorn
tuviese que contestar personalm ente,
como presidente del Consejo, recor­
dando la postura que habían adoptado
los Nueve, postura concorde con sus
declaraciones y que dice así: „El Con­
sejo, en su sesión de 20 de enero de
1976, tras haber com probado que
la situación actual ya no prohíbe la
reanudación de los contactos con
España en lo que se refiere a las
negociaciones interrum pidas el mes
de octubre pasado, ha celebrado un
intercam bio de inform aciones sobre
las conversaciones que han tenido
lugar en fecha reciente con los repre­
sentantes del gobierno español, ha­
Intervención
28
de
la
policía
biendo tom ado nota de que en breve
van a tener lugar otras conversacio­
nes.“
Sir C hristopher Soames, vicepresiden­
te de la Com isión Europea por su
parte, recordó que se trataba de rea­
nudar las negociaciones en el plano
y en la fase en que quedaron inter­
rum pidas en octubre, a saber, bajo
el régimen franquista, estim ando que
la actitud posterior dependerá de la
evolución de la dem ocracia en Es­
paña.
El grupo socialista del Parlamento,
sostenido por los comunistas, pidió
que se celebrase un debate, lo que se
decidió pese a la oposición de los
demás grupos. Dicho debate dió lugar
a la adopción de posturas sin sorpresa
entre quienes estiman que se precisa
adaptarse y estim ular la evolución en
España y quienes siguen partidarios
de la intransigencia.
Lo realizado por el Gobierno
español es insuficiente
Varios parlam entarios intervinieron
para deplorar la insuficiencia de lo
realizado en España por el cam ino de
la dem ocracia: tal fué el caso de la
señora Goutmann, en nombre de los
com unistas y de los señores Broekz,
W alkhoff y Lord Castle, todos ellos
socialistas. Por el contrario, el señor
Bertrand dió el apoyo del grupo democristiano a la reanudación de las nego­
ciaciones sobre un acuerdo com ercial,
al igual que el señor Terrenoire, en
nombre de los DEP, que se insurgió
contra la „h ip o c re s ía “ que lleva a
renunciar a tales negociaciones mien­
tras se está negociando con países
contra m anifestantes
cam biado?
en
Barcelona.
¿Qué
ha
Bomba de humo arrojada por la
policía en una iglesia. La represión no
tiene limites.
quizás menos dem ocráticos que Es­
paña. El señor Bangemann, liberal,
pidió, a su vez, que no se adopte una
actitud dem asiado m axim alísta con
respecto a España y que se la ayude
concretam ente a hallar de nuevo el
camino de la dem ocracia, así como el
señor Nyborg, también liberal, que
declaró: „si se desea influ ir en la
situación española sin ninguna in­
gerencia en su política interna, es
preciso aceptar la reanudación de las
negociaciones."
Al sacar las conclusiones del debate,
Sir C hristopher Soames se mostró de
com pleto acuerdo con tal postura,
distinguiendo, con la máxima nitidez,
la cuestión de la reanudación de las
negociaciones del deseo, com partido
por todos, de ver a España evolucionar
hacia un régimen genuinam ente de­
m ocrático, en la perspectiva de su
posible adhesión a la Comunidad.
M anifestó seguidam ente que como
había dicho el señor Thorn, la actual
evolución va por buen camino, pero,
por ahora, „n i siquiera prevemos la
posibilidad de un cam bio de índole
institucional en las relaciones entre
España y la C om unidad". Todos espe­
ramos, añadió, que España tenga una
dem ocracia pluralista. „¿Debemos pre­
sionar cerca del gobierno español
para acelerar tal evolución, como
desea el Sr. H ougardy?", preguntó Sír
Christopher, estim ando que ello sería
poco prudente. Aludiendo a los esfuer­
zos realizados por la Com unidad con
respecto a Portugal, el Vicepresidente
de la Com isión term inó diciendo, en
conclusión, que habrá que adoptar una
postura semejante en lo que a España
se refiere, en espera de ver cómo
evolucionan los acontecim ientos.
■
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
Una inform ación del B S V sobre el tema form ación de patrim onio
Como Banco espe cia liza d o en
los ahorros de los tra bajadores
para form acion de patrimonio,
n oso tro s s a be m o s de lo que
tratamos: Los que ahorran en el
BSV reciben por sus ahorros no
sólo e levados intereses, sino
tam bién p articipación en los
b e n e ficio s (esto sólo en el BSV).
S obre la cuantía de esta p a rtici­
pación se d e c id e ano por año.
Esta decisión la toma el C o n sejo
de Vigilancia del BSV, en el cual
están en mayoría los ahorristas.
los vuelven a depositar: E nto n ­
ces se recibe, c o m o un su p le ­
mento extra, un bono de
reinversión y no co m o una
prestación única, sino para la
duració n del deposito.
Por ello el ahorrar en el BSV
pro po rcio n a una cantidad s u p le ­
mentaria im portante de dinero.
Dinero que se obtiene sólo en el
BSV, el B anco especial para la
fo rm a ció n de patrimonio.
Un nuevo aum ento de sus
b e n e ficio s reciben los que
ahorran en el BSV, cu ando al
term inar el periodo para el que
habian d e p o sita d o sus ahorros
BSV
Bank für Sparanlagen
und Vermögensbildung
Wilhelm-Leuschner-Strasse 17-19
Postfach 2233
6000 Frankfurt/M 1
TELEVISION
ESPAÑOLA: EL
GRAN BUNKER
Todo régimen político no ignora que
la televisión es un arma de extraordi­
naria potencia ideológica: en el mayo
francés se expresaba gráficam ente:
TV: un policía en cada casa.
En España, desde su instauración, la
TV ha sido un instrum ento al servicio
de la propaganda fascista, de la más
retrógrada y alienante orientación
política vertida desde el poder.
Muerto Franco, la televisión franquista
sigue.
canza así unos límites que no van ya
en defensa del totalitarism o ideológico
fascista peculiar siem pre de los rec­
tores de Prado del Rey, sino que se
vuelve incluso contra el propio G obier­
no, al que acosa en unión de las
fuerzas de ultraderecha. La paradoja
en la paradoja: un instrum ento guber­
namental, utilizado contra el propio
G obierno que le mantiene, en la
actual dualidad de poderes que Go­
bierna (?) en España: el oficial, nucleado en torno al equipo a si mismo
llam ado reformista, y que se aglutina
sobre las figuras de Fraga y Areilza,
y el real, que se encastilla en las
Instituciones creadas por el propio
D ictador y que desaparecido Franco
busca alcanzar su auténtico prota­
gonism o histórico. Televisión, únese
La caza de Brujas
Perseguido: Am estoy
De pronto, periódicos y revistas se
han llevado las manos a la cabeza.
¿Hasta dónde va a llegar en su polí­
tic a represiva la televisión estatal?
Programas, nom bres que no eran pre­
cisam ente un dechado de virtudes,
que no podían ser considerados bajo
ninguna óptica subversivos y menos
revolucionarios, son borrados de la
pequeña pantalla, expulsados sin
explicaciones de la program ación
normal. A las viejas y repetidas listas
negras, se unen nuevas y repetidas
listas negras. La censura interna al­
así a Sindicatos, Consejo del Reino,
Cortes, M ovimiento, A dm inistración
Civil, en su carrera por im pedir que
reforma o ruptura consigan una Es­
paña más dem ocrática, donde el
pueblo deje de ser ese esclavo u tili­
zado, explotado y alienado por la
m inoría que detenta el poder econó­
mico y político en nuestro país.
Perseguido: Moncho Alpuente
Las prohibiciones, incluso, alcanzan,
de mom ento — suponemos que bién
cortado o im poniéndose al fin saldrá
a las ondas — al propio M inistro de
Asuntos Exteriores, que tras grabar un
program a en la serie „El Gobierno
inform a “ , ha visto el producto conge­
lado hasta una m ejor coyuntura. El
program a estaba previsto para el 27 de
marzo.
Estos son algunos de los nom bres y
emisiones que han sido suprim idos,
sin explicaciones, por los autoritarios,
Dos de las más grandes figuras del cine español de todos los tiem pos: Carlos Saura y Luis Buñuel, nom bres también
non gratos para la televisión-búnker de España.
30
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
momento, los siguientes: Pizarro.
Quevedo. Elcano. Faltaban, entre
otros: Goya, El Papa Luna, Fray Luis
de Leon; El Em pecinado; El Gran
Capitán. Al parecer, el tratam iento
dado por Gala a la historia, dentro de
su esquem atism o y sim plicidad, no era
lo suficientem ente ortodoxo para ser
digerido por nuestros ultrafascistas.
Prohibido por decisión gubernativa.
Perseguido: Francisco Umbral
con nombre, o sin nombre, que gobier­
nan desde las sombras y sin p osibili­
dad de control alguno, la represiva
política de nuestra TV. Los damos sin
afán de totalidad, sim plem ente en los
más chocantes o que fueron más
divulgados y de conocim iento público.
Paisajes con figura, serie de Antonio
Gala, contratada para la prim era ca­
dena, deja de em itirse sin explicación
alguna. Habían sido em itidos, hasta el
Vivir para ver, serie de Amestoy, que
pese a su chabacanería, escasa pro­
fundidad y confusión ideológica, goza
de cierta popularidad entre el público,
y aporta de vez en vez críticas coyunturales tam poco adm itidas por la
A dm inistración cerril y retrógrada
dom inante en la Santa Casa de TVE.
Mundo Pop, program a de Moncho Alpuete y Garcia Pelayo, que pasó de la
prim era a la segunda cadena para
restarle audiencia, y que pretende
lim piar un poco los espacios m usica­
les españoles acercándoles a la músi­
ca y canción vigente hoy en el mundo,
e incluyendo la popular española no
incursa en el nacionalflam enquísm o
o raphaelism o vigente desde los más
rem otos tiem pos en nuestros medios
de com unicación radiofónicavisual. El
Perseguido: Antonio Gala
problem a fué no que el andaluz
Gerena interviniera personalm ente en
el programa, sino que se citó su nom ­
bre contraviniendo las más estrictas
normas inquisitoriales por que se rige
la casa del Santo O ficio televisión es­
pañola. Al ju s tific a r su dim isión el
equipo de Mundo Pop, la argum enta­
ban „por la imposibilidad de informar
objetivamente sobre el mundo de la
canción popular y otras manifestacio­
nes complementarias“.
Bunkerizador: Jose Ma. Iñigo
Los que no tienen problemas. De la mano de José Ma Iñigo, dos ayudas para la bunkerización televisiva: Alfonso Paso, y
Solzhenitsyn. Lógicam ente ni la trayectoria vital, ni la calidad literaria son las mismas. Mas aunque el ruso gane, los
resultados son parecidos en las actuales circunstancias.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
31
Nina bonita: Raquel Welch
Los Reporteros: si se m antiene la
serie, uno de los escasos espacios
inform ativos
que
pueden
„verse “
— ya que la mayoría son para no
escuchar —, han sido m utilados bas­
tantes espacios, prohibidas algunas
film aciones y no autorizadas num ero­
sas propuestas de programa. Como
decía agudamente un crítico, „no
abundan tanto las selvas amazónicas
para ocupar este equipo e im pedirle
así dar espacios de mayor actualidad
p o lítica “ .
La Clave. Es este un espacio ofrecido
por la segunda cadena los dom ingos
para los no amantes del fútbol, que
sistem áticam ente llena la primera. Una
película y un tema que discuten es­
pecialistas invitados. Pronto com enza­
ron los problem as: cuando se preten­
dió dedicar uno a la profesión perio­
dística. Fué prohibido. Y ahora le ha
tocado el fin a la serie, pese a que
últim am ente buscara otros „e sp a cio s“
menos conflictivos, com o los otros
mundos. En el espacio dedicado a la
profesión periodística, iban a inter­
venir por parte española Luis María
Anson, de Gaceta Ilustrada, Manuel
Martín Ferrand, ex-locutor de teledia­
rlo (locutor-guionista) y e x-d ire ctor de
Nuevo D iario; Tristán la Rosa, corres­
ponsal de la Vanguardia en París y
Eugenio Suárez, d irector de Sábado
Gráfico. El „órga no a ntip eriod ístíco “
que es la TV, no juzgó oportuno que
se hablara de los problem as de unos
profesionales, en m om entos en que
éstos son encarcelados, multados,
apaleados, torturados o amenazados
de muerte por las fuerzas de ultraderecha, esas fuerzas que tanto
tienen que ver con la program ación
de la TV. Aquí, de verdad, no hay
contrasentido.
Cultura 2. Pese a su aire clásico, poco
renovador y desde luego absolutam en­
te a com odaticio y nada conflictivo,
se ha juzgado que hablar de cultura
32
en el segundo program a es demasiado
para una televisión reñida con dicha
palabra y concepción artístíco-educativa, máxime cuando los programas,
por cuestiones idíom áticas, no pueden
venir grabados y bendecidos desde
los Estados Unidos de Am érica. En
C ultural Inform ativo, de la prim era
cadena, se opta por suprim ir a Fran­
cisco López Barrios, que hacía las
entrevistas literarias, con personajes,
justo es decirlo no bien vistos por el
sistema. Hasta quién esto escribe
ocupó una de dichas entrevistas,
aparecida en pequeña pantalla un mes
después de la desaparición de Franco,
tras más de tres meses de hiberna­
ción, y en unos m om entos de transi­
ción confusos para la marcha de TV,
que pronto fueron aclarados, aclara­
dos en el sentido en que venimos
refiriéndonos.
Niño bonito: Julio Iglesias
mente inquisitorial en la bunkertelevisión española.
Los que si actúan
Mas nuestras ondas no se quedan
huérfanas. Los programas, para sufri­
miento de muchos, olvido de algunos,
y enloquecim iento de los más, se
suceden. Y con sorpresas.
Así, de pronto, un sábado noche, en
el program a de máxima audiencia,
.D irectísim o', del inefable y bien man­
dado Iñigo, aparece, tronante, de
víctim a a profeta del apocalipsis,
Solzhenitsyn. Y la aparición de Solzhenitsyn no se lim ita a narrarnos frag ­
mentos de su indudablem ente trágica
vida: viene a vapulear al Gobierno, a
advertir a los españoles que su refor­
mista G obierno les conduce a la
devastación. Como decía una revísta
hum orística, viene a quitar la voz y
la palabra a Blas Piñar y Girón, y
disfrazado de ellos, a reforzar al bun­
ker, máxime cuando se trata de un
hom bre huido del peligroso mundo al
que al parecer Fraga y Areílza ¡quién
lo diría por sus obras! conducen al
pueblo español. T rágicogrotesca fué
esta aparición. Un hombre enloque­
cido — insistim os, por causas repro­
bables y que condenam os — que viene
a enloquecer, por arte de nadie sabe
que extrañas manos, a los españoles.
Para que nadie dude del poder del
bunker en TV, el programa, íntegro, se
repite el lunes después del telediario
de la noche. Fueron el 20 y 22 de
marzo respectivamente. Aún el pueblo
español espera le aclaren quién montó
el número, y se lo impuso al sonriente
acom odativio Iñigo. Porque es el caso
que Iñigo, para dar algo de variedad
a su escapista programa, cansado de
los mil Uri Geller de turno, intentó
Y nombres, nombres m alditos, prohi­
bidos pese a estar program ados.
Estos son algunos de los que tras­
cendieron:
Raimon, que ha pedido daños y perjui­
cios, ya que tenía un contrato para
intervenir en un programa. Carlos
Saura, que iba a ser entrevistado en
C ultura 2. Francisco Umbral, vetado
para el program a ¡A Fondo! Luis
Buñuel, cuyos film s Nazarin y Los
Olvidados, m ilagrosam ente no apare­
cieron en los espacios program ados.
A su aire de lluis llach, etc.
Aún el nuevo d ire cto r general, el in­
geniero
aeronaútico
Peña-Aranda,
dice que no hay listas negras. No: sen­
cillam ente hay prohibiciones, im posi­
ciones, y cuando es preciso despidos,
caza de brujas y actuación absoluta­
Niña bonita: Carmen Sevilla
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
meter algunas figuras de actualidad,
y se atrevió, nada más y nada menos,
que a presentar en audiencia a Can:
tarero del Castillo. Fueron muchas la?
amenazas a su bién rem unerada labor
presentadora recibidas, para que él
se atreva a aclararnos ahora quién le
ha obligado al sustantivo cambio
experim entado en su programa. Así,
otro día, consiguió ofrecernos a la
aún de buen ver Sara Montiel, en
escorzos que delim itaban sus genero­
sos y todavía deseables senos: lo que
no autorizó fue que esta hablara como
quería, máxime cuando pretendía, en
sus respuestas, inclu ir palabras ne­
fandas para los teleespectadores,
como amnistía, que naturalmente no
saltaron a las ondas. Para paliar que
no se hable de política, se ofrecen
otras aperturas: algunas incluso desde
el propio Palacio de Exposiciones del
M inisterio de Inform ación. Tal, Raquel
Welch y sus dos m illones de pesetas
cobradas por dem ostrarnos que can­
ta r no sabe, pero a la hora de desnu­
darse pocos son los que puedan
igualarla. Seguro que aquella noche,
„el C uerpo“ , llevó la alegría hecha de
jadeos y suspiros a más de un hogar
español.
Y naturalm ente Alfonso Paso, al cual
no le basta ya con d irigir, guionizar e
interpretar program as: ahora también
nos sale cantando, de la mano del
bien acom odado Iñigo naturalmente.
Pero Televisión española, por encima
de todo, lo que sigue siendo es un
instrum ento al servicio de la coloniza­
ción ideológica norteam ericana. Los
telefilm s del im perialism o cultural ex­
pandido desde USA continúan llenan­
do la mayor parte de las horas de
programa. Vuelta de espaldas a la
realidad española, consigue que se
aprenda a soñar con una civilización
ajena a nuestra cultura, desconectada
de nuestra problem ática, enraizada
en condiciones económ icas, sociales,
culturales que nada tienen que ver
con nuestro pasado ni con nuestro
presente histórico. Es trágico ver en
el mundo provinciano y rural las se­
cuelas, los estragos que causa esta
supeditación a la planificación de
la cultura del ocio realizada desde
el im perio de los Estados Unidos:
una form a de vivir, de trabajar,
de im poner una civilización, que
intenta desnuclear al pueblo de su
tierra, al hom bre de su colectividad,
y al país de su propio futuro.
Junto a los telefilm s, las series estúpi­
das las más de las veces, producidas
en los estudios de Prado del Rey;
novelas como „pequeñeces“ que se
arrastran un mes en las sobremesas
españolas. Y los inform ativos: todos
ellos al servicio del oscurantism o,
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Niño bonito: Raphael
retrógrados como los religiosos, preconciliares, donde tiene mando Guerra
Campos y no Tarancón, donde se trata
al espectador como retrasado mental
que aún viviera la época de Trento.
Y sobre todo los inform ativos: allí
encontrarem os a Girón en prim era
noticia cuando decide su protago­
nismo, tendenciosas inform aciones
sobre golpes de Estado como los de
Chile y Argentina, y solapada labor
antirreform ista y antigubernam ental en
pervivencia de métodos que luchan
por transm itir el franquism o a la nueva
experiencia histórica que el país vive.
Hubo un tiem po que el segundo pro­
grama intentó renovar su inform ativo:
pronto fue cesado el equipo y adap­
tado el mismo al prim ero, donde
amenazantes locutores y bunkerianos
redactores continúan haciendo abis­
mal la distancia medida entre la infor­
m ación em itida y la realidad del país.
Al poco de la muerte de Franco, pare­
ció, por días, como dígimos, cam biar
el tono inform ativo: no causalmente
vino un furibundo ataque de Alfonso
Faso en las páginas del Alcázar, bajo
la excusa de que la Junta Sindical
estaba infiltrada de com unistas. Era
el 19 de enero de 1976. Pronto las
aguas volverían a su cauce. El tele­
diario a su vieja faz. Los nom bres con­
flictivos a suprim irse. Los program as
a adaptarse al pasado. Y Alfonso
Paso a rodar una nueva serie: „A
vista de Paso“ se titula, y pronto,
para desgracia de quienes no saben
ya escapar a este ojo m ágico m etido
en sus dom icilios para c o ntrola r su
conciencia y pretender guiar sus
pasos, se em itirá en la „en an a “ pan­
talla.
TV endeudada
Sueldos honoríficos
Conflictos irresueltos
Televisión española, al servicio del
Estado, se nutre fundam entalm ente de
los cuantiosos ingresos percibidos en
concepto de publicidad. Si en 1958,
fueron estos de 4 m illones de pese­
tas, en 1968 habían pasado a 2.332.
En 1974 serían 7.108. Sin embargo, en
televisión se dice que no hay dinero
— este año, se sobreentiende, que
Niña bonita: Rafaela Carrá. Los m illones de TVE se los llevan los „niños
b onitos". Estos son los que sí pueden actuar, quienes m onopolizan, ellos o sus
similares, los m usicales españoles. La otra cara, los auténticam ente representa­
tivos de sus pueblos, son quienes nunca actúan.
33
hasta entonces nadie sabe donde
fueron a parar los beneficios —. Qué
habrá que recortar program as. Despe­
d ir gente. En 1975, los ingresos, se­
gún Blanco y Negro, fueron unos
6.827 m illones de pesetas, de los que
publicidad aportó la mayor parte,
6.506 m illones, el Estado 127, Tele­
radio 45, publicidad en la radio 39 y
por otros conceptos 170. Sin embargo,
el presupuesto para el presente año
se ha cifrado en más de 10.000 m illo ­
nes. ¿Cómo cu brir el déficit? Voces
hay que apuntan ya a la necesidad
de establecer un im puesto sobre los
consum idores, m edida que sin duda
sería antipopular. Al tiem po, continúa
sin extenderse el segundo program a o
UHF a todo el te rrito rio nacional, y
tam poco se ha decidido el sistem a en
co lo r que se va a im plantar, que
suponemos habrá de aguardar a me­
jo r coyuntura.
Los sueldos, en televisión, son muy
desiguales. Algunos cobran cantida­
des fabulosas: entre los privilegiados,
Iñigo, Rodriguez de la Fuente, Lazarov,
Ibañez Serrador. Otros, carecen de
seguros sociales, trabajan de form a
Raimón, representativo de su pueblo, no puede actuar en la pequeña pantalla.
provisional, no tienen ningún tipo de
reglam entación. Esto ha hecho que
los actores, reunidos en Asamblea,
pidan, entre otras cosas: un carnet
profesional; un convenio colectivo que
sea discutido por una com isión repre­
sentativa; estipulación de horarios y
retribuciones; menor dependencia en
la program ación del extranjero. Por
respuesta, hasta el momento, el silen­
cio, o los despidos sí insisten.
En la program ación musical, privan
sobre todo los intereses de las gran­
des casas de discos. Así los escán-
¿ A re ilz a ,
v e ta d o en T V E ?
Televisión Española sigue sient lo la
caja de Pandora: nunca se sabe lo que
va a salir y lo que se queda fuera Por
ejemplo, en el programa "A fondo ’ del
dom ingo 2 8 , los e sp e c ta d o r e s
pudieron contemplar una silla y acia.
En principio hubiera correspondí lo a
Avelí Artis-Gener, autor del libro ''La
diáspora republicana” que habia sido
invitado pero que no llegó a acced :r al
pistó. A última hora se consideró que
no era oportuno su intervención, pre-
Serrat. Caras como ésta s o n desconocidas por el televidente. Sus canciones
no encajan en un in stru m e n to tan represivo com o es el de la televisión
española.
34
cisam ente cuando el invita io se
encontraba ya en los estudios...
Otro programa que se retrasas sos­
pechosamente después de ser aa unciado es una entrevista de A u g x sto
Assía nada menos que al mismísi mo
ministro de Asuntos Exteriores, don
José María de Areilza. ¿Se habrá per­
dido la grabación en algún recóndito
cajón de las mesas directivas de TVE?
Un misterio éste que, de no desvedarse
y políticamente hablando, puede traer
cola
d e „Cuadernos"
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Vetado: Labordeta
Vetado: Luis Llach
dalos denunciados para la representa­
ción en los festivales, como el de
Eurovision, donde la Belter es denun­
ciada por com prar los votos. O cuan­
do se encargan cuatro program as a
otro „c u e rp o “ , el de Rafaela Carra,
dependiente de la yanki CBS, que no
se lim ita a im poner a la figura este­
lar, sino a todos los acompañantes.
A Julio Iglesias, descubierto por la
ortodoxia franquista para oponer a
los intérpretes que nunca verán las
pantallas por muy representativos que
sean de sus pueblos, se le concedió
uno de los mayores presupuestos de
1975, por m artillear con su empala­
gosa sonrisa y su edulcorada presen­
cia a los sufridos espectadores.
Y aún un escándalo. Una referencia
que quizá justifica, explica todo lo
anteriorm ente expuesto. ¿Quiénes son
ellos, cuántos son ellos, por qué
existen ellos?. Por qué voces de la
prensa denuncian, sin que nadie
pueda desm entirlo, que hay una serie
de personas, ligadas a antiguos ca r­
gos de la televisión, y sobre todo,
personajes políticos del Régimen,
que sin aparecer nunca por TV, sin
trabajar jam ás para TV, llevan años
y años cobrando entre 50 y 100.000
pesetas mensuales. Es decir, un mi­
llón anual, que m ultiplicado por esas
decenas de enigm áticos personajes,
contribuyen a grabar el presupuesto
y hacer deficiente el bunker ideológi­
co estatal. ¿Acaso cobran por velar
de la pureza ideológica de este
„in strum en to " torturante y represivo?.
Quizá así se explicaran muchas cosas:
la caza de brujas, las listas negras,
la bunkerización de TV y hasta el
d é ficit económ ico de la m is m a . . .
De verdad que al pueblo español le
gustaría conocer los nom bres de
quienes durante tantos años, llevan
dirigiendo, desde la sombra, pero con
absoluta eficacia fascista, nuestra
maladada televisión española.
■
Andrés Sorel
Vetada: Elisa Serna
Otro vetado y con él el pueblo que representa: Pí de la Serra. Para él también
se cierran las puertas en Prado del Rey. Hay que dejar sitio a Heidi.
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
SAHARA
La voluntad del pueblo
Extracto del escrito dirigido a
Comunidad Económica Europea.
la
M ientras el pueblo del Sahara se pre­
para para recoger el fruto de su secu­
lar lucha contra el colonialism o espa­
ñol, los países vecinos de M arruecos
y M auritania hacen todo lo posible por
arrebatarle su legítim o derecho de
existencia, libertad e independencia.
Nuestro pueblo se ve confrontado con
un acto de agresión que viola, entre
otras cosas, la Carta de las Naciones
Unidas.
En efecto, las Naciones Unidas han
confirm ado, aprobando la resolución
1514, que la autodeterm inación de los
pueblos es uno de los fundam entales
p rincipios de la Carta.
Este derecho inalienable fue también
reconocido en numerosas ocasiones
por la organización internacional des­
de 1936, expresamente para el pueblo
saharaui. Lo mismo, por el Tribunal
de La Haya.
Tribunal de la Haya:
Sentencia clara y certera
La sentencia del Tribunal Internacional
fue clara y certera: por una parte,
c o rrob oró que cuando llegaron los
españoles nuestro país no era una
„te rra n ulliu s“ y, de otro lado, que ni
M arruecos ni M auritania jam ás han
e je rcid o
una soberanía te rrito rial
sobre el Sahara O ccidental.
El Tribunal reconoció tam bién nuestro
derecho a la autodeterm inación y la
aplicación de la resolución 1514 que,
desde 1960, pide la descolonización
del te rrito rio.
Además una com isión especial de la
ONU, que visitó nuestro país en mayo
de 1975, presentó a la Asam blea
General un inform e en el que quedó
claro el deseo de nuestro pueblo a
vivir libre e independiente.
La „marcha verde“,
una maniobra de invasión
La invasión de nuestro país, llevada
a cabo por las tropas m arroquís,
comenzó el 31 de octubre de 1975,
cuando la atención m undial se con­
centraba en la „m archa verde“ ,
m aniobra sencilla en torno al acuerdo
trip a rtita del 14 de noviem bre de 1975.
36
La invasión del Sahara por las tropas marroquís obliga al pueblo a adherirse al
Frente Polisarlo.
Este acuerdo entre España, M arruecos
y Mauritania, bendice, lisa y llana­
mente, la repartación de nuestro país
y sus riquezas, y tiene com o conse­
cuencia la división de nuestro pueblo.
Este sucio acuerdo se elaboró sin
tener en cuenta a la parte más afec­
tada: sin el consenso del pueblo
saharaui.
El pueblo saharaui opina que este
acuerdo ilegal se sale com pletam ente
del encuadram iento ju ríd ico recom en­
dado por la ONU y contradice sus
resoluciones.
Además, tras la disolución del Djemaa
(Asamblea Nacional) el 28 de noviem ­
bre, cuya mayoría se adhirió al Frente
Polisario, queda este acuerdo sin valor
jurídico.
No es posible un referendum
bajo una ocupación militar
Después de la ocupación ilegal de
nuestro país por los eje rcito s de
M arruecos y M auritania y las m anio­
bras de los gobiernos de Rabat y
Nouakchott, encam inadas a interpre­
tar falsam ente las resoluciones de la
ONU, ésta, a través de su Secretario
General Waldheim, se ha negado a
reconocer la política de los hechos
consumados. El enviado especial de
Waldheim, Rydbeck, ha podido com ­
probar con sus propios ojos, que en
la actual situación de ocupación m ili­
tar es im posible llevar a cabo un
referendum con la garantía de que el
pueblo saharaui pueda expresarse
librem ente sobre su futuro.
La política genocida del e jercito de
ocupación, viola la conciencia hum ani­
taria y los elementales p rincipios que
deben regir las relaciones entre los
pueblos que aman la ju sticia y la paz.
Miles de personas, mujeres, niños,
ancianos han sido desalojados de sus
casas, han abandonado sus bienes,
han vagado por los desiertos, en con­
diciones miserables e inhumanas.
O bligados al éxodo, llegan a los te rri­
torios liberados donde nuestros solda­
dos les atienden.
Pero las fuerzas agresoras les persi­
guen hasta nuestros campamentos.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Los bom bardeos con Napalm están
en el orden del día. Este inocente
población civil sufre y paga la agre­
sión con docenas de muertos, cientos
de heridos y desaparecidos. El delito
de este pueblo consiste en oponer
resistencia a una potencia ocupante
extranjera y ejercer su derecho a vivir
librem ente dentro de su territorio.
Los campam entos de Tifarity, Amgala,
Guelta-Zemm our, entre otros, se han
convertido en los objetivos predilectos
de la aviación m arroquí. El campa­
mento de Oum Dreiga, en el sur de
nuestro país, es objeto actualmente
de duros ataques. Allí viven 25.000
personas, de población civil. Las bom ­
bas napalm caen sistem áticam ente
desde el 18 de febrero de 1976 y
cuestan la vida de cientos de perso­
nas.
Los ataques fortalecen
la voluntad del pueblo
Estos ataques fortalecen todavía más
la voluntad del pueblo saharauí de
conquistar su soberanía.
Estos derechos a la soberannía na­
cional no han podido elim inarse ni
durante la presencia española ni ahora
bajo la ocupación m arroquí-m auritana.
El 27 de febrero de 1976, tuvó lugar
en Bir Lahlou, en los te rrito rio s libera­
dos, la proclam ación de un estado
líbre, independiente y soberano con
el nom bre de R epública Arabe Saharaui Dem ocrática.
Con ello ejerce
nuestro
pueblo su
La población civil es perseguida por las fuerzas invasoras hasta los campamentos de la República Saharauí.
derecho a la autodeterm inación, es­
cogiendo independientem ente el cam inio de la libertad y de la dignidad.
El pueblo está decidido a continuar
su lucha hasta la com pleta liberación
del país.
Piden que se reconozca
a la República
Arabe Saharaui Democrática
El Frente Polisario ha hecho un llam a­
m iento a M arruecos y a M auritania
para que acaben con su agresión a
nuestra soberanía, para que reconoz­
can a nuestra R epública y para esta­
blecer una colaboración pacífica en
interés de nuestros pueblos.
Con ello esperamos que la fuerza de
la razón imponga la ju sticia y la paz.
En este espíritu, la R epública Arabe
Saharaui Dem ocrática, hace un llam a­
miento a los estados m iem bros de la
Com unidad Europea, para que éstos
la reconozcan y se pongan al lado de
la ju sticia y del derecho.
El pueblo les asegura su deseo de
relaciones amistosas respetando los
m utuos intereses de nuestros países.
Esperamos que hagan lo posible para
que M arruecos y M auritania acaben
su agresión y dejen de bom bardear a
nuestra población civil.
Miles de personas, m ujeres, niños y ancianos han sido desalojados de sus
casas y vagan por los desiertos en condiciones m iserables e inhumanas.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Bir Lahlou, 17 de marzo de 1976
M’HAMED OULD ZION, Presidente del
Consejo Nacional Provisional
37
Comunidad Europea
LA EUROPA DE LOS CIUDADANOS
La elección directa del Parlamento
Europeo representa una participación
más activa de los pueblos en la cons­
trucción de la Europa comunitaria
El mes pasado, ante el „C ongreso de
Europa“ reunido en Bruselas para
tom ar posición sobre las futuras eta­
pas de la integración europea, W illy
Brandt ex-canciller de Alem ania Fe­
deral, anunció: „Seré candidato en las
prim eras elecciones europeas, en la
prim avera de 1978." Así se abría, me­
díante la candidatura de una las per­
sonalidades más señeras y más res­
petadas de nuestros países, la prim era
campaña electoral con vistas a la
elección por sufragio universal directo
de la institución parlam entaria de las
Com unidades. A penas habían trans­
currido dos meses desde que los
Jefes de G obierno de los „N ueve"
habían decidido que la elección del
Parlamento Europeo se desenvolverá
„en una fecha única del periodo co­
rrespondiente a los meses de mayojunio de 1978“ . C ierto que el Reino
Unido y Dinamarca mantuvieron una
reserva que, sin embargo, no afecta al
desenvolvim iento de las elecciones en
el resto de la CEE, existiendo razones
para estim ar que, en definitiva, incluso
los ciudadanos británicos y daneses
votarán al mismo tiem po que los de­
más ciudadanos com unitarios en la
fecha prevista. El Parlamento Europeo
co nstituirá así el resultado directo del
sufragio popular, lo que constituye,
según declaró el actual presidente del
mismo, George Spenale, el nacim iento
de la Europa de los ciudadanos.
en lo que a la integración europea se
refiere. El acontecim iento interesa,
pues, en prim er lugar a los pueblos.
En estas mismas columnas, Spenale
lo indicó con algunas frases parti­
cularm ente afortunadas e incisivas:
„lo s pueblos, a los que las institucio ­
nes europeas mantenían en cuarente­
na y que, desde luego, les pagaban
con misma moneda, van a participar,
de ahora en adelante, en la construc­
ción de Europa y tal elección va a ser,
en cierto modo, la partida de naci­
m iento del pueblo europeo“ .
La respuesta debe venir de
los partidos políticos
En realidad, se han oído dos obje­
ciones: 1978 está aún lejos y, por otro
lado, ¿en qué va a determ inar una
votación un verdadero interés popular
por los asuntos europeos? Y los es­
cépticos se com placen en recordar
que, en Francia, ya se decido un
referéndum para la Com unidad y que
el mismo había dejado un regusto
a m a rg o . . . La respuesta debe venir
de los partidos políticos y de los mo­
vim ientos europeos. No es un día, aún
im preciso, de mayo o junio de 1978
cuando, de golpe, los pueblos euro­
peos van a irrum pir en la Comunidad,
ya que lo esencial se va a jug ar antes,
cuando los partidos, para conseguir
los sufragios, tengan que hacer cam ­
paña electoral sobre temas europeos
e invitar a los electores a optar entre
el desarrollo o no de la integración,
en pro o en contra de cierta concep­
ción de la Comunidad. Al elegir sus
representantes el día de la votación,
No es necesaria una nueva
legitimidad
Procede, sin embargo, co rre g ir algu­
nos equívocos al respecto. El Parla­
mento no necesita una nueva legitim i­
dad, ya que se halla integrado por
representantes elegidos por los pue­
blos europeos, representa ya a los
ciudadanos de la Com unidad y tiene
ya derecho a hablar en nom bre de
los mismos. Pero los ciudadanos casi
no lo saben, dado que no eligieron
directam ente a sus representantes en
el Parlamento Europeo, no los esco­
gieron en función de temas europeos
y no les han dado poderes específicos
38
Los ciudadanos van a participar, de ahora en adelante, en unas elecciones
que van a ser, en cierto modo, la partida de nacim iento del pueblo europeo.
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
los pueblos y los ciudadanos con­
fiarán al Parlamento elegido poderes
lo suficientem ente definidos para que
aquél no sea solamente el represen­
tante electo de los países com unita­
rios (lo que ya es), sino para que ten­
ga el derecho e incluso el deber de
im poner ciertas realizaciones y de
obliga r al ejecutivo a acatarlas.
Cooperación leal y
voluntarista
Cierto que el Parlamento directam ento
electo no va a pretender concentrar
en sus manos todos los poderes.
Como lo afirm ó su Presidente, „la
Europa de los ciudadanos deberá lle­
gar a un arreglo con la Europa de los
Estados, que siguen siendo pilares
indispensables de la casa común, de­
biendo instaurar una cooperación leal
y voluntarista con los parlam entos na­
cionales, a la vez que buscar equ ili­
brios razonables con las demás ins­
tituciones co m unitarias“ . Pero, dentro
de los límites de las com petencias
previstas por los Tratados y las otras,
suplem entarias, que se le confien, esa
Europa sabrá velar por el respeto de
los com prom isos com unitarios y tom ar
nuevas y útiles iniciativas.
Pero, para conseguir eso, es preciso,
además, que la decisión de principio
vaya seguida de las disposiciones de
aplicación y que, a este respecto, se
respete el calendario, bastante apreta­
do, que resulta indispensable. El p ri­
mero de abril, los Jefes de Gobierno
tienen que aprobar el Convenio entre
los „N ueve“ que determ inará las mo­
dalidades de las elecciones y que se
deberá som eter a la ratificación de los
parlam entos nacionales, con el fin de
que las elecciones europeas entren
legítim a y definitivam ente en las leyes
de los respectivos países integrantes
de la Comunidad.
Dinamarca, 13 por Irlanda y 6 por
Luxemburgo. Tal fórm ula ha tropezado
con dos objeciones que, por otro lado,
van en sentidos opuestos. Según
Irlanda, la representación de los
„pequeños países“ no es suficiente;
según Francia, por el contrario, no se
acata lo suficiente el principio de
„p ro p o rc io n a lid a d “ y los „grandes
países“ resultan desventajados. Las
objeciones iban acom pañadas de dos
fórm ulas alternativas, bastante aleja­
das una de otra, bastando con indicar
que, según la propuesta francesa,
Luxemburgo debería tener 3 escaños,
Irlanda 6 y Dinamarca 8, m ientras que,
con arreglo a la propuesta irlandesa,
Luxemburgo tendría 9, Irlanda 18 y
Dinamarca 20. ¡Si se pudiera afirm ar,
a priori, que una de las dos fórm ulas
es absurda! Por desgracia, ambas
tesis se apoyan en p rincipios opues­
tos, pero igualm ente válidos. Irlanda
hace observar que solamente en una
Comunidad enteramente realizada po­
drían adm itir los pequeños países la
reducción de su peso, pero que, en
la fase actual de integración, Irlanda
no podrá aceptar jamás que su parti­
cipación en porcentaje del número
total de los miembros del Parlamento
Europeo sea inferior a la que figura
en el Tratado de adhesión. Francia,
por el contrario, pretende que es pre­
ciso acercarse lo más posible a la
noción fundam ental de toda dem o­
cracia, con arreglo a la cual los votos
deben tener el mismo peso, ya que,
¿por qué, para elegir a un diputado
europeo van a ser necesarios mu­
chos más ciudadanos alemanes, italia­
nos, franceses o ingleses que ciuda­
danos irlandeses, luxemburgueses,
daneses o belgas?
El tránsito de la Europa
de los Estados a la Europa
de los ciudadanos
Una fórm ula de com prom iso propuesta
por Italia no ha conseguido aún el
acercam iento significativo de las posi­
ciones. Pero es preciso hallar la solu­
ción en las escasas semanas que
faltan para la reunión de Jefes de
Gobierno, debiendo ser aprobada por
estos últim os. Si la elección del Parla­
mento significa „e l tránsito de la Euro­
pa de los Estados, de los cárteles y de
los funcionarios a la Europa de los
ciudadanos“ (frase que también he­
mos tom ado al presidente Spenale),
nadie podrá adm itir que dicho trán ­
sito se vea com prom etido o retrasado
por divergencias que no son funda­
mentales.
■
F. Riccardi
Grandes y pequeños Estados
¿Qué obstáculos retrasan la adop­
ción del Convenio?. Pues bien, los
„N ueve“ no están aún de acuerdo
sobre la com posición del Parlamento
Europeo electo, a saber, sobre el
número de sus com ponentes y sobre
su reparto entre las distintas nacio­
nalidades. El propio Parlamento, tras
profundo estudio de todos los aspec­
tos de la cuestión, expuso una fó r­
mula: 355 miembros, de los que 71 por
Alemania, 67 por el Reino Unido, 66
por Italia, 65 por Francia, 27 por los
Países Bajos, 23 por Bélgica, 17 por
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
Sí la elección del Parlamento significa „e l tránsito de la Europa de los
Estados, de los Cárteles y de los funcionarios a la Europa de los ciudadanos
¿cuándo se conseguirá la Europa de los trabajadores?
39
Rusia
PRESOS POLITICOS
El silencio que se extiende sobre muchas malogradas acciones, en la sociedad
soviética, se hace extensivo también a la represión que sufren las minorías y
como no, a los métodos y medios utilizados para acallar a aquellos, que se
permiten una crítica al sistema. A aquellos que se ha dado en denominar
presos de conciencia. Amnesty International ha publicado no hace mucho un
libro, en el que se describen, las condiciones en las cárceles soviéticas y el
tratamiento a que están sometidos los detenidos.
El libro está escrito en un estilo
sobrio, en el que se evita todo rasgo
em ocional y procura emplearse in­
cluso un Idiom a técnico, a fin de
evitar, determ inadas hostilidades con­
tra el sistema o régimen soviético, no
digam os ya contra el pueblo, según
m anifestaciones personales del secre­
tario general de Am nesty International,
Ennals. Se trata llana y sim plem ente
de una inform ación sobre la ofensa
humana.
El problem a más im portante del in­
form e se centra en dem ostrar, la exis­
tencia de contradicciones entre lo
afirm ado por los interlocutores de
Am nesty International en la Unión
Soviética y declaraciones oficiales y
la realidad en las prisiones. Aquéllos,
los interloctores de Amnesty, le indi­
can a ésta siem pre el texto de lo
contenido en la constitución soviética
al respecto y afirm an que las garan­
tías legales, asi com o las condiciones
de arresto, son mucho más grandes, y
m ejores que las exigidas por la N acio­
nes Unidas. Sin em bargo la realidad
tiene otro aspecto. Ya que partiendo
del estado de derecho, se condena a
hom bres de conciencia y se los man­
tiene detenidos, sim plem ente por ex­
presar sus opiniones en círculo de
amigos, no digam os públicam ente,
que disientan de lo expuesto en las
enseñanzas oficiales. No debe o lvi­
darse que en Rusia se puede ir a la
cárcel por uno de los tres motivos
que a continuación se indican:
Ante todo no alterar el orden
establecido
Propaganda antisoviética y agitación.
A firm aciones falsas, que difamen al
estado y la sociedad soviética. O rgani­
zación o participación activa en
acciones de grupo, que alteren el
órden establecido.
No cabe duda, que las conciencias
occidentales se han despertado desde
que algunos escritores y crítícos del
sistema en Rusia, lograron con sus
escritos o discursos traspasar la fron40
teínas deja mucho que desear. El
número de calorías es insuficiente
ya que se reparten diariam ente entre
los presos dos mil seiscientas, en
lugar de las tres mil cien reconocidas
¡nternacionalmente. Esto quiere decir
que el hambre es un acom pañante
inseparable de aquellos que no se
conform en con las disposiciones ofi­
cíales y traten de expresar su form a
de pensar librem ente. El problem a se
agudiza, ya que la desnutrición trae
consigo innum erables enfermedades,
que no pueden ser debidam ente com ­
batidas, a causa de la mala asisten­
cia médica. Guiándose por una infor­
mación publicada por el grupo Samisdat (literatura de los emigrantes, que
tam bién se introduce en la Unión
Soviética) sobre las condiciones de
la colonia penitenciaria de Perm, en
los Urales, se afirma, que la mayoría
de los ocupantes de la colonia tienen
penas de 15 a 25 años, muchos pade­
cen de úlceras de estómago, tu be r­
culosis y enferm edades del corazón.
El único hospital en las „cercan ía s“
está a sesenta kilóm etros y no puede
llegarse allí más que en camión, por
unas carreteras infernales. En el
botiquín del campo de concentración,
faltan los m edicam entos e instrumenta rio más indispensables.
No se les deja comprar
alimentos
Breschnew, jefe del Partido Comunista
de la Unión Soviética.
tera con Occidente. Desde entonces
se sigue aquí con suma atención, la
lucha de la oposición al régimen en
la Unión Soviética, así como el respeto
por los derechos del hombre. De ahí
que se haya descubierto un interés
especial por saber que es lo que
ocurre con los presos políticos.
La docum entación de Am nesty Inter­
nacional, debe considerarse como un
buen trabajo en relación con la teoría
política de la Unión Soviética. En
élla se expresa, la parte ju ríd ica e
institucional de la represión contra la
oposición, sea ésta de carácter d isi­
dente, religioso o nacionalista.
La tesis que más destaca en el libro,
es que los presos políticos en Rusia
(que se calculan actualm ente en unos
10.000), están condenados al hambre,
ya que después de realizar trabajos
durísimos, reciben una alim entación,
cuyo contenido en vitam inas y pro­
También ocurre que como sanción,
se reducen más todavía las ya pe­
queñas
raciones,
negándosele al
preso el permiso de com prar alim en­
tos de form a privada. Así, dice
Amnesty, existen inform aciones de
que prisioneros, en los meses de
verano, comen yerbas y flores silves­
tres, quizás para com pensar los sínto­
mas carenciales, o bien por tener algo
que m asticar y asi poder aplacar un
poco el hambre que los corroe. Para
escaparse de todas estas torturas,
parecen haber encontrado los presos,
un m étodo terrible, el de la m ultílación
corporal propia.
A quéllos que cometen infracciones
contra las normas del código moral
de los constructores del comunismo,
se los envía a colonias de trabajos
correcionales, en las que según la ley,
deben ser educados a cum plir e stric­
tamente las leyes y a respetar las
reglas de la „vida común socialista".
La ejecución de la pena, no tiene
com o fin, asi se asegura, herir la
dignidad humana o producir enferm e­
dades síquícas.
En esta form a de expresión, en la
que el ocasionar enferm edades no
se excluye categóricam ente, ha visto
Am nesty International, otro de los
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
puntos centrales, para la condena de
las condiciones en las prisiones so­
viéticas, en „atención a considera­
ciones de derecho hum ano“ . En la
práctica de los campos penitencia­
rios, precisam ente los presos políti­
cos, están som etidos a la a rbitrarie­
dad de la dirección del penal, que
pueden disponer en todo momento,
la agravación de la pena.
„Aquí no le tratamos a Vd.
por causa de su enfermedad,
sino por sus opiniones“
A pesar de todo esto, los presos
políticos que se encuentran en los
distintos campos de concentración y
penitenciarías, tienen todavía un mo­
desto resto de derecho que pueden,
en algunos casos, exigir. Mucho peor,
o m ejor sin derecho alguno, se en­
cuentran aquellos, que por tiem po
indefinido han sido internados en una
de las siete clínícas siquiátricas. Los
criterios para su internado, están
generalm ente form ulados de forma
muy indeterm inada, ya que toda
declaración — asegura Am nesty —
sobre puntos de vista distintos de
dos oficiales, sobre problem as públi­
cos, puede caer dentro del círculo de
la siquiatría. Un intelectual de Leningrado, W. Cherníjchev, explica el pro­
ceso de la siguiente manera: En la
cárcel se me reconoció durante treinta
m inutos y se llegó a la siguiente
diagnosis, esquizofrenia de carácter
paranoico. El d ire cto r de una de
estas clínicas siquíatras dirigiéndose
al „p a cie n te “ J. Below le dijo „Aquí
no le tratam os a Vd. por causa de
una enferm edad sino por sus opinio­
nes".
Naturalmente, que a los soviéticos no
les ha parecido nada bien, el m anus­
crito de Am nesty International, como
lo
dem uestra
el
com entario
de
Smirnov, presidente de la agrupación
de juristas soviéticos, que en una
carta cortísim a al secretario de la
organización en Londres, en la que
afirmaba, no querer entrar en dis­
cusión sobre lo que en el reportaje
se dicen sobre la situación de los
„presos de co ncien cia", lo que des­
tinatario de la carta denom ina libro,
es una adulteración dañosa de la
realidad. Puede com prenderse esta
corta y dura reacción, después de
leer el inform e de Amnesty, pero aun­
que no puedan hoy com pararse los
m étodos del régimen actual con los
stalinistas, cierto es que la práctica
policial y juríd ica están en clara con­
tra d icció n con lo que se afirm a en la
Unión Soviética y en su constitución.
■
Jumeba
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
CORPORACIONES
MULTINACIONALES
EN EL BANQUILLO
En la capital peruana tuvo lugar, en
los últim os días de febrero y los p ri­
meros del pasado mes de marzo,
la esperada reunión de la Comisión
Intergubernam ental de las Naciones
Unidas de C orporaciones M ultinacio­
nales.
No obstante, recordem os prim era­
mente que dicha Com isión - creada
por el Consejo Económ ico y Social
de la ONU —, comenzó sus labores el
año pasado. La constitución de la
misma, fue el resultado de la CRE­
CIENTE INQUIETUD de los países en
desarrollo como consecuencia de la
gran am plitud y el caracter de las
C orporaciones M ultinacionales.
Los chilenos, y latinoam ericanos en
general, conocem os muy bien el des­
caro con que operan éstas en nuestros
países. Sabemos de la influencia nega­
tiva que ejercen estos gigantes indus­
triales y financieros sobre el clim a
socioeconóm ico y político. Asimismo,
se esta consciente de las ganancias
exorbitantes que día a día recogen y
el manejo mañoso y contum az que
llevan a cabo de las riquezas natura­
les. Se enriquecen segundo a segundo
a cuenta de las míseras rem uneracio­
nes del sudor y sangre de los pueblos.
Del mismo modo, frenan — por todos
los medios —, el progreso socioeconó­
m ico de la parte sur del hem isferio
occidental y, por si, representan una
amenaza permanente a la soberanía
nacional de los países de la región.
La nueva historia de Am érica latina
conoce muy bien, y con muchos ejem ­
plos, la ingerencia directa de estas
com unidades del poder económ ico en
los asuntos internos de cada estado.
Huelga recordar, por ejemplo, la
acción de la ITT y otras C orporacio­
nes que obraron y obran en la Patria
de Allende. Es universalm ente cono­
cido el „tra b a jo " que contribuyeron a
realizar — de consuno con el Departa­
mento de Estado de USA, la CIA y la
oligarquía crio lla —, en la preparación
del Golpe M ilitar fascista.
Sobre el particular, las publicaciones
clandestinas de la UP en Chile han
com entado en form a reiterada estos
hechos. Se ha escrito que „cuando
surge un peligro real para la dom ina­
ción del capital m onopolista y sus
testaferros políticos — subrayan —, el
Im perialism o no se detiene ante nada
y abandona toda apariencia de cual­
quier dem ocracia". Y han acotado:
„El Im perialism o insaciable está dis­
puesto en todo mom ento para piso­
tear la soberanía de los estados y
sus leyes sin referirse ya al hum anis­
mo."
Las compañías m ultinacionales se enriquecen segundo a segundo a cuenta de
las míseras remuneraciones, del sudor y sangre de los pueblos.
41
Uruguay
EL ÉXODO DE LOS JÓVENES
Por algún misterioso azar, la palabra éxodo parece ligada al destino del
pueblo uruguayo. En este 1976 se cumplen 165 años del llamado éxodo del
pueblo oriental, que para los gauchos de entonces era simplemente la „redota“.
En aquella ocasión el pueblo, sintién­
dose traicionado por Buenos Aires y
Montevideo, acom pañó
a Artigas
hasta el Ayui. Fue algo así como el
exilio de la dignidad. Hoy, a tanta
distancia de aquella m igración de
hondo sentido político, un nuevo
éxodo de uruguayos se está con­
virtiendo en un hecho asombroso, con
cifras desusadas para Am érica Latina.
Los cálculos extraoficiales hablan de
casi un m illón de uruguayos salidos
de su país a partir del golpe del 73.
Voceros oficiales de Argentina esti­
man entre 500 y 600 mil el número de
uruguayos que en los últim os tres
años cruzaron el Río de la Plata para
establecerse fundam entalm ente en
Buenos Aires.
De todos modos, hay también grupos
considerables de exiliados uruguayos
en Australia, España, Suecia, Francia,
Suiza, Estados Unidos, Cuba, Vene­
zuela, M éxico y Perú. Con destino a
Australia han salido regularm ente del
puerto de M ontevideo barcos repletos
de inm igrantes. En España hay un
pueblo cercano a Barcelona que ha
sido virtualm ente copado p o r urugua­
yos, y en la propia ca p ita l catalana
han empezado a aparecer los calés
„M o ntevide o", „P e tit M ontevideo", etc.
En Venezuela se habla de veinte mil
exiliados de ese origen. Las U niversi­
dades latinoam ericanas han dado por
lo general buena acogida a docentes
y profesionales. En Buenos Aires y en
las provincias Argentinas, el obrero
especializado uruguayo (de excelente
nivel) suele hallar trabajo y trata de
rehacer su vida. Pero de todas ma­
neras el exilio es siem pre una ex­
periencia amarga, con graves proble­
mas de adaptación y nostalgias.
La población de 18 a 35 años
o está presa o se ha ido al
exterior
Lo más probable es que el número
real de uruguayos em igrados esté a
m edio cam ino entre los 500 mil o 600
mil adm itidos oficialm ente por las
autoridades argentinas, y el casi m illón
(por supuesto incluyendo a otros
países) estim ado en los cálculos
extraoficiales. Es probable que la cifra
42
verdadera sea 850 mil, que significa ni
más ni menos que la tercera parte de
la población del país. Para m edir la
significación real de este porcentaje
abrum ador, habría que agregar que
equivale a una hipotética em igración
de treinta m illones de brasileños o 17
m illones de mexicanos.
Quien visita hoy M ontevideo vuelve
im presionado con la escasez de jóve­
nes en las calles: a ojos vista predo­
m inan los niños y los ancianos. La
gente de 18 a 35 años en plena edad
productiva, está presa o ha sido de­
portada o se ha ido espontáneamente
al exterior. La corriente m igratoria
empezó en el 73, poco después del
golpe, y en sus inicios abarcó p rim or­
dialm ente a los perseguidos por m oti­
vos políticos: pero desde el segundo
semestre del 74 la gente que se va
lo hace fundam entalm ente por razones
económ icas. Tam bién esta es, indirec­
tamente, una em igración política. El
cierre de fábricas, grandes tiendas,
centros de enseñanza (así como el
despido masivo por causas políticas)
ha llevado la desocupación a niveles
desconocidos en la historia del país.
Aún quienes, por no haber tenido
m ilitancia política alguna, no sufren
los rigores represivos del régimen, pa­
decen en cam bio el desempleo y el
hambre, y en consecuencia hacen las
maletas en busca de nuevos horizon­
tes.
Salen para salvar la vida,
para encontrar trabajo
y poder subsistir
Quien trata de establecerse por ejem ­
plo, en Buenos Aires, lo hace como
una tentativa provisoria: si un día la
situación política y /o económ ica cam ­
bia, sabe que la costa uruguaya está
a 40 m inutos de avión o a una noche
de barco: pero quien em igra a Austra­
lia ese sí corta las amarras en una
actitud poco menos que definitiva.
¿Qué factores determ inan semejante
fenóm eno? en un folleto sobre A rti­
gas recordaba reciéntem ente Carlos
Machado una reveladora frase de
Bauza sobre el éxodo de 1811: „Sabian
perfectam ente que despoblando el
pais, con su ausencia, derrotaban el
enem igo."
¿Será ésta tam bién la explicación del
actual éxodo? No lo creo. Dadas las
circunstancias, no pienso que quienes
ahora abandonan el Uruguay hayan
tenido tiem po u oportunidad para
coordinar una estrategia. Sin embargo,
no es im probable que, a la larga, el
nuevo éxodo se constituya en una
fa cto r de derrota para quienes, con sus
medidas económ icas y sus desmesu­
ras represivas, provocaron el insólito
desbande, pero esa sería apenas una
consecuencia lateral. La explicación
verdadera debe tener raíces más hon­
das, más dram áticas. Los protagonis­
tas de esta nueva „re d o ta “ salen del
país a contrapelo de sus hábitos, de
sus vocaciones, de sus afectos, sen­
cillam ente porque no les queda otra
opción: unos para salvar la vida, otros
para que no los apresen y torturen,
los más tan sólo para encontrar traba­
jo y subsistir. Si el de 1811 fue el
éxodo de la dignidad éste es además
el éxodo de la necesidad.
El uruguayo no se adapta
fácilmente al exilio
En varios países de Am érica Latina,
he hablado (yo mismo, un emigrado)
con com patriotas llegados allí en los
últim os años. Y es angustioso ver
como, especialm ente los jóvenes,
sufren el desarraigo. Quizá ello se
deba a que el Uruguay, con su larga
etapa de dem ocracia liberal, no había
contraído el hábito de la em igración.
Más bien está habituado a acoger
exiliados de casi todos países de
Am érica Latina. Ciudades como M éxi­
co y M ontevideo fueron durante pro­
longados períodos las capitales del
exilio político latinoam ericano. Por ra­
zones de vecindad, argentinos, brasi­
leños, paraguayos, bolivianos, que de­
bido a situaciones políticas debían
abandonar sus países, emergía con
frecuencia el Uruguay como residencia
transitoria. El pueblo es allí acogedor
y solidario, las leyes y las costum ­
bres adm itieron siem pre las incorpora­
ciones al medio. Lo cierto es que al
uruguayo le cuesta bastante adaptarse
al exilio, a pesar del notable espíritu
solidario con que han sido acogido
por otros pueblos.
Al régimen del Presidente Bordaberry
no le agrada mucho que se toque este
tema espinoso, quizá porque se trata
de una de las objeciones más irrefuta­
bles contra su gestión.
La verdad es que no hay declaración,
m anifiesto, protesta o denuncia que
pueda llegar a ser tan elocuente como
la escueta realidad del éxodo, y en
particular la m onstruosa relación entre
el número de em igrantes y la poblaEXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
para los jóvenes y no tan jóvenes, no
habrá necesidad de que ningún censo
o ficial u survey oficioso lo com unique
a la opinión pública. La presencia en
las calles o en los campos, en las
aulas o en las fábricas, de una juven­
tud dinám ica, estudiosa, productiva
(com o la que siem pre existió en
Uruguay) dirá elocuentem ente que
ese pueblo ha tom ado el rumbo de
su liberación.
■
Mario Benedetti
EN URUGUAY SE TORTURA
BESTIALMENTE
Al Presidente Bordaberry no le agrada
que se toque el tema espinoso del
éxodo.
En su edición del 22 de Marzo de 1976 el influyente sem anario „D e r S piegel“ ,
bajo el título „U ruguay: to rtura en el ca ballete“ , dió a conocer detalles de los
métodos que la policía y el e jé rcito uruguayo estarían empleando en la tortura
- por lo demás sistem ática, según ciudadanos de ese país que han abandonado
su patria — de prisioneros políticos.
„En Uruguay, país que hace algunos años sirvió como muestra de dem ocracia
en Am érica Latina, los prisioneros p o litic o s son, al parecer, torturados b e stia l­
mente p o r policías y m ilita re s.“ Comienza señalando el se manarío.
Las fuentes inform ativas de „D e r S piegel“ es la organización „Am nistía Interna­
cio n a l“ que se preocupa de la suerte de los presos políticos en el mundo sin
otra meta que la cooperación a la ju sticia y a la libertad de los encarcelados.
Am nistía Internacional cuenta con una sección alemana a cuyo directorio
pertenece el M inistro Federal del Interior, W erner Maihofer, y el M inistro Federal
de Investigación y Tecnología, Hans M atthöfer.
Métodos espeluznantes y crueles
ción total. A veces, el inexplicable
resentim iento genera en los exiliados
opiniones violentas, lapidarias. Sin em­
bargo, a veces es más útil postergar
el estallido em ocional y lim itarse a los
hechos, más reveladores que todos los
epítetos. No hay ju icio más severo de
un pueblo sobre su gobierno que este
alejam iento colectivo. Para que cien­
tos de miles de hom bres y m ujeres
prefieran los graves problem as de la
readaptación, del desajuste anímíco,
de la adopción de un nuevo cam ino y
hasta un nuevo oficio, antes que se­
guir viviendo y trabajando en su propio
país, con su gente, su profesión, sus
hábitos y su paisaje, tienen que existir
motivos más que atendibles. Después
de todo, aunque hubieran em igrado
todos los que votaron en 1971 por la
coalición izquierdista frente amplio, la
cifra llegaría a 300.000, si en realidad
es casi tres veces mayor, quiere decir
que el m alestar ha penetrado tam bién
otras capas de la población. Este es
un hecho innegable, que no puede ser
alterado por la fácil retórica de los
discursos o la falsa objetividad de los
com unicados.
A Am nistía Internacional, un o ficial de ejé rcito uruguayo, „quien, según su
propia declaración, ha tom ado parte en interrogatorios con to rtu ra “ , hizo llegar
un conjunto de antecedentes sobre estos graves sucesos. En su edición del
22 de marzo de 1976, „D e r S piegel“ publica una espeluznante fotografía en la
cual se ve a un hombre desnudo y encapuchado, atado de manos, cabalgar
sobre una barra metálica transversal que está sujeta por dos postes verticales.
La barra, cuyo diámetro no es superior a tres o cuatro centím etros, está suspen­
dida a una altura precisa de tal manera que el torturado no pueda apoyar los
pies en la tie rra y deba sostener todo el peso de su cuerpo entre las piernas.
En la inform ación de „D er S piegel“ , se cita textualm ente la carta del oficial
uruguayo a „Am nistía In te rn acio na l“ , en la que señala „ten go cientos de
pruebas sobre horribles experiencias". Además expresa que „prácticam ente,
todos los presos, sin im portar su sexo o condición son golpeados y m artiri­
zados".
■
Las encuestas manipuladas
no varían la realidad
Es un dato que no puede ser variado
por las encuestas digitadas o los o p ti­
mismos m inisteriales. El día en que la
realidad tenga un positivo y verdadero
cam bio en ese pequeño y castigado
país del como Sur y en consecuencia
vuelva a ser viable la residencia en él
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Potro de tortura. Todos los presos son m artirizados.
43
Chile
¿PINOCHET EN CRISIS?
El inicio del año 1976 se ha presentado cargado de hechos nuevos que ma­
durando como fruto del proceso que se arrastraba desde la instauración de la
dictadura, en su conjunto han modificado el cuadro de la situación política.
La incidencia de estos hechos nuevos se irá acentuando con el correr de los
meses. Imposible resulta prever la evolución de los acontecimientos, pero una
visión panorámica del presente ayuda a percibir la dirección más probable de
la evolución política del país.
Estos elementos nuevos son, en síntesis, los siguientes.
¿Una crisis sin salida?
El perdurar y agravarse de la crisis
económ ica es, sin duda, uno de los
factores más decisivos. El año 1975
term inó con una tasa de inflación de
340,7 »/o (según cifras oficiales), leve­
mente inferio r a la de 1974. Como
contra partida de la política „estab ilizad ora “ , de tan m agros resultados,
se produjo una alta tasa de desocupa­
ción y una baja de la producción
industrial de 25 % y, una baja del
producto nacional de 1 0 % , lo que
acarró un descenso general de la
actividad económ ica. A estos factores
negativos se añade la devaluación de
la moneda, la caída de la inversión
pública y privada y una creciente
redistribución regresiva del ingreso.
La política de shock im plem entada a
partir del mes de A bril por los M inis­
tros Cauas y De Castro no sólo ha
tenido un alto „co sto so cia l" — que
todos en Chile reconocen, partidarios
o adversarios del régimen —, sino tam ­
bién un „costo e con óm ico “ evidente.
La econom ía chilena enfrenta una es­
piral de recesión-inflación, que día a
día se hace más insoportable. Se ha
producido no sólo un estancam iento
de la producción física de bienes y
servicios, sino un verdadero retroceso,
una dism inución de la riqueza d is­
ponible, una tendencia involutiva que
com prom ete seriam ente el próxim o
futuro del país.
Durante los prim eros dos meses del
año se han producido alzas en los
precios, especialm ente de los artículos
de prim era necesidad, y una baja
significativa de la producción de
trigo, que ha sido calificada de verda­
dero „terrem oto verde“ . Los em pre­
sarios agrícolas han denunciado las
dificultades que encuentran para cu l­
tivar adecuadam ente la tierra, deriva­
das de la política gubernativa y de la
situación general del país, pronosti­
cando una dism inución global de la
producción, que incid irá negativam en­
te en la balanza de pagos. Los vo­
ceros más autorizados del régimen
44
Cientos de m illones de hom bres repu­
dian los desmanes de Pinochet.
han anunciado ya que el año 1976
será, al menos, tan difícil como el
anterior.
Se ha planteado la posibilidad de un
cam bio de política económ ica dentro
del actual marco político. Pese a las
declaraciones de Pinochet prom etien­
do una revisión crítica a fines de
febrero, son muchos los que se in c li­
nan a pensar que m ientras no se pro­
duzcan cam bios a nivel político, la
situación económ ica se mantendrá
estacionaria. La ineficacia de la polí­
tica económ ica del G obierno c o n tri­
buye a que vastos sectores de la
población — trabajadores y grupos de
em presarios nacionales — pongan en
cuestión la dictadura de Pinochet.
El desvarío aislacionista
A la crisis económ ica se suma el cre ­
ciente aislam iento internacional de la
Junta M ilitar. Desde que usurpó el
poder, el régimen ha tendido a acen­
tuar todas las características que pro­
vocan, justam ente, el rechazo de la
com unidad internacional. Para expli­
car la situación acuden a la m onserga
de „la conjura com unista internacio­
n al“ o al viejo concepto de „la d eb ili­
dad y decadencia de O ccid en te “ .
Frente a ellos el Chile de la Junta
M ilitar se alzaría com o „faro de salva­
c ió n “ . Esta falta de percepción del
proceso histórico y de la coyuntura
internacional, provocada por la adhe­
sión a una m entalidad superada y
oscurantista, provoca el creciente ais­
lam iento de la Junta M ilitar. Los ale­
gatos en favor de una „diplo m a cia
fu n cio n a l“ que superara el enfrenta­
miento ideológico, han fracasado.
La dictadura chilena es, hoy por hoy,
el gobierno más repudiado y desa­
creditado del mundo. Son cientos de
m illones de hom bres a lo ancho y
largo de la tierra que repudian los
desmanes de Pinochet. La votación de
la Asam blea General de las N. U. re­
vela el am plio frente de países, de las
más diversas ideologías y contextos
geográfico-culturales, que censuran a
la Junta M ilitar. Esta situación se ha
agravado,
recientemente,
con
el
distanciam iento
del
G obierno
de
W ashington, que votó en contra de
Pinochet en las N. U. Esta situación
de aislam iento es un hecho de
masas. En ella se empeñan los sind i­
catos, las fuerzas políticas, los intelec­
tuales, las Iglesias y la prensa interna­
cional C ontinuam ente la prensa de
EE. UU., Europa y el Tercer Mundo
ataca duram ente a la Junta M ilitar. En
este contexto general, cabe resaltar
la posición más firm e de Inglaterra,
m otivada en parte por el im pacto que
produjeron las declaraciones de la
Dra. Sheila Cassidy en la opinión
pública británica, y el cambio de la
D. C. alemana producido por la evolu­
ción de la D. C. chilena y la constata­
ción de la falta de vigencia de los
derechos humanos que una delega­
ción suya hizo en una visita a Chile.
El aislamiento continúa
En virtud de este aislamiento, la Junta
M ilitar se ha adelantado a declarar
que este año no renegociará la deuda
externa y que pagará en su integridad
la cuota correspondiente. El monto de
la suma a pagar es de 750 m illones
de dólares, de los cuales 500 no eran
negociables por tratarse de com pro­
misos con organism os m ultinaciona­
les. La Junta ha preferido pagar 250
m illones de dólares de inm ediato a
enfrentar las negociaciones con el
Club de París. Esta misma situación
produjo el retardo en la tram itación
de un crédito del Banco Mundial
ascendente a 33 m illones de dólares.
El préstamo, al final, fué otorgado
con el voto contrario de los países
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
escandinavos y la abstención de los
países del M ercado Común Europeo.
Pero lo que resulta más grave para el
país, su soberanía y seguridad nacio­
nal, es que el aislam iento y debilidad
impulsan a la Junta M ilita r a buscar
aliados en Am érica Latina a cualquier
precio, incertándose en una estrategia
global destinada a alterar los equili­
brios políticos regionales. Esta polítíca
de audacia sin el correspondiente res­
paldo en la población, puede resultar
muy grave para el país y provocar un
grave daño a nuestra integridad te rri­
torial.
En efecto, Pinochet ha concretado su
ofrecim iento de salida al mar a Bolivia
a través de la cesión de un corredor
al norte de A rica y al sur de la línea
de la concordia, que en los hechos
elim ina la frontera chileno-peruana y
nos incorpora a la zona de influencia
brasileña. En la revista „E rc illa “
(n. 2.110) se afirm a al respecto que
„es en el creciente intercam bio entre
Japón y Brasil donde debemos bus­
car los prim eros antecedentes de la
neg ociació n “ , para lo cual ha cobrado
actualidad el problem a de las rutas
de com unicación de Brasil con el
Pacifico. „N o se trata aqui de gestos
rom ánticos — dice Ercílla — sino de
una percepción más afinada de las
nuevas realidades de la polítíca mun­
dial contem poránea."
La cuestión boliviana
Ningún falso nacionalismo
El problem a de la m editerraneidad de
Bolivia, más allá de la discusión his­
tó rica y ju ríd ica sobre sus pretensio­
nes de soberanía sobre te rrito rios
chilenos, merece una solución satis­
fa cto ria para todas las partes interesa­
das. Ningún falso nacionalism o puede
llevarnos a negar la necesidad de re­
solver „la cuestión b oliviana“ . Nuestra
prim era observación es, sin embargo,
que la solución de un problem a de
esta naturaleza, extrem adam ente com ­
plejo y difícíl, no debe ser adoptada
por G obiernos que no representan ni
rem otam ente a los pueblos chileno y
boliviano. En el caso chileno, la deter­
m inación de ceder un trozo de te rri­
to rio nacional sería adoptada por un
gobierno ilegítim o que no obliga a
la nación. El acuerdo sobre la m ateria
para ser eficaz y operante en el tiem ­
po debe contar con un am plio apoyo
popular.
Las más elementales consideraciones
relativas a la seguridad del país, o b li­
gan a tom ar en cuenta debidam ente
que en la solución del problem a son
al menos tres las partes interesadas.
El plantear una negociación sin con­
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
sultar el parecer del Gobierno perua­
no, como en la práctica lo han hecho
Pinochet y Banzer, im plica el riesgo
de una negociación estéril que aumen­
ta en vez de dism inuir la tensión entre
ambos países o, lo que es más grave,
la posibilidad de un delicado con­
flicto con el Perú es porte en la cues­
tión, no sólo porque así lo señaló el
tratado de 1929 y porque el te rrito rio
que se cedería fué en un tiem po
peruano, sino porque, com o lo ha de­
clarado el Em bajador de Lima en San­
tiago, Sr. Mariátegui, „hay que analizar
las repercusiones que pudiera tener
el co rred or en toda la región TacnaArica . . . el asunto tiene todos los
ingredientes de un tema internacional.
Tiene ingredientes económ icos, geo­
gráficos geopolítícos jurídicos, h istóri­
cos y, consecuencialm ente, sentim en­
ta le s“ .
„El cordón sanitario“
A com plicar las negociaciones chilenobolivianas contribuye el hecho de que
el G obierno del Perú aparece, en la
práctica, rodeado de un verdadero
„cordó n sa nita rio “ com puesto por re­
gímenes m ilitares conservadores inte­
resados en provocar una alteración
del rumbo de la „revolución peruana“ .
Con la ascensión al cargo de Primer
M inistro del General Fernández Maldonado ha aumentado el peso del
sector progresista al interior de las
FF.AA. Existe, pues, interés en provo­
car problem as al Gobierno de Lima,
que lo expongan a críticas en el plano
interno. La presión brasilera se ejerce
tanto por el sur a través del eje
Brasilia-La Paz-Santiago, como en el
norte instigando al nuevo gobierno
m ilitar ecuatoriano a reivindicar terre­
nos peruanos ricos en petroleo y ura­
nio y que un tiem po le pertenecieron.
En este cuadro es dable suponer que
el acuerdo Banzer-Pínochet será u tili­
zado por intereses ajenos a los del
pueblo de Chile, para provocar un
co nflicto diplom ático con el gobierno
peruano. La tensión con el Perú sirve
a Pinochet para lograr la m antención
de la unidad de las FF.AA., actual­
mente en duda. El d ictad or no mide,
sin embargo, los peligros que im plica
para la seguridad nacional la perspec­
tiva de un conflicto en las actuales
condiciones del país. La vulnerabili­
dad de nuestra economía, la ausencia
de unidad nacional provocada por la
política de la junta M ilitar y el des­
crédito internacional del régimen de
facto, podrían conducir a una situa­
ción que no sólo afectara a la d icta ­
dura m ilitar, sino que produjera tam ­
bién daños irreparables a los intere­
ses nacionales.
El G obierno de Lima ha respondido
form ando una Com isión ad-hoc de
estudio y alegando que necesita
tiem po para estudiar el problema.
„Hay que darle tiem po al tiem po",
„N o se nos puede presionar para que
contestem os en 24 h oras": son expre­
siones del Em bajador M ariátegui. Esta
posición dilatoria del Perú puede
estar orientada a cam biar la actitud
boliviana, m ediante el impulso de
Los prim eros refugiados chilenos llegados a F rancfort relatan su odisea.
45
EL QUE MANEJA
AL PINQCHET
pado ha enviado una com unicación
pública a los sacerdotes extranjeros
para alentarlos en su labor. La me­
dida fué motivada por la expulsión
— a ju icio de los Obispos injusta y
a rbitraria — de dos sacerdotes italia­
nos que trabajaban en Copiapó bajo
la dirección de Mons. Fernando Ariztía,
quienes perm anecieron 20 días presos
antes de abandonar forzosam ente el
país. En dicha declaración los Obispos
lamentan y deploran la medida, así
como los ataques de la prensa oficial
y autoridades de G obierno a los reli­
giosos extranjeros, les agradecen su
trabajo y Ies confirm an su apoyo. Los
pastores advierten que existe un con­
flic to más o menos permanente entre
la Iglesia C atólica y „cie rtas autorida­
des de la adm inistración" y grupos
católicos conservadores. Al indagar
sus causas, descubren que ellas se
deben — según la declaración — a
una diversa y contrastante concepción
de la naturaleza de la Iglesia, su mi­
sión y su acción. Como se ve, el origen
del problem a es profundo: radica en
la existencia de una m entalidad que
los Obispos no califican, pero que
indudablem ente es una faceta del na­
cionalism o fascista imperante.
El autorizado libro de Freí
aquellos sectores castrenses que no
se conform an con un sim ple „c o rre ­
d o r", y que miran con recelo un cam­
bio en 180 grados en la geopolítica
boliviana de alianza tradicional con
el Perú a un entendim iento con Chile
que desafíe a su antiguo aliado. Un
hecho que ratifica esta hipótesis es
la renuncia de los tres jefes de las
FF. AA. bolivianas, descontentos por
el giro de las negociaciones con
Pinochet.
Como nunca la política de la d icta ­
dura de Pinochet representa un peli­
gro para la seguridad nacional.
Se rompe el silencio político
A fines de 1975 el bloque de fuerzas
sobre el cual Pinochet asienta su
poder, sufrió una fuerte sacudida. El
fascism o lleva en su interio r una con­
trad icció n insoslayable: el conflicto
de intereses que inevitablem ente se
produce entre los sectores medios
(profesionales, com erciantes, em pre­
sarios, etc.) y el capital m onopólico
con
vinculaciones
internacionales.
Esta trizadura se agudiza cuando no
existe un proceso económ ico de cre ­
cim iento, como acontece en Chile.
Por su parte, la lucha popular co n tri­
buye decisivam ene a provocar el de­
bilitam iento del bloque gobernante.
Así ha sucedido tarde o tem prano en
46
todos los casos de regímenes fas­
cistas.
Tres ejem plos podem os dar del
deterioro polítíco de la Junta M ilitar.
En prim er lugar, se m antiene el con­
flicto con la Iglesia C atólica, Hace un
tiem po hubo quienes, en presencia
de los prim eros roces entre la Iglesia
y la Junta, pensaron que ellos podrían
ser superados, dando paso a una co­
laboración. Los hechos han dem os­
trado lo contrario. El distanciam íento
y la tensión parecen ser insuperables
m ientras el régimen m antenga su
naturaleza. El número a nterior de
„C híle-A m érica" estuvo destinado a
ilustrar esta situación. En su editorial
se señalaban algunas de las razones
que impulsan a la Iglesia a c ritic a r
duram ente a los gobiernos auto rita ­
rios de derecha.
Desafiando las opiniones de Pinochet
el Arzobispado de Santiago ha creado
la Vicaría de la Solidaridad que se
ocupará de las mismas tareas que
desarrollaba el dísuelto Comité para
la Paz. El nuevo organism o se encuen­
tra a cargo del mismo sacerdote
— Cristíán Precht — que dirigía la
labor del Comité. Por estar inserta en
la organización misma de la Iglesia, la
Vicaría presenta una mayor capaci­
dad de resistencia a las presiones
gubernativas.
El
Com ité
Permanente
del
Episco­
El segundo fa cto r es el cambio de
actitud de la directiva. D.C., la que ha
pasado ahora abiertam ente a la oposi­
ción, cuestionando la subsistencia de
la dictadura. El ex-presídente Eduardo
Frei ha publicado, prim ero clandes­
tinam ente y después con una soprendente autorización oficial para una
edición de 1.000 ejemplares, un libro
titulado „El mandato de la historia y
la exigencia del porvenir". El mismo
nombre de la obra indica la im portan­
cia que su autor le atribuye. El docu­
mento contiene una aserva crítica a la
Junta M ilita r y propone un cam ino de
retorno a la vida dem ocrática.
Tanto la publicación como la autoriza­
ción del libro de Frei ha despertado
dentro y fuera del país una ola de
rumores. El hecho es sin duda insólito.
Por prim era vez se rom pió el silencio
político, originándose un debate sobre
el tema que, naturalmente, duró pocos
días: el G obierno prohibió cualquier
referencia pública al libro, sea para
atacarlo, sea para defenderlo. „C hileA m érica" lo reproduce en extenso,
junto con un com entario de la revísta
y diversas opiniones que sobre él se
han vertido.
Los ataques a Frei y la D. C. han sido
muy fuertes. La adm onición de Pino­
chet en el acto castrense de la Escuela
M ilitar es, al respecto, reveladora;
EXPRÉS E S PA Ñ O L / M ayo 1976
El diario „El M e rcu rio “ se hace preguntas sobre el futuro. ¿Quién le pregunta a los trabajadores chilenos?
textualm ente dice: „C aiga sobre ellos
la vergüenza de su conducta irres­
ponsable, o el estigm a de su traición
d eliberada“ . Por su parte „El Mer­
c u rio “ — en com entario dom inical del
1 de Febrero - apunta, desde su
perspectiva, a un aspecto central del
problema. Afirm a: „es necesario saber
si la posición representada por aquel
folleto constituye o no una posibilidad
real de reemplazar al régimen estable­
cido sin que el país se deslice a través
de ella hacia el pasado m arxista".
Las preguntas de
„El Mercurio“
A continuación se pregunta: „¿Cuál
es el trato que un supuesto régimen
D. C. le daría al Partido Comunista,
al Partido Socialista m arxista y a
los demás grupos o entidades de
inspiración m arxista-leninista que se
escondieran bajo diversos nombres
y cam uflajes? ¿Les daría carta de
ciudadanía p o lític a ? . . . ¿O, por el
contrario, pondría a esos partidos
fuera de la ley e im pediría su orga­
nización y actividad? En este caso,
¿por cuanto tiem po? ¿con qué garan­
tías de que la norma no fuera dero­
gada por una mayoría ocasion al? “
(Recuerda El M ercurio com o en 1958
los parlam entarios D. C. contribuyeron
con sus votos a derogar la mal llama­
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
da Ley de Defensa de la Dem ocracia
que pro crib ió al P.C.), añadiendo
se diría que para quienes se ofre­
cen como alternativa de poder, es
mucho más repudiable el anticom unísmo que su reverso: el com unism o
to ta lita rio y ateo, enemigo declarado
de Chile en el campo interno y en el
e xte rio r“ .
„Para el folleto del ex-presidente
— term ina „El M ercurio" — son otros
la interpretación y los conceptos que
sustentan su partido y el com unism o.
Ambas líneas aparecen como o pcio ­
nes de análoga naturaleza, como ca­
minos que pueden elegirse indiferente­
mente. Nada hay en el análisis del
folleto acerca de la m alignidad esen­
cial del comunism o, de su acción
destructiva de lo más sagrado de la
persona humana, de su carácter de
secta religiosa al revés, es decir, pura
y obcecadam ente temporal. Nada se
dice acerca de que los demás to ta li­
tarism os no son sino aproxim aciones
efímeras al frío m odelo de Marx y de
Lenín. . . . Esta incom prensión acerca
de la perversidad espiritual del com u­
nismo explica muchas actitudes tibias
frente a él y muchos de lo recelos
contra el anticom unism o“ .
Por lo visto, en m ateria de to ta lita ris­
mo, el regimen de Hitler, por ejemplo,
es, para „El M ercurio", sólo una
aproxim ación efímera al frío m odelo
de Marx y Lenín. Se explica que quien
escribe de este modo llorara amarga­
mente en el pasado la derrota del
Führer, como tam bién el Proceso de
Nuremberg que juzgó a los crim inales
de guerra del nazismo.
Ahora piden de nuevo una garantía
eterna contra el „com unism o". Que se
les asegure que los partidos de iz­
quierda (UP) estarán para siem pre
fuera de la ley, im pedidas su organiza­
ción y actividad, pese a que „m ayorías
ocasionales“ estuvieran por derogar
tal prohibición. O sea, una garantía
que prevalezca aún sobre la voluntad
m ayoritaria de los ciudadanos. Pero,
¿quién puede darles esta garantía?
Dejando de lado lo aberrante de seme­
jante pretensión, propia de quienes se
sienten dueños del poder por „derecho
natural“ , lo cierto es que ni siquiera
el fascism o puede garantizar tal
ilusión. La reiterada experiencia histó­
rica demuestra, en efecto, que ningún
fascism o ha podido asegurar lo que
„El M ercurio “ y su ideólogo dom inical
pretenden.
Cada día que pasa, com o se vé, el
grupo gobernante acentúa su d efini­
ción clara y nítidamente fascista. La
publicación del libro de Frei ha sido
una nueva ocasión para ello. La posi­
ción DC resta un gran contingente
social de apoyo a la Junta y co n tri­
buye decisivam ente a su aislam iento
47
y deterioro. La prensa internacional ha
recogido am pliam ente esta circunstan­
cia, especialm ente en EE.UU. y Ale­
mania Federal.
El conflicto en las
Universidades
Por fin, en el terreno universitario se
ha producido un vasto m ovim iento de
protesta por las nuevas medidas adop­
tadas por el régim en: la designación
de un nuevo rector-interventor en la
Universidad de Chile (el coronel de
Aviación Julio Tapia Falk) y las res­
triccio ne s presupuestarias a todas las
Universidades. El nuevo rector com en­
zó a poner en práctica la „operación
d epuración“ a fin de „term in a r con
toda form a de partidism o en las
aulas", pidió que los 270 profesores
que ocupaban cargos directivos los
pusieran a disposición de la autoridad
m ilitar y com enzó a restring ir los gas­
tos. Por su parte, el Alm irante Swett,
rector-delegado en la universidad
C atólica de Santiago, frente al d éficit
de 4.000.000 de dólares que tendrá
esa casa de estudios este año, anun­
ció drásticas m edidas: licenciam ento
de cerca de 200 docentes, 45 adm inis­
trativos, cierre de diversas carreras
(sociología, música, teatro, artes de la
com unicación), dism inución de los
fondos de investigación, restricción de
la m atricula, etc.
Un artículo de protesta
Estos hechos provocaron la publica­
ción en El M ercurio de 3 de Enero de
un artículo de protesta firm ado por
el profesor Jorge M illas de la Universi­
dad de Chile, en el cual — en nombre
de la libertad de pensam iento y de
cátedra — se pronunció abiertam ente
en contra de lo que llama „la Uni­
versidad vigilad a", „la desconfianza
y el asedio" gubernativo. „N o es buen
oxigeno, sino aire enrarecido el que
se respira en una casa de estudios
en donde algunos quisieran mantener
la suspicacia recíproca, estim ular la
delación, hacer tem eroso el ju icio en
alta voz sobre cosas que por su
naturaleza deben ser publicam ente
discutidas, co ntribu ir, en fin, a que no
sea y a la actividad política, sino la
reflexión la que carezca de fuero".
Advierte Jorge M illas que „co n inquitante reiteración y no menos inquie­
tante ligereza retórica, comienza a em­
plearse la palabra „d e p u ra ció n " para
dar rumbo a la acción pública frente
a la universidad“ , señalando que „no
siem pre se sabe qué pureza se busca
con esas „d e pu ra cion es“ , ni quienes
48
son los hom bres puros que las lleva­
ran a cabo. Se pronuncia en contra
„del afán irreflexivo de considerar a
la Universidad como una empresa más
del país, y m eterla en la camisa de
fuerza de la libre com petencia y del
autofinanciam iento“ . Concluye su a rti­
culo diciendo: „U na vez se escuchó
esta reflexión en los recintos de la
Universidad de Chile: „La Universidad
no sería digna de ocupar un lugar en
nuestras instituciones sociales, sí
(com o murmuran ecos oscuros de
declam aciones antiguas), el cultivo de
las ciencias y de las letras pudiese
m irarse como peligroso bajo un punto
de vista moral, o bajo un punto de
vista p o lític o ". Fueron palabras pro­
nunciadas en 1843 por Andrés Bello".
Con fecha 9 del mismo mes un sign i­
ficativo conjunto de académ icos de
diversas universidades adhicieron pu­
blicam ente a los conceptos em itidos
por el profesor Millas. Entre ellos cabe
destacar los nom bres de Hernán
Alessandri, Juan Gómez Millas, Héctor
C roxatto, Juan de Dios Vial Correa,
Rolando Chualqui, Fernando Monckeberg, etc. Ellos pertenecen a lo que
podríam os denom inar „la derecha
academ icísta", es decir, aquella co­
rriente de académ icos que se opuso
a la reforma universitaria iniciada en
1967 por considerar que ella com pro­
metía la „lib erta d de pensam iento" e
introducía criterios de manejo dem o­
crático de las universidades que po­
drían redundar en desm edro de su
nivel científico. Ellos siem pre repre­
sentaron, aunque con diferencias, una
posición conservadora. Muchos enfren­
taron abiertam ente la política de la
U. P. y sostuvieron posiciones que,
directa o indirectam ente, contribuye­
ron a crear el clim a del 11 de septiem ­
bre. Hoy aparecen desafiando la polí­
tica educacional de la Junta Militar.
Jaimen Guzmán sale al paso
Al paso les salió, como era de esperar,
Jaim e Guzmán, quien se define como
uno de aquellos que ,,a la vez sienten
una entusiasta adhesión hacia el
actual Gobierno, y una profunda voca­
ción universitaria". En un artículo
aparecido en el mismo diario sostiene
que la intervención de los académ i­
cos constituye „una clarinada de
atención que invita a reflexionar",
pues, según él, „enfrentam os el serio
peligro de que pueda llegar a produ­
cirse un dístancíam iento entre los
elem entos más valiosos de nuestras
universidades, y la conducción supe­
rior de éstas, cuya responsabilidad
últim a recae hoy en el Supremo Go­
bierno. El im perativo de evitar que ese
distanciam iento que se insinúa, llegue
a adhondarse hasta térm inos irrem e­
diables reviste una im portancia capi­
tal." El articulo de Jaim e Guzmán, sin
embargo, no parece destinado a lograr
ese proposito. Reafirma todas y cada
una de las medidas adoptadas por el
Gobierno, señalando sólo le necesi­
dad de encontrar „un justo e qu ili­
brio . . . a través de la madurez, el
tino y el buen c rite rio ", de los cuales
justam ente él carece. Guzmán advierte
contra „las posturas extremas que
siem pre encuentran fácil presentación
en la sim plicidad de sus dogmas o en
la pasión de su fanatism o“ . Parece
risible, si no fuera trágico. No habla
precisam ente de m oderación el Sr.
Guzmán al afirm ar: „Cuando uno ve
hoy día que vuelven a reclam ar el
derecho a „con fron tar ideas“ — que
suponen amenazados — personas que
jamas han tenido ni podrían tener
interés real en ello, ya que carecen
en su cerebro de toda ¡dea propia que
confrontar, se advierte la im portancia
de evitar que se guarezcan detras de
banderas levantadas por los verda­
deros universitarios, grupos cuyo
mero intéres p olítico-partidista es de­
masiado evidente“ . Se trata, en sín­
tesis, de un intento desesperado por
hacer com prender a „lo s verdaderos
universitarios“ la necesidad de de­
purar la Universidad.
Conflictos entre
Pinochet y Leigh
Personas ligadas a la Universidad de
Chile afirm an que el co nflicto se
produce entre dos sectores de dere­
cha: por una parte el Opus Dei vincu ­
lado a Pinochet y, por otra, los grupos
más fascistas ligados al General
Leigh. En la pugna salieron triunfando
estos últim os, que mantienen y aumen­
tan su control sobre esa casa de
estudios. Cabe señalar que el nuevo
rector — Coronel Tapia Falk - es el
ayudante de campo del General Leigh.
Con posterioridad éste se reunió con
los académ icos disidentes. La inform a­
ción de prensa da cuenta de la reafir­
m ación de la „lin ea d ura “ por parte
de Leigh, y guardan un herm ético
silencio sobre las opiniones de los
académ icos.
La revista católica „M e nsa je “ (n. 246,
enero-febrero, 76) recuerda las de­
claraciones del nuevo rector en el
sentido de que se trata de hacer
llegar a la juventud - por medio de
la Universidad —, „lo s p rincipios portalianos y nacionalistas que inspiran
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
acogerse a retiro de su cargo el alm i­
rante H oracio Justíniano, a quien se
atribuían posiciones sim ilares a las
de Arellano Stark y que se habría
opuesto a que la Marina asumiera la
responsabilidad de la farsa procesal
que se intenta desarrollar ante los
tribunales navales en contra de Luís
Corvalán y los principales dirigentes
de la Unidad Popular que se encuen­
tran presos en el país.
al actual gobierno, pues en la juven­
tud está el m ejor soporte de la tarea
de reco nstru cció n “ . „¿S ignifica esto,
acota „M ensaje“ , que la universidad
será una universidad com pom etida
que se identifica con el ideario ofi­
c ia l? ". Y agrega: „N o deja de ser
sorprendente que luego de haber
ejercido el gobierno de la Universidad
de Chile dos rectores delegados con
plenos poderes, el tó pico de la depura­
ción siga siendo central en el discurso
program ático de la autoridad." Luego
„M ensaje" form ula otros interrogantes
cargados de significación: „No nos
acercam os, dice, inexorablem ente a
una situación de universidad vigilada
y com prom etida? ¿Qué garantía po­
dría ofrecer una universidad así de­
finida para el trabajo intelectual? ¿Y
cuál sería el costo de su im plantación,
particularm ente en térm inos de la
m arginación de universitarios con
experiencia y dedicación a las labores
de investigación y enseñanza? Y
luego, continúa „M e nsa je": ¿cómo
proyectar hacia el exterior una imagen
positiva del país — imagen de aper­
tura, pluralidad y razón - si su uni­
versidad mayor y más antigua com ­
prometiese su destino con un solo
cuerpo de doctrina, debiendo a la vez
som eter su capacidad de diálogo y
crítica a una razón de estado recla­
mada tam bién como límite adm isible
del pensam iento?".
Leigh, Merino y Mendoza
señalan su lealtad a Pinochet
Se ha abierto otro foco de conflicto.
El disenso militar
Por ultimo, como corolario de la situa­
ción, se ha hecho notorio el disenso
al in te rio r de las FF.AA. Era evidente,
que la desintegración del frente social
y político que hizo posible el golpe de
estado, produciría, tarde o tem prano,
sus efectos en el aparato m ilitar. Los
institutos arm ados no viven fuera de
la sociedad. Tienen precisos grupos
de referencia, tanto por el origen de
la o ficialidad y la tropa, como por la
socialización que de sus m iem bros se
hace, y el recurso a la disciplina je rá r­
quica no basta en ocasiones de aguda
crisis como las que atraviesa Chile,
para m antener a las FF.AA. en p osicio­
nes extrem as que contradicen su fun­
ción natural. Pues bien, a comienzos
de año la prensa inglesa — concreta­
mente el „Sunday Tim es" edición do­
m inical de „The Times — dió a cono­
cer la existencia de un memorándum
firm ado por 10 generales en el cual
se pedía a Pinochet una rectificación
de la política económ ica y poner atajo
a los abusos de la DINA a fin de me­
jo ra r la imagen internacional de la
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
Niños creciendo hacia un futuro inse­
guro.
dictadura. El mismo diario inglés de­
cía que, en el fondo, se trataba de
„em bellecer el fascism o“ . Posterior­
mente los diarios de todo el mundo
recogieron la inform ación y „Le
M onde" en un extenso artículo afirm ó
que no existía unidad ideológica y
polítíca de los m ilitares disidentes en
torno a un proyeto común. Por esos
mismo días se produjo la renuncia
forzada del General Sergio Arellano
Stark, quien aparecía como disidente,
si bien su participación directa en
diversos actos de violencia durante el
golpe m ilitar, le ganaron el renom bre
de „general de la m uerte". En los
hechos se había constituido en el p rin ­
cipal opositor a Pinochet al interior
del Ejército.
Hace pocos días también, ha debido
Los indicios de descontento m ilitar,
la publicación del libro de Frei y el
creciente repudio internacional, pro­
vocaron a fines de Enero el apresura­
do regreso a Santiago de Pinochet,
quien realizaba una gira por el sur
del país. Durante ella el dictador ha­
bía pronunciado discursos que provo­
caron el siguiente com entario del
diario. „L a T e rce ra ": „Es la prim era
vez que el jefe de Estado se refiere
publicam ente a rumores circulantes
durante el últim o mes sobre supuestas
divisiones en el gobierno, falta de
apoyo a su gestión o falta de unanim i­
dad en las Fuerzas Armadas. Esos
rum ores se han esparcido por todo el
país." Fuentes internacionales seña­
laron que Pinochet habría presentado
en esa oportunidad su renuncia al
cuerpo de generales, como una form a
de volver a ganar su lealtad. La me­
dida teatral fue aparentem ente exitosa.
El Martes 27 de Enero se realizó un
acto inusitado y sorpresivo en el pa­
tio de la Escuela M ilitar de Santiago,
el cual según „El M ercurio" im pre­
sionó „p o r su carácter solemne y no
conocido desde que se instaló el
G obierno m ilita r“ . Ante una concen­
tración m ilitar en la cual participaron
representantes de las tres ramas de
las Fuerzas Armadas, los integrantes
de la Junta ratificaron publicam ente
su unidad y Leigh, Merino y Mendoza
señalaron su lealtad al „presidente
Pinochet“ . Este parece haber supera­
do tem poralm ente una situación de
crisis y haber recuperado su control
sobre el conjunto de las Fuerzas
Armadas. Sin embargo el acto mismo
constituyó una dem ostración publica
de debilidad y preocupación, como lo
dem uestran las palabras de Pinochet:
„Sí hoy se han congregado aquí las
tres ramas de las Fuerzas Arm adas y
Carabineros de Chile, es porque la
conjura extranjera ha llegado al extre­
mo de la osadía y de la calumnia, al
pretender presentar quiebres o trizaduras en su granítica unidad".
■
49
Hechos
y personajes
Con la excusa de ir a recoger el pre­
mio desaparecieron y al a brir el sobre
el perplejo em igrante se encontró con
un montón de recortes de papel.
Peregrino
Secretariado
¿A quién representa?
Se llaman representantes de los em i­
grantes españoles, al parecer de siete
países europeos, están preparando un
llamado Congreso de la Em igración
y han adoptado el m undano nombre
de Secretariado. Caminan por Europa
hablando, según ellos, „en nombre de
doce m illones de em igrantes“ , para
quienes piden participación en las
elecciones directas al Parlamento de
Europa y están dispuestos a estable­
cer contactos con la Unesco, la Com i­
sión Europea, la C onfederación Euro­
pea de Sindicatos, el Consejo Mun­
dial de las Iglesias y con otros altos
organismos.
Pero, com o ésto sería demasiado
poco, tan universal y viajante secreta­
riado en pleno llegaría a M adrid el
24 de abril para ser recibido por el
presidente de la Com isión Episcopal
de M igraciones, el señor Obispo de
Huelva y, en días sucesivos, cele­
braría encuentros con autoridades
españolas de ám bito gubernam ental y
sindical y term inaría su viaje entre­
vistándose con la Confederación Es­
pañola de Cajas de Ahorro.
¡Dime con quién andas y te diré a
quién representas!
El zamorano en compañía de los dos
estafadores se trasladó a un banco
para retirar las 200.000 pts. que le pe­
dían. Después, los tim adores le deja­
ron el sobre que contenía el dinero,
más 50.000 pesetas que sim uló aportar
uno de los estafadores.
Avión portugués,
secuestrado
Un soldado cubano, desertor de
Angola, secuestró un avión en Luanda
y obligó al piloto a dirigirse a Lisboa
donde pidió asilo político.
Le timan el dinero
ahorrado en
Alemania
Un zam orano que había realizado
algunos ahorros trajando en Alem ania
fue víctim a del conocido tim o del
tocom ocho. Unos individuos le abor­
daron en la calle de A lcalá y uno de
ellos (el tonto) le hizo creer que
poseía un billete de lotería que estaba
prem iado con 600.000 pts., pero que
no sabía que debía hacer para co­
brarlo.
Inmediatamente se acercó el otro
tim ador (el gancho) quién consiguió
engañar al em igrante, convenciéndole
para que entre los dos comprasen el
billete „p re m ia d o “ , naturalm ente a un
precio favorable.
El soldado era m iem bro de la guardia
de seguridad en el aeropuerto de
Luanda. Cuando abordó al „boeing 707“
a punto de despegar empuñaba un
rifle autom ático „AK-47“ con el que
amenazó a la tripulación. El soldado
cubano ha sido detenido y está siendo
som etido a interrogatorio por los ser­
vicios de la guardia fiscal. El gobierno
portugués está som etido a fuertes
presiones diplom áticas para que no
fa cilite asilo al soldado.
Ocupan la carretera
Unos cincuenta vecinos de M óstoles
se sentaron en el centro de la carre­
tera de acceso a Móstoles después de
haber esperado un largo rato el paso
del autobús. De este modo detuvieron
el paso de los autobuses que fueron
llegando e invitaron a los pasajeros
a unirse a su actitud. Llegó un mo­
mento en que la concentración de
personas ya ocupaba unos quinientos
metros de carretera.
Tras dos horas de m anifestación, en
la que se dejó paso libre a los coches
particulares, la Guardia Civil disolvió
a los reunidos. Previamente había
hecho acto de presencia la Policía
M unicipal, que intentó disolver la
m anifestación, sin resultados. Durante
las dos horas de ocupación de la
carretera fueron pinchadas varías
ruedas de ios autobuses de la em­
presa De Blas.
Los vecinos de M óstoles llevan meses
protestando por el servicio de auto­
buses a esa localidad. Concretam ente,
solicitan que el carril bus, que ahora
term ina en A lcorcón, se prolongue
hasta Móstoles. ¿Lo conseguirán
antes de que aparezca este número
de Exprés Español?
50
EXPRÉS E S P A Ñ O L / M ayo 1976
T A R JE T A DE PEDIDO
e ím p la SrUSCrÍbÍrme 3
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EXPRÉS ESPAÑOL
6 Frankfurt/M. 19
Postfach 19 01 09
Topando con la
Iglesia
Algunos trabajadores españoles, ita­
lianos y portugueses se sienten avasa­
llados por la Iglesia católica y romana
de la República Federal. M otivo: El
descuento obligatorio y autom ático
del llamado impuesto eclesiástico.
Esta práctica es com pletam ente des­
conocida en sus países de origen.
Los enojados „c o n trib u ye n te s“ han
elevado una demanda ju d icia l ante un
tribunal de Ham burgo para que no
les descuenten del salario los diez­
mos de la Iglesia. Estos fieles pre­
fieren, por lo visto, que les pasen el
cepillo o ponerle ellos mismos una
vela a Santo Tomás. ¡Nada de inter­
m ediarios!
Débil primer ministro
El prim er m inistro de Portugal, alm irante Pinheíro de Azevedo dió a
co no cer su determ inación de no a sistir al acto de clausura de la reunión
de los partidos socialistas y socialdem ócratas europeos en Oporto. La
actitud del prim er m inistro respondió al éxito de las presiones del partido
popular dem ocrático (PPD), de tendencia derechista.
El com unicado o ficial del gabinete del Jefe del G obierno portugués dió a
co no cer las razones que indujeron al alm irante a desistir de p residir el
banquete de honor que clausuraba el trascendental encuentro, al que
había sido invitado por el líder socialista Mario Soares, convite que en
p rincip io había tenido una favorable acogida en el Premier lustitano dado
a que algunos de los jefes de las delegaciones desempeñan en sus
respectivos países funciones de Jefe de Gobierno. Sin embargo, Pinheiro
de Azevedo decidió no asistir a la ceremonia.
„C onsiderando el cuño p a rtid a rio del encuentro — dice el texto o ficial —
se p ro curó que tal cerem onia tuviese lugar al margen del m ism o, para
no h e rir su cep tibilid a de s naturales de los otros p artido s representados
en e l g o b ie rn o ", agregando seguidam ente que tal p osición no había
sido com prendida p o r algunos m edios de difusión n i „obtuvo el consenso
de los p artido s representados en el g o b ie rn o ".
La nota o ficial term ina expresando que „an te la im p o s ib ilid a d de encon­
trar a tiem po una plataform a aceptable p o r los p artidos p o lític o s y por
el p rim e r m inistro, este se decidió p o r abstenerse de cu alqu ier iniciativa
que pudiese crear d ificu ltad es al norm al funcionam iento del G obierno".
En encuentro de la internacional socialista en Oporto contó con la
p articipación de los prim eros m inistros de Suecia. Holanda y Dinamarca,
además del ex ca ncille r alemán W illy Brandt y los secretarios generales
de los partidos socialistas de varios países europeos.
■
¡No hiera Vd. mis suceptibilidades
naturales, Señorito Azevedo!
© La Sindical So cialista p r o p o n e a las
d e m á s o rga n iz a c io n e s o b re ra s el a b a n ­
don o de la C N S
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Don Nicolás Redondo, secretario general
del Comité Ejecutivo de la UGT
Don Nicolás Redondo en el curso de su Intervención en el acto de clau<
tura del Congreso de la Unión General de Trabajadores, celebrado en
un hotel de Madrid, en cuya reunión tquél ha sido elegido secretarlo
general dei Comité Ejecutivo de la citada Unión "
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Compatibilidad de cargos entre la >ímon General de I.abaja
dores y el P.S.O.E. I ndas las organizaciones sindicales ilega­
les invitadas al acto propugnaron la unidad
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